NOTA AUTORA:
¡oh! Muchas gracias, de veras, he hecho esto con dedicación, por eso me esfuerzo para que sea como Uds. Desean, aprendiendo de mis errores que si no fuera por Uds. No los podría remediar. GRACIAS DE VERDAD GRACIAS.
Bueno este es un cap, dedicado a quien siempre me ha apoyado y me ha dicho todos mis errores para que los arregle, esta conmigo desde que empecé este Fic y sus Rew nunca han fallado, por eso he hecho este cap, para ti shadir por eso pedí tu signo, espero que te guste… bueno eso espero y si no te gusto o no era lo que pensabas dime… por favor así mas adelante hago algo mejor jejeje.
"el amor fraternal del hielo"
Kiki ahora se paraba y dejaba a su amigo sin vida recostado en el suelo, Franzel estaba al lado de él, pero este ni siquiera la miro, se fue a lo alto de una roca y se coloco en posición de "flor de loto" (para que entiendan, es muy latoso explicarlo) y se puso a meditar. Franzel lo miro, se dio vuelta para que nadie la mirara y se seco las lágrimas, sabia llorar muy bien en silencio, toda su vida lo había hecho así.
Mientras que en otro lugar estaba Camus y Hyoga, quienes volvían a mirar a su oponente con las mejillas mojadas a causa de las lágrimas.
- jajajaja murió ese estúpido, ya era hora, al fin y al cabo Gemion y Katus, eran muy débiles- dijo el oponente de estos dos.
- cállate, el murió con gloria y honor y tu solo morirás como un perdedor- le dijo Camus.
- Él era fuerte y digno de ser un caballero. Me enorgullezco de él.- dijo Hyoga.
- pero que hermoso, me encanta!- dijo este, luego puso una cara de asqueado- creo que voy a vomita, terminemos con esto ahora, soy Satus de Hielo y nadie me haces esperar, "rombos de hielo"- dijo mientras salía, miles de grandes pedazos de hielo en forma de rombos, que fueron a dar a camus y Hyoga, quienes con suerte los pudieron detener por el tamaño de estos y a de mas recibiendo grande heridas por lo filosos que eran. Camus y Hyoga miran sus manos ensangrentadas.
- que hombre tan poderoso- dijo Hyoga, al ver tanta sangre que emanaba de sus manos.
- costara vencerlo- se dijo camus, mientras dejaba sus manos y pensaba una manera de cómo vencerlo.
- polvo de diamante!- grito Hyoga y un fuerte viento acompañado con pedazos de hielo, salieron de sus manos, que se dirigieron hacia su oponente. Al llegar al sujeto, este lo tomo en sus manos y lo hizo una bola de hielo y se la devolvió a Hyoga sin complicaciones.
- como?- se preguntaban Hyoga mientras era azotado por el gran poder- como pudo, tomo mi polvo de diamantes como si nada.- pensó, mientras caía al suelo bruscamente por el golpe recibido.
- niñito estúpido, acaso pensaste que me podrías dañar con ese ataque tan inútil – dijo burlón, mientras no paraba de reír.
- ejecución aurora!- grito camus y el poder se dirigió hacia su oponente y le dio en el estomago, pero el poder al llegar a su cuerpo solo se disolvió como si nada.
- imposible- se decía camus.
- jajajaja, par de basuras, no me podrán ganar- dijo el sujeto.- Rombos de Hielo
¡- volvió a decir y los mismo rombos filudos salieron de sus manos y atacaron de diferentes ángulos a los santos, quienes recibieron severos cortes.
- como nos logra dañar tanto?- se pregunto camus.
- simple caballeros - dijo Satus- están acostumbrados a las batallas de frente y por eso es que cuando los atacan de varios ángulos no son capaces de defenderse en un 100 por ciento.
- eso es imposible- dijo Hyoga.
- ¿quieres ver?- pregunto Satus, pero al ver que no recibía respuesta de parte de ninguno de los dos caballeros, decidió atacar- rombos de hielo- volvió a decir.
Esta ves el poder que Satus lanzó no alcanzo a ninguno de los dos caballeros, por lo tanto salieron ilesos de aquel ataque.
- como?- se preguntó asombrado Satus, la ver que su poder era burlado rápidamente.
- es que nadie lo entiende- dijo Hyoga mientras, se secaba la sangre que corría por el costado de su boca (por el ataque anterior, no el de ahora).
- una técnica no puede ser usada dos veces, ni menos tres veces contra un caballero- dijo Camus, mientras ponían un mechón de cabello detrás de su oreja.
- dejará de surtir efecto- termino de decir Hyoga mientras se preparaba para realizar un ataque.
- no te lo permitiré- dijo Satus- clavas de hielo!.
Unas enormes piezas de Hielo, en forma de rombo alargados y con una feroz punta, fueron dirigidas hacia Hyoga, quien no les tomo mucha importancia, mientras seguía preparando su poder.
Mientras camus veía que aquellas peligrosas piezas iban a ser clavadas en el corazón de Hyoga.
- Hyoga!- grito mientras se lanzaba, para proteger a su pupilo, el cual estaba a punto de lanzar su poder contra el filoso poder de Satus, el cual de seguro no haría efecto y el poder del titán atravesaría su corazón. Hyoga observaba como su maestro se interponía entre él y el poder del titán, mientras abría sus ojos impresionado, pero mas fue la impresión y la cara de horro que puso, cuando vio que el abdomen de su maestro era atravesado por filosas piezas de hielo, mientras la cara de este reflejaba dulzura, aun cuando era mas frío que el mismo hielo.
- maestro!- grito Hyoga, mientras veía todo pasar en cámara lenta.
- Hyoga- dijo dulcemente camus, mientras sus miradas se juntaban y sentía el dolor de aquellas clavas, atravesar su abdomen.
- maestro!- grito con mas fuerza, mientras sus lágrimas de desesperación de iban con el viento.
De pronto un destello, cegó a todos y de la nada una hermosa armadura celeste, con detalles dorados, se hizo presente y se junto con el cuerpo de Hyoga, quien se desprendía de su armadura de Oro.
La sagrada armadura del Cisne había retornado. La misma armadura que utilizo para luchar contra Hades, se volvía a juntar con su cuerpo, haciendo una combinación perfecta, con hermosas alas del mismo material de su armadura, los brazos perfectamente resguardados al igual que su pecho, abdomen y piernas.
- la sagrada armadura de Cisne- dijo Hyoga mientras la contemplaba.
- Hyoga- dijo la voz moribunda de Camus, quien estaba tirado en el suelo con las clavas enterradas en su abdomen.
- maestro- dijo mientras se acercaba a él y se arrodillaba.
- tenemos que vencerlo- le dijo.
- tranquilo, maestro tiene que descansar ahora, déjemelo a mi- le dijo Hyoga.
- Hyoga…- susurro Camus.
- ahora porto la sagrada armadura del cisne, no me podrá vencer- le dijo Hyoga, mientras Camus le sonreía dulcemente y solo se limito a decir.
- no me llames mas maestro- fue lo último que dijo, mientras caía inconsciente.
- maestro…- susurro Hyoga mientras gruesas lágrimas caían de sus ojos.
- ya vasta, me harté, vas a pelear si o no?- pregunto impaciente Satus, mientras Hyoga se paraba de manera firme y decidida y lo miraba con la peor de sus caras.
- pagaras todo esto.- le dijo Hyoga- prueba ahora de mi poder- comenzó a elevar su cosmo hasta donde mas pudo- ¡polvo de diamantes!- gritó.
Y un gran viento de aire congelado, salio de sus manos y logró sacar volando al titán mientras le congelaba las manos y los pies.
- maldito, me has hecho enojar – le dijo el titán- CORPUS HIELI! –termino de decir y su cuerpo de volvió de Hielo y así rompía las partes que tenían hielo.
- que sucedió?- pregunto Hyoga la ver al titán.
- sucedió que mi cuerpo de volvió de Hielo ya ahora te será imposible ganarme, polvos de cristal!- grito y un poder similar al polvo de diamantes, pero de mas magnitud, golpeo al cisne, quien cayó al suelo, arrastrándose varios metros por este.
- lo ves es imposible ganarme- le dijo a Hyoga Satus.
- maldito- dijo tratando se pararse.
- ¡oh! No, ni lo sueñes cisne, no dejare que te vuelvas a parar, POLVOS DE CRISTAL- le poder nuevamente golpeo al cisne y mientras este intentaba pararse, el poder nuevamente lo golpeaba, hasta que las fuerzas del cisne se vieron agotadas y sus intentos cesaron.
- creo que ya no puedes mas cisne, entonces matare a tu maestro y luego a ti- dijo mientras comenzaba a caminar hacia su maestro.
- no- dijo el cisne, intentado pararse nuevamente, la diferencia es que esta ves lo logro.- no le harás nada a mi maestro, siempre me protegió y me protege, llore con él- dijo mientras su cosmo se elevaba notablemente-, me entreno y por él llegue a ser lo que soy, demostrare que sus esfuerzos no fueron en vano y no dejare que muera por tus sucias manos contaminadas con e mal - al terminar de decir esto su cosmo ya había llegado hasta le máximo mientras una gran y notable aura dorada lo rodeaba - y si no puedo golpearte para matarte entonces te congelare, EJECUCION AURORA!- grito Hyoga y un gran poder salio de sus dos manos, que tenían los dedos entrelazados, así comenzó a congelar los pies, piernas, rodilla, muslos y cadera de su oponente cuando sus energías comenzaron a agotarse y a perder el conocimiento. Comenzó darse por vencido cuando alguien le sujeto sus hombros por detrás, al tocarlo, Hyoga supo de inmediato que se trataba de camus, quien se había sacado las clavas enterradas en su abdomen y le daba de su poder Frío para derrotar al enemigo, mientras Hyoga sentía fluir el poder helado se su maestro recorrer todo su cuerpo hasta sus manos, para luego salir por su poder.
- vamos Hyoga, ganémosle a este sujeto- dijo camus, mientras Hyoga, gracias al apoyo de su maestro, se sintió con vida nuevamente y así juntaron sus dos poderes y la ejecución aurora paso a ser doblemente poderosa y terminaron por congelar al sujeto, en cuando esto sucedió, camus cayó inconsciente, mientras Hyoga se daba la vuelta para socorrerlo.
- Hyoga!- gritó Shiryu.
- Shiryu ¿Qué su…- no termino de formular la pregunta cuando una barra Triple llego a sus manos, la cual observo y entendió perfectamente el paso siguiente a seguir. Levanto la mirada para ver a su amigo Shiryu, quien le asentía con la cabeza. Giró nuevamente hacia su oponente y dio un gran salto.
- barra triple!- dijo, mientras le daba con esta al cuerpo congelado del Titán, el cual ahora se hacía mil pedazos y caían al piso, dándole a Hyoga la victoria, pero no la segura.
- ¿Qué sucede?- pregunto Shiryu quien se acercaba a su amigo y cuando vio su rostro preocupado y vagamente inseguro mientras miraba los pequeños cubos de Hielo que antes fueron el cuerpo del Titán decidió preguntar.
- el Titán puede regenerarse- dijo este- el sol tardará mucho en derretirlos, hay que hacer algo rápido.- dijo mientras daba vuelta la vista para ver a una encapuchada que miraba atenta- Franzel!- la llamó, esta en un segundo estuvo allí y sin preguntar nada se acercó a los cubos de hielo para derretirlos y mientras se concentraba para hacerlo…
- ve y hazlo tu, no pelees aun.- le dijo el Líder a la mujer, quien sin mas preámbulos fue donde se encontraba los cubos de hielo y Franzel quien estaba apunto de derretirlos, cuando llegó allí Franzel la miro y paró con lo que estaba haciendo, mientras la mujer de cabellos celestes y ojos azules se hincaba para hacer lo que le fue mandado, Franzel miró el acto de la mujer sin decir nada. Cuando la mujer termino ambas se pararon al mismo tiempo y se quedaron así, comiéndose con la mirada (aun cuando la de Franzel no se veía, se sentía), todos lo presente vieron y sintieron lo mal que se había llevado aun cuando ni siquiera habían hablado y el cosmo amenazador que cada una le brindaba a la otra. Así la mujer volvió al lado del Líder y Franzel solo se quedo mirando al lugar donde había estado, mientras todos los de mas seguían con la mirada a la mujer, así Franzel también decidió darse media vuelta e irse de lugar.
Mientras Hyoga tomaba a su maestro.
- maestro- dijo intentando despertarlo.
- te dije que no me llamaras maestro, soy camus desde ahora- dijo mientras se paraba
- pero…- Hyoga no alcanzo a decir nada mas.
-pero nada…es una orden- termino de decir cuando se encontraba de pie y luego lo miro con una mirada vagamente triste al horizonte, pero el cisne la pudo notar- es la última orden en mi misión como maestro- termino de decir con una voz triste y ocultando sus ojos en la sombra de su flequillo.
- camus…- susurro milo, quien estaba allí escuchando todo lo que su amigo decía y el tono y la mirada triste que ponía.
De pronto un hombre con la cara llena de cicatrices, pelo verde y ojo morados cuerpo ancho y robusto de gran estatura apareció mirando a Milo, Odis y Seiya de una manera provocativa a pelear.
Continuara…
