Disclaimer

Todos los derechos pertenecientes a la Sra. Rowling, la WB y Salamandra.

No hay fines de lucro bajo la realización de este escrito, sólo la mera satisfacción y entretención que saco de ello.

Aviso

Espero que disfruten el capitulo. Ya esta todo llegando a su fin y tristeza me ha embargado. ¡No han dejado casi ningún review!

¿La historia se esta poniendo aburrida? ¿O ya no la leen?

Me deprimí, por eso me demoré tanto en actualizar. Lo lamento, aunque no me retribuyan como sueño, intentaré no repetirlo.

Dedicación

A un ángel que cambio mi vida. Milenco, todo esto es para ti.

¡Disfruten la lectura!

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Capitulo Treinta y Dos

Verdaderos amigos

- ¿En que parte del bosque los encontraron? –preguntó Harry.

Ya habían pasado un par de horas desde que le habían informado de la desaparición de Remus y Francis.

- Bastante cerca de la carpa de Lake. –informó alguien.

- Demonios… ya comenzaron a arriesgarse a entrar a nuestras líneas.

- Encontramos unos cuantos mortífagos inconscientes. Los dejaron botados, creemos que aumentaban en número considerablemente.

- Harry… quiero que busques al Ejército y les informes de las noticias, comenzaremos un rastreo –le indicó Dumbledore, el chico asintió- Arthur, necesito que vayas al ministerio y me consigas registros de aparición de la zona, tal vez no podamos saber donde llegaron, pero si cuantos fueron y eso nos dará cifras.

El señor Weasley desapareció sin preámbulos. Harry salió de la carpa y corriendo llegó donde sus compañeros. Hermione fue la primera en preguntar.

- ¿Pasó algo? ¡Te fuiste hace horas! ¡Y nadie nos dice nada!

- Llámalos a todos –dijo Harry.

Ella y Ron comenzaron a juntar a todo el Ejército, despertando a los que decidieron dormir desde más temprano.

- ¿Qué ocurre amigo? –Ron le preguntaba.

- Tengo malas noticias. Hace unas horas encontraron a William y Tonks en el bosque. Tonks esta con severos traumatismos, al parecer la golpearon luego de dejarla inconsciente y William, bueno… a él lo alcanzaron a sanar antes que lo encontraran, pero por las marcas recibió un golpe en la cabeza.

Hermione se llevó una mano a la boca, junto con un par más que notaba la dirección de esta conversación.

- Y no estaban con ellos ni Lupin… ni Francis… han desaparecido, los secuestraron.

Hubo murmullos y sonidos de sorpresa y horror.

- No estaban lejos de la zona B de carpas y Dumbledore nos ha llamado, nos necesita para rastreo junto con un grupo de aurores, ahora mismo. Así que vístanse que saldremos en unos minutos.

Comenzaron a separarse a realizar lo que debían.

- Harry… el cetro… Voldemort…

- Lo se Herms... Necesitamos recuperarla, esta en peligro –un dolor de garganta se le hizo presente.

El chico volteó a buscar una capa más abrigada y una fuerte punzada en la frente lo atacó. Quedó en cuatro patas en el suelo. La imagen de Remus encadenado junto a Francis le penetró la mente, una fría risa los oídos y el sabor a sangre llenó su boca.

- ¡Harry! –escuchó a Ron y Hermione gritar cuanto todo estaba más tranquilo. LA cabeza le palpitaba furiosamente, pero el dolor no era punzante.

- Harry… ¡Estás sangrando! –dijo la castaña, levantando el cuello y tapándole la nariz.

El cuerpo del chico comenzó a tiritar.

- Él la tiene… -alcanzó a decir Harry antes de desmayarse.

SssssssssssssssssS

El día pasó, y Harry se mantuvo en la enfermería acompañado por Hermione y Ron. Al parecer la intrusión de Voldemort lo había dejado más débil de lo normal, realmente estaba feliz, pero con el tiempo otros ataques a la cicatrices llegaron y el sentimiento no era de felicidad, si no de frustración.

El chico se tranquilizó con ello, eso le daba tiempo, tiempo para encontrarla y mantener el cetro en resguardo. Los aurores se dedicaron en una misión de rescate, mientras que el ED ayudaba cuando los mandaban a buscar cosas.

Y esta era una de esas ocasiones.

- ¡¿Potter! –llamó Moody.

- ¿Hay noticias? –preguntó el chico llegando al lado del auror.

- No, Tonks y Lodger siguen recuperándose, Tonks alcanzó a nombrar a Lestrange como causante de los secuestros.

Harry asintió.

- ¿Necesita algo?

- Sí, quiero que vayan con el Ejército a administrar con alimentos al otro campamento, el del sector sur, no hay gente que pueda, y no podemos arriesgarnos a aparecernos con esa cantidad de cosa, ocupa a todos tus hombres.

- Esta bien –murmuró, estaba cansado que los ocuparan para los mandados triviales.

Llamó a los chicos y se pusieron a recolectar lo que transportarían. En menos de diez minutos todo el ejército iba en camino.

- ¡No puedo creerlo! ¡Si hubiera sabido que nos tratarían como elfos me hubiera quedado en Hogwarts!

- ¡Para que veas lo que se siente ser uno! ¡Esclavitud y sacrificio diario por toda tu vida! –comenzó Hermione.

- Herms… no creo que estemos en condiciones de ponernos a discutir sobre la P.E.D.D.O

- ¡Harry! ¡Has aprendido! –dijo ella alegre y se quedó en silencio.

- Más vale aprenderlo, antes que corte cabezas –murmuró a Harry a Ron, él cual tuvo que reprimir una risotada. Afortunadamente Hermione no lo notó.

- Estamos en zona de Rulpins, se esconden en troncos que tienen este corte en la parte baja.

- Luna, los Rulpins no existen –comenzó Hermione. Pero la mano de Harry la detuvo.

- Tomen sus varitas –susurró al resto de los chicos.

Un gran número de varitas se elevaron en el aire, todos los chicos mirando atentos alrededor.

- ¿Practicando para Auror Potter?

Bellatrix Lestrange.

- ¿Eres la única basura que Voldemort utiliza para enviar?

- ¡Cállate sucio!

Los mortífagos comenzaron a aparecer por detrás de los árboles, los pasaban en número considerablemente.

- Vaya… ahora tenemos bien claro lo cobardes que son. 50 mortífagos, contra –miró a sus compañeros-¿15 adolescentes?

- Es una guerra Potter…

- No tienes porque aclararlo –dijo el chico fríamente.

Y con ello comenzó, los cajones con alimentos esparramados en todas las hojas caídas y la tierra, el ejército comenzó a esconderse en los árboles para ocuparlos de escudo y poder detener algunos mortífagos.

Harry, Ron y Hermione comenzaron a atacar con sus espaldas hacia ellos, protegiendo hacia tres ángulos, con una coordinación extraordinaria. Ernie McMillan fue uno de los primeros en caer al suelo, junto con otro par más, pero no podían detenerse, tenían que salir de allí.

- ¡Ejército! ¡Deben aparecerse! ¡Lleven a los que no pueden! –gritó Harry mientras protegía a Hermione de una maldición, y giraba para protegerse a él.

Los sonidos de que se estaban desapareciendo se oyeron y cuando los chicos iban a hacerlo, unos diez mortífagos los rodearon en un círculo, Bellatrix apareció entre ellos.

- Oh no Potter…. Tú no saldrás de aquí…

Y negro.

SssssssssssssssssS

- ¡Thomas! ¡Ve a buscar aurores! ¡De inmediato! –gritó Malfoy a Dean, el rubio había terminado como el líder inminente- Ginny, ve a los heridos junto con Lovegood, traten de sanarlos con lo que puedan.

- ¡Draco! ¡Seamus está sangrando demasiado!

El Slytherin miró a Seamus que estaba en el suelo con una gran mancha de sangre en el estómago.

- Yo me encargó de él.

Malfoy sabía, su madre le había enseñado desde pequeño, y tenía que salvar a Finnigan, tenía que demostrarles a todos, que en el fondo, él sí había cambiado, si estaba de su parte. Se agachó comprimiendo la herida, y miró levemente al resto, mientras unos atendían a los heridos, otros salían en busca de gente.

Tomó su varita y comenzó con todos los hechizos que sabía para detener la hemorragia, con un esfuerzo enorme logró cerrarla, se puso de pie y corrió al estante de pociones, sacó todos los filtros energéticos y una poción bastante rara que apuraba el proceso de regeneración y ayudaba al torrente sanguíneo.

Miró a su alrededor, definitivamente Seamus era el más necesitado, les tiró a los que estaban curando los filtros energéticos y le suministró al Gryffindor la poción. El color comenzó a mejorar lentamente. Soltó un suspiró que no sabía que contenía.

- ¡¿Que pasó! –gritó Madame Pomfrey alarmada, y corriendo al lado de Malfoy que estaba lleno de sangre.

- Ya esta bien.

- ¡Que le hizo!

- Le cerré la herida, detuve la hemorragia y le di una poción regeneradora.

La sanadora lo miró asombrada.

- Buen trabajo señor Malfoy.

- Gracias –dijo cortésmente.

Dean llegó con la profesora McGonagall y Dumbledore.

- Profesor… Bellatrix nos saboteó. –dijo Malfoy serio.

- Merlín… ¿Están todos bien?

- Sí… -continuó Ginny ahora a su lado- Harry nos mandó de vuelta y-

- ¡Potter! –Gritó el rubio alarmado- ¡Potter, Weasley y Granger! ¡Ellos no volvieron!

Dumbledore tenía una expresión seria y la profesora se le podía ver tristeza en sus ojos.

- Lléveme de inmediato al lugar señor Malfoy.

- Por supuesto.

Y el rubio apareció al director al lugar donde todo había ocurrido. La marca tenebrosa sobre sus cabezas. El suelo lleno de alimentos hechos pedazos. Malfoy estaba impasible ante la marca, al igual que el director.

- Profesor… ¿No creerá que los han-

- No lo creo Draco…

- Probablemente piensan que Finnigan murió. Estaba muy mal.

El director asintió.

- Vamos al campamento, todo se ha adelantando, con Harry y Francis en manos de Voldemort todo el plan cambia.

SssssssssssssssssS

Harry abrió los ojos lentamente, estaba en un suelo de piedra, helado y muy duro, roca. Levantó la mano para arreglarse las gafas, pero estaba amarrada a la pared.

Los músculos le dolían, se sentó con cuidado contra el muro y puso las piernas al pecho, se arregló las gafas y miró a su alrededor. Hermione tenía los ojos abiertos, alarmados y llenos de lágrimas, pero tenía la boca amarrada y lo miraba completamente feliz. Ron estaba acostado a un metro de distancia de ella.

- ¡Hermione! –gritó contento.

Ella le hizo una seña de silencio.

- ¿No puedes sacártelo? –le preguntó en voz más baja.

Luego de un par de minutos y de contorsionarse un poco, Hermione se liberó de la amarra en la boca.

- Gracias a Merlín.

- ¿Ron?

- Esta inconsciente. Pero despertará, tiene que hacerlo. ¡Estaba tan asustada! ¡No podía ver si estabas vivo!

- ¿Qué pasó?

- Te golpearon en la cabeza, y nosotros nos distrajimos, le pegaron a Ron y a mi me tomaron y aparecieron como en un vestíbulo, tenía miedo, pensé que intentarían algo, pero luego llegaron los mortífagos con ustedes y nos encerraron en este lugar. Estamos en el subterráneo, a mano izquierda de esta puerta siguiendo el pasillo hay una escalera, si la subes y entras por la segunda salida llegarás al vestíbulo, la primera estaba cerrada, no pude mirar.

- Menos mal que no te pegaron a ti también. Al menos sabemos algo del lugar –ella asintió- Hay que salir de aquí.

- Ya lo intenté. Estamos completamente amarrados a las paredes, sólo lo haremos con magia.

- ¡Maldita sea!

Harry comenzó a pensar, entre ambos, intentaron diferentes cosas, sin ningún resultado. Ron durante ese tiempo estuvo moviéndose un poco.

Un par de horas habían pasado y ya no estaban tan desesperados, sólo una varita los iba a sacar de ahí, y las habían tomado todas. Atrapados, así se encontraban, completamente atrapados, el sentimiento de impotencia construyéndose dentro de ambos.

Ron despertó. Un gruñido le salió cuando se tocó la cabeza.

- ¿Estas bien hermano?

- Sí… eso creo…

- Estás sangrando un poco solamente –le dijo Hermione revisando la cabeza.- No morirás por ello –dijo tratando de dar humor a la situación. No resultó.

- ¿Hace cuanto estamos aquí?

- Dos horas y media –dijo Hermione mirándose el reloj.

Y Harry miró el de él. Podía asegurarse.

- Al menos tengo buenas noticias –murmuró. Sus dos amigos lo miraron esperanzados.

- Ginny y Luna están en la carpa, Draco en batalla, y… Remus, Francis, ustedes y yo, en Peligro –lo último lo dijo en un tono optimista- Ahora no tenemos dudas –la broma tampoco resultó, los tres se hundieron.

Una media hora más pasó para que escucharan unos pasos afuera. Los tres se hicieron los inconscientes recostándose en el suelo.

Alguien abrió la puerta y avanzaron donde Harry. El chico sintió una fuerte patada en el estómago, de esas que te dejan sin aire y comenzó a toser.

- No me sirves durmiendo Potter –dijo Dolohov con malicia.

Atrás de él estaba McNair. Hermione miró de inmediato a la persona que habló, era el mortífago con cara de bebé que le había lanzado la maldición. Y ahora volvía a patear a Harry haciéndolo encogerse de dolor.

- ¡Déjalo!

- ¡Pero si es la sangre-sucia! –habló alegremente Dolohov- ¿Quieres que termine el trabajo del departamento de Misterios?

- La to- to-cas y no conta- contarás el ma- ña- mañana –logró decir el moreno entre tos y jadeo.

Ron se sentó y se puso lo más delante de Hermione para protegerla.

- ¡Que tierno! ¡Los dos noviecitos cuidando a la asquerosa! ¡Hombre! ¡Búsquense a una verdadera mujer! –aportó McNair.

La castaña se mantenía con el entrecejo fruncido, pero no demostró señal de miedo, Ron seguía con el mismo gesto, mientras Harry trataba de recuperar el aire perdido.

- Ya, estamos perdiendo el tiempo, el Señor Tenebroso quiere asesinarlo pronto. –apresuró Dolohov.

- Yo lo suelto –y con otra patada y un golpe en la cara, esta vez de parte de McNair liberaron a Harry, lo levantaron del suelo, el chico estaba atontado y lo comenzaron a sacar del calabozo.

- Ustedes donde esperen, ya vendrán por ustedes, están decidiendo que mejor forma de eliminarlos –y con una risa siniestra Dolohov los encerró.

- ¡Harry! –gritó Hermione soltando unas lágrimas.

Ron intentó confortarla, pero no pudo llegar donde ella.

- Tenemos que salir de aquí Hermione… tenemos que ir a buscar a Harry…

Ella asintió.

SssssssssssssssssS

Esta vez la batalla estaba en serio. Malfoy y algunos miembros del ED estaban hombro a hombro con los aurores enfrentándose a largas filas de mortífagos, la ventaja era que segundo a segundo, refuerzos iban llegando para ellos, mientras los mortífagos se mantenían.

Ginny, Luna y algunos de los chicos que tenían mejores habilidades en curaciones se quedaron en la carpa ayudando a sanar a los heridos. Malfoy había decidido ir al campo.

El rubio lanzó una maldición a un encapuchado que intentaba atacar a Moody.

- Buen brazo chico –le gruño el auror.

- Gracias –le dijo, aún estaba algo incómodo alrededor de la persona que supuestamente lo había convertido en hurón, a pesar de que el verdadero no lo había atacado, no dudaba que de haber tenido la oportunidad lo hubiera convertido de igual manera.

Siguió moviéndose y botó a un par de mortífagos. Con un giro alguien lo tomó del cuello.

- Pero si es el pequeño traidor Malfoy…

- Goyle, ¡Sue-Suéltame! –dijo con dificultad al que una vez había sido su 'amigo'.

- ¿Qué se siente ser ahora al que atacamos? –preguntó Crabbe atrás de Goyle.

- ¡Te lo dijimos! ¡Weasley era una mala influencia! ¡Mira lo que han hecho contigo! –Goyle rió.

El chico lo tiró al suelo y entre ambos lo patearon, Malfoy levantó la varita y los hizo caer a ambos, con un movimiento más los amarró a ambos otra vez.

- No les hago nada, una porque son jóvenes y unos idiotas por seguir a Voldemort, y dos, porque quiero creer que alguna vez fuimos amigos –la segunda razón la dijo en un mero susurro, pero ambos ahora mortífagos lo oyeron perfectamente y por un solo segundo nostalgia cruzó sus ojos.

- El lado oscuro nunca te dejará Malfoy, estás marcado de por vida. –murmuró Gregory.

- Tú padre no te dejará y Voldemort te perseguirá cuando suba al poder. –terminó Vincent.

- Mi vida no se regirá por un tatuaje en mi brazo, mi corazón será el que decida, YO seré él que decida, no Voldemort ni mi padre.

Y los dejo a mano de los aurores que arrastraban prisioneros. Continuó peleando, esperando no tener que encontrarse con otro Slytherin, porque lo aceptara o no, todo esto le había dolido, había crecido junto a ellos y a pesar de que nunca fue verdadero amigo de ellos, todos los años de inocencia se mantenían en su mente. Perturbándolo, acechándolo.

¡Como odiaba a Voldemort!

SssssssssssssssssS

Harry pasó la primera puerta que le habló Hermione, efectivamente estaba cerrada, no veía claramente, un chorro de sangre le corría por encima del ojo derecho y seguía atontado luego de los golpes. Pero notó que continuaban subiendo, pasando por la puerta que llevaba al vestíbulo.

Al llegar al destino, abrieron la puerta y lo tiraron al suelo, este era duro y frío, más frío que el del calabozo, y el viento jugaba con su pelo, estaban en un balcón. Unos pies se posaron al lado de su cara.

Moviendo el cuerpo lentamente a causa del dolor levantó la cabeza, para encontrarse con esos ojos, esos ojos que lo atormentaban día y noche, desde que los había visto en ese fatídico evento en cuarto año. Rojos, como la sangre…

- Potter. Me alegro de verte esta noche… Y espero que disfrutes de tus últimos momentos.

- Sinceramente espero que sean los tuyos Ryddle.

- Creí que te había quedado claro que no debes nombrar el asqueroso nombre de mi padre ¡EN MI PRESENCIA!

- Que delicado –gruño el chico tratando de ponerse de pie, no tenía miedo, tenía rabia y el más intenso odio, iba a matarlo. Iba a asesinarlo, costara lo que costara.

- ¡EXPELLIARMUS!

Una fuerza lo lanzó volando por los aires haciéndolo chocar contra el duro muro de piedra. Al parecer la muerte de Voldemort iba a tener que esperar.

¡Como odiaba a Voldemort!

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Notas de la Autora

¿Les gustó?

¡Por favor digan que sí!

En verdad me deprimí, si recuerdo bien el último capitulo recibió UN review. UNO. Espero que no haya sido mi culpa y de las personas que solían dejar palabras siempre estén bien y no les haya pasado algo. Antes tenía de esos lectores regulares y la mayoría ha ido desapareciendo.

Pregunto de nuevo.

¿Están bien?

Ese es el problema de las conexiones por Internet y los conocidos o amigos que te hacen. Por lo general si no los ves más, no sabes si les pasó algo o no. Una persona podría morir y uno no tiene idea, al menos yo me aseguré y si algo me ocurre tienen que revisar el perfil, hice una especie de testamento cibernético. LOL. Soy una loca, lo sé.

Ya me voy, no los molestó más. Lo único que les digo es: el siguiente capitulo lleva como titulo: EL CETRO DE MERLÍN. Al parecer por fin veremos una de las escenas que estaban en mi mente desde el comienzo de este fic. El retiro del cetro y la manera que residía en Francis ha sido algo constante a lo largo de la creación y me gusta como la capté.

"Los reviews son el oxígeno de un escritor de fics"

¡No quiero morir ahogada! ¡Ni tan joven!

¿Por favor?

Francis

Delusional al 100