Nota: Linkin Park y la canción In the End no son míos. Así que por favor no demanden porque solo soy una pobretona con mucha imaginación.
Día 12
Cinco días sin ningún nuevo acontecimiento. Ningún otro regalo, ni mensajeros y tampoco flores. Parecía que todo parecía retomar su rutina de siempre. Había llegado el día del concierto y estábamos haciendo nuestro turno para entrar al estadio. El señor Summer tuvo la amabilidad de tomarse la molestia para llevarnos hasta la ciudad para que pudiéramos asistir al concierto de Linkin Park.
-Cuando termine el evento, me llaman y les vengo a recoger. – nos había dicho él antes de despedirse y desearnos una divertida noche.
Tanto el profesor como la facultad de maestros del Instituto Xavier nos alentaban a que tuviéramos una vida ordinaria de adolescentes. Así, que aquí estábamos John y yo esperando entrar para presenciar a uno de nuestros grupos favoritos. Tenía mi mano enguantada entre la suya, casi adoptando una actitud posesiva. La cual a mi no me molestaba en lo absoluto. Los buenos amigos se comportaban de esa manera¿no? Lo curioso de toda la situación era esa única sensación que se apoderó de mi, acelerando los latidos de mi corazón y mis pensamientos comenzaron a tomar un rumbo equivocado. ¿Qué sería ser amada por John? Me reprendí a mi misma, diciéndome que John ya me quería como lo hacía un buen amigo. Pero aún así me encontré mirando esa boca que parecía tener un puchero perpetuo y pensé que no me hubiese gustado de otra manera. ¿Qué sería ser besada por esos labios sensuales? Yo di un brinco, sobresaltada por ese inesperado deseo.
-¿Qué? – me preguntó él mirando a su alrededor buscando la causa de mi reacción, -¿Pasa algo? –
-No. Nada. – dije un poco avergonzada.
-¿Estás cansada? Podemos sentarnos en el suelo. –
-No. Estoy bien. –
Esos ojos aguamarina me miraron con fijeza, no muy convencido de que no me pasara nada.
-¿Estás nerviosa por tu piel?- y por primera vez en mi vida le vi en el rostro una sonrisa real, -No tienes porque. Me encargue de adquirir asientos en el área del palco. Hay la gente no se conglomera una sobre la otra. Solo que estaremos un poco alejados de la tarima.-
-Gracias. – le dije conmovida ante ese su gesto generoso.
Con una sonrisa algo burlona, me dijo: -De nada. –
Y de manera perezosa, acomodó su brazo sobre mi hombro. Un poco tímida, rodee su cintura con mi brazo y apoyé mi cabeza en su hombro. Dábamos la imagen de una pareja de enamorados que esperaba tener un buen rato en un concierto. Y desee que fuera realidad.
----xoxo----
Luego de casi dos horas de incesantes gritos y saltos, de volverme loca con la música de la banda, se despidieron. Yo me uní al coro de "Otra, otra" mientras un John me miraba con una de sus sonrisas petulantes. Para mí fue una noche maravillosa, Linkin Park es un grupo que ambos solíamos escuchar en la cancha de baloncesto de la mansión en la total oscuridad de la noche. Yo me acostaba en el frío suelo Y John hacía lo mismo, su cabeza apenas tocando la mía, ambos boca arriba, observando el negro cielo cubierto de estrellas y el radio portátil a todo volumen no muy lejos de nosotros. Sus canciones tenían una cualidad que nos atraía de gran manera.
El público se alborotó. El grupo nos complació y decidió salir una vez más. El cantante del grupo tomó el micrófono. Como toda buena fanática sabía que su nombre era Chester. Era tan divino y guapo. De pie en mi asiento esperé a que hablara.
-Creo que nos hemos olvidado de cantar una canción¿no es así, Mike? –
Yo murmuré: -Sí, In The End. – La canción me fascinaba, a veces sentía que describía mis emociones y mis encontrados sentimientos hacia mi mutación y de cómo Bobby en realidad nunca me entendió; nunca se tomó el tiempo para hacerlo. Era mi secreto, ni tan siquiera John sabía que era mi favorita y cuales eran mis sentimientos hacia la canción.
-No, Chester . – le contestó MC Mike, quien cantaba la parte rap de las canciones, -Sabes muy bien que no la hemos olvidado. –
Una traviesa sonrisa apareció en el rostro del cantante.
-Tienes razón, decidimos dejarla para este momento y con ciertas modificaciones porque me pidieron que la dedicara. Esto es para la dulce y bella sureña: In The End. Así que si te encuentras aquí, esto es para ti. –
Mientras escuchaba los acordes de mi canción favorita, miré a John perpleja. El solo se limitó a mirarme con ambas cejas arqueadas. Dirigí de nuevo la mirada a la tarima.
-A la verdad que traes al hombre loco y sin idea de ello. – escuché a John decir a mi lado.
Yo estaba un poco nerviosa. ¿Por qué mi admirador secreto había escogido para dedicarme mi canción favorita? Nadie lo sabía. El cantante comenzó:
(Comienza con una rima)
Para luego continuarlo Mike con su rapeo:
Una cosa, no sé por qué
no importa lo duro que lo hayas intentado
ten esto en cuenta
Diseñé esta rima
Para explicarlo a su debido tiempo
(Todo lo que sé)
El tiempo es una cosa valiosa
míralo volar junto al balanceo del péndulo
míralo contar hacia atrás hasta el final del día
los impulsos del reloj son ajenos a la vida
(Es tan irreal)
No miraba abajo
observaba el tiempo salir directamente por la ventana
Intentando detenerlo, pero no sabía
que lo estaba desperdiciando todo solo para (verte marchar)
lo he guardado todo dentro y aunque lo he intentado nos hemos separado lo que fuiste para mi será finalmente el recuerdo de un tiempo en el que
(Lo intente tan duro
y llegue tan lejos
pero al final no tiene importancia
tuve que caer
para perderlo todo
pero al final no tiene importancia)
Una cosa, No sé por qué
no importa lo duro que lo intentes
ten esto en cuenta
Diseñé esta rima, para recordarme a mi mismo cómo
(Lo intente tan duro)
A pesar de la manera en que a veces me ignorabas
actuando como si yo fuese solo alguien con quien hablar
Recordando todas las veces que peleaste conmigo
estoy sorprendido de haber conseguido llegar (tan lejos)
Las cosas no son de la manera que eran antes
podrías no reconocerme nunca mas
No es que me conocieses antes
Pero toda vuelve a mí (al final)
lo he guardado todo dentro y aunque lo he intentado nos hemos separado lo que fuiste para mi será finalmente el recuerdo de un tiempo en el que
(lo intente tan duro
y llegue tan lejos
pero al final no tiene importancia
tuve que caer
para perderlo todo
pero al final no tiene importancia)
(coloqué mi confianza en ti
y soy Empujado tan lejos como puedo ir
por todo esto
solo Hay una cosa que deberías saber…
Yo coloqué mi confianza en ti
Y soy Empujado tan lejos como puedo ir
Por todo esto
Solo hay una cosa que deberías saber
Lo intente tan duro
y llegue tan lejos
pero al final no tiene importancia
tuve que caer
para perderlo todo
pero al final no tiene importancia
Porque todo lo que quiero es a ti.)
Sin aire en mis pulmones me voltee a mirar a John. Sus ojos aguamarina habían tomado el color del azul más intenso. Quien quiera que fuera estaba intentando darme un mensaje. Alguien muy allegado a mi…
-¿Johnny? –
El miró hacia el lado, eludiendo mi mirada.
-Dime Rogue¿está logrando su propósito ese admirador tuyo?-
De pie en mi asiento, traté de captar, de buscar algo escondido en la voz de John. Las personas pasaban alrededor de nosotros para salir del lugar pues ya había terminado el evento. "Vaya chica con suerte, la sureña esa." Pude escuchar a alguien decir. Me bajé del asiento para pararme frente a John.
-¿Johnny? – volví a llamarle.
Su mirada aguamarina regresó a la mía. El azul había desaparecido por completo, solo varias líneas perdidas en la profundidades del esmeralda.
-¿Te gustaría tomar algo caliente? – preguntó él con indiferencia, como si lo transcurrido entre ambos nunca hubiese sucedido, -No tenemos que regresar todavía, podemos dar un pequeño paseo por la ciudad. –
-Me gustaría. – le repliqué.
Tomando mi mano entre la suya, caminamos para salir del lugar. Mi cabeza estaba revuelta por los pensamientos y por primera vez en mucho tiempo no era debido a las voces ajenas a mi. Un solo pensamiento trataba de resurgir de la amalgama pero tenía miedo de creer. No, no podía ser posible… ¿ o sí? No me atrevía a volver a creer; hace solo varias semanas atrás fui desilusionada de la manera más cruel. Le lancé una mirada de soslayo al impasible rostro de John. Definitivamente no podía ser él.
---xoxo---
Acostada en mi cama, luego de regresar de la ciudad, pensaba en el pequeño paseo y en el chocolate caliente con rosquillas que compartimos. Fue una noche mágica, en la cual John me dio la oportunidad de conocer otro lado de su personalidad. Fue muy atento conmigo y en varias ocasiones llegué a descubrir un brillo peculiar en sus ojos.
¿Sería John mi admirador secreto? Analizando cuidadosamente la canción que me dedicaron, cada vez me convencía de esa posibilidad. Fue inevitable pensar en la ocasión que John formó la lengua de fuego para mí y Bobby lo arruinó todo. Luego de ese momento, hubieron otros pequeños detalles de su parte que no solía darle mucha importancia.
Intentando detenerlo, pero no sabía que lo estaba desperdiciando todo solo para verte marchar. Lo he guardado todo dentro y aunque lo he intentado nos hemos separado…
Fueron casi insignificantes en aquellos momentos, aturdida por las atenciones que me brindaba Bobby que solo ahora me percataba que eran actos solo para su ya crecido ego. ¿Cuántas veces John no tuvo la delicadeza de buscarme a la hora de la cena mis postres favoritos? Sí, tonta yo. En solo una semana de haber llegado a la mansión y ya él conocía cuales eran. Y Bobby¿sabría cuales son? Lo dudaba tanto.
Lo intente tan duro y llegué tan lejos pero al final no tiene importancia tuve que caer para perderlo todo.
Salí de mi cama y busqué un pequeño cofre que tenía guardado en mi armario. Entre varios de mis tesoros que solo eran de valor sentimental, hallé lo que buscaba. Era una foto que Jubilee me había tomado junto a Bobby y John. Yo tenía mi brazo entrelazado al de Bobby, pero él parecía mantenerse a una distancia prudente. Mientras que John había acercado su rostro al mío, solo existiendo un mínimo espacio entre John y yo.
Podrías no reconocerme nunca más. No es que me conocieses antes…
Con la foto en mi mano, regresé a mi cama. Busqué debajo de mi camisón para dormir las chapas militares que Logan me había entregado antes de marcharse como una promesa de que volvería. ¡Cuánta falta me hacía! Poder sentarme a hablar con él. De seguro él si sabría que decirme al respecto de toda esta situación. ¡Rayos! Solo hubiese tenido que oler el regalo y sabría con certeza quien lo dejó en mi cuarto. Pero no podía continuar dependiendo de Logan. Tenía que aprender a crecer e independizarme. Esa pequeña parte de mi que le pertenecía a Logan no me permitía hacer menos. Solo esperaba descubrir pronto que sucedería.
Día 13
-Johnny, estoy intentando estudiar. – le reclamé sin éxito alguno, hasta yo pude captar la apenas controlada risa en mi voz.
Era sábado en la tarde y me encontraba sentada en la cocina leyendo un libro mientras mordisqueaba una manzana. El, como siempre, trataba de distraerme con sus payasadas.
-Lo sé y no entiendo como puedes estudiar en un día como hoy. –
-Porque si deseo tener buenas calificaciones debo hacerlo. – y traté de enviarle una mirada amenazante.
El solo se limitó a arquear una de sus cejas y dejar escapar un respingo. Yo bajé mi cabeza para continuar leyendo. Sin reverencia alguna, se sentó en la mesa, acomodando los pies en la silla que se encontraba a mi lado y agachándose, comenzó a juguetear con uno de mis blancos mechones. Lo enroscaba en su dedo índice para luego dejarlo libre y volver a enroscarlo.
-¿Perdiste tu encendedor? – le pregunté un poco irónica.
-Eso nunca. –
Y sin esperarlo, bajó la mano por una de mis mejillas, acariciándola con la yema de sus dedos. Fue parecido al roce de una pluma y mi mutación no tuvo tiempo de reaccionar.
-John, no juegues así. – le reprendí con voz ronca, algo asustada.
-No estoy jugando. – y vi que de nuevo alzo su mano pero eché mi rostro con brusquedad hacia atrás.
-¿A qué le temes? –
-Dejarte en coma como lo hice con el primer chico que intentó besarme. –
-Rogue, todos siempre nos asustamos la primera vez que manifestamos nuestros poderes mutantes porque es normal. No entendemos que sucede y cual es la causa de esa manifestación. Pero cuando vamos comprendiendo lo que somos, poco a poco le vamos perdiendo el temor y comenzamos a controlarlo… Y tal vez ese sea tu problema. –
-¿Mi problema? – no sé si se dio cuenta del cambio de tono en mi voz¿qué demonios sabía él lo que era absorber la energía de otra persona con un simple contacto de mi piel?
-Sí. Me escuchaste bien. ¿Cómo no estas segura de que tu temor a ser tocada es lo que no te permite controlar que tu piel reaccione ante el contacto de otra? –
-Tú no estas dentro de mí para saber que siento. – y cerré mi libro con violencia¿cómo se atrevía?
-Es cierto pero en ocasiones alguien ajeno a la situación puede ver cosas que la otra persona no se permite ver. –
Colocándome de pie, traté de marcharme pero John fue más rápido. Me tomó por uno de mis brazos.
-¡Oh no! No vas a huir de nuevo. – con gran agilidad me volteó y me aprisionó entre sus brazos.
-Déjame ir. – le pedí realmente aterrorizada.
-Rogue, mírame a los ojos. – no me había percatado de que estaba evadiendo su mirada hasta que me lo dijo.
Mis ojos buscaron los suyos; eran puro jade, brillando como la piedra preciosa.
-¿No confías en mi? –
Yo titubee.
-¿Confías en mi? – volvió a preguntarme con voz enronquecida.
-Sí. – le contesté con toda certeza.
Mi cuerpo estaba recostado del suyo, sintiendo ese calor que era tan único en John. Me sentía derretir entre sus brazos y ante la cercanía de ese cuerpo firme. Sentí todo mi interior convertirse en líquido y fue incontrolable el deseo de que me tocara. No tardó en cumplirlo. Con tierna delicadeza, acarició mi mejilla con sus dedos.
-Siempre imaginé que serías así de suave. – murmuró él como en un trance.
Nada sucedió con el leve roce de sus dedos. ¿Acaso sería verdad lo que me dijo? Y quizás la paranoia que sentían las personas a mí alrededor contribuía a ese temor. Sentir que John estaba por completo seguro y que no sentía miedo me daba la confianza de permitir ser tocada.
Esta vez sus labios bajaron y rozó suavemente los míos. Fue pura delicia.
-Dulce. – dijo él sobre mis labios.
Y con un gemido, se posesionó de mis labios en un ardoroso beso. Yo casi me sentí desfallecer cuando ese beso arrasó con todos mis sentidos. Nunca había sentido nada igual. Mientras era inundada por ese sabor suyo a menta, correspondí al beso con el mismo fervor y subí mis manos para enredarlas en su cabello.
-¿Qué rayos…?-
Yo salté abruptamente ante la interrupción, separándome con pesar de los brazos de John. Bobby y Kitty habían entrado a la cocina y nos miraban atónitos. De improviso me sentí cohibida. Tomé el libro que había dejado caer al suelo, quise huir del lugar. Con un "disculpa" que logró que los recién llegados brincaran hacia un lado, pasé a través de ellos pensando en su estúpida reacción. ¿Acaso no me vieron besando a John? Escuché a John proferir una palabrota y luego llamarme. Pero yo no me detuve y continué corriendo hacia mi habitación. Necesitaba estar sola para asimilar lo que me había sucedido. Llevándome una mano a mis labios, aún no podía creer lo que había sucedido. Lo más fascinante de todo fue la magia que esa boca sensual despertó en mí. Al fin descubría lo que era ser besada por John.
----xoxo----
Muchas gracias a: kalid, loquis sa, Ruby, ahmaira y KaAn
