― No hace falta que te quedes tan tarde solo porque pedí algo tan tonto ―una risa suave vino de la esposa de Ddraig.
Naruto parpadeó mientras que sonreía y negaba con la cabeza.
― Realmente estoy feliz de poder ayudar ―la voz del rubio fue tranquila mientras que caminaba hasta la puerta de la sala.
Dentro de la misma sala, estaba la esposa de Ddraig junto con algunos dragones de clase alta, todos reunidos, por un encuentro social, al parecer para mejorar los lazos entre las otras regiones.
Al parecer una guerra estaba por estallar en medio de los ángeles, demonios y ángeles caídos.
Cerrando la puerta, Naruto salió de la habitación mientras que pensaba en lo que debería tomar para los invitados.
― Suena un poco descortés, pero, aun me cuesta creer que lograron que algo con el orgullo de un kyubi les sirva de la forma que el hombre lo hace ¿Cuántas décadas ya lleva trabajando aquí? Por lo que sé fue poco después de que Tiamat saliera ―la voz de un hombre sonó con un toque de sorpresa e incredibilidad.
La dragona blanca parpadeó mientras que vio a los invitados en un estado de espera por la respuesta, dando un suspiro, movió su cabello azul platinado mientras que los miraba.
― No hicimos nada, lo ayudamos, y él se quedó por su voluntad como pago, no lo obligamos, solo le ayudamos cuando estaba en problemas, y bueno, pueden ver que sigue aquí, realmente ahora no me imagino una vida sin nuestro mayordomo ―terminando con una sonrisa, la mujer miró los rostros de los otros dragones.
Ddraig no estaba aún presente, pero no tardaría, el problema era que ahora…
Dando un suspiro la dragona blanca giró su cuello y miró hacia el horizonte, lo más probable es que Ddraig y su hermano mayor, Albion, estuvieran en esas peleas que por ahora estaban bastante adictos. Recostándose en su asiento, la dragona miró el horizonte, si pensar mucho en lo que podía o no ser de ambos, antes, su hermano ignoraba a ella y a su esposo, ahora, al parecer había ganado a un rey dragón y como su victoria y con permiso de los ancianos, consumió la sangre de su contrincante.
Nadie esperó que lo que debería ser un simple y minúsculo aumento de poder, llegase a un poder que fue fuera de la compresión.
Poder dividir todo lo que quiera a la mitad y hacerlo suyo.
La codicia de su hermano fue algo que siempre estuvo, por lo cual, no le sorprendió eso, pero, el que su esposo tuviera esa habilidad con el tiempo, le hizo pensar en algo.
Sobre el aumento de Ddraig, poder multiplicar su propio poder dos veces hasta que se aburra, ella misma no sabía si su esposo tenía un límite para poder usar esa habilidad, al igual que su hermano, y por esa misma, razón.
Ambos desarrollaron una rivalidad sana.
La puerta volvió a sonar mientras que Naruto entró con un carro con bocadillos y algunas bebidas, seguido del rubio, la razón número tres de preocupación de la dragona.
Aquel pequeño dragón de tierra que decidió trabajar como doncella.
Con una mirada nerviosa, la dragona de tierra entró detrás del rubio mientras que miraba a todos lados con la esperanza de poder evitar algún incidente.
A pesar de la imagen que portaba en forma humana, ella sabía que aquella dragona de tierra era algo más mayor de lo que parecía.
¿Era esa la preocupación que le daba? Ddraig no era el que mirase a nadie más, no…No era por él, era por ambos sirvientes, Naruto y aquella dragona de tierra.
El carrito se detuvo frente a ella mientras que miraba al rubio, Naruto sonrió a la esposa de Ddraig mientras que terminaba de darles a los invitados los postres y servir algunas bebidas.
Naruto giró su ojo y vio a la dragona que fue contratada hace unos meses. Dando un suspiro, el rubio caminó hasta ella mientras que ponía una mano en su hombro, haciendo que se sobre salte.
Un resoplido del rubio llegó mientras que vio a la mujer, tez blanca y un cabello castaño claro, ojos del mismo color, vistiendo un simple uniforme de criada.
― No debes estar tan nerviosa ―Naruto mencionó eso mientras que le daba una sonrisa a la mujer que apretó la charola de metal en su pecho.
Un cuerpo pequeño, quizá con suerte la mujer llegaba a los hombros del rubio, aquel cabello castaño estaba recogido en una cola alta, pero dejando que mechones caigan a los lados de su rostro, Naruto ya había visto que la mujer no contaba con un cuerpo del otro mundo como parecía ser la mayor parte de todos los que estaban en este mundo, quizá tuviera aquella aura madura, pero incluso la que en su momento fue la pequeña Tiamat contaba con mayor pecho que la mujer parada a su lado.
Naruto suspiró, no es que ella pareciera una niña, ni mucho menos, solo, tenía ese aire joven.
― Es solo…soy alguien demasiado débil, no sé para los kyubi, pero nosotros los dragones, podemos sentir la energía de los otros y saber si es peligroso o no…no me gusta estar frente a tanta gente peligrosa ―la respuesta sincera fue dada mientras que la mujer usaba la charola para tapar su cara.
Naruto parpadeó antes de sonreírle.
― No creo que necesiten de nosotros otra vez, ellos ya tienen lo que quieren, así que no importa si salimos ahora, la señora lo entenderá, no te preocupes ―el rostro en duda de la mujer al lado del rubio se hizo presente, mientras que el rubio negó para sí mismo, tomó la mano de la mujer y la guio para salir de la habitación.
Aquella acción fue vista con los ojos de la esposa de Ddraig, la cual dio un suspiro.
― Era posible que pudiera pasar…―susurrando aquello sonrió mientras que el rostro ahora más iluminado del rubio.
Ella no iba a interferir en esto.
…
― ¿Desde cuándo hay más de una decena de sirvientes trabajando aquí? ―la pregunta de Naruto fue tranquila mientras que miraba la sala que estaba siendo limpiada por los sirvientes.
― No lo sé, Ddraig de un momento a otro contrató a mucha gente, bueno, antes no era necesario de igual manera, antes solo teníamos aquella pequeña casa con una habitación extra ―la sonrisa de la dragona frente a Naruto fue tranquila mientras que dio un suspiro leve al sentarse en el sillón que estaba algo alejado del lugar donde estaban trabajando los demás.
― Curioso, pero no importa, de igual manera, resistencia a o no, me empezaba a resultar difícil cuidar de todo este lugar solo ―Naruto comentó mientras que no comentó nada, solo se sentó frente a la mujer mientras que también daba un suspiro de cansancio.
― Bueno, nuestro querido mayordomo siempre fue trabajador ―la voz y la sonrisa de la mujer fueron tan risueñas que Naruto no pudo evitar sonreír con diversión a la mujer de cabello azul pálido.
― Nunca pensé que esto iba a terminar así, solo quería cuidarlos a ustedes ―Naruto susurró mientras que apartaba la mirada y se sacudía el traje que tenía puesto.
Una risa suave vino de la mujer mientras que notó aquel lado del rubio.
― Ddraig esta tan ocupado últimamente que no sé que pensar ―llevando una mano a su mejilla, la mujer dio un suspiro mientras subió su mano y tocó los cuernos que salían de la frente de esta.
― Él lo hace por ustedes, él es verdaderamente tranquilo, a comparación de nuestra querida Tiamat, ella junto con ese dragón ¿Cómo se llamaba? ¿Fafnir? Están haciendo un caos total por el título de rey dragón, en serio, ni siquiera sé porque me preocupo por ellos ―Naruto dio un suspiro mientras que se masajeaba la frente.
― Realmente aprecio como quieres tanto a Tiamat, ella es algo…bueno, no quiero admitirlo, pero a su edad, yo era algo parecido a eso…!No me mires con esa expresión de asco! ―al instante la mujer se defendió al ver al rubio entrecerrar los ojos y mirarla de forma despectiva. ― Como decía, era algo…bueno, Tiamat a esa edad, pero ese tonto de Ddraig, en un comienzo quería romper su cara, pero solo sonrió y dijo algo como "No importa, si eso es lo que quieres hazlo" ―imitando una voz seria y serena en ese momento, la dragona rodó los ojos. ― Ese tonto, aun no puedo creer que de un momento para el otro estaba con él y al siguiente estaba en la cama ―un sonrojo llegó en la mujer mientras que al final de aquello Naruto soltaba una carcajada.
Aquella acción llamó la atención de todos los otros trabajadores en la sala.
Para ellos, que estaban en un palacio que era del mismo dragón que todos llamaban, celestial; el estar debajo de alguien, para la mayoría, como lo sería un Kyubi, era realmente insultante.
Eso y ver como la señora de la mansión dejaba al hombre a sus anchas.
Realmente era desagradable para ellos.
…
Naruto terminó su recorrido por la mansión mientras que veía el lugar ¿Habían pasado ya otros seis años? El tiempo verdaderamente era rápido, pero.
Alzando el puño izquierdo, Naruto lo vio.
No envejecía.
― Es porque tu cuerpo se dañó a tal punto que el chakra del kyubi lo reparó a la fuerza ¿Por qué otra razón mas estarías ahora cómo estás? ―Naruto rodó los ojos mientras que se detuvo y se dio la vuelta.
La sombra del rubio se distorsionó mientras que una figura cubierta de un velo negro emergía, aquella cubierta solo duró unos instantes antes de que la oscuridad como si fuera agua, cayera una vez mas a su sombra.
― Sabes, empezaba a estar feliz sin que estés presente ―Naruto comentó mientras que unos brazos se posaron alrededor de su cuello en un abrazo junto con un suspiro.
― Estaba dormida, una pequeña siesta de tres años no es mucho, no comparado con una siesta de mil años ―Kaguya mencionó mientras que susurraba eso en el oído del rubio.
La mujer estaba en vestido de siempre volado mientras que abrazaba al rubio.
La mano izquierda del rubio subió mientras que tocó la mano de Kaguya que estaba en su pecho.
― Bueno, parece que tu energía ahora está mucho mas estable ¿Ya puedo romper el cristal? ―Naruto mencionó mientras que una risa salió de la garganta de Kaguya.
― Hazlo y pasare el resto de mi existencia en tu sombra incluso cuando estas en esos momentos solos en tu habitación haciendo eso ―la mujer sonrió con arrogancia mientras que Naruto entrecerró los ojos. ― Oh por favor, no me mires así, desperté y vi aquella escena, después de eso volví a dormir y durante tres años en ese sueño no me pude quitar esa escena de a cabeza ―la mujer comentó con burla ante el leve sonrojo del rubio.
― La última vez que estuve con alguien fue hace casi medio siglo, medio siglo desde que llegué aquí, no quiero ni saber cuanto tiempo llevaba viajando, en ese momento ni siquiera podía pensar en eso…―una suave risa llegó del rubio mientras que metía sus manos en sus bolsillos.
Kaguya soltó al rubio, volando hasta quedarse frente a este y reírse del hombre que tenía en frente, a pesar de la edad, era un destre rojo de los nervios.
― Sabes, si sigues actuando tan lindo hasta podría hacerte compañía ―el dedo de Kaguya llegó al mentón del rubio el cual entrecerró los ojos.
― Sabes, empiezo a sentir unas ganas de romper cristales ―Naruto susurró.
Kaguya sin perder su sonrisa, voló hasta estar unos pies a los lados del rubio y señalar la pared.
― Ah, la decoración del lugar es bastante hermosa ¿No? ―La voz de la mujer sonó tan tranquila y desinteresada como siempre, pero su accionar fue el polo opuesto. Llevando la conservación a otro extremo.
― A veces quisiera que fuera solo producto de mi imaginación…―Naruto sacó el reloj de su bolsillo y suspiró.
― Paso, sé que haces con tu imaginación ―Kaguya comentó sin tono en su voz mientras que Naruto sonreía ya ahora forzado.
― ¿Alguna vez pensaste en cuanto puede caer una piedra antes de romperse? ―la sonrisa del rubio fue normal, si se evitaba ver las venas del cuello de este saltando.
― Oh, escuché que aprendiste a hornear ¿Qué tal si vamos a la cocina y vemos eso? ―Kaguya comentó con tranquilidad mientras que se daba la vuelta.
Naruto hizo una mueca mientras que veía a Kaguya volando con paz a su lado.
― ¿Verdaderamente eres Kaguya verdad? Creo que mi cabeza no da para recordar bien las cosas…―Naruto comentó mientras que se masajeaba la cabeza.
― Oh, sí que recuerdas cosas ―Kaguya comentó mientras que al instante tarareó y voló al lado del rubio.
― Hija de…-―Naruto fue interrumpido por Kaguya aplaudiendo.
― ¿Los pasteles y biscochos como los llaman son tan distintos? ―Kaguya comentó interrumpiendo al rubio.
― ¿Nunca te dijeron lo insoportable qué res socializando? ―
Naruto solo pudo apretar los dientes y ver a la mujer.
Sí, el rubio realmente no la extrañaba.
…
La luz naranja del atardecer tocando el anochecer llegó en la ventana de Ddraig.
El dragón, en forma humana, alto, un hombre de constitución musculosa, pero sin ser exagerada, con un cuerno saliendo del lado izquierdo de su cabeza, haciendo que su cabello largo color rojo cayera a su rostro, dejando a la vista uno de sus ojos, verdes con una rendija roja.
Las botas del hombre sonaron mientras que se ponía de pie y su traje se ordenaba, dejando la capa que tapaba su lado derecho se estirase y las cadenas de oro y plata sonaran al bajar con el medallón que sujetaba la capa de hombro.
― ¿No es la guerra algo triste? ―Ddraig habló mientras que veía el cielo.
La pregunta fue dirigida a la única persona en el lugar.
― Siempre es lo mismo ¿Por qué comenzó esta guerra en primer lugar? ―Naruto habló mientras que apretaba el puño de su mano izquierda.
Un bufido salió de la boca de Ddraig.
― Dios, los demonios y los caídos, parecen que están algo…disgustados entre sí de que estén en el mundo humano al mismo tiempo, nosotros mismos parece que lo más probable es que tendremos que ir al infierno a mudarnos, el mundo humano ya no es seguro, una familia de dragones de agua, fueron masacrados en camino aquí para buscar refugio de la guerra, podemos ser fuertes los dragones, pero no importa si los números son tan grandes ―Ddraig frunció el ceño mientras que apretaba la mano.
Naruto abrió uno de sus ojos azules viendo al hombre con una mueca en el rostro.
― Albion no quiere colaborar…está demasiado loco por la lucha, desde que ese bastardo despertó su potencial…no para de querer pelar, disfruto de la batalla, no lo voy a negar, pero ahora mismo, nosotros estamos mal, los dragones estamos en desventaja…no sé cuando, pero parece que con la guerra quieren usar a los dragones como combustible de armas ―Ddraig puso sus manos sobre el escritorio frente suyo mientras que la lámpara de la habitación parpadeaba.
― Vas a ir, él te mencionó que si ganabas iba a ayudar ¿Verdad? ―la voz de Naruto fue calmada mientras que vio el rechistar del dragón frente suyo.
― A pesar de que su propia hermana está en la mira de las facciones, él no quiere venir…―Ddraig se mordió el labio inferior mientras que cerraba los ojos y suspiraba. ― Pienso que me estoy desahogando contigo, perdón amigo, lo siento, pero…no quiero mostrar esta cara a mi familia ―el dragón rojo cayó al suelo mientras que se abrazaba a sí mismo.
―…―Naruto no dijo nada, solo se quedó viendo al hombre en el suelo.
― Azure y Tiamat, no podría soportar que algo le pasase, esa tonta mujer obstinada, tiene un gran poder de curación, pero en ataque directo no es la gran cosa, quizá es un dragón blanco, pero no tiene luz que daña, es una luz sagrada que cura, y Tiamat…es fuerte, sí, pero ahora mismo es la mas débil de los auto proclamados "Reyes dragones" ella es la única que piensa que se ganó el título cuando el consejo la eligió por ser mi hija…y bueno, la hija de Azure…―Ddraig puso sus manos en suelo mientras que movía la lengua y mojaba sus labios.
― No tienes porque esforzarte por todos, solo cuídalas, a ellas, deja la ciudad y a todos, sálvalas a ellas ―Naruto habló después de un silencio largo, el rubio caminó hasta estar frente al hombre y le dio un abrazo. ― Ya sufriste los suficiente, si sigues siendo el glotón rojo, tu cordura se irá, puedes salvar a todos, pero, no garantizarlo a la vez, pero si solo son ellas, puedes hacerlo, no busques la ayuda de Albion, él siempre fue así, en lo que llevo aquí, no ha cambiado ―Naruto habló mientras que el hombre puso un brazo en su hombro.
Una pequeña risa salió de la boca del hombre mientras que miró al rubio.
― Si me vuelvo loco, tú vas a protegerlas a ellas, el futuro de los dragones, curioso, los verdaderos reyes dragón están en primera línea, lo he visto, sus ciudadelas caer cada vez más y más, es por eso que cada vez más dragones vienen aquí, a pesar de ser un insulto estar en forma humana, ellos no quieren desaparecer, son tres facciones contra nosotros, lo único que detiene que invadan a todos son las peleas de Albion y yo, hacemos destrozos en los tres bandos, pero ahora no hay otra opción ―una sonrisa nació en el rostro del hombre mientras que se separaba y miraba al rubio a los ojos.
Naruto abrió los ojos al ver la expresión de Ddraig.
― Quiero salvar a todos, por eso fui el glotón, por eso fui rey y por eso soy un celestial, mi propia familia…―las lágrimas del hombre no terminaron de salir mientras que apretaba los dientes. ― Ellos, quiero estar con ellos, pero, no sé cuando va a pasar esto, quizá sea aquí mañana o en un par de años, pero, voy a proteger a todos, mis peleas constantes con Albion, no importan, mi cordura no importa ahora mismo, solo quiero que ellos sigan con vida, Tiamat no está enojada mucho conmigo así que no importa mucho, mi esposa está realmente tranquila y ajena a todo, soy fuerte, mucho más fuerte que cualquier ser ahora mismo, pero, no sé si será suficiente ―Ddraig habló para ponerse de pie.
Naruto bajó la cabeza mientras que cerró los ojos unos momentos, al rubio le tomó unos segundos alzar la cabeza una vez más y abrir los ojos y ver la figura sonriente del hombre iluminada por la luz del sol bañando la figura del hombre en oro.
― Ah…―la boca del rubio se abrió mientras que un sonido salió de la garganta de este.
Naruto no pudo responder o refutar al hombre, Naruto sabía lo que pasaba con los hombres que trabajaban de más.
…
Un tarareo llegó mientras que el sonido del agua y platos era audible.
― Ara ¿Estás seguro que lo limpiaste bien? ―una voz tranquila sonó mientras que se giraba y veía al rubio el cual fruncía le ceño.
― ¿Por qué iba a estar sucio? Yo lo veo perfecto ―la voz del Naruto fue audible mientras que miró el plato frente suyo.
Una risa llegó de parte de la mujer frente a Naruto mientras que él mismo rubio intentaba captar el chiste.
― En estos últimos días estar muy estresado, puliste ese plato por casi cinco minutos ―la voz de la mujer al lado del rubio sonó tranquila mientras que miraba a Naruto que hacia un puchero.
― Solo estoy algo preocupado por Ddraig ¿A pasado quizá dos años desde el inicio de la gran guerra? Estoy realmente preocupado, la señora y Tiamat ahora pueden cuidarse, pero no quiero que nada malo pase realmente…―dando un suspiro de cansancio, el rubio dejó el ultimo plato mientras que salió de la habitación ante la mirada de la dragona de pelo castaño.
…
― ¿Aun no respondes verdad bola de pelo? ―Naruto susurró para sí mismo mientras que se sentaba en una silla en la terraza del ahora castillo.
No había signos de envejecimiento directos, era como si su cuerpo solo se madurara, conservando el mejor estado posible cada vez que pudiera mejorar su salud o su estado de su cuerpo.
― Tanto tiempo y recién empiezo a notar mejoras ―apretando el puño izquierdo Naruto susurró mientras que sentía que su cuerpo estaba mejorando, su control de chakra estaba en forma, estaba mucho mejor que en un comienzo, las cicatrices internas, quizá no se curaran, pero al menos, Naruto podía sentirse tranquila en cierta forma.
Estaba feliz de poder disfrutar de la poca paz que se generó en el territorio.
La puerta del rubio sonó mientras que hizo que el rubio parpadease.
Poniéndose de pie y levantándose de la cama en la que estaba sentada, el rubio caminó hasta la puerta, viendo a Azure, aquel dragón al cual servía.
La mujer con un camisón de dormir mientras que sujetaba una lámpara que era alimentada por una piedra de mana.
― ¿Princesa? ―Naruto parpadeó mientras que vio a la mujer frente a su puerta. Azure dio unos pasos y sonrió al hombre mientras que los pies descalzos de la mujer resonaban en el suelo.
Naruto abrió la puerta, tomando su saco que estaba colgado por esta, no dudo en ponerla sobre los hombros de la mujer.
― Estamos en invierno en el mundo humano, dragón o no princesa, por favor cuídese más ―Naruto comentó mientras que cerraba la puerta y salía al pasillo junto con la mujer.
Naruto dio un suspiro, estaba con una camisa blanca larga y los pantalones negros junto con zapatos.
― Bueno, no tiene mucho sentido decir eso, soy un dragón blanco ―la sonrisa de la mujer se amplió mientras que empezaba a caminar hacia las escaleras en el pasillo.
Naruto dio un suspiro mientras que negó para sí mismo con la cabeza.
― Deberías cuidarte más ¿Yendo en ese estado a mi habitación? Si alguien estuviera pasando ¿Qué pensaría? ―Naruto dio un suspiro mientras que ambos bajaban las escaleras.
A cada paso, el tarareo de la mujer era audible, el cabello azul pálido revoloteando mientras que Naruto seguía a la mujer desde atrás.
― No importa realmente, ahora mismo Ddraig está cada vez más ido, no sé porque, pero…―la movió una mano y se abrazó sí misma. ― No me gusta, sabía que en algún momento podía pasar, pero, no creí que iba a recoger a otras ―Naruto dio un suspiro mientras que escuchaba a la mujer.
El rubio apretó los dientes.
Ya había sido seis años desde que Ddraig le había confiado todo a él. La guerra parecía cada vez ir de mal en peor, la ciudadela de ahora era ahora casi un imperio, aquella mujer que estaba en frente suyo, pasó en unas décadas, de ser la simple esposa de un dragón del montón, a ser llamada emperatriz de los dragones.
Naruto dio un suspiro mientras que vio a la mujer, por lo que el rubio sabía, la mujer antes no era Azure, sino que tenía el mismo nombre que su hija.
Tiamat.
La que en teoría fue la que invadió Uruk en su momento y se le consideró muerta después de eso, pero no.
Fue en aquellos días hace milenios que el nombre Tiamat nació y puso miedo.
La mujer frente suyo no era nada más que una fracción de aquella antigua gloría que tenía, Naruto no dijo nada, incluso cuando se enteró de lo que hizo la mujer en su tiempo.
No le importó, porque para el rubio, había una diferencia enorme entre aquella Tiamat de las leyendas y la Tiamat actual que conoció.
Tiamat era la hija de Azure, la primera Tiamat murió el día en que estuvo en Uruk.
― Yo, no puedo decirte nada, estoy bajo su palabra, pero, te puedo asegurar algo, si fuera el mismo de antes, Ddraig no estaría así, por circunstancias, él cayó ahora, pero, en un futuro, volverá, solo espera ―Naruto apretó el puño al ver la expresión de la mujer marchitarse mientras que bajaba la cabeza.
Ambos llegaron a la sala del estar íntimo, la parte en la que las personas empezaron a llamar, "Estar de la familia del imperio". Naruto se quería reír ante aquello.
― Lo sé, sé que él está pasando por algo, pero no sé el que, y lo peor, no sé que pasa, no me cuenta nada, si es algún dolor, sabe mejor que nadie que puedo curarlo, solo…No le entiendo, no comprendo porque me está dejando de lado si sufre tanto ―Naruto soltó una breve risa mientras que tomó una de las manos de la mujer y la guío hasta uno de los sofás.
Caminando hasta la chimenea, el rubio tiro algunos trozos de madera.
Azure vio como el hombre junto las manos antes de que un pequeño fuego se encendiera en la leña.
Separando las manos el rubio se giró y se sentó en el suelo frente a la mujer.
― Quizá no lo entiendas, posiblemente soy el único que puede comprender lo que está pasando por la cabeza de Ddraig, pero escucha, él no te está dejando de lado, te está protegiendo ―Naruto comenzó mientras que tomaba uno de los cojines y los ponía bajo los pies de la mujer.
La sombra detrás del rubio se extendió mientras que Naruto abrió los ojos y vio a la mujer que emergió.
Al igual que la última vez, las sombras de cayeron como agua del cuerpo de la mujer de pelo blanco mientras que abría con lentitud los ojos.
― ¿Qué? ―Azure preguntó mientras que vio a la mujer detrás del rubio.
― Kaguya ¿Qué haces? ―Naruto mas que enojado, sonó frustrado.
― No veo el punto del cual no salga de igual manera ¿Pensabas darle el collar verdad? ―Naruto no dijo nada ante las palabras de Kaguya mientras que bajó la cabeza. ― ¿Realmente me estas confiando a mí? ¿Así como sí nada? ¿No crees que también me siento ofendida? Me estas descartando ―Azure no entendió lo que pasaba.
― ¡Sabes que no es eso! ―la voz de Naruto fue fuerte, llamando la atención de ambas mujeres.
― ¡Si tanto quieres morir porque no lo haces ahora mismo! ¡Deja de hacerte la víctima como si no tuvieras más opciones! ―Kaguya tomó al hombre de camisa y lo subió y zarandeó.
Azure solo se quedó quieta mientras que vio a ambos interactuar, ella misma no sabía que decir.
― ¡No lo entiendes! ¡No es por eso que quiero hacer esto! ―Naruto se liberó para recibir un golpe de la mujer cabello blanco.
Fue en ese momento que el rubio abrió los ojos de sobre manera y llevó lentamente su mano a mejilla afectada.
― Tsk…―Kaguya rechistó los dientes mientras que balanceó su mano de arriba hacia abajo. ― Eres muy duro bastardo, pero no importa ¿Ahora estas tranquilo? ―la voz de Kaguya fue tranquila mientras que volaba y flotaba hasta estar al lado de la mujer de pelo azur pálido.
―…―Naruto no respondió, solo vio a Kaguya posar ambas manos sobre los hombros de Azure.
― Tu, Azure, no, Tiamat ¿Verdad? Ese idiota, hace mucho, mucho tiempo, dirigía una ciudad a su nombre, fue conocido como la persona a cargo de cientos de miles de vidas, pero, por cuidar a esas vidas, solo quedó trabajando y trabajando ―Kaguya comenzó a narrar.
― ¿Qué demonios estas-? ―Naruto fue interrumpido mientras que Kaguya siguió con voz más fuerte.
― Nadie de su familia sabía lo que pasaba de verdad, su esposa, que nunca le preguntó nada, poco a poco fue haciéndose más y más fría con él, su hijo lo odiaba, la única persona que amó a ese sujeto de manera incondicional fue su hija, la cual fue asesinada al ver el favoritismo que él rubio le daba a esta ¿Entiendes por dónde va a la historia? ―la mujer de pelo blanco detrás de Azure le susurró la pregunta al oído.
― ¿Por qué? ―la voz de la dragona fue calmada, pero en un punto de quiebre.
― Porque es lo que hay que hacer…―la voz del rubio fue pesada mientras que tomaba el collar en sus manos y lo examinaba. ― ¿Sabías? Una mujer amaba tanto el mundo, a todos, a cada uno de los seres de este, pero había gente que quería terminar con todo eso, la mujer desesperada, busca poder, pierde sus sentidos y hace cosas que no debió hacer, pero al final, cuando logró recuperar un poco consciencia, desea la muerte por piedad ―Naruto comentó aquella pequeña historia mientras que Azure giraba el cuello ante la mención de eso.
Girando el cuello hacia arriba, la dragona vio a la mujer con una expresión algo complicada de leer.
― Un tonto Zorro que devoró a Dios ―fue uno.
― Y una tonta Diosa conejo que huyo de Dios ―terminó el otro.
Las miradas de ambos, zorro y conejo se cruzaron mientras que se vieron unos segundos que parecieron largos.
Un suspiro fue dado de ambos de manera sincronizada mientras que la mujer volaba y se acostaba en la espalda del rubio, apoyando su cabeza en la del rubio mientras que el cuerpo de esta seguía volando.
― Ddraig ¿Me protege a mí y Tiamat verdad? ―Naruto y Kaguya se quedaron en silencio.
Ambos usuarios de chakra lo sabían, que, de aquellas historias, solo una era la que estaba encaminada a Ddraig.
Y no era la del zorro.
― Sí, es por eso que es así ¿Si no muestra amor hacia ustedes para que apuntar hacia ustedes? ―Naruto mintió, de una manera descarada, Kaguya entrecerró los ojos.
Ella quería decir la verdad, era por eso que se manifestó.
Ella misma, había tomado cariño a aquella familia, después de años y años estando.
Era imposible que hasta alguien como ella no desarrollase emociones de verdad.
― Entonces ¿Por qué al menos no intenta decirme algo? ¿No confía en mi para que actué? No puede ser eso…si es para algo que no me ponga en peligro ¿Por qué en estos años se centró tanto en hacerme sentir cada vez más miserable? ―fueron las lágrimas de Azure que salieron, no, de la verdadera Tiamat que se había dedicado al dragón rojo.
Naruto no respondió, solo pudo ver el rostro de la mujer retorcerse.
¿Era esto lo que sintió Hinata en su momento?
El rubio apretó los dientes.
Nadie mencionó nada más.
El rubio caminó hasta estar frente a la mujer, tomando la mano de esta un pensamiento salió de rubio.
Pequeña, aquella mano de la dragona, era pequeña, no débil, pero…
Negando para sí mismo, el rubio puso el collar de Kaguya en la mano de la mujer.
― Protégela…―Naruto alzó su cabeza para encontrarse cara a cara con la mujer.
― ¿Eres un tonto muy grande no? ―Kaguya no mostró signos de cambió en su rostro sin expresión.
Poniendo ambas manos en el rostro del rubio, la mujer tocó las mejillas con cuidado.
― Un tonto que no quiere que ellas mueran ―la voz del rubio fue cansada.
― ¿Qué está pasando con la guerra actual? Es un tema que todos tienen prohibido hablar ―Azure se lamió los labios. Caminando hasta uno de los estantes de la habitación, tomó una botella y unas copas de vino.
Aquella bebida que trajo, hizo que el rubio mirase a la mujer que nunca vio beber.
Sidra de manzana dragón.
Mucho más fuerte que el propio vino.
―…―Naruto no habló mientras que se separó de Kaguya que voló alrededor de la sala.
― Las tres facciones están buscando reunir fuerzas entre sí y terminar con Ddraig y Albion ―la boca de Naruto se abrió mientras que las palabras de Kaguya salían.
El sonido del vidrió tocando el suelo fue audible mientras que la fracturación de este y ruptura se escuchó.
― ¿Qué? ―la voz de Azure fue de miedo.
Caminando sobre los trozos rotos y quebrándolos, llegó hasta donde estaba él rubio y lo tomaba del cuello de la camisa.
― ¿Por qué quieren matarlo? ¿No estaba cuidando que…? ―Azure se cortó mientras que abría los ojos y boca de sobre manera. ― Oh, veo, siempre dijo que hablar era difícil, entonces ¿Masacró a todo lo que estuviera en frente suyo no? ―una risa quebrada vino de la mujer mientras que caía de rodillas.
― Princesa- ―Naruto fue interrumpido.
― ¡No me llames así! ―la mujer hizo que el hombre se callara al instante.
El silencio fue unos instantes más antes de que el reloj del rubio sonase.
Lentamente el rubio metió su mano a su bolsillo y vio el reloj.
― ¿No es un reloj con alarmas verdad? ¿Te notifica cuando alguien invade la zona? ―Naruto no contestó, lo que ocasionó un bufido de diversión de la mujer. ― No importa, iremos los tres, quiero ver "Lo que esta guerra está haciendo" ―la voz de la mujer fue calmada mientras que se ponía el collar, dudando unos instantes hasta pasarlo por el cuello.
Naruto solo se quedó callado mientras que vio a la mujer rota en el suelo.
― La protegiste demasiado ―la voz de Kaguya vino a su cabeza mientras que giraba y veía la mujer levitar alrededor de la dragona.
― No creo que sea posible…―Naruto se quedó en silenció ante la vista de los cuernos de la dragona y los ojos en rendija negra con aquel tono azulado.
― No creo que entiendas que no te lo pido, te estoy ordenando ―la última sentencia fue fuerte.
Naruto bajó la cabeza y asintió para sí mismo.
…
El viento sopló con fuerza mientras que la nieve empujaba todo alrededor, el aire frio entró en el cuerpo del rubio que dio un suspiro.
Girando el cuello hacia la izquierda Naruto vio como la zona de donde la hierba empezaba a escasear empezaban a salir de la zona con sellos que él puso.
Quizá su manejo de chakra en cierta forma estuviera algo mal en los años, pero pudo centrarse más en los sellos ¿No era esa la especialidad de su clan? Fue bueno para el rubio aprender de manera más certera eso.
Ddraig también estaba feliz de poder contar con algo como eso para poder defender el territorio.
― Nos acercamos a los limites, una vez saliendo por favor, tenga cuidado ―la voz de Naruto fue suave.
― Alguna vez fui conocida por ser una calamidad, quizá no esté en mi mejor momento, pero no pueden dañarme ―la voz de la dragona fue molesta mientras que seguía caminando.
Naruto no dijo nada, solo siguió caminando, solo que ahora adelantándose a donde estaba la mujer y poniéndose en frente suyo.
Kaguya se manifestó de la sombra de la dragona mientras que miraba hacia el frente.
― ¿Lo sentiste? ―la pregunta de Naruto fue tranquila mientras que giraba el cuello a la mujer que volaba.
― Sí, pero no importa ―la voz de Kaguya fue inexpresiva.
Naruto solo vio a la mujer que no le prestaba mucha atención.
Naruto podía decir que la mujer cambió, pero no era para todos, si cualquiera que no fuera la familia o el propio rubio estaba frente a la mujer.
Se notaría que no había cambiado ni un poco después que llegaron hasta aquí. La mujer arrogante y desinteresada existía, quizá con algo de amor por la vida sin llegar a lo burdo de antes, pero, no era lo importante, ahora lo que más resaltaba, era el hecho de que Naruto podía ver esa faceta algo divertida de la mujer, pero solo llegaba hasta allí.
Solo el pudiendo ver, siendo que los otros seres que la mujer vio, a los ojos de Kaguya.
No eran dignos de mención.
Azure sintió como algo pasaba a su alrededor, pero al instante viendo por todos lados no sintió después nada, pero cuando volvió su vista hacia el frente…
Cráteres llenos de nieve que estaba cayendo, cientos y cientos de cuerpos tirados y esparcidos, ángeles, demonios y ángeles ciados estaban puestos por todo el lugar, siendo tapados por una fina capa de nieve.
― ¿Qué es esto? ―la voz de la Dragona fue de sorpresa absoluta.
Girándose rápidamente la mujer vio al rubio.
― La firma de energía es tuya y de algunos trabajadores de la mansión…Tiamat sale, así que ella debería ver esto… ¿Por qué soy la única que no sabía de esto? ―la pregunta de la mujer fue con un tono algo agrío, no era ni molesto ni frustrado.
Naruto no supo identificar la emoción.
― Porque tú eres la única que no puede morir ―la respuesta de Kaguya hizo que la mujer viese a Kaguya que flotaba a su lado.
― ¿Qué es importante? ¿Yo que soy? ―fue un momento de ruptura de la mujer que miraba el cuerpo de una mujer demonio que estaba con los ojos abiertos y fríos, era posible ver una pequeña línea de hielo en donde estaban sus mejillas.
Lagrimas congeladas.
―…―Naruto no dijo nada ante la situación, solo alzó la cabeza y vio como seis figuras pasaban rápidamente a un par de cientos de metros cerca de ellos.
Azure levantó la vista rápido y lo vio.
Cinco demonios persiguiendo a otro de los suyos, los otros cinco tenían ropa gruesa mientras que la mujer que estaba siendo perseguida estaba en ropa de invierno roída y sucia.
Llena de sangre.
― Entonces ahora se matan entre ellos…―la voz del rubio fue calmada mientras que veía a la mujer huyendo de los cientos de disparos mágicos instantáneos.
Quizá en otra realidad, la mujer hubiera logrado ocultarse y huido si tuviera más camino, pero.
La mujer chocó de lleno con la barrera de aquella zona haciendo que revote y caiga al suelo.
― ¿Por qué no te mueves y la ayudas? La van a matar ―la voz de Azure fue desesperada mientras que ponía sus manos en los hombros del rubio. ― No me digas nada de que es un pensamiento inocente, lo ves mejor que yo, la mujer está siendo perseguida por sus propios aliados ―la dragona mencionó mientras que veía al rubio girar la cabeza y apretar el puño con fuerza.
De hecho, Naruto quería saltar y ayudar de inmediato, pero.
Él ya no se sentía como el personaje principal de alguna obra o algo.
Un brillo llegó al lado del rubio mientras que la nieve se movió y una fuerte ventisca llamó la atención de los demonios.
Era colosal, un dragón blanco puro, escamas pálidas de color azul en algunas zonas mientras que los ojos azules mostraban una ira tremenda.
La boca del rubio se abrió.
Aquella acción de la mujer, fue la peor que podía haber tomado.
Un simple aliento hizo que los cinco demonios que estaban frente a la mujer lastimada fueran borrados mientras que no quedaba señales de ellos.
―…―Kaguya se limitó a volar alrededor de la cabeza de la dragona mientras que veía como esta extendía las alas e iba directo hacia donde estaba la mujer en el suelo.
Naruto rechistó los dientes mientras que vio desapareció de donde estaba y aparecía al lado de la dragona y la diosa, Azure siendo en su forma humana otra vez mientras que veía al demonio abajo.
La sangre tiñendo la nieve y la derretía mientras que se filtraba del costado de la mujer.
Naruto se mordió el labio mientras que este sangraba.
La mujer en el suelo llena de nieve, tenía una mirada que pedía a gritos salvación, pero, había hecho una promesa con Ddraig…
― Si vas a llorar, entonces no te conozco ¿Eres el que lo dio todo por todos o eres solo un tonto que intenta disimular pena? ―Naruto soltó un gruñido mientras que hizo señas con las manos.
El suelo bajo ellos creció mientras que la nieve quedaba debajo del suelo de piedra que convocó.
Azure y Kaguya vieron al rubio volver a hacer signos mientras que juntaba las manos en algo que parecía una oración.
Paredes y techo salieron cubriendo el lugar y elevando a la mujer en el suelo.
Naruto no dijo nada, solo movió las manos e hizo más signos e hizo que madera saliese en un rincón, aquello para poco después poner manos sobre la madera y que esta haga combustión.
Nadie dijo nada en todo el momento, Naruto solo podía ver a la mujer mirándolo con un ojo, el otro estaba hinchado y cubierto, la boca de la mujer llena de sangre al igual que su nariz, el rubio podía ver un par de dientes al lado de la mujer.
Naruto se quitó el abrigo mientras que se remangó la camisa que tenía debajo.
La mujer acostada solo podía ver al hombre mover y tocar sus heridas, dolía, pero no importaba, al menos ahora, alguien le estaba tratando.
― Aplica curación en las zonas afectadas, pero no en su costado, tiene fragmentos de magia de hierro, necesito quitarlos para que puedas curarla por completo ―Azure no dijo nada mientras que veía le rostro del rubio serio, pero a la vez.
Feliz, feliz de poder haber ayudado a alguien.
…
Naruto estaba sentado al lado de la cama de la mujer que ayudó, el rubio tenía los ojos entre cerrados mientras que estaba con unos pergaminos, todo aquello, era sobre la condición de la guerra, un reporte que había obtenido de Ddraig hace unos días.
Pero no había podido verlo.
Un breve grito llegó mientras que Naruto movía con lentitud los ojos y veía a la mujer que había extendido su mano y se sentó de manera directa.
El rubio vio como la mujer llevó sus manos a su estómago mientras que mostraba al instante signos de dolor.
― Entonces despertase, nos asustaste por un momento ―la mujer giró su cuello con rapidez hacia la voz a su lado.
Perdiendo el equilibrio, casi cae al borde la cama por el susto. Si no fuera por el rubio que la miraba como si esperase algo.
― Por favor, ten más cuidado, han pasado seis días desde que te encontramos, a pesar de que las heridas mayores y demás en tu cuerpo están curadas, la regeneración no suplanta la sangre perdida ―la voz del rubio hizo eco a los oídos de la mujer, mientras que se daba por vencida, no es como si quisieran hacerle daño a la mujer, no cuando no tenía nada que le atase.
Dando un suspiro el rubio se sentó frente a la cama mientras que dejaba a la mujer con cuidado.
― ¿Por qué están los demonios peleando entre sí ahora? ―la pregunta del rubio fue valida, además, no era un secreto en sí el porque pasaba eso.
― Hace dos meses…―la voz de la mujer fue ronca mientras que se cortó y tosió.
Casi al instante el hombre rubio estaba frente a ella con un vaso con agua.
― Lo siento…el pedir información a penas despiertas…no importa, olvide presentarme, soy Naruto Uzumaki, trabajo como mayordomo en el imperio del dragón rojo ―los ojos de la mujer se abrieron ante la mención del lugar.
― Entonces…―la mujer susurró viendo el lugar, no era sucio, no había nada fuera de lugar, fina seda por todos lados mientras que la mujer misma no estaba en una cama de paja normal de la gente cotidiana. Negando para sí mima la mujer sonrió y vio al hombre.
Naruto parpadeó ante la radiante sonrisa de la mujer.
― Soy Grayfia Lucifugue, sobre le porque estaban pelando, es por la guerra civil que dio comienzo hace un par de semanas ―la mujer susurró mientras que apretaba el vaso en sus manos.
Grayfia ya tenía una noción de donde estaba, siendo que tenía vidrio en su mano y no madera, era obvio el nivel de vida que había presente.
― ¿Estoy en el castillo del viejo emperador rojo? ―la pregunta de la mujer hizo que Naruto alcé una ceja.
¿Viejo? ¿Ddraig? Curioso, si bien tenía ya sus milenios el dragón, no importaba mucho para los demonios. Era curioso para el rubio, en las notas que el hombre le envió hace un par de meses indicaba que pasaba actualmente, alguna que otra burla, pero no había alguna mención de que fuera llamado así, por lo cual, el rubio negó la cabeza para sí mismo.
― ¿Una guerra civil? Ahora eso funcionaría para las otras facciones, por lo que puedo adivinar algo ¿Perteneces al grupo estacional o al que se levanta? ―Naruto preguntó mientras que tomó un cuchillo y una manzana que estaba sobre una de las mesas al lado de la cama.
―…―el silencio de la mujer hizo que el rubio diera un suspiro.
Naruto llevó una mano a la cabeza de la mujer y le revolvió el cabello blanco, haciendo que cayese de forma continua por camisón de dormir simple que tenía puesto la mujer.
― No te preguntare más nada, puedes quedarte todo lo que quieras aquí, no importa realmente, nuestra señora misma fue y curó lo que te pasaba, así que no veo problemas de que te quedes, además me consideró alguien que juzga muy bien el carácter de la gente, puedes hacer lo que quieras, eres libre aquí ―terminó el rubio aquello con una sonrisa mientras que volvió a pelar la manzana.
La mujer demonio abrió los ojos ante aquellas palabras mientras que su boca se abría con un pequeño suspiro de desconcierto.
― ¿Realmente esta eso bien? ―la pregunta de la mujer hizo que el rubio sonriera y diera un bufido de diversión sana ante la cara que puso.
Naruto podía decir algo directamente al ver las reacciones de la mujer.
Tuvo muchas cosas prohibidas, y era la primera vez que le daban más de una opción.
― Realmente no importa, ahora mismo estas como invitada de la señora, puedes quedarte lo que quieras, o, irte de inmediato, al menos…estoy feliz de poder haber ayudado ―terminando con una sonrisa, el rubio se tapó la cara mientras que un sonrojo de vergüenza ante aquellas palabras venía.
Grayfia parpadeó un par de veces ante de soltar una pequeña risa.
― Sí, puedo decir eso ―Naruto vio como la mujer se limpiaba una lagrima saliendo de su ojo, Grayfia sonrió antes de mirar al hombre. ― Gracias por salvarme ―los ojos del rubio se abrieron mientras que salió de la habitación haciendo una pequeña reverencia.
Cerrando la puerta, Naruto estaba con los ojos cerrados mientras que vio a Azure parada a su lado, esperando al lado de la puerta.
― ¿Por qué estas llorando? ―la pregunta de la mujer fue recibida por la risa breve del rubio mientras que se giraba y le daba un abrazo a la mujer. ― ¿Ara? No eras el que decía que debía cuidarme ¿No? ―la mujer le devolvió el abrazo mientras que acariciaba el cabello del rubio. ― ¿Estuviste sufriendo mucho? Eres demasiado amable para hacer lo que hacías ―el suave llanto del rubio fue consolado por la mujer de pelo azul pálido mientras que sonreía.
…
Dos días después, el palacio entró en silencio absoluto.
Fue confirmada, la muerte de ambos, Ddraig y Albion a manos de las tres facciones.
Los gritos de Azure fueron enormes mientras que Tiamat, fue la que empezó a consolar a la mujer.
Naruto solo se quedó quieto al momento de enterarse de aquello, Naruto lo sabía, que el dragón sabía con totalidad que iba a morir, pero…
Dios llevó el cuerpo de ambos dragones en persona para destruirlos en su totalidad, y las partes que no pudieron ser destruidas, enviadas a lo más profundo del tártaro, donde solo se podía entrar, pero no salir.
La ciudadela, había ido en caos, la protección del dragón celestial cayó, las personas empezaron a saquearse entre sí antes de salir de aquel lugar, un lugar que nadie podía acceder porque quisiera, el pánico hizo que los dragones más débiles salieran del lugar apenas escucharon aquello.
― Era una posibilidad muy grande ―la voz de Kaguya fue tranquila mientras que volaba al lado del rubio, el cual estaba parado en uno de los balcones del castillo, solo viendo como la ciudad ardía por sí misma.
― No importa, cuando ellos corran, puedo fortificar los sellos para que no nos encuentren ―Naruto respondió con tranquilidad.
― Dices eso, pero ¿Realmente estas bien? Has estado enviando cientos de miles de clones cuidando de que ninguno de los que huyo se lastimase, la policía de la ciudad, son tus clones, ahora mismo la ciudadela está ardiendo, pero, no hay víctimas ―Kaguya contestó mientras que los pies de la mujer tocaron suelo y seguía el caminar del rubio.
Tocando la puerta, Naruto entró poco después y lo vio, la dragona blanca acostada en la cama mientras que estaba leyendo un libro.
― ¿Estas bien? ―la pegunta del rubio fue tranquila, pero había un pequeño indicio de desesperación.
― Yo, sí, sabes, el que lo empezase a odiar, ayudó que el golpe no fuera tan fuerte…pero, igual…―la mujer negó con su cabeza varias veces mientras que cerraba el libro y corría donde estaba el rubio y lo abrazaba. ― Tengo miedo ―aquellas palabras hicieron que la boca del rubio se abriera.
― No pueden encontraros por más que quieran, te protegeré, esa coneja tonta de allí lo hará, vivirás ―un pequeño golpe con un abanico fue dado por Kaguya mientras que se sentaba en la cama.
―…―la mujer guardó silencio, respiró onda para poco después soltar al rubio. ― Lo siento, soy…muy molesta, me siento inútil ―llevando ambas manos a la parte superior de su vestido, Naruto no se movió mientras que la mujer hizo que aquel vestido de dormir cayera en la parte de hombros de pechos.
Mostrando una cicatriz enorme en medio de su estómago y pecho.
― Si fuera mi yo de antes…estaría emocionada, pero ahora, solo puedo curar, pero para curar, tengo que estar consciente… ¿Qué voy a hacer si mi hija está frente a mi mientras que soy impotente? ―la pregunta de la mujer fue dada para después subirse una vez más el vestido.
Naruto no dijo nada.
Azure vio como el hombre se quitaba la camisa y dejaba al descubierto su pecho y luego la parte superior de su cuerpo.
Cicatrices grandes y pequeñas, por todos lados, algunas parecían demasiado profundas. La dragona lo sabía, después de todo, ella misma fue la que lo remendó en su momento.
Naruto alzó aquella prótesis de madera y chakra y extendía los dedos, mostrando todo el daño que había acumulado.
― Comprado con el pico más alto de poder que obtuve, no estoy ni por la mitad de mi fuerza, mi brazo era muy importante, pero lo perdí, tenía algo especial en mano que me permitía hacer cosas, pero ahora, ahora mismo no importa, soy débil, pero no inútil, por lo cual, mientras que este cuerpo funcione…―Naruto hizo una pausa mientras que cerraba el puño. ― Protegeré este lugar ―Naruto terminó mientras que se alzaba la ropa otra vez.
El rubio vio la expresión de la dragona, la cual fue poco a poco una gran sonrisa.
― Sí, siempre puedo contar contigo, ya que nosotros seguimos viviendo ―
…
― ¿Cómo puedes ser mejor que yo en esto? ¡Llevo décadas perfeccionando mi cocina! ―la voz de Naruto sonó indignada mientras que se reía.
Una risa suave salió de Grayfia, vistiendo un traje de sirvienta mientras que extendía la comida al rubio.
Las cosas en el palacio después del revuelo, se calmaron, la ciudadela volvió a lo que era, los que salieron en parte volvieron, miedo más que nada, para todo ellos.
La imagen de la reina dragón Tiamat era todavía un icono de esperanzas. Además, la gente que de verdad se dedicaba en cuerpo y alma a la ciudad, lo sabía, que el mayordomo era un sabio, un kyubi, que había puesto protecciones por todos, lados, a pesar del escándalo de los débiles hace poco.
Todos sabían que salir era lo peor que se podía hacer, en especial cuando nadie podía encontrar el lugar sin que el kyubi los deje pasar.
― Bueno, desde niña me dedique a aprender a ser una sirviente ―Grayfia comentó dejando otro plato en la mesa.
Los sirvientes que se quedaron lo notaron.
El favoritismo que había dado hasta ahora el hombre que era conocido como alguien fuera de relacionarse al demonio que salvaron.
A pesar de lo de Ddraig, el hombre volvía a sonreír.
― Supongo que no puedo discutir con una experta ―el hombre se rio, haciendo que la mujer lo viese unos instantes antes de soltar una suave risa que se convirtió en una más grande y resplandeciente.
Grayfia no sabía cómo terminó en un lugar donde los dragones estaban ocultos, pero, realmente, le encantaba el lugar.
Los suyos intentaron matarla, su familia la quería muerta, y los que le extendieron la mano…
Jamás llegaron ¿Quizá en otra realidad ella hubiera terminado siendo resucitada por alguien en ese punto? A Grayfia no le importaba.
Sirzech no llegó.
Pero, el hombre frente a ella que le sonreía, lo sintió, el chakra cambiando cuando el intervenía para curarla. En este momento, no importaba mucho las cosas, después de todo ¿Para qué preocuparse para salir de aquel lugar si era tratada tan bien?
…
Dos meses, ese era el tiempo en el cual Grayfia había estado en aquel castillo mientras que trabajaba a tiempo parcial, a pesar de que la mujer tuvo en un comienzo invitación de para que quedarse como invitada, Grayfia decidió trabajar como sirvienta.
Toda su vida actuando y preparándose para ser una fue difícil de poder superar en poco tiempo.
― Oh, aquí estabas ―la voz de Naruto sonó detrás del mar de sabanas que estaban alrededor de la mujer.
Grayfia estaba con un cesto de sábanas blancas mientras que el viento mecía aquellas telas, el pasto verde resplandeciendo por la luz del sol.
Daba un aire tan familiar que la mujer no pudo evitar sonreír.
― No es como si me empezara a ocultar ―Grayfia mencionó mientras que bajó el cesto y colgó otra tela mientras que miraba hacia el cielo.
La primavera estaba llegando.
― Bueno, lo sé, solo quería molestarte ―Naruto no dijo nada mientras que tomaba una de las sábanas y la colgaba al lado de la mujer.
El viento sopló con fuerza mientras que ambos cerraron los ojos y disfrutaron del sentimiento de poder estar en paz.
Respirando hondo, el rubio empezó a toser.
Al comienzo ante aquello, Grayfia se rio, pero poco a poco, la risa de la mujer se transformó en una mirada de preocupación.
Del cielo, cientos y cientos de miles de fragmentos de cenizas pasaban volando, casi ocultando el sol de la nada.
― Olvide que estamos en guerra…―la voz de Grayfia fue suave al momento de bajar la cabeza y mirar hacia abajo.
Grayfia lo había olvidado, después de todo ¿La paz puede entorpecer más que las bebidas?
Cerrando los ojos Grayfia pensó en las posibilidades, de la guerra, en dos meses podían pasar muchas cosas. La mujer dejó todo y se instaló ¿Estaba mal eso? ¿Debería volver con Sirzech y continuar con la rebelión y la guerra? ¿Estaba bien que ella disfrute de aquella libertad?
Una mano se posó en la cabeza de Grayfia mientras que la mujer abría los ojos.
― Deja de pensar de más, nosotros nos aislamos para evitar problemas, además, no pueden entrar aquí, casi mueres, la vida es importante, toda vida es preciosa, así que, deja de culparte ¿Sí? ―Grayfia vio a los ojos azules profundos mientras que sonreía ante aquello, de verdad, aquella sensación de calma.
Podía estar así eternamente.
― ¡Oigan! ―una voz hizo que ambos mirarán en la dirección de la voz.
Era Tiamat, la hija de Azure que estaba parada extendiendo la mano hacia ellos.
― Are, pequeña princesa ¿Pasa algo? ―la voz del rubio fue tranquila mientras que veía a la ahora mujer parada a un lado de la puerta del patio de servicio.
― No, solo quería verte, pregunté y me dijeron que estabas acosando otra vez a la señorita Grayfia ―la sonrisa en la cara de Tiamat fue tranquila mientras que caminaba hasta ambos.
Un resoplido vino del rubio mientras que vio a la mujer acercándose.
― Deberías dejar de escuchar a Kaguya, esa mujer solo te pudrió ―Naruto habló mientras que una breve risa vino de parte de Tiamat.
La que en su momento era una niña, ahora era comparable a Grayfia en cuerpo, solo que, en vez del uniforme de sirvienta estándar, vestía un vestido azul profundo con varios volados y un corsé de color verde que se ubicaba sobre la mujer.
― Ella me enseño muchas cosas, vamos, siempre eres así con ella, pero a puesto de que después de tanto tiempo, alguna vez estuvieron juntos, digo ¿No son lo más cercano de lo cercano? Por lo que sé, dormían en la misma habitación por lo menos por veinte años, eso es mucho tiempo en tiempo humano ―Tiamat llevó ambas manos a la espada mientras que se acercó tarareando.
― Una cosa es eso y otra es hacerlo, realmente, sigues siendo la misma niña de siempre ―Naruto puso una mano en el cabello de la mujer, desordenando el cabello azul pálido de la mujer, Naruto se rio mientras que vio la vergüenza en el rostro de la misma al ser tratada así.
No era como si Kaguya tuviera ya la posibilidad de usar ese cuerpo para algo como lo que mencionó la dragona frente suyo.
Cerrando los ojos con tranquilidad, Naruto sonrió y abrazo a Tiamat.
― ¿Naru? ―Tiamat tenía los ojos abiertos ante aquello.
― Solo…estaba pensando en lo mucho que has crecido eso es todo ―la voz del rubio hizo eco en la cabeza de Tiamat.
Un bufido de diversión salió de la mujer mientras que abrazó al rubio.
― ¿Entonces te vas a casar conmigo ahora? Me lo prometiste que cuando sea grande me casaría contigo ―Naruto abrió los ojos y se separó para ver el rostro de Tiamat sonriente.
― Eras poco más que una cría en ese momento…―Naruto susurró mientras que vio a Tiamat inflar los cachetes.
― Estuve esperando por décadas antes de llegar a mi punto de maduración, sabes muy bien que ahora lo único que va a crecer es mi poder mágico, por cierto ¿Qué pasó señorita Grayfia? ―Tiamat preguntó lo último mientras que veía la canasta que había caído de golpe de las manos de Grayfia.
― ¿Eh? ―Grayfia susurró en sorpresa mientras que veía como el rubio se volteaba y se unía a Tiamat a verla. ― Solo…tuve un desliz ―Grayfia comentó mientras que alzaba una vez más la ropa.
Tiamat vio algo caer en la ropa desde arriba para poco después alzar la cabeza.
― Oh ―Tiamat miró el cielo mientras que vio las cenizas que caían y tapaban todo. ― Pensé que solo estaba nublado…―el susurró de la mujer fue recibido con una mirada apenada de Naruto y Grayfia. ― No importa, ese estúpido de Ddraig hizo lo que quería y recibió su merecido…dejar a madre y a mí así por décadas…―un gruñido vino de Tiamat mientras que los ojos de Naruto se abrían ante aquellas palabras.
Resoplando con fuerza, Naruto tomó el canasto de ropa de Grayfia y caminó hacia otro tendedero.
― Vuelvan, voy a terminar de poner esto, Grayfia, por favor, toma un descanso y acompaña a la princesa ―Naruto habló mientras que caminaba hacia adelante, sin dejar tiempo para las mujeres a responder.
Ambas mujeres se quedaron en el mismo lugar mientras que veían como el rubio llevaba la ropa y se alejaba.
― No quiero sonar entrometida, pero ¿Qué pasó exactamente con el emperador rojo? ―la pregunta de Grayfia fue recibida con un bufido de Tiamat.
― Dejo la capital, este lugar ahora es conocido como dominio rojo o imperio rojo, ciudadela para dragones y refugiados, pero…ese tonto solo se fue a pelear una y otra vez con Albion, dejó a mamá por décadas y a mí de lado, mamá siempre esperó su regreso hasta que murió, murió de forma patética ―no había pena en la voz de Tiamat, no había sentimientos de empatía por su padre muerto. ― Tomó a un sin número de dragonas como juguetes y dejó a mamá de lado, realmente, lo odio ―aquel ultimo comentario fue dado para que ambas mujeres caminaran en silencio hacia adentro del castillo.
…
― Entonces mañana es el día ―una voz profunda llegó a la sala, tres personas vestidas de manera elegante veían un mapa.
― Si, Grayfia está allí, la magia de rastreo que le puse aun palpita con fuerza, está viva, me preocupa cómo, pero no importa, entraremos y pondremos todo en su lugar, por lo que sabemos en esa ciudad hay cientos de dragones que comandaba Ddraig, ahora lo importante es darle un golpe antes de que lo sepan, aquí ―un dedo enguantado en tela blanca toco un mapa mientras que las otras dos personas vieron el punto.
― Hay una brecha que la barrera usa para colar cosas, por lo cual no es perfecta, les enviare los detalles de la ciudadela, solo tenemos una descripción vaga, pero es suficiente, lo importante es ahora terminar con todo lo que teníamos planeado ¿Ajuka? ―el hombre terminó mientras que el otro de la sala se aclaró la garanta.
― Entendí como funciona los sellos, es senjutsu, en base a fuerza física, mental y espiritual, por lo que podemos sobre cargar las dos últimas, se nota que el sello está hecho para impedir el acceso de otros usuarios de chakra en la parte de lectura, pero la magia puede leer los diagramas que se usaron, puedo destruir la barrera en cualquier instante actualmente, tengo preparado los sellos de apertura, solo queda que Sirzech termine de cargar la bomba que tenemos con su magia, el poder de la destrucción va a ser lanzado y terminar con la mayoría de la ciudadela ―Ajuka terminó mientras que miraba a los dos hombres.
― Entonces, querido invitado ¿Dios aprobó esto? Michael ―Sirzech, un hombre de pelo rojo habló mientras que veía al hombre de pelo rubio frente suyo, Michael, que vestía simples túnicas blancas y armadura.
― Sí, nuestra unidad esta lista, el conflicto está llegando a su fin, ahora que los caídos se retiraron no queda mucho, con este ataque final, podemos hacer que lo demonios y ángeles vuelvan a una paz ―la voz del rubio hizo eco mientras que ambos hombres frente suyo asintieron.
Michael vio el mapa. Dios estaba muriendo, la guerra trajo la caída de todos los lideres anteriores, todos los dirigentes del infierno estaban muertos y Dios retirado casi muerto, ahora solo le quedaban pocas fuerzas para seguir.
Michael miró el mapa de la ciudadela.
Tenía una misión, conseguir la paz.
Entonces, esto era el precio.
…
"Favor de leer"
Bueno, hasta me quede con ganas de seguir, pero no sé, más de 10k de palabras, creo que ya es muy largo el capítulo, intentaré actualizar más seguido.
Por cierto, estaba viendo y realmente puede que siga una historia que daba por terminada para cavar algunos cabos sueltos, meh, otro momento, ahora mismo mi interés está en esta historia.
Espero que les agrade esto y que le den apoyo, porque de verdad me esforcé haciendo la historia, aunque lo hice con bastante felicidad he de decir.
Se agradece mucho que dejen sus comentarios, ayuda a que la historia resalte más, y que la gente le dé una mirada más.
Cierto, sobre los diseños.
Para que tengan una noción de los diseños de Timat y su madre, pueden basarse en los de Fate/go, ambas serian casi la misma apariencia, pero con otra vestimenta, espero que me sigan.
Muchas gracias por leer si llegaron hasta aquí, espero que les haya gustado, el leer comentarios siempre motiva más a seguir.
Actualmente estoy ganando algo de dinero escribiendo de manera más profesional obviamente, sigo teniendo mis errores, pero bueno, ahora al menos me corrigen esos errores e igual me dan algo, no está mal que digamos, pero igual ando sobre cargo con la universidad, ah.
Comentarios:
LeMebCRdz: Agradezco que te guste suficiente la historia como para llegar a penas te notifica ¡Eres un grande!
fraxures: You know, the fem vali thing i had in mind for a long time ago, actually it will be in this story, about the pairing i'm still watching, but hey, first i would like to develop as many characters as i can, Thanks for reading the story!
VicenteVanCoco04: Quiero hacer mucho, quiero hacer una historia bastante larga, por lo cual, vi que el desarrollo tenía que ser de antes del canon, y bueno, aquí estoy.
Triexia: Ojalá que te agrade este capítulo de igual manera, espero que disfrutes la lectura, eres grande Triexia.
Guest 1: Espero que no mal interpretes la historia, normalmente no soy de los que van por ese camino, débil, sí, pero no pierde en ningún momento la capacidad, yo mismo odio eso, pero para el pre-canon, necesito esta perspectiva. Espero que aun sigas aquí y que te agrade la lectura.
lilhuesos: Gracias, bueno, continuo.
Yahiko 8D: Espero que esto cumpla las expectativas que tienes.
johan uzumaki: Me encanta que categorices mi historia así, solo soy un simple tonto que le gusta escribir, espero que te agrade el capítulo.
yuuji1: Hay algunos problemas con algunas, pero creo que con desarrollo podrían ¿Quizá? Esto no va a ser un harem en sí, quizá a lo mucho le va a ser dos o tres personajes, porque cuesta, cuesta desarrollar personajes.
Guest 2: Puede ser ¿Quizá? Hay que verlo.
candrariski155: up now dude ;)
Oh cierto, pienso actualizar, sino tengo mayor problema en dos semanas o algo así.
Rey de picas fuera.
