PAREJAS: Harry x Draco
DISCLAIMER: El mundo de Harry Potter le pertenece a J.K. Rowling! Yo solo estoy utilizando los personajes por mero entretenimiento sin fines de lucro :3
ADVERTENCIAS: Es un What if,...? (qué tal si...?) Hay relación chico-chico, sexo explícito (Si no te gusta el delicioso, ¿qué haces aquí? x9), personajes algo OoC y probablemente palabras altisonantes. ¡Están advertidos!
Como nota extra, les advierto que en este Fic tomo casi todo lo establecido del libro 1-7 (sin el epilogo) como canon, solo que habrá una ligera variación. Draco tuvo otro destino a partir del libro 6 cuando tenía 16 años. :D (Después explicaré que fue lo que le pasó :P)
Si me equivoco en continuidad, horrores de ortografía o las cosas canónicas, ¡me disculpo de antemano! (porque no podré hacer nada xD)
Notas de la Autora: Hola pequeños! ya estoy nuevamente por aquí! (después de un gran rato jeje nwnU) sorry por el retraso pero espero ya ser mas constante con las actualizaciones jeje
Mil gracias por sus comentarios: xonyaa11 (jeje el punto es antojar :P y descuida, no habrá mucho problema ahí, hay gente que se aferra pese a no tener ni una pizca de esperanza, pero Draco ya tiene a su hombre como para darle pelota XD besos para ti también linda!),Gisell neko (porque quería escribirlo después y ya vez, me tardé casi 1 mes lol sorry por la maldad uwu y me encantaron las caritas! aww yo quiero aprender a hacerlas también :3 y ya te enteraras quien es angelo y que le hizo a Draco bebe -w-U),AnaM1707 (jeje me alegra que te lo pareciera :9), blackladymoon (es que una vez que termino el capi y le doy el visto bueno, no puedo contenerme y lo publico XD me alegra que te gustara *W* ellos en cada universo que estén harán una hermosa pareja ya que aunque J.K Rowling no lo admita, fueron hechos para estar juntos x3 te mando muchos besitos y tu también cuídate),ribeiro. pipe26 (pequeño, te respondo por PM :3 besos~)
A leer se ha dicho!
Isla Flotante
Cuando el reloj marcó las 12 de la noche con su quedo campaneo, ninguno de los dos reparó en ese pequeño hecho de tan concentrados que se encontraban en ellos mismos. El sonido de la noche no era nada en comparación al de sus besos, sus caricias y la fricción que generaban sus ropas entre sí. Era la disputa de dos fuerzas buscando el domino del otro, sus manos acaparando todo lo que pudieran tomar, pero no era suficiente.
Draco gimió al sentir la impúdica lengua de Harry relamer su cuello y como sus manos serpenteaban de su cintura hacia sus glúteos. Esa pasión con la que el moreno siempre hablaba y con la que vivía, era como si la transmitiera a través de sus manos, tan vibrante que podía quemarle.
-¿Estas tan ansioso?- ronroneó en su oreja antes de darle un pequeño mordisco. Harry se estremeció de tal forma como nunca vio en otro hombre que le pareció tan encantador -¿a que ese es tu punto débil?-
-Tramposo…- jadeó acalorado, cubriendo la escena del crimen con la mano, mirándole con esos fantásticos ojos verdes, tan vivos y prístinos, impregnados con deseo líquido. Deseo por él –no es como si hubieras sido el único en descubrir el punto débil del otro…- dijo con tal seguridad que un estremecimiento recorrió su medula y con deleite relamió sus labios.
-Nada mal…Harry…- cerró los ojos ahogando un nuevo gemido cuando las manos de Harry treparon por su pecho, atrapando sus pezones entre las yemas de sus dedos.
Nunca hubiera dejado a alguien más sentarse en esa silla que por derecho y mucho esfuerzo le pertenecía, sin embargo, estaba dispuesto a hacer una excepción por Harry. Sin decir palabra, lo empujó para que tomara asiento; vaya que se encargaría de él.
-¿Q-Que estás haciendo…?- tartamudeó acomodando sus gafas torcidas sin ganas de perderse ni un segundo del espectáculo.
-¿Qué parece que estoy haciendo?- se estremeció al verlo acuclillado frente de él. Una reacción esperada que le hizo ampliar su sonrisa conforme deslizaba sus manos por sus piernas.
-Dijiste que… no significaba nada…- estaba dándole vueltas y el rubio solo puso los ojos en blanco. "Típico" pensó siguiendo con la mirada como subía y bajaba su pecho anhelante.
-Si. E insisto, no tiene que significar algo… solo somos amigos- mordió su labio de esa forma que Harry no podía resistir, que le hizo tragar con dificultad. Estaba hambriento y no lo culpaba, el mismo se sentía de esa manera.
Intentó que no se le notara lo mucho que le asombró lo que encontró detrás de esos pantalones raídos y desaliñados. Vigorosamente despierto, grande y grueso como siempre dijeron las malas lenguas en Hogarts. "Malditos pantalones que no te hacen justicia" pensó realmente ofendido por el mal gusto que tenía Harry al vestir.
–Muy buenos amigos…-
Su mano se mojó con el líquido preseminal, era real lo que sus ojos veían que no dudó ni un instante para lamer la punta. Harry se estremeció al contacto, que decidió provocarlo aún más. Apenas y cabía en su boca, pero haría su mayor esfuerzo para deleitarse con más facetas del salvador del mundo Mágico.
Sus manos se aferraron a ambos lados de la silla y gruñó echando la cabeza hacia atrás cuando lo introdujo por completo. Amargo, doloroso e incómoda la posición, pero lo estaba disfrutando. La sensible piel de Harry palpitaba deseosa y ansiosa por sus atenciones, gemía y se retorcía debajo de él.
-Si… mmm… así…- Sus nudillos acariciaron su mejilla, que Draco deseó que se derritiera por completo instándole a esforzarse más. Estaba fuera de práctica, pero no se lo demostraría. Draco Malfoy era un maldito genio con sus manos y no se dio abasto con lo que tenía al alcance. Jugueteó con sus dedos su escroto, envolviendo con su lengua su miembro, repasándolo, chupando como si fuera una paleta de regaliz.
Harry gimoteaba incoherencias de tan excitado que estaba, que lo tomó por sorpresa cuando empujó su cabeza para que llegara más al fondo haciendo que casi se atragantara con su imponente polla.
No era garganta profunda por todos los cielos, que cuando encontró el aliento para protestar, la blanca semilla golpeó su cara. No era para nada el final que tenía en mente.
-¡Mierda… lo siento!- jadeó el moreno más avergonzado por eso que por la felación que acababa de hacerle. Se quitó la camisa para limpiarlo –eh, yo…-
-Nunca he estado en contra de los faciales- "¿Esa es mi voz?" pensó por lo ronca y pastosa que sonaba. "Salazar ¿Por cuánto tiempo estuve con la boca abierta?" se preguntó comenzando a sentir adolorida la mandíbula -pero para la próxima, apunta mejor a mi boca- Harry soltó una risilla como si no pudiera creer lo que le acababa de decir.
-Parece que serás el amigo más especial que tenga…-
--EÏ3-
Apenas y supo cómo regresó esa noche a su casa. La realidad parecía un espejismo de retazos de ensueños que en el pasado se encargó de cortar.
Como si se tratase de un mudo límite puesto por ambos, solo siguieron besándose lo que restó de la madrugada. La suavidad de sus caricias por todo su cuerpo y su generosidad al dar tanto como recibía era suficiente para hacerle suspirar de solo recordarlo. Harry había sido tan abrumador que sus labios aún seguían adoloridos y cálidos por tantas atenciones las cuales ya no estaba acostumbrado.
Con el restaurante en su punto máximo, el cuidado a cada detalle absorbía cada segundo de su vida que era poco el tiempo que tenía para explorar ese dulce lado de la vida, que hasta 4 meses atrás había sido un desierto.
No era prudente o lógico dejarse envolver por aquellas emociones que debían estar enterradas, pero aquello realmente había pasado sin habérselo propuesto y eso generaba que se erizaran los vellos de piel como si el toque de Harry siguiera presente.
"Voy a volverme loco" se dijo dejando sobre la mesa la boleadora y el tarro de helado de limón a medio terminar. Su highball ya tenía burbujeante refresco de lima con frutos rojos flotando en ella. Estaba a punto de preparar de forma inconsciente una isla flotante y su expresión ensoñadora se endureció al instante.
Aquello era una advertencia de su subconsciente. Debía andarse con cuidado con Harry y bien que lo sabía.
"Concéntrate. Tú fuiste el que se la ha pasado repitiendo que no significa nada. No puede significar nada, no te confundas" se dijo regresando las cosas a la nevera. Crear expectativas donde no las hay era lo último que podría hacerse.
Suspiró derrotado recostándose en el suelo frío. Tenía cosas que hacer, pero ahí estaba, haciendo berrinche como un niño chiquito, siendo acechado por los tropiezos del ayer.
"8 años atrás
Lo había hecho. El último punto de rebeldía en su ser lo abandonó en su totalidad y estaba conforme con ello pese a lo surreal que le hubiera parecido meses atrás. Acercarse a Elise Darcy no fue la peor tragedia de su vida y estaba aprendiendo tanto en tan poco tiempo que sus esfuerzos finalmente comenzaron a ser recompensados.
Su madre comenzó a escribirle mensualmente tras la peculiar visita de Arabell Zabinni y Franco estaba siendo dócil. Después de tanto, la vida parecía sonreírle.
-¿Viste eso, Dray? ¡Alzó su pulgar! Eso es algo muy bueno en la escala de Papi Joe. Un bufido significa un plano y sencillo "bien", un movimiento de la cabeza es un "supera las expectativas" y ese pulgar es un "excelente trabajo, sigue así" jamás lo vi así de complacido- Elise sonreía y lo sacudía con emoción mientras caminaban de regreso a casa.
-Lo sé, era natural que comenzara a reconocer mi talento, ya se estaba tardando- alzó su nariz pese a que en su interior estaba dando saltos de alegría –sigue con las preguntas Darcy que no tenemos toda la noche- esos repasos nocturnos le sentaban tan bien.
El exceso de trabajo, la nicotina en su sistema y los ánimos de aprender lo llenaban, consiguiendo que su cerebro fuera agudo, preciso y una esponja que absorbía todo el nuevo conocimiento.
-Vale, vale señor impaciente. Pregunta número 112. ¿Qué es un mirepoix?-
-Esa esta regalada. El mirepoix puede significar 2 cosas: Una técnica de corte o la combinación de diversas hortalizas como zanahoria, apio y cebolla cortados en dados pequeños, no más grandes de 1.5 centímetros. Se utiliza para saborizar salsas, asados y caldos. Una más difícil, por Merlín ¿no ves que estoy que ardo en esto de la cocina? -
-Si ardes, deberías ponerte vaselina- el rubio entrecerró los ojos, a todas luces un mal chiste –de acuerdo, pregunta 113. Roux; ¿Qué es? y sus tipos-
-Es una mezcla de harina y grasa que sirve para ligar diversas salsas madre y puede servir de base para sopas más complejas. Hay 3 tipos. El Roux Claro: donde la cocción es corta, no más de 3 minutos, tradicionalmente se usa para ligar salsas blancas como la Bechamel. El Roux rubio: la cocción es media y la mezcla tiene un hermoso color dorado. Se usa en la salsa Velouté; mientras que el Roux oscuro: tiene una cocción más larga entr minutos y tiene un color tostado sin llegar a quemarse. Se usa en salsas oscuras como la Demi Glace. Bendito Demi Glace que hace que las carnes se vean espectaculares- se le hizo agua la boca recordando los estofados de navidad que servían en su casa cada año y que jamás supo cómo se llamaba esa cubierta brillante.
-Es una lástima que a papi no le guste mucho usarlo- Draco asintió.
-Si... ¡Siguiente pregunta! -
-No, creo que ya lo tienes Dray. Te he enseñado todo lo que he aprendido en estos 7 años que llevo trabajando en una cocina y el curso. Lo único que te falta es la experiencia, porque lo teórico, ya lo dominas mejor que yo- chasqueó la lengua -¿Qué te pasa en el cuello?-
Hasta ese momento, no había notado que su mano acariciaba su adolorido cuello. Ese dolor que permanece constante y que, aunque lo olvidas a ratos, vuelve a reaparecer.
-Ahh esa estúpida cama de paja… ¡ughh me da torticolis! y la ventana que no cierra completamente hace que se cuele el viento y que rechine la lámina del techo impidiendo que duerma en lo absoluto. Si algo extraño de Malfoy Manor es mi hermoso cuarto…-
-Si te incomoda, deberías decirle a papi que te busque otra casa-
-¡Apenas y me estoy ganando su confianza como para pedirle algo, mujer! No puedo llegar solo a decir "Hey, papi, necesito otra casa donde vivir porque la que me conseguiste es un asco, hasta un chiquero tiene mejor pinta que esa cosa"-
-Vamos, Dray. Con tu desempeño, no creo que diga que no- le guiñó el ojo.
--EÏ3-
Si algo nuevo había aprendido en ese año valiéndose por sí mismo, es que, no siempre tenía la razón.
Papi Joe aceptó sin más su solicitud de cambio de residencia y se sorprendió que de no tener nada, ahora su vida cabía en una caja. Era un progreso.
Su nueva habitación era más espaciosa, muebles decentes de acabados burdos de madera. La cama tenía un colchón, había un ropero viejo y la ventana cerraba por completo; una completa mejora con respecto a la anterior. Lo único que no le agradaba del todo era ese fuerte aroma a invernadero.
Claro que no podía esperar mucho porque el jardín, literalmente era eso, un invernadero donde el restaurante solía comprar parte de los suministros del día a día.
-Bien, este chaval será quien te asigne horarios para ayudarlos por la mañana- "y ahí está la trampa" se dijo soltando un bufido mirando de arriba a abajo al chico apenas unos centímetros más alto.
No estaba de mal ver; de hecho, su largo cabello castaño reposando sobre su torso descubierto, bronceado como el sol era un completo distractor para su mal humor al ver que sus breves horas de descanso ahora serían inexistentes.
-Ya decía yo que era demasiado bueno para ser verdad- dijo con sorna pese no hacerle una pizca de gracia a papi.
-Tómalo o déjalo, Draco, es tu opción -
-Claro que la tomó, viejo gruñón. Me muero si regreso a ese cuchitril donde me tenías arrumbado-
-Tiene mucha energía. Me agrada. Nos hará mucha falta por aquí, signore - Draco arqueó una ceja.
-El problema no es la energía, sino lo quejumbroso que es. Pero ese ya no será asunto mío si no suyo. Me voy. Saluda a tu tío Roberto de mi parte-
-Gracias, papi- expresó de forma burlona que su viejo jefe bufó conforme se alejaba cojeando. El chico rio divertido y Draco no pudo evitar notar ese hoyuelo que formaba en la comisura de su boca.
-Mucho gusto, mio caro, mi nombre es Angelo- besar su mano con un guiñó en el ojo fue suficiente para desarmarlo.
-Siempre es un gusto conocerme. Quisiera decir lo mismo de ti- alzó su nariz, molesto por el repiqueteo de su propio corazón -¿acostumbras hablar con ese embarrado acento italiano? —
—Te acostumbras, dolcezza-
Y vaya que lo haría.
--EÏ3-
Todas las mañanas que le tocaba trabajar, Angelo siempre conseguía sorprenderlo con algo nuevo y una isla flotante para acompañar. Nunca le gustó el trabajo físico porque palidecía en cuanto fuerza bruta, pero Angelo siempre estuvo ahí para ayudarlo. Hacía tiempo que no sonreía, pero gracias a él volvió a hacerlo.
Pequeñas cosas que en otros tiempos le parecía sin importancia, pero que ahora podía apreciar y mantener en altas expectativas como sueños por alcanzar.
Era el primer chico que no lo comparaba con su primer amor. Era tan diferente, tan galante y superficial, un arrollador tornado de carisma italiano que era un alivio para su frágil corazón. Claro que no se propuso amarlo, pero ¿Cómo luchar contra ello cuando estas en medio de la tempestad.? Solo te arrodillas y lo aceptas"
Algo más recompuesto, Draco tachó de su calendario ese lúgubre día y comenzó a hacer sus preparativos.
La carta a su madre estaba lista para ser enviada, el piso aseado y resopló los mechones de cabello que cubrían su rostro. Ru lo miraba atento desde su pecera.
-¿Porque no me dijiste que ya me faltaba un corte de cabello?- el quelonio guardó la cabeza por la reprimenda y le dio la espalda -¡vaya amigo!- dijo mirando su reloj, pensando que aún tenía tiempo para arrojarse en ese frenesí de dolor que venía cada año sin falta.
Tenía una hora para dejar todo en orden y que no fuera difícil para Franco asumir la responsabilidad ese día. No es que desconfiar a dé el, de hacerlo no lo habría nombrado su segundo al mando; pero era perfeccionista por naturaleza y no quería que esa noche de ausencia fuera notoria para los demás.
Papi siempre exclamó que nadie era indispensable en esa cocina y en cierta medida era cierto, pero le gustaba creer que cada sazón única, ese algo especial que les aporta cada cocinero a sus preparaciones, si llegaba a tocar alguna fibra sensible a los comensales.
-¿¡Harry!? - preguntó escandalizado al verlo con un niño de la mano y un canguro sobre su pecho con una niña tan pelirroja que lo dejaría ciego -¿qué haces con esos niños aquí? Esto no es una guardería- puso sus brazos en jarras.
No quería ver a nadie ese día. ¿Por qué entre todas las personas, tenía que ser él?
"Y después de lo que pasó…" bufó molesto ocultando con su mano sus mejillas sonrojadas.
-¿Y tú que haces aquí? ¿No es tu día libre? — el moreno estaba ofendido por el tono y la tensión se iluminó como señal de alto voltaje.
—Lo es. Pero tengo que dejar listas las cosas. No has respondido mi pregunta- su mal humor era contagioso al parecer, porque Harry gruñó y rascó furioso su cabeza.
-¡No tengo quien me los cuide! ¡Es un caos en la central donde trabaja el padre de Seamus, tuvieron que ir ambos a ayudar porque era imposible de controlar, jamás he contratado a una niñera y no me arriesgaré a meter a alguien a la casa de mis amigos si no tengo la confianza, se me acabó el saldo para avisarle a Elise y no quería faltar! -
-No puedes tenerlos dentro de la cocina - sentenció Draco mirando al niño que se ocultaba tras de Harry y luego a él. En otro momento la imagen le hubiera parecido entre divertida y adorable, verlo todo desesperado, con mirada suplicante y fastidiada. No le cabía duda que exudaba la paternidad por cada poro de su piel.
La niña gorjeó divertida y estiraba sus brazos como si quisiera alcanzarlo. Draco dio un paso hacia atrás
—No los traje por gusto. No tuve opción -
-Tolero que trabajes con esa argolla en tu mano pese a los peligros potenciales que puede acarrearte. Quemaduras, a ti y otros, que caiga en la comida, contaminación química, etc, pero esto es ridículo. Es un peligro para ellos y los demás que estén aquí, los accidentes que podrían pasar…-
-¡Bien, me ausentare sin goce de sueldo!- se dio la media vuelta, pero Draco lo detuvo.
-No hemos terminado, ni te he dado permiso para irte-
-Ya dijiste que no se pueden quedar y no tengo con quien dejarlos, ¿tú que sugieres? —
Draco bufó. ¿A dónde se había ido la magia de la noche anterior? A veces le sorprendía como las cosas podían moverse y tergiversarse de un día a otro.
Pese a que la idea de dejarlo ir sonaba tentadora, la parte de jefe en su interior le decía por todos los medios que no lo soltara. Entre menos manos, más complicado sería trabajar para sus chicos.
-Ven- dijo guiándolo a su oficina. Nunca se le hubiera ocurrido invitar a alguien que no fuera Elise o Franco a su casa, pero en situaciones extremas, medidas extremas. "Y más en este día" se dijo dando fuertes pisadas pensando que ese día, nada estaba saliendo como lo planeó al inicio del mes.
Podrían haber asaltado la cocina y Sarah Rose con sus audífonos jamás se hubiera enterado de nada.
Sacudió las cenizas de su bléiser y finalmente dejó ir la mano de Harry.
-Bueno, bienvenidos a mi morada. El Dray Mahal como le llama Elise- se alzó de hombros viendo como el chiquillo miraba absorto la enorme pecera donde Ru tomaba el sol –si se te ocurre meter el dedo, con seguridad te morderá- la forma maliciosa con la que lo dijo consiguió que el niño ocultara sus manos en sus bolsillos.
-Así que está conectado solo con la chimenea de tu casa. Es ingenioso- dijo Harry tratando de no sonar muy sorprendido y pudo deducir que estaba analizando con la mirada su chimenea encantada "una vez auror, lo serás toda la vida o así parece" negó con la cabeza ante la tontería que le parecía que la comunidad mágica dejara ir a su mejor elemento –aunque es ilegal tener un sin permiso del Ministerio-
-¿Qué, eres un auror? Cierto, ya no- Harry respingó –Tienes que admitir que es ingenioso. De hecho, es un hechizo muy sencillo de hacer y entiendo cómo es que existen tantos contrabandistas que aún no han sido descubiertos-
-Cierto- dijo el moreno arqueando la ceja –y bien. Es muy bonita tu casa, pero ¿Qué hacemos aquí realmente? -
—Tú no puedes faltar porque sigues estando en práctica y te aseguro que Franco seguirá jodiendo si faltas el mismo día que yo- Harry se erizó en una pieza. Tal parecía que no había considerado eso -Seré magnánimo y cuidare a tus niños. Siempre dices que no dan problemas así que no debe ser difícil-
Harry lo miró perplejo. No consideraba que fuera lo más descabellado que le hubiera dicho, pero por su expresión, parecía que sí.
-¿No tenías cosas que hacer? —
—Es algo personal... Puedo omitirlo un par de horas- dijo quitado de la pena. Si algo podría hacer que ese día fuera menos triste que otros años, estaba dispuesto a hacerlo. Y a juzgar por ese pequeño que no decía mucho, iba por buen camino.
-¿No habías dicho que no te gustaban los niños? No me lo tomes a mal pero ¿alguna vez has cuidado a alguien? No desconfío de ti, pero…- estaba entrando en pánico y eso divirtió a Draco "Papá sobreprotector" pensó y tomó su cara para que se tranquilizara y le pusiera atención.
-¡Hey! Nunca dije que no me gustaran. Son molestos los niños berrinchudos y que se la pasan lloriqueando; esos si no los tolero. Pero tus chiquillos parecen portarse bien- la pequeña pelirroja finalmente tomó su mano y comenzó a juguetear con ella. –Y me ofende tu desconfianza. ¿Ves a la tortuga de ahí? Tiene 8 años conmigo y está en perfectas condiciones, más sano que yo incluso-
-Pero…-
-Pa, pa, pa. Este ofrecimiento no se lo hago a cualquiera. Mi paciencia es limitada así que tómalo o déjalo- Harry lo miraba directamente a los ojos –además ya viste lo fácil que es entrar a mi casa. Si te sientes intranquilo, pídele a Elise que te deje ir temprano-
-Bien- dijo dando un profundo suspiro.
-¿Algo que deba saber?-
-Él es Teddy… ya te he hablado de él-
-Edward- le extendió la mano libre que no tenía baba de bebe y el niño con timidez se la tomó. Tenía una mirada inteligente y generosa que le pareció como si ya la hubiera visto antes.
-Teddy. Le gusta que le digan Teddy- el chiquillo de cabello castaño asintió. Al verlo lado a lado tal vez si podría pasar por su hijo "Si sus ojos no fueran color miel, probablemente" -Es alérgico a las almendras, pero no tiene problemas con la crema de cacahuate- el niño comenzó a hacer señas con sus manos –sí, se van a quedar un rato con él, vendré en la noche por ustedes. Van a estar bien- dijo inclinándose para darle confianza –¿trajiste tu cuaderno? - el niño asintió –como notaste, ehh… no habla. Pero cualquier cosa, podrá escribírtelo. Tiene una letra muy bonita- el niño sonrió por el cumplido.
-Y ellas es Molly- la niña comenzó a agitar vivaracha sus piernas y seguía estirando sus brazos hacia él. Harry notando el interés se la dio –creo que sintió atracción por ti- dijo risueño al ver como la niña seguía agitándose y balbuceando. Era más pesada de lo que parecía, pero no por ello la soltaría. Era difícil no pensar que era una Weasley. Pelirroja, pecosa y con mucha energía. Sin embargo, ella si tenía clase y gracia, que hacía que le simpatizara mucho más que los mentecatos que conoció en la escuela –ten cuidado-
-No dejaré caer a tu hija. Tranquilo Potter-
-Lo siento…- estaba nervioso.
-¿En serio le pusiste Molly?- la niña ladeó la cabeza mirándolo intensamente. Sabía reconocer su nombre "y al parecer es más lista que todos los Weasley que he conocido" -¿Sabías que Molly significa "mar de amargura" o "niña mimada"? no, no es un nombre adecuado para ella-
-Es el nombre de su abuela-
-¿Y no hace que eso sea más confuso?- el moreno rodó los ojos –es cierto ¿no tiene otro nombre?-
-Audra… por su mamá que se llamaba Audrey…- dijo con nostalgia acariciando las puntas rizadas de ese indómito cabello rojo.
-"Tormenta", "fortaleza", mucho mejor- dijo alzándola –ese si es un hombre digno de ti- la niña rio exaltada.
-¿Eres supersticioso? - Harry ladeo su sonrisa –¿Qué un nombre nos provee de una característica extra dependiendo de su significado?-
-No, pero gracias a Pansy aprendí muchas cosas peculiares sobre el origen de los nombres, cartas astrales y demás cosas que dejarían muda a la loca de Trelawey- hizo una pausa recordando algo curioso –por cierto, Harry significa, "jefe o gobernante…" es de mucho poder- dijo trazando una línea en su pecho que estremeció su compañero.
-Eres imposible…- exclamó vencido –confío en ti. Nos vemos más al rato- le dio un beso en la cabeza a la pequeña y a Teddy que corrió a abrazarlo. Harry hizo el ademán de querer besarlo, pero se contuvo a ultimo instante. Bastante prudente, si lo pensaba.
-Estarán bien, ya lo verás-
--EÏ3-
Al quedarse con los niños la idea de haber cometido un grave error surcó por su cabeza. No tenía idea alguna sobre el cuidado de niños, nunca convivió directamente con un niño, vaya que ni siquiera cuando él era niño se comportó como los demás acarreando por consiguiente que no tuviera amigos hasta que conoció a Pansy.
La pequeña Audra estaba ya instalada en medio de su sala en su silla mecedora, jugando con los peluches colgantes, sin soltar un extraño peluche deshilachado y grisáceo, ajena al mundo que le rodeaba.
"Soy un idiota. Debí dejar que se fuera" se dijo al ir sacando todas las cosas que iban en aquella fea maleta que Harry dejó. Baberos, mamilas, dos frazadas, un cuento, comida en frasco; hizo una mueca al examinar el contenido. No olía para nada apetecible.
También había agua, talco, medicamento para alergias, ¿una linterna?
-Vaya que Harry los preparó para un viaje de una semana con todas las medidas preventivas- prorrumpió en voz alta captando la atención del niño que seguía atento en su querido Ru. Escribió algo rápido en su libreta.
"Papá Harry siempre es precavido"
-Ya lo creo, el auror estrella tenía que ser- dijo sin poder evitar sonreír porque incluso encontró un cambio de ropa para cada uno.
"Yo puedo hacerlo" se dijo dándose ánimos. Sus amigos más cercanos no tenían hijos como para darse una idea de que iba el asunto de cuidarlos, así que decidió no pensárselo mucho. Era el dueño de un famoso restaurante con una estrella Michelin que atiende cerca de 300 comensales al día, eso debía ser pan comido.
-Eh… ¿te gustan los juegos de mesa? - el niño asintió vigoroso y Draco estaba aliviado.
Jugaron un rato al monopoli y le sorprendió que un niño de 9 años consiguiera darle una mejor pelea de lo que Elise en 7 jamás consiguió "eso habla de una mente analítica" se dijo sintiendo mucho respeto porque finalmente se había divertido con ese juego que siempre lo consideró sin mucho desafío.
En caras y gestos ese niño era un rey, pero debía doblegarse al encontrarse con el maestro de snap explosivo.
Con gran interés, comprobó que los relatos de Harry le hacían justicia a ese par de niños. Teddy era educado y no se metía en problemas y la pequeña, aunque muy vocal pese a no decir ninguna palabra coherente, no soltó ningún alarido que colmase su paciencia.
A la hora de comer, Teddy se ofreció para ayudarle en la cocina. Su entusiasmo era enternecedor, aunque a ratos no entendía las señas que le hacía con las manos.
-¿Has probado una isla flotante?- le preguntó recibiendo una negativa -es un postre delicioso. Es suave y dulce casi como un bombón y tiene una salsa llamada Sambayón, seguro te gustará- le guiñó el ojo y el niño lo siguió en el paso a paso.
Batieron claras de huevo con azúcar en forma de lluvia hasta formar picos firmes. Una técnica sencilla que siempre conseguía sacarle una sonrisa cuando quedaba justo como quería. Un poco de almidón de maíz le siguió con polvo para hornear y sal y Teddy lo tocó para sentir la textura esponjosa.
Tras una hora en el horno a baño maría y ese aroma de caramelo en el ambiente, lo dejaron enfriar.
Teddy recargado en la mesa observaba la gran obra y soltó un pequeño "o" con la boca cuando vio que vertía el sabayón a modo de agua para crear esa fantástica isla flotante.
Audra se balanceaba en su cadera, no parecía incomoda que la cargara como un costal de papas, es mas reía como si fuera muy divertido y era cómodo para él. Sirvió dos porciones y esperó la expresión en el rostro del pequeño. Sus ojos se abrieron desmesuradamente como si no creyera esa pirotecnia que sucedía en su boca.
-¿Rico, verdad?-
El pequeño garabateó rápidamente en su libreta "¡es como comer una nube!"
-Te lo dije, yo nunca me equivoco- el pequeño asintió alzando el pulgar, abalanzándose sobre su plato hambriento. En ese breve instante su cabello se tornó azul eléctrico. Un tono muy bonito que acentuaba sus facciones, pero que no duró mucho como si fuera hubiera sido producto de su imaginación.
Le acarició la cabeza.
-Cuando termines, vas a tomar un baño- dijo probando él mismo ese postre con el mismo nombre que seguía desafiando su mente. Dulce, pero no empalagoso. Suave, fácil de leer y con una fantástica apariencia de ensueño. Justo como Harry...
Tal vez podría considerarlo un pequeño paso para que la idea de la isla flotante cambiara y ya no recordara lo que un día fue.
Notas Finales: Bueno pequeños, es todo por el momento! Espero que les haya gustado y que fuera entretenido :D
No quiero emocionarlos, pero el siguiente capi será bastante hot, hot, hot! XD
Nos vemos en cuanto termine de escribir el siguiente capi que se llamará "Tarta Tatin" (Sip, me encanta esa tarta y supongo que a Draco también porque esta hecha de manzana :9) Les mando un beso enorme, cuídense!
