Capitulo 27: un final feliz

La luz tambien ilumino el Monte de las Animas, devolviendole su energia a todos los dioses. Luego, desendio lentamente, al lado de Inuyasha, contemplandolos a todos. Vieron la sonrisa de las ninfas, los guardianes y los dioses. Sango, Miroku y Shippou se les acercaron abrazandolos con una alegria extrema. Inuyasha vio como sus padres, Inutaishou e Izayoi, le sonreian con dulzura. El se acerco, y los abrazo.

Inuyasha: padre, madre…

Izayoi: oh, Inuyasha! Hijo mio!

Inutaishou: bien hecho hijo. Al final, lograste entender lo que te dije

Inuyasha: si padre, que no hay nada mas importante que lo que sentimos y a las personas que queremos, y que para el amor no hay barreras, que es inmortal…

Inutaishou: exacto…

Myoga: bien hecho, amo Inuyasha!

Inuyasha: Myoga…sin ti no lo hubiera logrado, muchas gracias, gracias a ti, y a los demas que me ayudaron y apoyaron, logre recuperar mi destino.

Inutaishou: y por eso hijo, te has ganado la oportunidad de volver a quedarte, tu, dios supremo.

Sesshomaru: bien hecho, hermano. – Inuyasha se volteo sorprendido, viendo como Sesshomaru le sonreia, estando junto con Victoria, que parecia que lo hiciera muy feliz. Inuyasha le devolvio la sonrisa, y cuando iba a pasar el porton del palacio, se acordo de algo, y se volteo. Miro, alla escaleras abajo, a sus amigos Sango, Miroku y Shippou, y a su compañera mistica Kirara, pero vio algo mas que lo desconcerto.

Ahome estaba alla abajo, con su tipico traje marron, sonriendole feliz, aunque una cierta melancolia y tristeza se podia notar en sus ojos. Inuyasha la miraba, la sentia diferente, y se dio cuenta, el aura de ella habia desaparecido, al igual que sus alas y sus poderes de diosa. Inuyasha bajo las escaleras de un salto, colocandose frente a ella, quedandose prendido en la mirada de ella.
- Inuyasha: Ahome, por que no vienes? – ella le sonrio con tristeza, bajando un poco su rostro, y botando un par de lagrimas

Ahome: Inuyasha, esto no es tan sencillo…recuperamos lo que nos arrebataron, pero aun asi me siento incompleta.

Inuyasha: no te entiendo….

Ahome: un dios es capaz de decir "una eternidad", los humanos solo tenemos la oportunidad de decir "para siempre". Yo no quiero una eternidad, yo quiero un siempre, y ese siempre es ahora, mi vida, y no quiero desperdiciarla, quiero pasarla con mis amigos, a los que considero mi familia.

Inuyasha: pero, y nuestro amor?

Ahome: tu lugar es aquí, tu perteneces aquí, tienes a tus padres y a tu hermano. En cambio yo, solo tengo a la anciana Kaede, a Sango, a Miroku y a Shippou…

Inuyasha: Ahome…elegiste una vida mortal, no es cierto? – ella asintio lentamente. Todos los presentes estaban alli, observando lo que parecia ser una despedida muy destructora para ambos enamorados. Inuyasha estaba resentido, no podia creer que su querida Ahome se fuera de su lado.

Pero reflexiono las palabras de ella, y sonrio. Con su mano le levanto el rostro, y con sus labios beso las lagrimas que ella botaba. Luego, se volteo hacia sus padres, acercandoseles un poco. Les sonrio, y ellos a el, e Inutaishou entendio lo que su hijo queria. Inuyasha miro a Sesshomaru y a Victoria, y le puso una mano sobre el hombro de su hermano

Inuyasha: gobierna bien, oh mi dios supremo.

Luego, se acerco hacia sus amigos, junto con Kirara y Myoga.

Inuyasha: deseo una vida mortal…

Su aura plateada aumento, haciendo que todo el lugar brillase, hasta opacarse en el pechod el joven. Ahome lo miraba sorprendida, pero luego corrio hacia el, lanzandose en sus brazos, besandolo con todo el amor del mundo, el mas bello, el mas puro. Una nube aparecio debajo de ellos, transportandolos a la gran aldea de la region del Sengoku. Todos los aldeanos los recibieron con aclamaciones y gritos de felicidad ante la destrucción del inframundo, la desaparición de la oscuridad, y el fin del miedo y la maldad. Inuyasha y sus amigos estaban felices, estaban juntos, y eso era lo importante. Fue cuando todos alzaron sus vistas hacia el cielo, donde el dios de los rayos hacia un revuelto de estrellas, una constelación. Todos estaban muy atentos, sobre todo Myoga, el cual estaba sorprendido, pero feliz. Aquella constelación tomo la forma de Inuyasha, Ahome, Sango, Miroku, Shippou y Kirara, la constelación de los salvadores del Monte de las Animas y de la region del Sengoku.

Wow! Miren! Son Inuyasha, Ahome, y los demas!

Quien los entreno, a esos heroes?

Fue Myoga, el anciano Myoga!

Todos felicitaban a Myoga, y el estaba que no entraba en mayor dicha.

Pasaron meses, y nuestro grupo vivia en una cabaña cerca de las fronteras del bosque Dandellaion. La anciana Kaede y Jinengi vivian ahora con ellos. Sango y Miroku se unieron, esperando a ser padres dentro de unas pocas semanas. En el interior del bosque, cerca de un lago donde hay un arbol enorme, podemos apreciar a dos personas.

Aun asi, sigo siendo un hibrido

Ahome: yo tambien, pero eso no me importa, seas hibrido o no, yo te amo con todo mi corazon.

Inuyasha: mi querida Ahome…estare contigo...

Ahome: para siempre – lo interrumpió ella, a lo que el sonrio

Inuyasha: para siempre….

Y con un dulce beso, la luna nueva volvio a brillar con un aura plateada y violeta, y la lluvia de estrellas no se hizo esperar.

FIN

Hola a todos! Espero que les haya gustado mi historia completa. Ya tengo varias ideas buenas, esperanlas. Bye!