Capítulo 2

S-s-S-s-S-s-S-s-S

- Venga sal de una buena vez – ordenaba una rubia con coletillas – tan mal no te puedes ver.

- No, no, no y no – se quejaba Mina desde el interior de un probador – me da vergüenza además me queda espantoso.

- Muy bien Mina Aino tu lo has pedido, o sales de una buena vez o entraré yo personalmente.

- Es mi palabra…

- Bien tu lo has pedido – dicho esto Serena entró al probador en el que se hallaba su amiga, y al verla se quedó con la boca abierta pues se veía… ¿como decirlo con una sola palabra?... espectacular, definitivamente esa era la palabra, llevaba puesto un precioso vestido de noche color lila, la altura era un poco mas arriba de las rodillas, era muy ceñido a la parte superior de su cuerpo, solo dos únicos tirantes finos juntaban mas el vestido a sus hombros – ¿Y dices que esto te queda mal, niña eres miope o que cosa… te ves ¡esplendida, seguro que dejarás embrujado a Seiya, si no lo conoceré… - al decir esto mostró una sonrisa pícara.

- Serena, pero que cosas dices – respondía una rojísima Mina – seguro que ni me mira.

- Te lo crees tu rica, conozco lo suficientemente a mi hermano como para decirte que no te quitará la vista de encima, además…

- Ya me aburrí de ver los videojuegos – dijo Seiya llegando a donde estaban las chicas - ¿os falta mucho, no se por qué me deje convencer por… - no terminó de decir lo que diría pues vio a Mina, y se quedó con la boca abierta pues nunca imaginó a Mina con un aspecto asi…

- ¡Tierra llamando a la Luna! – gritó Serena al oído de su hermano - ¡responda!

- ¿Eh? – dijo Seiya despertando de su letargo – a si, si Mina ¿no pensarás ir así a la fiesta verdad?

- Ves Serena te dije que me quedaba mal – le reprochó Mina.

- Lo digo porque ir así es ponérselo fácil a los osos que buscan miel – dijo Seiya seriamente, cosa que puso mucho más roja a Mina aún de lo que ya estaba.

- Vaya ahora ya dejaste de lado a los lobos y te las coges con los osos¿qué pasó caperucita roja? – preguntó Serena divertida.

- Oye tu sigue así y le diré a papá y mamá, quien es la que se acaba todos los bollicaos – dijo amenazadoramente Seiya.

- No serías capaz – lo dijo una Serena con el mayor puchero que la historia haya visto jamás.

- No, soy un débil, si mis compañeros me vieran no se como reaccionarían… - suspiró Seiya.

- Pues yo una idea sí que me hago – dijo alegremente Serena quien había observado a ciertos jóvenes desde lejos, los cuales miraban a Seiya de una manera muy burlona, los conocía perfectamente incluso más de lo ella desearía conocerlos, eran los compañeros de la facultad de su hermano…

- Vaya, así que por esto nos dejaste plantado en el partido de baloncesto… - dijo un joven algo mas bajo que Seiya de cabellera plateada y larga atada en una coleta baja su mirada penetrante revelaba unos ojos verdes, en eso hizo una pose de excusa parecida a las que hace Seiya – "tengo cosas importantes que hacer", vaya Seiya desde cuando es más emocionante ir de compras con unas niñas, que un partido…

- Ya déjalo Yaten – intervino otro joven más alto que Yaten y Seiya, de cabellera castaña también iba atado en una cola larga y ojos violetas, generalmente mostraba un aspecto serio, pero en estos momentos dadas las circunstancias en las que encontró a su amigo trataba de aguantar una sonora carcajada - ¿no ves que está ocupado decidiendo en que es lo apropiado para su hermanita? – y no lo pudo aguantar más – jajajaja Seiya jajaja que bajo has jaja… caído jajaja dejarte… jijiji manipular… jojojojo por tu… hermanita jajaja…

- Si yo también me alegro de verlos – dijo Serena algo enfadada por ver como trataban a su hermano – y sinceramente me alegro de que mi hermano esté en estos momentos conmigo… así evita la compañía de semejantes besugos como vosotros.

- Serena por favor, ya creo que ya he caído lo suficientemente bajo como para que me hundas más… - respondió Seiya, que luego se recuperó y se dirigió a su hermana - ¿por cierto y tu que te has comprado? – pregunto receloso.

- Si claro ahora mismo te lo enseño… ¡y una leche, para que luego me digas "no voy a permitir que mi hermanita vaya vestida de ese modo" o "esta indumentaria no es para ti, tu aun eres muy niña para este tipo de ropas" o…

- Eso me da a entender que es una ropa que según mis criterios no es apta para ti… - le interrumpió Seiya mirando inquisitoriamente a su hermana.

- Pero yo, también tengo mis criterios y según ellos, lo que he escogido es "adecuado" para mi.

Yaten al ver lo que se avecinaba tomo las riendas de la conversación, y cambió rápidamente de tema.

- Vaya Serena¿acaso no nos vas a presentar a tu encantadora amiga? – preguntó inmediatamente, ya que sentía curiosidad por ella, pues la verdad es que era muy hermosa.

- Es verdad… Mina corre por tu vida antes de que se entren quien eres – dramatizó Serena, mientras una gota resbalaba por la cabeza de los demás.

- Ella es Mina – le presentó Seiya a sus amigos, en vista de la disposición de su hermana - Mina ellos son Yaten y Taiki.

- Encantada – dijo Mina algo cohibida, pues las miradas que le daba Yaten la ponían algo nerviosa.

- Mucho gusto – respondieron ambos jóvenes al unísono.

- Bien si nos disculpáis tenemos que pagar esto… - dicho esto Serena tomó a Mina del brazo y se la llevó nuevamente a los probadores para cambiarse e ir a pagar sus compras.

- Oye Seiya¿tiene novio? – le preguntó Yaten sin rodeos.

- Ya te he dicho Yaten más de mil veces que no, no permitiré que cualquier tonto se quede con mi hermana, bien sabes tú que…

- Ella no so bobo – le rectificó Taiki – se refiere a Mina.

- Vaya, parece que al pequeño de Yaten le van las niñas – dijo Seiya en tono burlón - ¿acaso ya no te gustan las de la facultad?... ¿o es que ya te las has cepillado a todas? – al decir esto sonrió pícaramente.

- Seiya se nota que lo atractivo no te quita lo tonto – respondió Yaten por semejante "acusación" por parte de su amigo.

- Seiya creo que te has pasado – dijo Taiki riendo de manera divertida.

- Además… mira quien fue a hablar, el que coquetea con las niñas del curso de su hermana – disparó Yaten.

- Tu lo has dicho mi Yatencito coquetear, no insinuarse a la primera…

- Aquí vamos de nuevo… - se dijo para si mismo Taiki y dicho esto se sumergió en la lectura del libro que traía en sus manos.

Por otro lado Mina y Serena estaban haciendo cola para pagar sus compras en caja.

- Vaya Mina, parece que has dado en corazón del pervertido Yaten – dijo una Serena en un tono algo malicioso.

- ¿Pervertido? – Mina se quedó como palto al oír eso.

- Si, es un obseso sexual, yo que tu tendría cuidado con él, no se como el tonto de mi hermano tiene que tener semejantes amistades.

- Venga Serena seguro que estás exagerando – le rectificó Mina.

- Bueno yo ya te advertí, si te pasa algo atente a las consecuencias… - concluyó Serena con una sonrisa malévola y se acercó a la cajera pues era su turno. Esto último que dijo dejó a Mina algo perturbada… ¿hablaba en serio o era otra de sus bromas?... aunque pensándolo bien la forma en que la miraba Yaten, dejaba mucho que desear, pues si tenía razón no iba a dejar que ese tipo se aprovechara de ella, y estaba dispuesta a seguirle el juego haber quien terminaba jugando con quien¿pero Mina que estás pensando? Se reprochó a si misma… e inmediatamente sacudió su cabeza a hacia los lados.

- Tonterías… - dijo en un suspiro.

- ¿En qué piensa tan encantador ángel? – dijo Yaten sacando a Mina de sus pensamientos.

- ¿Eh? – Mina miró al dueño de la voz e inmediatamente se puso roja, no sabía por qué esos ojos verdes la ponían tan nerviosa – no nada- se reía Mina nerviosa con una mano en la cabeza – sólo pensaba en la fiesta del sábado… jejeje…

- ¿Fiesta? – se extrañó Yaten - ¿qué fiesta?

- Una fiesta a la que me invitaron – respondió inmediatamente Serena poniéndose entre Mina y Yaten – a la cual puedo llevar a quien quiera – al decir esto último miró a Yaten de manera superior.

- ¿A que me vas a llevar? – le preguntó con una tierna mirada, irresistible para cualquier chica – di que sí, di que sí…

- Humm… - meditó Serena – eso tendríamos que razonarlo amigo… dame una buena razón para llevarte.

- ¡OK! – saltó Yaten, quien cogió del brazo a Serena - ¿qué te parece si lo discutimos con una fabulosa copa de helado en frente?

- ¿A qué estamos esperando! – se llevó a Yaten volando fuera del centro comercial, hacia el "paraíso" de Serena.

Mientras los otros tres observaban estupefactos la escena.

- Sin comentarios… - dijo al fin Seiya, quien ya estaba viendo a Yaten el sábado en la fiesta.

- La va a acabar convenciendo – se dijo Mina con los brazos cruzados y asintiendo con la cabeza enérgicamente – ningún helado es inmune ante Serena Tsukino…

- Jijijijiji – Taiki nuevamente no pudo contener la risa – si no es uno es el otro, os dejáis manipular por chorradas.

- Nadie es perfecto – se justificó Seiya.

- Bueno, en vista de que mi amigo Yaten va a ir a la fiesta, yo como buen compañero y amigo que soy, tengo el deber de acompañarlo.

- Pero tendrás cara – le reprochó Seiya.

- "Nadie es perfercto"…

------------------------------------------------------------------------------------------------------

Un grupo de jóvenes en camiseta sin mangas y pantalones cortos, estaban jugando un partido de baloncesto, en el gimnasio del instituto Juban. En esos momentos uno de los jugadores encestaba el balón en el penúltimo segundo antes de dar por finalizado el partido, dando la victoria a su equipo.

- ¡Muy bien Darien! – sus amigos corrían hacia él, un joven de alta estatura, de tez blanca, dueño de unos ojos azules y cabellera negra corta, quien sonreçia satisfecho por los resultados.

- Bien jugado Chiba – le felicitó una chic, de esbelta figura, también alta con una gran mata de pelo verde que le llegaba hasta la cintura, le pasaba una toalla a Darien, él cual la recibió para secarse su rostro sudoroso – tú si que tienes facultades para el deporte.

- Y eso que no has visto nada muñeca, cuando quieras te enseño lo bueno que soy en otros campos – dijo Darien con una mirada que reflejaba cierta lujuria.

- Me encantaría – respondió a su vez la chica.

- Sonoko cariño, lo siento pero Darien tiene que reservarse mañana para Serena – rió sarcásticamente Andrew uno, uno de los compañeros de Darien – coge número y has cola…

- Vaya Darien me has decepcionado – se giró Sonoko hacia Darien - ¿qué tiene Tsukino que no tenga yo?

- Déjame pensar… - Se puso una mano en el mentón simulando una extrema concentración – es que Serena… no se como decirlo… posee una inocencia digamos… ¿genuina?... si eso es y tú mi querida Sonoko tienes de ingenua lo que yo de feo… pero tranquila no te dejaré de lado.

- Hummm – gruñó Sonoko y se marchó indignada.

- Mujeres…

- ¿De verdad piensas divertirte con Serena? – le preguntó Andrew.

- ¿Tú que crees? – respondió Darien con una sonrisa perversa.

- …que Darien ha vuelto a la acción.

- Exacto, y mañana ¡celebraré por ello a lo grande!... bueno cambiando de tema… ¿qué me tienes para hoy?

- Toma – le entregó un pequeño paquete blanco – de la mejor.

- Gracias, me voy a ya sabes donde.

- Te acompañaría pero… mi padre está hoy en casa y no quiero que a mi regreso me vea en ese estado.

- Marica…

- Precavido diría yo…

S-s-S-s-S-s-S-s-S

¡Hola! bueno aquí vamos con el segundo capítulo, espero les vaya gustando, a los que lo leéis muchas gracias pues eso es lo que me anima a seguir con los fics, bueno sin nada más nos vemos en el siguiente cap. la tan esperada fiesta ºoº haber que pasará... ja ne

Michiru-Kou