CAPITULO 12:

La ventana oscura

Si escuchas (escuchas, escuchas)

Escuchas de cerca (latido a latido)

Puedes oír cuando el corazón se detiene (guardé las piezas)

Cuando se rompe (y las arrojé todas al polvo)

Sé lo que murió esa noche, y nunca podrá ser traído de vuelta a la vida,

una vez más.

Lo sé.

Sé que morí esa noche y nunca seré traído de vuelta a la vida,

una vez más.

Lo sé.

Bleed black, AFI

.-

Tardó casi una semana en atreverse a volver al lugar.

Casi una semana escondido...

Pero tenía que saber si había quedado algo.

Aunque ni siquiera se atrevía a mirar... estaba de pie, en la azotea frente al edificio, casi frente al apartamento mismo... pero estaba mirando a sus pies, hacia el cielo, hacía cualquier parte.

Seguía ahí... lo vio derrumbarse con sus propios ojos y ahora estaba ahí como si no hubiera pasado absolutamente nada.

No había luz en él, no había luz en todo el edificio, pero seguía en pie, perfectamente normal.

Perfectamente vacío.

Se había ido y no quedaba ni siquiera un testimonio de eso... como si nunca hubiera ocurrido.

Cerró los ojos, no podría quedarse demasiado... Realmente no soportaba estar ahí.

No debió terminar así.

¿Dónde estaba ahora¿estaría bien?

La había visto cuatro veces esos últimos días... había visto su cara entre la gente... había seguido mujeres por calles enteras sólo para descubrir que se estaba imaginando cosas, ni siquiera se parecían a ella...

Se había despertado varias veces jurando que estaba junto a él... casi podía sentir su peso a su lado... con su voz dándole vueltas en la cabeza como si acabara de hablarle...

Llegó a pensar que un día cualquiera podía volver... pero se arrepintió casi al instante.

Le asustaba la idea de pasarse la vida esperando por algo que no iba a pasar...

Ni siquiera estaba seguro de que estuviera viva.

Era tiempo de pasar la página...

Si no fuera por que se la pasaba dando vueltas como atrapado, con ganas de golpear al primero que se le cruzara por delante...

Mierda.

Al menos ya podía ver a Leonardo a la cara... al menos ya podía soportar estar en la misma habitación con él...

Ya no sentía esa necesidad de caerle a patadas cada vez que lo miraba como tratando de descubrir qué diablos le molestaba... como si no supiera qué mierda le había hecho... porque precisamente no tenía idea.

Ese había sido el pequeño regalo de Sora antes de marcharse a quien sabe donde.

Dios, si tan sólo pudiera estar seguro de que estaba bien.

No parecía justo... Leo merecía sentirse culpable, aunque fuera un poco, merecía lamentar lo que había hecho. Merecía saber cuánto lo había decepcionado...

De todas formas, sabía que terminaría perdonándolo... con el tiempo. De a poco, el impulso de contarle toda la verdad y dejar que se sintiera como una basura, iba a desaparecer.

Después de todo... estaba vivo.

Podría no estarlo, podría estar muerto en ese momento... cuando recordaba eso sentía que podía perdonar cualquier cosa.

Y Sora tenía razón: su conciencia estaba hecha de acero... a prueba de los más poderosos remordimientos.

La de Leo no. Era frágil como el plumavit... saber todo iba a ser que se desmoronara...

Respiró profundo. "¿Qué diablos hago aquí?", se preguntó.

Ojalá fuera más fácil, dar media vuelta e irse. Estaba resultando más difícil de lo que pensó...

Odiarla no servía, ya lo había intentado.

Si tan sólo pudiera estar seguro de que ella estaba bien...

¿La extrañaba?.

Pensaba en ella todos los días, odiaba pensar en ella, pero lo hacía, probablemente lo hiciera por el resto de su vida, le gustara o no y francamente no le gustaba...

No la dejó aferrarse a él, no la dejó acercarse más de lo necesario... a la vez que le asustaba la idea de que tal vez no fuera capaz de amar a nadie.

Y pensaba en ella, pensaba en ella todos los días... y odiaba hacerlo.

La única vez que quiso decirlo y ella no le creyó.

¿La amaba o no? Ya no estaba, quizás nunca más iba a estar... ¿qué más daba?

Era mejor así, ya no tenía que tratar de entender lo que sentía, no tendría que tener esa confusión en la cabeza todo el tiempo... y aún así era inútil porque aún ahora que ya no estaba seguía igual de confundido y sin saber qué hacer para evitar despertarse en la noche con ganas de abrazarla.

Para dejar de pasearse como si algo faltara...

Lo peor era que si ahora volviera, nada cambiaría, porque seguiría siendo el mismo de siempre y tal vez la amara, pero jamás podría decírselo porque todo estaba guardado dentro y no sabía cómo sacarlo y se daría vueltas ahí y lo llenaría de rabia y lo confundiría... y terminaría agobiado y frustrado, con ganas de librarse de ella de una vez y no volver a verla porque no soportaba la idea de depender de nadie y de que se colgaran de él siempre esperando por algo...

Y entonces volvería a buscarla porque, por un rato, lo hacía dejar de sentirse tan sólo, tan enojado, tan furioso... y entonces cuando ella lo abrazara, se convencería aún más de que no la amaba ni podría amarla porque si algún día llegaba a darse cuenta de cuánto la necesitaba y la perdía, estaría destrozado y no sabría si podría soportar eso...

Dios, si, la extrañaba...

Como si eso fuera a cambiar una puta cosa.

.- ¿Raphael¿qué haces acá?

La voz casi le hizo perder el equilibrio. Se volvió a sus espaldas.

.- ¿Leo¿qué demonios haces tú aquí?

Leo lo miró sorprendido y luego sonrió débilmente antes de desviar la mirada.

Raphael se le quedó mirando sin entender. En verdad esperaba una respuesta ¿qué demonios hacía él ahí?.

.- Aquí es donde vivía ¿no?

Raph estuvo a punto de responderle con un "¿Cómo si no lo supieras?" y entonces recordó que, según él, nunca había estado ahí antes...

Se preguntaba qué tanto habría olvidado.

Raph no se revolvió demasiado los sesos inventando una historia para explicar la partida de la chica. Sólo había tomado sus cosas y se había ido. Nadie hizo más preguntas.

Era obvio ¿qué explicaciones merecía la cuestión? lo extraño no era que se fuera repentinamente, lo extraño era que una chica como ella hubiera estado con él en primer lugar.

.- ¿Qué haces aquí?.- volvió a preguntar Raph, irritado.

.- Lo siento...- comenzó Leo.- ... supongo que quieres estar sólo...

Había comenzado a dar media vuelta cuando Raph lo detuvo.

.- Espera ¿viniste a buscarme?... ¿qué viniste a buscar?.- Leo se volvió hacia él.

.- Imaginé que estarías aquí. Pensé que sería buena idea ver como estabas. Haz estado muy callado últimamente y supongo que es normal... supongo que no es fácil cuando...

.- Oh, corta el melodrama. Estoy bien.

Leo sonrió, pero luego su cara se puso seria.

.- Estaba preocupado, pero eso no es todo...- siguió. Raph frunció el ceño.

.- Lo sé.

Leo se le acercó hasta detenerse a su lado. Ambos miraron hacía el edificio frente a ellos, de pie sobre la azotea por un buen rato.

Leo pensaba si debía decírselo. Decirle lo que pasaba con él... sería poco más o menos como cometer suicidio, pero sentía que debía hacerlo.

De alguna forma, la cosa había comenzado a remorderle la conciencia, sin estar seguro de porqué: había sabido llevarlo bien hasta entonces.

.- ¿Porque estás aquí, Leo?.- volvió a preguntar Raph, con los dientes apretados, con una gota de impaciencia en la voz.

Sabía lo que debía estar pensando, sabía que lo que pasó esa noche en la habitación de la chica no había nacido ese mismo día, sabía que no podía haberlo olvidado todo...

No sabía si quería escuchar algo así. No sabía si iba a soportar que Leo se lo dijera sin molerlo a golpes.

Leo cerró los ojos.

.- Necesitaba... necesitaba estar aquí. Creí que podría encontrar algunas respuestas, no puedo creer que simplemente se haya ido. Sé que no me corresponde... pero tenía que estar aquí...

.- ¿Por qué?...- interrumpió cortante.

.- Yo...Dios...- ¿debía decírselo¿para qué¿tendría algún sentido?... sólo hacerlo sentir como un imbécil. Sólo poner su vida en peligro.- Te juro que no lo quise, si hubiera podido evitarlo...

.- ¿De qué mierda estás hablando?

Raphael ya no tenía ganas de ser comprensivo.

Leo frunció el ceño como si algo le doliera.

.- No sé que pasó esa noche... no lo recuerdo... he estado tratando. Tengo un vacío, lo sé. Hay cosas que no recuerdo.

Raph estuvo a punto de interrumpir, pero Leo se lo impidió.

.- Sé que no se fue así nomás... algo más pasó. ¿qué demonios estábamos haciendo esa noche? Mis recuerdos comienzan con nosotros cayendo al vacío... justo aquí... Entonces comencé a preguntarme que estaría haciendo yo aquí...

.- Ya te dije. Estábamos entrenando, nos encontraron unos del Pie, te golpearon la cabeza, perdiste la memoria... a mucha gente le pasa eso.

.- No. O tal vez, no sé... pero sé que no pudo haber sido sólo eso.

.- Leo, te sugiero que no sigas... déjalo como está.

.- Sé lo que hacía esa noche, antes de perder la memoria... sé adónde iba...

.- Por última vez, déjalo en paz...- Raph se volvió hacía él, enojado. ¿es que quería insistir y recordarlo todo?. Ni él mismo quería recordarlo...

Leo se agarró la cabeza con ambas manos y soltó un gruñido apagado.

.- Dios, no sé lo que hice, pero sí recuerdo lo que estaba dispuesto a hacer... y no puedo asegurar que no lo haya hecho.

Recordaba la llamada. Recordaba perfectamente bien la llamada telefónica... podía escucharla aún en su cabeza, ella pidiéndole que fuera...

Él sin pensárselo dos veces.

.- Ya basta.- dijo Raph, molesto.- Basta de esta mierda. Cierra de una vez la boca.

Leo se volvió a verlo extrañado.

.- ¿Porq...?

.- ¿Y qué si te habías enamorado de ella¿qué si te gustaba¿qué si ella decía "salta" y tu respondías "¿qué tan alto?"¿qué si tenías planeado cogértela esa anoche?

.- ¿Qué?.- Leo lo miró con los ojos como platos.

Lo sabía. Entonces lo sabía todo. Se había preocupado de ser cuidadoso, de esconderlo... pero hasta él se daba cuenta que a veces se hacía casi imposible... que cuando ella estaba cerca no podía, simplemente no podía. Entonces sabía... cuando lo miraba de esa forma, como si tuviera algo contra él, era por eso, porque lo sabía ¿por qué no había dicho nada entonces? Y si tal vez...

¿Y si tal vez lo había hecho? Entonces Raphael tendría motivos de sobra para odiarlo.

Eso lo explicaría todo.

.- Dios...- dijo al fin, cayendo en pánico.- no... no lo hice... ¿verdad?. ¿lo hice¿por qué mierda no me acuerdo?.

Estaba respirando a mil por hora, mirándolo asustado.

Raph no pudo evitar sonreír para sus adentros. Si ya lo había hecho y se iba a sentir culpable, al menos podría acordarse de la parte agradable...

.- ¿Lo habrías hecho¿te habrías acostado con ella si te hubiera dado la oportunidad?.- preguntó. Leo no respondió... siguió mirándolo con los ojos desorbitados.

Si... no... tal vez... de todas formas no contestó y tras diez segundos de silencio, era clara la respuesta.

.- Nunca se trató de hacerte daño.- dijo.

No era exactamente un no.

El bueno de Leo, simplemente no sabía mentir.

Raph trató de respirar, de contar hasta diez... y no pudo.

Se volvió hacia Leo y le lanzó un puño contra la cara. Él no hizo nada para esquivarlo, cerró los ojos y esperó.

Pero no lo golpeó, con un rugido dio media vuelta, descargando el golpe en el aire.

Un segundo antes de tocar su cara volvió a verlo lleno de sangre... su brazo simplemente se congeló.

.- Eres patético...- le dijo al fin.

Por un buen rato, ninguno de los dos dijo nada.

.- Si...- sonrió Leo, con los puños apretados.- soy patético.

No iba a discutir eso.

Incluso cuando lo llamó esa noche, incluso ahí pudo ver quien era el que importaba para ella.

.- Debiste haberme golpeado...

.- Debí haberte golpeado...- asintió Raph, respirando todavía agitado.- Pero también hay otro montón de cosas que debí haber hecho...- Leo se le quedó mirando, pensativo.

.- Tal vez tuve algo que ver en que Sora se fuera... si fue así, debes decírmelo. Que no lo recuerde no quita el que lo haya hecho... el que haya hecho... algo...

"No. Claro que no." , pensó Raph pero se quedó en silencio.

Si ella se hubiera enamorado de Leo, estarían juntos, él la habría salvado de lo que fuese, habría luchado por ella, habría muerto por ella, y ella seguiría ahí...

Él la habría salvado.

Porque para eso habría sido necesario perdonar y entender y esas eran dos materias de las que no sabía nada.

Si...

Con él todo habría sido muy distinto para ella.

Tal vez debería golpear a Leo... tal vez debería golpearlo, sacarle la mierda y dejarlo hecho bolsa en el piso... él no iba a impedírselo... tal vez debería hacerlo.

Alguien debía tener la culpa, alguien tenía que cargar con la culpa...

Alguien tenía que ser el culpable de todo eso.

Con alguien tenía que descargar la rabia...

Él no se opondría.

.- No... .- le dijo al fin, incapaz de mirarlo a la cara.- ... no pasó nada esa noche.. Venías hacía acá, pero nunca llegaste, te encontraste conmigo en el camino y luego cambiamos de dirección. No hiciste nada que debas lamentar, por muchas ganas que tuvieras ... y los sentimientos no se castigan...

.- Yo... - vio en su cara que estaba increíblemente aliviado.- Lo siento.

.- ¿Y de qué vas a pedir perdón? Tal vez ella habría tenido más suerte contigo.

.- No...- Leo sonrió con algo de extrañeza.- No se trata de eso. No creo que eso importe. No para ella... Después de todo, siempre supo quien eras...

Raph se volvió a verlo, no muy seguro de haber entendido.

.- Lo siento.- siguió él antes de que pudiera preguntar.- Pero no estaré cerca si vuelve a aparecer. No tienes que preocuparte por eso... Jamás volveré a verla.

.- Más te vale...- murmuró Raph y Leo sonrió.

Pobre Leo. Estaba hecho mierda por dentro, lo veía a kilómetros de distancia.

Él tenía recuerdos. Leo ni siquiera eso.

Los castigos venían en formas muy extrañas, pensó.

.- Volverá...- dijo de pronto Leo.- Y esto será lo último que me escucharás decir al respecto. Será la última vez que me escuches hablar de ella...

.- Ni siquiera sabes lo que pasó...- contestó Raph con fastidio, dándole la espalda.

Se quedó pensando, mirando la calle bajo sus pies... sólo luces borrosas, desde esa altura no podía distinguir nada.

Tenía grabado en la memoria la última mirada que le dio.

Resignación, ni siquiera tristeza... la cara de quien ya aceptó todo sin oponer resistencia.

De quien sabe que ya no le queda otra cosa de todas formas, otra que aceptar lo que sea que venga.

Y ella lo aceptó, en el último segundo en que se vieron.

Se restregó los ojos con la palma de su mano, ahogando un gruñido de frustración.

Él quería que pensara de esa forma.

Lo había logrado.

.- No.- dijo al fin.- No va a volver.

Raph se separó de la cornisa y comenzó a retroceder.

Levantó la vista hacia la ventana del departamento de Sora. Por primera vez en todo ese rato se atrevía a mirarla.

Estaba a oscuras, vacía... vacía desde hacía mucho tiempo... Observó un rato la ventana oscura, pero nada cambió.

Estaba vacía.

Sentía la mirada de Leo en la espalda, casi podía ver su ceño fruncido. Moría por saber...

Le dio la espalda al edificio con los ojos cerrados para no tener que verle la cara de pregunta.

.- No va a volver... ni siquiera si puede hacerlo...- dijo mientras pasaba junto a Leo sin mirarlo, rumbo al otro borde de la azotea.- No creo que piense que tiene una razón para hacerlo...

Leo lo siguió desde su puesto, quedándose a su espalda, esperando. Antes de que pudiera siquiera abrir la boca, Raph alzó la mano para detenerlo.

.- Que la última vez sea la última vez... no te atrevas a decir una palabra más. –le advirtió.

Leo se quedó inmóvil, con la boca a punto de responder... pero al final sólo asintió rápidamente, aún cuando Raph no podía verlo.

Dijo que no hablaría más de ella y no lo haría.

Raph tomó aire una última vez, los ojos todavía cerrados.

Los castigos venían en formas muy distintas, pensó una vez más, un segundo antes de lanzarse de la azotea hasta el balcón de una salida de incendios, unos metros más abajo, de vuelta a casa.

Leo esperó un poco más antes de seguirlo...

Caminó lentamente hasta el mismo punto en el que había estado parado Raph segundos atrás.

Le estaba costando trabajo convencerse de volver a casa... pensaba si en verdad era tan buena idea volver allá esa noche... tal vez debiera desaparecer de la vista de Raphael por un tiempo, todo fuera por la paz familiar... suponía que podía caer en lo de Abril por una noche... o dos.

Vale, que se estaba escondiendo... que estaba huyendo como un cobarde.

Se suponía que decir la verdad iba a hacerlo sentir mejor... después de todo, "la verdad os hará libres" y todo eso no era más que mierda...

Pero no estaba tan mal ser cobarde, por una noche que fuera... una noche por lo menos, y no volver a casa a sentirse vacío, miserable e infeliz.

Y culpable.

Y enfrentarse a Raph.

Y aunque quedarse ahí no iba a solucionar nada, lo necesitaba... en algo ayudaba.

Si pudiera elegir, tal vez se quedaría ahí esa noche... y el día siguiente, y el que venía... hasta... ¿hasta qué?

Cerró los ojos de golpe.

¿Hasta qué?.

¿Cuál sería el punto...?

No tenía derecho a pensar que podía volver... o a desear que volviera.

Quedarse y esperar no aliviaba nada... irse no aliviaba nada...

Estaba atrapado en la mitad, sin nada en absoluto.

Y, aún así...

Aún así, en algo ayudaba...

Lanzó una carcajada al aire.

¿Estaba tratando de ganarle a alguien en ser patético? Porque de seguro merecía el premio.

"Qué estupidez...", se dijo.

Se dio un segundo más para reírse de sí mismo antes de encaminarse a casa.

.-

En unos segundos la azotea se quedó definitivamente vacía.

Ya estaban muy lejos de ahí cuando la luz se encendió en uno de los departamentos del edificio de enfrente, como si alguien acabara de llegar a casa.

FIN.

"Love is lifting you up and dragging you down, makes you go round and round and round... time makes a stop and then it's all gone...

Funny how memories keep lingering on..."

- I'm sorry. Roxette.

.-

Y este es el fin.

De todas formas, yo creo que va a haber una segunda parte, a ver que pasa... Aunque no al tiro, porque la próxima historia es totalmente distinta.

Así que eso... ahí me cuentan.

Samarita: No has quedado viuda... y Leo algo se acuerda, pero ese será material para la segunda parte, chan!. Todavía no busco la página pero ahí te cuento cuando la encuentre. Y tu puedes decir lo que quieras en los reviews, darling... si lo hacen en Harry Potter, pues aqui también! no seremos menos... jejejeje

Ksky¿tu madre sabe que disfrutas a ese nível¿ah? jejejejejeje, broma... ¿te pareció emocionante? oh, que emoción, jeje... Y si, tienes razón, en la princesa mononoke y en akira y en chihiro y en varias más, nunca falta esa cosa viscosa... ¿que será? yo en realidad estaba pensando más en Silent Hill, donde a la hora de la sirena aquella, todo parecía volverse negro y desintegrarse y volverse asquerosito.. Si no la viste es altamente recomendable...

Y Raphael, si, seguro que le habría encantado asesinar a Leo... ¿a quien no? pero al mismo tiempo píensa en que su falta de capacidad de perdón tuvo que ver en que ahora esté solo como una botella... pero llegara el momento en que ambos se enfrenten y saquen sus trapitos al sol... ¿Y te parece que Sora era una suelta, trasero loco? ... es que igual, si uno piensa, si ya probó con uno, siendo todos bastante parecidos, uno que otro, a cualquiera le entra la curiosidad... o ganas de buscar las siete diferencias ¡que se yo! jejejejeje

ah, y el traje, el traje es innevitable... el traje llega tarde o temprano. I'm sorry.

(a menos que seas artista, cantante, filosofa, ecologista o algo así)

Naoko: tienes toda la razón en aquello. Yo lo sé... bu bu bu. Y Donatello debiera ser más creativo, cómo no se la ha ocurrido hacer un camuflaje tipo kurt de X-men evolution... así todos podrían salir a la calle y dejar de hacer como que nadie nota que son verdes y tienen tres dedos, porque ni el mejor disfraz hace que uno pase eso por alto...

Rebe: Yo creo que Leo igual no se las llevó tan peladas al final, porque igual tuvo que confesar, tuvo que exponerse a la ignominia y de alguna forma aceptó que era perfectamente capaz de mandarse aquel numerito que ya lo hizo pero no lo recuerda, pero que de todas formas haría igual si pudiera hacerlo de nuevo... je.

Y si, no es primera vez que le borró la memoria a Leo... pero igual no quería que se sintiera culpable, además de todas las otras pellejerías que había pasado...

Ah y ¿quieres más historias? pues ya verás...

ja!

jejejeje

Comentario: Para mi, Raph es una mezcla de Robert de Niro en "Casino"; Ice Cube en "Ghosts of mars" (es genial cuando le da ese puñetazo a la teniente Ballard); cualquier detective de novela negra, especialmente Philip Marlow o Donald Lam, y Guy Gardner, el más indisciplinado, irreverente, deslenguado e insufrible de todos los Linternas Verdes.

Eso.

Gracias a todas, besos (saludando con la mano y sonriendo mientras cae la serpentina y la challa) han sido un público estupendo, os amo, os quiero, os adoro...

jejejeje

Good night and good luck.