Capitulo 15: el entrenamiento comienza

Todo el lugar comenzaba a ser iluminado por los suaves y brillantes rayos del sol, traspasando las hojas de los arboles de diferentes colores, y haciendo que los pajaros comenzaran a cantar una suave pero hermosa melodía. Todo estaba en total tranquilidad…

Despierta perro tonto!

Inuyasha: ahh! Pero que te crees, enano?

Shippou: jajaja! Ya te despertaste flojo dormilon

Inuyasha: ….Shippou…. – le pega en la cabeza

Miroku: Inuyasha, no deberias ser asi con el pequeño Shippou, el solo queria despertarte ya que ahora mismo comienza tu entrenamiento

Inuyasha: ahora?

Sango: si, ya, fuera! – le decia sacandolo de la cabaña a empujones.

Cuando Inuyasha llego afuera, pudo ver que no era el unico a quien lo despertaron temprano. Ahome se hallaba parada sobre una piedra bostezando. Inuyasha se acerco a ella

Inuyasha: solo para que esa tonta pulga nos entrene

Myoga: te oi, Inuyasha! Seria bueno que me tuvieras un poco mas de respeto!

Inuyasha salto asustado, y vio que sobre aquella piedra del que Ahome estaba parada enfrente, se hallaba el guardian sentado observandolor. – Comencemos.

Lo que les siguió a Ahome y a Inuyasha no lo sufrieron solos. Miroku y Sango decidieron unirseles al entrenamiento, obteniendo unas pocas nuevas tecnicas con sus armas que Myoga les habia enseñado. Shippou y Kirara se la pasaban observandolos.

Aquel dia vieron mas cosas de las que creyeron que verian en tres dias. El guardian Myoga comenzo por darles un calentamiento que se alargo por dos horas. Justo cuando Inuyasha comenzaba a desesperarse, comenzo lo fuerte de la situación. Tenian que trotar, saltar, esquivar cuchillas y bolas de fuego, tratar de evadir obstáculos. Al final, comenzo con las armas. Myoga estaba orgulloso de que Ahome aprendiera por ella misma a utilizar las flechas purificadoras.

Myoga: aun asi, no es suficiente, necesitas mas.

Sango recibio una espada por parte de Myoga, una espada simple de samurai, con la cual practico un poco la velocidad, y a Miroku le dio unos nuevos pergaminos y nuevos hechizos bastante utiles.

Myoga: vamos, vamos amo Inuyasha, usted puede!

Inuyasha:…ah….maldita pulga….esperate a que…vuelva a ser…un dios…

Ahome: deja de….quejarte, ya…casi terminamos….

Sango: ah…no puedo mas…

Miroku: yo tampoco… - y luego de eso…

Plaf!

Sango: ahhh! Usted no parece tan cansado, excelencia!

Miroku: ay, sanguito…

Shippou: tontos…

Inuyasha logro transfomar de nuevo al colmillo de acero, un poco mas facil que la primera vez, pero se agoto un poco. Luego, comenzo a hacer movimientos de ataque y defensa que el guardian Myoga le iba dictando.

Atardecia, y Myoga queria terminar el entrenamiento de aquel dia con otra pequeña carrera por las bajas montañas y largos caminos. Inuyasha y Ahome se encontraban solos haciendo el recorrido, ya que Sango y Miroku decidieron que ya era suficiente. Inuyasha iba adelante, subiendo cuesta arriba de una colina rocosa. Ahome iba detrás de el, pero dio un paso en falso e iba a caer, pero Inuyasha la tomo por los brazos, quedando ambos en una situación de alerta, donde ambos rostros estaban muy cerca. Inuyasha miraba el rostro de Ahome, y ella el de el tratando de encontrar los sentimienos ocultos en los ojos del otro. Salieron del trance con un grito de Myoga. Inuyasha alzo a Ahome, y ambos terminaron el recorrido.

Ya era de noche, y todos estaban muy cansados, sobre todo Inuyasha y Ahomel. No sabian, teniendo la idea de que aquel era su primer dia de entrenamiento, si podrian resistir aquella situación todos los dias.

Sango: Ahome, te acuerdas del manantial donde estaban las ninfas? El guardian Myoga dice que si quieres puedes darte un baño alla.

Ahome: si, eso hare, gracias Sango.

Sango: ten esto – le dio un pequeño vestido de seda blanca – asi podras bañarte mejor.

Ahome partio al manatial, mientras en la cabaña entraban Inuyasha y Miroku.

Miroku: alli podras relajarte bien

Inuyasha: si, ahora mismo voy

Miroku veia partir a Inuyasha al lugar que le habia recomendado para descansar, sin saber que una sorpresa se haria presente.

Vaya…hoy es luna cuarto creciente…

Lejos de alli, en las cercanias del monte de las animas…

Inutaishou: entonces, vas a ir?

Sesshomaru: sabes que si padre

Inutaishou: bueno…espero que tengas suerte, hijo…