Disclaimer : Ninguno de los personajes de Harry Potter me pertenecen, y por supuesto no gano dinero de ninguna forma con esto, solo gano entretenerme un rato .
6. Pasado
Era un callejón oscuro, que daba a la salida de atrás de uno de los tantos locales nocturnos de Londres. Chocaron contra la pared. Ambos cuerpos, uno pegado al otro. Se movían frenéticamente. Estaba apresado contra la piedra, inmovilizado; mientras se dejaba besar furiosamente en el cuello. Observaba aquella dorada cabellera casi al borde de la locura y solo atinaba a mover sus manos por la espalda del otro y aferrarlo fuerte hacia sí. El joven rubio comenzó a descender lamiendo la piel de su cuello, mientras abría de un tirón seco su camisa. No pudo reprimir un grito de placer cuando sintió un mordisco en uno de sus pezones. Todo ocurría deprisa y de forma confusa. Se movían rápido, dejándose llevar por el deseo del otro.
- Por...cierto..¡ah!..aún no me has dicho tu nombre – dijo entrecortadamente al joven rubio que ahora descendía directo a su abdomen. Pudo sentir como sonreía mientras besaba la zona más cercana a la cintura de su pantalón. El rubio se paró en seco, y con un movimiento rápido se volvió a incorporar hasta que sus ojos negros chocaron con aquella mirada argéntea que lo hacía enloquecer. Todavía conservaba aquella sonrisa irónica cuando le arrancó su ultimó beso y pronunció:
- Draco Malfoy
Aquellas palabras se introdujeron en su mente causando el mismo efecto que un caldero de agua. Montones de espacios en blanco se rellanaron en cuestión de segundos, y al volver a observar a aquel atractivo joven conocido en un bar londinense pudo al fin reconocer a su antiguo compañero Slytherin. Pero antes de intentar alcanzar su varita, su contrario ya había pronunciando ágilmente un Incarcéreo, y unas largas cuerdas se habían enrollado en su cuerpo.
- Bastardo traidor – se revolvió dentro de sus ataduras, pero sin perder aquella dignidad propia de las serpientes. Malfoy dejó escapar una risa burlona.
- La poción Anónima es un método muy efectivo para que no pueda reconocerte nadie, ni siquiera uno de tus viejos compañeros de habitación. El hechizo se rompe cuando te das a conocer a ti mismo, y sus efectos duran poco, eso es verdad; pero es el tiempo más que suficiente para engatusar a un antiguo amigo que siempre volviste loco¿verdad Theo?
Theodore Nott lo miró con rabia dibujada en sus ojos negros.
- ¿Qué es lo que quieres Malfoy? – preguntó con desprecio
- Solo algunos de los tantos conocimientos de la serpiente más inteligente de Hogwarts. Tus horas en la biblioteca solo podían competir con las que pasaba la Sangre Sucia.
- Pierdes tu tiempo, yo no tengo las malas costumbres de otros de vender a mi Señor.
Malfoy no se dejó provocar. Esbozando otra sonrisa, comenzó a buscar en los bolsillos de su túnica. Cuando terminó sacó una botellita con un líquido transparente y lo acercó a la cara de Nott.
Lo sé, Theo. Pero no te va a quedar otra opción.
Theodore Nott volvió a agitarse bruscamente queriendo deshacerse de su cautividad, mientras observaba como Draco Malfoy abría el Veritaserum y se acercaba con parsimonia.
Abrió de un empujón ambas puertas y entró con pasos resonantes en la amplia biblioteca. En las mesas se amontonaban pilares de libros, y no solo eso, parecía que las mesas ya no eran suficientes. Las sillas contenían montañas de estos, y en el suelo también se podían encontrar algunos ejemplares. Si la vieja bibliotecaria de Hogwarts estuviese allí, seguro que hubiese sufrido un infarto al ver a sus queridos libros tratados de aquella manera. Solo una de las mesas tenía un pequeño espacio enmarcado por libros, en el que pergaminos repletos de anotaciones, plumas rotas, y algún que otro tintero medio vacío, reposaban frente a una silla ahora libre.
Draco se paró frente a la silla y miró en derredor. Después reanudó sus pasos recorriendo los pasillos entre las estanterías de la biblioteca. Al fin, cerca del pasillo que llevaba a la sección prohibida, encontró el objeto de su búsqueda encaramado a una escalera de mano, en la parte más alta de la estantería. Justo a su derecha, oscilaba en el aire una pila de libros, que iba aumentando cuando otro grueso libro se añadía al montón
- Granger – llamó Draco. La chica nombrada se sobresaltó haciendo que el montoncito flotante temblara demasiado. Hermione se apresuró a estabilizarlo pero no pudo impedir que uno de los libros cayese y produjese un gran ruido sordo cuando chocó contra el suelo. Malfoy observó indiferente la trayectoria de este y volvió a hablar:
- ¿Vas a bajar¿O prefieres seguir haciendo malabarismos ahí subida?
La castaña se dejó caer deslizándose por la escalera con una elegancia impropia de ella, mientras los libros flotantes la acompañaban en su descenso. Cuando llegó al suelo recogió el libro caído y lo volvió a posar en el montón.
- ¿Qué quieres Malfoy? Estoy ocupada – dijo mientras comenzaba a andar y los libros la seguían en procesión. Malfoy también la siguió.
- Estoy buscando al Cara-rajada – respondió arrastrando las palabras. Hermione se detuvo un segundo cogiendo un libro de tapas azules, lo depositó en los flotantes, y volvió a emprender la marcha.
- No está aquí
- Ya,- respondió sarcástico- ¿y sabes dónde está?
- Has mirado en el Gran Comedor
- Sí
-Ahh- contestó distraída- y..¿y en la sala de Gryffindor?
- Te ahorraré tiempo Granger. He mirado en todos esos sitios que vayas a decir, y no, no está en ninguno de ellos; si estuviese no estaría aquí manteniendo esta agradable charla incoherente contigo.
- Que amable – dijo con cansancio Hermione, mientras se dejaba caer en la silla. Después dejando escapar un suspiro miró al rubio- Ni idea Malfoy, hace tiempo que no salgo de aquí – señaló la estancia de la biblioteca – de todas formas, por lo que he hablado con Ron o con Ginny, hace tiempo que nadie ve a Harry.
-¿Tiempo¿Cuánto tiempo exactamente?
- Pues no lo sé a ciencia cierta, pero creo que desde que nos comentó lo de esta misión. Desde entonces creo que nadie lo ha vuelto a ver, deja las instrucciones en el salón comedor cada mañana, pero nadie lo ve hacerlo.
Draco frunció el ceño. El también había notado la ausencia del moreno, pero creyó que simplemente no habían coincidido, ya que ahora él se desplazaba con frecuencia fuera del castillo. Hermione había comenzado a abrir el primero de los libros. Malfoy con un movimiento de varita desalojó una de las sillas, sin importarle que su contenido cayese de forma desordenada en el suelo, y se sentó frotándose las sienes con expresión de cansancio. Hermione chasqueó la lengua en señal reprobatoria pero tampoco dijo nada, y siguió concentrada hojeando su libro.
- ¿Habéis encontrado algo? – dijo en un tono que intentaba ser amable, pero que solo conseguía sonar menos agresivo que de costumbre. La castaña paró un momento de escribir sorprendida, pero continuó al segundo.
- No...La verdad es que ya no sé que buscar. He encontrado pequeñas referencias a la daga, pero siempre es un comentario de pasada que dice que nunca abandonaba el cuello de Godric Gryffindor. También he encontrado información sobre las armas de Guerra Mágica como dijo Luna, y esa sí que es interesante; la tengo por allí...creo. Por lo demás aún sigo mirando.
- ¿Qué están haciendo los demás?
- Ron y Ginny decidieron volver al castillo de Gryffindor a ver si encontraban algo más, y Luna...La verdad es que nunca sé que está haciendo Luna.
Draco no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa, correspondiendo a la de Hermione, pero al percatarse de lo que acababa de suceder la borró al instante. Estar tan rodeado de leones se le estaba yendo de las manos. Hermione no pareció notar aquello, por lo que preguntó:
- ¿Y tú Malfoy¿Has encontrado algo?
- Bueno Theo solo sabía que la daga de Godric Gryffindor estaba hecha de sangre de grifo entregada por voluntad. Al parecer, Gryffindor había hecho un pacto con un grupo de estos animales, en el que se juraban lealtad y protección, tanto por una parte, como por la otra. El resultado del pacto fue la creación de esa daga con algo de sangre de uno de ellos.
A Hermione le costó reaccionar. Tenía los ojos como platos y la boca un poco entreabierta. Esa era mucha información importante, y seguro que le serviría de manera favorable en su búsqueda por la biblioteca. Pero de repente se dio cuenta de algo.
- ¿Theo¿Te refieres a Theodore Nott?
- ¿A cuántos más Theo conoces? –contestó Draco con exasperación.
- ¡Pero! – se sobresaltó Hermione, levantándose de un salto y haciendo que su silla cayese - ¡Pero Theodore Nott es un mortífago¿Cómo has...¿Qué has...? – Hermione estaba tan agitada que no sabía ya que preguntar. Malfoy recobró su máscara de frialdad y apartó la vista de la chica hacia un punto lejano de la habitación.
- Si lo que te preocupa es que me haya vuelto a pasar al bando contrario puedes estar tranquila Granger – arrastraba las palabras impregnándolas con más desprecio que de costumbre – no tengo ninguna intención de volver bajo las órdenes del Señor Tenebroso. – "Además no es que fuese a tener un buen recibimiento" pensó para sí mismo, pero eso no iba a decírselo a ella.
-¡No!No...no me refería..., no quería insinuar eso Malfoy – dijo despacio Hermione, mientras el Slytherin arqueaba una ceja de forma escéptica- Yo solo preguntaba como conseguiste la información, no creo que un mortífago...
- Pues verás, le pedí por favor que me lo dijera, y él muy amablemente me respondió. Fue una charla amena y agradable.
-¿Veritaserum? -Malfoy puso los ojos en blanco, por lo que Hermione se lo tomó como un sí – Pero aún así Malfoy, Nott podría informar de lo que pasó. Podría decirle a Voldemort – Draco se estremeció y cerró los ojos como si aquella palabra le doliese- que tú querías saber cosas sobre la daga y...
- No te preocupes por eso Granger – la cortó Draco – Theo no puede darnos problemas ya
Hermione abrió mucho los ojos comprendiendo lo que aquella frase significaba.
- Pero era tu amigo – dijo casi en un susurro
- Tú lo has dicho Granger
Acto seguido, Draco se levantó para salir de la biblioteca. Aquella charla no le llevaba a ninguna parte, ya había dado la información para que pudiesen seguir buscando a partir de ella, y se iría a continuar con su parte de la misión. Cuando llegaba a la puerta escuchó nuevamente la voz de Hermione.
- Yo buscaré datos sobre lo que me has dicho Malfoy – era un intento de agradecimiento hacia el rubio. Este asintió y luego dijo.
- Si ves al idiota que está al mando, avísame- Hermione también asintió
El resplandor de un rayo iluminó el amplio corredor de Hogwarts. La lluvia golpeaba con fuerza los ventanales. Fuera había una gran tormenta. No tardó en escucharse el trueno que seguía al relámpago, y con él Draco Malfoy detuvo sus pasos. No podía dejar de ver la cara de Nott cuando la maldición iba hacia él, y las palabras dichas por Hermione no abandonaban tampoco su mente: "Era tu amigo". Draco sacudió la cabeza y con el movimiento también aquellos pensamientos. "Era", esa era la palabra clave. Él no había hecho nada por lo que arrepentirse se dijo convencido.
Reanudó sus pasos para enfilar el pasillo hacia las mazmorras, la noche estaba muy entrada y necesitaba descansar. Atravesaba el vestíbulo cuando un fuerte golpe hizo que se pusiera alerta. Giró sobre sí mismo y alzó la varita dispuesto para atacar.
Las puertas de la entrada se abrieron, dejando ver una cortina de agua correr en el exterior. Una figura medio inclinada se apoyaba en ambas mientras las empujaba lentamente. Malfoy se aproximó a la silueta. La estancia estaba demasiada oscura para distinguir de quien se trataba. Cuando estaba ya tan cerca que podía tocar una de las puertas, un rayo estalló en la noche, iluminando al extraño.
-¡Potter! – dijo sorprendido el Slytherin
Harry, que mantenía la cabeza gacha la levantó de repente al oír su nombre. El rubio se sobrecogió al toparse con su mirada. Era una mirada distinta a las habituales en el moreno. Sus ojos estaban oscurecidos por una sombra; lo que normalmente era un verde esmeralda ahora se había convertido en verde, de la misma intensidad, pero mucho más oscuro y penetrante. Además estaba aquella extraña sensación de vacío. Aquella mirada estaba vacía.
- ¿Potter?- volvió a repetir Draco, pero esta vez casi susurrando.
Harry parpadeó varias veces, como intentando enfocar la vista. Aquella sombra se borró con el gesto, recobrando su aspecto habitual. Harry frunció el ceño con expresión de dolor, y se llevó una mano a la cabeza. Después, ante la atónita mirada del rubio, se desplomó en el vestíbulo; aún en medio de las puertas abiertas y con la lluvia golpeando furiosamente la entrada.
Abrió los ojos y vislumbró un techo alto de piedra negra. Harry se incorporó de repente alerta. No reconocía aquel lugar.
- De momento no te voy a atacar – oyó una voz detrás de él.
Se giró instintivamente y se topó con un Draco Malfoy apoyado en la repisa de la chimenea. Harry se calmó poco a poco al reconocer la sala común de Slytherin.
- ¿Cómo he llegado aquí?
- Volando Potter¿tú que crees?
- Muy bien, entonces formularé la pregunta de otra forma – dijo con paciencia mientras se levantaba por completo del sillón - ¿para qué me has traído aquí?
- Para convertirte en mi juguete sexual – contestó Draco mordaz – Aún encima que tengo que cargarte hasta aquí porque te da por desmayarte en medio de la entrada, y tú siempre igual de desagradecido. – continuó molesto.
- Como dices tú, nadie te lo ha pedido.
- Me lo tomaré como un "gracias Malfoy"
Harry sonrió en señal de resignación.
- Sí, supongo que gracias – dijo al fin.
A Harry le zumbaba la cabeza. Por su mente pasaban miles de retales de imágenes, que no hacían más que confundirlo. Cada vez más creía que estaba llegando demasiado lejos. Pero sabía que era algo que tenía que hacer. El rubio seguía atento los movimientos del Gryffindor. Buscaba cualquier rastro de lo que había visto en el vestíbulo. Aquella mirada...
- Dime Potter¿sueles andar desmayándote por ahí como una princesita de cuento?
- No, en realidad no suelo hacerlo. Solo quería que me llevarás en brazos – era su turno de ser irónico.
Contempló con satisfacción como el Slytherin se revolvía enfadado. No tardaría en continuar con el interrogatorio, Harry estaba seguro de que su eterno rival querría saber que había pasado en realidad. Cuando Draco habló de nuevo, Harry pudo comprobar que no se equivocaba en sus teoría.
- ¿Por qué se supone que te desmayaste Potter¿Y que era esa sombra que...?
- No, lo siento Malfoy – le cortó Harry con la voz más inocente que pudo poner - solo una pregunta cada vez, recuerda.
Harry sonrió con satisfacción y bendijo interiormente aquella maravillosa norma impuesta por el rubio tanto tiempo atrás. Draco entrecerró los ojos correspondiendo a aquella sonrisa con una mirada de odio.
- Está bien, haz tu pregunta
El Gryffindor sabía que el rubio no iba a abandonar su interrogatorio así como así, pero al menos había ganado algo de tiempo, y ya que luego tendría que soportar la venganza de Malfoy, iba a aprovechar la oportunidad.
- ¿Qué es lo que pasó la noche de la muerte de Dumbledore? Me refiero a cuando volviste con Voldemort
Había pensando que el Slytherin se rebelaría, que se negaría a contestar. Harry observó como Draco cerró los ojos, y no sabía si achacarlo al nombre del mago o por la evocación de aquel recuerdo, pero lo que sí supo era que se arrepentía de haber formulado la pregunta. Draco inspiró hondo, y dirigió la mirada a un punto del suelo como si lo encontrase fascinante.
- Snape me ayudó a escapar. Llegamos al campamento del Señor Tenebroso sin mucha dificultad. Me acuerdo de una pared, no sé con exactitud dónde nos aparecimos, pero me acuerdo de aquella pared. Snape se había apoyado como para coger aire, y reposaba su cabeza en ella mirando al techo. Yo jamás lo había visto con aquella expresión, él estaba aterrorizado. De pronto ambos sentimos como las Marcas nos comenzaban a arder, – Draco se aferró el antebrazo inconscientemente – el Señor Tenebroso nos llamaba. Él, Snape, me miró y sin que yo me lo esperará me abrazó. Aquello fue lo que hizo que me diera cuenta. En aquel instante me di cuenta de lo que iba a suceder a continuación...
A Draco se le quebró la voz, pero ahora más que nunca, seguía manteniendo aquella máscara de frialdad e indiferencia. Actuaba como si no estuviese más que relatando una noticia en el periódico, pero Harry no pudo evitar acercarse más al chico preocupado. Se quedaron a unos pasos de distancia. Draco no dio muestras de percatarse y prosiguió narrando la historia.
- Estaba fuera de la casa. De espaldas a nosotros. Era una noche muy cerrada y casi no había luz. Yo no los veía pero sabía que los demás mortífagos andaban muy cerca. Snape le contó al Señor Tenebroso todo lo que había pasado. Cuando terminó se impuso un silencio sepulcral, como esperando un veredicto, una sentencia. Él se dio la vuelta...
Voldemort lucía una sonrisa macabra.
- Muy bien Severus, me has servido bien. Puedes retirarte, debo tener unas palabras con nuestro joven Malfoy a solas.
- Como ordenéis mi señor – dijo mientras realizaba una elegante reverencia. Después se fue del lugar, y desapareció entre las sombras.
A Draco le palpitaba el corazón fuertemente. Notaba como el miedo se extendía por todo su cuerpo. Voldemort permanecía con una sonrisa cruel pintada en su cara de serpiente, y comenzó a dar pequeñas vueltas alrededor de Draco con las manos en la espalda, y la varita bien sujeta.
- Draco, Draco, me has fallado.- dijo con una voz falsamente paternal- Tu misión era sencilla y clara, tú no has sido capaz de cumplirla correctamente.
- Lo siento mucho mi señor. – rogó Draco, con voz quebrada.
- No, todavía no lo sientes. Pero lo vas a sentir. – aquellas palabras terminaron de ensanchar su cruel sonrisa. De repente miles de antorchas se prendieron por el terreno, y Draco pudo comprobar que estaba en lo cierto: aquello estaba lleno de mortífagos.
- Draco explícame en qué consistía tu misión
Draco vaciló mientras miraba con ojos desorbitados por el miedo a Voldemort.
- Otra cosa Draco, si en verdad lo sientes, no creo que estar ahí de pie lo demuestre. Deberías arrodillarte – mientras pronunciaba aquellas palabras una fuerza invisible golpeó detrás de las rodillas de Malfoy, haciéndolo perder el equilibrio y caer arrodillado en el barro. Draco escuchó las risas de los demás magos.
- Yo...mi Señor, tenía que acabar con la vida de Albus Dumbledore.
- ¿Y lo has hecho Draco?
- ...No mi Señor.
- ¿Conoces la variante de la maldición Cruciatus Draco?- Draco levantó la cabeza con expresión de desesperación- Recibe el nombre de Cruciatus signum, es poco conocida y poco utilizada, ya que su uso solo se relegaba para castigar a los actos más vergonzosos.- terminó con malicia Voldemort. Se dejaron oír más risas.- Pero en tu caso creo que haré una excepción.
Voldemort se acercó a él con paso decidido y echó su cabeza hacia atrás agarrándolo del pelo. Draco estaba paralizado por el miedo, y no pudo evitar soltar un grito de dolor cuando notó la varita del mago tenebroso trazar un corte desde su cuello hasta la mitad del pecho. Justo encima del corazón.
-¿Preparado?- preguntó con una sonrisa sádica- ¡Crucio!- dijo aplicando la maldición directamente en el corte que acaba de realizar.
Draco no tenía fuerzas ni para gritar. Podía notar como la sangre que corría por sus venas había sido sustituida por puro dolor. No podía pensar, ni respirar, ni siquiera retorcerse o gemir. Solo conseguía sentir aquel dolor insufrible. Voldemort retiró la varita y su agonía cesó de golpe. Al terminar los efectos de la maldición Draco pudo ser más consciente de su estado, y aquel cambio tan brusco le cortó la respiración. Cuando al fin pudo comenzar a llenar de aire sus pulmones, trató de levantarse, y fue cuando con horror pudo ver la marca que ahora había quedado dibujada en su tórax. Una larga cicatriz. La marca del Cruciatus. Voldemort rió. Aquello solo acaba de empezar.
Tras realizar aquel proceso varias veces, el mago decidió parar.
- Espero que no pienses que soy injusto contigo Draco. – volvió a hablar con aquel tono cínico - en esta misión no podía haber ningún error, y tu casi haces que todos mis planes se vengan abajo...- Draco no respondió, no valía la pena hacerlo. El Señor Oscuro no atendería excusas, ni explicaciones; y menos después de que el mismo había planeado tenerle en aquella situación. Era el castigo a la familia Malfoy – Por ello, debo imponerte un castigo, para que aprendas que el Señor Oscuro no admite errores.
Draco cerró los ojos. Iba a morir. Todo aquel teatro era para matarlo. Voldemort se estaba divirtiendo viéndolo sufrir y no iba a parar hasta terminar con él.
- Pero no voy a matarte, por supuesto – el rubio abrió los ojos incrédulo y sorprendido- No. Ese castigo me parece muy leve para ti Draco. – La sonrisa de Voldemort se había borrado y ahora volvía adoptar su pose seria e indiferente. Su semblante más aterrador – La muerte acabaría de una vez por todas con tu sufrimiento y yo quiero que cargues para siempre con él. Por ello...
Voldemort hizo una señal, y unos mortífagos se acercaron arrastrando a Narcisa Malfoy entre ellos. La respiración de Draco se aceleró debido al terror que sentía. ¿Acaso iba a pagar su madre por su error? Como si le hubiera leído el pensamiento, y posiblemente así fuera, el mago oscuro le respondió la pregunta.
- Ella morirá hoy. Pero no pienses que soy un desconsiderado Malfoy, ella tendrá el honor de morir a manos de un miembro de su propia familia.
Draco giró la cabeza hacia Voldemort sobresaltado. Aquellas palabras no podían significar lo que él pensaba.
-¡Imperio!
-Yo la maté.
Harry miraba aterrorizado a Draco. Este mantenía la misma pose indiferente que al principio de la narración, pero sus ojos... Aquellos ojos grises mostraban una profunda tristeza, que no parecía que fuese a aliviarse con lágrimas.
Por su parte Draco, estaba esperando las palabras de intento de consuelo o compasión por parte del moreno. No le había contado a nadie aquello, y la verdad ahora que lo había hecho, para nada se sentía mejor. Volver a recordar aquel suceso no le había ayudado.
Sin pensar en lo que hacía y simplemente dejándose llevar, Harry se acercó al rubio poniendo fin a la distancia que los separaba. Como si estuviera en algún tipo de trance, apartó con cuidado el cuello de la camisa del Slytherin para ver las cicatrices de la maldición. Draco permanecía completamente inmóvil.
Harry las observó durante unos segundos fijamente, y volviendo a actuar sin pensar, pasó con cuidado sus dedos por ellas, dibujando el recorrido que seguían. Estaban muy juntos, sintiendo las respiraciones el uno del otro. Harry recorría las líneas trazadas con lentitud, mientras su mirada también seguía la misma dirección; mientras que, Draco no podía apartar su mirada agitada de la cara del moreno. Y, por tercera vez, Harry no pensó lo que hacía. Se aproximó más a la piel del rubio, terminando al fin con cualquier distancia que los separaba, y poco a poco, fue besando las zonas marcadas en la piel de Draco.
Ninguno de los dos supo cuanto tiempo pasó, si fueron segundos o años, pero de repente ambos volvieron a la realidad y se separaron bruscamente. Sus miradas confusas se encontraron, mientras ambos intentaban controlar sus respiraciones. Después Harry salió con paso raudo de la sala común de Slytherin.
N/A: Creo que me he pasado con el pobre Draco...Hola!qtal?esta vez he actualizado antes, no es que fuese muy rápida,pero en comparación con el capítulo anterior XDD. Weno a ver que os parece este capítulo, hubo un poquito poquito de acercamiento, pero son unos tercos...no sé que voy a hacer con ellos. Por cierto no me olvide de contestar vuestros reviews, lo voy a hacer ahora, es solo que estuve lejos del ordenador estos días por eso me ha dado tiempo a pensar más en la historia. Así que:
afuchar3: Hola!gracias, y weno ya ves hubo pizca como dices, pero creo que no es suficiente no?Intentare que estos dos se lleven mejor lo prometo, bss!
Haruko FLCL: Hola Haruko!Uf menos mal que se entendió, yo lo lei antes de subirlo un montón de veces para retocar cosas que era muy liosas, y al final me pareció que así iba bien. Me encantan tus indirectas XDDD Aunque a estas alturas creo que ya se sabe por donde van los tiros...(te dejo con la duda jejeje)bss!
Niku Black: XDD muchas gracias, y a ver si no se me seca el cerebro con el calor y no pierdo la inspiración. Sí, tuve que ponerle más contenido porque si no me parecía muy sosa, así al menos estan algo entretenidos. ;) a Harry le queda muy bien la faceta Sly! bss!
YO: Hola!aquí tienes más capítulos y muchas gracias.bss!
Merlina Black: XDDDD Yo tb salte y baile cuando leí tu review!Me encanta que te encante!Y jo, no te desesperes tanto, luego tengo remordimientos de conciencia porque no subo pronto capítulo y claro, no duermo, y...XDDD Weno espero que te guste el nuevo capitulo y que te siga gustando Draco XDD bss!
Izumi-sakachita: Hola!me alegro de verte de nuevo!pos sí espero que algo esten cambiando, pero com ya dije son unos tercos ¬¬ , habrá que obligarlos por las malas que si no jejeje. No te preocupes por lo del review, que ya viste lo tardona que fui en subir el anterior capitulo. Espero que lo pasaras bien de vacaciones, y muchas muchas gracias por tu review!bss!(me pensare tu sugerencia de H/D)
Muchas gracias a todos los que habéis leído la historia y bss!
