PAREJA: Harry x Draco

DISCLAIMER: El mundo de Harry Potter le pertenece a J.K. Rowling! Yo solo estoy utilizando los personajes por mero entretenimiento sin fines de lucro :3

ADVERTENCIAS: Es un What if,...? (qué tal si...?) Hay relación chico-chico, sexo explícito (Si no te gusta el delicioso, ¿Qué haces aquí? x9), personajes algo OoC y probablemente palabras altisonantes. ¡Están advertidos!

Como nota extra, les advierto que en este Fic tomo casi todo lo establecido del libro 1-7 (sin el epilogo) como canon, solo que habrá una ligera variación. Draco tuvo otro destino a partir del libro 6 cuando tenía 16 años. :D (Después explicaré que fue lo que le pasó :P)

Si me equivoco en continuidad, horrores de ortografía o las cosas canónicas, ¡me disculpo de antemano! (porque no podré hacer nada xD)

Notas de la Autora: Hola pequeños, por poco se me olvida actualizar xD Pero mejor ya nochecita que mañana! Espero que se encuentren muy bien!

Mil gracias por sus comentarios: blackladymoon (me alegra mucho que te gusten mis historias! me hace muy feliz *W* y espero que sigas por aquí :9), ribeiro. pipe26 (se te extraño Pipe ;A; ya hasta temí que no te hubiera gustado ese capi QoQ pero me alegra que estés por aquí! jeje ya decía yo que hablabas de Draco, aunque si me ilusioné ;P y tienes toda la razón, las buenas enseñanzas pueden venir de aquellas personas que nos han lastimado, a final de cuentas, todo en esta vida es una prueba y depende de nosotros tomar lo bueno y aprender de los errores :D eso me recuerda a la canción "Fighter" de Christina Aguilera +w+ y si esto te sorprendió, aun falta un poco mas sobre el pasado del dragón, jojojo~ y sobre lo de los adelantos, ahí si te quedo mal porque me gusta ponerlos jeje :P) y AnaM1707 (sip, esa es la mentira mas antigua que todos tan bien conocemos :P)

A leer se ha dicho!


Caldo Verde

A lo largo de su vida había recibido muchos besos, sin embargo muy pocos causaron un impacto o un profundo sentimiento en su interior. El primer beso que le dio Cho y el primero que recibió en su vida, fue tan triste y amargo que incluso después de tantos años, podía confirmar que le pertenecía a un fantasma; los besos de Ginny cargados de energía explosiva y los de Tim, tan atrevidos que hasta al más escéptico se le hubieran doblado las rodillas….

Y luego estaba este que le robaron; tan extraño como difícil de explicar. Inesperado, sincero y tan dulce o a si le pareció que tras un par de horas en vela, ya comenzaba a dudar haberlo vivido.

No sabía a lo que decidió jugar Malfoy pero ya lo averiguaría el siguiente miércoles. Mientras tanto su mente se ocuparía de evitar que lo olvidara y no le sentaba nada bien a su tranquilidad.

"Por Mordred hombre, que no es como si fuera la primera vez" se dijo apresurado el paso en la cinta eléctrica que ronroneaba por la velocidad que comenzaba a adquirir.

No le resultaba extraño que esa absurda necedad de revivirlo en su mente, analizar cada detalle de la escena, se debía a ese tiempo sin pareja y ya ni hablar de sexo en el panorama. Tim no estaba ni cerca de ser un desvanecido recuerdo en su mente, era un idiota por seguir manteniéndolo vivo en su corazón, pero por insólito que le pareciera, eso no evitaba que hubiera sentido algo.

"Quién diría que Malfoy pudiera besar así..."

Un grito hizo que detuviera su ejercicio y sus vellos se erizaron al escuchar el estruendoso llanto de Molly.

-¡Mayday, Mayday Harry! Se desató el caos-

-¿Qué pasó Seamus? – preguntó acelerado dando un salto de su aparato de ejercicio. 8 de cada vez que su pequeña soltaba en llanto, era una falsa alarma, pero no por ello dejaba de sobresaltarlo.

-Molly despertó y Teddy le quitó el peluche de dragón con el que la arropé...– "Oh Merlín" pensó Harry golpeando su frente -ya sabes ese gris opaco deshilachado... no tuve opción porque Molly no se calmaba-

-¡No el señor Brilloso! ¡Es el peluche favorito de Teddy, Seamus! y es muy celoso con él- dijo corriendo hacia donde estaban sus niños.

Tanto Dean como Seamus buscaron refugio porque ese llanto era insoportable y los comprendía, no era tarea fácil. Teddy podría ser muy tranquilo la mayor parte del tiempo, tímido, dulce y retraído incluso, pero si había algo que no toleraba eran 2 cosas: La comida insípida y que tocaran su dragón de peluche.

De tan apegado que era a él, siempre le pareció que había nacido con él. Era la fuente de su tranquilidad y su paz que solo rogaba al cielo que estuviera dispuesto a hablar.

-Teddy… por favor, dale el dragón a Molly- el niño con ojos llorosos intentó comunicarse aun con las manos temblorosas. Tratar de entenderlo con ese tartamudeo era aún más difícil. "Es mío" repitió tres veces como sentencia.

–Sí, ya sé que es tuyo, cachorro… pero ya sabes que Molly ha estado inquieta y molesta por que le están saliendo los dientes. Trata de comprender...-

El niño sacudió su cabeza estrujando el peluche entre sus brazos mientras gruesas lágrimas corrían por las mejillas de Molly. La levantó en brazos y comenzó a arrullarla, pero una vez que su pequeña estaba en medio de una rabieta nada la calmaría –Se lo mucho que quieres al Señor Brilloso, pero no te estoy pidiendo que se lo regales, solo que se lo prestes un rato- el niño ni se movió de lugar, miraba absorto el piso -además tú ya eres un niño grande, ya no lo necesitas para dormir- Teddy alzó la mirada.

"Lo va a romper"

-No, nada le va a pasar, solo es para sosegarla. Te prometo que en cuanto tenga tiempo le conseguiré un peluche tan especial como este para que te lo devuelva, ¿de acuerdo? - Teddy suspiró desviando sus ojos castaños a la pared. Lo estaba considerando y eso le dio esperanza a Harry.

Los ojos caoba de Teddy miraron a Harry y luego a Molly. La pequeña pelirroja hipaba desesperada que pudo ver el preciso instante en el que su niño cedió. Alargó el peluche con la mano y volvió a desviar la mirada. Estaba haciendo una rabieta, pero seguía siendo su niño comprensivo.

–Muchas gracias Teddy- le dio un beso en frente.

En cuanto el dragón blanco regresó a las hiperactivas manos de Molly, el llanto finalmente cesó.

-Y tu eres una pequeña bandida ¿verdad?- le dijo a la pequeña que soltando un bostezo cerró sus ojitos disfrutando de la suave tela del viejo peluche mas de cinco veces remendado.

"¿Puedo dormir en tu cama?" preguntó Teddy tímido sintiéndose derrotado.

-Me parece un precio justo- le dijo al niño que corrió a acurrucarse contra su pecho, haciendo que olvidara todo lo demás.

--EÏ3-

Desde que llegó a esa cocina 2 meses atrás, siempre le llamó la atención la forma en la que Draco se desenvolvía en la cocina; esa seguridad y confianza de un líder inamovible, sus movimientos felinos escasamente audibles, aunado con ese carisma y calidez de su trato que era tan apreciada por todos los demás cocineros, no dudaba porque era él quien se encontraba al frente de un lugar así. Era un líder nato con todas sus letras.

Sin embargo, mientras picaba esa alargada col verde, tan verde que distaba tanto de cualquier otra col que hubiera visto, observó al Chef en acción cubriendo el puesto de Nico quien se ausentó por un resfriado.

Era como si bailara apenas tocando el suelo. Un giro y las cebolletas entraron a la cacerola junto con el ajo. Otra media vuelta y ahora fue el turno de las patadas. El tiempo no parecía transcurrir al mismo tiempo que los demás, era como si lo frenara y lo moviera a su antojo. Salpimentó con un suave movimiento de sus dedos y lo procesó todo con una batidora en su otra mano.

Cuando menos lo notó la col en su tabla, junto a unas rebanadas de chorizo, ahora formaban parte de esa peculiar preparación portuguesa. El olor era espectacular.

Harry rebanó la Broa, un pan de maíz con un fuerte sabor a hinojo muy popular en Brasil y Draco con su mano izquierda sirvió la preparación, aderezándola con una cucharada de aceite de oliva.

Una pequeña sonrisa de satisfacción apareció en su rostro antes de cubrirse de indiferencia y Harry se preguntaba ¿Por qué siempre hacia eso? Era obvio que estaba haciendo algo que disfrutaba, pero parecía querer demostrarle lo contrario.

-Este es un perfecto caldo verde. El favorito de unos clientes que vienen cada fin mes religiosamente. Un pedido grande para llevar- chasqueó la lengua.

-Creí que no teníamos ese servicio- dijo aclarándose la garganta ¿Qué rayos había estado haciendo? ¿Y por cuanto tiempo tuvo la boca entre abierta? "Estoy absoluta e irrevocablemente comportándome como un idiota. Si perdí la cabeza, ahora no me quedan dudas…"

-No lo hacemos, pero ellos son unos clientes muy especiales- hizo un ademan con su mano al momento que dieron la 1 en punto.

--EÏ3-

La noche dominando el terreno, la jornada se hacía más ligera y tranquila.

-¿Y ahora si te vienes con nosotros de juerga este domingo, Harry? No es nada lindo que nos rechaces cada fin de semana, también tenemos sentimientos - dijo Andrew echándole el brazo encima.

-Claro, no me lo perdería- dijo sin mucho ánimo. Era agradable pasar tiempo con sus compañeros. Era divertido como cuando estaba en la academia de aurores, risas y diversión, pero había algo en la tranquilidad de la oficina de Malfoy, ese silencio que tanto apreciaba cuando su propia mente era un caos.

Además, aún no había aclarado que era lo que sucedió el domingo anterior como para que la idea de ir a un bar ganara importancia en su cabeza.

Mientras Iván seguía lavando trastes a su propio ritmo, Malfoy recargado en la puerta que daba al callejón solitario, formaba círculos de humo con su boca, que corrían hacia el techo indolentes por el frío de la noche. Siempre era su rutina cuando la calma reinaba en la cocina y el ingreso de comensales menguaba.

Torció el gesto cuando Franco lo arrimó a su cuerpo y optó por desviar la vista. El italiano claramente quería algo, pero Draco no le daba su interés, pero tampoco lo cortaba de tajo. No lo entendía.

Nico y Josef estaban en su propio mundo charlando, era demasiada tensión la que se traían entre ellos, que estaba claro por qué los molestaban diciendo que algo pasaba entre ellos pese a estar casados respectivamente con sus esposas.

-Oigan, si van a chuparse los penes háganlo en otro lado, aún tenemos trabajo- sentenció Elise con una bandeja rebosante de hielo que regresó al frigorífico.

-¡Elise, por Merlín! uno no puede charlar a gusto sin que lo critiquen- se ofuscó Nico tan rojo como un jitomate.

-Si quieres privacidad, ahí está el congelador- sonrió cínica para la vergüenza de los dos, que comenzaron a hablar en voz alta con los demás, ignorando aquella burbuja que Elise deliberadamente rompió.

-Eres mala- dijo Harry divertido.

-No, soy honesta. Y digo lo que pienso. Si se traen ganas, solo deberían admitirlo-se alzó de hombros -¿café? — preguntó señalándole su termo recién llenado.

-Generalmente no tomó café en la noche- la chica arqueó una ceja incrédula.

-¿En serio? Supuse que te habías vuelto fanático a los cafés alcohólicos- dijo con inocencia.

-Fanático es un poco fuerte, la verdad no sabe mal el que Draco... - se interrumpió al ver su amplia sonrisa, estaba justo donde lo quería –¡oye! ¿Cómo sabes eso? -

-Tenía mis sospechas. Draco ya casi no te grita y ha estado comportándose civilizadamente. Además el café que prepara es de excelente calidad como para decirle que no. Y por si eso no fuera poco, no has venido con nosotros de juerga. Se sumar 2+2- sonrió divertida.

-No soy mucho de salir... Tengo dos niños... -

-Sí, sí, lo sé. Siempre es tu excusa- ¿Qué era lo que no le estaba diciendo? - me alegra que te hayas adaptado más y que aceptaras las clases de Drakis. Nadie se vuelve bueno de la noche a la mañana, pero has mejorado mucho desde que entraste y se bien de quien ese el crédito-

-Elise...-

-No, yo tiendo a ser muy distraída. Me gusta hacer las cosas más que explicar cómo hacerlas, seguir mi ritmo sin responsabilidad… por eso no soy una buena maestra, ni mucho menos podría haberme hecho cargo del restaurante. Se lo dije a Draco y se lo dije a papi hace años, pero ambos confían demasiado en mi-

-Hacerte cargo del restaurante? -

-Claro. Era lo que papi quería en un principio, pero yo no se lo permití ¿te imaginas? Se hubiera ido a la quiebra en los primeros seis mes- rio divertida –no, tuvimos una competencia amistosa entre Draco, Franco y yo; y por obvias razones ya sabes quién ganó- se alzó de hombros dándole un sorbo a su café –Así que aprovecha que Draki está de buen humor para darte clases privadas- Harry se ruborizó por ese tono en él lo dijo y su mirada insinuante. "¿Hasta qué punto sabe lo que pasó?" se preguntó agobiado.

-Él es… muy apasionado- dijo más para sí mismo –aunque muy obstinado- hizo una comisura que hizo reír a la chica –A veces me pregunto…-

-¿Interesado?- Harry enseguida se puso en guardia.

-Solo lo natural. Es nuestro jefe…- carraspeó -¿Por qué esta tachado el 17 de diciembre en el calendario?- la chica arqueó una ceja incrédula por su cambio de tema, pero no se molestó.

-Porque es el día que Draco no viene a trabajar por asuntos personales, el único en el que se ausenta del restaurante- arqueó una ceja –Franco es el que se hace cargo del restaurante en su lugar- Harry arrugó la nariz. "Ugh, Franco" se dijo sintiendo la fría mirada del italiano como si hubiese leído su mente -no me preguntes de que se trata porque no lo se… respeto su mutismo al tema, estoy segura que algún día me lo dirá-

-Eres muy buena con él-

-Soy su mejor amiga de este lado de Inglaterra- dijo orgullosa –Así que, por favor, ten paciencia con él. Puede ser duro, huraño y hosco, pero es una excelente persona, la mejor que conozco en realidad. Ama el restaurante y valora como no tienes idea a sus compañeros. Si le preguntas a cada uno, a Paul, a los meseros, te dirán lo mucho que lo aprecian-

Harry ya suponía algo así por lo poco que escuchó hablar a sus compañeros. Siempre había cierta calidez y respeto para dirigirse al rubio, como si los hubiera marcado de forma positiva.

-Lo sé y es lo que haré-

--EÏ3-

Poco a poco iba descubriendo cosas muy interesantes sobre el restaurante, Draco como jefe no era una coincidencia ni por su dinero o estatus; sino cada vez reafirmaba que se debía a su mero esfuerzo por increíble que le hubiera parecido en el pasado. Draco realmente había cambiado y conocer esa faceta desconocida era significativo; le agradaba mucho saberlo. No le cabía dudo que era intrigante todo lo que sucedió en esos 9 años desde que dejó el mundo mágico y deseaba saber más, pero no se arriesgaría a preguntar. Al menos, no por el momento.

Un tic y tac del reloj de pared era el único sonido que restaba de ese ajetreado día que moría con la noche. Solo ellos dos en esa oscuridad parcial con esa mágica bebida que engullía sus inseguridades y lo cansado que se sentía.

-Un gran día- dijo jugueteando con la mitad de su bebida que perdía consistencia conforme el calor del café se disipaba. Hacía calor en la oficina y quitándose el grueso abrigo observó cómo unos papeles revoloteaban alrededor de Draco. No traía varita, pero era lógico que estaba haciendo magia –Creí escuchar que no se permitía magia en la cocina- no estaba siendo acusador, era el jefe y podía hacer lo que quisiera; pero si se le hacía una ironía.

-Claro. En la cocina está prohibido. Nico en la primera semana que estuvo trabajando se le ocurrió hacer un "Winguardium Leviosa" mal hecho y mi conexión eléctrica se fue al caño. Me costó casi 5 mil libras reponerlo porque utilizar un "Reparo" solo arruinó las cosas- Harry puso los ojos de plato. Y, aun así, no lo había despedido "Eso es, sorprendente" –pero este espacio fue construido específicamente para usar magia. Papi así lo quiso. Después de tantos años alejado de la comunidad mágica, supongo que era su forma de no añorarla tanto- entrelazó sus manos tras su cabeza –por ejemplo, la chimenea aquí es realmente funcional, solo le cambié la dirección cuando asumí el cargo-

-Ya, ¿y sabias que es un delito tener una chimenea no avalada por el Ministerio? - dijo para ocultar su asombro por hacer algo que Harry siempre deseó hacer.

-Cierto, pero no veo a ningún auror por aquí que vaya a ir con el chisme, así que no importa- sonrió ufano dándole un trago a su café -¿o debería preocuparme?-

-Mis labios están sellados- hizo un ademan con su mano y bajo la mirada -¿puedes explicarme como esta eso del incidente en los baños que… err… mencionaste?- tenía curiosidad y preguntó arrepintiéndose al instante. Su curiosidad no media las cosas y cobraba vida propia que no podía alcanzarla. Una centella cruzó los ojos Draco.

-Es algo que solo sucedió, nada del otro mundo… creí que todos en la escuela se habían enterado- se alzó de hombros.

-Ya vez que no todo el mundo- y era cierto. Estaba seguro que los chismes en Hogwarts no tardaban en estallar como dinamita. "Y más uno jugoso referente al hijo de Lucius Malfoy"

-En Slytherin hacíamos cada fin de mes reuniones exclusivas con buena música, alcohol y buen tiempo. No hacíamos planes malvados como muchos de ustedes pensarían- esa indirecta se le clavó directo en la espalda. Si, era culpable de tener esos pensamientos que veía magos oscuros en cada esquina y que Draco en la escuela iba por ese rumbo.

–Generalmente los de ultimo grado eran los que bebían, pero sintiéndonos muy adultos, ese año tomamos bastante hidromiel para satisfacer a todo un regimiento. El punto es que Theo Nott estaba bastante triste y frustrado por tonterías que no quería revelar a nadie, ahí en Slytherin nadie se mete en los asuntos de nadie y estaba bien, pero yo tenía curiosidad que era lo que lo tenía así porque de conocerlo. Sabrías que es una piedra, ni parece que tenga sentimientos… probablemente fue obra del alcohol porque insistí, básicamente lo hostigué y fue ahí que estalló sobre lo mucho que le gustaba el imbécil de Longbottom y lo furiosos que estarían sus padres de enterarse y era cierto, no habría nada más denigrante que pudiera pasarle, ¿te imaginas? ¿enamorado de un hombre y encima Longbottom? Ya podría ver las letras en su lapida "Asesinado por intentar comerle la polla a Longtonto", así que intenté animarlo, le dije que yo lo entendía, que no era fácil que el gustar de magos, que estaba en su misma situación, incluso quise bromear con eso…- pudo ver un leve rubor rosa en sus mejillas que nunca creyó ver. Se veía avergonzado.

-Se calmó, una cosa llevó a la otra y comenzamos a besarnos. Solo fue un franeleo inofensivo para calmar nuestras decepciones amorosas y como podrás deducir todo Slytherin se enteró y fuimos la comidilla por 6 meses- suspiró dejando su taza vacía a un lado.

Nunca se hubiera imaginado al Draco Malfoy que recordaba que bateara para ese lado. Se veía tan frio, cínico y carente de sentimientos que más bien le parecía que sería de los que se burlan a los que lo admiten, pero ahí estaba, narrándolo con frescura como si no fuera la gran cosa.

No sabía si estar sorprendido o fascinado. En ese tiempo de escuela tenía tantas cosas en la cabeza, navegando y doliendo, miedo e inseguridad como para meterle en la ecuación cuestionarse su propia sexualidad.

Bastó una mirada para besarse como si la vida se les fuera en ello. Labio con labio bebiendo sus suspiros hambrientos. Éxtasis y dulzura que se entremezclan como el dulce tónico en su interior. Sus manos revolviendo su cabello como las propias estrujando su cintura. Suave y a ratos fuerte, que terminó por dejarlo sin aliento

La habitación daba vueltas y el aliento tibio de Draco revoloteaba contra su rostro. Sus ojos grises parecían obsidianas salpicadas de deseo que sacudió su interior.

-¿Qué significa esto?- Había vuelto a pasar y no encontraba palabras lógicas para explicar porque ahora fue él quien comenzó esa reacción en cascada. No necesitaba más dudas de las que ya tenía, pero lo disfrutó como hacía tiempo que no gozaba un placer egoísta.

-¿Por qué tiene que significar algo?- preguntó Draco agitado. Sus mejillas enrojecidas le parecieron adorables en ese semblante generalmente serio y sarcástico -solo somos un par de amigos que trabajan juntos-

-¿Acaso te besas con todos tus amigos para reforzar la amistad? ¿con tus empleados? ¿Y más a los que les gritas uno tras otro sus errores? - el rubio rió de buena gana.

-No. Sería desagradable besuquearme con Josef o Sarah Rose. Tienen al menos veinte años más que nosotros. No me gustan de esos a los que le llaman "Señores"- negó con la cabeza –solo quise hacerlo la semana pasada. No soy la única persona que se le hubiera cruzado por la cabeza besar al héroe del mundo mágico-

Harry arqueó una ceja. No era para nada la respuesta que esperó, era peor. Se hubiese sentido furioso de no ser por aquello que descubrió en su mirada. ¿Por qué sentía que le mentía?

-Tómalo como quieras mientras no se entrometa en tus horas laborales- dijo el rubio acomodando el mechón de cabello que acariciaba su sien -Aunque volverme a besar si me confunde, porque estoy seguro que esta vez no fui yo quien lo inició- Ahora fue el turno de Harry por avergonzarse -¿Crees que vas a conseguir un aumento con ello?-

-¡Claro que no! ¿Cómo puedes decir eso?- respondió ofendido. Esa era la última cosa en la que hubiera pensado –yo solo… no se… quería comprobar algo- suspiró. No tenía idea de lo que estaban jugando.

Era peligroso entremezclar cosas personales con el trabajo, porque de desvanecerse la línea divisoria, perdería todo lo que había conseguido hasta ese momento.

-¿Y lo comprobaste?-

-Si…- le había gustado más de lo que era preciso reconocer, algo había en su subconsciente que no podía ponerlo a la luz –me genera muchas dudas y no sé si sea correcto-

-Si sientes eso, probablemente no lo sea- se alzó de hombros indolente –no soy la persona más moral que conozcas, pero probablemente ese sentimiento se deba a ese anillo que tienes en el anular- se sobresaltó por esas palabras que sonaron acusadoras.

-No significa nada- respondió pausadamente ocultando su mano tras la espalda. No fue una acción consiente, pero le quemaba hablar de eso. Aun la herida estaba al rojo vivo y no podía encararlo –solo, no me lo puedo quitar-

-Ya- dio un asentimiento sin creerle mucho. Pudo sentirlo –Entonces ¿nos vemos mañana temprano? -

-Por supuesto-

--EÏ3-

Lo que restaba de la noche no quería pensar en nada más. No podría dormir pese a lo cansado que se encontraba y eso lo dio por sentado.

El camino de regreso a casa le pareció como tallado en tiza, opaco, y difuminado, no había bordes de los objetos del paisaje, pero si resaltaba con claridad aquel día que Tim le regaló ese anillo. Su mente podía ser cruel en momentos como ese por querer revivir algo que ni venía al caso.

Suponía que eran pataletas del moribundo amor que se negaba finalmente a abandonar el universo. No es como si estuviera cometiendo una traición hacia alguien o hacia sí mismo. Sería un idiota si lo pensara, sin embargo, eso que sucedía entre Draco, eso que no podía poner en palabras no lo dejaba ni un poco tranquilo.

"No estoy acostumbrado" se dijo absorto prendiendo la luz de la calle con una mano para con la otra sacar una cerveza del frigorífico. Y era cierto, había tenido un par de relaciones en el pasado, solo dos serias y las demás de un rato, pero estaba seguro que en todas ellas había surgido de forma organizada y clara.

-Pero no es como si estuviéramos en una relación- se dijo en voz baja convencido que eso era lo que le dejo claro Draco. No entendía que era lo que debía esperar.

-Hola- se estremeció al escuchar la voz de Dean justo en el sitio en el que iba a sentarse.

-Dean ¿Qué haces despierto tan tarde? - preguntó haciéndose un espacio a su lado.

-Seamus se enojó conmigo y me mandó a dormir al sofá- dijo dando un hondo suspiro.

-¿Ahora que le hiciste?-

-Yo no le hice nada, hombre, solo… no estoy listo para ser padre, eso es todo. Con Molly en casa creí que se daría cuenta lo difícil que es tener un bebe, lo desafiante y que se calmaría un poco, pero creo que solo lo ha motivado más, ya sabes lo ilusionado que estaba, pero ahora, esta insoportable preguntándome cuando iríamos a meter los papeles…-

-Dean…-

-¿No me mal entiendas, adoro a la pequeña Molly, pero es una tarea que compartimos contigo, caray que tú eres el que haces todo el trabajo arduo, los momentos críticos, mientras nosotros solo disfrutamos del lado bueno… ¿no sé si me explico? - Harry sonrió –como sea, tonterías mías… ¿y qué hay de ti? Porque usualmente te lanzas a darte una ducha y te vas a acostar-

-Solo quería despejarme un poco…- hizo una pausa -besé a alguien en el trabajo... -

-¡Wow! Esa no me la esperaba- Harry suspiró –si se trata de Malfoy te sugiero que no le digas a Seamus porque le dará envidia y querrá probar suerte siguiéndote al restaurante- Harry veía difícil que Dean permitiera algo así, así que solo se limitó a sonreír -¡me alegra por ti! ¿y ya se acostaron?—

-¡¿Qué?! Solo fue un beso, por Godric… bueno dos…- sentía las orejas calientes.

-Como sea, me alegra-

-¿Y porque? No es algo insólito-

-¿Y porque no estar feliz por ti? Hermano, tú no te has visto en un espejo. Durante todos estos meses parecía que andabas de luto; pálido, delgado y ojeroso, incluso puedo decir que llorabas en el baño para que no te viéramos. Nadie sale de bañarse con los ojos rojos e hinchados- Harry se sentía culpable –Así que, presentar signos de vida me parece un milagro, muy positivo -

-Vamos Dean... No ha sido fácil para mí. Lo que pasó con Tim...- volvió a suspirar como si las palabras se anudaran en su garganta. Tanto amó a alguien que le hizo daño, alguien cuyo mero propósito en la vida era hacerle daño y que nunca sintió ni una pizca del amor que profesaba -y no sé que se apoderó de mi…- estaba disperso, las ideas inconexas que no había manera adecuada de hilarlas. No podía soltar a Tim, pero algo curioso pasaba con Draco. Lo retaba, lo ponía en alerta, tan estresado como ansioso que sus propios ojos siempre estaban buscándolo.

Quería demostrarse a sí mismo que era capaz de permanecer ahí, de superarse, demostrarle a él que se equivocaba; era una retorcida forma de autosatisfacción, pero al mismo tiempo le gustaba verla siguiente expresión que pondría ese hombre desconocido, ese viejo enemigo que le daba una tranquilidad en el silencio, como hacía tiempo no tenía.

-Dijo que no significaba nada, pero la verdad no sé cómo tomarlo...- recordó nuevamente como lo besó. Tan cálido y dulce, como si tuviera miedo y a la vez con mucha fuerza, entregando todo como una última vez. "¿No lo entiendo" se dijo meditabundo -No te besas más de una vez con alguien que no te gusta, ¿o sí? ¿Es acaso una relación? Y si no, ¿entonces qué es? —

-Le preguntas a la persona equivocada, Harry. Solamente he estado en 2 relaciones serias y estoy profundamente comprometido con uno de ellos, así que... - Harry asintió -cada vez que Ginny me ve sigue reprochándome, diciendo que no es justo que 2 de sus relaciones más duraderas resultarán ser gay- el azabache finalmente rio. También con él se había quejado amargamente y no había nada que hacerle. El corazón quiere, lo que él corazón quiere. -Pero amo a Seamus. Probablemente siempre lo hice, aunque fui muy tonto para no aceptarlo. Todas esas ideologías sobre lo que es correcto y lo que no, te hacen dudar, retrasar y negar lo que sientes. Pero creo que no hay nada más sano que mantenerte firme en lo que sientes. Si te hace feliz, te da tranquilidad, ¿Por qué darle la espalda? — Harry lo meditó.

-Creo que darte la oportunidad de respirar otros aires es algo bueno y deberías aprovecharlo. No te pido que te lances de cabeza porque las cosas así no funcionan. No te cases con la idea de tener a alguien, solo disfruta a tu propio ritmo, déjate llevar y no lo pienses mucho- le dio una palmada en el hombro.

-Gracias Dean-

-No hay problema amigo, cuando quieras. El Dean-exprés de consejos estará aquí toda la semana- le sonrió.

-Y creo que también deberías seguir tu consejo. No lo pienses mucho. Estoy seguro que serás un excelente padre; además, no estarás solo-


Notas Finales: Es todo por el momento, espero que les haya gustado y que no sea tan pesado y extraño como creo que me quedó XD

Les mando un besito y espero que les guste el siguiente capi que se llama: "Ensalada Caprese"

Y como ya es muy tarde y tengo que acostarme, no les dejaré adelanto jojojo! Nos leemos el próximo domingo! les mando un beso enorme y que estén muy bien!