Capitulo 3: La Extraña Guardiana
Las
calles estaban atestados de personas, llendo y viniendo, con sus
maletines, sus uniformes, sus telefonos celulares, y su estrés
cotidiano.
Se
podía ver a un niño de unos 10 años caminando
por entre las calles, pero habia algo extraño en él; su
cara estaba lívida, y sus ojos no parpadeaban, se encontraba
como en un estado de alfa. El niño caminaba y caminaba sin
rumbo.
Mientras, en otra parte de la ciudad…
-
Sango: ves algo? – preguntando por radio
-
Miroku: no, aun no.Tu?
-
Sango: tampoco. Esto sera difícil, podria estar en
cualquier parte
-
Miroku: espera….veo algo…hay un niño alli, camina
sin emociones y – se corto al sentir un dolor horrible en su
cabeza, solto el radio y se sostuvo su cabeza con ambas manos
tratando de soportar el dolor.
-
Sango: Miroku? Miroku, estas bien?
-
Miroku: ahh..! es el Sango, logre escuchar el llamado
-
Sango: le avisare a Inuyasha
El niño seguia caminando, esquivando a las personas que por alli pasaban, cuando llegó hasta las escaleras que llevaban a la estación de tren, las cuales bajo.
Al
otro lado de esa calle, estaba un joven de cabello plateado y
vestimenta negra corriendo desesperado esquivando a las personas de
forma habil.
-
Sango: se dirigio a la estación del tren! Rapido,
alcanzalo!
-
Inuyasha: ya se, ya se!
Inuyasha
siguió corriendo, hasta llegar a las escaleras de la estacion.
Alli, busco con afan, cuando sintio una sensación extraña,
y se volteo donde vio como el tren comenzaba a irse lentamente, y
adentro se encontraba la presa que buscaba. El tren avanzo a mayor
velocidad, e Inuyasha se interno en las vias, corriendo y
persiguiendo al tren, cuando logro montarse en el ultimo vagon. Entro
en el tren y paso de vagon en vagon, cuando vio un poco lejos al
chico. Inuyasha se acercaba con dificultad, tratando de ignorar los
sonidos y chillidos que en su cabeza retumbaban. Al llegar detrás
del niño, vio con su vision especial como la presion de la
cabeza del chico aumentaba, y su nariz sangro. Inuyasha iba a tomar
al chico, cuando una espina de veneno se le clavo en la mano.
-
Inuyasha: que demo…! – se volteo, y vio como todos los
pasajeros de aquel vagon que Inuyasha creia personas comunes, se
transformaban en seres repugnantes, bestias y otros monstruos.
Inuyasha se quedo asombrado – otros de la luz.
-
Aaaarrgghhhh….. – decia un monstruo, botando babas por la
boca y mirando a Inuyasha con odio. Luego, un vampiro hablo
-
Vampiro: dejalo, el es nuestro
-
Inuyasha: ja! Unos monstruos de la oscuridad no me
derrotaran!
Inuyasha
se saco la espina y se la tiro a uno de los monstruos, el cual chilo
de dolor. Inuyasha uso sus garras contra uno de los vampiros, pero
solo logro hacerle unos rasguños.
-
Vampiro: jajaja! Eso es todo lo que tienes, hibrido?
A
Inuyasha le agarro un ataque de ira con esto, y fue cuando saco de su
chaqueta una linterna algo grande y extraña de color plateada,
y la prendio apuntando al vampiro. El vampiro comenzo a chillar,
hasta que se desintegro con una humareda que no era normal. Inuyasha
destruyo con sus garras algunos otros monstruos, cuando lograron ver
la llegada a la otra estacion. Inuyasha se volteo y vio como una
vampiresa lo tomo del cuello, lo alzo y lo lanzo fuera del vagon por
la ventana, haciendo añicos el vidrio. Inuyasha se toco el
cuello con dolor, y vio como los monstruos y la vampiresa salian
presurosos del tren. La vampiresa expulso su veneno haciendo que
todos los humanos alli presentes se desmayaran, a excepcion de
Inuyasha, que se cubrio con su chaqueta. Fue cuando Sango y Miroku
llegaron a la estacion y lanzaron una especie de discos, creando una
barrera entre los humanos y los monstros. Sango y Miroku comenzaron a
luchar con los monstruos, e Inuyasha los ayudaba. Fue cuando Sango y
Miroku fueron atrapados por redes antiluz (son redes que impiden que
los seres de la luz se muevan. Los guardianes de la noche tienen unos
que son redes antioscuridad, que son lo mismo pero con los seres de
la oscuridad). Inuyasha iba a salvar al niño saltando por
encima de la vampiresa, pero esta saco sus cuerosas alas, se elevo y
lo tiro al suelo con un golpe furioso. Inuyasha se limpio la sangre
que le brotaba de su labio y sonrio con ironia.
-
Inuyasha: veo que no has cambiado en nada, Transilvania
-
Transilvania: tu tampoco, Inuyasha.
-
Inuyasha: por que no me das al chico?
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Transilvania: hmm…y que gano yo con eso?
-
Inuyasha: hacer de cuentas que no violaste la tregua, te
parece?
-
Transilvania: - se coloco en pose como pensandolo – pues….yo
creo que no! – y le dio otro golpe al joven mitad bestia – que
iluso eres
-
Inuyasha: ja…quizas…pero no tanto como tu! – y saco la
linterna de plata, iluminando a la vampiresa la cual se cubrio con
sus alas. De su cuerpo comenzaba a salir humo, pero la linterna se
apago de golpe. Inuyasha la sacudio un poco, pero no servia –
demonios, olvide recargarla…
-
Transilvania: si me permites, me toca a mi! – con sus
afiladas garras, rasguño la cara de Inuyasha dejandole tres
rayas de sangre profundas en la piel. Inuyasha se molesto con esto.
Se levanto del suelo para darle una patada a la vampiresa, pero esta
utilizo una de sus redes antiluz, dejando a Inuyasha frustrado y
amarrado en el suelo. La vampiresa reia y reia con sarcasmo – vaya,
fue mas facil de lo que crei. Ahora, si me lo permiten – se volteo
al niño hipnotizado y saco sus afilados colmillos,
acercandolos peligrosamente al cuello del chico.
Fue
cuando un resplandor morado aparecio de golpe, dandole de lleno a la
vampiresa enviandola al otro lado de la estacion, chocando con la
pared de piedra. Sango, Miroku e Inuyasha se sorprendieron con esto,
y fue cuando vieron como una figura oscura se ponia frente al chico.
Esa figura era nada mas y nada menos que una chica de unos 16 años;
tenia el pelo negro y largo, una piel blanca, unos pantalones negros
ajustados, una camisa negra con una chaqueta de cuero, unas botas
negras y unos lentes oscuros. Llevaba en sus manos una especie de
arco de plata. Se quedaba mirando a la vampiresa, cuando en su rostro
aparecio una sonrisa malefica.
-
Transilvania: ahhh! Quien eres tu? – preguntaba con odio. La
chica no respondio. Con su mano extendida, hizo un ademan y aparecio
una flecha con resplandor morado, el cual estiro en el arco
lanzandolo hacia la vampiresa, la cual logro esquivar ese tiro. –
Ja! Veo que eres una de esas guardianas de la noche
Inuyasha,
Sango y Miroku se sorprendieron y voltearon a ver a la chica;
efectivamente, era un guardian de la noche, porque tenia en la parte
posterior de su muñeca el símbolo de una estrella de
seis puntas con una luna; el símbolo de la luz.
La
joven se colgo el arco en su espalda, y comenzo a luchar con
Transilvania, causandole un gran dolor. Fue cuando la
vampiresa logro huir por poco. La chica misteriosa se acerco al
niño.
-
Inuyasha: que le piensas hacer? – la chica no contesto, y
tocando al niño hizo que este se quedara dormido.
La
chica lo dejo con cuidado en el suelo, y fue hacia Inuyasha, Sango y
Miroku para liberarlos.
-
Inuyasha: ni se te ocurra tocarme!
-
Sesshomaru: siempre tan agresivo, por que no tratas de
relajarte un poco?
-
Sango y Miroku: Sesshomaru!
Luego
de ser liberados, Sesshomaru les explico todo.
-
Sesshomaru: el nombre del niño es Shippou. Los vampiros
Transilvania y Transilberia iban tras el ya que parece ser una nueva
especie de Otro de la luz. Como ya lo note, y gracias a ti Inuyasha,
Transilberia esta destruido, pero Transilvania ira a avisarle a
Naraku sobre esto, y hay que tener cuidado. De todas formas, buen
trabajo muchachos.
-
Sango: y que piensan hacer con el niño?
-
Sesshomaru: ahora que los guardianes del dia saben de él,
tendremos que entrenarlo para que pueda defenderse a si mismo, y
quizas ser otro guardian. Por lo que vi, es un demonio zorro, sera
muy util.
-
Miroku: y dinos Sesshomaru, quien es esa belleza que nos
salvo?
Todos
se voltearon a mirar a la guardiana misteriosa, la cual se encontraba
cuidando a Shippou en el suelo. Al escuchar que hablaban de ella, se
paro y se acerco, quitandose los lentes negros y dejando ver unos
hermosos ojos café. Saludo a todos con una sonrisa alegre.
-
Sesshomaru: ella es Shikon, una guardiana de la noche que se
habia retirado por un tiempo por un pequeño problema que se
presento hace cinco años
-
Miroku: cinco años?
-
Sango: su nombre es Shikon?
-
Shikon: hola chicos! Me permiten curarlos?
Mientras
Shikon terminaba de curar a Inuyasha, quien era el último,
Sango, Miroku y Sesshomaru junto con el servicio de mantenimiento
trataban de restaurar el lugar y a los humanos dañados. Entre
Inuyasha y Shikon habia un silencio incomodo.
-
Shikon: eres un buen guardian, Inuyasha, solo un poco
despistado. A quien en su santo juicio se le olvida recargar la
linterna?
-
Inuyasha: feh!
-
Sesshomaru: bueno, ya esta todo arreglado. Pueden irse si
quieren, si hay otra mision les avisare. – comenzaba a irse – Ah!
Inuyasha – volteandose y mirandolo – puedes ir a lo de Jaken, ya
consegui mas sangre para ti. Y haganme el favor ustedes cuatro de
ponerse ropa normal durante el dia!
-
Inuyasha: tu no lo haces
-
Sesshomaru: soy tu superior – y se fue.
-
Sango: bueno – mirandolos a todos, luego de despertara a los
humanos con su lavado de memoria y restaurar el orden normal de la
estacion – parece que tenemos dos nuevos integrantes en el equipo.
-
Miroku: si, es un gusto tenerla a usted entre nosotros,
señorita Shikon
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Inuyasha: vamonos de aquí
