Disclaimer: Todo lo que reconozcas pertenece a JK Rowling, yo solo lo he tomado prestado un rato para jugar.


Capítulo 3

Tenía que ser una broma, Kingsley no podía estar hablando en serio ¿Draco Malfoy el nuevo Jefe de Departamento? Já, que ridículo sonaba y así se lo hicieron saber los presentes al Ministro.

− Kingsley ¿Qué está ocurriendo? – El primero en hablar fue Harry, sonaba confuso pero sobre todo molesto.

− Pues les estoy presentando a su nuevo Jefe, nada fuera de lo común.− El Ministro sonaba despreocupado y como si no fuera nada del otro mundo que Draco Malfoy estuviera allí parado delante de todos viéndolos como si fueran algo insignificante.

− ¿Nada fuera de lo común? ¿Qué Draco Malfoy sea nuestro nuevo Jefe no tiene nada de fuera de lo común? ¿En qué demonios estabas pensando cuándo lo trajiste aquí? – Harry en verdad estaba enfadado, nunca le levantaba la voz a Kingsley, aunque fueran amigos el seguía siendo el Ministro de magia y le debían respeto.

−Harry tranquilo y por favor más respeto. – Kinglsey sonaba irritado, no le gustaba que desafiarán su autoridad.

Todos en la sala estaban muy desconcertados y al menos dos parecían querer asesinar a alguien en la sala, Ginny Weasley quien era la segunda al mando en la Oficina de Aurores, al igual que Harry parecían echar humo por las orejas.

−Escuchen bien todos, después de una exhaustiva búsqueda di con que la mejor opción para reemplazar a nuestro antiguo Jefe de Departamento era el Sr. Malfoy, el cual ha hecho un excelente trabajo en el Ministerio de Magia de Francia, su currículum es implacable y la verdad creo que es el más indicado para liderar este departamento, considero que todos somos los suficientemente maduros para olvidar el pasado y hacer lo que venimos hacer aquí, que es trabajar y ver por la seguridad mágica de nuestra comunidad. Los cité aquí porque son los elementos principales de este departamento y necesito que pongan al corriente al Sr. Malfoy con todos los asuntos que estamos llevando a cabo en este momento, quiero mucha responsabilidad de su parte y sobre todo profesionalidad ¿He quedado claro?

Todos contestaron que sí al unísono, el Ministro era una persona muy amable pero cuando quería podía dar miedo y sobre todo tenía ese poder de hacer que la gente no quiera verlo decepcionado.

−Entonces, como sabrán hay muchos asuntos pendientes que tengo que tratar así que los dejó con su nuevo Jefe para que se conozcan y se pongan al corriente, hasta luego. – Sin darles tiempo a reaccionar el Ministro desapareció, si no lo conocieran mejor pensarían que trataba de huir del lío que estaba a punto de armarse.

Draco que hasta el momento había permanecido callado, se puso al frente y con ese aire frío y elegante que lo caracterizaba habló.

−Como ya lo mencionó el Sr. Ministro soy su nuevo Jefe de Departamento, espero de su parte que todos los problemas personales que tengan conmigo se queden en eso, en algo personal, y en su trabajo ser lo más profesionales posibles.

−Yo espero estampar mi puño en tu… - La pelirroja fue interrumpida por una castaña que también había permanecido callada todo el tiempo.

−Basta Ginny, no vas a meterte en problemas por algo que pasó hace 5 años. –Draco sonrió para sí, al parecer la comelibros seguía siendo una persona sensata - Y menos por un imbécil. – Murmuró la castaña.

Draco borró su sonrisa, pero fingió no haber escuchado nada, él sí era una persona madura.

−Bueno, conozco a algunos pero no sé cuál es su función en el Departamento así que comencemos con sus presentaciones.

La junta no duró demasiado tiempo, después de que se presentaran aclararon algunos puntos sobre unos cuántos problemas que estaban ocurriendo, todo fue muy hostil y seco pero al final salió adelante. En el Departamento había varias divisiones, pero había 3 que eran muy importantes y a la junta asistieron los encargados de está, Harry Potter estaba al mando de la Oficina de Aurores y Ginny Weasley era el segundo elemento más importante, la Oficina Contra el Uso Incorrecto de los Artefactos Muggles era dirigida por Hannah Abbott y por Justin Fletchley y finalmente la jefa de la Oficina del Uso Incorrecto de la Magia era Hermione Granger y su segundo al mando era Theodore Nott. Al terminar la junta todos salieron y fueron a seguir con sus actividades salvó por Draco Malfoy que suspiró cansado y se sentó en una silla, fue difícil pero al menos no terminó con un moretón en la cara como había pensado cuando entró y vio a Harry Potter.

−Nunca imaginé que llegaría el día en que vería al grandísimo Draco Malfoy trabajando para el Ministerio o trabajando si quiera. – Un joven guapo de cabello negro rió con sarcasmo, al parecer no todos habían salido de la sala.

−Podría decir lo mismo de ti Nott, pensé que odiabas a la gente, creía que tu trabajo soñado era en un bosque muy alejado de la civilización, tal vez trabajando con Dragones.

−Eso suena más a un Weasley. – El pelinegro sonrió y se acercó a su amigo. – Esto sonará raro pero te he extrañado Malfoy.

Draco sonrió, él también lo había extrañado, a él y a Zabini, después de la guerra casi no había mantenido el contacto con ellos pero seguían siendo sus mejores amigos, tal vez las únicas dos personas en las que confiaba en este mundo.

−Se notó mucho por tu cara de incredulidad cuando entré y que no mencionaras ni una vez lo increíble que era haberme convertido en tu jefe.

−Sigues siendo un arrogante y yo tengo una reputación que cuidar.

Draco alzó las cejas.

− ¿Desde cuándo te importa tu reputación?

−Desde que mi jefa es la Heroína de Guerra.

−Claro, debe ser difícil trabajar con Granger.

−En realidad no.

− ¿No? – Draco sonaba muy sorprendido, para él sería un martirio verla a ella y a cara rajada todos los días y eso que no sería tanto, salvó cuando hubiera juntas o si se los llegaba a cruzar en el pasillo.

−No, de hecho es una persona muy agradable, lo descubrirás con el tiempo.

−Vale, no creo que eso sea posible, pero gracias por los ánimos.

Theo rodó los ojos, Draco seguía siendo una persona imposible.

Hermione estaba muy cansada, se había tenido que quedar más tarde de lo normal para arreglar unos asuntos pendientes, no le gustaba ir tarde por Charlotte pero en su trabajo algunas veces pasaba. Seguía muy escéptica respecto a Malfoy, no podía creer que ahora estuviera trabajando para un imbécil como él, pero Hermione sabía reconocer que él siempre había sido un mago brillante y tenía sentido que le dieran el puesto a alguien como él, aunque fuera un patán.

Al terminar Hermione salió de su oficina, el segundo piso estaba casi a oscuras, ya la mayoría se había ido, Emma había querido quedarse con ella hasta que terminará su trabajo pero la castaña la obligó a que se fuera si no tenía trabajo pendiente. Hermione estaba a punto de tomar el ascensor pero una voz la llamó.

−Granger, espera un momento.- ¿Qué demonios quiere Malfoy? Se preguntó Hermione, realmente quería ir por su hija, Charlotte se ponía muy ansiosa si Hermione llegaba aunque fuera 5 minutos tarde, esperaba que fuera algo importante.

− ¿Qué sucede Malfoy?

−Señor.

− ¿Qué?

−Que me llames Señor Malfoy, Granger. Ahora soy tu jefe ¿Recuerdas?-En realidad a Draco le importaba un comino como lo llamará esa castaña pero un impulso lo había conducido a hacerla rabiar, era divertido.

Hermione lo miró con incredulidad, maldito arrogante.

− ¿En qué puedo ayudarle, señor Malfoy?- Repuso con una sonrisa que de ningún modo podía ser real.

− Necesito un informe detallado para mañana sobre el caso del joven mago y la chica muggle.

Hermione se rió en su cara, el rubio no tenía idea de que estaba pasando ¿qué tenía de gracioso lo que había dicho?

−Me disculparas Granger, pero no tengo idea de porque te estás riendo como una foca retrasada.

Hermione paro de carcajearse y lo miro, Draco tenía una mirada muy seria, un momento ¿estaba hablando en serio?

− ¿Un informe para mañana? No entiendo cuál es la urgencia, además mi horario de trabajo ya terminó, no tengo tiempo para tus tonterías, así que si me disculpas, me retiro.

Hermione se giró para entrar al ascensor pero de nuevo algo la detuvo, Malfoy la había tomado de la muñeca para voltearla y la miraba amenazadoramente. En ese momento Hermione se asustó, pero también se enojó mucho, no tenía ningún derecho para tratarla de esa manera. Estaba a punto de soltarse para hechizarlo cuando su nuevo Jefe de Departamento habló.

−No olvides que ahora debes obedecer mis órdenes Granger, me importa una mierda si crees que lo que te estoy pidiendo es una tontería, te pedí un informe y lo quiero mañana a primera hora en mi escritorio, no entiendo cuál es el problema, recuerdo que en Hogwarts te encantaba hacer tareas y quedarte en vela estudiando para los exámenes, esto no es diferente. Además… -Draco la inspecciono de arriba abajo, con una sonrisa irónica en los labios.- ¿Qué otra cosa podría estar haciendo una mojigata, comelibros, aburrida, como tú?

Draco la soltó, subió al ascensor y la dejó allí, incrédula, humillada pero sobre todo furiosa.

Hermione terminó el informe a las 11:00 pm, después de que Malfoy se largó estuvo a punto de ignorar su mandato, pero pensó en Charlotte, en estos momentos no podía darse el lujo de que la despidieran, aunque detestara a ese maldito rubio, tenía razón, él era su jefe y debía obedecerlo. Hermione suspiró cansada, estaba muy preocupada por su hija, le había mandado un mensaje a Molly de que aún tenía trabajo por hacer, detestaba molestar tanto a la señora Weasley, cuando ella ni si quiera tenía porque cuidar de su pequeña, esperaba que Lottie no hubiera entrado en crisis, cuando sucedía era muy difícil calmarla, sobre todo si Hermione no se encontraba cerca de ella.

Hechizó el informe para que a primera hora de la mañana llegará al escritorio de Malfoy y por fin dejó su oficina para ir a casa de los Weasley por su Charlotte.

Al llegar a la Madriguera lo primero que vio fue a una pequeñita acorrucada en el sofá que dormía profundamente abrazada a un Pegaso de peluche, Hermione se lo había regalado hace 2 años y le había dicho que cuando la extrañará, lo abrazara y el Pegaso volaría para transmitirle su amor, así ella no se sentiría sola. Hermione se acercó al sofá y se agachó para darle un beso a su pequeña, que bueno que habían logrado tranquilizarla.

−Tuvimos que darle una poción para dormir, estuvo llorando todo el tiempo y no dejaba de ver la chimenea, tenía miedo de que intentara ir por la Red Flu ella sola, creo que sería capaz de conseguirlo.

Molly había ido a la cocina por un poco de té cuando escuchó la chimenea, desde luego Hermione ya había llegado.

−Lamento todos los problemas Molly, el nuevo Jefe de Departamento me pidió un trabajo muy urgente, no podía simplemente negarme.

− ¿El jovencito Malfoy te está causando problemas?−Molly sonaba preocupada, tenía que calmarla sino probablemente le diría a Ron y esté a Harry y los dos harían una tontería.

−Claro que no, lo común, es un niñato engreído pero esto no fue porque quisiera, simplemente era un trabajo muy importante que no podíamos dejar para otro día.

Molly la miraba con duda.

−Si tú lo dices Hermione, te creeré, pero me parece muy injusto que tú seas siempre la que tiene que dar más en su trabajo cuando están llenos de magos muy capacitados.

Hermione solo le sonrió y le agradeció por haber cuidado de Lottie, tomo a su bebé en brazos y las apareció en su apartamento, hogar dulce hogar, al fin podía descansar.

Theodore Nott y Blaise Zabini se dieron cuenta de que algo andaba mal cuando su amigo rubio, llegó al bar echando humo por las orejas y murmurando cosas como: maldita pelo de escoba, amargada, insubordinada, ¿así trataba a sus maestros en Hogwarts?

Draco se sentó en la silla, le quitó a Blaise el vaso con whiskey de fuego que estaba tomando y se lo tomó de un trago.

− ¿Cómo estás Blaise? Hace años que no te veía, te extrañé mucho, sigues siendo tan guapo como siempre. –Dijo con sarcasmo el moreno.

−Sigues siendo tan imbécil como siempre. –Le respondió Malfoy malhumorado.

− Y tú un gruñón. – Malfoy lo miró mal. –Okay ¿qué te sucede?

−Granger, eso es lo que me sucede.

−Primer día de trabajo y ya tienes problemas con nuestra heroína de guerra, creo que acabas de romper un récord. –Blaise se rió, siempre le había parecido divertido la manera en la que Draco y la hija de muggles discutían.

− ¿Qué le hiciste? –Preguntó Theodore, conocía demasiado bien a Draco y a Hermione como para saber que el problema probablemente había comenzado por culpa del rubio.

− ¿Yo? ¿Qué le hice? –Preguntó Draco indignado.-Yo no le hice absolutamente nada, ella se dignó a cuestionar una orden mía, como si tuviera algún derecho a replicarme, se supone que soy su Jefe de Departamento.

−Pues ¿qué le ordenaste? ¿Qué se acostara contigo? –Blaise le preguntó muy serio y después se puso a reír, el rubio lo miró mal de nuevo. –Ya, ya, lo siento, es que es la única razón por la que se me ocurre que Hermione siendo tan correcta se digné a replicarle a su jefe.

−En realidad, ahora que lo pienso esto es tu culpa Zabini.

− ¿Mi culpa? –Blaise no entendía de que le estaba hablando su amigo.

−Sí, todo porque te aprovechaste de que te debía un favor y me pediste un informe sobre el caso que estás llevando.

Blaise era un exitoso abogado en el mundo mágico, manejaba todo tipo de casos, pero claro, también era uno de los litigantes más caros.

−Sigo sin entender porque es mi culpa.

−Dijiste que era urgente. –Draco sabía que aunque Blaise le había dicho que era urgente en realidad podía esperar unos días por él y de hecho planeaba pedirle el informe a la castaña para mañana antes de terminar su jornada, era algo sencillo que podría hacer pero después de que esa tonta le contestará de esa manera sin ninguna muestra de respeto realmente se había enfurecido, por lo que ni si quiera pensó en lo que le estaba pidiendo, sabía que de alguna manera había sido injusto pero Granger se lo merecía después de comportarse de esa manera, solo sentía un pequeño remordimiento por hacerla quedarse tan tarde, pero una vez no iba a matarla.

− ¿Y se negó porqué…?

− Le dije que era para mañana, no me dejó explicarle que me refería al final del día, comenzó a discutir por lo que me molesté, le dije que debía obedecer mis órdenes y se lo pedí para mañana a primera hora, probablemente aún está en el Ministerio trabajando. –Les contó Draco tranquilamente, mientras se bebía otro whiskey de fuego que había aparecido en sus mesas.

− ¿Hiciste qué? – Theodore Nott que hasta el momento no había dicho nada, lo miro incrédulo.

− ¿Por qué te sorprendes? Si hubieras visto lo grosera que fue Granger entenderías, cualquier Jefe la hubiera tratado de la misma manera. –Draco seguía sin sentir culpa por hacerla trabajar horas extras.

− ¿Vives en una cueva? –Al parecer Blaise tampoco estaba de acuerdo con el comportamiento de Draco.

− ¿Qué quieres decir? –Malfoy no comprendía a que venía esa pregunta.

−Hermione es mamá soltera de una niña de 4 años, la razón por la que ella no puede quedarse en la noche a trabajar horas extras.

Draco, quien acaba de darle un trago a su whiskey lo escupió.

− ¡¿Granger tiene una hija?!

Después de procesar lo que eso significaba en su cabeza, Draco Malfoy verdaderamente sintió remordimiento por el abuso de poder que había utilizado contra Granger.


Nota de la autora:

Lo sé, soy muy mala, no tengo perdón, gracias por leerme.

-Lots of love Juvia.