Disclaimer: DBZ no me pertenece. Los debidos derechos al gran Akira Toriyama.


Capítulo V:

Castillo de Cristal.

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No soy más que una farsa,

una sátira de la estabilidad.

La inseguridad es una lucha cuesta arriba.

Soy yo contra el mundo...

Suffocating Sight —Trivium

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Marron ya no sabía que decir para que Bulma desistiera de hacerla quedarse.

Si, ella ya se iba, ya era hora. Estaba por completo sanada, su ki y sus fuerzas estables y… bueno, ya no tenía nada que hacer ahí. O eso era lo que ella creía, porque Bulma pensaba lo contrario.

—Pero… ¿vas a dejarnos, Marron? ¿Te irás?

La muchacha suspiró y asintió.

—Tengo qué, Bulma— dijo, omitiendo el "señora" por petición de la misma peli-azul—. Además, usted y yo sabemos que para su hijo será un gran alivio que me valla, ¿uh?

—Y que lo digas.

Inmediatamente ambas voltearon hacia la puerta, por donde Trunks iba entrando. Andaba mal encarado, como todo el tiempo según Marron, y la fulminó con la mirada a ella. La rubia, por su parte, no tenía manera de ocultar el sonrojo en sus mejillas. Había dicho la verdad, claro está, pero de ahí a que él le escuchase…

El muchacho se sentó en la silla detrás del escritorio de la oficina de su madre, cruzándose de brazos.

— ¡Trunks! ¿Qué te he dicho sobre tus groserías hacia Marron?— le espetó Bulma, escuchándose realmente enojada—. Tú tienes la culpa de que ella quiera irse, ahora que lo pienso…

— ¡Oh, no, Bulma! Recuerde que yo ya le había mencionado que me iría— musitó Marron, tratando de detener la posible discusión entre ambos Briefs—. Esto tiene que ser así.

— ¿Ves, mamá? ¿Por qué molestarte en detenerla? Si ella se quiere ir, adelante— comentó el pelilila como si nada, inclinándose hacia adelante para husmear en el ordenador del escritorio.

Bulma pareció querer reprender a su hijo de nuevo, pero una mirada suplicante de Marron la detuvo, haciéndola suspirar. De verdad que ella no quería que la muchacha se fuera, pero Trunks tenía razón muy a su manera: tenía que dejarla ir, ella no tenía por qué quedarse. Por mucho que ella anhelara que así fuera.

—Y pensar que yo te di ánimos para que viajaras por ahí… si hubiese sabido que me encariñaría así contigo, nunca lo habría sugerido— comentó la científica, dedicándole una triste sonrisa a la chica—. Pero no puedo detenerte, eso es cierto. Iré por algunas cosas que me gustaría que llevaras contigo, ¿vale? No me tardo, espera aquí.

Marron asintió, y con una opresión en su corazón siguió los pasos de Bulma hasta que la perdió de vista. Soltó un suspiro comenzando a sentirse mal por ella, hasta que recordó que estaba en la misma habitación que Trunks. Dirigió su vista hacia él en el escritorio, y cuando pudo ver que el la miraba frunció el ceño y se dio la vuelta, dispuesta a esperar a Bulma afuera. Sin embargo…

—Hey, espera— dijo Trunks, haciendo que se detuviera abruptamente. ¿Él estaba hablándole sin desdén de por medio?—. Necesito decirte algo.

—Lo sé, no volveré por aquí— se adelantó ella, sin voltearse—. Me iré y no volverás a saber de mí, lo juro. Simplemente le enviaré alguna carta a tu madre de vez en cuando, y será todo.

Y dicho eso, se encaminó hacia la puerta, pero una mano fuerte en su antebrazo detuvo su andar, sorprendiéndola en demasía. Giro el rostro un poco y pudo ver a Trunks detrás de ella, con el rostro inexpresivo, cosa que la hizo fruncir el ceño con profundidad.

—Por más que me gustaría poder constatar eso, no era lo que iba a decir— musitó, soltándola.

A Marron le sorprendió que no gritase diciendo que se quemaría o algo por el contacto.

— ¿Entonces?

—No te vallas. Quédate.

Vale, si la hubiera golpeado, Marron no hubiera quedado ni la mitad de aturdida de lo que estaba. ¿Qué jodidos había dicho? ¿Cómo que se quedara? ¿Para qué?

Si no hubiera estado tan shockeada quizás se hubiera imaginado que esas palabras él las decía en otro sentido, con una sonrisa en los labios y aquel par de ojos azules brillantes mientras la miraba…

«Oh, Marron, tienes que dejar de ver tantas películas románticas con Bulma…»

—¿Qué has dicho?— atinó a decir, después de un rato. El suspiró con pesadez antes de hablar.

—Mira, es cierto que no nos agradamos…— «¿Qué no nos agradamos? La última vez que verifique, era yo quien no le agradaba a él…»— pero ciertamente mi madre te aprecia mucho, y no la veía tan alegre desde… desde hace mucho, así que te pido que te quedes por ella. Sé que podrás lidiar conmigo y mi antipatía.

Marron frunció los labios y el ceño a la vez, mirándolo. Le pedía que se quedara por Bulma, lo cual era noble: se sacrificaba a soportarla por su madre… Relajó la expresión cuando se dio cuenta de que era cierto, Bulma se mostraba muy entusiasmada con ella, y sentía su aprecio genuino.

Igual que ella misma. Si tener a alguien como Bulma en quien confiar, con quien poder hablar de todo y con quien sentirte protegida era como tener una madre, ciertamente y aunque fuera pronto ella entraba en su clasificación de una.

Y se sentía muy bien tener una madre…

— ¿Y tú podrás lidiar con mi presencia?— le espetó al muchacho, pero no esperó a que respondiera—. Me quedaré por Bulma. Ella ciertamente ha hecho mucho por mí… y la aprecio bastante. Sin embargo, trataré de mantenerme fuera de tu camino, eso dalo por hecho.

—Eso estaría bien, ciertamente— exclamó él, regresando a su lugar tras el escritorio justamente cuando la científica regresaba con una maleta en sus manos.

—Bien, aquí tengo ropa para ti, incluso algunos víveres y artículos personales que sé que te servirán— dijo, con esa apariencia triste mientras le extendía la maleta a Marron, quien negó con la cabeza— ¿No vas a aceptarlos?

Marron volvió a negar con la cabeza—. No hará falta, Bulma. Lo pensé y… bueno, le debo mucho como para irme así como así ahora, por lo que pienso quedarme al menos a ayudar con lo que pueda en la reconstrucción de la CC… Si usted acepta, claro.

Al instante, la peliazul soltó la maleta y se lanzó a abrazar a la rubia, soltando una risa alegre.

— ¡Eso me parece perfecto, pequeña! ¡Claro que acepto!

La rubia correspondió a ese abrazo con una sonrisa que no murió ni siquiera cuando vio a Trunks poner los ojos en blanco ante su indefinida estadía y el no haber recibido crédito por la idea de quedarse.

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Cuando la noche cayó y la hora de dormir llegó, Trunks se dirigió a su habitación luego de una cena donde él y Marron no dejaron de discutir. ¿Por qué había sido esa vez? Porque él había soltado un mordaz comentario acerca de que como ella era un androide debería tomar aceite y comer metales.

Al parecer la paciencia de la rubia era poca esa noche, porque inmediatamente replicó. Su madre, como siempre, se había puesto del lado de la chica y lo había regañado durante media hora. Sin embargo lo valía, obtenía alguna extraña clase de retribución haciendo enojar a la muchacha.

Le hacía pensar, incluso, en que ella era una joven humana normal y no la androide de temer que en realidad era.

Con un suspiro, se recostó luego de darse una ducha y puso su brazo sobre sus ojos, para cubrirle de la luz que entraba por la ventana. ¿Soñaría algo esa noche, también?

La respuesta, por supuesto, era sí. Tendría pesadillas como siempre, y como desde hacía unos días, la chica rubia que lo sacaba de balance lo consolaría con dulces palabras y un cálido abrazo aun en medio de tanta destrucción.

Y era justamente la inmiscusión de Marron en sus sueños la razón por la que estaba comportándose más pesado con ella. No quería establecer ningún vínculo con alguien que podría tener una especie de corto circuito que provocara que se volviera una asesina despiadada de la noche a la mañana, porque si eso pasaba y ellos se hacían cercanos… ¿Cómo diablos podría detenerla? Por eso era mil veces mejor tratarla con hostilidad que amistosamente: ambos se ahorrarían sentimentalismos inútiles.

Sin embargo, de ser todo distinto, él estaba seguro de que ambos se llevarían de maravilla de ser otras circunstancias, y en cierta manera le pesaba que no fuera así. Según su madre (y lo que él mismo había podido ver) Marron era una chica excepcional: buena, atenta, amable, linda y muy bonita…

«Y sí que lo es…»

Soltó un bufido ante sus propios pensamientos y el rumbo que no quería que tomaran, así que para dejarlos atrás decidió dormirse de una buena vez. Aunque dormir significase tener más presente a Marron que nunca.

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Author's note: ASDHJKLÑ ¡NUEVO CAPÍTULO! Y valla capítulo, ¿eh?

Creo que al principio me salió muy hecho bolas, sin embargo, me gustó como fue que quedó porque era lo que buscaba… Y, para informarles, el maratón comienza hoy, y tiene fecha indefinida de actualizaciones. Mañana mismo (o pasado, en caso de que no se me atraviese nada) estará el capítulo 6, el cual comenzaré a escribir ahora mismo para tenerlo listo mañana. Será un capítulo por día hasta que lleguemos a los que más o menos debería de tener escritos, so, sabrán (sabremos, de hecho) más de estos dos y de cómo evolucionaran las cosas con ellos.

Si se dieron cuenta, a Marron no le cae mal Trunks; lo que ella odia es el trato que tiene hacia ella, porque entiende porque lo hace y sabe que de ser distinto serían amigos. Él, por su parte, teme todavía que ella decida que siempre no quiere la paz y se vuelva como 17 y 18, lo cual es comprensible…

Y ya no les digo más para despedirme de una vez… por cierto, les recuerdo que la página de Facebook está para aclarar cualquier duda que tengan o cualquier cosa que quieran decirme, como Mila Megumi. Puedo tardar en responder porque soy muuuuy despistada, pero tengan seguro que lo haré XD. Sin más que agregar, me despido.

PD. Pagina de Facebook: www. facebook HelennaUchihaFFWiter

Sin espacios, obviamente[?].