PAREJA: Harry x Draco
DISCLAIMER: El mundo de Harry Potter le pertenece a J.K. Rowling! Yo solo estoy utilizando los personajes por mero entretenimiento sin fines de lucro :3
ADVERTENCIAS: Es un What if,...? (qué tal si...?) Hay relación chico-chico, sexo explícito (Si no te gusta el delicioso, ¿qué haces aquí? x9), personajes algo OoC y probablemente palabras altisonantes. ¡Están advertidos!
Como nota extra, les advierto que en este Fic tomo casi todo lo establecido del libro 1-7 (sin el epilogo) como canon, solo que habrá una ligera variación. Draco tuvo otro destino a partir del libro 6 cuando tenía 16 años. :D (Después explicaré que fue lo que le pasó :P)
Si me equivoco en continuidad, horrores de ortografía o las cosas canónicas, ¡me disculpo de antemano! (porque no podré hacer nada xD)
Notas de la Autora: Hola pequeños! estuve enterrada en un hoyo hibernando, ajena a todo lo que me rodea, las personas y la imaginación, pero finalmente aquí estoy (la que iba a actualizar en enero, lol) bastante tarde, pero con 2 capitulos como habia prometido!
Mil gracias por sus bellos comentarios: AnataYume, Murtilla, susigabi, xonyaa11, blackladymoon, ribeiro. pipe26! se los agradezco infinitamente *W*
A leer se ha dicho!
Desayuno Ingles
El sonido del fogón encendido le provocó aquella placida sensación de plenitud como muy pocas lo conseguían. El aroma de la tocineta friéndose era una sinfonía de cornos franceses tocados por ángeles que emocionaba y alebrestaba su estómago hambriento.
Harry torpemente picaba los champiñones y revisaba de tanto en tanto la paliducha salsa que hizo para las alubias. Draco miró con escepticismo la pala que estaba de su lado de la cocina y frunció el ceño.
-Te recuerdo que decidimos dividir la cocina para mayor comodidad de los dos y por ello se deben respetar los límites- dijo haciendo a un lado aquello que invadía su espacio.
-Tu tampoco respetaste tu lado de la tarja que digamos, así que…-
-Patata, banana; si a esas vamos te recuerdo que es mi cocina y todo esto sería mi lado de la cocina. Eres un polizón que se negó a no hacer nada y tienes reglas que obedecer; como ponerle más salsa de tomate a esas benditas alubias que parecen moribundas y fantasmagóricas-
-No me gusta no hacer nada- dijo el moreno frunciendo el ceño. Abrió una lata de tomate asado y lo aventó a la cacerola hirviente con desazón –Molly me enseñó que la salsa se prepara así y para tu información, el desayuno ingles no lleva morcilla-
-A veces el que no estorba, ayuda más- sonrió con cinismo deleitándose de la vena que brincaba furiosa en su frente tan temprano en la mañana –y ¿recuerdas lo que te dije la primera vez que estudiaste conmigo? - escuchó como Harry resopló y se sintió tan revitalizado –desecha todo conocimiento antes de entrar a mi cocina; es inservible. Tienes que escuchar a tu maestro con mucha atención-
-¿Por qué estás buscando pelea tan temprano?-
-No busco pelea, solo establezco hechos y de paso te ilustro. No me está gustando como masacras esta receta-
-¿De qué otra forma se supone que los haga si dijiste que querías un desayuno inglés? Yo dije que era demasiado para nosotros 3, pero no quisiste escuchar un "no" por respuesta. Puedo asegurarte que este es el método que…-
-Si que eres un campesino. Lindo, pero campesino de todas maneras- Harry rodó los ojos –mira y aprende. El desayuno inglés es una larga y refinada tradición en todas las casas inglesas desde hace siglos. Solo las familias acaudaladas lo preparaban para desayunar con sus honorables invitados y que estuvieran llenos de energía hasta la hora del té. Lleva champiñones, tomates cherry sofritos, morcilla, panceta, huevos fritos, estofado de alubias, salchichas y tostadas con mantequilla. Ni más ni menos. Así que merece ser tratado con respeto-
-Molly suele agregarle Kedgeree…- Draco se ofuscó. "¿Cómo se atreve? que poco sentido de armonía y coherencia en un plato. ¿pescado y carnes frías tan temprano en la mañana?" negó con la cabeza recordando ese sabor oriental y ahumado que solo consiguió revolverle el estómago.
-Esa señora se equivoca garrafalmente y si vuelves a decir semejante atrocidad te saco de mi cocina-
-Vale, vale como diga, chef- Harry alzó sus manos en señal de rendición y Draco sonrió divertido. Le dio un beso en la mejilla.
-Así esta mejor-
--EÏ3-
Tal y como lo supuso, el desayuno fue un éxito. El pequeño Teddy lo disfrutó con una enorme sonrisa en su rostro y Audra pudo probar su propia versión apta para bebes. Lo admitía, era un genio para el negocio de papillas gourmet.
Miró la escena de los 4 sentados en la mesa y algo agradable se expandió en su pecho. Tenía años que no tomaba algo que se pareciera a un desayuno familiar, de hecho, eran muchas cosas que que hacia un largo tiempo no había experimentado como en esa semana. Despertar después de las 7 de la mañana, sentirse tan cómodo en los brazos de alguien e incluso disfrutar de las pequeñas charlas de alcoba.
No le cabía duda que se estaba poniendo viejo porque esa nostalgia no era normal.
Con un suspiro de gratitud comenzó a hacer su usual tarea de los lunes y rebuscó en el periódico de la mañana si algún ingenuo critico dudaba de sus dotes culinarios.
-¿Qué estás haciendo?-
-Recortando una nueva reseña del restaurante. Escucha esto: "En opinión de esta crítica, pese a sus años de existencia en un mercado competitivo, Luna Fría se mantiene como la crema y nata de Suseex, Su atmosfera fresca y contemporánea brilla orgullosa por su gran legado. Siempre imitada, jamás igualada. Su carta invernal es magistral con platillos innovadores y soberbios" ¿a qué es lo mejor que has escuchado esta mañana? -
-Me alegra- Draco ofendido arqueó una ceja.
-¿Solo eso?-
-De acuerdo. Es genial que el lugar donde trabajo tenga una excelente critica, seguro hará que haya casa llena hasta las vacaciones, pero creo que lo más importante de ese papel que tienes en las manos es como te ilumina lleno de orgullo y me gusta mucho verte así- Draco se sonrojó alzando su nariz para ocultar que con unas simples palabras lo había desarmado –bueno, le voy a dar un baño a esta señorita cubierta de salsa de tomate- Audra pataleó entusiasta llevándose las manos a la boca y Harry le dio un beso en la coronilla a Teddy –regresamos en un rato-
Draco miró su tabla de reseñas en la pared en la cual rebosaban cada reseña que había obtenido a su nombre. Su orgullo.
Había sido ambicioso al conseguir una estrella Michellin, pero bien valió la pena puesto que su nombre resonaba en cada esquina como si de un gran héroe se tratara. Y en cierta medida se podría decir que lo era.
En menos de 1 año consiguió lo que Papi jamás pudo. Darle estabilidad al restaurante de forma financiera para que se sustentara solo, que fuera aclamado y lo mejor de todo, que los trabajadores no vivieran esclavizados a esos inmaculados muros como en el tiempo de formación.
Saliendo de sus pensamientos, regresó a ver al pequeño Teddy que garabateaba con rapidez en su libreta para luego pasar con fuerza el borrador que desparramaba un sinfín de virutas. Era, para su sorpresa, muy perfeccionista y siempre revisaba su tarea antes de irse a la escuela sin pedirle ayuda a nadie y al regresar, mostraba orgulloso la nota que obtenía con esfuerzo. Estaba casi seguro que esos eran los genes Black que tenía en su sangre y no podía sentirse más satisfecho. Su madre se sentiría complacida de saberlo.
"O eso espero" se dijo recordando la amarga sonrisa de su adorada madre cuando mencionaba a su tía Andrómeda. Tanto amor fraternal que, al sentirse traicionado, se oscurecía con rapidez.
-Qué bonito cabello azul- Teddy se sobresaltó por sus palabras y se cubrió la cabeza al instante con un gorro de lana. Su cabello volvió a ser negro para ser un pequeño Harry sin lentes -Ya vi que eres un metamorfomago ¿Por qué lo escondes? - Teddy bajó la mirada avergonzado y garabateó algo en la parte trasera de su libreta.
"No me gusta que la gente sepa"
-Hum…- meditó Draco –no es que me importe, pero ¿Por qué?- el labio de Teddy tembló y miró a todos lados sin saber que hacer –está bien, si quieres no me lo digas; pero pienso que ser metamorfomago es grandioso-
"No lo es"
Draco arqueó una ceja y suspiró.
-Difiero contigo. Es algo de lo que debes estar orgulloso, lo llevas en la sangre- Teddy se le quedó mirando atento. Si el niño no quería compartir su secreto, el compartiría uno como símbolo de su amistad –mi mamá también era metamorfomaga y digo "era" porque como a ti, le daba vergüenza serlo. Como dejó de usarlo por mucho tiempo, llegó un momento en que ya no pudo. Nunca me lo ha dicho, pero estoy seguro que le frustra saberlo perdido-
Teddy lo miró con tristeza y volvió a bajar la mirada como pensando sus palabras.
El silencio solo se rompía por momentos cuando Ru chapoteaba ansioso de un bocadillo matutino.
"Mi mama también era así… usaba el cabello rosa chile muy bonito" escribió en su libreta con una sonrisa tímida "Dice Harry que incluso podía modificar su cara como un pato…"
-Debía de ser muy divertida- el niño asintió –pienso que tienes que ser una persona muy especial para tener un don así. ¿Sabes que menos del 1% de la población del mundo mágico tiene esa cualidad? Así que, si me lo preguntas, es una lástima no usarlo. Si yo fuera un metamorfomago me pondría el cabello de todos los colores para variar por día, seguro me vería fabuloso- el niño con decisión se quitó el gorro y su cabello adquirió las tonalidades del arcoíris –sip, justo así- Teddy rio y se volvió a poner el gorro.
Nada más escuchar los pasos de Harry, ambos se regresaron una sonrisa cómplice y prefirieron guardarlo como secreto. Teddy corrió al baño a ponerse su uniforme haciéndole una seña de silencio a Draco.
-¿Hola, que hacen? – preguntó el moreno mirándole con una ceja alzada. Draco ocultó su sonrisa con su taza de café y negó con la cabeza.
-Solo charlando-
--EÏ3-
Para Harry esa semana había sido tan agradable como nunca esperó. La cercanía de Draco se sentía tan natural; como sus niños lo aceptaban y cuidaba de ellos con mucho cariño. Le daba algo que no sabía que necesitaba. Había sido idílico, claro hasta que había llegado finalmente el día de regreso a sus labores.
Draco no le daría ni un día más de descanso con goce de sueldo, así que estaba presionado por encontrar una niñera. Era difícil confiar en alguien para que cuidaran su tesoro más valioso y peor, que entraran a la casa de Draco como si no le debiera ya suficiente. Miró por onceava vez las niñeras de la agencia disponibles para el día siguiente y aun no podía decidir.
Todas tenían recomendaciones, tenían estudios, sin embargo, a cada una de ellas les encontró un enorme "pero". Demasiado estricta para la tranquilidad de Teddy, muy nueva como para cuidar a una bebita inquieta, muy seria, solo cocina comida vegetariana… en fin. Dudaba tener una respuesta pronto y se le acababa el tiempo para agendar cita.
-Ya deja de hacer esa mueca con tu ojo, me pone de nervios- exclamó Draco dando unos tirones desesperados a su cabello.
-De que hablas? -
-¡De eso justamente! ¡mira lo volviste a hacer! – el rubio soltó una risotada haciéndole sentir avergonzado.
-No entiendo a qué te refieres…-
-Tu ojo parece que tiene un tic. Se frunce cuando encuentras algo que no te gusta en las candidatas- siguió riendo secando una lagrima de su ojo –Para que dejes de sufrir, lo he decidido. Yo cuidaré a tus niños, fin de la discusión- Draco sacudió sus manos tan quitado de la pena y el moreno vio como se ponía de pie yendo por un vaso de agua.
Estaba perplejo por esa zanjada a la conversación. Era como si hubiera comido algo que lo llevó a otra dimensión. Aquel no podía ser Draco.
-No Draco, no puedo dejar que lo hagas. La cocina no funcionaría sin ti- el rubio de forma condescendiente lo volvió a sentar en la silla y comenzó a darle un masaje en los hombros que consiguió erizar su cuero cabelludo.
Esos milagrosos y delicados dedos no solo conseguían maravillas haciendo platillos complejos, sino también ponerlo bastante excitado con algo tan mínimo e inocente como un masaje. Bajó los hombros ante la sensación placentera y jadeó.
-Claro que lo haría Harry. Como dije y siempre repito, nadie es indispensable en la cocina de Luna Fría, ni siquiera yo. Franco es el que queda a cargo en mi ausencia y ya sabes lo efectivo que es pese a ser un pelmazo- el moreno hizo un gesto amargo sintiendo como la loza sobre sus hombros volvía –pero le daré a Elise ordenes explicitas para que controle a Franco y no sea un pesado…-
-¿Imbécil, pedante, megalomaníaco?-
-Sí, todo eso- Harry arqueó la ceja –mira. Yo tengo suficiente dinero como para no trabajar una temporada. No gasto más de lo necesario, se me quedó arraigado el manual de supervivencia. Y de todas maneras estaría haciendo toda la parte financiera sin falta ya al parecer soy el único capacitado para hacerlo y como dueño, no me puedo confiar en que alguien más lo haga. Un día en manos de Elise, seguro se va a al caño mi esfuerzo de 9 años- se alzó de hombros -Tu por otra parte, estás desesperado por comprar una casa, estabilidad, hogar, familia y todo eso- el ojiverde bufó por el desdén con el que lo dijo –si voy a hacer el favor, lo haré completo-
-La verdad no se Draco, odio abusar de ti de esa forma…- el rubio le colocó el índice en los labios, acallando sus protestas.
-Ya te dije que no me molesta echarte la mano y te recuerdo que anoche te negaste a abusar de mí en otra forma- sonrió de forma traviesa para la vergüenza de Harry. No es que no haya querido ¿Quién no querría tener sexo con un celestial ser con un delicioso cuerpo de dios etéreo? Pero habían estado como conejos desde que había llegado ahí y Teddy comenzaba a hacer preguntas incomodas. Preguntas que le costaba mucho trabajo contestar.
¿Por qué no dormía con ellos en el cuarto azul? ¿Por qué pasaba las noches con Draco? ¿eso hacen los amigos? ¿Por qué el no podía hacer lo mismo? ¿Dónde estaba el gato que lo rasguña? y otras tantas que cada vez era más difícil salirse por la tangente.
Lo admitía, estaba enamorando de Draco.
No sabía cómo había pasado si ya se había repetido que no lo haría por el daño que le hicieron el pasado; no pudo evitarlo. Obviamente era muy pronto para sanar, pero Draco era tantas cosas que le costaba decir cuál era su mejor cualidad; encantador, magnético, sensual, atractivo, pero también dulce, divertido y tan cínico… ¿Cómo había podido contenerse tanto tiempo sin caer rendido a sus pies? Era un misterio.
–Pero si tengo 3 condiciones-
-Te escucho- se cruzó de brazos, atento. "Esto va a ser bueno"
-1) No cuestionarás la comida que le prepare a Audra. Ya sabes que estoy en contra de esa basura comercial llamada "comida para bebe" que insistes en darle. Químicos y nada orgánico ni consistencia- negó con la cabeza -Sabes que lo que prepararé será de calidad, con las vitaminas que necesita y principalmente que sea de su agrado. Hago un hincapié aquí porque ella tiene un paladar muy fino como el mío- Harry rodó los ojos y siguió escuchando -2) llámala Audra, no entiendo tu insistencia por llamarla Molly-
-¿Vas a seguir insistiendo con eso?-
-Tu eres el que insiste con llamarla de esa forma triste, como si fuera el clon de su abuela. Que es su nombre ¿y eso que? Ambos tenemos el nombre de nuestro padre y no pido que me llamen "Lucius" ¿o sí, "James"?- Harry entrecerró los ojos -Ella es su propia persona y te puedo apostar lo que quieras que a ella le gusta mucho más cuando la llamo Audra a cuando le dices Molly- no quiso seguir hablando de ello.
-¿Y cuál es la tercera?-
-La tercera es... no quiero que te metas en problemas ¿me escuchaste? Si Franco te provoca, no ataques de regreso. Si te dice que eres un cabeza hueca, asientes. Que tu platillo no sirve, lo tiras y comienzas nuevamente, Que te pongas de rodillas y le chupes un huevo, simplemente lo mandas a volar en tu mente y le contesta con una sonrisa "ahora no, más tarde chef" para después seguir trabajando ¿Esta claro? – de no ser por lo serio que estaba, se habría reído por eso último.
Sabía que sus niños estarían en buenas manos, pero temía estarle pidiendo tanto a Draco sin tener como pagarle. ¿Por qué estaba en ese plan tan afable y servicial? ¿era acaso una especie de plan o trampa? no podía descifrarlo.
-¿No hay forma de persuadirte verdad?-
-Absolutamente no-
--EÏ3-
Ese ambiente tenso y espeluznante en la cocina, fue algo muy gracioso de ver para Harry.
Cada uno de los cocineros tuvo una reacción diferente y tan exagerada que tuvo que luchar consigo mismo para no reír a carcajadas. Franco tenía la boca abierta sin poder cerrarla, Sarah con cara de preocupación revisaba que Draco no estuviese delirando por fiebre y Elise lo miraba intensamente oliéndose lo que realmente estaba pasando.
Al parecer era un acontecimiento único en su clase ya que Draco ningún solo día en esos 9 años que llevaba trabajando en Luna Fría tomó un día de descanso, salvo los 15 de diciembre que permanecía siendo un misterio para todos a excepción de él.
Se sentía entre orgulloso por la intimidad y confianza que el rubio depositó en él, pero al mismo tiempo, avergonzado. Estaba siendo demasiado dulce pese a que decía que no era nada.
-Ya basta con sus niñerías. No es como si se me hubiera zafado un tornillo o que no voy a regresar. Saben que no me tomaría unos días de no ser por algo importante- todos asintieron con miramientos y Draco colocó sus brazos tras su espalda con esa autoridad que le erizaba los vellos de su cuerpo –están en buenas manos y Franco, confío en ti que sabrás guiar esta cocina como es debido, sin prepotencias-
-No sé si lo pensaste bien- se cruzó de brazos y Harry se ofuscó por esa pesada mirada que le dedicó el italiano –pero por supuesto que lo haré. Puedes confiar en mi-
-Eso quería oír- Draco asintió –Y no se confíen, gente. El fin de mes deben tener sus propuestas para la carta de la siguiente temporada, eso no ha cambiado. ¿Esta claro?-
Como si fuera el sargento del pelotón, todos se irguieron para contestar al unísono.
-¡Si chef!-
--EÏ3-
Ese primer día en la cocina sin Draco; "el cambio de dirección" como Iván señaló, fue algo que solo podía catalogar como: extraño y muy pesado para todos.
"Y los días que aún faltan" se dijo quitándose los zapatos al tiempo que la chamarra caía en el suelo.
La promesa con Draco planeaba cumplirla, aunque odiaba dar su mano a torcer por un capullo como Franco. ¿Cuál era su problema? le parecía muy personal su continua afrenta que comenzaba a fastidiarle a niveles estratosféricos.
Le dio un beso de buenas noches a su linda niña pelirroja que chupaba su dedo en su país de fantasía y arropó a Teddy que ya tenía medio cuerpo colgando de la cama. Estaba profundamente dormido, ya que no despertó al acomodarlo. Hacía tiempo no lo veía tan feliz como esos últimos días.
Había nuevos dibujos en la pared y tal parecía que se la había pasado muy bien con Draco. Por lo que veía habían ido al parque y a juzgar por el aroma en la cocina había hecho estofado agridulce.
Draco, bendito Draco que lo aceptaba y en tan poco tiempo se había ganado a sus pequeños con tal naturalidad que se sentía como si fueran una familia.
Era tonto pensarlo, pensar tan alto de sí mismo, que la felicidad podía alcanzarse con tanta facilidad de la mano del chico egocéntrico y abusivo que conoció en la escuela. Aquel chico que tanto había cambiado o mejor dicho, que nunca se molestó en conocer.
No podía creer que su corazón tan rápido hubiera olvidado lo mucho que le dolió la traición de Tim y estuviera dispuesto a correr a los brazos de Draco, esperando que el fuera diferente, que su instinto y sus ojos no lo traicionaran, que esta vez, tan solo, sería lo que siempre estuvo buscando…
Draco se acercó con una sonrisa, hizo un florete con su varita y se deshizo de la toalla sobre su cabeza.
-Hola- lo saludó dándole un beso en la mejilla.
Harry cerro los ojos disfrutando ese olor que siempre salía por los poros del rubio. Aceite de vainilla algo jabonoso y limpio. Era un aroma agradable que solo podía pertenecerle a él. Le gustaba más de lo que quería dar crédito. Mucho, mucho más.
Con una nota de pánico regresó a ver el anillo en su dedo que como un cartel amenazante le recordaba que las buenas intenciones no se quedan sin castigo. Ya había pasado por eso, por pensar con el corazón y no con la cabeza y no creía poder soportarlo si volvía pasar.
Se asomó por la ventana, dándole un sorbo a su té de manzanilla y cerró la puerta del balcón para que Draco no se resfriara.
-¿Qué tal la ducha?-
-Nada mal. Nada como un baño de burbujas para consentirme un rato después de una merecida jornada de trabajo- dijo colocan su cabeza sobre el sofá, tan cerca que su corazón latía acelerado. Lo estaba traicionado porque no respondía ante las advertencias o amenazas.
Esos hermosos ojos que brillaban como la luna fría lo miraban. Tan irónicos y honestos que quería confiar. Darle todo de él.
-Pero hubiera sido mejor si alguien me hubiera acompañado. El sexo en el baño es muy Estimulante y sexy. El ambiente húmedo, caliente, el agua recorriendo tu piel, el eco...- se estremeció y notó esa risilla de satisfacción. Lo tenía justo donde lo quería.
-Suena muy tentador-se aclaró la garganta -pero tristemente el remplazo de mi jefe es un tirano que me odia con mucho entusiasmo y le gusta hacerme rabiar solo para oírme hablar-
-Seguro solo es atracción sexual pero no sabe distinguirlo-
-Créeme que he visto muchos tipos de atracción sexual, pero eso definitivamente no lo es. Creo más bien, es como ver a un tejón gruñirle a un león. Sabe que es mucho más grande que él, pero no deja de gruñir y berrear, dispuesto a atacar por lo que considera su "territorio"-
-¿Eres el león en esta analogía?- preguntó el rubio acariciando su cabeza, le gustaba esa sensación de sus dedos pasando entre sus cabello de forma gentil y cariñosa –vamos olvídate de Franco, tiene que resolver sus problemas de la infancia y cuando crezca dejara de ser un pelmazo- Draco se acercó mimoso y deslizó su mano por su pecho; su dedo bailaba con ingenuidad de arriba a abajo, listo para una travesura.
-Veo que fueron al parque- dijo soltando un jadeo cuando el rubio se abrió paso por debajo de su camisa que había perdido el primer botón.
-Por supuesto, después de recoger a Teddy, fuimos al parque que está a unas cuadras. Muy lindo por cierto con todos esos niños de familias heterosexuales que me preguntaban si era viudo o papá soltero ya que es imposible que un joven de arrolladora belleza sea gay- se alzó de hombros -todo fue más convincente porque Teddy se veía precioso con su cabello rubio. Estuvimos persiguiendo a Audra con sus pasos tambaleantes y le hice creer que ganó todos los juegos. Regresamos a cenar y les leí un cuento antes de dormir. Soy el mejor niñero del mundo y me merezco un buen salario-
-Ya lo creo que si- Harry sonrió acomodándole los cabellos húmedos tras la oreja.
Dirigiéndole esa mirada de deseo que más de una vez había visto centellar en Draco, este sin decir agua va, saltó a su regazo para comerle la boca y Harry no podía evitar sentir como la explosión de euforia se expandía en su pecho. Era tan dulce e intenso que su cuerpo comenzó a temblar. "Contrólate, tonto corazón" se dijo abrumado recuperando el aliento.
-Nada más que tengo una pregunta- dijo tragando saliva como si hubiese recordado algo importante que no podía esperar -No soy experto en niños ni nada, pero ¿Audra no debería de hablar o al menos 1 palabra con sentido? Digo. Ya tiene un año y solo balbucea, ¿los demás niños son así? porque si me sigue diciendo "Bah" creo que gritaré con voz muy chillona y para nada masculina. ¿Es lenta o los genes Wesley comienzan a hacerle daño? - Harry negó con la cabeza sin poder creer como en menos de diez segundo se había roto el hilo de la pasión. Volvía a ser un padre nuevamente.
-Eres incorregible- el rubio se arrellanó desenfadado -ni uno ni lo otro. Por si no te has dado cuenta es lista, muy lista de hecho. Cuando le hablas sabe exactamente lo que le dices- incluso a su propio pesar, reconocía lo mucho que le gustaba que la llamaran Audra, como si se sintiera importante, una faceta que no había visto de su pequeña -Solo está siendo considerada a su manera-
-Explica- el rubio arqueó una ceja y Harry suspiró para hablarle con franqueza.
-Considerada con Teddy. Ella lo quiso nada más conocerlo, como si fueran hermanos de sangre. No se cómo explicar su vínculo, pero supongo que está haciendo un frente común para no ponerlo triste porque él no habla...-
Draco dio ligeros asentimientos procesando lo que le decía y comenzando a creérselo. Su pequeña pese a ser solo un bebe era muy inteligente y dulce que estaba seguro sus padres estarían orgullosos de ella; al menos, él lo estaba.
-Y ya que estamos en eso, ¿Por qué el chiquillo no habla? Es enternecedor verlo mover sus manos cuando está emocionado o aporrear el lápiz con rapidez cuando se enoja, pero me gustaría oírlo hablar... ¿Acaso es mudo? Porque sordo no me lo parece…-
-No, habla perfectamente. Tiene una linda voz, muy respetuosa y segura como su papá- sonrió con nostalgia al recordar a Remus Lupin y su infinita generosidad -solo... Ha sido difícil para él. ¿Te enteraste de los metamorfomagos que estuvieron haciendo actos vandálicos? -
-Sí y otros millones de magos se enteraron por esos periódicos amarillistas que solo buscaban generar pánico colectivo, la vieja escuela de Rita Skeeter, ya sabes-
-Bueno, decir que se armó un pánico colectivo es decir poco...las malas lenguas siempre se alzan como levadura ante noticias como esas y la discriminación viene de la mano. Desde que Teddy nació estuvo orgulloso de sus dotes especiales. Cambiaba a placer el color y largo de su cabello, sus ojos, incluso pudo cambiar su tono de piel diciendo que era un Dean Jr- rio cabizbajo al recordar cuando Teddy era una hoja en blanco; feliz y ajeno a los problemas del mundo –Por obvias razones nunca se lo cuestionó, sin embargo, los niños de la escuela comenzaron a molestarlo por lo de los periódicos... Intentó ser valiente por sí mismo y no me dijo nada... Sí tan solo...- se quedó con la palabra en su boca.
Su pequeño de solo 8 años, lidiando por él mismo con situaciones en las que no tenía nada que ver, por niños tontos y padres ignorantes que no saben criar a sus hijos. Le rompía el corazón.
-Las cosas crecieron hasta que un día en el recreo le hicieron una jugarreta. Fue acorralado por 5 niños brabucones y terminó muy mal... cómo sabes, cuándo se es pequeño los estallidos de magia en menor escala son algo normal por la edad, pero cuando el cuerpo está sometido a grandes cantidades de estrés las cosas resultan más erráticas... Para no hacer el cuento más largo, hubo mucha sangre, 4 niños mal heridos, uno internado por 2 semanas en San Mungo y como era de esperarse, Teddy aterrorizado-
-Que bastardos...-
-No fue su culpa Draco. Los niños solo son reflejo de la enseñanza que les dan sus padres... Sin embargo, Teddy se creó la idea de que fue su culpa. Nunca me lo ha dicho, pero lo veo en sus ojos. Como si de decir palabra volvería a pasar algo malo... Los de la escuela lo mandaron con un psicólogo infantil y salió peor la danza... No te imaginas lo furioso que me puse cuando lo vi regresar a casa cabizbajo con su cabello totalmente negro, avergonzado por lo que es... obviamente me llevé una detención en el trabajo por mandar a San Mungo a ese psicólogo de cuarta; pero el daño ya estaba hecho-
-No sabes cuánto deseé encontrar una solución fácil, pero no encontré una que no fuera un obliviate- rio sin encontrarle gracia -me sentí un poco aliviado después de verlo emocionado por algo como las señas que inventó. Comenzó a comunicarse con señas tiempo después y al ver lo cómodo que se sentía, lo alenté... no sé si estuvo bien o mal, pero pensé que sería lo mejor... siento que les fallé a sus padres, no pude cuidarlo…-
-No seas bobo. Hiciste lo mejor que pudiste súper papá- se tomaron de la mano y el rubio le dio un apretón –creí que sería por alguna niñería o moda por lo que no hablaba, pero mierda. Espero que haya tardado en salir ese infeliz psicólogo que empeoró las cosas-
-Tardó un mes- Draco sonrió complacido.
-Los niños pueden ser unos imbéciles. Lo se de primera mano, no hay nada más que agregar sobre ese tema- mencionó avergonzado por los tropiezos y roces que tuvieron a lo largo de Hogwarts -sin embargo, creo que Teddy está en buenas manos. Sabe lo mucho que lo quieres y aprecia que no lo presiones hasta que esté listo. Porque te puedo asegurar que cualquier niño se siente mejor sabiendo que su padre o si prefieres "figura paterna", lo respeta, lo cuida y le da su espacio-
-Gracias...-
-Además, dejando de lado el no querer hablar, es un niño muy sano y yo creo que ya no tarda mucho en volver a confiar en si mismo. Me siento orgulloso de decir que ha dado unos pasos considerables gracias a mi beneficiosa influencia- a Draco se le ocurrió una forma traviesa de animarlo -¿te gustaría hacer algo para no estar triste?- le murmuró lentamente notando con placer como se estremecía y le mordió el lóbulo de su oreja.
-Draco…- jadeó sintiendo un estremecimiento recorrer su cuerpo con su cálido aliento. Cuanto ansiaba probar su piel nuevamente, fundirse en un beso y hacerlo suyo hasta el amanecer, siempre estaba hambriento por él... Negó con la cabeza buscando un poco de compostura –quisiera que nos acurruquemos-
-¿Y qué más?-
-Solo eso-
-Potter, te conformas con nimiedades- bufó molesto moviendo su pelvis con descaro sobre su regazo antes de bajarse. Harry mordió su labio conteniéndose "maldición, Draco… ¿Por qué te encanta tentarme?" se preguntó disfrutando cada una de esas facetas de ida y venida.
-¿A qué se siente bien?- le dijo abrazándolo con una frazada que evitaba que sus cuerpos se tocaran directamente. El rubio bufó arrellanándose a su lado sin apartar la mirada de la noche clara que transcurría con calma. Quería mostrar su descontento, pero podía ver el rubor recorrer sus mejillas y su frente. Un poco más y parecería una manzana. Sonrió encandilado -¿Te gustaría tener una cita conmigo?- Draco se estremeció y lo regresó a ver con curiosidad.
-¿A estas alturas? Hemos cogido al menos una docena de veces, besado incontables veces y ¿una cita? Parece algo tarde para eso-
-¿Está mal tener una?-
-No lo sé. Tengo altos estándares y no soy fácil de complacer- dijo con ese tono creído que usaba en la escuela. "Ahh, viejos tiempos" se dijo sin poder creer lo colado que estaba por ese mismo chico que lo calumnió mas de una vez.
-Eso vaya que lo sé. Desde el primer momento que te vi supe lo difícil que sería cumplir tus expectativas-
-¿Y aun así lo quieres hacer? No soy de tener citas. Tuve muchos, muchos rollos con tíos de una sola noche cuando tuve una competencia amistosa con Elise. Puedo ser bastante competitivo, es un problema desde pequeño, pero nunca le llegué a los talones. Su facilidad de tener sexo casual es sorprendente…-
-¿Ahora estamos hablando de Elise?-
-No- negó con su cabeza claramente avergonzado -¿Qué te hace creer que saldrá bien?-
-¿Por qué no lo haría? También me gustan los retos y no hubiera regresado a tu cocina si me rindiera con facilidad- Draco rio finalmente relajando el ambiente.
-Y sí que volviste…- dijo tirando de Harry que, con mucho gusto, besó su boca recargando todo su cuerpo contra el suyo.
El cansancio se había ido y Draco lo sabía porque sus piernas ya se habían enrollado en su cintura.
-Me alegra haber vuelto…-
Notas Finales: En un momento subo el siguiente capi! :P
