―¿Descaste bien?

Una voz sonó con calma haciendo que la persona a la cual fue dirigida la pregunta se girase para ver detrás suyo. Girando en el pasillo vio a una mujer que tenía una sonrisa nerviosa, con las manos en la espalda, a simple vista se notaba los nervios.

―De hecho, lo hice, lo mismo para ti ¿Hanakai-san? ―una sonrisa suave salió de la persona a la cual fue dirigido la pregunta. Momo tragó ante aquella vista.

―Me alegro mucho Kiba-kun ―aquello hizo que el joven de cabello rubio suelte una risa suave haciendo que la joven de un suspiro como si se liberase de algún peso. Caminando con lentitud se puso al lado del joven caballero antes de que ambos empezaran a caminar juntos. Kiba no dijo nada, a lo cual Momo entendió que no tenía problema.

A cada pasillo de cruzaban, el sonido de susurros incrementaba. Aquello hizo que Momo mirase a su alrededor con nerviosismo, caminando poco a poco hasta llegar a su clase, vio como Kiba se volteaba y la veía con una sonrisa.

―Espero que tengas un buen día, y no olvides lo de hoy ―aquellas ultimas palabras fueron dichas en un tono tan bajo que solo Momo entendió.

Conforme Kiba se alejó de la clase de Momo, cerró los ojos hasta casi cerrarlos por completo y comenzó a caminar con tranquilidad hacia su propia clase. Los pasos de Kiba fueron acompañados por un par de susurros mientras que caminaba.

―Oye.

Una voz que hizo que Kiba se voltee sonó a su derecha antes de girar al pasillo de la izquierda.

―Ah, Genshirou-san, un placer como siempre ¿A qué se debe que el consejo está buscándome? ―Kiba preguntó con tranquilidad abriendo un ojo y viendo a Saji que estaba quieto mirándolo de arriba abajo.

―Acompáñame un momento ―Saji habló casi ordenando. Kiba dio un tarareo de confirmación antes de comenzar a seguir al joven frente suyo.

Conforme pasaron de pasillo a pasillo, se notaba que iban hacia la parte posterior de la escuela. Kiba lo notó, pero no dijo nada, solo se limitó a seguir a Saji, de igual manera al final iba a saber que quería y, además, no importaba nada, siendo que en toda la escuela.

Ninguno de los demonios reencarnados podía ganarle.

―Parece que te estas acostumbrado más a tu cuerpo ―Naruto habló haciendo que un tarareo saliera en respuesta de la mujer que estaba en el sofá en su oficina, con documentos frente suyo y leyendo con tranquilidad.

―De hecho, ahora mismo siento como si no hubiera diferencia, pero si intento poner un poco de magia, es como si mi cuerpo se fuera a romper ―Tiamat habló sin dejar de ver los papeles en frente de ella.

―Es porque tu tipo de energía, tu cuerpo real mismo no podía soportar tu propio poder, no después de que se suponía que fuiste derrotada por los dioses en un comienzo ―Naruto extendió una mano y tomó una galleta que tenía a su lado en un plato, cortesía de Grayfia― No creo que un cuerpo que en su momento fue humano pueda si quiera pensar en poder acaparar tu fuerza real, la Tiamat, progenitora de los dioses y un ser del caos mismo.

―No me llames así, además, no siempre fue así, Albion, mi hermano en su momento me dijo que no debía estar con otro que no sea un dragón…debí darle la razón, pero no importa ahora ―Tiamat dio un suspiro antes de ver al rubio que la estaba mirando, con una mano apoyando su cabeza sobre el escritorio y sus ojos azules solo viéndola―Es vergonzoso que me veas tanto tiempo.

Naruto parpadeó antes de sacudir su cabeza.

―Lo siento, es solo que esto parece tan irreal…una vez más, estando así, es casi como si solo tendríamos que preocuparnos por vivir felices ―la sonrisa del rubio creció ante aquella ultima mención.

Una risa suave salió de la mujer de cabello azul.

―Puede ser, pero ahora ¿Importa? No importa que, si alguien por un mínimo asomo sabe quiénes somos, esto está fuera, mi tranquilidad, tu tranquilidad, la paz que tenemos, todo ―Tiamat llevó una mano a su ante brazo y se frotó con nerviosismo― Me gustaría que esto se mantenga así, pero ninguno de los dos puede vivir así ¿No?

Naruto cerró los ojos e intentó responder algo, pero no hubo palabras que salieran de su boca. Si fuera por él, no hubiera hecho nada más a excepción de traer de vuelta a la dragona, pero ahora mismo, no había ninguna posibilidad de su tranquilidad.

No sin cambiar el mundo.

―Estás pensando en cosas complicadas otra vez ¿No? ―Naruto parpadeó cuando vio como la mujer estaba a su lado. Tiamat extendió sus manos y tocó las mejillas del hombre haciendo que la mirase al rostro― No es necesario que te sobre esfuerces, ya estamos en meta final, todo está bien ahora.

Naruto cerró los ojos, realmente, incluso ahora, no quería hacer nada malo contra nadie, no quería ir contra nadie, incluso si tuviera poder, estaba cansando, abrumado, solo quería paz y vivir una vez más una vida cotidiana, incluso si no tenía un fin, preferiría mantener esa eternidad de felicidad a una eternidad de tortura auto infligida.

―Quizá estoy pensando de más las cosas ¿Qué te parece si terminamos esto y salimos a caminar? Ya va a ser hora de fin de clase de igual manera ―Naruto movió su mano y miró su reloj. Dando un suspiro el rubio se giró y vio por la ventana. Alzó una ceja ante lo que tenía en frente.

―¿Sucede algo?

Tiamat caminó hasta el lado del rubio una vez que notó su silencio repentino. Asomándose ella se puso al lado de la silla de Naruto antes de ver en la dirección en que estaba viendo el hombre con tanta curiosidad.

Un joven de cabello rubio estaba en el suelo con la nariz sangrante y la mirada gacha.

Kiba estaba tirado contra una pared y Saji estaba en frente al joven con el puño aún extendido.

―Me sorprende que el joven Genshirou sea tan agresivo…―el susurro de Tiamat llegó haciendo que Naruto diera un suspiro.

―Sona le mostró que él es fuerte, que está sobre la media, por eso cree que puede contra cualquier otra pieza simple, Kiba puede cortarle la cabeza antes de que se de cuenta y Saji no podría hacer nada ―Naruto comentó con desgano. el hombre llevó una mano a su frente y se masajeó la sien. Aquello estaba empezando a ser problemático.

Un tarareo salió de la mujer antes de volver a sentarse en el sofá y seguir con su trabajo. Naruto la miró como si esperase algo, solo para ver como ella sacó poco después su teléfono y luego rio.

―¿Sucede algo?

Tiamat parpadeó ante aquello, se giró y vio al rubio. Sonrió una vez más antes de caminar y mostrarle el teléfono.

―Es esa niña, Mittelt es bastante linda ¿No lo crees? Estuve hablando con ella, ahora está en la azotea y me mandó esta foto ―Tiamat mostró la foto al rubio. Era la joven de pelo rubio con una chica más que Naruto conocía.

Naruto arrugó el rostro cuando vio de quien se trataba.

Aika kiryuu.

―De todas las personas ella tenía que volverse su amiga desde un comienzo…―Naruto suspiró una vez más. Esa chica estaba loca, tanto que se preguntó que le pasaba a veces en su cabeza. Había ocasiones en las cuales pensaba que incluso Issei no podía llegar a su nivel.

―Parece que tienes tu historia con ella…―Tiamat sonrió con nerviosismo.

―No es la mejor chica, pero al menos es alguien que es buena compañía…en algunos aspectos…

―Oh…

―Es una pervertida que no teme a decirlo.

No hubo más respuesta de Tiamat, ella se limitó a volver a lo que tenía que terminar. Realmente, a los ojos de la mujer de pelo azul pálido, el mundo estaba demasiado corrupto.

―Has estado callado demasiado últimamente.

No hubo respuesta.

Issei miró su mano izquierda y notó como no hubo reacción como antes, desde hace como una semana, Ddraig había estado en un silencio casi sepulcral.

―¿Realmente no piensas contestarme? Sé que no son las mejores técnicas, pero cuando pueda romper el vestido de las chicas, no abra enemigo femenino que me gane ―Issei insistió al dragón.

No es eso compañero ―Ddraig habló por fin― Esa mujer, Azure, la pueda recordar de algún lugar, siento que la conozco, pero…no puedo pensar con claridad, es del tiempo en el cual fue antes de mi sellado, tengo muchos recuerdos nublados…

Issei abrió los ojos de sorpresa ante aquella mención.

―¿Es algún ser sobre natural? ―la curiosidad impregnó la voz de Issei.

No, ella es humana, se siente y huele humana, pero…su alma es muy fuerte, y me recuerda a alguien, pero no puedo recordar a quien…―Ddraig terminó antes de volver a su silencio.

El sonido de pasos a su espalda sonó antes de ver como Rias caminaba hacia él, alzando dos botellas de agua.

Issei sonrió antes de tomar una y sentarse en un banco cercano.

―¿Sucede algo Issei-kun? ―Rias preguntó al ver el estado pensativo del rubio. Al ver que no había reacción de este, la pelirroja le dio un golpecito a la nariz con su dedo.

―¿Eh? ―la confusión llegó a Issei cuando Rias lo llamó. Rias al ver la reacción de Issei, lo miró unos instantes antes de soltar una suave risa. Issei se quedó quieto y maravillado por la vista de Rias riendo tan feliz.

Fue casi hipnótico.

―Nada, solo estaba pensando en lo que dijo Ddraig…

Rias alzó una ceja ante las palabras de Issei. Ella no esperó que el dragón le dijese algo que hiciera que el pervertido se quedase en aquel estado pensativo.

―¿Puedo preguntar que fue? ―Rias se inclinó en el hombro de Issei. Un ligero sobre saltó llegó a Issei, pero disfrutó de la sensación del pecho de Rias contra su brazo cuando ella dejó reposar su cabeza en hombro.

―Es sobre la nueva integrante de la academia ¿Azul Sian? ―Issei preguntó sin poder recordar el nombre.

―Azure A. Tia ―Rias le corrigió― Por lo que sé ella estuvo con el Director en su juventud, ambos vivían en oriente medio a pesar del nombre Japones del Director, mandamos una investigación con Sona-chan y no hubo mayor resultados, al parecer nos preocupamos en vano de que el director fuera más viejo de lo que parece, incluso pudimos entrevistar a sus compañeros de clase y ver algunas fotos de ellos jóvenes ―Al terminar aquello, Rias llevó una mano a su bolsillo sacó su teléfono y buscó por unos momentos algo. Al cabo de unos instantes más le mostró las fotos a Issei.

―Se ven…―Issei comenzó más pero no pudo terminar sus palabras.

―Diferentes, la expresión de felicidad pura del director…no importa, el mismo se buscó lo que es ahora ―Rias guardó su teléfono y dio un suspiro.

―Veo…―Issei juntó sus manos y jugó con sus dedos unos instantes antes de dar un suspiro y ver a Rias― Ddraig dice que la mujer tiene un potencial absurdo durmiente, quizá pueda ser una usuaria de sacred gear, pero ella no tiene noción.

Los ojos de Rias se abrieron en comprensión ante lo que mencionó el joven, de hecho, todo eso encajaba perfectamente con todo el accionar de Naruto hasta ahora. Tantas cláusulas de protección a una mujer que en teoría no tiene nada que ver con lo sobre natural. Ahora todo cobraba sentido.

Él no quería que aquella mujer se metiera en nada relacionado con lo sobre natural, y por eso nunca le contó nada, nunca le mostró nada, solo la sobreprotegió. Ahora cada acción del hombre cobrara sentido, el cómo ganó poder, el cómo generó influencia. Todo, cada pequeña cosa giraba en torno a la mujer.

Cosas las cuales no podía conseguir ni siquiera con la interacción de la diosa de los ingratos.

Una sonrisa suave se extendió en el rostro de Rias ante aquella información.

―Entiendo, Gracias por contármelo Issei-kun.

No importa si eres maldecida por Dios, siempre cuenta con los desertores.

¿Ah? ¿Ayudar? No, no lo mal entiendas, ellos son más pecadores que nosotros, ellos son los que nos condenan a nosotros, los humanos.

―Asia ―una voz diluida la llamó.

¿Otra vez con esa cara? Eres aburrida, me dan ganas de usarte solo para ver otra expresión en tu rostro ¿Por qué retrocedes con tanto miedo?

―!Asia!

La joven rubia parpadeó y miró a su alrededor. Akeno la estaba viendo a la joven monja con preocupación ante el cambio repentino de la monja.

―Ah, yo…¿Hola?

Akeno dio un suspiro al escuchar las palabras de Asia. El sonido de una taza colocándose frente a Asia sonó. La antigua santa miró frente suyo y a su alrededor. Al parecer ella se había quedado dormida en la sala centra del campamente de Rias, al parecer se sobre esforzó una vez más con su entrenamiento con Issei.

―Estas demasiado distraída ¿Estás segura de que quieres continuar hoy? ―Akeno caminó hasta una ventana y la abrió, solo para girarse y ver a Asia que estaba algo pálida.

―Estoy bien, solo me quedé dormida ―después de decir aquellas palabras Asia soltó una breve risa y tomó la taza que le ofreció Akeno. Dando un sorbo sintió como el sabor era carente en algo una vez más, más esta vez logró disimularlo mejor.

No era como el té o café que tomaba que era preparado por Freed. Las manos de Asia flaquearon ante aquel pensamiento. Realmente estaba mal recordar a aquel hombre de una buena forma. Freed la había desnudado frente a Issei y proclamó que la violaría, más no pasó nada cuando volvieron.

Pero eso no quitaba el shock y el miedo que sintió.

―Si dices que estás bien, entonces prepárate, más tarde tendremos el entrenamiento.

―Sí.

―Ellas buscaron todo lo relacionado a Tiamat ¿Verdad? ―Naruto estaba acostado con el codo apoyado en el sofá y su cabeza descansando en su mano.

―De hecho, fueron más molestas que eso, mis seguidores fueron visitados y les pusieron hipnosis para que contaron todo lo que sabían de ustedes dos.

Kaguya estaba con la cabeza apoyada en el hombro de Naruto, acostada en el sofá largo de la casa del rubio.

Naruto estaba vestido con una camisa negra y unos pantalones cortos naranja mientras que Kaguya solo tenía un camisón largo color blanco.

Ambos estaban viendo una película sin preocupación alguna.

―Pensé que intentarías sabotear el enfrentamiento ―Kaguya comentó con tranquilidad.

―Lo pensé, pero ¿Qué sentido tiene? Pueden ganarles a todos sí, pero Raiser es prácticamente ahora un jefe final para ellos, Rias no tiene la mínima posibilidad contra él, lo mismo con Akeno y Koneko. Nadie tiene los medios para matar a Raiser o dejarlo fuera.

Naruto sintió como la mujer le araño el cuello.

―¿Y eso?

―Estas demasiado cómodo ¿O es por confianza en el chico ese? Kiba si mal no recuerdo ―Kaguya comentó sin dejar de ver la televisión. La mujer escuchó un suspiro de Naruto antes de girar y ver el rostro del hombre. Naruto la estaba viendo directamente, aquello hizo que ambos rostros se quedasen uno frente a otro.

―Kiba va a hacer todo lo que pueda para que Rias pierda, no me sorprende que su entrenamiento termine con un sabotaje. Si bien dije que nadie tiene la capacidad de incapacitar a Raiser, Kiba es actualmente bastante bueno y fuerte para su edad y su promedio.

―¿Será? ―Kaguya pregunto sin dejar de ver a los ojos del rubio― Sabes, me sorprende como siempre me rechazas, diría que es lealtad absoluta, pero ya hablamos de esto con Tiamat una vez ―las palabras de Kaguya siguieron con un bufido del rubio. Con un movimiento rápido, Naruto se giró y se puso sobre la Diosa.

―No lo hago porque quiera, lo hago porque ahora mismo, no soy digno ―Kaguya alzó una ceja.

―Estas un poco fuera ti ahora ¿No? Bebiste demasiado-

Las palabras de Kaguya se cortaron ante un abrazo repentino de parte de Naruto. La diosa se quedó con las manos a los costados y los ojos abiertos sin saber cómo responder.

―¿Realmente quieres algo que ver con este cuerpo?

Kaguya no mostró cambio en su expresión, solo asintió con comprensión.

―De hecho, ahora lo entiendo mejor, olvido que solo en apariencia ese cuerpo es tuyo ―Kaguya movió sus manos y abrazó al hombre― Es curioso cómo estamos en esta clase de situación ¿Alguna vez lo pensaste?

―Nunca pensé en abrazar a la hija de la especie que causa la caída de millones de mundos.

―No es lo que me refería, pero no hay mucho que pensar ahí, supongo que no puedes si quiera considerar que alguien como yo esté a tu lado, soy demasiado buena para existir de forma tan minúscula ―una risa salió de Naruto después de que Kaguya dijo aquello.

―Eres tan arrogante como siempre.

―Digo la verdad, la arrogancia es para tontos que buscan mostrar su poder a base de acciones tontas, yo no busco eso, yo soy el poder.

Naruto sonrió ante aquello, cerró los ojos y se dejó descansar en el pecho de la mujer. Tiamat estaba durmiendo ya y Mittelt igual, por lo cual solo ellos se habían quedado hasta esa hora.

Fue casi cómico su situación tan surreal.

Ambos eran los únicos remanentes de lo que conocían desde un principio. Si bien Kaguya no lo iba a admitir nunca, o siquiera decir algo, el hecho de tener algo como Naruto a su lado, fue terapéutico, pero, sobre todo, era la única persona en la cual podía confiar en todo.

El único al que ella podía tirar cada retazo de su confianza sin la necesidad de saber si la iba a traicionar o no.

Para los ojos de la Diosa.

Él era único.

―!Kiba-kun!

Una voz suave hizo que el rubio se diera vuelta y viera a una joven de cabello blanco puro correr hacia él. Kiba sonrió antes de hacer una señal para que no se detenga.

Momo parpadeó unos instantes de quedarse quieta por la señal del rubio. Pudo ver como Kiba aceleró un poco el paso antes de llegar a donde estaba ella.

―No es necesario de que me busques tu misma ―aquella respuesta con una sonrisa hizo que el corazón de Momo se acelere al instante. Realmente Kiba a sus ojos era un caballero.

―Veo…―fue un simple susurro que salió de la boca de Momo. Ella había estado con un enamoramiento simple por Kiba, pero al convivir con Saji le había empezado a tomar cariño, pero Saji la ignoraba, siempre tenía que acelerar el paso para alcanzarlo y al final toda conversación terminaba en torno a Sona.

Una mano se posó en la cabeza de Momo. Levantando la cabeza Momo vio a Kiba que se rio un poco antes de señalar que caminaran, a pesar de las miradas de los estudiantes, siguieron como si nada hubiera pasado o como si nadie los viera o si quiera tomasen fotos.

Kiba se estaba divirtiendo hasta cierto punto, el interactuar con la joven era algo bastante divertido, no era el fan promedio que tenía, por no decir que conocía que era. Ella era realmente algo. Aun así ¿Por qué Saji se enojaba con él siendo que él mismo ignoró a Momo en un primer lugar?

Deja de hablar con Momo-chan, ella dejó de seguirme para hablar solo de ti e intentar buscarte ¿Qué le hiciste?

Los recuerdos de Kiba llegaron con un golpe en su cara cortesía de Saji ante aquellas palabras. El joven del consejo estudiantil estaba enojado, furioso. Todo por el hecho de que Kiba ahora pasaba algo de tiempo con Momo, si bien Yura estaba ahí también, no buscó nada en torno a Kiba.

Saji decidió que debía advertir a Kiba por esto antes de que se moleste más. No iba a dejar que lo que era sus ojos, jugara con la chica para luego dejarla. Kiba no sabía que pensar ante la idea que tenía Saji sobre él.

En la actualidad, era el día en el cual regresaban por un día a la academia antes de pelear contra Raiser. Era divertido como a sus ojos, nadie preguntó o interrogó nada sobre el accionar del club de ocultismo, era casi cómico como todos aceptaban lo que pasaba como normal. ¿Nadie si quiera iba a cuestionar que las cosas no eran como en las otras academias?

Deteniendo su caminar hasta la clase de Momo, Kiba se giró y vio a la joven que estaba intentando hablar. Sonriendo para sí mismo, Kiba extendió su mano y le revolvió el cabello a la joven un momento antes de ver como Momo alzaba la cabeza y lo veía a los ojos.

―Nos vemos después, después de todo hoy hay una reunión, no lo olvides.

Kiba se alejó con un brazo moviéndose en son de despedida. Todo aquello ante la vista de todos los presentes. Las compañeras del salón de la joven no tardaron en saltar a ella apenas vieron como Kiba se iba. Todas menos una. Yura que estaba quieta y viendo todo con un ojo críptico.

No se creía nada la amabilidad de Kiba, no era como si no pudiera pensar que el accionar del joven era real o sincero, es que a los ojos de Yura no podía entender que pasaba por la cabeza del joven.

Iba a observarlo por ahora y juzgar.

Juzgar si era de confianza o no.

Issei estaba con la mirada perdida viendo a los alrededores. Estaba solo en una de las oficinas comunes de los profesores. Ni siquiera había pasado las dos horas de clase y el joven castaño en el primer descanso ya había ido a espiar a las chicas. Tres semanas sin poder ver nada le fue mucho, pero también mermó su habilidad para poder pasar sin que nadie pudiera saber nada. Aquello ocasionó una cadena de cosas, con el final de él siendo capturado y enviado a la sala de profesores.

Ahora solo le quedaba esperar a ver que profesor y que castigo le iba a caer.

Issei dio un suspiro antes de mirar sus manos, ahora llenas marcas de haber entrenado. Una pequeña sonrisa se asomó en el rostro del joven ante aquello. Issei lo sintió, como realmente se había esforzado para poder llegar a lo que estaba ahora.

La puerta de la habitación sonó antes de que pudiera hacer algo más, aquello indicaba que su maestro que debía darle el castigo llegó. Más lo que vio Issei no fue lo esperado.

Largo cabello azul pálido que caía hasta casi la mitad de la cintura de la mujer, una mirada casi maternal y una sonrisa suave estaban presentes en el rostro de la mujer. Aquella mujer era la que se suponía la nueva secretaría del director.

―Azure-sensei.

Issei se puso de pie e hizo una reverencia, pero tuvo alzar la cabeza al escuchar una suave risa de la mujer. Fue casi como si el cuerpo de Issei le gritase que aquello era lo más hermoso que había visto nunca.

Tampoco es como si pudiera pensar que estaba en lo incorrecto, el pecho de la mujer era bastante prominente, por no mencionar de su cuerpo que estaba definido a un punto el cual inconscientemente comenzó a babear al pensar en cómo se veía la mujer. Sobre todo, imaginándola como sería sin ropa y poder ver su cuerpo en todo el esplendor.

―Tu realmente no tienes salvación ¿Verdad? ―la voz de la maestra sonó haciendo que Issei salga de su fantasía y viera a la mujer que le sonreía con tranquilidad. No había asco en su mirar ni siquiera un signo de molestia. Pero algo que Issei notó y que no entendió, fue aquel pequeño deje de tristeza.

―Yo…lo siento mucho, maestra, no volverá a pasar- ―Issei fue interrumpido por una mano que se puso en sus labios.

―Ah, no es necesario, vi lo que hiciste en todo este tiempo, me sorprende que no te expulsen, pero no importa, entiendo que una conversación ahora no te cambiara nada ―la mujer de pelo azul pálido le dio una sonrisa a Issei.

Latido.

Issei abrió los ojos y sintió como su sacred gear estaba reaccionando.

―¿Sucede algo? ―la pregunta de la mujer salió con algo de preocupación.

―Ah, no, no, nada, solo estaba sorprendido por tus palabras ―Issei sonrió con nerviosismo mientras que llevaba su brazo izquierdo a su espalda y apretaba el puño. El castaño no estaba comprendiendo de la reacción de su sacred. Casi era como si estuviera por transformarse a la fuerza.

―¿Es así? Supongo que soy algo rara, Naruto siempre lo dice ―una suave risa salió de la boca de la mujer ante aquello― Me recuerdas mucho a como era él.

Issei parpadeó sorprendido y vio a la mujer que ahora caminó y se sentó en la silla frente al escritorio que tenía en frente.

―¿El director se me parecía? ―Issei preguntó con sorpresa y curiosidad.

Tiamat sonrió con cariño pensando en lo que mencionó el rubio, de su tiempo cuando aún podía llamarse "humano" algo como eso, no le importaba. Le contó sobre sus aventuras con su padrino y todas las cosas pervertidas que hizo en su juventud.

Una risa salió de la mujer nuevamente.

Esta vez la sonrisa de Issei al ver la expresión de la mujer empezó a disminuir. Sintió casi como si alguien le quitase cualquier signo de felicidad, como si alguien le dijese u ordenase que ahora debía ser infeliz. La sonrisa de la mujer. Issei no lo entendió, pero le quemaba, quemaba tanto como le molestaba su brazo izquierdo.

Dos.

Ddraig habló diciendo un simple número, pero eso fue todo, la voz del dragón se distorsionó en la cabeza de Issei.

―Te sorprendería, pero a la vez tenían metas muy distintas, el no proclamaba que quería ser algo como un rey del harem a los cuatro vientos, de hecho, casi nunca le interesó el romance a pesar de su actuar pervertido ―Tiamat habló dejando salir un suspiro al final. Aquello que dijo era algo que pudo rescatar de la mentalidad de Naruto. El hombre solo pensaba en los demás, pero nunca en sí mismo, incluso ahora, solo pensaba en otros.

Todo a pesar de que se supone que recapacitó…

El sonido del teléfono de la mujer sonó haciendo que Issei volviera en sí para ver a la mujer que vio el mensaje unos instantes para luego asentir con la cabeza y ponerse de pie.

―Lo siento ¿Hyoudou-kun? Perdón si no habló o utilizo todo correctamente, no estoy acostumbrada ―la mujer dio un suspiro antes de salir.

Issei se quedó con la mano en signo de despedida viendo como la mujer salía. De hecho, notó el acento algo tosco de la mujer, pero no dijo nada. Sí fuera cierto lo que dijo Rias, entonces no iba a tener problemas con el lenguaje. Pero no importaba ahora, tenía otra cosa que pensar.

―Oye, Ddraig ¿Por qué luchabas antes de ser encarcelado? ―Issei preguntó al dragón en su brazo.

Una risa escandalosa llegó a los oídos del castaño desde su cabeza.

No tengo la menor idea, he vivido por miles de años, no puedo recordar la razón por la cual blanco y yo peleábamos en un principio, pero lo que sí, la cara de la esa mujer…me es rara, se parece a alguien que tienes que evitar, pero a la vez no siento nada de ella.

Issei alzó una ceja ante lo que dijo el dragón.

―¿A quién debo evitar?

La reina dragón del Karma, Tiamat, no puedo recordar el porque me odia tanto, pero no importa, la cara de ella y la de esa mujer es tan parecida, pero a la vez…―el silencio llegó al dragón de la nada―No importa ahora, no busques problemas con el director ese, tuve uno o dos portadores que se encontraron con ese sujeto, me refiero a portadores del sabio, y créeme, no quieres hacer que el sabio tome control del cuerpo de ese sujeto, por más que esté al borde de morir no importa.

Issei asintió ante las palabras de Ddraig, por lo que mencionó con anterioridad, quizá en términos de fuerza y poder en bruto podía ganar a los poseedores de la mente del sabio, no había una realidad en la que no iba a pasar factura aquella clase de enfrentamiento. Era divertido como nunca había existido ningún ser capaz de liberar todo el potencial del sacred gear del director.

Issei se quedó quieto a mitad de su pensar para luego abrir los ojos y ver lentamente su brazo.

―Ddraig…que quieres decir…¿Con que está al borde de la muerte? ―Issei sintió su voz temblar.

¿Por qué? No había motivo, se suponía que no era una buena persona.

Mittlet.

Ah, eso, bueno, supongo que no puedes sentir el flujo de energía como alguien como yo, pero la fuerza que circula por el cuerpo del hombre y la fuerza que puede soportar es muy, muy distinta, casi es una bomba de tiempo, me sorprende que esté como si nada, ah, ese sacred gear realmente es aterrador está por hacer que el cuerpo del director ese se rompa.

La escandalosa risa de Ddraig sonó cuando terminó de decir aquello.

Issei solo pudo quedarse quieto viendo su brazo con horror ante aquello, no podía comprender la razón o del porque aquello, pero lo sintió, sintió como si algo estuviera mal con que el director se fuera o pereciera. No era lo correcto, pero a la vez sí…

Mittlet.

¿Cómo estaba ella? No la veía más, no se juntaba más con ella, no le respondió ningún mensaje a pesar de que ella siempre le envía algún mensaje, incluso hoy, después de tres semanas, ella seguía deseándole buen día.

Issei vio el lugar en donde se sentó la maestra de pelo celeste antes de sonreír y alejar los malos pensamientos. La mujer tenía un excelente trasero, pero su pecho era realmente hermoso.

Ah.

Felicidad.

El pensar de Issei se desvió a un lado tranquilo antes de volver a caminar hacia su clase para luego ir al club y prepararse para la pelea de hoy.

―¿Estamos invitados para el partido de hoy? ―Tiamat miró a Naruto quien asintió.

―Serafall consiguió las entradas, pero por razones de conservar tu anonimato no puedes ir, así que no iré ―Naruto habló para luego caminar hasta donde estaba la mujer. Había tres personas en la sala actual, la cual era la oficina del rubio.

Naruto caminó y puso sus brazos alrededor de los hombros de Tiamat y Grayfia.

―¿Y esto? ―Grayfia preguntó para ver al rubio que solo sonreía.

―Siempre estas cada vez más sola, sabes que puedes contar con nosotros ―Naruto comentó aquello para ganarse una afirmación de Tiamat.

―Piensas de más las cosas, solo relájate más ¿Sí? ―Tiamat comentó para dejar descansar su cabeza en el hombro de Grayfia. Ambas estaban sentadas una al lado de la otra, por lo cual, la mujer de pelo blanco sintió como Tiamat dejó descansar su cabeza en el hueco de su hombro y cuello. Eso hasta que el rubio puso su cabeza entre la de ellas y se rio con fuerza.

―Son demasiado adorables ¿Lo saben? ―Grayfia sintió un pequeño golpe en su pecho ante aquello. No había escuchado aquello en un tiempo, pero tampoco podía decir que no era felicitada a menudo por Sirzech.

―Por supuesto, soy el dragón más adorable que vas a conocer ―una sonrisa salió de la mujer ante aquello―Además, tenemos al demonio más adorable que se puede conocer, solo falta que el conejo este aquí y vas a tener a las tres entidades más adorables que podrás conocer.

Naruto se rio un poco antes de levantarse y caminar dando vuelta al sofá y ponerse en frente de las mujeres. Dejándose caer al suelo, se sentó y dejó caer su cabeza sobre un muslo de cada mujer.

―Bastante atrevido.

―¿Qué sucede?

Primero se burló Tiamat y luego preguntó con inseguridad Grayfia.

―Oh, nada, solo me gustaría estar así un momento, la verdad, me agrada poder estar con ustedes así, son las únicas personas que puedo confiar aquí.

No se podía entender lo de "Aquí" con claridad, pero ambas mujeres tenían una idea, una idea que dejó en alce la paranoia del hombre. Todo lo que una vez creyó no existía para él, todo lo que se esforzó no podía ser suyo, solo le quedaba un par de seres queridos que representaban su todo.

―Pareces un bebé grande cuando te pones así ¿No puedes dejar de usar el naranja por cierto? Esa camisa es terrible ―Tiamat se burló haciendo que el rubio diera una suave risa.

―No quiero escuchar eso de alguien que no sabe cómo usar ropa interior ―un pequeño golpe con un dedo fue dado por la mujer a la frente del rubio.

―No me juzgues, Kaguya me dio esa ropa, pero juro que no podía usarla, era super ajustada y sentía que se pegaba demasiado…

―¿Estás usando ahora mismo ropa interior Azure-sama? ―Grayfia preguntó recuperando un poco el humor.

Una sonrisa enorme se extendió en el rostro de Naruto.

―¿No será que nuestra emperatriz es una pervertida que va por ahí sin ropa interior? ¿O sí?

Silencio.

―Son insoportables…

―¿Vas a asistir? Me sorprende, yo mismo no quería ir, pero Tiamat me convenció.

No hubo sonidos de pasos ni respuesta, nada, solo después de unos segundos el sonido de botas tocando el suelo rompiendo el silencio.

―¿Acaso no fui invitada por ti? No creo que me den un no de igual manera ―Kaguya respondió a Naruto que estaba parado frente a ella. Sin volar y sin aquel kimono enorme, era posible ver a la mujer. Botas color negro que se escondían por algo parecido al kimono que ella siempre usaba, con la única diferencia que llegaba hasta las pantorrillas y las mangas eran más cortas.

Dos cuernos emergían de la cabeza de la mujer con el cabello que caía libremente hasta casi tocar el suelo.

―Siempre me sorprende lo baja que eres en realidad ―Naruto comentó con una sonrisa viendo a la mujer.

―¿Estas intento bromear otra vez?

―Me intento reír de ti.

―Es deprimente entonces ese intento.

―Bueno, eres un conejo bastante mal humorado de igual manera.

―Sabes que te llamo zorro porque eres despreciablemente astuto ¿verdad? ―Kaguya entrecerró los ojos y vio al hombre.

―Me halagas ―Naruto hizo una reverencia. Vestía con un pantalón negro y zapatos negros, pero compensado por una camisa color naranja y un abrigo del mismo color con una tonalidad más oscura.

―No sé si te vistes apropósito también ¿Negro y naranja? ¿En serio?

―Siempre uso naranja ―Naruto se defendió.

―Penosamente, choca tanto a la vista que me vas a dejar ciega ―la mujer dio un suspiro antes de volver a volar.

―¿Tanto odias que sea mucho más alto que tú? ―una sonrisa enrome llegó al rostro de Naruto.

―¿Quieres ver algunos pingüinos?

―¿Ya mencioné lo hermoso que te queda ese kimono? ―Naruto desvió el tema de inmediato.

La diosa dio un suspiro ante aquello.

―Solo cambias de interés cuando ves que pierdes ―La diosa miró al hombre unos instantes― No importa, agradece que eres tú, si fuese otra persona te colgaría ―Naruto se abrazó a sí mismo, cerró un ojo y miró a la Diosa.

―Das miedo cuando te pones así ¿Qué te hice además de mimarte por mil años? ―la Diosa rodó los ojos ante aquello― Además, me alegra que puedas mostrar emociones una vez más a mi alrededor ―Naruto le sonrió a la mujer que se quedó quieta y vio al hombre con interés.

―¿Es eso así?

―¿No te diste cuenta? Que puedo decir, cuando peleamos por primera vez, eras la definición de sin emoción, cuando te saqué del sello estabas algo expresiva, en la ciudadela con Ddraig eras tan emotiva que pensé que eras humana por unos instantes ―Naruto miró como la Diosa lo miraba en silencio y con una expresión blanca aún.

―¿Te molesta que cambie? ―Kaguya inclinó su cabeza en curiosidad.

―No has cambiado nada ―la sonrisa de Naruto se ensanchó al ver como Kaguya frunció el ceño.

―Acabas de decir que cambié ¿Ahora dices que no cambié? ―Naruto metió una mano y sacó un pañuelo de su bolsillo. Tomando el rostro de Kaguya con una y el pañuelo con la otra empezó a frotar la mejilla de la Diosa― ¿Qué haces?

El desconcierto era presente en la cara de Kaguya.

―Oh, es tu maquillaje ¿Lo pusiste tu misma? Es muy fuerte aquí, lo estoy limpiando para que quede parejo ―Naruto frotó la mejilla de la mujer. Kaguya cerró los ojos y dejó que el rubio terminara― A esto me refiero cuando dije que cambiaste, pero a la vez no, sigues siendo la misma arrogante que no sabe racionar humanamente, pero con nosotros, conmigo, Tiamat y la pequeña Tiamat, eres como ahora, una mujer normal que está con sus acciones emocionales.

Kaguya abrió un ojo y vio la felicidad del rubio. La mujer no entendió, no, no es que no entendiera, podía saber que estaba feliz de que ella cambiara, pero no podía sentir en su ser de la razón.

―No sé si me tratas como un niño ―Kaguya entrecerró los ojos. Naruto entendió la intensión de la mujer.

―Claro que no, tampoco voy a caer para decirte que eres mayor ¿Lo ves? Normalmente no te molesta lo de tu edad, pero conmigo o ese par de dragonas tontas te preocupas de más ―Kaguya abrió los ojos en comprensión.

―Veo…

Naruto guardó el pañuelo en su bolsillo. Miró a Kaguya unos instantes antes de extender el brazo. La mujer alzó una ceja.

―¿Y esto? ―el interés creció en Kaguya por la acción del rubio.

―No puedo dejar que una dama entre sin su acompañante, vamos juntos ―la boca de Kaguya se abrió un poco antes de girar el rostro. Los pies de la mujer tocaron el suelo una vez más antes de cruzar su brazo con el rubio.

―Eres bastante atrevido ―a pesar de que la mujer tenía su cabeza lejos del rostro del rubio, Naruto sonrió al ver el pequeño deje de rojo en las orejas de la mujer que sobresalían de entre el mar de cabello que tenía.

―Solo estoy dando el trato adecuado a mi Diosa ―Naruto solo lo usaba como broma lo de "su Diosa" pero eso no decía que cuando sacaba una reacción de la mujer no hiciera que aquella frase que pasaba normalmente desapercibida por la mujer ahora le fuera algo chocante.

Divertido.

Ambos como últimos remanentes de sus mundos.

Podían llevarse realmente bien.

―Te ves bastante molesta.

Sirzech estaba en su ropa habitual con armadura. Mirando a la persona a su lado, notó como está estaba murmurando maldiciones.

―El idiota viene, tengo que darle la bienvenida con una sonrisa ¿Te parece que eso es divertido? ―Serafall miró al hombre de pelo rojo con molestia.

Sirzech alzó las manos en signo de rendición y soltó una leve risa.

―Ahora, no te pongas así, puede ser malo, pero no es tan malo ―la respuesta de Sirzech hizo que Serafall le dedicara una mirada intensa.

―¿Estás bromeando verdad? ―la mujer de pelo negro miró al satán carmesí.

―No, he hablado varias veces con él, incluso Grayfia tiene una buena estima del hombre, el único problema y penosamente el mayor, es que tiene ese sacred gear ―ante la mención final de aquello, Sirzech dio un suspiro de cansancio.

―Pequeño gran problema, lo juro, todo que tenga esa cosa o se suicida o genera tantos problemas que no tiene sentido.

Sirzech dio un suspiro ante lo que mencionó Serafall. De hecho, la mujer tenía razón, ella podía decir a ciencia cierta eso, por el hecho de que ella había estado bajo contrato con los sabios desde hace seis portadores. La mujer que tiene más experiencia tratando con esos dementes sería ella.

―Naruto…está bien, está roto, muy roto, pero es bueno, le gusta demasiado bromear o hacer que la gente sufra trabajando, bastante inocente la verdad, pero sí, hay algunas cosas las cuales rayan lo ético incluso para algunos dementes ―Serafall dio un suspiro antes de sacar un cigarrillo de su ropa y prenderlo.

Sirzech vio aquello, la mujer vestida de rosa, con una expresión de molestia y el ceño fruncido. Prendiendo un cigarrillo y maldiciendo de varias formas. Era como ver a un gánster vestido de niña mágica.

Una vista demasiado rara.

―Creo que te hizo bastante mal el hecho de convivir con ellos.

―¿Te das cuenta? No importa, vamos, tengo que saludar a un hijo de puta, por cierta, recuerda, si viene la Diosa Kaguya me debes la propiedad que dijiste ―con un movimiento fluido con su mano, Serafall prendió el cigarrillo con un cipo.

―Eso es bastante improbable…la última aparición pública fue hace casi noventa años, no es mucho tiempo, sí, pero ella no se presentó más después de que ese portador se suicidó.

El que la Diosa cuidara a los portadores se volvió algo rutinario. Era algo lo cual muchos aún no entendían. La razón de la dedicación de la mujer.

―Diosa, maldita sea, pensar que ahora tiene ese título, no sé de la extensión de sus fieles, la mayoría puede pensar que no tiene seguidores, no, quizá el conocimiento público es que no tiene nada, pero esa loca tiene demasiada gente bajo sus pies ―dando una calda al cigarrillo la mujer en disfraz de chica mágica golpeó el suelo un par de veces con su pie― Ese conejo de mierda me arruinó la vida muchas veces.

Sirzech alzó las cejas y arrugó el rostro ante el despliegue de Serafall. Normalmente alguien tan madura cuando trabajaba podía actuar de esa forma cuando está relacionado con ellos…

―Dejemos esto y vamos, tenemos que ir para el juego de mi hermana.

Las trompetas anunciaron la entrada de un invitado importante. La razón por la cual la mayor parte de los presentes en la sala se voltearon.

No fue la tonada para la presentación de un demonio.

Una mujer de pelo blanco largo, un kimono que parecía sacado de un cuento tocó el suelo del lugar. Algunos no la reconocieron, otros que sabían quiénes eran inclinaron la cabeza en signo de respeto ante la llegada de la mujer.

Issei se quedó viendo a la mujer que apareció recién.

Hermosa.

Parecía una belleza que no podía alcanzarse por más que uno lo intenté toda la vida. Aquella apariencia no era algo que podía llamarse "angelical" era algo cercano a lo Divino.

Chico, hagas lo que hagas, no molestes a esa mujer.

La advertencia de Ddraig resonó en su cabeza interrumpiendo los pensamientos pervertidos de Issei. Si bien Issei estaba agradeciendo el escote algo más abierto de la mujer y se podía ver algo de la piel pálida de la mujer. Cuando miró a los ojos a la mujer.

Sintió como su alma era petrificada en ese lugar.

De la nada sintió como el color del mundo se iba. La respiración de Issei se incrementó, sintió frio, como si estuviera en medio de una tormenta de nieve.

Todo eso se detuvo al instante en que la mujer apartó los ojos de él. Fue en ese momento en que vio quien venía con la mujer.

El director…

¿Por qué estaba aquí?

―Oh, Issei-kun, Gremory, Kiba, un placer verlos antes del encuentro ―Naruto caminó hasta el grupo antes de quedarse frente a ellos.

Nadie se movió, no, no es que no querían, no podían, la mujer al lado del rubio, hacia que todo se sintiera pesado. Naruto miró a todos lados antes de levantar el brazo y tomar uno de los cuernos de Kaguya y sacudir a la mujer.

―Oye…!Oye! ―el rostro distorsionado de la Diosa empañó la imagen omnipotente que se tenía de ella. Naruto se rio ante aquella reacción de la mujer.

―No estamos en ninguna batalla venidera, baja un poco tu hostilidad ―Naruto miró a la mujer antes de soltar el cuerno para rodear a la mujer por los hombros.

Un bufido salió de la Diosa antes de que cualquier peso en el lugar se fuera.

Issei dejó salir un suspiro que no sabía que estaba aguantando.

―Perdonen a este Conejo, es Kaguya, la Diosa de la luna, la Diosa de los- ―Naruto sintió como le pinchaban la nariz― ¡Hey! Detente, bueno, bueno ¡Ya! ―Naruto se alejó de la mujer antes de sobarse la nariz.

Una pequeña risa general salió al ver como el rubio era tratado.

―No me vuelvas a jalar los cuernos así, eres un pervertido, además ¿Tan poco valores tu vida para tocar así a tu Diosa? ―la mujer albina se abrazó a sí misma.

Issei vio como la mujer actuaba, y pensó en el accionar de ella ante el agarre del rubio. Issei tragó ante el posible pensamiento ¿Quizá la mujer sentía algo en sus cuernos y era alguna especie de punto erógeno oculto?

Te estoy advirtiendo, entre ella y Tiamat, la cantidad de muertes de mis portadores asciende a una suma que preocupa ―Ddraig comentó con cautela. Issei tuvo que quitar cualquier pensamiento innecesario ante el recuerdo de que la mujer que estaba parada frente a él era uno de los seres que estaban en ese top que le comentó Rias.

―Vengo a decirte buena suerte, eso es todo ―Rias miró la sonrisa del hombre antes de ver como él junto con la Diosa se iban alejando. Era bastante extraño verlos dada la forma en la que estaban discutiendo.

―Eso fue raro…―el comentario de Issei hizo que Rias diera un suspiro.

―Lo es, normalmente el verla ante tantos demonios pondría nervioso a cualquiera, no tiene la mejor reputación para tratar con nosotros, al menos no somos ángeles, ella de verdad no los tolera.

Issei miró a Rias que le dedico un rostro serio mientras que le daba una breve explicación del accionar de las personas ante la presencia de la mujer.

―Es raro, es la primera vez que conozco a un Dios…por un momento sentí que mi cuerpo no se movía ―Issei hizo una pausa, dio un suspiro y apretó el puño de mano― ¿Es eso a lo que aspiro llegar?

―No, es lo que debes pensar en superar ―Rias le dedicó una sonrisa de confianza― Vamos, tenemos que ganar eso, juntos ―extendiendo la mano a Issei. El castaño la tomó y juntó su mano con la de Rias, iban a ir y destruir a Raiser.

Una risa jocosa hizo que los del sequito de Rias se detuvieran.

―Es bueno que usted en persona se acercase para ver mi victoria, por no mencionar que estoy agradecido por su visita, Diosa de lo solemne ―la voz de Raiser hizo que todo el sequito de Rias se diera vuelta y viera al joven que hizo una reverencia ante los recién llegados.

―Sigues siendo un niño bastante bueno con las palabras ¿Verdad? Una pena de tu comportamiento ―Kaguya comentó sin interés.

―Ya, no seas así, es joven, además, es bueno verte, tenemos los mejores asientos para ver tu victoria ―Naruto le sonrió con confianza al joven. Normalmente apoyar a alguien así sería cuestionable.

Pero a pesar de todo lo malo que significaba Raiser no era la basura que aparentaba. Quizá tuviera algún síndrome de inferioridad, pero no era abusivo, si bien era agresivo, uno debía provocarlo antes. Por no decir que cuidaba y adoraba el tener su harem como tal y buscaba a cualquier chica para aumentarlo.

Era un buen punto de pensar que tanto Issei como Raiser eran muy similares en ese aspecto. Ambos buscando un harem, ambos intentando de todo para conseguir a las chicas, pero la diferencia radicaba en la personalidad del otro.

―Puedo asegurar una victoria notoria, no una absoluta penosamente, pero sí una la cual deje a entender porque su confianza está bien puesta, heredero del sabio y Diosa ―Raiser terminó la última reverencia antes de irse.

Los eventos posteriores solo fueron anuncios y organización correspondiente para el evento.

Naruto pensó que se iba a dormir en su asiento. Al menos la casa Phenex le trajo ramen y pudo comer uno que era de categoría gourmet. Se sintió satisfecho con eso.

Los pasos de tacones resonaron en el palco de Naruto y Kaguya.

―Es bueno verlos a ambos, espero que todo sea de su agrado.

Naruto se giró y vio a una persona que no esperó ver, bueno, al menos no pensó que iba a mostrarse tan abiertamente.

―Glass, es bueno verte ―Naruto saludó con la mano en alto y la otra en un tazón de ramen.

―Chica fénix ―Kaguya asintió como saludo.

Aquel apodo hizo que la sonrisa que había estado presente en Lady Phenex flaqueara por unos instantes.

―No le hagas caso, ven siéntate, Grayfia nos acompañará pronto ―Naruto le hizo un gesto para que se siente. Lady Phenex asintió ante la invitación y caminó para sentarse en el palco y ver el escenario preparado.

―Es bueno que el proceso se acelere, prefiero que Raiser tenga un heredero lo más pronto posible con la chica Gremory antes de que alguna de su harem.

Naruto tarareó ante aquello. No es como si pudiera hacer algo, al menos, no por Rias, no es que fuera malo o no sintiera empatía. Era solo que la joven estaba haciendo todo lo posible para destruir cada fragmento de su esperanza que le daba.

―Es bastante sorprendente que pueda estar aquí sin problemas Kaguya-sama ―bajando la cabeza antes de hablar la matriarca Phenex habló.

―No es como si fueran suficientemente importante para dar todo mi tiempo a terminar con su especie ―la respuesta de Kaguya hizo que el balance de los pies de la mujer flaquease por unos instantes.

―Es eso así.

El susurro de la mujer llegó a oídos sordos de la Diosa. Naruto le dedico una sonrisa culpable por el actuar de la mujer.

―No importa, solo disfrutemos del espectáculo ¿Les parece? ―Naruto habló haciendo que las mujeres asintieran ante eso. Kaguya se sentó en algo parecido a un trono que se trajo y se puso en su palco. Era demasiado evidente como la mujer sobresalía entre los demonios.

―Viendo como estás, creo que tu eres el verdadero demonio aquí, con esos cuernos y esa apariencia―Naruto se rio de la Diosa. Kaguya lazó una ceja ante aquellas palabras del rubio.

―Si vamos con eso, te recuerdo que el que es vicioso con los contratos y está obsesionado con ellos eres tú.

―Me hieres.

―No tienes corazón de igual manera.

―Tengo uno enrome y lleno de aprecio y afecto.

―No va a pasar.

La matriarca Phenex solo se quedó con una sonrisa nerviosa mientras que miraba a los dos discutiendo. Pero no importaba ahora.

Comenzaba el show.

Issei se paró frente a los peones que acababa de derrotar con una sonrisa enorme en su rostro al haber podido ver los cuerpos de las chicas con su técnica.

El castaño realmente agradecería a Asia por haberle dejando practicar en ella.

El sonido de una explosión hizo que se gire para ver como Kiba estaba con una espada en mano frente a una mujer caballero y una niña de cabello rubio con dos coletas.

―Pensar que después de tantos rumores sobre tu fuerza eso sería todo ―la mujer vestida de caballero le sonrió a Kiba. Kiba solo le devolvió la sonrisa antes de pisar fuerte y aparecer frente a la mujer con un corte vertical, corte el cual la mujer bloqueó y sonrió ante aquello― De verdad algo decepcionante.

Kiba sonrió antes de seguir con lo mismo, solo que cambiando las espadas.

El caballero de Raiser sintió algo, como poco a poco, la velocidad de Kiba, tanto eso con la fuerza que imponía en cada estocada era mucho mayor a la anterior. Era algo obvio cuando aquello empezó a ser evidente. Mientras que ella estaba dando su todo para igualar y ganarle.

Kiba estaba jugando.

Raiser escuchó el sonido de eliminación de sus piezas como las de Rias, la torre y el caballero cayeron. Poco a poco, la victoria iba a una sola dirección. Girando su cuello y viendo a la pelirroja frente suyo sonrió ante el pensamiento de poder tenerla dentro de poco. Quizá ella lo odiara al comienzo, pero a la larga, sabía que podía solucionar todo. Quizá ella fuese privada de su libertad del mundo, pero tampoco iba a usarla como si nada.

―¿No te vas a rendir? ―Raiser miró a Rias jadear, la heredera tenía un hechizo en su mano cargado y listo para ir en su contra.

Raiser dio un suspiro ante aquello.

Inútil.

El disparo fue directo a la cabeza de Raiser antes de que explotara por el poder de Rias. El peón de Rias justo estaba llegando.

No importaba.

Las llamas se formaron y dieron vuelta a la vida a la cabeza intacta de Raiser que miró con aburrimiento a Rias. Naruto le dijo que podía jugar más con Issei de lo que le había mencionado antes. Raiser se sorprendió del cambio del hombre, primero pasó de ser un "Se compasivo" a un "Destrúyelo, pero no tanto" Raiser se sorprendía de que había logrado hacer el joven castaño para enojar a Naruto.

Sinceramente, ese sujeto era la personificación de la paciencia misma.

No importaba, y tampoco era su problema. Raiser llegó a aquella conclusión antes de levantar el brazo y apuntar hacia el joven que estaba poniéndose de pie una vez más a pesar de llegar cansado hasta el final.

Una sonrisa creció en la cara de Raiser antes de disparar.

―Fue más aburrido de lo que pensé, lo único entretenido fue el final, dile a Raiser que le doy mis felicitaciones, me entretuve sí, les voy a donar fragmentos de luna ―la voz de Kaguya sonó después del victoreo de sobre Raiser.

―Estaremos agradecidos con eso.

Naruto silbó ante aquella mención de Kaguya. La matriarca Phenex se fue du su palco después de aquello.

―Entonces que vas hacer ahora ¿Conejo? ―Naruto miró a la mujer unos instantes a espera de su respuesta. Kaguya cerró los ojos y parecía pensar para responder.

―Volver y jugar algo, molestar a Vali y llamar a Arthur ―Naruto intentó contener la risa, pero no pudo ante la mención tan simple que dio la Diosa― Ahora ¿Dije algo gracioso zorro?

―No, no, es solo que se nota que todo va a tu entretenimiento, yo llamo a Arthur, tu ve y convence a Vali, vamos a celebrar por la victoria de Raiser.

―Ellos no van a poner un pie en mi casa ―Kaguya miró con molestia al rubio.

―Es solo una forma de decir, no importa ahora, con Rias fuera de la ciudad lo que sigue va a ser más fácil ―Naruto pasó una mano alrededor de los hombros de Kaguya― Llevo a Mittelt y hago que Grayfia venga, ella no ha bebido en una semana.

Kaguya asintió. Miró hacia abajo y vio al castaño que estaba inconsciente. Ladeó un lado de su cabeza antes de empezar a flotar.

Todo el mundo pasó de celebrar a quedarse quieto cuando al lado de la heredera que sujetaba entre lagrimas a Issei apareció una fina línea negra en el aire.

―¿Qué-?

Rias no pudo terminar de formular nada antes de que la grieta se abriese, dejando un rectángulo negro que parecía desaparecer en el aire, el rectángulo tenía líneas que parecían quebrar aquel espacio inexistente.

Una cabeza se asomó para dejar ver a la Diosa aparecer a través de aquella ruptura.

―¿Es eso a lo que puedes llegar? ―la mujer miró al chico inconsciente por unos instantes. El silencio llegó en bruto cuando todos vieron como la mujer alzaba la mano y chasqueaba los dedos.

Rias vio como el estado del castaño parecía revertiese dejándolo mucho mejor de lo que había estado con anterioridad. No solo fue Issei, sino Kiba y Koneko también.

Rias vio como Kiba se ponía de a duras penas antes de caminar hasta la Diosa y hacer una leve reverencia.

―Vamos ―esas simples palabras hicieron que Rias parpadeara y al siguiente instante.

Nada.

Tanto Kiba como Koneko se fueron del lugar dejándola a ella con Issei mejor y Akeno aún esperando a ser tratada.

El sin sentido de la situación era cada vez mayor para la joven pelirroja.

―Es raro verlos a todos juntos de la nada ―Vali habló con calma viendo el escenario en frente.

Una mujer de cabello largo blanco con el rostro mostrado disgustado al lado de un hombre que se reía sin para a su lado, una mujer de cabello azul pálido que intentaba calmar a la mujer y hacer que el hombre parece de reír.

Del otro lado de la habitación, una niña de cabello blanco estaba comiendo un montón de golosinas que estaban en una mesa larga. Un joven de cabello rubio estaba riéndose ante la vista de aquello y a su lado una niña de cabello rubio con dos coletas. Kiba felicitando a Koneko y Mittelt reprendiéndolo por eso.

―De hecho, es bastante raro ver tanta animosidad por aquí, normalmente suele ser solo la Diosa maldiciendo mientras juega o mira la televisión ―una voz al lado de Vali sonó con calma.

La joven de cabello blanco se giró y vio a su compañero, Arthur estaba sonriendo con tranquilidad.

―Es bastante bueno eso, pero ¿Puedes dejar de tocarme el muslo? Te recuerdo que era hombre y puedo volver a serlo ―la mirada de asco que le dio Vali a Arthur hizo que el joven de cabello rubio se riera un poco antes de ajustarse las gafas.

―Querida ―Vali arrugó el rostro ante aquella forma de llamarlo― No me apartas en lo mínimo, si quisiera que me fuera me echarías, además, la Diosa me comentó que no tiene intensión de revertir lo que hizo dado que estabas más que "conforme"

La sonrisa que le dio Arthur a Vali hizo que, ahora la joven, entrecerrara los ojos y mirara con desprecio al joven rubio. Para él, no era su culpa, después de todo, su cuerpo estaba reaccionando a eso, todo por lo que era ahora…

―¿Pueden parar de discutir ustedes? ¿Por favor? ―Azure habló con cansancio al ver como el rubio y la Diosa se peleaban otra vez.

―Vamos Tiamat, solo disfruta de la fiesta un poco, no es para tanto de igual manera, sabes lo mal humorada que es ella, es la Diosa amargada ―aquel comentario se ganó un rechistar de lengua de Kaguya.

―Eres impertinente de la nada ―la mujer se cruzó de brazos― Pasas de ser totalmente agradable a tu estado actual que quiero torturar.

―No la escuches está enojada porque apostó por uno de esos juegos online famosos y perdió, parece que lo de omnisciente no se te da bien ―la risa de Naruto solo hizo que la mujer de cabello blanco arrugara el rostro.

―Ustedes realmente…―Tiamat dio un suspiro para continuar, más se escuchó un pequeño sonido parecido a como si explotaran las palomitas de maíz, entonces los cuernos de la mujer salieron. Aquello hizo que un florero que estaba al lado de la mujer cayera y se rompiera― Ah ―Azure abrió la boca queriendo decir algo, pero no salió nada.

―setecientos mil en ese jarrón ―Kaguya susurró viendo las piezas que estaban en el suelo. Quizá la mujer tuviera el dinero del mundo, pero de igual manera una perdida era una perdida.

―Sabes que puedes unirlo otra vez chasqueando los dedos ¿Verdad? ―Naruto miró a la Diosa que dio un suspiro.

―Si lo hiciera entonces ya no sería el original en su cien porciento ―Kaguya miró las piezas.

Tiamat estaba por disculparse antes de que Naruto abrazara a las dos mujeres haciendo que casi cayeran los tres al suelo, el equilibrio volvió antes de que los cuernos de Tiamat chocaran contra la mesa e hiciera que los tres cayeran.

Los integrantes de la habitación ignoraron por completo al trio en la sala, era lo mejor que podían hacer para su salud mental.

―Son unos idiotas aberrantes ¿Lo sabían? ―Kaguya fue la primera en hablar, Naruto estaba de espaldas riendo por la situación. Kaguya estaba con la cabeza acostada en su brazo izquierda y Tiamat acostada en su brazo derecho.

―Es mi culpa, estos cuernos ―la mujer movió sus manos a los cuernos verdaderamente grandes― Hace tiempo que no estoy acostumbrada a esto.

―No importa es divertido.

―Para ti todo es divertido.

―Puede ser, por cierto ¿Qué dijo Grayfia? ―Naruto miró a Kaguya que cerró los ojos.

―Sirzech la citó después de que terminara el juego, parece que le dio una misión ―la respuesta de Kaguya hizo que Naruto diera un suspiro.

Le hubiera gustado que ella estuviese aquí también para reírse.

Cuando Issei se despertó no sabía donde estaba, no recordaba nada. El joven se sentó en la cama de manera rápida y miró a todos lados en busca de algo, cualquier cosa, eso hasta que los recuerdos volvieron a su cabeza.

―Fallé ―aquel susurró de Issei hizo que la comprensión restante llegase a sí mismo.

La desesperación, la intensión de superar, preocupación y demás emociones llenaron su mente ante la derrota que tuvo, pero eso no era lo principal.

Rias iba a ser tomada por aquel bastardo rubio.

Issei apretó los puños y los dientes para ponerse de pie. Él debía detener eso, pero ¿Cómo?

―Veo que despertó ―Issei se sobre saltó cuando escuchó una voz a su lado.

La sirvienta que había visto en la sala de reunión estaba parada al lado de su cama con tranquilidad y con un rostro carente de cualquier emoción.

―Yo- ―Issei intentó decir algo, pero las palabras no salieron. Aquella mujer era ayudante del director, el hombre que le dio la espalda a alguien como Rias en todo esto― Es bueno verla ¿Grayfia-san? ―Issei intentó recordar el nombre.

La mujer asintió haciendo que la preocupación de Issei desapareciera al haber recordado el nombre de la mujer. Poco después de eso Issei soltó una risa desganada breve. Grayfia alzó una ceja ante aquello.

―Supongo que perdí, y de una manera miserable ―Issei comentó con una risa casi al borde del llano ¿Qué podía hacer además de sentirse inútil por no haber salvado a la mujer que le salvó la vida?

―Aún le queda una oportunidad, Issei-sama ―la voz de Grayfia sonó tranquila, haciendo que Issei mirase hacia el rostro de la mujer. Una expresión difícil de leer estaba plasmada en el rostro de la sirvienta. Issei esperó curioso lo que quería decir la mujer.

Grayfia metió la mano dentro del doblado del mantil y sacó una pequeña carta. En ese pequeño intervalo de tiempo, Issei pudo ver que la falda de sirvienta tenía un ligero corte para permitir movilidad si se daba el caso.

Negro.

Aquello fue lo que vio Issei, lencería negra que podía categorizar como erótica. Ante aquella vista por unos instantes Issei se sintió realizado y que todos problemas que tenía se fueron por unos instantes. La mujer que tenía enfrente era hermosa.

¿Sí era degradado a sirviente iba a poder conocer más de la mujer que tenía enfrente?

Sacudiendo aquellos pensamientos en su cabeza miró hacia el frente y vio como la mujer alzó una ceja ante el espaciamiento momentáneo de Issei. Issei tosió en su mano al ver como se dio la situación y precedió a abrir la carta.

―Esto es…―Issei susurró con los ojos abiertos al ver el contenido de la carta.

―Lo que dice, la fecha y la invitación están puestas, mi rey me dio la autoridad para dártelos y espera que les des un buen uso ―Grayfia comentó antes de darse vuelta y caminar hasta un costado de la habitación antes de ir a la puerta y prepararse para salir.

Issei esperó alguna respuesta más de parte de la doncella, pero solo hubo silencio ¿Quizá si las cosas fueran diferentes ella le hubiera dedicado una sonrisa ante aquello?

La puerta se cerró con un ligero sonido dejando a Issei solo con sus pensamientos. La convicción llenó el cuerpo del castaño antes de apretar los puños con fuerza y mirar su brazo izquierdo decidido.

―Ddraig, quiero hacerte una oferta.

Naruto estaba aún despierto, no era como si pudiera dormir con propiedad ahora. No con Kalawarner fuera, todo esto era bastante tedioso la verdad. Si bien podía tener un cuerpo con "compatibilidad" sin Kalawarner para tratar las pequeñas "fisuras" era prácticamente imposible seguir bien. Sintió lo que le pasó, pero aún así, al final de todo, no quería ser cruel con un par de niños que no sabían cómo era el mundo.

Incluso ahora seguía perdonando tanto a Rias como Akeno, a pesar de todo lo que hacían, lo que provocaban, incluso ahora…

―¿Sigues despierto? ―Naruto parpadeó cuando escuchó la voz de Grayfia que estaba cerrando la puerta detrás de ella. Una risa suave salió de Naruto al ver a la mujer vestida de forma informal.

―Ah, lo siento, todos se fueron ya, una pena ¿Quieres tomar un poco? Guardé algo de vino, Kaguya ya se fue y Tiamat está roncando bastante si vas arriba ―una risa salió de Naruto cuando comentó aquello.

Grayfia le dio una sonrisa antes de sentarse al lado del rubio que estaba en uno de los sofás de la sala.

―Quiero decir esto de una vez…no se terminó lo de Rias-sama, Sirzech-sama me envió para que le diera una carta de invitación a Issei-san, lo más probable es que busquen un duelo ―después de decir aquello Naruto miró con confusión a la mujer.

―Issei no puede ganarle a Raiser no si fuera dos veces más fuerte, necesitaría al menos estar en balance break antes de poder ganarle, Raiser puede parecer un tono que está obsesionado con la fuerza, pero su fuerza no es para jugar, sigue siendo uno de los demonios de sangre pura que están siendo notables, con medios normales no se puede herirlo ―Naruto dio un suspiro y se rio para sí mismo. Era bastante tonto de parte de Sirzech esto, Issei era un pervertido, tenía un potencial a futuro absurdo, pero ahora mismo no era nada.

―También pensé eso, pero siento que tiene algo entre manos, no importa ahora ―Grayfia alzó los pies sobre la mesa y agarró la botella de vina que Naruto había tomado para servirle y bebió directo de la botella.

―¿Fia-chan? ―Naruto preguntó ante aquella reacción de la mujer.

―Estoy estresada ¿Quién crees que organiza la boda de Rias? ¿Quién organizó el juego? Diría que no me pagan lo suficiente pero no es cierto, esto es molesto, no duermo desde hace cinco días ―Grayfia movió su mano sobre su rostro y Naruto vio como el maquillaje se corrió antes de dar a la vista ojeras bastantes pronunciadas.

―Yo…―Naruto intentó decir algo, pero Grayfia le empujó con un dedo para que se recostara en el sofá.

―No intentes disculparte, esto es de la casa Gremory el que me estén explotando es parte del trato ―Grayfia dio otro gran trago al vino antes de lanzar la botella y recostarse en el regazo del rubio. Naruto parpadeó varias veces antes de ver a la mujer que dio un suspiro de comodidad para luego subir sus pies sobre el posador de brazo del lado contrario. Naruto miró a la mujer unos instantes antes de acariciarle la cabeza.

―Eres mucho más cómodo que él ―Grayfia comentó con los ojos entrecerrados, parece ser que el sueño por fin llamaba a la mujer.

―¿Es así?

―No intentas hacer nada, solo me intentas ayudar, consolar y estar ahí, no buscas nada a parte de nuestra felicidad, incluso ahora, a pesar de que hice algo que no estaba permitido por nuestro contrato, no me estás gritando o lastimando ―Naruto se rio ante aquella mención final de la mujer.

―¿Cómo podría? Fue corto el tiempo, pero ¿Sabes? Antes de que tuviéramos aquella conversación, sentí como si cada día que pasaba era más pesado que el anterior, puedes decir que te salvé aquella vez, pero no, tú me salvaste de una cosa que no podía, de mi mismo ―la sonrisa tranquila y afectuosa del rubio hizo que Grayfia viera al rubio con intensidad incluso apenas pudiendo estar con los ojos abiertos.

―¿Es eso así? Estamos iguales entonces ―la mano de Grayfia subió hasta la mejilla del rubio antes de que lentamente cerrara bien los ojos y lo ultimo que sintió fue como la mano de Naruto sujetaba la suya antes de que cayera.

Cualquier sentimiento de incomodidad, culpa remordimiento o si quiera pesar que cargó Grayfia en todo el tiempo que estuvo en conflicto se fue al instante de aquella acción.

―Dulces sueños reina de hielo.

Aquel susurro que Grayfia escuchó fue algo que hizo que su consciencia se fuera al instante y durmiera.

Comodidad.

Por fin.

Ella podía sentirse…feliz. Por más momentáneo que fuese esto.

Ella lo apreciaba.

Estoy pensando cambiar esto a cada dos semanas o tres, en vez de mensual, voy a ver como van las cosas y quizá termine subiendo más seguido todo.

Que puedo decir, estoy bastante tranquilo últimamente, no sé que hacer con las cosas que tengo, este capitulo fue reescrito dos veces y hecho en tres días, de igual manera siento que pudo ser mejor, pero me agrada lo que está puesto porque casi todo el escenario que quiero está preparado. Y esta vez no me tomó 26 capítulos.

Modifiqué algunas cosas de mi escritura normal, no sé si se va a sentir, si el capitulo es más raro de lo normal es porque estoy probando algunas cosas y su forma de emplear dado que ahora me estoy esforzando por mejorar mi gramática.

Perdón por cualquier palabra suelta o mal uso de esa, no es por un auto corrector, es por la forma en que escribo que se me quedan a veces así.

Comentarios:

LeMebCRdz: me alegro que estes feliz y expectante de mis actualizaciones.

Gabriel Suarez : no considero esto ni de asomo obra maestra pero muchas gracias por el ánimo, y bueno, aquí sigo.

DSarcas: Agradezco el voto de confianza y la forma en la que expresas el interés, espero verte en ese caso siempre, cosas como estas me alegran bastante leer. Un abrazo para ti también y cuídate.

btorresalizaga: Me odio bastante a mi mismo para que me odies, un poco más no me va a afectar. Grayfia está ahí, ninguno lado la trató mal, todos la quieren cuidar, pero uno le mintió, pero más por su bien y ella lo sabe ¿Por qué odiar a alguien que te cuida con tanta firmeza? Pero ¿Cómo dejar de lado a alguien igual? Eso me gusta.

Altair-Chaan: Veo que sigue con el odio bastante presente por Rias, Akeno e Issei, no lo juzgo, hay cosas muy cuestionables que hicieron que los fans perdonan como si nada. Pero no importa, mi objetivo con Issei está ahí, es un pervertido, pero sin motivación real aún, así que sí, sigue siendo igual. Kiba es de mis favoritos, una pena la poca luz que tuvo en la obra, pero bueno, cosas. Agradezco y espero que te siga entreteniendo la historia.

Andres Gutierrez1: Gracias, espero que este capitulo también sea de tu agrado.

DARKNIG: Yo también espero poder hacer capítulos más seguidos, pero no me pagan por eso así que hago lo que puedo. Espero que este capitulo sea de tu agrado y lo disfrutes también.

Reivaj: Ah, pides cosas que van a pasar y las sugerencias validas. Bueno, van a pasar cosas y suceder algunas otras cosas para terminar con ciertas cosas y dar esa cosa.

cristrol44: Lo de Arthur y vali surgió porque una vez hablamos con un amigo de que ambos no están en nada de eso y solo buscaban pelear, para terminar con risas sobre de que son iguales, pero a la vez no, como sea, Kiba está en un punto plano al igual que Grayfia y Rias…sí, algo egoísta la joven.

Guest (invitado): si dices teoría es porque se subió en algún lugar, o lo viste en algún lugar ¿Podrías mencionar de dónde? Espero que este capitulo sea de tu agrado.

VicenteVanCoco04: falta tiempo para algunas cosas que mencionaste, pero sí, se darán a su debido momento. Siempre pienso que cuando alguien mete un personaje y lo pone desde el comienzo o pre canon, entonces desaprovechan los cambios a los de su alrededor, me alegra que se note y que se sienta eso. Espero que el capitulo sea de tu agrado.

Si quieren usar cualquiera de mis historias para subir en algún lugar por favor al menos me pueden enviar un PM, me gustaría que me preguntasen, no me molesta que publiquen mis historias en otros lugares, de hecho, lo aprecio, pero por favor, al menos si me ponen como autor o algo relacionado se agradecería, hubo uno que de tanto repost ni siquiera sabía el título de la historia, me esfuerzo estudiando eventos, parte de historia y realmente dedico más de lo puedo hacer por la historia con tal de darle continuidad a algunas cosas que nadie nota, pero no importa.

No pido mucho, solo un PM y una mención y luego pueden hacer lo que quieran con la historia. De hecho, si la traducen a algún idioma estaría feliz. Como sea espero que el capitulo sea de su agrado.

Ah, comencé a subir el cap 1 de la historia a Wattpad por si ven que se público ahí la historia. Si, soy yo, es solo que me está dejando algo tocado que la gente no diga nada.

Rey de picas fuera.