Capitulo 23: sacrificio de amor

El camino se hacia algo pedregoso y con unas pocas hierbas. Los transeuntes decian que aquel lugar siempre estaba cubierto por los calidos rayos del sol, o por la dulce frescura de la noche, pero ese dia no estab ni de una ni de otra forma; todo se hallaba rodeado de extrañas y variadas sombras, y el cielo se encontraba de un gris oscuro que pareciera que fuera a caer granizo.

Sango: esto es extraño. Mi padre me contaba que el camino hacia el Monte de las Animas era algo especial, pero esto no tiene nada de especial

Miroku: tienes razon Sango. Parece que Shippou tenia razon, algo esta por suceder

Ambos estaban montados sobre la bestia transformada de Kirara. Poco a poco, se iban acercando a la inmensa montaña de los dioses. Llevaban unos dos dias tratando de llegar, pero nunca creyeron que el camino fuera tan largo.

Pero ellos no eran los unicos que trataban de llegar al monte. Sesshomaru y Victoria corrian lo mas rapido que podian.

Sesshomaru: tenemos que llegar…

Victoria: crees que tu hermano Inuyasha este alla?

Sesshomaru: eso no importa. Ahora, debemos apresurarnos.

A pesar de que aunmentaban la velocidad, parecia que habia algo que les hiciera el camino mas largo. La desesperacion? Podria ser, ese sentimiento que tienen los ayuda a ir mas rapido, solo para evitar que todo caiga en manos del mando del dios Naraku, quien ahora estaba celebrando en el inframundo que su plan iba en perfecto estado.

Naraku: Inuyasha ya odia a sus amigos, y Ahome esta separado y lejos de él. Lo que hace falta es romper el corazon de ambos.

Kanna: Amo…Ahome ya recupero la perla de Shikon…y viene para aca…

Naraku: muy bien. Kikyou!

Kikyou: dime Naraku'

Naraku: vayamos ahora al gimnasio del pueblo, debemos intercambiar unas palabras con Inuyasha antes de que Ahome llegue. Cuando lo haga, le arrebataremos la perla de Shikon.

Pero, y que tal si ese tonto perro no te cree?

Ahome: no le digas asi Shippou. Inuyasha si me va a creer, el dijo que yo era la unica en quien confiaba mas que nadie…

Myoga: "Ahome, si supieras lo que me dijo Shippou, de que el tonto del amo Inuyasha dice que la unica cosa preciada para él era esa Kikyou…pobre niña…"

Ahome: Ya llegamos!

Lograron llegar mas rapido ya que la perla le dio fuerzas a Ahome. Por ahora, ella tenia sus alas ocultas, le parecia increible pero incomodo ver su forma de diosa original. Al llegar a la aldea, todo les parecio extraño; el cielo estaba de un gris fuerte y oscuro, y las personas estaban con un ambiente delicado; las personas peleaban y se insultaban entre ellas.

Myoga: parece que la maldad les hizo efecto…

Ahome abrio sus ojos del miedo, y volteo hacia el gran gimnasio contemplandolo.

Ahome: Inuyasha, no… - y salio corriendo en aquella direccion.

Mientras, Inuyasha seguia euforicamente bravo con sus amigos por haber hablado mal de Kikyou.

Inuyasha: que se creen? Acaso mi felicidad tampoco es importante?

Claro que lo es amor mio, por eso vine, para estar siempre junto a ti, incluso en la muerte…

Inuyasha se volteo de golpe, viendo con sus ojos dorados la perfecta figura de aquella ninfa que lo encanto. Ella se le acerco lentamente, posando sus oscuros labios sobre los de él. Inuyasha cerro sus ojos instintivamente, y se sentia extraño de repente, como mareado. Fue cuando empezo a sentir un hormigueo en sus labios y se separo de golpe de ella, sosteniendo su cabeza y tratando de no perder el equilibrio. Mientras, ella se reia con malicia y frialdad, cosa que sorprendio mucho a Inuyasha.

Inuyasha: por…por que?...que me has dado…?

Nada del otro mundo, simplemente que ella, al besarte, te paso un delicado veneno que te hace perder tu fuerza, eso es todo

Inuyasha: tu…tu quien eres?

Jajajaja!...se nota que no me recuerdas…Soy Naraku, dios del inframundo, para servirte, Inuyasha – decia mientras hacia una reverencia. En sus rojos ojos se podia apreciar el odio y el disfrute del sufrimiento.

Inuyasha: que hace Kikyou contigo?

Naraku: ella? Pues… - dijo tomandola por la cintura bruscamente y colocandole una de sus garras en su cuello – la rapte

Inuyasha: que? – tratando de mantener el equilibrio – sueltala ahora!

Naraku: ah! No, no, no, mi querido semi-dios. Si quieres que la suelte, quiero que tu me des algo a cambio

Inuyasha: lo que sea… - dijo con ironia

Naraku: es simple; tu me das tus poderes de hibrido, y yo la suelto, tu con ella, ella contigo, amor por siempre, y todos felices. Que dices?

Inuyasha al principio dudo. Se quedo mirando a Kikyou, la cual estaba inexpresiva como siempre, y luego vio a Naraku, quien tenia un brillo de malicia en sus ojos rojos como la sangre. Fue cuando asintio lentamente con la cabeza. Naraku sonrio amargamente, y acercandose al joven mitad bestia, puso su mano sobre su cabeza de plateados cabellos, sacandole sus poderes los cuales tenian un brillo plateado, como los rayos de la luna.

Al terminar, Inuyasha se quedo algo debil, y cayo al suelo al ya no aguantar mas el mareo que le habia proporcionado el veneno. Fue cuando Naraku se reia y reia cada vez mas fuerte y con mas maldad de la que era capaz llevar. Inuyasha no le dio importancia, y se acerco a Kikyou para abrazarla, pero esta se alejo, haciendo que él cayera nuevamente al suelo ya que se encontraba muy debil. No entendia el por que ella hizo eso, y parecia que Naraku lo vio.

Naraku: que? No entiendes el por que "tu queridisima Kikyou" se aleja de ti? Ja! Pues dejame decirte que ella no es una humana cualquiera – Inuyasha se quedo pasmado ante las palabras de Naraku, y mas aun al ver como, del interior de Kikyou, salian unas pocas serpientes de un color azul palido

Inuyasha:…ah…serpientes cazadoras de almas…

Kikyou: asi es Inuyasha, soy la ninfa de las serpientes cazadoras de almas. Dime, que te parece?

Inuyasha estaba sumergido por la confusion y poco a poco por el odio al darse cuenta de la verdad

Inuyasha: que eres una maldita desgraciada que se la pasa robando el alma de las dulces personas que te encuentres por alli!

Kikyou: me halagas – y le mando a una de sus serpientes que le pegaran a Inuyasha. Éste quedo un poco mas lejos por el golpe de la serpiente. Naraku, meintras tanto, se reia con malica.

Kikyou seguia golpeando a Inuyasha con sus serpientes, y él se encontraba dejandose golpear, sintiendo una presion en su pecho y lanzando lagrimas de odio y dolor, al no haberle creido a sus amigos de aquel terrible engaño.

Inuyasha: y yo que los trate tan mal…

Kikyou: si, eres un tonto Inuyasha, fue tan facil engañarte – le dijo, golpeandolo nuevmente con mas odio – y creiste que yo te queria. Inutil…yo odio a los hibridos!

Y le iba a volver a pegar, pero de la nada, aparecio una flecha con un gran brillo violeta, que destruyo la serpiente con que Kikyou le iba a pegar a Inuyasha, y purificando a las demas las cuales tambien se destruyeron. Kikyou, sorprendida, miro hacia atrás de Inuyasha, y él tambien se volteo. Con lagrimas en sus ojos, se quedo mirando sorprendido y con la boca abierta la figura que alli se presentaba. Ahome estaba con el arco estrellado en sus manos, con una mirada de furia ante Kikyou y Naraku. Lo que mas los sorprendio fue verla con un aura violeta envolver su delicada figura. La belleza que tenia era impresionante.

- Naraku: no puede ser…

- Inuyasha: Ahome…

Ahome hizo aparecer de la nada, con una luz blanca, otra flecha estirandola en el arco y lanzandosela a Kikyou. Esta la esquivo, pero Ahome, al estar tan cansada por correr a rescatar a Inuyasha de regredo del bosque Dandellaion, no era tan rapida, pero logro esquivar una de las serpientes azules de la ninfa. Siguieron peleando, hasta salir del gimnasio hacia aldea abajo. Alli, todas las personas estaban desmayadas por el efecto del veneno de Naraku. Ahome y Kikyou siguieron peleando, y Naraku, acompañado de un caballo negro alado, las seguia. Inuyasha se encontraba aun en el gimnasio, sintiendose como el idiota mas grande del mundo, botando lagrimas de furia y dolor. Fue cuando Shippou y Myoga se le acercaron.

Myoga: amo Inuyasha! Esta usted bien?

Inuyasha: anciano Myoga… - decia aun llorando – he sido un tonto…como pude creer en esa maldita de Kikyou? – fue cuando levanto su dorada mirada viendolos, y viendo a Shippou – Shippou…perdoname…

Shippou: no es momento para eso Inuyasha!

Myoga: es verdad, amo Inuyasha! Tiene que pararse y ayudar a Ahome, ella esta algo agotada!

Inuyasha: no puedo…le he dado todos mis poderes a Naraku a cambio de la vida de Kikyou…. A cambio de la vida de un maldito cadaver…

Myoga: amo Inuyasha, hay una forma. Ahome le dio su corazon, y usted el de ella, eso significa que ambos estan conectados. Solo tiene que concentrarse, y puede que Ahome, con ayuda de la perla, le haga recuperar parte de sus energias.

Inuyasha lo miro, y un rayo de esperanza se asomo por su rostro. Sus ojos dorados se llenaron de seguridad.

Inuyasha: quizas tengas razon Myoga – y sacando fuerzas de su interior, se paro. Metio su mano por la camisa, sacando una llave de plata con una pequeña piedra brillante, lac ual estaba rajada por la mitad. Inuyasha no sabia que era eso, pero no le paro. Cerro sus ojos tomando la llave con sus manos, concentrandose acercandosela al pecho. Fue cuand un aura violeta lo envolvio, y logro recuperar sus energias de hibrido. Corrio rapidamente escaleras abajo hacia la aldea. Con su olfato, logro ubicar la batalla entre Ahome y Kikyou. Inuyasha se puso en frente de Ahome de un salto, y comenzo a pelear con Kikyou. Siguio aquella terrible batalla, cuando Naraku paso entre ellos dejando un humo de veneno, haciendo toser a Inuyasha. Aquella batalla los habia llevado hasta una cantilado que llegaba al mar. Inuyasha seguia tosiendo, y Kikyou queria aprovechar aquel momento para darle el golpe de gracia. Ahome se dio cuenta, y sacando fuerzas de su interior, salieron de su espalda aquellas esbeltas blancas alas, y volo hacia ellos, poniendose entre Inuyasha y Kikyou, la cual ya habia lanzado su ataque, atravesandole a Ahome su pecho. Ahome fue expulsada hacia el acantilado, expandiendo sus hermosas alas hacia arriba mientras caia, con sus ojos abiertos por la sorpresa y el dolor, botando unas pocas lagrimas. La perla de Shikon caia tambien, y Naraku paso agarrandola y riendose.

Naraku: bien hecho Kikyou! Ahora, acaba con ellos mientras yo voy al mar Jellifish!

Y se alejo. Mientras, Ahome seguia cayendo, e Inuyasha la miraba con miedo, viendo como los labios de Ahome pronunciaban unas palabras con dulzura, despertando un sentimiento en su interior.

- Ahome: Inuyasha…te amo…

Inuyasha salto al acantilado, y logro tomar a Ahome en brazos en el aire. Las alas de ella habian desaparecido en un haz de luz. Inuyasha la dejo en el suelo a cuidados del anciano Myoga y de Shippou. Luego, con una nueva fuerza en su cuerpo y una ira en sus ojos, se dirigio hacia Kikyou. Desenvaino el colmillo de acero.

Inuyasha: me las pagaras, maldita… - en el rostro de Kikyou se veia el temor, ya que creyo ver un resplandor plateado rodear el cuerpo de Inuyasha por un momento – Viento Cortante!

El ataque le dio de pleno, destruyendola con un terrible y horroroso grito por parte de aquella ninfa, la cual fue destruida por completo.

Inuyasha guardo al colmillo de acero, y se acerco rapidamente al cuerpo de Ahome. Vio como a ella le costaba respirar, su pecho se inflaba y desinflaba lentamente, cada vez mas lento. Fue cuando abrio lentamente sus ojos cafes, viendo los tristes dorados del joven mitad bestia.

Ahome:…ah…Inuyasha…estas…bien…

Inuyasha: Ahome, por que lo hiciste?

Ahome:…ya lo dije…porque…porque te…amo… - Inuyasha abrio sus ojos de la sorpresa, y apoyo su rostro en el pecho de la joven, llorando como nunca en su vida.

Inuyasha: perdoname Ahome, nunca debi haber hecho nada de lo que hice. Eras tu, tu eres la que me comprendio, la que me entendio y me consolo, la que me quiso por lo que era!

Ahome: ya, Inuyasha, yo….no tengo nada…que perdonarte… - cada vez le costaba hablar mas, y a pesar de eso, ella sonreia, cosa que consternaba e incomodaba a Inuyasha, quien creia que todo aquello le pasaba por su culpa. Ella se encontraba acariciando suavemente su rostro – Inuyasha…tienes que recuperar la perla de Shikon…salva al monte de las animas…

Inuyasha: no lo hare! – dijo desesperado, poniendo su mano sobre la de ella – primero te salvare! No dejare que te quiten la vida – decia suavemente, mientras acercaba su rostro al de ella, rozando ligeramente sus labios. – te prometo que volvere….no dejare que te arrebaten de mi lado, nunca…

Se separo lenta y dolorosamente de ella, y camino desididamente hacia el mundo de las tinieblas, dejando a Ahome a cuidados de Shippou y el anciano Myoga.
- Inuyasha: "No dejare que te vayas de mi lado mi querida Ahome…yo te di mi corazon y lo protegiste, ahora yo cuidare el tuyo, cueste lo que me cueste…