Pokemon no me pertenece; esta es una historia creada por mí.

Suicune y Arcanine se embistieron violentamente provocando una leve onda expansiva que pareció detener el tiempo entre ambas bestias cuadrúpedas; separándose por un momento casi efímero, pero sin dar tregua se agredieron con una nueva embestida; esta vez sin separarse; sus patas delanteras actuaron como si fueran tenazas e intentando agredirse son sus fauces mostrando el blanco marfil de sus colmillos.

Arcanine superaba en tamaño al pokemon azul que eludía fácilmente sus intentos de mordidas, en tanto su adversario trataba de enfocarse para agredirle de manera similar, mientras los demás que eran testigos de esta pelea con estupefacción no solo por la batalla, sino por el origen de los pokemon, nadie se atrevió a hacer sonido o movimiento alguno, solo se dedicaron a observar el combate.

Por un instante el perro de fuego vio un fisura en la defensa del legendario y ataco con lanzallamas, pero este adivino sus intenciones y contraataco con rayo de hielo, al chocar ambos ataques provocaron una explosión, que los separo, Arcanine inmediatamente uso ataque rápido para contraatacar a Suicune que agito sus barbas creando una densa neblina que cubrió parte del lugar, el pokemon de fuego se detuvo al ver desaparecer la silueta de su enemigo entre la espesa neblina.

-¡GROWL!- gruño molesto el pokemon de fuego examinado sus alrededores, expulsaba pequeñas llamaradas de fuego de su hocico; listo para atacar con lanzallamas, percibió un leve sonido a su derecha y vomitando un lanzallamas hacia esa dirección, provocando que de un salto apareciera Suicune y este le atacara con Hiper rayo, Arcanine sublimemente evadió el ataque que salió de la neblina e impacto a unos metros lejos del lugar, derribando árboles que tuvieron la desdicha de recibir el ataque del pokemon legendario.

-¡Demonios!-Se quejó Domino que discretamente se ocultaba en los arboles aledaños.

-¡Aun apartándose de la batalla uno corre peligro de ser lastimado!-

La rubia intentaba ponerse a salvo al sentir el terreno estremecerse por la violencia de los contendientes, pero se estremeció por una segunda explosión que disolvió la neblina, revelando a Suicune embistiendo a Arcanine que inmediatamente le dio con un lanzallamas de lleno, ambos pokemon saltaron hacia direcciones contrarias, con heridas en sus cuerpos, pero era notorio que Arcanine estaba físicamente más lastimado; lo cual hizo fruncir el ceño a Domino con severa preocupación.

En ese instante, se ve a Trigger impactando un golpe trueno a uno de los Growlite el cual termino impactando contra un árbol cayendo inconsciente y el Striker dando un cabezazo al otro e inmediatamente azotarlo con una cola de hierro sacando de combate al pequeño perro de fuego.

Arcanine gruño molesto al ver a sus compañeros caídos, Suicune se abalanzo en su contra para terminar con su oponente, pero una explosión se interpuso entre ellos, el legendario retrocedió instintivamente; el perro de fuego se volvió confundido para encontrar con la vista a Domino que sostenía una pequeña bazuca humeante.

-¡Sé que entiendes, es hora de irnos!- le grito.

La rubia recogió uno de los growlite, Arcanine de un salto llego hacia el otro y con sus fauces lo tomo, se dirigió hacia Domino, Trigger y Striker intentaron intervenir pero Domino adivino sus intenciones.

-¡No tan rápido!- ejecutando un disparo con la bazuca que ambos milagrosamente pudieron evadir el ataque que dejo un agujero humeante en el suelo.

Suicune salto en medio de tanta humalera, listo para atacar con rayo aurora, pero Arcanine en un movimiento rápido soltó al Growlite que cargaba y ataco directamente a la casa con Hiper Rayo, Suicune y los demás pokemon se movieron instintivamente y los tres contraatacaron el ataque con similares híper rayos que provoco una explosión que los mando violentamente al suelo a los pokemon y los ocupantes de la casa.

Suicune se levantó inmediatamente examinando los alrededores, cerciorándose en la seguridad de los ocupantes de la casa los cuales se levantaban algo aturdidos, para después enfocarse a sus antagonista y darse cuenta de que estos habían desaparecido.

Striker y Trigger temblorosos, gruñeron molestos al levantarse y disponerse a ir a buscar a los fugitivos, pero un gruñido de Suicune los detuvo, con una mirada les pidió que no lo hicieran, ellos asintieron, Suicune volvió su atención a la casa con mucha preocupación, cerró los ojos y su cuerpo se vio cubierto otra vez con una aura azulada, brillo intensamente y la luz desaparecía dejando a Red en lugar del pokemon azul, el joven con una transpiración agitada y pesada, levanto su vista que se tornó en preocupación al dar con Ash y los demás, que lo observaban de manera extraña y de cierto modo con miedo.

-Temí que esto pasara- susurro Red para caer inconsciente en la dureza del suelo.

Horas después dos helicópteros viajaban rápidamente en los cielos de Kanto a destino desconocido.

-¡Señor, la misión fue un éxito!- Comunico Domino en una especie de comunicador muy avanzado.

-¡Excelente!- Exclamo la voz con satisfacción- ¿y Selens?-

-Tiene lesiones, pero creo que eso es lo que menos le importa a el- Respondió la rubia mirando a Selens sentado a su lado examinando y limpiando un objeto esférico lleno de suciedad.

-Ya veo, entiendo que ya sabes lo especial de nuestro asociado- comento Geovani haciendo énfasis en la palabra especial.

-Sí Señor, estoy enterada de todo…- replico algo inconforme preguntándose si su líder le ocultaba algo más sobre Selens.

-¡Perfecto!- Exclamo la voz por el comunicador- Prosigan con la operación y obedece a Selens; ahora estas bajo sus órdenes- Termino ordenando el líder de la organización.

-Entendido- asintió la chica terminando la conversación, y dirigió su mirada al maltrecho sujeto que le sonrió mostrando los agujeros dentales que ahora tenía.

-¡No seas repugnante!- reprocho la rubia con asco; Selens solo rió vagamente y se limitó a observar el objeto ahora limpio de suciedad; revelando una especie de esfera hecha de cristal celeste que reflejaba su imagen turbia que dibujo una sonrisa macabra.

Tres días más tarde Brock llegaba a pueblo paleta, y se dirigía a la casa de Ash, mientras tanto en lo que eran las ruinas de pokemopolis, Eve y su grupo de investigadores trabajaban arduamente entre los escombros que quedaron por la explosión.

-Profesora Eve, ya hemos revisado toda la zona y no hay nada intacto-

Eve recibió el informe de uno de sus asistentes, ella dio una mirada al lugar para así suspirar frustrada, se resignó a que no encontraría nada de utilidad en el lugar.

-¡Cancelen la excavación!- Ordeno ante la sorpresa de su asistente- Guarden todo y descansen, estén preparados para salir de inmediato-

-¿No vendrá con nosotros profesora?-

-No, aún hay cosas que debo averiguar- respondió Eve caminando a su tienda.

Mientras tanto en la casa de Ash, May y Misty se encontraban en la sala conversando sobre Red y sobre los sucesos que habían ocurrido, la conversación se vio interrumpida al ver entrar al azabache con su Pikachu al interior de la casa.

-Hola Ash, ¿todo bien?- Pregunto May al chico.

-Sí, el profesor Oak vendrá con Gary cuando terminen una prueba en el laboratorio- Respondió el muchacho con voz cansada mientras su pokemon salto de su hombro al piso para dirigirse a la cocina.

-¿Te sientes bien Ash?- pregunto Misty algo preocupada.

Ash se sentó en el sofá y con la mano en la cara dio un suspiro antes de responderle.

-Solo estoy algo agotado, no es nada-

Las chicas solo se limitaron a observarle.

-¿Y Red?- pregunto Ash.

-Tu Mama aún está cuidándolo, la fiebre no baja-le respondió May con una sonrisa melancólica.

-La Señora Maple y Max fueron a comprarle unas medicinas- Agrego la peli naranja-Volverán más tarde-

Ash suspiro preocupado y apoyando su cabeza en el sofá dirigió su vista al techo pensando un poco sobre la situación, uno momentos después el timbre de la entrada sonó, Ash iba a levantarse, pero Misty le hizo señas de que se quedara sentado y ella atendió la puerta para ver que a Brock en la entrada.

-Hola-Saludo el moreno- veo que han pasado cosas en los últimos días-

Brock apunto a los agujeros y a los destrozos en los alrededores de la casa.

-No sabes cuánto…- respondió con sarcasmo la chica.

-Cuénteme que ha pasado- pidió Brock mientras entraba a la casa.

Delia Ketchum estaba algo cansada por cuidar a Red en los últimos días, la fiebre no le había bajado y había pasado inconsciente sin mostrar cambios, la señora limpiaba de vez en cuando la frente del chico que no dejaba de sudar, mientras lo hacía; ella noto las heridas que tenía en el torso y en sus brazos y piernas.

-¿Cómo te hiciste esto?- Se preguntó en su mente la mujer.

Mientras le examinaba con la mirada; a Delia se le hacía curioso que se preocupara mucho por Red, sentía una sensación como si estuviera cuidando de Ash, mientras ella pensaba en eso, Red empezó a dar señales de inquietud.

-Espero que no tengas una pesadilla- comento Delia mientras le limpiaba con ternura el sudor de su rostro.

Red nuevamente se encontraba caminando en un corredor asimétrico con agua en su superficie, cada paso que daba hacía eco con el líquido que chapoteaba, se detuvo para examinar el lugar, vio que la altura del agua no pasaba de sus Tobillos, volvió su mirada hacia atrás y noto que una gran oscuridad devoraba el camino, sin tener opción continuo caminando, hasta cierto punto una luz cegadora exploto delante suyo, se cubrió con su brazo al no resistir el brillo, al apartar el brazo se dio cuenta que el camino había desaparecido y estaba en una caverna con cristales que le rodeaban por todos lados, y el agua aun cubría sus húmedos y tensos tobillos, este camino un poco para darse cuenta de que no había salida, algo molesto se dejó caer de espalda y hacer que el agua saltara por el impacto de su cuerpo, extrañamente el golpe no le dolió, al calmarse el agua y reposarse otra vez esta rodeaba su cuerpo a cierta altura, levanto la mirada hacia la parte superior del lugar, miro una oscuridad que devoraba las paredes sin tener fin aparente, suspiro melancólico.

-Como quisiera que todo fuera tan transparente como ustedes…- murmuro el pelinegro examinando los sólidos cristalinos del lugar.

Mientras observaba la oscuridad del lugar, este parpadeo involuntariamente, después del último parpadeo, Red se sobresaltó al tener encima de el a Suicune, frente a frente, el pokemon le miraba firmemente a los ojos, el chico tampoco aparto la vista, el entrenador alzo su mano derecha para tocar al pokemon, al hacerlo este se desvaneció como neblina, el chico suspiro mirando la palma de su mano para después cerrarla fuertemente, intento levantarse y sintió como su cuerpo pesaba, era como si su ropa estuviera ganando más peso por el agua que había absorbido, al estar ya de pie, con dificultad dio unos pasos y sorpresivamente se hundió en el pequeño riachuelo de agua que se había convertido en un profundo lago, El intento nadar pero le pareció que su cuerpo pesaba como una piedra, algo desesperado intento varias veces mover sus extremidades, pero el cansancio le venció y yendo de espalda miro hacia el brillo de la superficie que se confundía con el color verdoso azulado del agua, al llegar al fondo el chico con mirada triste rogó por algo de ayuda pero sus suplicas se ahogaban cada vez que abría la boca y tragaba agua, con el último aliento que se iba ascendentemente en forma de burbujas; empezó a perder la conciencia y levanto la mano hacia la superficie, la vista se le comenzó hacer borrosa, parpadeo varias veces y sus ojos se contrajeron al ver una figura femenina que descendía a su encuentro, no podía verle el rostro aunque alcanzo a ver su cálida sonrisa, la fémina le extendió su mano, Red en un último esfuerzo sintió la necesidad de tomar la mano de la chica, ella se acercó lentamente a su persona y le tomo la mano cariñosamente, soltó unas lágrimas de sus ojos al reconocer la silueta de la chica.

Red abrió los ojos de golpe, el chico se llevó la mano a la cara al sentir molestia por la luz que entraba por la ventana, después miro a su alrededor y con la vista aun borrosa miro a una persona que estaba a su lado, le pareció familiar la silueta, y sin pensarlo pregunto.

-¿Mama?-

El joven solo recibió como inmediata respuesta la calidez de una mano que cariñosamente tocaba su mejilla.

-Lo siento Red, no soy ella- Se disculpó Delia al joven que ya había aclarado su vista, este le miro con un poco de alegría y nostalgia, la mujer noto eso.

-Disculpe, aún estaba medio dormido- aclaro Red mientras notaba que estaba en calzoncillos cubierto únicamente con la sabana de la cama, un poco nervioso miro a la señora que le sonrió con ternura.

-¿Y mi ropa?-

Este pregunto cortésmente, Delia se levantó y tomando una canasta saco la ropa de Red.

-Aquí la tienes, lavada y con los agujeros cosidos-

-¿Agujeros cosidos?-

-Ah, Tu ropa estaba hecha un desastre, así que Caroline y Yo la reparamos después de lavarla-

Aclaro la señora a Red que dio un suspiro ligero.

-Gracias-

Delia sonrió al ver la expresión relajada del muchacho.

Una hora más tarde Brock ya estaba enterado de todo, y el profesor Oak y Gary ya habían regresado del laboratorio y estaban en la sala conversando con los demás y Eve estaba siendo recibida por Caroline.

-Buenas tardes- saludo cortésmente la chica a todos los presentes.

-Eve, que bueno que regresaste, Red ya despertó-

La chica que se sobresaltó levemente por la noticia.

-Bien, ¿y donde esta?- pregunto con insistencia la chica,

-Ya vendrá, solo está tomando un baño- Excuso Delia que sirvió unos bocadillos en la mesita de la sala, Eve solo asintió y tomo un lugar en uno de los muebles de la habitación. -Eve, ¿encontraste algo en el lugar de la explosión?- pregunto el profesor.

-No, el equipo Rocket voló todo en pedazos-

-Entiendo…- respondió pensativo el profesor – Que lastima que se hayan perdidos esos objetos arqueológicos- Termino agregando.

-No lo sé…- Dijo con pausa la joven profesora - Creo que es mejor que sea así-

-Pero Eve- Intervino el azabache - Pensé que querías saber todo sobre pokemopolis, ¿no es una gran pérdida lo de la explosión?-

La pregunta de Ash dejo algo perpleja a la chica que recupero la compostura con una rápida reflexión en su mentalidad.

-Así es, pero desde aquel incidente- apunto la chica recordando la primera vez que conoció a Ash y sus amigos- Y la llegada de Red me ha enseñado que a veces es mejor dejar enterrado el pasado y más si este puede destruir tu presente-

El grupo no dijo nada, pues era obvio que ella tenía razón.

-Bien, es obvio que el equipo Rocket se trae algo entre manos, pero quiero conocer a este Red, me tiene intrigado- intervino Gary y continuo.

-No solo el hecho de que sus pokemon puedan hacer ataques del tipo que no les pertenecen, lo más llamativo es que se convirtió en un pokemon-

-No cualquier pokemon, se convirtió en un Suicune- Agrego Max.

-Ash, ¿no crees que Red pueda ser como el pokemon que conocimos en Altomare?-Pregunto Misty al chico que se sobresaltó por la pregunta.

-¿Te refieres a Latías?- Ash pensó analíticamente- No, no creo-

-Recuerda que Latías hacia una ilusión, no es lo mismo transformarse que disfrazarse con una ilusión- Explico Ash con seriedad- Además si le dabas la mano a Latías cuando era Bianca se sentía inmediatamente su piel de dragón-

-¿De qué hablan?- pregunto May algo extrañada por la conversación que tenían los dos.

-Ah, si tu aun no conocías a Ash en ese tiempo May, es una de nuestras tantas aventuras que pasamos antes de que Ash fuera a Hoen- le explico la peli naranja a la castaña.

-No te preocupes May, ya te contare más tarde lo de Altomare-

-¡No te saltes la parte en la que te besaron!- agrego burlonamente Misty que exalto a la coordinadora.

-¡¿Que!?- exclamo May levantándose de su lugar mirando a Ash penetrantemente.

-Eh, May, espera yo- intentaba Ash gesticular alguna oración para explicarse, May por su parte se estaba poniendo Roja, pero Brock intervino oportunamente.

-Cálmate May, no es lo que piensas, además Misty lo comento para molestar, no le hagas caso…- le aclaro el criador con cierta sonrisa divertida en sus labios.

-Si es cierto, ¿Por qué Ash se puso nervioso?- pregunto May con falso enojo, Misty comprendió y decidió seguirle el juego.

-Bueno, es verdad, fue un beso casual pero cuando te cuente sobre Melody la sacerdotisa de la isla de fuego, esa chica si que era ardiente- comento Misty petrificando a Ash.

-¡Y todavía hay más!- exclamo May simulando exasperación y enojo, Ash se quedó pálido ante la situación, lo cual provoco que todos soltaran una carcajada, dejando extrañado al azabache que miraba atónito a todos.

-¿Hijo, sí que eres muy vulnerable!- Comento Delia entre risas.

-Vaya Ash sí que tienes cara de tonto, pero esa expresión que tienes es nueva- Burlonamente Gary agrego riendo entre dientes.

-¡QUE!- Exclamo con sorpresa Ash- ¿Estaban jugando conmigo?-

-Disculpa Ash- Se excusó Caroline - Iba a detener a May, pero esto se me hizo muy gracioso, que recordé las bromas que le hacía a mi esposo-

Ash solo parpadeo ante la situación, frunciendo el ceño molesto para después unirse a la algarabía de la risa del grupo.

Red mientras se vestía escucho las risas que provenían de la sala, y arqueando una ceja siguió vistiéndose.

-Al menos ellos saben relajarse- Murmuro con simpleza.

Ya vestido, Red se dispuso a salir de la habitación y se dirigió a la sala, al llegar, todos se pusieron serios, Red noto la atmósfera que había provocado, noto la presencia de Brock que ya había llegado y se sorprendió al ver a Gary.

-¿Green?-

-¿Green?- Repitió extrañado el aludido- No mi nombre es Gary-

El pelinegro solo sonrió recordando que no estaba en su mundo.

-Sí, disculpa mi indiscreción- Red se excusó.

Busco un lugar donde sentarse, vio un espacio cerca de Misty y Max pero noto que ambos se pusieron un poco nerviosos, el ojos rojos desistió en su idea.

-Red, ven aquí-le llamo Ash a mientras May que cargaba a Pikachu y el hacían espacio para que se sentara a su lado, la invitación relajo a Red, que agradecido acepto.

-Bien, ¿Cómo comenzamos?- pregunto Red al grupo.

Era obvio que la principal pregunta era sobre cómo podía ser un Suicune, nadie supo cómo comenzar y Gary sin sentirse intimidado por la presencia de Red tomo la iniciativa.

-Vayamos al grano; ¿Cómo es posible que seas un Suicune?-

Red sonrió por la manera de actuar de Gary; era muy directa y sin tapujos, eso le agrado.

-Parece que no importa el mundo, siempre serás el mismo-

El comentario de Red tomo por sorpresa al castaño.

-Soy un Sinner- termino revelando el ojos rojos exaltando a Eve, los demás notaron eso, la chica se levantó y camino un poco en la habitación con la mano en el rostro dio un suspiro.

-Es imposible de creer… aun siendo tú mismo la prueba de ello- Murmuro la chica dejando más extrañado a los demás.

Eve sintió como le dolía la cabeza con solo pensar en la palabra que les compartió Red; ella le volvió la mirada hacia el joven que le regreso expectante la mirada, no era necesario decir algo, ella mejor que nadie en el grupo tenía que creerle, pues conocía el peso y significado que llevaba esa palabra.

-¿Sinner?- pregunto Max inocentemente.

-Acaso; ¿eso no significa pecado en otro idioma?- comento Brock recordando haber leído esa palabra en un diccionario.

-No entiendo- Exasperada comento Misty.

-Yo puedo explicárselos-

Eve Llamo la atención de todos, Red solo se limitó a escuchar sin intervenir.

-Hay una leyenda en pokemopolis- Comenzó la joven profesora- es la más controversial y polémica de todas- Se acercó más al grupo para asegurarse de que todos le pusieran atención.

-Se dice que antes del apogeo de pokemopolis, antes de asumir todos sus conocimientos, hubo una historia sobre un pokemon que fue herido por otro protegiendo su hogar, la selva en la que estaba la civilización previa de pokemopolis, el venció al pokemon agresor, pero el precio fue alto, su cuerpo estaba muy herido, solo fue a su lugar de descanso para recuperarse de sus heridas o morir con tranquilidad, pero una habitante de las cercanías tuvo lastima por la bestia, y fue en contra de las prohibiciones de los ancianos de acercarse al pokemon, era una joven, al llegar en la cueva en la que se refugiaba el ser, un pokemon primigenio; ella sintió tristeza al ver a la pobre criatura que no podía ni moverse para arremeter contra ella que estaba invadiendo su territorio, se acercó y a pesar de que el pokemon en varias oportunidades la lastimo, ella insistió y atendió sus heridas, con el tiempo y el cuidado de la chica recupero su fuerza y vitalidad, el pokemon agradecido, dejo que la chica siguiera visitándolo, con el pasar de los años nació un sentimiento de amor entre el pokemon y la humana que los vinculo como almas gemelas, era tanto el sentimiento que los dominaba que el pokemon logro de alguna manera tomar forma humana, así logro entrar a la aldea para visitar a su amada, con el tiempo nació una vida, que era la prueba de amor de un pokemon y un humano, así nació el primer Emperador de pokemopolis, el fundador de una dinastía que dio origen a toda la ciencia y riqueza de su civilización, poco después otro humanos y otros pokemon en diferentes situaciones llegaron a relacionarse dándole la oportunidad de nacer a otros, pero algunos rechazaban esas relaciones y sus frutos, y así los nacidos por el amor de un pokemon y un humano pasaron a ser llamados pecadores, y con el tiempo tales relaciones se volvieron un tabu-

Eve termino el relato, dejando a todos en silencio y asimilando la historia que les habían contado, ella se acercó a Red que le miro directo a los ojos.

-¿Me equivoco Red?-

-No- Admitió con una sonrisa triste- Es como me lo revelaron en mi mundo, así es chicos- Red se levantó de su lugar.

-Soy la prueba del amor que un pokemon y un humano se profesaron- Dijo el pelinegro que camino dándole la espalda a todos; se detuvo y les devolvió la mirada.

-Mi madre es una persona alegre y cariñosa de corazón puro y mi padre es un Suicune el lord del Agua y la neblina-

Con cierta tristeza y amargura dijo lo último.

El profesor Oak fue el primero en reaccionar ante la declaración de Red y Eve.

-¡Eso es imposible, genéticamente hablando es imposible, sin decir que va contra las leyes de la naturaleza y… la moral…- Exhorto con tono algo consternado sus últimas palabras; el profesor al volver su atención a Red se limitó a sonreírle con tristeza.

-Usted hizo el mismo comentario en mi mundo-

Admito el joven con semblante pensativo mientras observaba al profesor.

-Se expresan casi igual… pero son diferentes- pensó el pelinegro comparando a su buen amigo el profesor de su mundo con este que tenía en su presencia.

Mientras los Ash y sus amigos se tomaban su tiempo para procesar la información que acababan de absorber, Delia y Caroline se sonrojaron al pensar cómo se relacionaron un pokemon con un humano, Red al ver su rubor no necesito adivinar el pensamiento de las señoras y con la mano detrás de la cabeza, prosiguió con su relato.

-Como les contaba, en mi caso, mi Mama no sabía que Papa era un pokemon, hasta que pase por unas situaciones fuera de mi control, descubrí mi origen paternal-

-¿Tu Mama no sabía que tu Papa era un pokemon?- Pregunto Delia curiosa.

-No, al parecer mi…- Pauso momentáneamente el joven- Mi padre se le presento a mi Mama como humano, se hizo pasar por un entrenador que viajaba de un lado a otro, se tomó su tiempo para conquistarla, después se casaron y nací yo, poco después el desapareció, mi mama lo excusaba con que era un entrenador y su responsabilidad era viajar, yo no le tome mucha importancia, años después de empezar mi viaje como entrenador, un grupo remanente de los Team Aqua y Magma se unieron para despertar a los tres prohibidos de mi mundo, yo y mis amigos les hicimos frente, pero fueron más listos y lograron su objetivo de despertar y unir a los tres prohibidos, en ese momento mi ausente padre apareció con otros pokemon legendarios, mi padre murió enfrentándose a la aberración que formaron los prohibidos, yo en mi desesperación, algo cambio dentro de mí e inadvertidamente me convertí en un Suicune y…- Red pauso apretando los dientes y cerrando los puños; dio un respiro pesado y continuo su relato con algo de dificultad- De… de… detuve al monstruo, así fue como me entere de la verdad, fue muy duro explicarle todo a mi madre y a… mis amigos…-

Termino de contarles, esforzándose por no dejar sus lágrimas salir de sus ojos, en cuanto los demás, percibieron una devastadora tristeza en las últimas palabras de Red, por alguna razón, May sintió a necesidad de llorar mientras le escuchaba, Pikachu percibió la incomodidad de la coordinadora atreves de sus manos que le sujetaban.

-Y Selens-Intervino Ash- ¿es también un Sinner?-

-Así es, un año después en Sinnoh apareció un grupo llamado Team Galaxy, enviaron agentes a entrar a una ruina llamada la fortaleza de acero para robarse los Sefiroth; una especie de pokebolas antiguas que encerraban a los tres prohibidos, ayude en la investigación y destruí con ayuda de otras personas a la organización, pero las Sefiroth jamás fueron recuperadas, pero hace unos meses en un museo fue robado el Prismoide blanco, que también era conocida como la llave blanca los guardias y los profesores que resguardaban y estudiaban el objeto fueron asesinados, nadie le dio importancia, hasta que Selens apareció en un altercado con los Rangers, el destruyo con un incendio un bosque entero para descubrir una ruina de pokemopolis, después se apareció en mi universidad para robarme los manuscritos que había recuperado en el conflicto de los tres prohibidos, tomándome por sorpresa me los arrebato, después con ayuda de los Rangers y las autoridades logre dar con las intenciones de Selens, este hizo surgir la torre Blanca, interceptamos a su grupo, mientras los Ranger peleaban con su grupo, se dirigió con el Prismoide blanco a la ruina, pude seguirlo, ahí me di cuenta que era un Sinner- Termino de decir Red mirando a Eve, que comprendió lo que quería decirle.

-Era lógico- intervino Eve -según las leyendas, el Prismoide Blanco solo puede activarse con dos pecadores presentes-

-Así es, me utilizo desde un principio- Agrego Red con seriedad- sabía que daría con él, y que ignoraba sus orígenes, así fue como llegamos a esta situación-

-Red, ¿Qué paso con los tres prohibidos de tu mundo?- pregunto Misty sabiamente.

Red claudico con la pregunta y sin perder compostura respondió a la chica.

-Me vi obligado a destruirlo-

-¿Destruirlo?-

Red solo vio a Gary después que pregunto.

-Él estaba absorbiendo la vida del planeta, si no lo hacia la gente hubiera muerto-

Contesto el ojos rojizos con tono muy incómodo, May lo noto e intento cambiar el tema.

-Red, ¿qué crees que hará ahora Selens?-

-Ya debe tener la Llave del Redion, para abrir las prisiones de los Prohibidos-

Eve al escuchar a Red se sobresaltó al recordar un informe que el enviaron antes de llegar a la casa de Ash.

-Hace unas horas recibí un informe; que Jotho hubo una explosión en un montaña hace menos de un día, me informaron que había sido provocado para saquear una ruinas que estaban ocultas en ella, supongo que Selens se está moviendo muy rápido-

Comento Eve preocupada a Red que adquirió gesto pensativo.

-No me extrañaría que también en Hoen esté pasando lo mismo…-concluyo Red- o que ya haya ocurrido…-

-Parece que esto va muy enserio, ¿no deberíamos informar a las autoridades?-

Recomendó el Profesor Oak.

-No, eso sería más perjudicial- Advirtió Red,

-Pero…-

-Si Selens llega a sentirse presionado, es capaz de reaccionar muy radicalmente- Puntualizo Red.

-Entonces, ¿Dejaras que tome a los prohibidos?- Replico Eve al joven que solo le dio una mirada de reflexión.

-¡No permitiré eso!- respondió agresivamente- Pero solo tengo a dos de mis pokemon y además no cuento con el apoyo de mis amigos- comento resignado Red, pero sintió la mano de Ash en su hombro-

-¡Pero estamos nosotros!- le afirmo Ash.

Red solo le miro a Ash y sus amigos que acercaron en forma de apoyo, el solo frunció el ceño.

-No sabes lo que estás diciendo…- Renegó el pelinegro con voz molesta sorprendiendo a Ash con puñetazo al rostro; sin darle tiempo de quejarse.

-¡Ash!- exclamaron todos; pero antes de hacer acto de respuesta.

-¡Basta!- la retumbante voz de Red hizo eco en la casa, paralizando a todos.

-¡Nadie vendrá conmigo!-

-¿Qué dices Red?- le replico Ash que se levantó siendo ayudado por su madre-¿Por qué actúas así?-

-No sé qué tipo de aventuras tendrás aquí…- reprocho Red- Pero esto no es un juego, así que no puedo permitir que ustedes arriesguen su vida-

Termino de decir Red con tono muy serio y frio.

-¿Creen que Selens es como los criminales de su mundo?-

-¿Creen que el solo les detendrá con una batalla pokemon?-

-¿Acaso creen que por ser niños se enternecerá y no les matara?...-

-¡Esto no es un juego!- exclamo Red con voz iracunda.

-¡Ni el, ni yo estamos aquí para dudar!-

-¡Pero podemos ayudar!- reprocho Ash con voz alterada.

El pelinegro sin aviso sujeto al azabache de su camisa, lo levanto acercándolo a la altura de su rostro como si este no pesara nada.

-¡Pikapi!- intento intervenir el pokemon amarillo, pero May le detuvo sujetándolo firmemente, pero antes de que pudiera soltarse, se detuvo al ver los ojos de la castaña; le negó con la cabeza y este solo dio un suspiro pesado accediendo a no atacar al ahora agresor de su amigo humano.

-¿Ayudar?- repitió Red – ¿Qué harás?; ¿Lo enfrentaras a una batalla pokemon?, ¿lo atacaras?, ¿Tendrías el temple de matarle junto a sus pokemon?-

Las preguntas tomaron por sorpresa no solo a Ash, sino también a los demás que dejaron escapar un gemido casi mudo.

-Yo… yo…-

-¿Lo ves?...- increpo nuevamente el pelinegro al azabache- Ni siquiera puedes pensar en una respuesta, pues ni siquiera has pensado en las consecuencias por meterte en esto, ni has reflexionado en nada después de ver una lucha que nada tiene que ver con tu mundo…-

Le explicaba recordándole el nivel de reacción tan bajo que tenían los entrenadores y los pokemon de este mundo, era obvio que era un universo más amable; en cambio sus pokemon han mostrado una gran diferencia con los que habitaban esta realidad, las diferencias eran muchas y eran abismales, era obvio que tanto Selens como Red resolvían las cosas muy violentamente; Ash lo sabía; pero su buena naturaleza no lo hacía razonar bien, quiera ayudar no importaba quien fuera; pero Red decidió dar una estocada más profunda al ego del azabache.

-¿Qué pasaría si llegan a matarte?-

La pregunto dejo pálido al joven que parpadeo ante la singular interrogante; sin darle tiempo de recuperarse, otra pregunta vino de Red.

-¿Y si llegaran a lastimarla a ella?-

El ojos rojos con la mirada apunto a una estupefacta May que abrazo con más fuerza al pokemon amarillo que sostenía; las retinas de Ash se contrajeron con solo pensar que lastimaran a la castaña, sintió un punzón en su corazón, a lo cual reconsidero rápidamente las palabras del pelinegro que le soltó con suavidad.

-No solo ella corre peligro, tu Madre, tus amigos, todos tus conocidos y tus pokemon que tantos amas podrían llegar a pagar consecuencias…- Red pauso para dar una respiro- Te garantizo que esto no concluirá de manera pasiva, y eso atañe a todos los involucrados-

Red termino su parlamento para examinar al grupo que le miraba con sorpresa y miedo; en el fondo no quería asustarles, pero era necesario para que no intervinieran.

-Eve…- Llamo el joven a la profesora que le volvió la mirada algo temerosa.

-Sé a dónde se dirige Selens; necesito que me ayudes a llegar ahí- Pauso para bajar su tono, tampoco quería exagerar- ¿puedo contar con tu ayuda?-

Eve comprendió que Red necesitaba transporte; y de todos solo ella podía dárselo, teniendo una responsabilidad por proteger al mundo, asintió al joven.

-Solo dime que necesitas…- consintió la chica.

Red asintió y puso su atención a los demás.

-Tomare mis cosas y desapareceré de sus vidas, espero haber sido claro-

Ash frunció el ceño; pero antes de intentar decir algo, sintió las manos de su madre en sus hombros, no necesito verle a los ojos para saber que no debía decir nada.

Max solo comenzó hacer gesto de llorar, pero se contuvo mientras abrazaba a su madre.

Misty con gesto serio solo cruzo los brazos y se sentó en el sofá más cercano, Brock solo sonrió asintiendo, mientras Caroline le daba un gesto neutral al joven.

May por su parte se limitó a darle una mirada inquisidora; para después apartar la vista, Red no supo si su mirada o el hecho de no mirarle a los ojos le lastimo más; en cuanto la madre de Ash; solo le dio una mirada sencilla, para sonreírle y asentir algo agradecida.

Gary y el profesor solo se limitaron a mirarle serios.

Red se volvió Eve.

-Tenemos que irnos- tomando por sorpresa a la joven.

-¡Eh!; ¿ahora mismo?-

Red no respondió, mientras salía de la casa, Eve se despidió cortésmente del grupo para ir detrás del pelinegro.

Ash solo vio irse a Red con Eve mientras sobaba la mejilla en donde el pelinegro le había golpeado; frunció el ceño mientras bajaba la mirada con reflexión.

Delia por su parte acaricio los hombros de su hijo; mientras daba una mirada a la mesita de la sala; dando con un objeto particular.

Red y Eve caminaban en silencio hacia las ruinas en donde el equipo de excavación esperaba a la joven profesora que hacia una llamada por su celular.

-Lamento esto, pero la reunión termino antes, necesito que vuelvan a recogerme…- pauso mirando de reojo a Red que caminaba a su lado en silencio- Corrijo a recogernos; llevo un acompañante-

Mientras la chica se excusaba con quien conversaba por el teléfono móvil, el joven de ojos rojos se miraba su mano derecha, el cerro convirtiéndola en puño recordando cuando golpeo a Ash en la cara.

-El estará bien-

-¿Eh?- apenas respondió Red, a Eve que guardaba su celular, deteniéndose para ver al joven a la cara mientras este la imitaba.

-He dicho que estará bien-

Red no necesito adivinar que Eve se refería a Ash.

-¿Qué te hace pensar que me preocupa?-

Eve solo le dio una mirada incrédula.

-Red, seré una persona poco social, pero no soy estúpida- Expreso poniendo sus manos en la cintura.

-Es obvio que ese arrebato iracundo - Gesticulo con sus manos- Era para proteger a Ash y sus amigos-

Red sencillamente guardo silencio, mientras apretaba más su puño.

La joven noto que Red no se abriría con ella, así que opto por sonreír y sugerirle que esperar al vehículo que le enviarían a recogerlos, pues la distancia era algo grande para hacerlo de noche.

-¡Hey!-

Una voz llamo detrás de ellos; ambos volvieron su atención para dar con el dueño de esa voz.

-¡Señora Ketchum!- Exclamo Eve al verla correr hacia ellos mientras levantaba su mano en señal de saludo y llamado a ellos; pero en su trayectoria sus pies se tropezaron; para levantar las manos del susto y esperar caer de cara al suelo, pero Delia sintió un antebrazo le sujeto a la cintura, ella por reflejo se sujetó al dueño de ese brazo que le sostuvo y vio a Red serio que no le daba la mirada; ella solo atino a verle de manera neutral.

-Debería tener cuidado al correr-

Aconsejo el joven mientras ayudaba a la mujer a recuperar su compostura, ella solo sonrió apenada.

-Fui un poco descuidada-

-¿Se encuentra bien?- Pregunto Eve llegando hacia ellos.

-Solo fue un susto-

-Susto o no, si no fuera por Red; se habría lastimado-

Termino comentando la arqueóloga notando las piedras que se encontraban en el suelo; Red asintió al notar el camino accidentado para después centrar su atención a la mujer.

-¿Qué hace aquí?- pregunto estoicamente, Delia parpadeo y sus cejas se levantaron al recordar el motivo de su llegada.

-¡Olvidaste esto!-

Ella mostro la gorra de Red, quien se llevó la mano a la cabeza, dándose cuenta de que la había olvidado en la sala de la casa de Ash.

Delia le entrego inmediatamente la prenda al joven de ojos rojos.

-No seas tan descuidado-

El tomo el objeto en sus manos; lo examino sin detalles y se la puso al instante.

-No debió molestarse…- agradeció con voz baja.

Para después todos quedar presos de un silencio incomodo; hasta que Delia fue la que rompió con la atmosfera.

-Creo que los estoy entreteniendo demasiado- se excusó- seguro estarán muy ocupados con ese asunto de pokemopolis…-

Les dio una sonrisa como despedida para disponerse a irse, pero Red le detuvo.

-Señora k… Ketchum, espere por favor-

-¿Si?-

-¿Podemos hablar?...- pidió el joven- No tomara mucho tiempo-

-Claro, no veo el que no podamos…-

Como jugarreta de la dama coincidencia, el móvil de Eve timbro.

-¿Eh?- ella reviso el display del aparato; para dar un leve sobresalto- ¡Disculpen, debo atender esto!-

La arqueóloga se retiró un poco de ellos para poder conversar más privadamente.

Red solo le dio una mirada rápida a la chica y volvió su atención a la madre de Ash; dio una mirada nostálgica al verla los ojos y dio un leve suspiro.

-Quería disculparme… por el triste espectáculo que di en su casa- comenzó el joven pausando temporalmente- y por haber agredido a su hijo-

La mujer cambio su expresión sonriente por una seria y cruzo sus manos, apartando la mirada del pelinegro.

-¿Sabes?...- Comenzó ella, volviendo la mirada algo neutral a este – Te doy las gracias por haberlo hecho-

La respuesta de la mujer tomo por sorpresa al pelinegro que no tuvo la discreción de ocultarlo.

-¿Qué?; ¿Qué dice?-

Delia relajo su postura y con voz maternal le respondió.

-Después de ver la pelea que tuviste con ese individuo… temí por mi hijo- Ella admitió; levanto su mano derecha para juguetear con unos risos de su coleta de caballo.

-El siempre actúa sin pensar en él y los demás…- volvió su mirada al cielo, para ver como las estrellas aparecían lentamente en el firmamento.

-Hace un par de años, cuando el comenzó su viaje pokemon, le deje ir, pensado que estaría seguro- pauso momentáneamente llevando la mano a la boca, evitando salir un gemido que apenas se escuchó.

-Una mañana el profesor y una Oficial Jenny vinieron a casa a decirme que Ash había muerto en un trasatlántico…- Ella se volvió a Red con ojos que amenazaban a llorar - Nunca hable de esto con mi hijo, pero cuando me entere; me sentí destrozada, llore y grite; incluso me culpe a mí por dejarle irse, pero gracias a Arceus el logro sobrevivir con sus amigos y lograron escapar-

Una lagrima escapo de sus ojos y ella la limpio al instante, para continuar su relato.

-Fue una alegría indescriptible que me lleno al verlo nuevamente sonriendo y bromeando- Se llevó las manos al pecho- Por eso temía que fuera contigo, no quiero volver a sentir esa sensación vacía y dolorosa en mi pecho-

Se acercó un poco al joven con una sonrisa en su rostro, con severa expresión de agradecimiento.

-No encontraba la manera de prohibirle que te siguiera- Red se sintió tenso al escucharla, pero entendía lo que ella iba a decirle- Sé que eres un buen muchacho, pero no quiero ver a mi hijo involucrado contigo y este asunto de pokemonpolis; si te sientes ofendido por lo que te he dicho, te pido me disculpes…-

El pelinegro sintió un escalofrió y una tristeza por las últimas palabras de la mujer, no eran hirientes, pero eran como cuchilladas ardientes en su ser, pero peor aún, se sintió como una persona ruin; no era la primera vez que sentía eso, y solo puso dar una sonrisa sincera con gesto resignado le asintió.

-Descuide señora Ketchum… Su hijo estará a salvo…- Aseguro el joven con gesto amable a la mujer que no discutió más, pero sus retinas se contrajeron al ver la expresión del joven, una expresión que le resultaba terriblemente familiar.

-Red… acaso…- intento decir la mujer al joven que con simpleza se quedó en silencio.

El sonar de una bocina interrumpió a la mujer de su hipnosis, llamando la atención de todos, era el jeep que venía por Eve y Red.

-Debo colgar, descuiden hare todo lo posible a mi alcance…- termino de hablar la chica por el móvil, volviendo levantando la mano al vehículo, que respondió con un pitido y redujo la velocidad para detenerse en el camino.

-¡Lamento la tardanza!-

-No es nada; llegas a tiempo- le disculpo al conductor para volverse a Red- ¡Aquí esta nuestro transporte!-

Red asintió y con un gesto se despidió de la mujer, pero antes de que este se alejara de ella.

-¡Espera Red!-

El joven se detuvo a su llamado.

-¿Qué ocurre?-

Delia intento decir algo primeramente, pero no pudo, callo e intento nuevamente con más éxito.

-¿Cómo es mi hijo en tu mundo?-

La pregunto tomo por sorpresa el temple del entrenador, que no evito dar un paso atrás.

-¿Su hijo?-

-¡Así es! – Confirmo ella – Ash existe en tu mundo; ¿verdad?-

El joven quedó en silencio momentáneamente y asintió como un robot.

-¿Qué clase de persona es mi hijo en tu mundo? ¿Le conoces?-

Un viento indiscreto hizo presencia, obligando a los presentes a tener un escalofrió, Red por su parte ni se inmuto y evitando la mirada con la mujer respondió a su interrogante.

-Es muy… diferente a lo que es su hijo…- Contesto a secas el joven- Pero intenta hacer lo correcto… aunque nadie le entienda-

Sin decir más, este subió al jeep que se retiró con sus ocupantes, dejando a la mujer que les vio irse hasta desaparecer.

Delia sintió lagrimas recorrer sus mejillas, cayo sentada al suelo, mientras con una de sus manos intentaba callar sus sollozos que eran casi un murmullo.

-No puede ser…- se dijo a sí misma en susurro.

Poco después; en las ruinas, Eve coordinaba y delegaba a sus asistentes ciertas tareas.

-Usare el helicóptero para transpórtame al puerto más cercano- explicaba ella – ustedes me acompañaran en el viaje-

Apunto a sus asistentes más confiables de su grupo; para después dirigirse a los otros.

-Los que se queden, acampen esta noche aquí, he pedido otro transporte que vendrá por ustedes mañana-

Red que estaba sentado en una pequeña caja observo admirado como la joven manejaba a su personal, noto que tenía el respecto de esas personas, un respecto que el especulo le habrá costado mucho sudor y esfuerzo en ganárselo; ella le recordaba a varias de sus amigos y amigas con grandes responsabilidades, que no estaría muy gustoso de manejar.

Mientras reflexionaba; la chica termino de dar sus orientaciones y los que debían ir con ella, comenzaron abordar el helicóptero con maletines y algunas cajas de madera; que seguramente serian de utilidad al lugar que ellos se dirigían.

-¿Por qué tan pensativo?-

-¿Eh?- Red dio un respingo de la sorpresa.

-Perdona, no era mi intención sorprenderte-

-No, descuida, estaba muy distraído- le excuso el joven a la arqueóloga que se llevó las manos a la cintura.

-Bien, iba a decirte que casi estamos listo para irnos-

-¿Casi?- Pregunto curioso el joven, la chica discretamente se sobresaltó, pero Red noto su nerviosismo.

-Solo esperamos un cargamento-

Red iba preguntarle sobre ese cargamento, pero una bocina nuevamente interrumpió, llamando la atención de ambos.

-¡Ahí viene!- Exclamo la chica al ver una camioneta con una caja de un tamaño considerable que venía en atada en la parte trasera de esta; que se detuvo y maniobro para colocarse a las puertas del helicóptero.

-¡Vamos; hay que subir esa caja con sumo cuidado!- Ordeno la chica.

-¡Pero están muy pesadas profesora!-se quejaron los asistentes.

-¿Que llevamos aquí?- pregunto uno de ellos.

-Son instrumentos de medición… - Respondió un poco nerviosa la chica de cabello corto – Son muy delicados; ¡sean cuidadosos por favor!-

Red examino con la mirada la caja; que a la vista podía medir un metro y medio en todos sus lados, no vio nada raro en ello, pero noto que el conductor miraba curioso de manera insistente en el espejo retrovisor a la caja y alternaba su atención a Eve, en una especie de ciclo que le hizo parpadear instintivamente, frunció el ceño con extrañeza por ese detalle mientras volvía nuevamente su mirada inquisidora a la caja que estaba siendo colocada dentro de la maquina aérea.

En tanto en una base del equipo Rocket, Selens se encontraba en una especie de laboratorio lleno de aparatos muy avanzados y herramientas extrañas, se encontraba de pie en frente de una mesa, examinando con precaución quirúrgica una especie de llave metálica con extraña forma y símbolos en su superficie que el sostenía en su mano con la seguridad de una pinza.

El sujeto la acercaba con suma atención al objeto esférico que habían recuperado en las ruinas cercanas a pueblo paleta, ambos objetos parecían vibrar con su cercanía; Selens movía de lado a lado el metálico objeto alrededor de la esfera que parecía reaccionar con este.

-¡Excelente!- exclamo alejando el objeto y examinándolo con la vista.

-Esto comprueba que eres la llave del Redion-

Una sonrisa se dibujó en su rostro al recordar lo difícil que fue de encontrar hace un par de años; era una de las pocas veces que se alegraba de haber apostado a la estratagema de llegar cinco años antes que Red o él había atrasado al tenaz entrenador de gorra roja que tanto problemas le ha dado; él nunca lo sabría, sus conocimientos sobre los dispositivos antiguos de pokemopolis era algo vagos; pero el poco conocimiento que tenía eran suficiente para cumplir sus ambiciones.

Siguió largamente experimentado con ambos objetos; tomo la esfera para admirarla detenidamente.

-Una Sefiroth completamente intacta en espera para ser abierta- Dijo en voz alta para sí mismo - Pero no ahora, espera que te reúnas con tus compañeros, será sublime-

Domino entro a la habitación, Selens la saludo cortésmente mientras seguía observando los objetos.

-¿Cuánto tiempo jugaras con esas cosas?-

-Lo necesario para examinar sus capacidades-

Domino solo puso sus manos a su cintura, mostrando curiosidad por ambos objetos y aquel que era su aliado.

-Red salió de pueblo Paleta- le informo la chica.

-¿Hacia dónde va?-

-Se dirige al puerto Habrig, por vía aérea- respondió Domino.

-¿Le acompañan sus amigos?-

-No, según inteligencia les abandono en la casa del chico del Pikachu- explico ella- La arqueóloga le está ayudando; creemos que tomaran un barco-

Selens bajo el objeto metálico mostrando sorpresa por la información y llegando a una conclusión simple.

-Ah, entiendo…- se llevó la mano a la barbilla- Intentaras atraparme en el momento crucial- Murmuro en voz baja.

Levantándose de su lugar; el sujeto de cabellos blancos, camino hacia Domino, que lo observo un poco desconfiada, él sonrió por su reacción.

-Dime…- le dijo- ¿Vaker está cerca de Red?-

-No, aún no ha regresado de Hoen- Respondió al instante- Pero tenemos un par de agentes en la trayectoria del helicóptero-

-¿Están armados?- pregunto con malicia.

Domino sonrió como respuesta.

-Que le hagan una visita a Red… - ordeno Selens

-¿No hay problema si derriban el helicóptero?- Pregunto con tono juguetón.

Selens sonrió levemente arqueando una ceja a la chica, que le aparto la mirada al darse cuenta de lo que había hecho.

-Ordena lo que creas conveniente…-

Contesto el individuo que volvía nuevamente toda su atención a examinar los objetos; Domino asintió para salir de la habitación con cierta satisfacción.

Mientras tanto en el Helicóptero que viajaba en el territorio de Kanto, Eve y Red tenían una conversación sobre pokemopolis y otras trivialidades.

-Sabes mucho de Criptografía y Semiología-le reconoció la chica al joven- ¿Acaso estudias arqueología?-

-Un poco- Comenzó el pelinegro- Después del incidente de los tres prohibidos, sentí necesidad de buscar y aprender sobre los pokemopolitanos, así que aplique un examen en la universidad de arqueología de Penter City, pase con las calificaciones mínimas requeridas y así comencé mis estudios-

Termino respondiendo con una sonrisa nostálgica.

-¿Cuánto llevas estudiando?-

-Solo he cursado tres semestres- contesto al instante Red,

-¿Tres semestres?- Cuestiono con sorpresa- ¿Qué paso?-

-Apareció Selens…- Respondió con amargura- Me vi obligado a ir en su persecución-

-¿Quieres ser arqueólogo?- Pregunto la chica expectante por la respuesta.

-Honestamente, nunca pensé en terminar los estudios- Admitió con algo de pena- En principio mi idea era aprender lo básico y después irme a toda ruina conocida en las regiones; pero después poco a poco me fue gustando el ambiente que me ayudo a decidir a continuar en la carrera- Sonrió con nostalgia- Supongo que encontré algo más en mi vida además de ser un entrenador pokemon-

Eve observo con admiración y sorpresa al joven, ella pensó que era una sujeto agresivo, violento y a pesar de sus conocimientos que ha mostrado; también lo creyó un completo ignorante, pero ahora que tenía un cuadro mejor de la situación por la que el pasaba, comprendió; no completamente pero al menos en parte; la manera de actuar del joven.

Mientras continuaban la charla, uno de los asistentes le pasó a ambos un paquete de comida precalentada respectivamente a cada uno.

-¡Hora de cenar!- Cortésmente agrego el asistente.

-Gracias- respondió Red.

-Siempre cargamos con estos paquetes- explico Eve - casi no tenemos tiempo de cocinar; así nos evitamos esa incomodidad-

Red asintió al comprenderle; para así levantarse y caminar hacia la caja más grande de todas que estaba asegurada al suelo metálico del helicóptero.

Eve solo vio a Red acercarse al cubo de madera; abrió el paquete examinando su porción.

-Eve, ¿hay más de estas?-

La joven arqueóloga apenas asintió.

-¡Preparen más!- Este exclamo y acto seguido cerro su puño y como si fuese un mazo de hierro dio un golpe a la caja, provocando que se desarmara del impacto; revelando a Ash, May, Misty junto con Pikachu en el interior de esta; Eve casi se atraganta.

Ash y las chicas por su parte solo le dieron una mirada tímida al joven de ojos rojos, que les devolvió la mirada con algo de indignación.

-Ho… hola…-saludo débilmente Ash.

En tanto en una colina cercana a la ruta del helicóptero; agentes del equipo Rocket esperaban preparaban unas bazucas; mientras uno las cargaba, el otro vigilaba con unos binoculares a cierta dirección, sus retinas se tensaron al notar el helicóptero a lo lejos.

-¡Ahí viene!- alerto a su compañero que tomo una de las armas-¡Prepárate!-

Termino ordenando tomando otra bazuca y colocándose en posición de ataque al objetivo que iba hacia ellos.

Mientras tanto Red observaba un poco molesto al grupo de polizontes.

-Así que le pedimos a Eve que nos ayudara- Término su explicación Ash al joven de chaqueta roja que solo cruzo sus brazos; recordó la extraña llamada que tuvo Eve antes de ser recogidos por el jeep, y su nerviosismo con el comportamiento del conductor de la camioneta al cargar la caja al helicóptero, era obvia la complicidad de la arqueóloga y sus asistentes con Ash y sus amigos, pues ya se conocían; por ende había algo de confianza entre ellos, lo que no entendía, era la ausencia de Brock y Max; decidió pasar de ello y centrarse en el azabache y las chicas.

-Ahora comprendo…-

Se dijo a si mismo con tono molesto, dirigiendo una mirada resentida a Eve que aparto la suya muy apenada, los demás también bajaron la vista muy avergonzados, Red se llevó la mano en la cara suspirando con resignación para después se rió relajadamente; soltando sus brazos y metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta; les miro de manera tranquila.

-Francamente, ya me esperaba algo así- El admitió ante la sorpresa de todos.

-¿No estas molesto?-

Red dejo ir una sonrisa sarcástica ante la pregunta de Ash.

-No, yo soy el menor de sus problemas-

Ash y May cambiaron su expresión curiosa a una seria al recordar a sus madres, no había que ser un genio para entender a que se refería Red.

Misty como leyendo los pensamientos del dúo les animo al instante.

-Vamos chicos- Comenzó ella con tono relajado-Sus mamas entenderán, no creo que sean inflexibles-

Red por su parte solo negó con la cabeza, esto molesto a peli naranja que se dio cuenta de ello; le reprocho con la mirada; a lo cual el joven dejo ir un respiro pesado sin discreción.

-Será mejor que hablemos seriamente en que les diremos a sus madres- Comento sentándose junto al grupo – Deben estar muy preocupadas-

Pikachu de un salto subió al hombro de Red, este acaricio al pokemon que de alguna manera sentía mucha simpatía por el pelinegro, a pesar de ser tan agresivo con su amo y amigo azabache de las zetas.

-Por cierto, ¿De quién fue la idea?- pregunto Red curiosamente,

-Bueno, Ash y yo íbamos a seguirte al día siguiente- Explicaba May -Pero Misty fue la que pensó en llamar a Eve-

Aclaro la castaña al joven que arqueo una ceja extrañado por la revelación y miro sin mesura a la pelinaranja, que hizo frunció el ceño y con simulado orgullo aparto la mirada haciendo un puchero, este solo sonrió nostálgicamente por su comportamiento.

-De acuerdo, ya que están aquí, les diré que haremos al llegar al puerto-

No termino de decir Red cuando una explosión les tomó por sorpresa; el helicóptero se estremeció, giro provocando pánico a sus ocupantes que entre gritos algunos cayeron al metálico suelo de este y otros se sujetaban de algo o en su defecto de alguien; mientras los pilotos luchaban por controlar y estabilizar el helicóptero,

-¡Rayos!, ¡a la derecha, al derecha!- exclamo uno de los pilotos.

-¡Baja un poco los RMP!- instruyo el otro.

Pero una segunda explosión ocurrió cerca de la cabina, provocando que estos quedaran inconscientes; como consecuencia y sin control, el vehículo aéreo cayo en picada en el bosque; acompañado de un estruendo seco y metálico seguido de una explosión.

A lo lejos esto era observado por los responsables del siniestro.

-¡Se hicieron trizas!- exclamo con malicia el sujeto bajando su binocular mientras su compañero deja caer su humeante bazuca al suelo, sacando una especie de comunicador.

-Informe a la superior Domino- Comenzó el tipo con gesto estoico- ¡Objetivos eliminados!-

Continuara…