Capitulo 3: la luna llora con lagrimas de petalos

Era una habitación algo pequeña, pero bonita y acogedora. Dentro, todo se encontraba en calma, por los momentos…

Un pequeño bebe, casi recien nacido, dormia placidamente en una cuna de nubes, junto con una pequeña gatita sagrada.

De la nada, se sintio una corriente de aire frio, y una sombra. Un grito desgarrador se sintio por todo el lugar. Una llama, y un rugido.

Danza de las cuchillas!

Otro rugido, y todo habia pasado.

Inutaishou e Izayoi salieron corriendo en direccion a todo lo que sucedió, y encontraron todo el lugar destrozado.

Inutaishou: Kirara! Que paso aquí?

Izayoi: en donde esta Inuyasha?

La gata, transformada en una gran bestia, puso una expresión algo triste, y bajo la cabeza.

Noooo! Inuyashaaa!

Izayoi se puso a llorar en el pecho de su amado, mientras Inutaishou era llevado por la colera.

IIInuuuyaashaaa!

Mientras, mas abajo del lugar, se encontraba una mujer y una niña en una pluma con un bebe en brazos. Era luna llena, y todo el lugar parecia una tormenta de rayos plateados.

Kagura: Inutaishou esta furioso! Ha causado una tormenta lunar, y estamos por sufrir su ira!

Kanna: si no te apuras, no lograremos nada, y nos pasara lo mismo que nos paso con al diosa del resplandor y la purificación!

Kagura hacia lo que podia, pero un rayo de luz plateada las embistio, haciendo que cayeran al otro lado del bosque Dandellaion, el cual llevaba a la region del Sengoku.

Muy bien, tienes la pocion mortalizadora?

Kanna le tiende a Kagura la pequeña botella que Naraku les habia dado. Kagura la tomo, y se la empezo a dar al bebe, quien poco a poco perdia su brillo de plata.

Mira!

Se fijaron como las pequeñas orejas puntiagudas del bebe eran reemplazadas por unas de un perrito.

Se esta convirtiendo en hibrido. Vamos, un poco mas Kagura…

Eso intento…

Pero el bebe le dio un manotazo a Kagura, quien hizo que soltara la botella y se rompiera haciendo que el contenido se disolviera en el aire. Inuyasha comenzo a llorar

Tonta Kanna! Te dije que lo sostuvieras!

Alguien se acerca…

Ambas se encondieron tras un arbol, cuando vieron que aparecio un hombre con una cola marron, y detrás de el un pequeño niño que tendria como un año y medio de edad.

Quien es? Quien esta ahí?

El hombre parecia ser tambien un hibrido. Se acerco al bebe, y lo tomo en brazos.

Señor Jinengi, que es eso?

Parece…un bebe…

Mire! Tiene orejitas! Quizas el tambien sea un mitad demonio

Si…parece que si Miroku…

Jinengi vio que Inuyasha tenia un rosario de piedras negras con colmillos blancos, y una pequeña placa que decia una sola palabra, la cual pronuncio…

Inuyasha…

Señor, piensa cuidarlo como lo hace conmigo?

Si Miroku, pienso hacerlo. Vamos, volvamos a la casa.

Jinengi se quedo contemplando aquella noche, que parecia ser algo melancolica.

La luna se encontraba llena, brillando con un tenue y triste resplandor, y se encontraba prensente tambien una lluvia de petalos de cerezo.

Parece que el dios de la luna y la diosa de la flor de cerezo estan tristes….creando la noche en que la luna llora, y los petalos son sus lagrimas…pero deben saber que pueden confiar en mi…

Señor Jinengi, vamonos!

Si Miroku, ahí voy…

Jinengi miro con ternura al bebe que se encontraba en sus brazos, el cual se encontraba dormido en aquel momento, y parecia soñar, ya que sus pequeñas orejitas se movieron. Jinengi simplemente sonrio.

- Prometo cuidarte bien…Inuyasha…

Eres una tonta Kagura…

Yo no tuve la culpa! El me ataco!

Kanna seguia estando inexpresiva.

Kanna: ahora que le diremos al señor Naraku? Supuestamente Inuyasha debio de ser humano, y estar muerto…

Lo unico bueno es que ya no es un dios, no tiene sus poderes lunares, y de muerto, Naraku no debe saber nada.

Supongo que tienes razon…

Vamos, volvamos al inframundo…