Capitulo 26: El final de la oscuridad
Victoria: Sesshomaru!
Sesshomaru se encontraba peleando contra los tres guerreros al mismo tiempo, pero se encontraba muy debil. Los demas seres superiores estaban atados con cadenas, impidiendo que se movieran, mientras Naraku, desde el cielo, observaba todo el espectáculo. El cuerpo de Inutaishou estaba cubierto por completo de fuego y hielo, pero aun no habia muerto.
Bankotsu le iba a dar el golpe de gracia a Sesshomaru
Victoria: Sesshomaru, no!
Mientras Bankotsu retrocedia, Sesshomaru sentia como la energia volvia a él. El por que, era de un aura rosada que lo envolvia; era la barrera afroprotectora que Victoria le estaba brindando.
Renkotsu: maldita diosa enamorada…. – le lanzo una bola de fuego.
Sango: Hiraikotsu! – logro desvanecer el ataque, dio la vuelta con Kirara, y se dirigio hacia Renkotsu junto con Miroku.
Sesshomaru: ahora veras….
Sesshomaru peleaba contra Bankotsu, mientras Jakotsu estaba luchando contra Victoria.
Sango: excelencia…es muy difícil vencerles…que tal si no lo logramos?
Miroku: si, si podemos lograrlo! – lanzando varios pergaminos sagrados – y si no, no me importa morir, igual ire a un lugar mejor, pero no sin ti, mi querida Sango…
Siguieron luchando, pero los guerreros parecian no cansarse, mas bien…parecian divertirse, incluso con los dioses.
Victoria: Lo mejor seria…
Sesshomaru: no digas mas, lo entiendo perfectamente – decia, esquivando un ataque, y mirando al joven monje, quien tambien entendio el mensaje. Salto del lomo de Kirara.
Miroku: Sango! – le lanzo su baculo y ella lo agarro.
Sesshomaru lanzo un ataque junto con Victoria, haciendo que Bankotsu y Jakotsu retrocedieran, y Miroku abrio su agujero negro.
Sango coloco el baculo sobre su boomerang, y con todas sus fuerzas, lo lanzo hacia Renkotsu. Sesshomaru lanzo su latigo de luz, y Victoria su alabarda. El conjunto de ataques no tomo por sorpresa al guerrero, pero logro destruirlo al final. Un guerrero menos, solo quedaban tres. Pero Miroku no conto con que uno de los ataques de Bankotsu eran una especie de abejas, que Miroku absorvio, y se dio cuenta de que eran venenosas. Se tiro al suelo con dolor, tratando de soportar el dolor.
Sango: Miroku!
Jakotsu: muy mal, muy mal
Bankotsu: ahora veran
Ataco a Sango y a Kirara, haciendo que ambas cayeran desde una altura muy grande. Kirara logro medio recuperarse en el aire, y tomo a Sango, quien estaba inconciente, y al llegar al suelo, Kirara cayo con Sango encima.
Miroku: ah…Sango… - se arrastraba hacia ella – Sango…despierta…
Sango: Mi…Miroku…vamos a morir…
Bankotsu: Jajaja! Sesshomaru, tu y tu padre estan perdidos, y todos los seres superiores tambien…
Justo cuando Bankotsu iba a matar esta vez al dios de la media luna, hubo algo que los distrajo a todos. A lo lejos, en dirección a la región Sengoku, se acercaba una combinación de luz. Fue cuando Sesshomaru se percato, en lo alto del cielo; luna nueva…y muchas estrellas…
Naraku: que es eso?
De las nubes, salieron dos grandes figuras que se acercaban a toda velocidad, y se volvieron a ocultar bajo las nubes. Luego de uns pocos segundos, unos rayos violeta y plateado se vieron como un flash, llegando a la cima de la montaña. Todos estaban boquiabiertos observandolos; los guardias, los dioses, las ninfas y las diosas estaban mas alegres que nunca, con una mirada de admiración. Bankotsu y Jakotsu estaban confundidos, Sesshomaru y Victoria sonreian débilmente, y Sango y Miroku no podian caber mas en felicidad. En cambio Naraku estaba con un miedo muy grande en sus ojos…
"Pero si ambos se unen en un mismo sentimiento y con todo su esplendor…"
Naraku: "No…este no sera mi fin, no lo permitire…"
A las personas que veian eran a aquellos que volvieron a encontrar su destino; Ahome estaba flotando en el aire, con sus esbeltas alas extendidas, que parecian hechas de plumas de luz, y estaba cubierta por un aura violeta, e Inuyasha, que tenia el mismo aspecto de siempre, pero con un aura plateada. Ambos estaban viendo con odio a Naraku.
- Inuyasha: preparate Naraku…
- Ahome: este sera tu fin…
Y se abalanzaron contra Naraku, pero Jakotsu y Bankotsu se interpusieron.
Jakotsu peleaba contra Inuyasha, y Bankotsu contra Ahome.
Jakotsu: uyy! Pero que guapo eres Inuyashita!
Inuyasha: callate desgraciado, y pelea!
Bankotsu: lastima que seas un angel, como ninfa del mal te verias mas atractiva
Ahome: ya tengo quien me diga ese tipo de palabras, muchas gracias.
Todos estaban sorprendidos por las habilidades de los nuevos dioses, pero nadie mas que Inuyasha y Ahome, y sobre todo Myoga, quien estaba mirandolos con Shippou, Sango y Miroku, con la boca abierta, completamente estupefacto, mientras los demas seres superiores los aclamaban. Sesshomaru subio con dificultad a la montaña de hielo y fuego, liberando a Inutaishou, y ambos cayeron al suelo exhaustos. Izayoi cuidaba de Inutaishou, mientras Victoria hacia lo mismo con Sesshomaru.
Inuyasha: Garras de acero!
Jakotsu: ahhh…..podras herirme, pero eso no me destruira!
Inuyasha: ja! Ya lo veremos! - saco al colmillo de acero, y blandiendola con extraordinaria habilidad, corto las cadenas que tenian apresados a los otros, y se dirigio hacia el guerrero que estaba debil – Viento Cortante!
El ataque destruyo a Jakotsu por completo. Ahome tambien deseaba terminar con aquello de una vez, y le mando a Bankotsu una lluvia de estrellas fugaces. Nada mas quedaba Naraku.
Inuyasha: Viento Cortante!
Ahome: lluvia de estrellas!
Naraku las recibio de pleno, y habia una nubedera por todas partes, pero de su interior, se pudo ver una llama de fuego negro, del cual aparecio Naraku. Se lo veia mas endemoniado que nunca; estaba rodeado por fuego negro y veneno, sus cabellos negros revoloteaban con la corriente de nergia, sus ojos purpuras resplandecian con un brillo maligno, y su cara estaba adornada por una fria y malevola sonrisa.
Naraku: no importa lo que el amor entre dos seres haga, nunca podran vencerme!
Con unos tentáculos, trato de atravesar a Inuyasha, pero este fue protegido por la barrera afroprotectora de Ahome, y gran error, ya que Ahome estaba detrás de Naraku, y le dio un golpe con su arco. Naraku se desequilibro, pero logro atrapar a Ahome con sus tentáculos. Ahome gritaba del dolor, ya que sus alas eran maltratadas, y estas eran su parte mas sensible. Naraku comenzo a apretarla, haciendo que sus alas perdieran algunas plumas que se desvanecian en pequeños haces de luz. Ahome gritaba, e Inuyasha desesperaba.
Inuyasha: sueltala, maldito! – con la respada corto los tentáculos que tenian presa a Ahome, y la tomo en brazos. – estas bien?
Ahome: si..si, estoy bien…
Inuyasha: acabemos con el de una vez…
Ahome: estoy de acuerdo…
Inuyasha: Ahome, sabes que hacer, no?
Ahome: si, siempre unidos.
Inuyasha salto lo mas alto que pudo, haciendo que colmillo de acero enrojeciera. Ahome remonto el vuelo, y con su arco, hizo aparecer una flecha, y estirandola en el arco, concentro todo su poder purificativo en ella.
Inuyasha: Bakuryu Ha!
Ahome: ve!
Ambos ataques se combinaron, haciendolo mortal y destructivo. Naraku trato de esquivarlo, pero al ver que fallaria, se cubrio con su campo de proteccion, el cual no sirvio de nada, y lo traspaso. No produjo ningun sonido, pero un chillido ensordecedor se escucho por todo el lugar. Naraku moria lentamente, consumiendose en su fuego oscuro y su maldad eterna. El cielo se aclaro, la maldad desaparecio. Ahome sabia lo que tenia que hacer. Se alzo alto en el cielo claro, cerrando sus ojos instintivamente, y colocando sus manos sobre su pecho, donde una luz comenzo a brillar. De ella, salieron miles de rayos de luz, calidos al contacto, iluminando cada parte de todo el lugar. Las ciudades, y las aldeas de la región fueron envueltas en claridad, haciendo que las personas sintieran paz eterna. El mar Jellifish volvio a su marea original, el bosque Dandellaion estaba con su belleza natural otra vez.
Kaede: Mi niña….Ahome…
Jinengi: bien hecho, Inuyasha…
