Capitulo 1
El Principio
Un muchacho de diecisiete años miraba por la ventana de su cuarto con la mirada perdida en el oscuro firmamento. Muchas cosas habían cambiado desde el año pasado, habían cambiado completamente su vida. Su padre estaba en prisión, Albus Dumbledore estaba muerto y todo el mundo estaba convencido de que había sido él, el culpable de esto. Además todo eso se sumaba con el simple hecho de que ahora era un mortífago, cosa que antes lo hubiera alegrado mucho, pero ahora solo lo hacía infeliz. Había echado a perder una oportunidad de pasarse de bando cuando estaba al frente de Dumbledore antes de que muriera, pues le había ofrecido protección a él y a su familia, pero como siempre, había dudado y la había perdido para siempre. Por su culpa, Dumbledore estaba muerto y aunque Snape haya sido el culpable de esto, no podía dejar de castigarse a sí mismo. En ese momento entró a su cuarto su madre.
Pensé que te encontraría aquí – dijo ella suavemente
¿Qué quieres? – preguntó Draco fríamente sin mirarla
Solo quiero saber como estás – dijo su madre
Estoy bien – dijo Draco cortante
Vamos Draco, no me tienes que mentir – dijo su madre
¿Qué quieres que te diga¿Qué estoy perfectamente? – preguntó Draco sarcásticamente – pues no lo estoy, tengo bastantes problemas y la mayoría son culpa tuya – dijo mirándola por primera vez
Lo sé – dijo su madre – pero si tan solo hablaras conmigo…-
Hablar no me va a ayudar de nada – dijo Draco – todo lo que está pasando malo, es mi culpa, el hecho que Dumbledore esté muerto es mi culpa, el hecho que haya perdido todos mis amigos, también es mi culpa, no tengo a nadie –
Me tienes a mi – dijo su madre
Claro, una persona que me mandó a la boca del lobo¿Verdad? – preguntó riendo amargamente
Debes dejar de culparte y de culparme. Nosotros no tenemos la culpa de nada – dijo su madre
Por favor, madre, abre los ojos – dijo Draco – el hecho de ser mortífagos ya nos hace culpables –
Draco, tal vez si tuvieras una distracción, no te culparías todo el tiempo – dijo su madre – por eso he decidido que vas a volver a Hogwarts – dijo
No voy a volver – dijo Draco
Draco, me preocupan tus estudios, no quiero que los descuides – dijo su madre
No me importa, igual ya no me queda nada por qué luchar – dijo Draco
Claro que sí – dijo su madre – irás a Hogwarts quieras o no – dijo su madre severamente
No quiero madre, no puedo – dijo Draco
Ya sabes que comienzas el primero de Septiembre – dijo su madre saliendo del cuarto
Draco, no dejó de mirar por la ventana. Justo lo que le faltaba, volver a Hogwarts donde todo el mundo lo odiaba por el hecho de que su padre fuese un mortífago y que estuviera en la cárcel por ello. Además por la muerte de Dumbledore, porque seguramente ya se sabía que él había participado activamente en ella.
Pasaban los días cada vez más rápido. Cada vez estaba más cerca la temida fecha de volver al colegio. Lo nervios de Draco estaban por el cielo, por eso nunca podía dormir en paz pues cada vez que trataba tenía horribles sueños acerca del Señor Tenebroso y la muerte de Dumbledore. Esas veces que no podía conciliar el sueño, lo único que lo tranquilizaba era fumar. Había comenzado a fumar demasiado desde el principio de las vacaciones.
El primero de Septiembre llegó más rápido de lo esperado. Draco se levantó más temprano de lo común, y empacó sus cosas, sin que su madre se despertara y salió de la casa. No quería ver a su madre, todavía sentía rencor hacia ella pues era ella la que había convertido su vida en una porquería; cuando llegó a la estación de King Cross, muy pocos estudiantes habían llegado, y todos se notaban que eran de primer año. Pasó la barrera invisible y se encontró con el tren de color escarlata. Se sentó en una silla cercana y sacó un cigarrillo. Cuando iba por la mitad, ya comenzaron a llegar más y más estudiantes hasta que la estación estaba llena. No le sorprendió ver llegar a Potter con los Weasley. Estaba mirando entretenido a un grupo de primer año que hablaban muy emocionados, cuando escuchó una voz a sus espaldas.
Hola chicos – dijo una voz femenina
Hola Hermione – dijo Ron
Hola Herm – dijo Harry que le dio un beso en la boca. – te extrañé mucho
Yo también – dijo Hermione sonriendo
En ese momento Draco se tragó el humo de su cigarrillo y comenzó a toser por la conmoción. "¿Potter y Granger juntos? No puede ser. Además esa no es Hermione. Está demasiado linda como para ser esa rata de biblioteca." Pero la verdad era que Draco se equivocaba. Hermione si había cambiado mucho durante el verano. Su cuerpo había crecido y ahora era más alta. Tenía el pelo largo y controlado pues sus rizos caían graciosamente por sus hombros hasta su cintura. Draco estaba embelesado mirándola cuando, sonó el timbre para abordar el tren. Se levantó, tomó un ultimo aspiro al cigarrillo y lo botó al piso. Cuando iba a entrar al tren, alguien pasó a su lado y lo empujó.
Fíjate imbécil – dijo Draco.
Eso mismo digo – dijo Potter volteándose.
Ah, Potter, tiempo sin verte – dijo Draco sonriendo maliciosamente – dime¿Cómo es la vida sin padres, sin padrino, y sin director favorito? – preguntó irónico.
No te metas conmigo, Malfoy - dijo Harry caminando amenazadoramente hacia el.
Lo mismo te digo, Potter – dijo Draco
Harry, vámonos. No vale la pena – dijo Hermione mirando con desdén a Draco.
¿Ahora Potter tienes a tu novia para que te defienda? – preguntó Draco riendo
Cállate Malfoy o no querrás que le diga a tus amigos y seguidores lo que de verdad eres¿Verdad? – preguntó Harry en un susurro para que solo Malfoy escuchara. Éste tragó saliva, pero se mostró lo más sereno que pudo.
Cuídate Potter, porque soy yo el que esta en el bando ganador y no tu, que acaban de perder a la pieza más importante – dijo Malfoy
Tu no eres nada sin tu reputación así que no juegues con fuego – dijo Harry
Mira imbécil, tengo más protección que tu nunca tendrás, así que déjame en paz – dijo Draco
Ya, Harry, vámonos – dijo Hermione jalando a Harry y alejándose.
Draco entró en el tren y buscó allí un compartimiento vacío. Se sentó allí y sacó un cigarrillo. No soportaba fingir más con las personas. Hacía como si su vida fuera perfecta en el bando del Señor Tenebroso, pero la verdad era que su vida sería más feliz en el bando de Potter. Daría la vida por tener amigos como Potter, Granger y Weasley. Pero ahora por culpa de todo lo que había pasado el año pasado, se había quedado solo. Además nunca tenía a nadie con quién hablar por dos razones: la primera y la más obvia era que no podía arriesgar más su reputación mostrándose débil y la segunda era que nadie lo iba a entender porque nadie lo conocía porque él nunca se había abierto con nadie.
Estaba mirando por la ventana con la mirada perdida pensado en Granger. No podía creer lo hermosa que estaba, seguramente, podría a llegar la chica más deseada en Hogwarts. Pero eso no le quitaba el hecho de que fuera una sangre sucia. Además estaba con Potter, por lo tanto nunca iba a pasar nada entre ellos. Ella nunca dejaría la amistad que tiene con Potter por un chico que lo único que había hecho durante toda su vida era hacerla sufrir y sentirse avergonzada por sus padres.
Por otro lado, Hermione estaba con Harry, Ron, Sean, Neville y Ginny en otro compartimiento. Ella no había dicho una sola palabra desde el encuentro con Malfoy. No podía dejar de pensar en él. Estaba cansada de tenerlo en su cabeza, pues estaba así desde el año pasado, cuando descubrió que sentía una atracción muy fuerte hacia el. Pero como todas las chicas que él había tenido, habían quedado destrozadas, había borrado aquel pensamiento durante las vacaciones. Pensó que lo había superado, pues por eso estaba con Harry que había comenzado a gustarle durante las vacaciones pues las pasaron juntos. Pero ahora que volvía a ver a Malfoy, lo había recordado y con ello, los sentimientos que ella consideraba culposos, al verlo de nuevo. Sin embargo, había algo que la perturbaba. ¿Por qué Malfoy no la había insultado a ella? Había notado que Malfoy estaba más delgado que antes y mucho más pálido. Lo notaba más solitario y más triste que antes. Nunca lo había visto así.
Hermione¿Te encuentras bien? No has dicho una sola palabra desde que nos montamos al tren – dijo Ron
Si, estoy bien – dijo sonriendo
Que bien, porque debemos irnos al compartimiento de prefectos – dijo Ron levantándose
Ah si – dijo Hermione – nos vemos luego Harry – dijo dándole un beso - ¿Vas a estar bien? – preguntó
Claro que si – dijo Harry – me quedaré con Sean y Neville. Tranquila, que ahora nos vemos – dijo
Bueno, adiós – dijo y salió del compartimiento con Ron.
Caminaron hacia el compartimiento de los prefectos y Ron se fue con unos amigos que se encontró allí, dejando a Hermione sola. Miró a su alrededor buscando caras conocidas, pero al parecer había cambiado a muchos prefectos. De pronto en una esquina vio a Malfoy. El corazón le dio un vuelco. Draco tenía un cigarrillo en la mano, y miraba distraídamente por la ventana. Nunca lo había visto así, pues era el chico más popular de Hogwarts y por lo general estaba rodeado de gente. No había notado que se había quedado mirándolo como una estúpida, pero él si lo notó. La volteó a mirar, pero lo que más sorprendió a Hermione era con no la había mirado con desdén ni con asco, sino era una mirada más bien inexpresiva. Él volteó mirar de nuevo a le ventana. Hermione comenzó a caminar hacia él, pues estaba determinada a saber el por qué de la actitud de Malfoy. Cuando estaba a un metro, este la volteó a mirar de nuevo.
¿Qué quieres Granger? – preguntó
Nada, solo…- dijo Hermione sentándose a su lado - …quiero saber si necesitas hablar con alguien –
No, gracias – dijo Draco fríamente aspirando el cigarrillo - ¿No será más bien que tratas de sacarme información? Olvídalo –
No, yo solo quiero saber por qué estás así – dijo Hermione - ¿Por qué no me insultaste como los años anteriores? –
¿Quieres que lo hagas? – preguntó riendo
No, pero quiero saber la razón – dijo Hermione
Pues lo creas o no, he madurado – dijo Draco
Pero te noto más triste y solitario¿Necesitas ayuda? – preguntó Hermione
No necesito tu lástima ni ayuda – dijo Malfoy mirándola
No es lástima, sólo que no soporto ver a las personas así de mal – dijo Hermione
Pues aguántate, que no quiero tu ayuda. Después de todo, sigues siendo una simple sangre sucia – dijo Malfoy
Hermione suspiró y tragó todo lo que le iba a decir. No quería hacer un escándalo allí. Así que se levantó y caminó hacia Ron. Draco la miró alejarse y de nuevo se sintió mal por haberla tratado así. Tal vez de verdad quería ayudar, y él como siempre perdía aquellas oportunidades.
Cuando Hermione llegó a donde estaba Ron, este la miró extrañado. Hermione entendió su expresión al instante.
Estaba con Malfoy porque quería sacarle la razón por la que está así de raro – dijo Hermione
¿Y? – dijo Ron
Nada, sigue siendo el mismo estúpido de siempre solo que sin amigos – dijo Hermione
No me sorprende. Después de todo es un traidor y un cobarde.- dijo Ron
El tren llegó más rápido que lo esperado a Hogwarts. Draco se levantó y salió del tren. Cuando estaba bajando, se encontró con la mirada de Hermione, que apenas él la volteó a mirar, bajó la mirada con timidez. Draco estuvo a punto de sonreír pues le encantaba que las chicas se sintieran intimidadas por su mirada tan penetrante. Hubo algo en ese gesto que le pareció dulce y tierno, lo que no pasaba muy a menudo. Le encantó; subió a un carruaje para él solo y llegó al castillo. Cuando entró al Gran Comedor, sintió las miradas de toda la gente que se encontraba allí. Bajó la mirada y se sentó rápidamente en la mesa de Slytherin. Hermione que entró detrás de él, notó esto, y no entendió por qué todo el mundo lo miraba así. Se sentó distraída en la mesa de Gryffindor mientras esperaba a Harry, que llegó minutos después.
Empezó la selección anual de los de primer año, y luego la profesora Mcgonagall se levantó.
Bueno chicos, creo que es hora de algunos anuncios – dijo – primero quiero darles la bienvenida a otro a año en Hogwarts. Debido a los eventos del año pasado, el director Dumbledore murió, yo seré la nueva directora de Hogwarts. También hay un nuevo director de Defensas Contra las Artes Oscuras, Remus Lupin – dijo. Harry levantó la cabeza y efectivamente allí estaba Lupin saludando a los demás alumnos mientras estos aplaudían. Harry sonrió e hizo lo mismo que los demás. – finalmente, las medidas de seguridad del año pasado seguirán en pie, pero más estrictas. Bueno, ahora creo que ¡a comer todos! – dijo sentándose
Todo el mundo comenzó a comer del gran banquete que se encontraba al frente de ellos. Hermione miró hacia la mesa de Slytherin y notó que Malfoy no estaba comiendo, sino estaba removiendo la comida en su plato; cuando todo el mundo terminó, Hermione y Ron se levantaron y llamaron a los de primer año para guiarlos hacia su sala común. Draco por su lado, se levantó pesadamente e hizo lo mismo, pero se dirigió hacia los calabozos.
Cuando ya hubo llegado a su sala común, no podía quedarse quieto porque estaba igual que en su mansión, sin poder dormir. Salió a dar un paseo por los corredores vacíos pues así podía estar solo y de paso hacer su rutina como prefecto.
Hermione salió de su sala común muy tarde pero era su trabajo como prefecta. Estaba bastante cansada. Caminaba por un corredor oscuro cuando escuchó algo detrás de ella. Se volteó rápidamente pero no vio nada.
¿Hay alguien ahí? – preguntó
¿Qué haces aquí? – preguntó una voz fría
Lo mismo que tu supongo – dijo Hermione que reconoció la voz de Malfoy. Este llevaba un cigarrillo en la mano. - ¿Por qué cada vez que te veo, tienes un cigarrillo? – preguntó
¿Por qué¿Te molesta? – preguntó Malfoy sarcástico soplándole todo el humo a la cara.
Eres un estúpido – dijo Hermione caminando
Espera – dijo Malfoy apagando el cigarrillo.
¿Qué quieres? – preguntó Hermione volteándose
Solo quiero saber por qué querías hablar conmigo en el tren.- dijo Draco
Ya te dije, porque no me gusta ver a las personas sufrir – dijo Hermione
¿Cómo sabes que estoy sufriendo? – preguntó Draco escéptico
Por favor, es obvio. Por la forma que actúas diría que estás muy mal – dijo Hermione
¿Todavía sigue en pie la oferta de hablar contigo? – preguntó Draco
¿Qué? – preguntó Hermione sorprendida
Lo que oíste – dijo Draco
Claro – dijo Hermione
Lo siento. No debí haberte tratado así en el tren – dijo Draco
¿Qué? – preguntó Hermione que no podía creer lo que acababa de escuchar.
¿Me vas a hacer repetir todo lo que digo?- preguntó Draco riendo
Lo siento – dijo Hermione sonrojándose
No te preocupes. Es que mi vida está tan complicada que a veces prefiero tratar mal a las personas para poder sentirme bien – dijo Draco
¿Y funciona? – preguntó Hermione
No – dijo Draco
¿Por eso comenzaste a fumar¿Por tus problemas? – preguntó Hermione
Si…- dijo Draco
No es sano – dijo Hermione – deberías canalizar tu preocupación de otra forma –
¿Cuál? – preguntó Draco
No sé, hablar con alguien o lago – dijo Hermione
Créeme, he tratado pero siento que nadie me va a entender – dijo Draco
Yo te entiendo – dijo Hermione sonriendo
Gracias – dijo Draco sonriendo por primera vez de forma sincera.
Creo que ya es tarde – dijo Hermione
Claro – dijo Draco
Nos vemos – dijo Hermione. Comenzó a caminar pero como todo estaba tan oscuro, no veía nada y tropezó.
¿Estás bien? – preguntó Draco que había corrido a su lado
Si – dijo Hermione levantándose
Ven, déjame ayudarte – dijo Draco ofreciéndole su mano.
Hermione dudó un poco pero al final la cogió. Cuando lo hizo, sintió un calor acogedor y no la quería soltar. Cuando estuvo de pie, miró a Draco a los ojos y él la miró también. Hermione notó que los ojos del chico irradiaban tranquilidad y descanso. Como si se hubiera quitado un gran peso de encima. Por primera vez vio que los ojos de Draco eran hermosos: unos ojos grises profundos en los que fácilmente ella se podía perder. Draco pensaba lo mismo, nunca la había visto como la estaba mirando ahora. Vio que de verdad era hermosa y que nunca había visto más allá de lo que quería ver: una sangre sucia. Todavía estaban cogidos de la mano.
Bueno, nos vemos mañana – dijo Hermione logrando hablar
Claro – dijo Draco reaccionando
Adiós – dijo Hermione soltando la mano de Draco lo cual fue bastante difícil.
Adiós – dijo Draco suavemente
Hermione comenzó a caminar hacia su sala común mientras sentía la mirada de Draco en su cuello. Draco no podía evitar mirarla hasta que la perdió de vista. Dio media vuelta y se fue también para su sala común.
Hermione llegó a su habitación y todas sus compañeras estaban dormidas. Aunque era muy tarde, no tenía sueño. No podía sacarse la aquel encuentro que acababa de tener con Malfoy. De verdad había cambiado bastante, pues era la primera vez que Draco no habría su boca para ofenderla. Se sentó en el marco de su ventana y miró al firmamento. Allí se encontraba la luna llena. Lo que ella no sabía era que en otra habitación se encontraba aquel chico en cuestión que no la dejaba dormir mirando el mismo paisaje.
Draco, al igual que Hermione no podía dormir, auque eso no era raro para él. Sin embargo no podía dormir era por Hermione y no sus preocupaciones. ¿Por qué se sentía tan atraído por ella? De pronto por su físico… no, era algo más. De pronto porque ella era la única que se había preocupado pro él y olvidó sus rencores solo para escucharlo. Sin embargo sabía que aunque por más que él quisiera, ella nunca iba a ser suya.
