Reviews:
MiRuG: Muchas gracias, intentare que se sigan pareciendo creo que a veces me resultará difícil, así que si ves que me desvio bastante me das una llamada de atención XDD muchas gracias por leer, espero que te guste el siguiente, bss
Haruko FLCL:También muchas gracias, por leer y por los consejos, ya intente escribir los "porques" bien,es que al escribir rápido se me cuelan.Y ya puse lo de los reviews anónimos. El trato esta en este capítulo, aunque de momento va lenta la cosa, a ver cuando se deciden!XDDPor cierto,tu fic lo leí hace unos días y me gusto mucho,así que espero que no te importe que lo haya puesto en favoritos (no es peloteo) y tu también tienes que actualizar pronto!que tengo curiosidad XDDweno muxas gracias y bss
Sarah Lilian Potter:Gracias!y weno la intriga se acaba en este capítulo, weno más o menos...tendrás que leerlo para saberlo,bss!
Nuevas advertencias: este capítulo empieza desde el punto de vista de Draco, pero en la mitad o así se mezclan los dos puntos de vistas (es decir, de Harry y Draco). Es bastante lío ylo iba a separar en otro capítulo,pero creí que a lo mejor me matabais por no explicar el trato así que quedó así. Weno ya lo veréis, espero que os guste,bss.
Al fin viernes
"Al fin viernes" pensó Draco con sarcasmo. Llevaba en aquella mazmorra desde la hora de comer, pero todavía no tenía ganas de volver al mundo real. La verdad es que estaba incómodo, prefería mil veces estar en la sala común de Slytherin, que recostado en aquella fría sala de pociones, pero allí lo encontrarían en segundos para, con seguridad, otra "aburrida, tediosa, peligrosa, cansada..." Draco dejó de enumerar y terminó con "...misión". Se llevó las manos detrás de la cabeza y se quedó mirando hacia el techo de piedra. "Mi sala",se dijo. Aquellas palabras no podrían ser más ciertas ya que, con el castillo desocupado de estudiantes, Hogwarts era utilizada como base del supuesto bando del bien; después de todo seguía siendo el lugar más seguro, aún con la muerte de su director. La mayoría de los magos de menor rango, se alojaban en sus propias viviendas, solo los que nunca descansaban en esta guerra eran los que habían tomado el castillo como cuartel, lugar de entrenamiento y por llamarlo de alguna forma, hogar. Draco le sonrió abiertamente al techo. Todos ellos habían elegido sus antiguas casas de colegio para vivir, y como único Slytherin en el bando de la luz, tenía esta entera para él. Su sonrisa se congeló, "el único Slytherin en el bando de la luz", repitió inconscientemente. La verdad era que Draco aún se preguntaba si habría cambiado algo, si en lugar de estar en Hogwarts estuviese en la base del Señor Oscuro; por lo menos con los mortífagos se sabía como actuar. Siempre sin confianza, sin amistad, con mentiras, pero mostrando abiertamente a todos tu antipatía a estar rodeado de gente así. Al menos en ese punto eran más francos que en el bando de la luz. Aquí Draco no paraba de interpretar con la gran máscara de indiferencia que se había creado hacía tantos años, y a la que todos ya estaban acostumbrados. Seguían tratándolo como siempre le llamaban: "la sucia serpiente", aunque tenía que reconocer que depositaban en él algo de confianza. Pero no era sincera, solo lo hacían porque lo ordenaba "San Potter". Sus relaciones con el bando de la luz eran igual que en el colegio o peores.
"Basta", se obligó con firmeza a dejar esa corriente de pensamientos que no le llevaban a ningún sitio. Si estaba en la mazmorra era para obligarse a huir del Draco Malfoy artificial y estar un poco con el verdadero Draco Malfoy que solo él conocía.
"Mmmm, a ver...¿a dónde voy hoy a por mi presa?...a las Tres escobas o a..." Pero sus dudas quedaron interrumpidas por una figura oscura que acaba de entrar en el aula de pociones. Draco se puso en alerta al instante, pero al darse cuenta de que la figura no había reparado en él, permaneció en su escondite confiando en que se fuera pronto. Pero la suerte no estaba de su lado, "Típico, como me iba a salir algo bien a mí"; echando un nuevo vistazo al intruso pudo comprobar que no solo no estaba la suerte de su lado, sino que le había abandonado del todo: "Potter". Draco estaba planeando como salir sin ser visto cuando por tercera vez en poco tiempo se dio cuenta de algo más. Potter no estaba buscando a nadie, ni buscando algo para su próximo plan de ataque. Aquel Potter que daba vueltas por el salón, llevándose de vez en cuando las manos a su desordenado pelo, y cerrando los ojos en expresión de cansancio, no se parecía nada al decido líder que no temía a nadie. ¿Era posible que el mismísimo Niño-que-vivió también estuviese huyendo?. Aquel pensamiento le produjo a Draco tal diversión que provocó una de sus famosas sonrisas de suficiencia Y ya que parecía haber dado en el clavo¿por qué no comprobarlo para divertirse un poco más?.
- Potter, como continúes así vas a acabar por marearme- dijo aquella voz fría que siempre arrastraba las palabras. La reacción del moreno no se hizo esperar. Como buen león se puso en posición de ataque para afrontar con valentía su destino. También pudo notar que cuando lo reconoció bajó su varita, pero no por completo. Draco no paraba de pensar en lo divertido que estaba resultando todo aquello.
- Vas a atacarme Potter? – preguntó con sorna
- No por falta de ganas, Malfoy – le respondió, y no lo ponía en duda, pero ahora no iba a parar con el juego- Que haces aquí?
- Todavía desconfiando Potter, vaya y yo pensando que empezaba a caerte bien- pronunció con su ya conocido deje sarcástico. Sabía de la poca paciencia que tenía el moreno.
- Responde – hablaba con dificultad, como intentando serenarse- No estoy para juegos
- Ya lo veo – contestó secamente el rubio- simplemente estoy haciendo lo mismo que tú Cara-rajada
-¿El qué exactamente? – volvió a preguntar. Draco simplemente le dedicó una sonrisa de suficiencia y no contestó. "Venga no puede ser tan fácil" pensó con regodeo, el moreno estaba cayendo en la trampa más rápido de lo que hubiese pensado.
- Sé porque estas aquí, estas huyendo- dijo de manera tajante. Ahí estaba, atrapado, "pues sí que ha sido fácil", Draco estaba que no cabía en sí de alegría, y no pudo reprimir una sonrisa al pronunciar lentamente
- Así que por eso estas aquí Potter, estas huyendo...- Potter se puso pálido repentinamente, como si de repente se hubiese percatado de la tela de araña a su alrededor, lo que ensanchó más la sonrisa de Draco – vaya, vaya con el leoncito, me sorprendes Potter, dónde esta esa valentía de la que todos hablan?
- Pues a mí tu no me sorprendes, ya conocía la "valentía" de las serpientes – Eso, sí que no lo esperaba. "¿Desde cuando el niñato este sabe contestar?".
Draco se levantó con violencia de la silla mientras el moreno volvía a subir la varita. Se quedaron unos instantes dirigiéndose miradas de odio hasta que Harry suspiró y bajó la varita. "Pero qué esta haciendo", Draco no daba crédito¿acaso no iban a terminar como siempre¿con cinco maldiciones por cabeza, "no me jodas¿ahora él siente compasión hacia mí, lo que me faltaba". Se dio la vuelta para dirigirse directamente hacia su sala común, prefería mil veces otra misión que ver aquella cara de idiota del Cara-rajada.
- Espera – oyó decir, así que se paró – tú estabas antes – y sin más también se dirigió a la puerta. "¿Pero qué está pasando?", Draco estaba totalmente confuso. Potter estaba siendo amable o... De repente lo comprendió todo. Antes se lo estaba tomando como un juego pero el moreno no, y las palabras antes dichas volvieron a su memoria "Así que por eso estas aquí Potter, estas huyendo".Él, estaba haciendo lo mismo. No sabiendo lo que le impulsó a detenerlo, dijo sin apenas ser consciente:
- Potter, te propongo un trato- "Pero ¿qué...?" daba igual, ahora ya estaba dicho y no se iba a echar atrás. El moreno se volvió con cara de haber entendido que el cielo estaba en llamas y después dijo:
- ¿Perdona?- pregunto incrédulo Harry. En ese momento las palabras de Malfoy en sus oídos tenían el mismo sentido que...que nada, las palabras de Malfoy no tenían sentido
- ¿Que si te perdono¿por qué exactamente Potter, por ser un palurdo o por no entender lo que te he dicho?
Harry se armó de paciencia y repasó mentalmente las palabras que le había dicho el niñato engreído, seguían sin tener sentido. Su cara debía ser un libro abierto para el chico rubio porque rodó los ojos y le dijo amablemente:
- ¿Y en ti recae las vidas del mundo mágico? prefería un Hufflepuff –se metió de nuevo en la mazmorra y desde allí se escucho su gritó – ¿vas a entrar o que?- Draco pensó que ya que iba a proponerle esa idea mejor hacerlo en su terreno, así que se dirigió a la silla en la que antes estaba sentando.
"Por supuesto que voy a entrar" pensó Harry, "pero no bajo tus órdenes", Harry entró decidido y mientras el Slytherin estaba volviendo a sentarse le apartó la silla. Malfoy cayó al suelo sentado, eso sí, con mucha elegancia pudo observar Harry. Desde esa posición le dedicó una mirada de intenso odio al moreno, mientras este solo tenía apoyadas las manos en el respaldo de la silla. Harry tuvo que reprimir una sonrisa al decir:
- Lo entendí perfectamente Malfoy, así que espero que no te moleste que me ponga cómodo- acto seguido se sentó él, y queriendo tomar las riendas le dijo – a ver, habla.
Draco se levantó y se arregló la ropa con una expresión que indicaba que estaba más que molesto, pero solo se limitó a sentarse en otra silla y apoyar sus pies en la mesa. Todo ello realizado con una parsimonia que exasperaba al moreno. Era como un duelo y ninguno estaba dispuesto a ceder. Tomando con gran esfuerzo aire, Draco se dispuso a hablar:
- Los dos estamos huyendo- no era una pregunta, era una afirmación, pero al ver que el moreno se disponía a responder le espetó- Oh cállate Potter, no interrumpas- y pudo comprobar la cara de frustración con que le había dejado, pero como se solía decir "La curiosidad mató al gato", en este caso, el león.
Harry estuvo a punto de mandarle una maldición al rubio por el último comentario, pero la curiosidad pudo más y se obligó a sí mismo a callarse para averiguar que se traía entre manos su enemigo, "Ya me vengaré después".
Draco estuvo encantado de que el moreno reaccionase tal y como pensaba, así que después de una pausa dramática continuo:
-Los dos estamos huyendo, pero no creo que nos estemos escondiendo de otras personas, opino que de quienes huimos es de nosotros mismos ¿no crees?- Harry no contestó, solo le seguía mirando con cara de pocos amigos, así que Draco prosiguió – no tengo ganas de andarme con rodeos Cara-rajada, así que lo diré clarito. No quiero tu amistad, de hecho te aborrezco, y creo que el sentimiento es recíproco
-No lo dudes- puntualizó Harry, "¿A dónde quiere ir a parar?"
-Bien, lo que hace más sencillo nuestro trato
-Y dices que no te quieres ir por las ramas... al grano Malfoy¿de qué trato hablas?- Draco sonrió ante la ansiedad del león
-Hablo de una especie de simbiosis, tu te descargas conmigo y yo contigo. Dejamos de fingir, no sé, pongamos un par de horas al día. Decimos lo que tenemos que decir, sin interpretar nuestro personaje como hacemos ahí fuera – dijo señalando hacia la puerta. Harry miro hacia la puerta y luego hacia él, aún sin hacer ningún comentario, ni dejar ver ninguna expresión en su rostro
-¿Hablas de qué te cuente mis...eeh...cosas y tu las tuyas?
-Muy elocuente- respondió Malfoy con sarcasmo – pero veo que captas la idea; así que era ahí dónde tenías escondido el cerebro, ya era hora de que saliera a la luz...
Harry estaba totalmente callado, mirando fijamente a Malfoy. Permaneció así un rato largo. Después, aún en silencio se levantó y fue directo hacia la puerta.
- Potter – Harry seguía andando – Potter!- ya estaba saliendo por la puerta – POTTER! Adónde te crees que vas Cara-rajada!- Harry se dio la vuelta y lo encaró
- Debes de estar de broma no!- a pesar de la cara de sorprendido del rubio siguió gritando –Tu me estas ofreciendo un trato con esas condiciones a MI? – no pudo evitar recalcar la última palabra- pero si no eres capaz de soportarme más de dos segundos y el sentimiento es recíproco no lo olvides. ¿Qué te hace pensar que voy a confiar en ti o a contarte nada, si no lo hago con mis amigos?
Malfoy tardó unos minutos en volver a su normal pose de indiferencia y añadió con una sonrisa:
- ¿Quién podría ser más franco que tu propio enemigo?
Ante eso Harry no pudo rebatir nada pero buscó otro alegato para hacerle comprender que aquello era más que una locura
-Muy bien, si tan seguro estás, empezarás tú, responde- Draco no pudo evitar dar dos pasos hacia atrás debido a la mirada llena de furia del moreno- ¿por qué me has propuesto esto a mí¿eh? supongo que habrá alguna otra persona con la que te lleves algo mejor que conmigo – terminó con sarcasmo. Draco, pensó que iba ser una pregunta peor, pero para aquella sí que tenía respuesta. Volvió a su pose elegante y pronunció con firmeza
- Porque te odio. Te odio desde el primer día en que te vi. Te odio por ganarme siempre cuando éramos niños. Te odio por ser "San Potter, el salvador del mundo mágico". Pero, sobre todo te odio porque me salvaste a mí cuando debía morir, te odio porque ahora tengo que seguir con vida, y te odio porque esa vida te la debo a ti y algún día tendré que devolverte el favor.
Harry escuchó la perorata en silencio. Y, hubo algo en aquellas palabras, que consiguió que entendiese la naturaleza del trato. Allí en medio de las mazmorras que tanto odiaba, apreciaba más, las palabras de su enemigo que cualquiera que le brindasen con todo el cariño sus aliados. Simplemente porque eran sinceras, no tenían máscaras, ni segundas intenciones. Solo era la verdad, aunque fuese una verdad cruel. Harry sonrió ante tal ironía y contestó:
-Yo también te odio Malfoy.
