Disclaimer

Todos los derechos pertenecientes a la Sra. Rowling, la WB y Salamandra.

No hay fines de lucro bajo la realización de este escrito, sólo la mera satisfacción y entretención que saco de ello.

Aviso

Espero que disfruten el capitulo. Aquí lograran presenciar el Cetro de Merlín, objeto en el que me he estado balanceando por tanto tiempo. Dejen review si les gusta.

Dedicación

A un ángel que cambio mi vida. Milenco, todo esto es para ti.

Y para Cecilia, hasta por review exigiendome actualizar! Aquí lo tienes.. Te quiero mucho, mamá.

¡Disfruten la lectura!

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Capitulo Treinta y Tres

El Cetro de Merlín

- ¡Que pasa Potter! –dijo Voldemort en un tono liviano paseándose ágilmente por delante del chico que jadeaba en el suelo.- ¿Toda esas clases de defensa no han servido de nada¡Incluso oí que hiciste un Ejército¡De adolescentes! –Voldemort río fríamente.

- Adolescentes que han detenido varios de los tuyos –gruño Harry.

- Me sobran, la captura que si me asombro fue la de Lucius, espero que ese enfermo no haya dicho mucho –el hombre hablaba casi para si mismo.

- Tu enfermo no ayudó mucho. –murmuró Harry.

- Me alegro. ¡Párenlo! –ordenó poniéndose de pie y haciéndole una seña a Dolohov y McNair.

Ambos tomaron a Harry de los brazos y lo levantaron, Harry apenas pudo mantenerse de pie, estaba muy cansado. Su varita fue ofrecida.

- Para que el mundo no diga que Voldemort derrotó al poderoso Harry Potter de manera cobarde, ya mucho han hablado de mí por esa noche en el valle de Godric.

La cara de Voldemort estaba completamente pegada a la de él, susurrándole en el oído, con esa voz silbante.

- Eres un fraude ¿Lo sabías? –le siseó en pársel.

- No más que tú. Eliminado muggles, hijos de ellos y mestizos. Siendo tu uno de ellos –le siseó de vuelta en el idioma.

- ¿Ves? En eso te equivocas… ya no me interesan los sangre-sucia solamente, ahora todos corren, lo que quiero es poder, por sobre todos.

- ¿No crees que eres un poco ambicioso?

Harry sabía que todo este dialogo era tratado de ser entendido por los dos mortífagos que los acompañaban, y por la mirada del que él alcanzaba a ver, estaban con miedo.

- La ambición es necesaria en esta vida –Voldemort terminó con normalidad, pero con el siseó permanente.

Esa era su oportunidad, brazos casi sueltos, la cara de Voldemort a centímetros, su varita a mano. Pero se arriesgaría, tenía que hacer esto.

¡PUNCH!

Con toda la fuerza que pudo recolectar le plantó un golpe en el lugar donde debería estar la nariz. Voldemort retrocedió poniéndose las manos en los agujeros y soltó un gritó.

- ¡Desgraciado!

Los mortífagos lo patearon de nuevo dejándolo en cuatro. Y jadeando. Estaba mal, pero eso se había sentido genial. Había golpeado a Voldemort.

El Innombrable le lanzó la varita al suelo.

- ¡Tómala¡Tómala o ella saldrá lastimada!

Harry levantó la mirada y siguió donde Voldemort indicaba, la puerta estaba abierta y ahí estaba Bellatrix con la varita levantada dejando colgar a una persona. Francis.

SssssssssssssssssS

La puerta del calabozo se abrió, Hermione y Ron había discutidos escenarios, en caso de que eso sucediera, sólo tenían que esperar por las posibilidades.

Parkinson, Zabini y Nott entraron por la puerta.

- Vaya, vaya, vaya… pobretón Weasley y la sangre sucia come-libros.

- ¿No nos pudieron enviar a alguien con más cerebro? –le murmuró Hermione a Ron al ver a Pansy.

- ¡Que tanto murmura la parejita! –ahora era el turno de Zabini.

- Basta de palabras –dijo Parkinson- ¡Nott tu tomas a Weasley con Zabini! Yo me encargo de Granger.

Los tres se acercaron a los chicos, Zabini se agachó para desatar a Ron con la varita, cuando tenía una mano fuera, el pelirrojo lanzó un pie al aire golpeando de lleno en la nariz a Nott que estaba inclinado hacia delante, atrapado en el momento Zabini se llevó un puñetazo en la nariz.

Pansy se lanzó a hechizar a Ron, pero el chico tenía la varita de Zabini en la mano y la lanzó contra la muralla, haciendo perder la varita de la chica también, soltó a Hermione y la castaña tomó la varita de Pansy.

Blaise y Theodore estaban en el suelo, ambos con la cara sangrando y quejándose de dolor, al parecer la varita de Nott se había perdido también.

- Hermione… busca la varita de ese imbécil.

La chica se puso a buscarla mientras Ron amarraba a los tres mortífagos. Hermione la encontró y la partió en dos.

- ¡Desgraciada¡Mi varita!

La prefecta lanzó los trozos al piso.

- ERA tu varita.

Con un movimiento de la de Pansy los tres quedaron silenciados. Los ató aún más, las varitas no eran propias y no podían arriesgarse.

- Vamos Ron… encontremos a Harry y lo sacamos de este lugar.

Iban a salir cuando ella se detuvo, giró rápidamente y le dio voz a Pansy de nuevo.

- ¿Dónde esta?

- ¿Dónde esta quien?

- Harry…

- En una tumba Granger –y la chica soltó una risa.

- En verdad estás enferma ¡Donde esta! –gritó.

- No te lo diré

Hermione le puso la varita en la garganta.

- Dime, o te juro que te arrepentirás. –dijo Hermione en un tono amenazante.

La Slytherin tragó con dificultad.

- El Señor Tenebroso esta en el balcón. La última puerta en la escalera.

- Gracias. Al menos te queda algo de cerebro en esa cabeza.

Antes que la otra chica contestara Hermione la silenció e inmovilizó a los tres.

Los dos sellaron la puerta y comenzaron a subir, Hermione se detuvo en la que había visto cerrada cuando recién llegó.

- Hermione… -susurró ron exasperado- ¡Vamos! Es tarde, tenemos que encontrar a Harry y no hay mortífagos.

- Espera un momento…

Hermione puso el oído y nada salió de la habitación, con unos cuantos hechizos logró abrirla.

- ¿Qué estás haciendo! –susurró aún más fuerte.

- Presentimiento. Vamos, entremos.

Y con eso Hermione desapareció tras la puerta, Ron resignado la siguió.

- ¡Ron¡Es el profesor Lupin! –dijo emocionada, el pelirrojo selló la puerta.

- ¿Esta muerto?

La castaña abrió la celda que estaba dentro de la habitación, y se acercó al profesor. Cuando estuvo a unos cuantos centímetros del hombre, Lupin levantó la cabeza e intentó morderla.

- ¡Merlín! –gritó la chica alejándose.

- Hermione ¡Sal de ahí de inmediato!

- ¿Profesor?

- ¿No deberías tener claro que el no te reconocerá¡Ya tuviste tu aventurita con Lupin y Harry¡Hermione!

- ¿Nunca has tomado atención en clases¿Ni siquiera en Defensa?

- ¡Mi manera de estudiar no entra en discusión!

- No estoy de ánimos de discutir ahora Ron. Lupin me conocerá, no esta convertido, la luna no lo ha tocado.

- ¡Pero apenas salgamos lo hará!

Hermione miró alrededor tenía que encontrar algo que los ayudara a salir y sacarlo de ahí.

- Eso esta por verse –murmuró cuando encontró los que buscaba.

- ¿Qué es eso?

Ron apuntó lo que Hermione estaba mirando. Parecía una botella dada vuelta y goteaba lentamente hasta llegar al piso, a un par de metros de Lupin que volvía a estar en el suelo.

- Creo que lo estaban torturando Ron –la chica se agachó y tocó lo que parecía ser una poción. La olfateó y probó la puntita de su dedo- Poción matalobos. Estaban torturándolo, la cadena no lo deja llegar aquí.

- Desgraciados.

- Ven, sácala, tú eres más alto y deja que lo beba.

Ron asintió y Hermione se dirigió al mueble que estaba en la habitación, tal vez encontraría algo útil. Comenzó a abrir los cajones, hasta que encontró lo que necesitaba.

- Encontré nuestras varitas Ron.

El chico le lanzo la de Zabini, Hermione la partió en dos junto con la de Pansy, y le pasó la propia. Ron salió de la celda y ambos vieron a Lupin calmarse. Luego de unos minutos Hermione volvió a entrar.

- ¿Profesor Lupin?

El hombre lobo la miró con expresión ida.

- Hace años que no soy tu profesor Hermione –le dijo sonriendo.

La castaña le devolvió la sonrisa. Y lo liberó.

- Profesor, no durará mucho, apenas salga de este lugar tiene que aparecerse a donde pueda mantenerse seguro.

- No puedo, tenemos que encontrar a Harry…

- Nosotros nos encargaremos de ello.

- Yo pasaré la voz –Lupin aseguró y entre los tres salieron cautelosos de la habitación.

SssssssssssssssssS

- ¡Francis!

- Sabía que la necesitaríamos a ella para que reaccionaras.

- Aléjate de ella

- Entonces pelea.

Harry tomó la varita. Si Voldemort quería pelear, pelearía. Pero antes que pudiera lanzar un hechizo se encontró pegado a la muralla, el viento azotándolo.

- No –dijo en tono aburrido- Creo que me aburriría demasiado, mejor quédate para que disfrutes el show, me enteré que es bastante doloroso para el portador.

La castaña estaba completamente suelta, inconsciente y mortífagos comenzaron a entrar, la chica colgaba en una esquina.

- Despiértala Bellatrix… el ritual lo tiene que hacer ella.

La mortífaga movió la varita y el cuerpo de la castaña tomo vida. Abriendo los ojos lentamente divisó al ojiverde.

- ¡Harry!

- ¡Que emotivo! –Voldemort puso una voz dulce llena de sarcasmo- ¡Hemos reencontrado a la parejita!

La chica recién tomó en consideración donde estaba y un semblante pasivo y serio tomó poder sobre ella.

- Buenas noches –lo saludó con seriedad.

- Me alegra que tengas modales, jóvenes como tú se necesitan. Buenas noches a ti también.

De no haber estado en esa situación Harry se hubiera reído, por lo irónico de la situación, pero eso no cabía dentro del momento.

- Unos minutos y nuestra señorita aquí nos dará el Cetro, pero primero tendremos que esperar a nuestros invitados de honor.

El primer pensamiento de Harry, fueron Ron y Hermione, cerró los ojos rogando porque ese no fuera el caso.

- Es un caso perdido muchacho, tus amigos ya están muertos. No te preocupes.

- Eso es una mentira –dijo Harry completamente enojado, pero por dentro no estaba muy seguro de sus palabras.

- Espera un poco y lo demostraré. Ahora necesito conseguir algo. Algo que la señorita Lake me proporcionará.

- Ni en tus sueños. Ryddle.

Voldemort sonrió con malicia antes de abofetear a la chica. Francis lo escupió.

- Y hasta aquí llegaron los modales. ¡Crucio!

Francis estaba tiritando todavía afirmada por el hechizo, pero el crucio la tenía con los ojos cerrados. Voldemort sólo sonreía. Un aullido lo interrumpió.

- Creí que lo tenían sin luz…

- Esta encerrado en el primer dormitorio señor –dijo McNair tímidamente.

- ¡Anda a ver que ocurre¡Y lleva a Dolohov! Par de cobardes –murmuró bajo su aliento.

SssssssssssssssssS

- Chicos… tienen que salir de aquí…

- Prof- Lupin, Harry esta en este lugar ¡No puedo dejarlo aquí!

- Yo me encargo de eso.

- En esto me acoplaré a Hermione. Primero que todo, usted es el que debe irse, no podemos arriesgarnos a tener un hombre lobo suelto, con todo respecto –dijo el chico levantando las manos- y segundo, si usted se queda, nosotros lo haremos, porque mi mejor amigo y una amiga están en este lugar y yo no desaparezco sin ellos.

Caminaron por el pasillo y un rayo de luz de luna apareció por un resquicio. Lupin aulló inconscientemente.

Los dos mortífagos salieron rápidamente del balcón para bajar por las escaleras. Iban con varita en mano, cuando la imagen de tres personas los detuvo.

- ¡Deténganse! –gritó Dolohov.

- Merlín –murmuró Ron apuntando su varita a Dolohov.

Los hechizos comenzaron, Lupin había recuperado su varita desde la misma habitación, eran tres contra dos, pero pronto llegarían más, el ruido llamaría su atención.

- ¡Ron¡Hermione! Tienen que salir de aquí e ir por gente¡Ahora!

- ¡Pero-

- ¡Dije ahora!

- Hermione ve tú, yo me quedo con Lupin.

- Ron…

- ¡VE!

La castaña asintió y salió corriendo hasta la salida donde pudiera aparecerse lejos. Tenía que devolverse pronto, tenía que hacerlo o tal vez sería demasiado tarde.

Logró salir al bosque, el lugar donde estaban parecía una mezcla entre castillo y mansión, pero estaba bien internada, no se podía ver más allá de tres metros a la redonda, sin prestar mucha atención a loa alrededores cerró los ojos y desapareció.

La carpa estaba llena de heridos y gente que trataba de ayudarlos, era un caos completo, a lo lejos divisó a Dumbledore, escuchó a algunas personas que llamaban su nombre, pero tenía que hablar con el profesor.

Corrió hasta llegar a su lado.

- Profesor Dumbledore…

- ¡Señorita Granger!

- Profesor… Harry, Ron, Remus y Francis están en la guarida de Voldemort, nos tenían encerrados, Voldemort tiene a Harry, tenemos que llegar, tenemos que prevenir que se adueñe del Cetro.

- La batalla acaba de terminar, espere un momento mientras juntamos tropas.

Ella lo miró inquieta.

- Profesor… yo le muestro a alguien donde queda el lugar, pero mis mejores amigos están encerrados en esa mansión y tengo que ir por ellos.

- No se preocupe, iremos, lleve al señor Malfoy, el nos dirá, en unos minutos los acompañaremos.

- Gracias profesor.

Hermione se puso a buscar frenética a Draco, el chico estaba sentado y Ginny le curaba el brazo.

- ¡Granger! –gritó el chico cuando la vio acercarse.

- No tengo tiempo Malfoy –y le tomó el brazo apareciendo con ella a Ginny y Draco.

- ¡Hermione¡Que haces!

- Memoriza este lugar Malfoy, aquí tienes que traer a las tropas en unos minutos, por favor váyanse, tengo que volver.

- Yo… yo conozco este lugar… -murmuró el rubio- Es la casa de mi tía Bellatrix. ¡Por eso conoce tanto la zona¡Maldita sea¡Debí suponerlo!

- Draco… vamos…

- No, tú ve… no dejaré a Granger sola. Además hace un tiempo que quiero enfrentarme a mi tía.

Hermione vio la decisión en sus ojos y asintió.

- Ginny, ve, rápido –le mandó el chico.

La pelirroja los miró a ambos antes de desaparecer.

- ¿Desde cuando sabe aparecerse?

- Clases particulares con Draco Malfoy, a su servicio. –le sonrió- Vamos Granger, tenemos mortífagos que derribar.

SssssssssssssssssS

- ¿Tienes todo preparado Bella?

- Si, en un minuto.

La mortífaga desde hace un buen rato estaba dibujando un círculo en el suelo con diversas tramas dentro, asociándolo a Merlín, podría haberse parecido a la Mesa Redonda. Y al parecer eso era exactamente lo que se pretendía, porque una cantidad similar a la de la Mesa se puso alrededor de Francis que ahora estaba parada en el medio del círculo.

Harry trató de zafarse de las ataduras, pero era casi imposible, sólo lograba moverse un poco. Y miraba con desesperación a su amiga colgando en el medio, con el pelo largo y liso cayendo por delante de su cara y la mejilla roja por los golpes.

La impotencia crecía lentamente y al ver a los mortífagos sentados alrededor en posición meditativa. Estaban preparados para ello y por supuesto que lo estarían, Francis ya llevaba días en el lugar. Cerró los ojos con rabia. ¡Debieron actuar antes!

Un ruido de explosión llamó la atención de algunos. Con un movimiento de mano por parte de Voldemort mortífagos salieron. El hombre miró a Francis con sus ojos rojos.

- ¡Lake¡Libéralo!

- No… -susurró.

- ¡Hazlo!

- ¡No! –y lo miró con determinación y odio.

- Ahorrémonos todo esto, sabemos que no podemos obtenerlo si tú no lo entregas, pero hay formas para convocarlo y esas formas dolerán. Así que si no lo haces, sufrirás más de lo que deberías…

- Hazlo ¿Tú crees que yo no estoy preparada para ello?

- ¡No seas tonta niña!

- Te dije que lo hicieras. ¿Quieres convocarlo¡Hazlo¡Yo no lo entregaré¡No a un enfermo que quiere asesinar al mundo!

- Ya que estamos con esa postura, intentaremos otro lado.

Voldemort la miró desafiante, se acercó a Harry y puso la varita a unos centímetros de la garganta del chico.

- Hazlo o el muere –dijo con malicia y amenaza.

- No lo escuches Francis… ¡Él no puede tenerlo!

- ¡Ava… -comenzó el hombre haciendo que pequeñas chispas verdes salieran de la punta de la varita.

- ¡No! –gritó la castaña.

- ¿Ves? Sabía que encontraríamos una manera.

- ¡Francis¡No lo escuches¡Yo no importo¡No cedas el cetro!

- ¡Hazlo o el muere!

- ¡No lo escuches!

- ¡Hazlo!

- ¡No!

- ¡Entrégame el cetro!

- ¡No valgo la pena!

La chica cerró los ojos con fuerza. Y asintió mientras una lágrima caía por su mejilla.

- Lo haré.

- ¡NO!

- Harry… tienes que entenderlo, no puedo dejar que te asesine. No si logra conseguirlo por otros medios.

- Pe-

- Suéltenme las manos, hago un voto de confianza, no realizaré nada durante el proceso.

- Así me gusta, una promesa es una promesa. ¡Suéltenla!

Ahí Harry notó, Francis estaba colgada, pero tenía las manos hechos puños y estaban reforzadas con un brillo especial, brillo que se desvaneció cuando Bellatrix movió la varita.

Francis relajó los brazos y cerró los ojos, respiró tranquilamente y a su alrededor los mortífagos comenzaron a mecerse en un mismo ritmo. La chica tomó su mano izquierda y apretó su cadena con la esmeralda que colgaba del cuello, la piedra soltó un pequeño silbido. Mientras que la derecha la posicionó en el esternón apretando firmemente.

Murmuró cosas ininteligibles e inaudibles, todos los ojos posados en ella, Harry la miraba expectante al igual que Voldemort que se mantenía a su lado. Un brillo comenzó a ser emanado de su cuerpo, mientras flotaba a unos meros centímetros del suelo, un pequeño rayo salió a través de su mano derecho, dejándola caer, al igual que la izquierda, su cuerpo completamente lacio y la cabeza hacia atrás dejando caer el cabello.

De pronto una pequeña esfera color blanca brillante salió por el rayito desde el esternón, Harry se preguntó si ese era el cetro, pero no, poco a poco una luz comenzó a cegarlo y luego que todo se calmara un espejo apareció enfrente de ella.

El silencio era sepulcral y al parecer Voldemort sabía que hacer, se alejó de Harry y se posicionó enfrente del espejo que no era más grande que el torso de la chica, con un pequeño borde de plata y unas cuantas esmeraldas incrustadas. Los ojos rojos de Voldemort brillaron con satisfacción, ambición, poder y malicia.

Tentativamente comenzó a acercar la mano, al parecer veía el cetro. Y la metió con fuerza, con brutalidad. Desde el punto donde se encontraba Harry, podía ver el espacio que separaba el espejo de Francis, alrededor de cinco centímetros. Pero el cuerpo de Francis fue sacudido de la misma manera que hubiera sido movido si una persona hubiera metido la mano dentro de la manera que Voldemort lo hizo.

El hombre siguió removiéndola realizando lo que estaba haciendo y reía sádicamente, sacudiendo más y más.

- ¡Déjala¡La estás dañando¡Toma el Cetro y déjala!

- ¿Crees que me preocuparé de ella¡Lo que menos necesito es una portadora!

- Por favor… -susurró.

- ¿Harry Potter esta suplicando?

- Por favor déjala. Toma lo que quieras, pero déjala. Ella cumplió su palabra, no le hagas más daño.

Voldemort endureció su mirada. Pero mirando luego el espejo, aún con la mano dentro sacó lentamente algo entre blanco y plateado, largo y delgado, y en la punta una gran piedra verde, una esmeralda. Era el Cetro de Merlín. Y Voldemort estaba en posesión.

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Notas de la Autora

¿Les gustó?

Por favor, díganme que sí. Al menos ahora subimos a dos. Que patético, como sea. Lo que hago, lo hago por diversión.

Los comienzos del rito realizados en este capitulo están casi del comienzo y me recuerdan a una de las temporadas de Sailor Moon. ¿Y a ustedes?

Sí, de ahí saqué parte de la idea… en el próximo veremos más batallas, queda poco para el final, y estoy pensando que tal vez no haga la continuación muy pronto, no vale la pena.

Vale la pena por la satisfacción que tendré, pero no por todo el tiempo que gastaré y podré ocuparlo escribiendo Harry/Hermione que son las historias que me llenan e inspiran.

Déjenme algún comentario, de verdad los aprecio.

"Los reviews son el oxígeno de un escritor de fics"

¡No quiero morir ahogada¡Ni tan joven!

¿Por favor?

Francis

Delusional al 100

PD: Lo estoy actualizando hoy, por que mi mamá a amenzado con castigarme por si no lo hago Que linda ella, no? (Se nota el sarcasmo?) jajajaja...