9—. DESPERTAR.

.

Tomando en consideración los consejos de Harry, luego de haber instalado a Draco en el pequeño dormitorio que no usaban y regulado la calefacción de todo el apartamento para mantener una temperatura agradable en el pequeño aposento, Hermione le administró algunas pociones en los escasos minutos que el joven parecía volver en sí. Con el pasar de las horas, comprobó que ya no tenía fiebre y su herida tampoco era un problema, pero aun así, él no despertaba por completo. Supuso que quizá era una forma inconsciente de no enfrentarla. Estaba segura de que él se había percatado que ya no estaba en un lugar sucio ni pasando frío. A orillas de la cama, lo contempló por unos instantes; aún le parecía mentira que el hombre frente a ella fuera Draco Malfoy. Prácticamente en los huesos, se veía tan frágil y enfermo que, casi le desgarraba el alma a pesar de los antecedentes que bien había especificado Harry sobre su comportamiento del pasado.

Notó que su respiración era acompasada y parecía dormir tranquilo y en paz, así que, estando un poco más tranquila, se dirigió rápidamente a la cabina telefónica que estaba a dos cuadras, puesto que nunca habían sentido la necesidad de tener un teléfono en el apartamento ni un celular, y llamó a sus padres para enterarlos de que ese día no iría a almorzar. Aprovechó para también comprar los ingredientes para preparar una sopa y algunos utensilios de aseo básicos para Malfoy: rasuradora, crema para afeitar y desodorante —de la marca que usaba Harry—, peine de dientes anchos para facilitar desenredar el cabello, cortauñas, cepillo y pasta dental, una tijera pequeña y una toalla. Todo, excepto la toalla, lo metió dentro de un estuche transparente que también compró.

Al llegar a casa, ordenó la sala de estar volviendo el sillón que había transfigurado a su forma original, buscó entre los bolsillos de lo que alguna vez fue un abrigo por si Malfoy tenía algún documento importante pero únicamente encontró algunos billetes arrugados y muchas monedas; verificando que ya no había nada más, incendió el trapo con magia. Si él no se quedaba, al menos se encargaría de darle un poco de ropa decente. El dinero lo puso dentro del cajón de la mesa de noche.

Comió algo rápido y preparó un caldo de pollo con verduritas y fideos por si Malfoy despertaba con hambre. Luego, buscó un libro que tenía pendiente de terminar y se sentó a leer junto a la ventana, aunque a ratos, tanta quietud la adormilaba.

Cuando Harry regresó por la noche, traía un pequeño paquete entre sus manos. Ella se encontraba en la sala de estar leyendo un libro de pociones, atenta a cualquier ruido que pudiera presentarse en la habitación de Draco.

—¿Cómo sigue? ¿Ha despertado?

—Ocasionalmente, por escasos minutos… Le di una poción calmante para apaciguar sus nervios y un filtro de paz por lo que me dijiste de la abstinencia; quizá por eso se ha mantenido dormido.

—Te traje algo de comer. Aún está caliente. Supongo que no has probado un bocado desde que me fui.

—¡Gracias! Almorcé unos bocadillos, pero no he cenado. He tratado de estar a su lado por si despierta y se siente desorientado. Preparé una sopa para él, pero no ha estado despierto por mucho más de unos pocos minutos y por eso no le he ofrecido comida.

—Quiero que descanses. No creo que despierte hoy. Solo Merlín sabe desde cuando no duerme en una cama…

—Lo sé… Estoy tan intrigada, Harry… Me parece mentira verlo así… ¿Crees que nos diga por qué decidió dejar su casa?

—No lo creo. Su orgullo no lo dejará, mucho menos a nosotros… Tampoco esperes algún tipo de agradecimiento por su parte. Si su intención era desaparecer, el que tú lo hayas encontrado debe considerarlo un infortunio.

—Tuvo la oportunidad de irse en estas semanas, cuando iba a dejarles comida…

—Quizás su estado no le permitió reconocerte… Además, pudo haberse curado solo, incluso aparecerse, pero por lo visto, tampoco lleva su varita, por lo que no creo que tuviera fuerzas o medios para irse de ese lugar…

—Puede ser, pues nunca se acercaba, pero veo poco probable que no me reconociera… Con todo, ayer sí sabía que era yo. ¿Por qué no pidió ayuda para irse de ahí? Sus mismos compañeros lo hubieran llevado a otro lugar y yo hubiera llegado hoy y al no encontrarlo, todo habría acabado, ¿no crees? A lo mejor en su inconsciente, sí quiere que alguien conocido lo encuentre y lo ayude a salir de ese hoyo en el que está, Harry.

—Te veo entusiasmada con esto… ¿No te has puesto a pensar que mañana debes ir a trabajar y él debe quedarse acá solo? Puede escapar. ¿O lo vas a retener en contra de su voluntad con algún encantamiento?

—No lo había pensado. Si ya se ve sano, es una probabilidad… pero bueno, ya veré qué hacer. —Alzó los hombros con indiferencia—. Al fin y al cabo, es un adulto, pero quisiera convencerlo para que regrese con sus padres. Me siento un poco mal por haberle prometido que no avisaría a su familia; no dejo de pensar en lo que puede estar sufriendo su madre al no saber nada de él… Algo similar a lo que yo sentía cuando no sabía nada de mis padres, el tiempo que estuvieron en Australia. Y es angustiante…

—Deja de pensar tanto en esa situación… Él no merece tanta preocupación de tu parte… —Harry se quitó los lentes y restregó sus ojos con cansancio—. Te dejo. Iré a descansar y te aconsejo que hagas lo mismo.

Harry abrazó con empatía a su amiga para luego irse hacia su dormitorio. Hermione tomó la cena que le había traído y decidió que iría a darle una ronda a Draco. Se había sentado en un cómodo aunque pequeño sillón cerca de la ventana por donde entraba algo de la luz de un faro de la calle a través de las cortinas de gasa, pero la habitación estaba a oscuras para no molestar al muchacho. Ella comía las papas y la carne asada, saboreando cada bocado. Definitivamente, Harry la conocía muy bien; ese era su platillo favorito. De pronto, tuvo la sensación de que era observada y volvió su mirada hacia la cama. Draco se había despertado y tenía los ojos fijos en ella.

—¿Dónde estoy? —murmuró. Ella dejó la comida sobre el mueble de la cómoda y se acercó al interruptor eléctrico en la pared pero con la luz, él inmediatamente se puso la mano en la frente y cerró los ojos con fuerza—. ¡No la enciendas! Me duele mucho la cabeza y la luz lo empeora. —Ella volvió a apagar el bombillo pero él siguió con los ojos cerrados y en su rostro se notaba el dolor.

—Permíteme darte algo para eso. —Se dirigió nuevamente a la cómoda donde había puesto la caja de las pociones y sacando la varita del bolsillo de su pantalón, alumbró con un lumos para buscar la adecuada.

—¿Dónde me trajiste, Granger? —El saberse nuevamente reconocida volvió a ponerla tensa. Pero ya estaba preparada por si él le arrojaba una sarta de improperios.

—Todo va a estar bien, Malfoy. No te preocupes. Estás en mi apartamento —dijo esta última frase lentamente y casi en forma de susurro. Le acercó el frasco a la boca y él, dócilmente, tomó el contenido.

—¿Qué fue lo que me diste?… Tengo mucho sueño… pero también algo de hambre… no sentía hambre desde… desde hace mucho tiempo… —siseó. Eso eran buenas noticias pues significaba que no requeriría la poción para abastecer sangre.

—Te preparé algo… ¿Deseas probarlo?

—No sabía que cocinaras… —musitó con desdén intentando incorporarse un poco—. ¿Estás segura que me hará sentir mejor o más bien terminará por matarme? Espero que sea lo segundo. —Hermione acudió en su ayuda para acomodar la almohada. Encendió la pequeña lámpara que estaba sobre la mesa de noche y que apenas aportaba luz al rostro de Draco.

—No seas grosero… Puse todo mi empeño en que quedara bien —respondió enérgica. No sabía si hablaba en serio o era una de sus habituales burlas.

—Nadie te pidió que lo hicieras… —repuso lentamente con actitud desafiante y lanzando una mirada cargada de desprecio—. Si recuerdo bien, te pedí que me dejaras allá. Era mi oportunidad para morir de una vez por todas… solo que tuve mala suerte y el cuchillo apenas rozó mi pierna…

—No digas estupideces, Malfoy… por qué habrías de querer morir…

—Tengo miles de razones… mi vida es un asco.

—Actualmente y por la manera en que has estado viviendo, puede que sí, pero antes no lo era…

—¡Era un asco también! —interrumpió con irritación. Hermione percibió que detrás de ese fuego en la mirada había también un profundo dolor por lo que decidió no seguir con el tema; sentía que esa no era la mejor oportunidad para despejar todas sus dudas, ya que en cualquier momento él podría quedarse nuevamente dormido. Invocó la sopa que había preparado y con su varita la calentó a una temperatura adecuada. Conjuró una mesita para la cama y colocó ahí la taza y la cuchara junto a una servilleta de tela.

—¿Necesitas ayuda con esto? —preguntó solícita.

—Aún recuerdo cómo comer, Granger —gruñó con fastidio.

—Lo sé, pero también estás algo débil…

—Apuesto a que me diste una solución fortificante… Hace meses que no me sentía con estas fuerzas. —Ella asintió y él empezó a comer lentamente.

Hermione volvió a su silla junto a la ventana, y dejando su comida de lado, decidió mantener silencio. Vio como poco a poco el joven fue tomando su sopa y cuando iba por la mitad, él recostó la cabeza en la almohada y se durmió. Se acercó con sigilo y con algunos movimientos de varita, desapareció inmediatamente los utensilios de la cena, lo arropó y volvió al sillón junto a la ventana. Draco lucía enfermo, cansado, pero sobre todo, atormentado. Y ella no podía dejar de preguntarse, qué lo había orillado a ese mundo de vicios y miseria y con estos pensamientos, también se quedó dormida.


N/A:

¡Hola! Hace exactamente dos años (02 de julio, 2020) publiqué mi primer Dramione y quise celebrarlo adelantando la actualización de los domingos.

Dos años después, he escrito 25 historias y sigo escribiendo gracias a ti, querido lector. A ti que sacas un ratito de tu tiempo para leer estas líneas. ¡Muchas gracias por el apoyo! Gracias a ti que además de leer, has recomendado alguno de mis fics. Amo ver sus votos, kudos, comentarios, reviews. ¡Gracias, gracias!

Me encantaría saber cuál de mis historias es tu preferida y qué les va pareciendo «Heridas del alma». Ya tenemos un poco más de interacción entre nuestra pareja favorita, pero hay mucho por descubrir aún así que de ti depende si quieres que este capítulo sea un adelanto de actualización o si quieres que mañana vuelva con otro más!

¡Un fuerte abrazo! :*