Ahhhhhhh…Pido disculpas por la GRAN TARDANZA para subir este capitulo…gracias a LEAL y a morgana riddle jeje no los hago enojar mas así que lean y disfrutes…abajo los veo ;)
Capitulo VII: Toc, toc, Abran La Puerta Que Soy La Tristeza
"Es increíble como alguien puede
Romper tu corazón, y sin embargo
Sigues amándole con cada
Uno de los pedacitos. ¿O no?"
No le gustaba tocar el timbre. Su lema era 'Si la casa es mía porque tengo que tocar'. Saco de su bolsillo izquierdo del pantalón un juego de llaves y comenzó la búsqueda de la llave correcta para abrir la puerta principal de su casa (bueno en realidad mansión). La encontró, la introdujo en la cerradura, giro y el seguro cedió.
Giro la perilla hacia la derecha y abrió la puerta principal de caoba. Entro sus maletas y miro hacia dentro "Que oscuro esta aquí…de seguro Nakuru y Spinnel salieron". Halló el interruptor y la luz de su sala beige se distinguió. Tomo sus maletas y atravesó la sala hasta llegar por la escalera de caracol, la cual tenía un pasamano de roble con pequeñas incrustaciones de piedras plateadas y azules. Subió. (N/A: es muy elegante esa escalera…por lo menos como yo me la imagino).
Cruzo el pasillo azul claro casi blanco, y caminó hasta la habitación del fondo…la más grande…la principal. Giro la perilla y abrió la puerta y se detuvo en el umbral para observar su habitación: Las paredes de un color crema con diversos ángeles pintados en el fondo mirando hacia la cama, la cama con mantas blancas al igual que las cortinas. Un diván (sofá estilo cama…como el que utilizan los psicólogos) negro junto a una ventana. 2 butacas (entiéndase sillas acojinadas) negras y un espejo largo también negro.
Algo súbitamente comenzó a vibrar en su bolsillo derecho, "El celular" fue lo primero que pensó. Entro su mano al bolsillo y saco el celular
- Aja.- por el número que vio en la pantalla ya sabia quien era.- ¿Como te encuentras Brian? Cuéntame, como esta todo
- Bien, todo bien…Se que acabas de llegar de Australia, yo también estaba allá.- dijo Brian Leifman directamente
- ¿Tu? Mira que coincidencia, nunca nos topamos.- Eriol se acomodo en el borde de la cama para quitarse los zapatos
- Pues mira que si, yo estaba en la apertura del restaurante Food's Secrets lo que pasa es que tu estaba muy entretenido con una mujer muy hermosa por cierto…
- ¿Yo, nunca estuve con una mujer especifica…
- Te vi muy 'cercano' a una mujer con largos cabellos negros…y ojos rojos…
- Ahh…Meiling.- cuanta falta le hacia ella en estos momentos.- Pero no me llamaste para averiguar el nombre de con quien estaba… ¿dime?
- En el restaurante conocí a una amiga tuya, Tomoyo Daidouji, esa mujer me impresiono y tu sabes como yo soy…tengo que volverla a ver…tu sabes. Estoy aquí en Japón y me la vas a presentar… para verla…de nuevo…
- ¿Es obligado?- dijo Eriol con una sonrisa sarcástica
- Es un favor…en esta semana puede ser, en el fin de semana
- Tengo que ver, mañana pasa por aquí para hablar con más calma
- Gracias hermano, tu siempre me salvas la vida
- Lo se.- y soltó una carcajada.- Adiós
- Adiós
"Que impresión causaste Tomoyo…" Coloco el celular sobre su cama y se fue hasta la puerta del baño, entro a la ducha y dejo que el agua fría le entumeciera la cara, no había dormido bien y ese líquido a esa temperatura lo despertaría enseguida. Diez minutos después se estaba vistiendo con un pantalón deportivo de lana gris y una camisilla negra, dejando asomar los músculos de los brazos. Estaba solo en la casa así que opto por no peinarse y dejar el cabello húmedo y desaliñado (N/A: diablos…me lo imagino…y me derrito…jeje).
Bajo las escaleras con suma tranquilidad y en el último escalón se detuvo para observar la planta baja de su casa. "Hace mucho que no estaba así…solo, tranquilo". Fue hasta el ventanal que daba vista a su tan elaborado jardín, lleno de flores de blancas, violetas y rojas, "Se ve que Nakuru ha trabajado, que bueno". Se tumbó en el único mueble que había en el lugar, supremamente largo tal era que el se podía acostar y quedaba mucho espacio. Suspiro "Ahh…Paz y Tranquilidad".
Cerró los ojos y empezó a escuchar los sonidos del silencio, de la tranquilidad…momento optimo para meditar. Un sonido chillón interrumpió aquel trance en que estaba entrando. Duro unos segundos para poder asimilar de que objeto venía aquella resonancia. "El timbre…Nakuru". Se paro y comenzó a dar pasos largos hasta llegar justo a la puerta.
- Naku…- inicio a decir, pero al ver a una persona muy diferente a la que esperaba se detuvo y dijo.- ¿Qué haces aquí?
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- Sakur…digo Monstruo pensé que te quedarías por allá por Australia.- dijo típicamente Touya al ver a su hermana tirarse al sofá familiar
- Y como crees que me iba a perder la reacción de tu rostro cuando te dijera que dentro de 2 meses me caso con Syaoran.- ya Sakura había aprendido como defenderse de los constantes ataques que le hacia Touya
- ¡¡¡QQUUEE! ¡PAPA NO VA A PERMITIR ESO!- había explotado, sabia que su hermana y aquel 'hombre' estaban de novios, lo que no sabia es se iban a casar, nunca se imagino que fuera tan serio.
- Así como lo oyes…pero no te preocupes, Papa ya lo sabe desde hace 5 meses, él lo acepto y Syaoran me dio el anillo de compromiso…MIRA.- dijo mientras le restregaba en la cara un anillo de oro que tenia grabado las letras 'S&S'. Vio como el rostro de Touya cambiaba de uno muy exaltado a uno un poco triste y resignado, y al verlo así le dio un poco de pena.- Touya, tu sabes cuanto lo amo y tu eres testigo y EJECUTOR de todas y cada una de las pruebas que nos ha mandado la vida y las hemos superado. Juntos y amándonos.
- Entonces tengo que aceptar que mi hermanita se casa…y yo todavía no lo he hecho. Me has ganado.- dijo Touya sentándose junto a su hermana para acariciarle la cabeza
- Has tenido muchas novias buenas…
- Pero no he conocido el amor…y eso lo envidio de ti.- y la abrazo
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- Te extrañaba por eso vine a verte…ahora si te molesta puedo marcharme.- dijo mientras descruzaba los brazos
Se apoyó del umbral de su puerta y fijo su vista en el pelo azabache que llevaba la mujer hasta más arriba de la cintura, con varias capas que le marcaban el rostro.- Pasa…
Meiling siguió a Eriol hasta el ventanal donde anteriormente este estaba sentado. Se sentaron y se quedaron así mirándose a los ojos. Quedando ella hipnotizada por la paz que siempre brotaba de aquellos ojos índigos y él por aquella pasión que emergía de sus ojos escarlatas. Ella se acostó en el mueble y coloco su cabeza sobre las piernas del hombre dándole la cara.
- ¿Qué tienes linda?- le cuestiono al verle el rostro apagado.
- ¿Me quieres tanto como yo a ti?- le cuestiono mientras recogía su cabello a un lado de la cara.
- No…te quiero mas de lo que me quieres tu a mi…Es solo que hay que encontrar el momento justo para demostrarlo.- le dijo mientras desenredaba su cabellos.- Me gusta verte el pelo suelto para poder tocarlo.
- Fíjate a mi tenerlo tanto tiempo suelto me da calor…-y esbozo una sonrisa para aquel hombre níveo que estaba enfrente suyo.
Se miraron por unos segundos. Recordó aquella llamada que había tenido.- Linda, ¿sabias que Tomoyo encanto a un amigo mío?
- ¿En serio? Y cuando, ¿en Australia?- le cuestiono Meiling con una gran sonrisa en los labios y se sentaba en el mueble al ver que asentía.- Cuéntame todo de él.
- Se conocieron en la inauguración del restaurante, el se llama Brian Leifman, es joven tiene 25 años, trabaja con su padre en una inmobiliaria, es de Londres; y quiere que se la presente mañana.- esto nunca se lo había imaginado Brian y Tomoyo saliendo juntos: para el Brian era un loco amante de las mujeres y Tomoyo una…una mujer muy dulce.
- ¡Ahh! Que noticia… ¿sabes lo que quiere decir esto?
- Que les vamos a decir a todos lo nuestro…lo se.- dijo Eriol.- Ya no puedo esperar mas…esta situación me esta volviendo loco.
- Pero…no puedes negar que te gusta.- dijo Meiling con una mirada atractiva.- ¿O no?- y levanto una ceja.
- No poderte besar cuando me de la gana, no poder sentir tu piel como yo quisiera en cada abrazo, tener que estar escondiéndonos…Mmmm…No, realmente no me gusta.
Era fascinante estar con ella, eran tan diferentes y tan iguales a la ves; ella le inyectaba ese amor por la vida y el le daba a su vida el amor que le hacia falta. Siempre que estuvo con una mujer el sentimiento que le surgía era de cariño, respeto y protección; mientras con ella la pasión, la locura y se atrevía a decir el amor lo inundaba en un mar de sensaciones que el adoraba.
O
O
Estaba apoyado su espalda en la pared, al lado de la puerta principal, era hora de irse (de seguro Syaoran estaría preocupado) pero el no la dejaba ir, la embriagaba con sus besos expertos. Ya hace 5 minutos que trataba de irse pero él siempre la detenía para explorar su boca y su cuello con besos…
- Eriol…tengo…que…irme.- decía como podía la china con la respiración entrecortada, con sus pulmones en busca del aire robado.
- Bueno…te dejo ir porque sé que pronto volverás.- le susurro al oído.
- ¿Cómo esta usted tan seguro?- le pregunto Meiling mientras descendía la pierna izquierda de la cadera del níveo, la cual minutos antes estaba siendo aferrada a este por la mano del mismo.
- No se…algo me dice que no resistirías un día sin mi.- y rió mientras se separaba un poco de ella- Que conste que eres tu la que me provocas….- le guiño un ojo.
- Aja…yo creo que es al revés.-"Vamos a ver como resiste esto…Venganza" y lo tiro de la camisilla para darle un beso, y de nuevo la pasión se inicio. Tanto fue que no escucharon cuando la puerta se abría y una mujer con cabellos marrones entraba.
- ¡¿Uh! Hola y… ¿disculpen?- no sabia que pensar, esa escena si que la había impactado "¿Que diablos hace Eriol besándola si esta con Tomoyo?" Sus ojos se pusieron como platos y solo se limito a parpadear, como esperando una respuesta.- Hola…Meiling ¿Cómo te encuentras?
"Mimada..." fue su respuesta mental, pero lo único que pudo balbucear fue.- Jejeje…ehh.- "Hay Dios que metida de pata" miro nerviosa el reloj que tenia en la muñeca.- Hola Nakuru…me ten…tengo que ir se me ha…hace tarde. Adiós Eriol.- no perdió el tiempo abrió la puerta y corrió hasta el auto "¡Ahh…me quiero morir!" En pocos minutos ya estaba en calle camino a su casa
Trato no hacer la pregunta por varios minutos, pero no pudo mas así que…-¡Comienza a explicar que paso aquí!- cuestiono Nakuru sin perder el tiempo. No quería pensar mal de Eriol pero esa escena no lo dejaba en posición favorable. Empezó a dar brinquitos alrededor de este, tratando de llamar su atención.- Dime, Dime, Dime, Dime, Dime
- No tengo nada que explicar.- estaba tajante y decidido, nunca en su vida le había dado esclarecimientos a nadie de lo que hacia o dejaba de hacer, y no pensaba comenzar ahora y mucho menos con su vida amorosa. Como si nada hubiera pasado comenzó a subir las escaleras tratando de evitar a aquella mujer que le halaba del brazo para que le contara.- Nakuru…por favor, basta.
Nakuru se paro en seco delante de el.- Me estoy imaginando tantas tonterías que pensándolo bien pueden ser ciertas, es que te vas a Australia con Tomoyo bajo el brazo y cuando llegas lo primero que veo es que le estas partiendo la boca a Meiling de un beso…me lo puedes explicar.- argumento Nakuru poniendo énfasis en la ultima frase
- Lo único que estas en posición de saber es que termine con Tomoyo…-le dijo proporcionándole en sus ojos índigos la sinceridad y la seriedad, dándole a entender que no le engañaba.- Y espero que lo que hayas visto no traspase las paredes de esta casa, Nakuru… ¿me entiendes?- le dijo posando sus manos en los hombros descubiertos de la chica a causa de la forma de su vestido.- A NADIE…por favor
- Si Eriol…-"Parece mas una petición que una orden". Vio como Eriol subía las escaleras como queriendo salir del lugar. Se apoyo de la barandilla de la escalera…"Mmmm…algo esta pasando y yo debo enterarme".- Que hiciste Eriol Hiraguizawa.
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- ¿Donde estabas? No me dijiste que ibas a salir.- le recrimino a una mujer que entraba a la cocina.
- Yo…estaba…-engañar a su primo, odiaba hacer eso. Lo único que la reconfortaba era que pronto dejaría de mentirle.-…estaba dando una vuelta por la ciudad, solo eso.- y se sentó en una de las baquetas del desayunador. Tomó una manzana y la mordisqueo. Alzo la vista para ver como unos ojos ámbar no dejaban de observarla, cuanto le exasperaba esto.- ¡¿QQUUEE? ¡Que pasa!
- ¿Por qué me mientes si sabes que no te voy a creer?- desde un principio no le creyó, el la conocía bastante, había aprendido a que con solo verla a los ojos sabría lo que pensaba. Desde que eran pequeños siempre jugaban a 'Quien-adivinaba-las-mentiras'…y él siempre fue el mejor
- Ehh…no te mentí, de verdad fui a dar una vuelta.- bajo la vista, no podía soportar aquella mirada miel sobre ella, leyéndola, descubriéndola, haciendo que todo el teatro que tenia preparado se fuera al piso…junto con aquel juramento…aquella promesa infantil que se convirtió en un juramento hasta la muerte.
- Li Meiling… me mentiste lo se, no fuiste a recorrer la ciudad.- con la mano libre la tomo por el mentón para ponerlo a su altura y poder mirarla a los ojos.-…pero si no me quieres decir hacia donde fuiste no te obligare.- y intento dar media vuelta para retirarse. No avanzo más porque los brazos de su prima le rodearon el torso y una cabeza con cabellos azabaches se apodero de su hombro. El respondió al abrazo, le causaba mucha ternura y nostalgia verla así "Sin opción…"
- No te lo puedo contar por ahora, pero pronto lo haré…- le hacia falta sentir que alguien le apoyaba.-…lo que…te puedo decir ahora es que soy la persona mas feliz de este mundo.- y una sonrisa adorno sus labios
- Entonces…un hombre te tiene así.- no, no fue una pregunta sino una afirmación.- Espero conocerlo pronto y espero que me agrade, porque sino, eso no va.- le dijo con sarcasmo, aquella frase hizo que la china estallara en carcajada
- Estoy segura que te encantara…te lo puedo jurar…
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Que grande era para ella aquella casa, se siempre se sentía como un ratón en medio de un castillo de gigantes. Entro a su recamara, lila, una burbuja lila, eso era lo que tenía por un error que su madre había cometido. "Me sacaste de la realidad y me pusiste en una cajita morada".
Sabía muy bien que aquello su madre lo hizo para protegerla, protegerla del mundo y de las falsas amistades que se acercaban a ella solo por el dinero; y lo había conseguido porque aprendió a diferenciar a gente que la apreciaban por lo que era: "Sakura, Syaoran, Meiling… Eriol…, Touya-san, el señor Kinomoto…" y aquella gente que solo le importaba su apellido y herencia los cuales eran muchos, casi todos. Y encontró muchas personas de esa clase "Brian Liftan…como olvidar a un hombre tan interesado".
Se acomodo en su cama blanca sobre los cobertores y miro hacia la vista que le daba aquel atardecer. Bajo la mirada y sus orbes se quedaron estáticos al ver el espejo que su madre adora, "Cuanta falta me haces…aunque sea solo para recriminarte". Una mujer joven, de piel blanquísima, ojos violetas, y vestida como una princesita. Odiaba esa imagen de niña rica pero hueca. "Y estoy luchando para que dejen de verme así…y lo estoy logrando"
El sonido agudo del teléfono negro la saco de sus pensamientos, ¿quien la llamaría a esta hora? No le dijo a nadie que había llegado de Australia, solo a su madre.
- Buenas Tardes…Casa Daidouji…Eriol.- Eriol…Eriol…Eriol…que bien se sentía pronunciar su nombre- Estoy bien, espero que tu igual…cual es la causa de tu llamada… ¿una celebración?... ¡Por supuesto! Que buena idea tuviste…entonces mañana en la noche…a todos les encantara…Adiós Eriol…
Tranco el teléfono y se acostó en la cama sumamente feliz "Que hombre tan perfecto…como no enamorarme de el". Viro el rostro hacia el portarretrato que tanto miraba desde que llego: Eriol… "Te conquistare de nuevo"
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"Y el gran astro rey se tumbo sobre las faldas de aquella montaña dejando las alturas ennegrecidas por su ausencia, y como si hubiesen escuchado las plegarias de aquellos que estaban en medio de la soledad y las tinieblas, aquella esfera plateada ascendió hasta lo mas alto para bañar a los desamparados con su luz".
No pudo imaginarse una explicación mas clara de lo que acaba de ver. Aquella cita poética describió a la perfección lo que ocurría a su alrededor, no solo porque acaba de anochecer sino también porque su vida era si, como aquella cita.
Toda su vida comparo a su madre y a su familia con el sol, grande, poderosa destila respeto y sumisión. Y a el lo adiestraron para ser el jefe familiar y supremo del clan Li. Pero…cuando pensaba en lo que tenia sin contar a su familia o el dinero sus pensamientos se quedaban en blanco y en ese momento se igualaba con el desamparado de la cita que tanto le gustaba "Desamparado y sin luz".
Pero desde que conoció a Sakura ella se convirtió en su luna en el cielo negro iluminándolo, y dándole la única y poderosa razón para vivir. Y teniéndola ahí abrazado a su pecho le daba la sensación que el tiempo se paralizaba solo para ellos dos. Verla con los ojos cerrados y con una sonrisa en los labios lo llenaba de felicidad…
- Preciosa… ¿Qué están gracioso?
- Mmmm…-abrió los ojos y luego de procesar la pregunta del castaño contesto.- Pensaba en que la vida ha sido muy generosa conmigo.- al ver que el castaño alzaba una ceja a causa de que no entendía ella siguió explicándole.- Tengo 20 años, dentro de unas semanas entrare a la universidad, me casare dentro de pocos meses, tengo a mi familia y amigos junto a mi, y te amo, ¿Qué mas podría pedir?
- ¿un beso?- dijo con una sonrisa traviesa en los labios, pero no la dejo responder porque rápidamente cubrió sus labios con los suyos. Y es que no se cansaba de hacer lo mismo, explorar y recorrer esa boca que tanto lo volvía loco. No sabia que magia había usado ella en él, lo que sí sabia es que la amaría por toda la vida.
Separarse de el fue un suplicio…- Xiao…creo que tengo que entrar a la casa, ya esta tarde y no quiero preocupar a papá.
- Tienes razón, ya son las 11… ¿Por qué me llamaste Xiao?- era extraño que lo llamara así, solo cuando algo era muy, muy serio o muy, muy… ¿apasionado?
- Solo me nació llamarte de esa forma… ¿o es que no puedo?- la pregunta no pudo ser contestada por que en ese instante Touya abrió la puerta y le hizo señas a Sakura de que era hora de entrar.- Adiós…y cuídate.- le dijo posando un beso en los labios de su próximo esposo.
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El sol volvió a retomar su lugar en las alturas, dando inicio a la mañana. Un hombre joven de algunos 20 años terminaba de estacionar aquel carro plateado del cual se desmontaba. Miro para todos los lados para ubicar la casa donde lo estarían esperando. Posó sus ojos sobre aquella mansión tan familiar; sin dudarlo un segundo se encamino hasta esta, hizo sonar el timbre y espero hasta que la puerta se abrió.
- ¿Eriol? Chaval…que te sucedió, pareces gente…jajajaja.- saludo aquel hombre de cabellos castaño. Hacia ya 4 años que no se veían, y para el Eriol cambio mucho.- ¿Qué les paso a tus lentes?
- ¡¡HOLA BRIAN!...YO ESTOY MUY BIEN, GRACIAS POR PREGUNTAR- siempre era lo mismo cada vez que se veían, nunca lo saludaba como debía. Pero aun así, para él, el hijo de Dorothy Leifman era de aquellos amigos que siempre estarían presentes en su vida de una u otra forma.- Pasa, pasa
- OH Dios mío…que casa, ojala mi padre hubiese trabajado tanto como el tuyo, yo quiero una casa así.- le dijo el hombre al quedar admirado por el esplendor que esa casa irradiaba. Siguió a Eriol hasta al balcón para terminar sentándose y hablar de su vida
- Cuéntame caballero, como le va en su vida.- le dijo Eriol con una sonrisa
- La universidad me tiene paranoico, papá me manda de aquí para allá para volver su inmobiliaria 'internacional' y no encuentro alguien que me quiera y me haga olvidar lo antes mencionado, ¿y tú?
De esa forma le respondió Brian, este le llevaba 2 años a Eriol pero aun así mantenían la misma altura. Un hombre de cabellos marrones que le llegaban hasta más debajo de la nuca y ojos en tono miel claro, que en ocasiones se tornaban amarillos. (N/A: ohh MY GOD…si ustedes usan la imaginación tanto como yo…ESTAN BABEANDO)
- Yo ando tranquilo, la semana que entra ingreso a la universidad.- le dijo Eriol sin muchos preámbulos.
- Ja…Idiota, eso lo se, háblame de la chica de ojos de fuego, cuéntame ¿estas enamorado? ¿Te quiere? ¿Se van a casar? ¿Cuántos años tienes? ¿La conozco?- estaba ansioso por saber, la ultima vez que vio a su amigo estaba conversando muy 'acaloradamente' con una joven
- Puede ser, tal vez, no lo se, 21, no y lo mas importante no se lo puedes mencionar a nadie, es un secreto de estado.- vio como su amigo alzaba la ceja en señal de no entender lo que decía con 'secreto de estado'.- Simplemente todavía no le hemos dicho a nadie que somos pareja…y háblame de ti, ¿Cómo conociste a Tomoyo?
"Si cambio de tema es porque esta incomodo al hablar de eso", pensó Brian, conocía muy bien a su amigo entrañable.- Estábamos hablando de negocios, pero ella siempre se notaba seca por mas que trataba de llamar la atención.
- ¿Qué? No lo puedo creer, por fin encontraste alguien con quien no usar tu 'magia'.- se burlo el níveo hablando del atractivo que ejercía el castaño con las féminas
- Por eso estoy aquí, Daidouji es muy diferente a las mujeres que he conocido, tiene esa mezcla de mujer bella con cerebro, es muy raro ver esas dos cosas juntas.- dijo Brian
- Yo creo que hay muchas mujeres bellas e inteligentes lo que sucede es que te gusta jugar con ellas y no sentar cabeza.- dijo Eriol pensativo mientras lo miraba fijamente
- Pues déjame decirte que deseo y necesito sentar cabeza y ando en búsqueda de una mujer que me comprenda, inteligente y que me quiera…y tratare por todos los medios de que la señorita Tomoyo Daidouji encaje en ese lugar.
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Las 7 en punto se marcaba en su reloj, estaba un poco ansioso, había preparado una fiesta por que entraban a la universidad, y para presentar a Tomoyo y a Brian. 5 minutos después el timbre de su casa empezó a sonar. Fue hasta la puerta, giro la perilla y detrás de esta se encontraban sus invitados (Sakura, Syaoran, Tomoyo, Meiling y Touya).
No paso mucho tiempo de la llegada de Touya para que Nakuru estuviese sobre él, o para que Syaoran y Meiling conversaran o mas bien 'discutían' sobre el bocadillo. Mientras, se encontraban dos conversaciones, muy distantes una a la otra, pero que tenían una misión común: CONQUISTAR.
- ¿Estas segura de lo que piensas hacer?- le cuestiono la ojí-verde, desde el inicio de la plática se notaba un poco preocupada por su amiga
- Que si, el me ha dado razones, sino como crees que me lanzaría de esa forma.- dijo Tomoyo
- ¿Razones? Tomoyo, sabes que siempre te apoyo en todo, y te aconsejo lo mejor que puedo, pero no crees que…deberías cogerlo con mas…calma. A veces uno confunde las cosas y…- Sakura fue interrumpida bruscamente por Tomoyo.
- Se lo que hago, y te lo estoy contando no para que me des permiso, sino para que estés enterada. ¿De acuerdo?- estaba incomoda y subió un poco la voz, nunca le había hablado así a Sakura, pero estaba decidida, ella iba a luchar por él, ella mas que nadie se merecía ser feliz.- Ya lo vas a ver Sakura, voy a reconquistar a Eriol.
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- Ehh…Eriol, me has presentado hasta el gato azul que tienes como mascota, menos a Tomoyo.- le dijo Brian mientras se apoyaba en el umbral de la puerta del jardín.- Yo no soy eterno y ya son las 8:30
- Jajaja, no ves que esta ocupada con Sakura, espera a que termine y te la presento… cálmate.- dijo llevándose a su boca la copa que tenia en mano. A través de lo que el vidrio le permitía puedo observar a Meiling mientras hablaba con Nakuru muy animadamente, "Mataría por estar en el lugar de Nakuru".
- La quieres mucho, se te nota hasta por los poros.- dijo Brian al percatarse la persona que había captado la atención de su amigo.- Pero tiene que ser un bobo (chupete, problema, dificultad) estar así, sin poder comértela a besos…si tu quieres yo lo hago por ti, para mi no hay problema.- dijo a carcajadas
- Ehh Brian…si tu quieres seguir con tus órganos vitales en funcionamiento, cállate la boca.- le dijo el níveo mientras le soltaba un golpe en el hombre.- Mira…terminaron de hablar.
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Se acercaron a ella con pasos lentos pero decididos.- Tomoyo, te quiero presentar a un amigo.- introdujo Eriol mientras estaba entre sus dos amigos
- Buenas…Brian Leifman y usted es Tomoyo Daidouji.- dijo el castaño sin perder el tiempo
- Hola, Tomoyo Daidouji, un placer.- le dijo mientras le daba la mano y veía como esta era recibida.- Disculpe ¿Nos hemos visto?
- Si, en Australia, usted y yo hablamos en el restaurante Food's Secrets, ¿Recuerda?- dijo; movió un poco la cabeza haciéndole entender a Eriol 'vete'. Este así lo hizo
- Si, tiene razón, disculpe pero como puede notar, no estoy ni en el ambiente ni tiempo correcto para hablar de negocios…-dijo la albina en forma cortante.
- Yo tampoco, mi interés por usted en estos momentos es puramente personal…más bien para entablar una conversación amistosa. Claro si es su deseo…- anuncio el castaño
- No hay problema, cuénteme sobre usted.- apenas pudo balbucear mientras posaba sus orbes sobre el níveo.
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Se acerco hacia el par de mujeres que conversaban animadamente.- Hola…Nakuru.- se dirigió hacia la mujer de cabellos marrones.- Por favor, necesito que me encubras con Meiling
- ¿Por qué? O ¿Para Que?- si le iba a hacer el favor le tenia que sacar alguna información al respecto
- Por que te lo estoy pidiendo como un favor y porque…porque… ¡Meiling auxilio!- el níveo pidió ayuda, no sabia si confiar el secreto o no
Sin perder tiempo comenzó a hablar, confiaba en ella- Nakuru…estoy de novia con Eriol y como has podido ver no nos hemos dado ni un miserable beso, así que…-se estaba cuidando de hablar en un tono bajo para no ser escuchada.- ¿Please? (Por favor)
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh…- las manos de la china cayeron en la boca de ella, había llamado la atención y eso era algo, que ella no había notado.- Ups, lo siento, Ok. Mei sube primero tú, y luego subes tu Eriol. Mmmm…que secretito.
Meiling subió las escaleras rápidamente. 5 minutos después Eriol hizo lo mismo, sin repararse de que unos ojos amatista lo seguían con la mirada. Cuando se encontró en el pasillo distinguió como la puerta de su habitación estaba entreabierta. Entro y efectivamente ahí se encontraba aquella mujer de ojos carmesíes junto a la ventana, sentada en el diván. Estaba despalda a el, se acerco por detrás y poso una mano en el hombro femenino.
- Hola linda…-le susurro al oído sentándose en un parte del diván.- Te extraño
- Yo también…mucho.- lo tomo por el rostro y junto sus labios con los de él. Él correspondió al beso inmediatamente, cada beso era un elixir para poder seguir viviendo. Una mano de él bajo hasta su cintura mientras otra se mantenía en su espalda. La china se arqueó un poco al apreciar que los labios del níveo se posaban en su cuello haciendo que se estremeciera. Entre ellos estaba surgiendo el amor verdadero, la necesidad de verse todos los días, de que con un beso se decían todo.
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Al momento que lo vio subir, se disculpo con Brian y con pasos pausados pero ansiosos subió la escalera. Lo vio entrar a su habitación, se aliso su falda y camino hasta la puerta. Se acerco lentamente, escucho voces, la puerta estaba entreabierta. Era la voz de una mujer, las manos no les respondían. Se acerco más y sus ojos quedaron estáticos al ver lo que se presentaba delante de ella. Dos personas besándose, uno Eriol, otra…"Me…Meiling".
Los ojos de repente comenzaron a nublarse, retrocedió, los ojos le ardían bastante. Camino torpemente, se agarro un poco de la puerta y la abrió mas…Mas Tortura. "Eriol y Meiling…besándose…no, no ¡NO!". El corazón le acelero y la cara se humedeció inmediatamente, vio hasta el pasillo y corrió a través de este, se detuvo en las escaleras. Se limpio las lágrimas con las manos y camino hasta la puerta del jardín. Quería salir de esa casa, lo NECESITABA.
- Per… permiso.- ahogo un sollozo, Brian estaba en el umbral de la puerta del jardín, rodó una lagrima. Este se movió.- Graa... Gracias.- Escucho su nombre a lo lejos "Sakura, no ahora…".- Estoy bien, vuelvo enseguida.- le grito a su amiga, haciendo que esta se calmara y volviera a la casa.
Se interno en medio de la oscuridad que le brindaba la noche y la ausencia de luna y estrellas. Un árbol, y lejos de la casa, eso era lo que necesitaba. Se tiro en las raíces sobresalientes del tronco y cubrió su rostro con sus manos. Y se llenaron de agua…agua salada. "¡POR QUE…PORQUE…PORQUE…PORQUE…PORQUE A Mí!". El corazón no tenia espacio en su pecho, se quería morir, todas sus ilusiones y pensamientos se fueron abajo. La habían usado, la habían engañado, su amiga y su novio. Se sentía mareada, respiro con dificulta, sus pulmones buscaban aire con desesperación, pero su cuerpo no lo respondía. Levanto el rostro y con la dificultad que le regalaban las lagrimas, pudo ver unas piernas delante de ella.
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Cuéntenme, ¿les gusto?...pobre Tomoyo TT, hasta a mi medio ganas de llorar, pero es que la gente que se arma un teatro en el aire sin estar segura llora mucho. Quiero pedir, de nuevo, disculpas por la tardanza que tuve, tenia varios problemas y estuve bajoneada y triste por algo que me pasa y que me sigue afectando (Un consejo: A VECES QUIEN TU MENOS TE IMAGINAS TE PUEDE TRAICIONAR) de eso me di cuenta…pero no se preocupen que no me traicionaron, solo lo pensé por varios acontecimientos. Ok paro de hablar de mi vida.
Quisiera por favor que aquellas personas que leen Atracción Fatal pasaran la voz de que este fic existe…me gustaría ver por lo menos a 3 personas hablando sobre esto… pero no por eso dejo de agradecer a ti: morgana riddle que te has mantenido fiel a mi fic, te lo agradezco, aunque seas la única que lo lea o me deje review, puedo decir con orgullo que alguien lo leyó y le gusto. Gracias y TQM por darme apoyo.
LadyAtenea TT
