Sin fines de lucro, es solo por mera diversión. Por aquello de las demandas.

PARAISO PERDIDO.

CAPÍTULO 1.

OASIS.

Aquello era embarazoso en muchos niveles y ni siquiera habían conocido a sus anfitriones.

El Comandante Adama miró su reloj, sólo habían pasado tres minutos en aquella habitación, 15 desde que abordaron la nave y esos 3 minutos estaban tirando por la borda todos los arreglos de los últimos 5 días.

Todo había sido muy rápido para la flota colonial. Starbuck regresando de su patrulla antes de tiempo, con fotos de naves entre asteroides en un sistema cercano. Caín exigiendo lanzar una operación inmediata para tomar alguna de aquellas naves y descubrir quiénes eran.

Sin decirlo, aquella mujer estaba segura que eran naves cylons; Roslin y Adama tenían otras ideas, posiblemente los habían encontrado, habían encontrado naves de la Tierra.

La reunión, se extendió por más de 6 horas, con Baltar, Quórum y todos los capitanes de las naves involucrados dando sus ideas y opiniones. Una parte había tomado partido con Caín, el resto con la presidenta ganando al final por un pequeño margen; la democracia lo había hecho de nuevo y Helena sólo pudo guardar silencio mientras se hacían los preparativos para ponerse en contacto con aquellas naves.

Un Raptor con Kara y Helo en los controles y un grupo de Marines del Pegasus fueron los elegidos para la misión.

Las cosas estaban muy tensas entre las dos naves. Y lo único que había detenido un enfrentamiento fue justamente el regreso de Kara con aquellas imágenes. Roslin estaba convencida que Starbuck poseía algún tipo de poder especial que le permitió detener el conflicto. Además de que por alguna razón, la Vice Almirante Caín confiaba en ella, ¿la razón?, era un misterio.

El día de la misión fue el más largo de toda la carrera militar del Comandante Adama. Para la Presidenta Roslin había sido lo mismo, más sentir el peso de la vida de todos los sobrevivientes en la flota.

Por su parte, Caín estuvo preparando un plan para tomar alguna de las naves. Tenía fotografías detalladas de su estructura, había ubicado las escotillas y varios de sus ingenieros habían trabajado sobre otros posibles puntos de acceso. La mujer tenía un marcado interés en lo que ella consideraba una fragata mediana en base a su tonelaje.

Su interés se había centrado en lo que ella pensaba se trataba del puente de mando, ubicado en la cima de una estructura a la proa de la nave y de los 4 enormes cañones.

Por el tamaño de aquellas armas, su dotación no podía ser más de 8 municiones entre las 4 armas. Sólo con verlas, sabía que si esa nave disparaba en contra de Pegasus y acertaba, el daño podría ser catastrófico. Si quería esa nave, tenía que tomarla rápido; usando su nave como un escudo para cubrir a sus Raptors de los numerosos cazas que protegían la operación.

Todo el mundo se encontraba muy nervioso durante la hora que en Raptor tenía programado volver.

Cuando el reloj marcó la hora indicada, nada pasó. Los segundos se convirtieron en minutos y los minutos se convirtieron en dos horas.

Caín preparó su nave para saltar a la posición y comenzar su asalto en contra de la nave que pudiera encontrar. Adama y Roslin entraron en una acalorada discusión con la almirante y de nueva cuenta las armas del Pegasus apuntaron a Galactica, con la Vieja Dama regresando el favor. De nueva cuenta, Vipers se lanzaban por los tubos en espera de un enfrentamiento.

De improviso un blip en el DRADIS de ambas naves enfriaria la situación. Un transpondedor enviaba una señal al sistema IFF, era Starbuck. Aquella piloto, fiel a su costumbre, regresó en el momento preciso, segundos antes que ambas naves comenzarán una mini guerra.

Kara bajaría el Raptor junto con el resto de la tripulación en la cubierta de aterrizaje de Galactica. Cuando estuvieron en el área de mantenimiento, Adama y Roslin la esperaban. El rumor sobre las naves se había extendido. Mecánicos, pilotos, Marines, cualquiera con acceso a los talleres había ocupado un lugar en espera.

Kara bajo del Raptor con una sonrisa en el rostro, toda la atención estuvo centrada en la mujer por algunos segundos.

"No es lo que esperábamos, pero los encontramos".

Gritos y vítores no se hicieron esperar en el taller. Un par de pilotos cerca del Comandante Adama se lanzaron sobre él hombre como si fueran niños pequeños abrazando a su abuelo. Roslin corrió y abrazó a Kara.

En el puente de mando, Apolo abrazó al Coronel Tigh por sólo unos segundos antes de correr al lado se Dee. Gaeta y el resto de la tripulación no dejaban de celebrar, el Coronel los dejó seguir. Sólo por esa ocasión, los dejo seguir.

Al llegar Caín a la nave, de inmediato comenzaría una reunión para que Kara y Helo dieran su informe.

Una vez realizado el salto, el Raptor no tardaría en ser detectado por el sistema que aquellos seres utilizarán. Helo registraría una explosion de transmisiones sólo segundos después de verse descubiertos. Todas ellas en diferentes idiomas que ninguno abordo de la nave colonial podía entender.

Kara abrió un canal de comunicación y transmitió un saludo escrito por la presidenta antes de aquella misión.

Después del saludo, las transmisiones de aquellas naves se detuvieron de inmediato, para ser retomadas unos segundos después por alguien. Ellos no lo sabían en ese momento, pero aquella transmisión fue un comentario y una pregunta.

"¡Eso parece griego!, ¿alguien habla griego?".

Las señales en muchas frecuencias cambiaron drásticamente a un ruido blanco. Karl dedujo que habían encriptado sus frecuencias o algo parecido.

Su DRADIS mostraba un grupo de cazas aproximándose y a las naves en los asteroides alejándose con un nutrido grupo de escoltas cubriendo su retaguardia. Todo el mundo a bordo del Raptor estaba nervioso. Tenían casi 21 naves aproximándose a ellos y su sistema de advertencia les decía que estaban siendo iluminados, si eran atacados, sería difícil escapar.

Lo que ocurrió después dio un momento de calma a todos los colonos.

Todos menos uno de las naves que se aproximaban se detuvieron. La nave que se acercó al Raptor se detuvo a 10 metros de la nave. Podían ver claramente al piloto y al vehículo y como todos habían imaginado, su diseño no era colonial, de hecho salía completamente de la doctrina de diseño de las colonias.

La nave era grande, más grande que su Raptor y Kara estaba segura que tenía el doble del tamaño de un Viper.

Su diseño le hacía pensar más en un caza atmosférico que en uno espacial. Debajo de sus alas contó 6 misiles más dos enormes pods; en los timones verticales pudo observar aún más misiles.

"Estos tipos están locos, ¿para qué necesitan tantos misiles?". El marine al lado de Karl se escuchaba nervioso y su dedo jugaba sobre el gatillo de su arma.

"Ni idea, pero no creo que una buena presentación involucre disparos".

El marine del Pegasus estaba sorprendido por el comentario como el resto de sus compañeros. Helo le señaló a su arma, su dedo estaba alrededor del gatillo. Kara estaba a punto de decir algo cuando su radio se activó.

Helo se apresuró a buscar la frecuencia, encontrándola después de un par de minutos. Todos escucharon el mensaje que sonaba como caprica, aunque algunas palabras no se entendían o para ellos estaban fuera de lugar.

Kara respondería con un saludo e identificándose a ella, a su nave y su origen. Desde su cabina podía ver al otro piloto haciendo algunas anotaciones para minutos después comunicarse.

Aquella fue la razón de la demora, durante aquellas dos horas de trabajo, ambas partes obtuvieron un cierto grado de entendimiento y acordaron una cita en tres días en la misma ubicación.

Baltar, que estaba presente en aquella reunión dio un vistazo a los apuntes de todos los pasajeros del Raptor y de sus pilotos. No era lingüista, pero seguramente podía ayudar con aquello, le esperaban noches sin dormir. Pero fue finalmente Caín quien haría la pregunta que hasta ese momento ninguno se había atrevido a hacer.

"¿Son habitantes de la Tierra?". Toda la atención estaría centrada en el grupo de contacto.

"Almirante Caín, el piloto con el que hablamos se identificó como un habitante de la Tierra. Pero es aquí donde las cosas se ponen raras".

"¿Raras?, ¿en qué sentido?". Roslin sentía como si estómago se hundió y su corazón aceleró el ritmo.

"Señora, cuando le informamos quiénes éramos, su reacción no fue otra que sorpresa". Karl estaba serio al decir aquello. "Pero no la sorpresa de que fuéramos de las colonias, como lo dijo ese piloto, fue sorpresa por saber que éramos humanos, sólo eso". Helo se detuvo y dejó que aquellas palabras se hundieran lentamente. "Cuando les dijimos sobre Kobol siendo la cuna de la humanidad, la respuesta no fue otra que incredulidad".

El rostro de todos los presentes reflejaba molestia y preocupación.

Aquello pasaría a segundo plano después de recibir el informe completo. Laura regresó al Colonial One para reunirse con el Quórum, Caín al Pegasus para estudiar las imágenes de aquel caza y formular planes para la próxima reunión y Adama, regresó al puente para lidiar con un problema. La noticia sobre el contacto con naves de la Tierra se había filtrado de alguna manera y todos los capitanes estaban pidiendo informes y coordenadas a las cuales saltar.

En las siguientes horas, la Presidenta Roslin tuvo que llamar a una conferencia de prensa, la más dura de su vida hasta ese momento.

Todo el mundo quería saltar, querían llegar a lo que todos esperaban fuera espacio seguro, donde las fuerzas de la Tierra podían lidiar con los Cylons que los perseguían y después volver a retomar las colonias sus hogares.

La flota lo quería, el Quórum lo quería, muchos militares lo querían. Pero Laura sabía que algo no estaba bien, aquel contacto con las naves de la Tierra había encendido un par de alarmas y no quería arriesgar a los civiles hasta no estar segura que estarían a salvo.

Aquel día fue difícil, el siguiente fue una pesadilla.

Durante las operaciones normales, Galactica detectó que varias naves estaban activando sus sistemas de salto. Al querer contactarlas no obtuvieron respuesta. En el momento en que empezaron a desaparecer, otras siguieron su ejemplo, Adama había activado sus armas en un intento de obtener respuestas.

Nadie hizo caso a las advertencias de Galáctica, tampoco lo hicieron con las llamadas del Colonial One.

Sólo existía un lugar al que habrían saltado, pero en la mente del Comandante Adama aquello no era posible. Nadie, fuera del gobierno y las dos battlestar tenían las coordenadas donde habían hecho contacto.

"Señor, la Almirante Cain en la línea". Fue cuando todo tuvo sentido.

"¿Almirante Cain?".

"Me adelantaré para proteger las naves Comandante, usted llame a los Vipers de patrulla. Lo veré allá".

Adama no tuvo oportunidad de responder, tan pronto cortó la comunicación, la Pegasus desapareció, dejando al Colonial One y a la Vieja Dama en espera de todos los Vipers que estaban en patrulla. Recuperarlos a todos tomaría más de 7 minutos y eso era darle mucho tiempo a Cain para hacer algo.

A bordo del Colonial One, Roslin estaba más preocupada por lo que el Quórum, especialmente Zarek podían hacer. Ni siquiera tenían una estrategia a seguir, ningún plan se había preparado y si algo había sido claro para la presidenta, fue esa marcada conducta de exigir en lugar de pedir.

Dee gritaba por su comunicador a todos los cazas que volvieran lo antes posible. Para su mala suerte, la pareja más lejana eran naves del Pegasus y sus pilotos no parecían tener prisa en volver.

La amenaza de abandonarlos en medio de la nada hizo el truco y en minutos estaban en la bahía de aterrizaje.

El salto sería segundos después del Colonial One. El comandante sólo rezó por llegar a tiempo y evitar alguna tragedia.

No bien habían reactivado sus sistemas después del salto, cuando Dualla llamó la atención del comandante. El DRADIS daba sus primeros barridos y lo que se presentaba en las pantallas del puente de mando, causó que la sangre de todos los presentes abandonara sus rostros.

La flota y Pegasus se encontraban en medio de una confrontación con 15 naves.

De aquellas naves, 12 eran un poco más grandes que Colonial One, las otras tres poco menos de la mitad de Galáctica. Lo que había helado la sangre de todos fue la presencia de casi 150 cazas, por lo que el DRADIS mostraba, todos armados con misiles nucleares.

Al ordenar abrir una línea con la flota, Adama se encontró con la noticia de que en aquellos instantes, una acalorada discusión se desarrollaba entre las naves de las colonias y la flotilla de lo que ahora estaban seguros eran naves de la Tierra.

Amenazas e insultos eran intercambiados entre ambos bandos, por lo menos eso fue lo que el Coronel Tigh le expresó al Comandante Adama, entendía muy poco de lo que los terrícolas gritaban por la radio.

En una mala jugada, la Pegasus activo sus armas e iluminó a las naves frente a ella mientras lanzaba sus últimos Viper y Raptor armados con sus últimos misiles con cabeza nuclear.

Algo se tenía que hacer y tenía que ser rápido.

"¡TIMÓN, PROA AVANTE!, ¡COLOCANOS ENTRES LAS DOS FLOTAS LO ANTES POSIBLE!".

Aquella acción fue temeraria, irresponsable y peligrosa. Fue lo que la Presidenta Roslin gritó a Bill 5 horas después de que el incidente se resolviera.

En aquellos minutos cruciales, las acciones de Galactica y los llamados de Laura casi rogando y ordenando a ambas partes por no abrir fuego, evitaron un conflicto que seguramente hubiera sido catastrófico para la flota de refugiados.

Las acciones de gente desesperada por un lugar seguro para vivir, habían puesto a la presidenta en una situación difícil para una negociación con las autoridades de la Tierra. Cain era de la idea que si algo debía negociarse, debían ser las tierras donde poder asentarse y en un futuro retomar las 12 Colonias de Kobol.

Después de casi 3 horas pegada a un teléfono, con Baltar actuando como traductor; Roslin finalmente obtuvo una reunión con las personas a cargo, el tiempo de espera sería 5 días. Tiempo que usaría personal especializado para aprender el idioma colonial a un nivel de conversación decente.

Hubo un intercambio de algunos libros y minutos después de ello; una nave, seguramente algún tipo de transporte se alejaba para desaparecer fuera del radio de detección del DRADIS.

Después de 5 días, un conjunto de coordenadas fueron enviadas a Galáctica. Sólo dos Raptor, la presidenta, su delegación y escoltas abordó. La nave debía estar desarmada y al primer signo de que las naves de las flotas saltarán, no sabrían nunca más de la Tierra. Medidas y amenazas duras que la Presidenta tomó como un movimiento político que se debía tomar en serio.

Después de saltar a las coordenadas, la sangre de la Almirante Helena Cain se congelaba, el resto de los tripulantes de las naves, estaban más sorprendidos que asustados.

A proa de las naves, una flota mayor que la colonial, flotaba en órbita sobre un gigante gaseoso.

William y la presidenta vieron maravillados el ir y venir de cientos de pequeñas naves. El piloto del Raptor, entonces, señalaría la pantalla del DRADIS de su nave, otro grupo de naves no estaba lejos del primero. Unas eran enormes, más grandes que la misma Galactica, seguramente algún tipo de nave colonial.

En su aproximación final, el control de vuelo los había guiado hasta un puerto de aterrizaje en la proa de una enorme nave que sólo habían identificado como la SDF-1.

Después de desembarcar, de unos cuantos saludos cordiales con un par de oficiales que los habían recibido y llevado hasta una sala especial no lejos de sus naves. La delegación colonial, esperaba a sus anfitriones, en la misma sala donde se había preparado una mesa con diferentes alimentos y bebidas.

Aquellos olores y la vista de muchos de los platillos, habían dado como resultado, que los estómagos de varios de los acompañantes de Roslin, pidieran sonoramente una prueba de aquello.

La cantidad de comida a bordo de la flota de refugiados se reducía día a día. Inclusive con intentos en la nave botánica para aumentar la producción, se había estimado que los alimentos en la flota solo iban a durar 6 meses y una fuerte política de racionamiento se estaba implementando.

Aquella era la primera ocasión en más de 3 meses que veían esa cantidad de alimentos.

"Probar un bocado, no creo ofenda a nadie". Roslin dijo aquello mientras miraba a Billy. Segundos después, el chico hizo una señal al resto de la comitiva de la presidenta.

En la mesa, Roslin y ambos comandantes militares esperaban pacientemente a que alguien entrara por la puerta.

En medio de una algarabía controlada, la delegación de las colonias consumía aquellos alimentos con una sonrisa, cuando el sonido de la puerta hizo voltear a todos los presentes encontrándose con un hombre, que con su mera presencia daba la idea de ser quien estaba al mando.

Detrás de él, un par de mujeres entraron, caminaron hasta la mesa. Dejando varias carpetas y un par de dispositivos; las dos permanecieron de pie junto a sus lugares, mientras aquel hombre permaneció parado junto al marco de la puerta, hasta que finalmente una cuarta persona entró a la sala.

"Ofrezco una disculpa por la demora, pero nuestra jefa médica, creyó que era prudente un par de antibióticos y un cóctel de antivirales antes de nuestra reunión". Fue justo en ese momento que se dieron cuenta que todos los recién llegados, usaban una especie de mascarilla que cubría su nariz y boca. "Estoy seguro que entenderán que no sabemos si alguna de nuestras enfermedades puedan afectarnos o viceversa".

"Usted puede hablar nuestro idioma". Helena estaba realmente sorprendida por aquello. Se suponía que sólo 5 días atrás, aquellas personas apenas podían entenderlos y ahora hablaban uno de los idiomas de las colonias con cierta fluidez.

"Si debo ser sincero, mi tripulación y los civiles de la flota, están muy familiarizados con el aprendizaje de otros idiomas. Dime qué idiomas hablas y te diré de qué nave eres, es un dicho que tenemos y refleja esa parte".

"Eso es muy interesante, señor…".

"Cierto, disculpe mi descortesía. Soy el Almirante de Flota Bruno J. Global, oficial al mando de la primera y segunda flota de la Armada de la Tierra. A mi derecha, la Capitana Hayase Misa, oficial al mando del SDF-1, a mi izquierda la Comandante Claudia LaSalle, segunda al mando del SDF-1 y finalmente pero no menos importante el Alcalde Tommy Luan, la autoridad civil de mayor rango dentro de la nave".

Después de un instante, Billy que había dejado su plato de lado, se aproximó y de la forma más seria posible, presentó a la Presidenta Roslin y a los dos oficiales que la acompañaban.

Por un par de segundos, las dos comitivas guardaron silencio. La reacción que la presidenta esperaba nunca llego.

"No tienen idea alguna de que le habló ¿cierto?". Al salir aquellas palabras de la boca de la presidenta. Muchos en la comitiva de la Presidenta de las Colonias de Kobol, posaron su atención en aquellas personas.

"Señora presidenta, me disculpo en nombre de mis compatriotas sí de alguna manera los hemos ofendido". El Alcalde Luan hablaba tranquilo. Sabía que el Almirante estaría de acuerdo con lo que estaba por decir. "Pero creo que es apropiado informarles, que dentro de nuestra historia, no tenemos ningún dato sobre algún lugar llamado Kobol".

"Kobol, la cuna de la humanidad, el planeta donde los dioses y humanos caminaron juntos". La Vice Almirante Caín estaba molesta, su tono de voz era amenazante y sus expresiones corporales decían que estaba a punto de atacar. "No sé qué clase de broma absurda sea esta. ¡Detengalan ahora!".

"Al contrario Almirante Cain, si esto es una broma o un engaño, sería de su parte". Los ojos de la Capitana Hayase se toparon con los ojos de la Almirante Cain.

Aquella jovencita no estaba ni siquiera en sus 30s y había tenido la osadía de enfrentarse a ella de aquella forma. Incluso cuando sus miradas chocaron, la Capitana Hayase ni siquiera se había inmutado. Y fue cuando Caín finalmente se dio cuenta de algo.

Los ojos de aquella joven, eran sin duda los ojos de una veterana.

"Almirante Cain, como el alcalde les ha dicho, no teníamos conocimiento de Kobol y en cuanto al ser la cuna de la humanidad, permítanme informarles que tenemos evidencia arqueológica y antropológica, que puede probar que el humano moderno evolucionó en la Tierra hace más de 10000 años con los primeros homínidos cientos de miles de años antes que ellos." Global se detuvo un momento al ver el temblor en varios de los miembros de las colonias. Si era enojo o miedo, no lo podía distinguir. "Si lo que necesitan es evidencia, podemos hacer los arreglos para que sean sus propios científicos quienes hagan las pruebas pertinentes".

"Eso sería lo más prudente", Roslin, nerviosamente llevó sus manos a una carpeta, había preparado un pequeño discurso. Pero un nudo se había formado en su garganta.

"¡Señora presidenta!", Bill la hizo reaccionar al ver lo que pasaba. "Creo que es mejor decirles quienes somos y por qué estamos aquí".

Segundos después, la maestra que durmió dentro de la presidenta por un largo tiempo despertó. En cuestión de unos minutos, dio una clase de la historia de Las 12 Colonias de Kobol, el cómo habían estado integradas, la unificación, la creación de los Cylons, su rebelión y la guerra que tuvieron con sus creadores, el armisticio. Para finalmente pasar por los días en que hubo paz, hasta la caída de Las 12 Colonias de Kobol en un holocausto nuclear.

Durante todo el relato, Global y sus acompañantes escucharon atentos las palabras de la Presidenta Roslin.

Cain por su parte noto algo en particular, que de cierta manera la molestó. La presidenta relataba la Primera Guerra Cylon y la caída de las colonias. Aquellos humanos no mostraron otra reacción que arquear las cejas y llevar en un par de ocasión alguna de sus manos a la barbilla.

Ni asombro, ni miedo, ni tristeza, parecía que la muerte de billones de humanos poco les afectaba. Convencerlos de ayudar a retomar las colonias sería algo difícil.

"Desafortunadamente las coordenadas donde nuestro piloto reportó sus naves se filtraron y nos llevó a esta situación". Roslin tomó un poco de aire antes de continuar. "Por favor entienda que nuestra gente está desesperada, hambrienta. Con un enemigo tras sus pasos que no descansará hasta hasta destruir al último humano".

"Almirante Global, desde el fondo de mi corazón pido perdón en nombre de todo mi pueblo por traer a este enemigo hasta su territorio. Compartiremos con ustedes toda la información que tenemos sobre los Cylons. Archivos y datos de todos sus agentes con apariencia humana y podremos a su disposición toda nuestra tecnología". Más de una mirada cayó sobre la presidenta. "A cambio, como Presidenta de las 12 Colonias de Kobol, en nombre del Quórum de los 12. Quiero solicitar asilo para los supervivientes a bordo de la flota protegida por la Battlestar Galáctica y la Battlestar Pegasus".

"Señora presidenta, lamento informarle que en estos momentos, eso sería algo imposible". La respuesta casi inmediata del Almirante Global golpeó de lleno a la presidenta y al resto de los colonos.

Adama sintió como repentinamente se formaba un nudo en su estómago mientras Cain se levantaba de su asiento y empezaba a gritar, con más de uno de los miembros de la comitiva haciendo lo mismo.

"¡Les pido que guarden la calma, en caso de ser necesario, ordenará que esta sala sea desocupada!". La Comandante LaSalle alzó la voz y las cosas se enfriaron en un instante. Cain de nuevo enfrento a la joven que en su lugar había controlado la habitación. Ella era igual a la Capitana Hayase, tenían los mismos ojos.

"¿Cómo pueden pedirnos guardar la calma?, escucharon a la presidenta". Cain entraba en un juego peligroso. "Como una de las 13 Tribus, es su obligación recibir y proteger a los ciudadanos de las 12 Colonias de Kobol. Es su obligación ayudarnos a retomar nuestros mundos y destruir a los cylons para siempre".

"Es muy posible que la Tierra haya sido destruida".

Global había soltado aquella bomba sin previo aviso y el resultado fue el esperado. Todos los colonos estaban en silencio, incapaces de mover un solo músculo; seguramente más de uno había olvidado como respirar.

"Hace 15 años, esta nave cayó en la Tierra. Después de estudiarla y reconstruirla, descubrimos que se trataba de una nave Meltrandi, una raza similar a la humana aunque de un tamaño mayor".

"Cuando pudimos acceder a la base de datos de la nave. Descubrimos que su tripulación había escapado de otra raza similar y que era seguro que estaban buscando la nave para terminar con ella. El gobierno de la Tierra y sus habitantes fueron informados de este hecho y se volcaron a la construcción de naves y de las defensas necesarias para proteger el planeta. Por casi 10 años, cada país que formaba la Tierra aportó algo al proyecto, lo que nos permitió construir una flota que pensamos podría proteger nuestro mundo".

"Aquí no les voy a mentir. Al principio varios países no estaban de acuerdo y una guerra se desató. Por suerte para todos, el conflicto terminó rápido y nos dio algo de experiencia que íbamos a necesitar".

"Durante la ceremonia del décimo aniversario de que el SDF-1 llegará a la Tierra, los sensores de largo alcance detectaron una perturbación fuera del sistema solar. Hicimos despegar la nave y nos reunimos con la flota cerca de nuestra única luna y esperamos a que aquellas naves hicieran el primer movimiento; aunque en busca de alguna solución pacífica enviamos mensajes con muestras de nuestra historia y cultura. Por espacio de un mes no se reportó ningún incidente, nuestras sondas fueron destruidas tan pronto se acercaban a esas naves".

"Finalmente cuando atacaron, pudimos contener su avance y después de las primeras batallas en las que vencimos, muchos en el gobierno de la Tierra ya imaginaban una victoria sobre un enemigo, que aunque superior en número, estábamos derrotando. El SDF-1 terminó su tiempo de despliegue y regresamos a casa para reparar la nave, reaprovisionarnos y embarcar nuevos escuadrones".

"En este punto, habían pasado 3 meses desde el primer combate; la moral era alta y los habitantes en el planeta miraban con orgullo que su trabajo y sacrificio había rendido frutos. Es más, un conglomerado de compañías estaban ofreciendo ser de los primeros colonos civiles en otros planetas fuera de nuestro sistema solar".

Adama recordó en ese punto al otro grupo de naves que el DRADIS de su Raptor había comparado.

"No mentiré en esta parte, yo también tenía la esperanza de ver a mi planeta ganando una guerra contra un enemigo que apenas conocíamos". Global acomodo nerviosamente su mascarilla. Para una persona como la Presidenta Roslin, aquel gesto decía muchas cosas. El Almirante estaba nervioso. "Un mes después, cuando la nave estaba lista para salir, más de un millón de naves enemigas aparecieron, como refuerzo del primer contingente".

Algunos sólo miraban al Almirante de la Tierra con sorpresa, otros con incredulidad. Laura y Adama estaban en ese grupo, pero Caín, tenía una idea diferente.

"¿Cuál es la razón de no querer ayudarnos?, ¿los compraron los cylons?, ¿que les dieron para convertirse en sus perras?". En esa ocasión, nadie la detuvo, simplemente la dejaron hablar, muchos tenían la misma idea en su cabeza. Aquella mentira había llegado muy lejos. "¿Que ocultan para mentir de manera tan descarada y ruin?.

"Comandante LaSalle, el video por favor?.

La joven al lado del Almirante conectó un dispositivo a una entrada en la mesa. Detrás de ellos, parte de la pared de la habitación se desplazó a un lado dejando al descubierto una pantalla. Un par de segundos después, una serie de palabras y símbolos aparecieron. Para la Vice Almirante Caín y para el Comandante Adama, aquella introducción tenía algo familiar.

Segundos después, la imagen cambió a lo que parecía ser una cámara montada en un caza o alguna nave similar.

Aparecería un gigantesco destello de luz, al destello lo sustituyeron naves hasta donde la cámara podía grabar. La imagen cambió y dio paso a una escena que sólo podía describirse como a una batalla encarnizada y desesperada por proteger al SDF-1 y otras naves que parecían estar sobre un planeta, mientras que al fondo de la imagen el espacio era iluminado por miles de luces, seguramente explosiones.

La imagen estaba acompañada por las comunicaciones en distintos idiomas que los colonos no podían entender, pero estaba claro que aquellos pilotos y tripulaciones estaban dándolo todo para proteger aquellas naves.

"Entre la primera parte del video y la última, hay un lapso de un mes terrestre. Ese fue el tiempo que tuvimos y usamos para prepararnos y defender la Tierra. Por desgracia, los acontecimientos no ocurrían como el alto mando esperaba y fue entonces que la idea cambió a tratar de salvar lo que pudiéramos salvar". Global miro a las personas frente a él y después de un largo respiro. "Reunimos las naves que formaban parte de la defensa del planeta y las llenamos con cuantas personas y provisiones pudimos. Esperamos hasta el último minuto, incluso cuando el ataque sobre el planeta comenzaba, seguimos evacuando civiles a las naves".

"Almirante, disculpe la interrupción, pero si esto es cierto. Estoy segura que pudieron salvar a millones de personas". Los ojos de Roslin brillaban con esperanza.

El Comandante Adama le había hecho notar que según el DRADIS, varias de las naves del otro grupo eran tan grandes como para albergar a cientos de miles de personas. Incluso en su cabeza, la idea de solicitar transferir a los refugiados a una de esas naves brincaba sin parar desde aquel momento. Con naves como esas, claramente naves colonizadoras, sólo debían llegar a un acuerdo y los 40000 refugiados por fin tendrían un lugar para descansar.

"Presidenta Roslin, la U.N. Spacy, salvó algo más de 500.000 civiles. Las naves que seguramente tiene en su mente en estos momentos son las naves de Galaxy Industries o GI como nosotros los llamamos". El tono de voz del Almirante cambió radicalmente, sonaba molesto. "En aquella flota, deben haber alrededor de unos 15.000 civiles".

"¡Finalmente encontré la verdad!". Caín miró a Henry J. Global de manera burlona. "Estas naves no pueden albergar la cantidad de personas que ustedes dicen haber salvado. Aquellas naves deben estar atiborradas de personas y ustedes no están dispuestos a compartir los recursos que seguramente no tienen. Si lo que nos mostró y nos dijo es cierto, en aquellas naves deben estar los últimos habitantes de la Tierra".

"Más bien aquellos que pagaron por un espacio en aquellas naves". El Alcalde Luam cruzó los brazos y bajó un poco la cabeza. "Aquellas naves eran en un principio naves mineras y naves fábrica que Galaxy Industries construyó en los primeros años del esfuerzo para armar y proteger al planeta. Cuando fue claro que la Tierra podía caer, ellos ofrecieron lugares a todo aquel que pudiera pagarlo".

"Recordarán el conglomerado que se mencionó antes, pues bien, eran ellos. Esas naves las consideraron anticuadas para realizar su labor, pero estaban en perfectas condiciones para ser modificadas como naves coloniales. Debo decir que fue increíble la velocidad con la que modificaron el interior de las naves y construyeron las instalaciones necesarias para sus clientes".

"¿Acaso ellos no forman parte de su flota?". Laura sentía como sus esperanzas morían rápidamente.

"Me temo que no señora presidenta, tenemos cierto nivel de trato con ellos, pero se puede decir que sólo son negocios". El Alcalde llevó su mano a uno de sus bolsillos, sacando un pequeño paquete lleno de esferas de colores. "Estos caramelos por ejemplo, son producidos en una de sus naves, de igual forma producen, cigarrillos, café y diversas bebidas que se consideran gourmet. Dentro de esta nave y otras en nuestra flota, se producen productos como estos, pero un poco de variedad mantiene el espíritu alto y a la gente feliz".

"Si es así, ¿por qué ellos no enviaron un representante a esta reunión?".

"Ellos dejaron claro que se reunirán con ustedes hasta saber que era seguro". La Capitana Hayase hablaba con el mismo tono de molestia que el resto de sus compañeros". "Almirante Cain, ellos no se ven como algún cuerpo humanitario, ellos ven esto como un negocio. Sus clientes pagaron por salir de la Tierra, tener un cierto nivel de vida al cual estaban acostumbrados y después regresar de ser posible. Cuentan con un ejército privado para protección de su flota y sus tripulantes y cuentan con la capacidad de producir equipos y materiales sin que nosotros nos vemos involucrados. Les recomiendo que nos vean como dos entidades diferentes con las que tratar".

Todo el mundo se había dado cuenta de la forma en que la capitana había hablado de la flota de la GI.

"¿Cuál es la razón de esa molestia en su voz señorita Hayase?, ¿no deberían estar unidos?, según ustedes podrían ser los últimos habitantes de la Tierra". Helena noto la respuesta de todos los miembros de la U.N.S. y simplemente se dio a la tarea de recordarla.

"Es Capitana Hayase, Vice Almirante Cain. Prestando servicio bajo el mando del Almirante de Flota Global y tengo mis razones, algo que no debe preocuparte Helena".

"Señora presidenta". Global salto a la conversación en el segundo que Misa terminaba su frase, dejando a la almirante colonial sin posibilidad de escalar la situación. "Por los datos que el Teniente Raptis, el piloto con el cual sus hombres entablaron comunicación la primera vez. Las personas a bordo de sus naves necesitan comida, atención médica y por lo que sabemos, algunos van a requerir tratamiento especial. Muchas de sus naves necesitan reparaciones y se beneficiarían de poder acoplarse a un dique para realizar la tarea".

"Cuando ustedes llegaron, estábamos en medio de una discusión sobre si era momento de regresar a la Tierra o si debíamos esperar. Ahora debemos discutir con ustedes si quieren ir con nosotros a la Tierra o buscar algún planeta habitable. También tenemos el asunto Cylon, si no los han perdido, es probable que esperen y nos sigan a la Tierra. Demasiadas variables y poco tiempo, por lo que preparamos una propuestas para ustedes". Roslin se acomodó nerviosamente en su silla mientras LaSalle le ofrecía un documento.

"Nosotros, la flota de la U.N.S., tenemos provisiones de emergencia para tres años. Un lote de estos suministros, sería suficiente para su gente por el lapso de un año y medio. Esperar un año más, nos dará tiempo para que el último grupo de cadetes terminen su entrenamiento y aumentar nuestras reservas. Mi personal técnico me comenta que ese tiempo sería usado para reparar sus naves y mi jefa médica, me dice que muchos de sus ciudadanos, seguramente sufren de principios de escorbuto y otras enfermedades relacionadas con malnutrición y por el estrés causado por la situación en la que se encuentran".

"Tenemos personal médico especializado en tratamiento psicológico y tenemos suplementos alimenticios que nos libraron de muchos problemas".

"Almirante Global, disculpe por interrumpirlo". Laura estaba nerviosa, aquello era demasiado bueno para ser verdad. "¿Que pedirán a cambio de esa ayuda?".

"Nada".

Aquella palabra sacudió a muchos en la sala. Estaba ofreciendo todo aquello a cambio de nada.

"Señora presidenta, lo que les ofrecemos es ayuda humanitaria. Si hemos sido tan directos con ustedes ha sido a razón de abreviar lo máximo posible la negociación y cualquier discusión sobre religión, orígenes o simplemente el hecho de quienes somos y de dónde venimos". En ese momento, una leve sonrisa se formó en el rostro de los miembros de la U.N.S., claramente sabían de aquella idea. "Si quiere dar algo a cambio ya lo hizo. Nos ha dado tiempo para aumentar nuestras reservas y la experiencia de nuestro personal. En un futuro, quizá seamos socios comerciales y civilizaciones amigas si desean seguir su propio camino. Les sugiero usen ete tiempo para valorar las opciones que se les presentarán en los próximos días y meses. Estarán protegidos por las fuerzas bajo mi mando y si aún existe, estarán protegidos por el Gobierno de la Tierra Unida".

"¿Una docena de naves?, creo que nosotros tenemos más posibilidades de protegerlos a ustedes". Caín sonaba segura al decir aquello.

"Estoy seguro que se sorprendería de las capacidades con las que cuenta el personal de esta nave y sobre todo el personal de la flota". El mayor esbozó una sonrisa y miró de manera condescendiente a la Vice almirante.

Después de tratar unos asuntos más, la delegación colonial se despedía y dirigía a los Raptors para regresar a la flota.

El Almirante Global había ordenado algo más de comida para la presidenta, sus comandantes militares y un par de marines que no habían probado bocado.

La Presidenta Roslin tenía claro en su mente que no podrían llegar a la Tierra, pero por lo menos había asegurado suministros y atención médica para lo que quedaba de su pueblo. Aquello iba a salvar miles de vidas. A su derecha, Adama cargaba un portafolio con algunas normas que seguir cuando la flota saltara a ese sistema, la U.N.S. quería evitar problemas con naves intentando atracar en el SDF-1, pero sobre todo querían evitar personas desesperadas tratando de abordar alguna de sus naves. Eran buenos términos, sólo faltaba lidiar con el Quórum y hacerlos ver que aquello era lo que se tenía que hacer.

Mientras tanto en la sala de reuniones, aspersores se activaron y un vapor sanitizo el lugar. El almirante y el resto retiraron sus mascarillas y una serie de pantallas se activaron en la pared de la sala.

"Eso salió bien…., creo". La imagen de un hombre en lo que parecía ser un puente similar al de la Macross apareció en uno de los monitores, en otro, el rostro de una mujer junto con el Dr. Lang. "Pero debo decirte que diste por terminada la conferencia muy rápido Bruno".

"Me molesto el actuar de Caín, creo que tú hubieras hecho lo mismo Müller". El Almirante Roth Müller, el segundo oficial con mayor rango dentro de la flota de la U.N.S. sonreía de manera burlona.

"Creo que la hubiera golpeado, ¿qué piensas?, ¿confiamos en ellos?".

Todo el mundo guardó silencio por unos cuantos segundos. Muchas variantes se barajaban sobre la mesa; los colonos eran una variante desconocida en una ecuación de por sí complicada.

"Confiar no, ayudarlos si". La Dra. Uma Acharya, la mujer era la jefa médica de la flota, era bien conocida por su tranquilidad de palabra y por su fuerte temperamento en consulta. "Están desesperados Almirante Global, pero aún así se comportaron a cómo hubieras esperado de cualquier dignatario".

"Creo que será buena idea mantener equipos de seguridad en los accesos a las naves. Como dice la Dra. Acharya, nos verán como un pequeño oasis en medio del desierto". Misa jugaba con su mascarilla mientras miraba unas fotos de la Flota Colonial tomadas unos minutos atrás por una nave en misión de reconocimiento. "La promesa de comida, agua y seguridad no tardará en correr como fuego entre ellos, muchos querrán venir con nosotros de una manera o de otra".

"Suenas muy pesimista Misa". Claudia se acercó a su amiga pasando un brazo sobre su hombro. "Tienes la razón de tu parte, pero quisiera pensar que aún existe algo de humanidad en ambos lados".

"De una u otra forma debemos estar preparados. ¿Cuando estarán listos los resultados de las pruebas ambientales doctora?".

"Dos días almirante, se le informará lo antes posible de algún patógeno que pueda afectar a la población. Recomiendo sanitizar cualquier producto que provenga de ellos y que nosotros mandemos. Pero lo más importante, prohibir su acceso a cualquier nave, sobre todo cuidar que no entren a ninguna de las islas, podría ser el fin para nosotros si algún virus o bacteria entre en contacto y no lo podemos contener o tratar".

"Dr. Lang, ¿pudimos averiguar cómo fue que no detectamos esta nave de la que nos habló la presidenta?".

"Tenemos dos ideas, algún tipo de sistema ECM o puede estar cubierta de algún material radar absorbente. Creo que para evitar visitas inesperadas la red laser nos puede ayudar a detectar alguna incursión".

"Bien, si siguen con los protocolos, sus naves llegarán aquí pasado mañana, creo que es tiempo suficiente para tener los transportes cargados y listos". Global preparó su pipa con algo de tabaco aunque sin encenderla.

"La Vice Almirante Cain se siente en un punto de ventaja, lo peor del caso y creo todos se dieron cuenta, es una bala perdida. No está buscando el bien de los civiles, se ve a leguas que lo que busca es venganza por la pérdida de las colonias". El Alcalde Lang ofreció fuego al almirante mientras el mismo fumaba un cigarrillo. "Estoy seguro que nuestros próximos encuentros con ella no serán tan amistosos".

"Sin duda va a querer usarnos para atacar a estos Cylons. Sus ojos cuando le dijo sobre la protección a su flota de nuestra parte lo decían todo". Claudia cerraba varios folders sobre la mesa. "Espero que nuestra siguiente jugada deje claras las cosas".

"Estoy seguro que así será Claudia, pero quiero jugar a la segura. Ordena al Comandante Fokker y al Comandante Campbell, que monitoreen discretamente a las naves de las colonias una vez que lleguen y quiero a un par de escuadrones haciendo rondines en las cubiertas de las naves. Estoy seguro que estarán agradecidos con hacer algo que sea entrenamiento".

"Y yo estoy seguro que Maks estará feliz de pasar algo más de tiempo en el SDF-1". La voz de Müller y el comentario hizo girar el rostro de la Capitana Hayase y no estaba nada contenta.

La comunicación se cortó entre las risas del Almirante Müller y la furia contenida de la Capitana Hayes.

Hangar 11

SDF-1

RAPTOR 3-0-2

En uno de los Raptor, la Presidenta Roslin se desplomaba sobre el asiento de la nave. A su lado, el Almirante Adama hacía lo mismo llevando sus manos al rostro.

Por lo menos habían asegurado alimento y atención médica para las personas bajo su cuidado. Ahora venía la batalla con el Quórum de los 12 y con la prensa, la noticia sobre la posible destrucción de la Tierra iba a caer como un asteroide sobre la esperanza de los refugiados.

Habían pasado 6 meses desde la destrucción de las Colonias De Kobol y la Tierra fue su única esperanza de sobrevivir.

Los supervivientes de la Tierra, según decía el Almirante Global eran más que los colonos, pero sus naves eran menos y estaban separados en dos grupos y faltaba negociar con la flota de la GI.

Helena había hecho el comentario varias veces sobre las mentiras que ella creían se habían dicho en aquella sala.

Estaba segura que los civiles estaban en aquellas naves y que la flota de la Tierra no quería ninguna responsabilidad sobre sus hermanos de las colonias. En un par de ocasiones, había llegado tan lejos como tener la idea de requisar las naves de la Tierra, poner a sus oficiales bajo su mando y reclutar, por la fuerza de ser necesario, al personal necesario entre los civiles terrestres.

Las naves que había visto al llegar, parecían ser algo más de una docena. Con una táctica de guerrilla, era seguro que podía hacer algo en contra de los Cylons. En su mente se podía hacer y ya maquinaba un plan para tomar el SDF-1. Sus marines eran lo mejor que las colonias tenían y si hacían bien las cosas, podían tener aquella nave bajo control en horas. Enjuiciar a la plana mayor de la nave ganarse a las tropas con la promesa de una vez liberadas las colonias, liberar la Tierra de un enemigo que en realidad no creía que existía.

Ante aquello, sólo había recibido miradas desaprobando la idea por parte la presidenta y del comandante Adama.

Usando pequeños vehículos, el personal de la Tierra, llevó los Raptos hasta la cubierta, donde minutos después recibían autorización para despegar. Fue entonces que Billy haría algo que dejó sorprendida a la presidenta.

De uno de los portafolios, aquel joven sacaría dos platos con algo de la comida que había en la mesa de la sala de reuniones.

"No creo que entrañen un par de platos señora". Billy le sonrió a la presidenta y al Comandante mientras les ofrecía aquella comida.

"Sólo asegúrate de regresarlos y disculparte en la próxima ocasión que vengamos".

Sin pensarlo mucho, los dos se llevaron un bocado a la boca y fue justo lo que esperaban. Una experiencia que ya habían olvidado; un sabor diferente a la comida que se servía en Galactica y nada comparada con la que servían en Cloud 9. Esta era comida hecha con ingredientes frescos. La carne era suave y aunque fría, el sabor era como ningún otro, algo en las especias que no había probado antes.

Iba a ser una buena idea prohibir hablar sobre la comida a la comitiva.

"Raptor 3-0-2, Raptor 3-0-3, permiso para despegar. Procedan con precaución, tráfico pesado en la zona. No se desvíen de su ruta".

"¿Tráfico pesado?". Adama dejó el plato con comida a un lado y avanzó hasta estar detrás del piloto del Raptor. Su experiencia le decía que no había tantas naves cerca para que pudieran ser una verdadera amenaza a la integridad de su nave.

Fue hasta que el Raptor giro y la primera lectura de DRADIS llegó, que junto al Comandante Adama todos a bordo del Raptor descubrieron donde estaban el resto de los terricolas.

"Cualquier plan que Caín haya pensado, tendrá que cambiarlo". Sabía que Helena estaba en el otro Raptor furiosa por lo que estaba frente a ella. "Bien jugado Almirante Global, bien jugado".

Frente a ellos, el resto de la flota había regresado de su escondite al otro lado del planeta que orbitaba. No eran menos de 100 naves, la mayoría más pequeñas que el Galactica o el Pegasus, pero casi todas parecían militares en su diseño. Lo que hizo maravillar a los presentes, serían aquellas naves con forma circular que cubrían edificios, calles y por lo que podían ver incluso parques y plazas.

"Creo que al final, si serán ellos quienes nos protejan". Adama volteo su rostro, encontrando a la presidenta. "Aunque sea por un tiempo, estamos a salvo Bill".

Acto seguido, la mujer recargo su cabeza en el hombro del comandante, aunque fuese por un momento, pudo descansar.

Algo que tenía en mi cabeza meses atrás, espero les guste. Es un universo Alterno, tiene algunas cosas prestadas de Robotech, pero seré sincero, amo las dos series.

Fue una introducción rápida para evitar los 3 capítulos clásicos que toma este punto regularmente, quiero que esta historia se algo más dinámica.

Díganme que les pareció y hasta el siguiente capítulo.