Capitulo 21: un engaño ignorado, y un encuentro inesperado

Se apresuraba a llegar a su destino, corriendo por los numerosos callejones y grandes autopistas tratando de no ser atropellado por los carruajes.

Llego, cansado y respirando con dificultad, a la parte baja de las escaleras que conducian al gimnasio. Subio lo mas rapido que sus energias le permitieron, encontrandose con el joven mitad bestia haciendo una serie de ejercicios de fuerza. Se lo veia algo extraño, como si flotara en un cielo tormentoso de sentimientos falsos y provocados por la maldad. Sango y Miroku se hallaban alli tambien mirandolo incredulo.

Inuyasha: ella es tan…tan hermosa, ella es tan mujer!

Miroku: no se por que, pero todo lo que dice me da repugnancia….

Sango: si, a mi tambien…

Shippou: Inuyashaaa!

Inuyasha: eh? Que quieres, Shippou?

Shippou: Inuyasha, tengo que decirte algo muy importante!

Inuyasha: que puede ser mas importante que el enterarme de que amo a Kikyou!

Shippou: Inuyasha! No, es una trampa!

Inuyasha: de que hablas?

Sango: una…trampa?

Shippou: si, Kikyou le esta tendiendo una trampa a Inuyasha!

Inuyasha: si, una trampa en la cual ya cai

Shippou: te diste cuenta? – dijo con cara esperanzada.

Inuyasha: una trampa de amor… - y siguio con su tonto baile.

Shippou:…Inuyasha… - con lagrimas en los ojos, pero sintio una ira en su interior. – Eres un tonto! Kikyou quiere matarte!

Inuyasha: de que hablas, enano? Kikyou es incapaz de hacer eso…

Shippou: si, ella quiere matarte, quiere quitarte tu corazon, y quiere matar a Ahome! – decia negando con la cabeza, y soltando un monton de lagrimas que le empapaban su cara. Inuyasha, mientras, lo miraba con cara seria y fria, hasta que gruño dandole un golpe al pequeño Shippou, tirandolo lejos del lugar

Sango: Shippou!

Miroku: que te sucede, Inuyasha?

Inuyasha: eres un tonto! Como eres capaz de pensar eso de Kikyou?

Shippou: porque ella es una ninfa oscura! Ella es mala y quiere matar a Ahome!

Inuyasha ahora iba a utilizar sus garras de acero contra el pequeño zorrito, pero Miroku lo paro con su alabarda. Inuyasha gruño y solto su mano violentamente, y Miroku se puso en frente a Sango que tenia a Shippou en brazos.

Inuyasha: ahora se ponen en mi contra…Kikyou fue la unica que me quiso como soy, la unica que quiso formar algo conmigo…y ustedes desprecian esa felicidad que ella me ofrece…

Por su parte, Miroku y Sango se dieron cuenta de algo que les parecio tan cruel e injusto que llegaron a odiar a Inuyasha con todas sus fuerzas.

Miroku: no te das cuenta? Eres un idiota…

Sango: como eres capaz de decir que Kikyou es la unica que te quiso por lo que eres? La unica que te acepta como eres?

Miroku: dime algo Inuyasha! Donde dejas a la señorita Ahome, eh? Acaso ella te odia?

Sango: no te das cuenta? Ella te quiere Inuyasha, ella es la unica que en verdad te quiere por lo que eres!

Miroku: eres un idiota…el corazon de ella no esta a salvo contigo…

Inuyasha: callense! No los quiero volver a encontrar nunca mas! No me importa lo que piensen, yo amo a Kikyou!

Sango: ….vamonos, dejemoslo con su oscuro engaño…

Y se fueron del gimnasio furiosos. Inuyasha se los quedo mirando hasta que desaparecieron escaleras abajo. Se puso a gruñir con furia mientras seguia haciendo ejercicios de fuerza.

Mientras, bajo el gimnasio…

Sango: Ahome e Inuyasha estan en peligro…

Miroku: Shippou, cuentanos todo lo que viste en ese jardin luego de que Inuyasha se marchara.

Shippou les conto que Kikyou era una ninfa oscura, que su mision era la de destruir el corazonde Inuyasha y el de Ahome, y que ella trabajaba bajo las ordenes de Naraku.
- Sango: pero por que Naraku querria destruir a Inuyasha y a Ahome…

Miroku: hay una profecia de la ninfa Kanna, que dice que por una eternidad, Naraku queria destruir a Inutaishou y apoderarse del monte de las animas, pero que los dioses de la luna nueva y del resplandor y la purificacion acabarian con el. Quizas el quiera destruir a Ahome y a Inuyasha para asi poder apoderarse del monte de las animas…Tenemos que hacer algo…

Sango: Excelencia, usted y yo deberiamos ir al monte de las animas a ver si podemos hacer algo.

Miroku: tienes razon, con Inuyasha no podemos hacer ya nada…

Shippou: pero…yo que puedo hacer? No quiero que a Ahome le pase algo…

Sango: nada va a pasar. Shippou, tienes que ir a donde se encuentra Ahome y avisarle de todo esto, que tiene que ayudar a Inuyasha!

Miroku: presta atencion Shippou; la señorita Ahome se encuentra en el bosque Dandellaion junto con el anciano Myoga.

Sango: puedes utilizar tu olfato para ubicarlos, y transformarte y todo eso

Shippou: si…lo hare…pero…

Sango: no tienes por que tener miedo Shippou, nada malo te va a suceder, alli hay ninfas, de seguro ellas sabran algo

Miroku: y aunque no lo sepan, es la naturaleza de una ninfa ayudar a aquellos que esten en peligro

Shippou: bien…ire…

Y se alejo hacia la direccion donde se encontraba la entrada del bosque Dandellaion, mientras Sango y Miroku lo miraban partir.

Miroku: me encantaria acompañarlo, asi una ninfa me rescataria – dijo con una cara de pervertido. Sango lo miro con una cara triste, emprendiendo el viaje en direccion al monte de las animas. Miroku la miro, y se puso a su altura sonriendo – pero sabes lo mejor de todo? Que yo ya tengo una ninfa cuidandome…

Sango lo miro sorprendida, pero le devolvio la sonrisa dulce que Miroku le otorgaba, y ambos se dirigieron a su destino junto con la gata sagrada Kirara.

Mientras, en un bosque lejano…

-"Se que debe de estar por aquí"

Camino por unos momentos mas, hasta llegar a un claro en donde la luna cuarto creciente iluminaba debilmente los alrededores. Alli se encontraba la figura esbelta de una diosa, esperandolo.

Victoria…

Ella se volteo lentamente. Tenia unos ojos verde oliva que refulgian con un fuego interno. Su vestimenta era la de una toga negra con tiras doradas y plateadas. Tenia el pelo un poco largo y amarrado en una cola alta con una cinta plateada y dorada, y una alabarda que sujetaba su tersa mano. Al observarlo, ella sonrio con dulzura. Él se quedo pasmado como muchas otras veces lo hizo con su sonrisa.

Victoria: me da mucho gusto verte de nuevo, Sesshomaru…

Sesshomaru se quedo pasmado. Ella seguia siendo la misma de siempre, no habia cambiado. El fuego y el coraje no se habian extinguido, pero pudo apreciar que la tristeza seguia brillando en aquellos hermosos ojos, aquellos ojos que lo dejaban hipnotizado.

Sesshomaru: supongo que sabes por que vine…

Victoria: si, lo se, has estado presintiendo lo mismo que yo…la batalla entre la luz y la oscuridad, los siente guerreros…el reinado de Naraku y la caida del monte de las animas…acaso has venido a pedirme ayuda, Sesshomaru?

Sesshomaru: por que mas vendria?

Ella bajo su mirada por unos instantes, y Sesshomaru pudo apreciar el pequeño resplandor de una lagrima.

Victoria: veo que lo has olvidado…

Sesshomaru: no, yo nunca podria olvidar algo asi. Mas bien – dijo acercandose a ella obligandola a mirarlo a sus ojos, los cuales estaban frios e inexpresivos – fuiste tu quien lo olvido todo…

Victoria: eso no es cierto…

Sesshomaru: Victoria, se que este no es el momento, pero…

Victoria: tienes razon – lo corto – no es el momen…

Sesshomaru: pero quiero que lo hablemos – cortandola ahora a ella.- dime Victoria, como fue que esto nos ha pasado? Por que a nosotros?

Victoria: Sesshomaru, ambos somos dioses, dioses poderosos. Tu, dios de la media luna, yo, diosa de la Guerra. Ambos eramos muy diferentes, rangos y funciones diferentes, nuestras esencias no se pueden mezclar. Ademas, tu destino era heredar el poder, y convertirte en dios supremo… - sus ojos estaban tristes, al igual que los de Sesshomaru

Sesshomaru:…cuantas veces te lo tengo que repetir? – Victoria lo miro pasmada, ya que el tenia una mirada dulce, aquella mirada que siempre la derretia y la hacia vulnerable, sintiendose inecesaria de llevar el nombre de una diosa de la guerra – es cierto, yo debi heredar ese puesto, pero siempre te dije, y lo hice, renuncie a eso por ti…

Victoria: pero…

Sesshomaru: que no lo entiendes? – dijo acercandose a ella, y atrayendola a su cuerpo violentamente, lastimandolos a ambos, como si la desesperacion de juntar sus pechos para sentir sus corazones latir al unisono los guiara – yo siempre quise estar contigo, siempre, asi tuviera que renunciar a ser un dios…

Victoria: Sesshomaru, ha pasado demasiado tiempo – le dijo, abrazandolo tambien con la misma fuerza e intensidad. Ambos se encontraban con lagrimas en sus ojos.

Sesshomaru: aun asi, lo que sentimos no ha cambiado…Victoria, yo…aun…te…te amo…

Victoria: Sesshomaru…yo tambien aun te amo…

Y se mantuvieron un rato asi, abrasandose con todo el amor que sentian y por todo lo que sufrieron estando separados todo ese tiempo…17 años…

- Sesshomaru: Victoria, tenemos que hacer algo

- Victoria: lo se, vayamos al monte de las animas a combatir.

- Sesshomaru: juntos?

- Victoria: como en los viejos tiempos…