Disclaimer: Esta historia no me pertenece, los personajes son de Stephenie Meyer y la autora es fanficsR4nerds, yo sólo traduzco sus maravillosas palabras.

Disclaimer: This story doesn't belong to me, the characters are property of Stephenie Meyer and the author is fanficsR4nerds, I'm just translating her amazing words.


Thank you fanficsR4nerds for giving me the chance to share your story in another language!

Este capítulo no está beteado, así que todos los errores son míos.


.: Veintidós :.

Llegamos a las paredes exteriores de la estación de los guardias justo antes de amanecer.

—Una pared aquí, una segunda pared justo detrás. Luego de que las pases, solo te queda el laberinto más complejo que se haya construido en la vida. —Alistair me lanza una mirada de enojo—. Nunca saldrás con vida, incluso si no te atrapan.

No estoy de humor para su negatividad.

—Gracias —digo secamente y bufa.

—Eres la primera bruja que conozco —dice, mirándome de soslayo—. Y si la mitad están lo mitad de locas que tú, no quiero tener nada que ver con ellas.

Le sonrío.

—Probablemente sea una decisión sabia —acepto.

Resopla y se gira para regresar al bosque. Me entristece verlo irse. Se trata más que nada de no querer estar sola en un mundo completamente desconocido – también he disfrutado de verdad de su compañía. Literalmente es una cabra vieja y gruñona, pero en cierto modo eso me hizo encariñarme de él. Se gira hacia mí justo antes de desaparecer entre los árboles.

—Una advertencia más, Bruja —me llama—. Sombras Oscuras viven en esos calabozos. Nada es lo que parece. No confíes en tus ojos ni por un momento.

Asiento y gruñe un poco antes de girarse y desaparecer entre los árboles. Respiro profundamente al girarme hacia la pared.

Es algo completamente imprudente, pero tiene que hacerse. Aunque técnicamente soy su prisionera, una parte de mí aceptó la loca misión de Edward y me siento obligada a terminar con esto.

Avanzo a lo largo de la pared, buscando algún agujero o hueco que pueda explotar. No soy tan buena trepando, pero la pared está hecha de piedras dentadas que se ven lo suficientemente estables para escalarlas de ser necesario.

Camino durante un rato hasta que veo una oportunidad. Un roble viejo ha crecido muy cerca de la pared, sus poderosas raíces suben por la piedra y debilitan la integridad de la misma. Las piedras de la parte superior ya se empezaron a caer, y su me las arreglo para usar el árbol para subir, probablemente puedo saltar sobre la pared con facilidad. Además, el árbol me permitirá mirar hacia abajo y analizar qué es hacia lo que estoy saltando.

Aseguro la mochila en mis hombros antes de respirar profundamente. No he trepado un árbol desde que era niña, tal vez tengo una confianza ingenua de que puedo hacerlo.

Encuentro mi primer agarre en el tronco, aseguro mis dedos antes de encontrar el siguiente punto de agarre. Queda un poco demasiado lejos, y mis brazos se estiran sobre la rugosa corteza, pero sí puedo sostenerme. Luego encuentro un lugar donde poder apoyar un pie. Hay un pequeño bulto en la parte inferior del tronco, y me paro ahí, aplicando presión en mis brazos para asegurarme. Siento una confianza razonable hasta que mi pie se resbala y mi cuerpo cae contra el árbol. Me raspo el mentón, los antebrazos el vientre al quedar colgada del árbol. Carajo.

De ninguna manera podré subir usando zapatos.

Suelto el árbol con ansiedad y me quito los zapatos. Los meto en mi mochila, flexionando los dedos sobre la suave tierra. Mirando de nuevo el árbol, me preparo para intentarlo de nuevo.

Avanzo lento y me caigo más de una vez, pero eventualmente logro escalar a una altura decente. Al menos, lo suficiente para ver sobre la pared.

Al otro lado hay una segunda pared justo como advirtió Alistair, y esa parece de alguna manera más alta que la pared exterior. Parece que no hay nada en el espacio entre las paredes, así que con mucho cuidado me estiro y me muevo hacia la pared de piedra. Escalar y bajar es más fácil de lo esperado, y aunque mis pies y manos están un poco amoratados y raspados, me las arreglo para cruzar la primera pared sin mucha dificultad.

No puedo decir lo mismo de la segunda pared. Es demasiado alta, las piedras están perfectamente lisas y no hay ni una sola grieta que pueda explotar. Voy a tener que encontrar otra manera de entrar.

Sobre los calabozos hay un cielo despejado y está empezando a tornarse de un suave purpura debido al sol naciente. No tengo mucho tiempo para escabullirme sin ser detectada y corro a lo largo del camino interior, mis pies descalzos golpean la piedra a causa de mi prisa.

Sigo las paredes alrededor del complejo hasta que escucho un murmullo bajo de voces. Me detengo, pegándome a la pared interior mientras intento asomarme para ver quién, o qué, me espera por delante.

Hay dos figuras paradas en el camino frente a mí, me están dando la espalda mientras platican. No puedo identificar si se detuvieron a platicar o si están apostados enfrente de una puerta, pero necesito descubrirlo.

Ahora sería un momento maravilloso para tener un poco más de magia de la que tengo.

Estoy analizando sobre qué hacer o cómo mover a esos guardias cuando se escucha un fuerte golpe, como una piedra golpeando otra piedra, que capta su atención. Me encojo contra la pared, asomándome lo suficiente para ver a los guardias correr por el camino. Ahora es mi oportunidad.

Salgo corriendo con todas mis fuerzas de mi escondite, rezándole a la diosa para que haya una puerta.

Casi lloro cuando veo una pequeña puerta de madera con una gruesa barra de metal que la cruza de lado a lado. La pesada manija es de hierro y gracias al cielo no está cerrada. La levanto rápidamente, empujando con toda mi fuerza contra la pesada puerta. Se abre justo lo suficiente para deslizarme dentro. La cierro de golpe y de inmediato me veo sumergida en oscuridad absoluta.

Mierda.