Obstáculos

PERVERTIDO!- fue el gran grito que lanzó la amazona, dejando atrás toda su compasión y haciendo que el guardián de la casa, quien se creía perro, quedara estampado en la pared del frente, mientras pasaba a traer muebles y lámparas.

Franzel calmate!- le dijo Odis- el no sabe lo que hace

Pero las suplicas del bello elfo no sirvieron en nada, Franzel se encontraba con la mirada perdida entre la sombra que hacía su flequillo, sin prestar atención a nada y a nadie, todos los presentes comenzaron a sentir su cosmos algo amenazador pero sin salir de los límites del cosmos de un simple humano, extendió las manos hacia el frente para realizar un ataque cuando, un poder le llego a ella haciendo que chocara contra un estante que había de tras de ella, al cual gracias a Dios no le paso nada. Se incorporo rápidamente para ver al portador de aquel poder, era nada menos que una mujer una que ella conocía muy bien.

déjalo en paz o sufrirás las consecuencias- dijo esta.

Maisa – dijo Franzel sorprendida- que haces aquí, como pudiste entrar?.

Simple, soy la amazona de plata, Maisa de Orión- dijo esta.

Des… desde cuando?- tartamudeo Franzel.

Desde hace unos años, solo te puedo decir que Arman me supo entrenar bien- dijo la muchacha de largos cabellos verdes, estatura normal, ojos grises, cara fina y bella, que vestía con una mini falda de mezclilla, junto con unas botas hasta un poco mas a bajo de la rodilla de color negras, una playera ajustada que dejaba ver toda sus curvas y dotes, también llevaba una chaqueta de mezclilla que hacia juego con la mini falda y en su espalda cargaba una caja plateada.

Ya veo, es por eso que los guardias te dejaron pasar- dijo Franzel- y como lograste ubicarnos?.

Simple, tu grito se escucho por todo el santuario, la verdad siempre pensé que eras mas callada, veo que entre tantos hombres te has soltado un poco en vez de amarrarte mas- dijo esta- y aun no te quitas la capucha.

Ee..- tartamudeo Franzel quien llevaba la capucha puesta hace rato.

Ya veo… alguien lo vio que triste tu sueño se fue al agua, pero no importa, al fin y al cabo, se iba a destruir tarde o temprano- dijo esta.

Que sabes tu de mi sueño y como sabes que se iba a destruir?- pregunto esta.

Por que yo personalmente te iba arrebatar a tu amor- dijo esta.

De quien hablas?- pregunto incrédulamente Franzel.

De kiki- dijo esta.- pero por lo visto… no se llevan bien, al parecer no iba a ser necesaria mi presencia.

Franzel miro hacía donde había lanzado a kiki, mientras su rostro adquiría tristeza, mientras este yacía inconsciente en el suelo.

quédatelo si quieres- le dijo Franzel mientras se dirigía a la puerta para abandonar el lugar.

Eso me dolió- dijo Kiki, quien se paraba, mientras se sobaba la cabeza.

KIKI!- chilló la mujer y se abrazo a él produciendo cierto sonrojo en kiki.

Maisa que haces aquí?- pregunto este.

Me convertí en amazona solo para estar a tu lado- le dijo esta.

Eee… gracias- dijo este, luego miro su casa- que sucedió?.

Te convertiste en perro- le dijo Trion, quien estaba instalado en el computador.

Pero como?- pregunto este.

Te volviste desquiciado por el orden- le dijo Odis.

Ya veo-

Trion se acercó a Kiki, susurrándole al oído.

tengo algo que contarte- le dijo este.

Kiki lo miro y supo de inmediato de que se trataba, mientras trataba de soltarse del abrazo de Maisa.

que es lo que nos querías mostrar?- pregunto Nilo.

Mi súper nuevo juego, se llama los "caballeros del zodiaco"- dijo este.

Que original!- dijo Hyoga.

Claro, miren acérquense, ese de ahí- dijo apuntando a cierto lugar en el pantalla- eres tu Hyoga de acuario, sale tu armadura de oro y de bronce.

Interesante, ¡quiero jugar!- dijo Hyoga.

Bien se tu y yo seré yo, tenemos las mismas técnicas- dijo este- pero tienes que saber la combinación para poder hacerlos.

Jugaremos con el teclado?- pregunto Hyoga.

No claro que no, toma- dijo Trion mientras le pasaba un control y el tomaba otro.

Comenzamos?- pregunto Hyoga.

A las una, a las dos y a la tres- dijo Trion.

Y así dos hombres idénticos a ellos aparecieron, haciendo sus mismo gestos, etc.

- Polvo de diamantes!- grito Hyoga emocionado.

- te haré el mas grande de mis poderes, última galaxia!-

- NOOOOO PERDÍ!.

Así paso la noche entre el juego de Trion los coqueteos de Maisa y ciertas indirectas de Franzel, claro, nada menos que por celos y las tronantes risas de los platinados.

Al otro día…

Casa de piscis…

Estas bien?- pregunto afrodita, quien desayunaba con una Diosa, que no había hablado en todo el rato sentado junto a ella.

Franzel no contestó.

Franzel- dijo Afrodita, pero Franzel no respondía, se encontraba jugando con su cereal disperso en el tazón con leche, con la cuchara, sin decir nada y menos prestando atención- Franzel!.

Que?- pregunto apenas levantando la vista y con la voz baja.

Vas a comer o te retiro tu plato?- pregunto afrodita, quien se había vuelto un total dueño de casa.

No, no tengo apetito- dijo esta pasándole el plato- me iré a dar un baño.

Estas bien?- pregunto preocupado afrodita al verla tan decaída,

Si- dijo apenas la muchacha.

Casa de Aries…

Kiki!- dijo la voz chillona de una mujer.

Que haces aquí Maisa- dijo este al verla entrar tan temprano y mas sin permiso.

Vine a verte para desayunar contigo- dijo esta.

Yo…

Claro – dijo Mu arruinando la excusa de Kiki.

Gracias- dijo esta sentándose, mientras Mu le ponía un plato y una taza a su alcance.

Quiere te o café?- pregunto Mu, mientras le servía agua.

Té- dijo esta, mientras volvía la vista a Kiki- eres novio con Franzel?- preguntó mientras Kiki se ponía morado.

No- dijo este- que te hace pensar eso?

Es que como estaba de tan mal humor y las indirectas que decía cuando te abrazaba, por eso- dijo esta.

Indirectas?- pregunto Kiki, realmente Odis tenía razón eran unos ingenuos con Franzel.

No me digas que no las notaste?- pregunto desilusionada.

No- respondió este.

Bueno… en todo caso no te le dejaré el paso tan fácil a esa mujer para que llegue a ti- dijo esta.

No te metas- se le salio a Kiki aquella palabra, casi en susurro.

Dijiste algo?- pregunto la peliverde.

No- dijo este mientras miraba su reflejo en la taza de té.

Casa de Piscis

Franzel salía de la ducha, vestida con el típico traje de monje budista, sin su capucha, fue hasta la cocina, para sacar un fruta.

quien es Maisa?- pregunto afrodita.

Una antigua "amiga" de entrenamiento, nosotros con Kiki nos fuimos y ella quedó con arman, siempre fue algo adicta a Kiki- dijo esta.

Rivales?- pregunto este.

Lo éramos- dijo Franzel.

Y por que ya no lo son?- pregunto curioso Afrodita.

Por dos razones, que se quede con Kiki, me da igual, y…- hizo una pausa muy larga- tu sabes.

Comprendo- afrodita supo de inmediato de que hablaba a la muchacha no le gustaba presumir de ser Diosa- pero que te da igual de quien se quede con Kiki, eso lo dudó.

Hmph- fue la reacción de la muchacha.

Bueno, ¿Qué quieres comer?-

Lo que sea- dijo esta.

Así pasaron los días, Franzel prácticamente no salía de su casa, solo para entrenar, mientras que la relación de Kiki con Maisa cada vez era mas estrecha que a comparación con la de Franzel era cada vez más lejana. Trion y Odis, no sabían que hacer, pues, cuando se juntaba con Franzel Kiki se enojaba y cuando era con Kiki y Maisa Franzel se enojaba. Todos los de más caballeros admiraban a Maisa por ser tan sociable, simpática y atenta, diferente a Franzel quien era algo "fría", indiferente y siempre sumergida en sus pensamientos (digno de un pisciano). Un día se encontraban ambas Diosas hablando.

entonces decides partir- le dijo la majestuosa Diosa de la sabiduría, con su típica calma.

Sé que dije que me quedaría a tus órdenes…- dijo esta, cambiando el semblante a un triste.

Será lo mejor- dijo interrumpiendo la Diosa- será lo mejor para ti y tu alma, ve y corre junto a tu viento.

Atenea…- susurro apenada.

Pero, solo e dejaré ir si prometes que volveras- dijo esta.

Lo prometo- dijo la Diosa.-

Bien.

Aun que sean años, regresaré- dijo esta.

Entonces Eolias, ve y corre como el viento, vuela como el viento, ríe como el viento y vuelve junto con tu viento, siempre serás recibida aquí- dijo atenea.

Muchas gracias por tu gratitud, nos vemos- dijo esta haciendo una reverencia y saliendo del cuarto de la Diosa.

Mientras que entre las sombras una cabellera verde se iluminaba.

la dejarás partir así como así?- pregunto Shion.

Es lo mejor mi querido Shion, esa muchacha necesita reflexionar y Kiki también- dijo esta.

En este caso no ahí nada mas que una distancia por un tiempo- dijo este.

Claro, solo dale tiempo al tiempo- dijo la Diosa.

Por otra parte…

Veo que te has decidido- dijo Afrodita mientras la muchacha terminaba su bolso.

Así es, regresaré de donde provengo- dijo esta.

Crees que es lo mejor, dejaras las cosas así de inconclusa- dijo este, mientras Franzel se echaba la mochila al hombro.

No tengo elección, será lo mejor, él…- su rostro entristeció- él ama a otra.

Como estas tan segura?- pregunto.

Algo me lo dice- dijo esta, mientras se preparaba para correr sin parar.

Espera- dijo afrodita mientras la tomaba por ambos hombros y la miraba, se acerco lentamente hacia su rostro y le dio un beso en cada mejilla y esta solo atinó a abrazarse a él.

Gracias por toda Afrodita… te quiero –le dijo esta, con cierto temblor en sus palabras.

Yo también te quiero Hija Mía- le dijo este, pues, para él, ella era como una hija y para Franzel un padre, aun con el poco tiempo que se habían conocido. Ambos se abrazaron, luego se separaron y se miraron dulcemente.

Tengo que partir- dijo esta mientras daba media vuelta.

Hasta pronto hija mía- le dijo este.

Nos vemos pronto- dijo Franzel salio corriendo del lugar.

Si… pronto- dijo este en susurro mientras veía a la muchacha correr hacia la salida.

Si quieres, puedes portar la armadura de Oro- le grito esta.

Estúpida- susurro- esa armadura es tuya no mía.

Franzel comenzó a bajar los escalones, corriendo, pasando cada casa sin decir nada, ni preguntar si podía atravesar por ella, llega hasta la de escorpión, Odis no estaba allí, luego siguió bajando sin bajar la velocidad hasta llegar a cáncer donde su paso se hizo mas lento, pero sin pensarlo siguió andando hasta Géminis, se escuchan ciertos gritos que de seguro eran de los gemelos, entonces volvió a retomar su velocidad y siguió bajando hasta Tauro, luego a donde mas temía llegar Aries, la primera casa y el punto de partida hacía su rumbo. Tenía pensado pasar mas que rápido aquella casa, pero para su mala suerte el guardián estaba allí portando su armadura dorada haciendo lucir al hombre majestuoso y mas hermoso de lo que era. Franzel al ver que este la miraba, paró, él solo la miro sin decir nada, un silencio incomodo y lento los apoderó, hacía mucho tiempo, quizás meses que no se hablaban y apenas se veía que solo su siluetas los hechizaba. Su respirar se hacía cada vez mar rápido, sentía el deseo de tener al otro en sus brazos y besarlo hasta que el aire les faltara, abrazarse hasta el fin del mundo

yo…- Franzel iba a decir algo cuando una voz hueca y chillona sonó y la interrumpió.

Kiki!- dijo esta abrazándolo- te estaba buscando, que bien luces así!.

Yo me voy- dijo Franzel, pasando al lado de ambos sujetos corriendo, kiki quedo atónito sin hablar, mientras su pelo se movía ante el viento producido por el rápido movimiento de Franzel, se quedó allí, parado sin hablar, pensando si acaso ese "ya me voy" era para siempre o solo por un rato. Se soltó del abrazo de Maisa, sin mirarla camino a los pilares de la entrada y se recostó en uno de ellos, con la esperanza que aquel "ya me voy" no fuera para siempre. Mientras que Franzel corría hacia el templo en honor al Dios Poseidón, que no se encontraba lejos, el cual estaba al borde de una colina y luego de esta estaba el mar, llego hasta bendito templo con los cristalizados, se tiro por el risco, mientras sus bellas alas salían a relucir y así guiarla por el camino hacia su isla, donde la necesitaban. Comenzó a volar muy cerca del agua, mientras miraba aquel templo donde muchas veces había estado conversando hasta el amanecer con Kiki, sin peleas y sin ningún molestar, volvió a mirar al frente, mientras dejaba caer una lágrima, la cual se confundió con el agua levantada por el volar de Franzel y así siguió en dirección al sol.

Mientras Kiki, se paso todo el día apoyado en l mismo pilar, esperando la llegada de aquella mujer, incluso rechazando los avisos de ir a comer, por temor a no verle entrar y no sentirla, se quedó allí, mañana, tarde y noche, sin comer, sin hablar y sin pensar, mientras sentía el cosmo de Franzel alejarse cada ves mas y mas, pero con la esperanza de que se volviera a acercar. Cuando vio que el ocaso comenzaba a hacer presencia, comenzó a caminar al dichoso templo de Honor al Dios de Mar, lo atravesó, hasta llegar a la orilla de la colina, viendo la gran altura del lugar y que sin duda, si cayera moriría con el solo contacto con aquella rocas. Miro el sol que apenas se notaba, dejando que su hermana apareciera y allí se quedo contemplando el cielo y las estrellas, sin pensar, sin moverse, sin ganas de volver a su casa, sin nada y sobre todo sin ella.

las estrellas hablan- dijo la voz dulce de una persona que él conocía muy bien y quería demasiado.

Maestro!- exclamo este sin ganas.

Cuando era pequeño y mas joven venía aquí a despejar mis ideas y pensar- dijo este sentando al lado de su pupilo, en la tierra seca, observando el cielo.

Kiki no habló.

sabes que dicen?- pregunto Mu.

M?- fue la única reacción de Kiki, aun con los años, no había logrado entender todas las palabras de su maestro, era tan sabio, tan dulce, tan inteligente, tan lleno de vida y tan tranquilo, que él aun con su poder no le llegaba ni a los talones.

Hablan de ocaso y el renacer- dijo este.

Que mas hablan?- pregunto con curiosidad, mirando las estrellas.

de que su máximo brillo, es cuando están juntos, que uno sin el otro no pueden brillar y así formar el mayor de sus tesoros, el atardecer y la fantástica aurora de la mañana. – dijo este.

Hermosas palabras- dijo el muchacho- pero…

Pero no las entiendes- termino de decir Mu- Nadie te puede ayudar, dale tiempo al tiempo- se paró y se retiro del lugar, o través no había entendido nada.

Siempre habla en clave- se dijo así mismo, imitando a su maestro, se paro y se fue a su casa a paso lento.

Mientras en otro lado.

Ya había amanecido, tuvo que sentir aquellas penetrantes voces de las sirenas, cuando al fin vio asomarse una isla y supo de inmediato que ya había llegado, una ves allí vio una grandes puertas de color celeste, se acerco a ellas y las miro desde arriba a bajo.

¿Quién eres?- pregunto un sujeto de lo alto.

Continuara…

N/A: me voy al campo ¬¬ por desgracia… espero poder escribir cuando llegue dejen rerw.