MI VIDA GRACIAS A TI.
Cap. II Una nueva oportunidad para ambos.
El Martes y el Miércoles los ensayos fueron normales, el único incidente fue el anuncio de Beni al resto de los componentes de la banda sobre su relación con Ian Yagami, sorprendiendo a más de uno. Por otro lado Matt estuvo esquivando las numerosas llamadas de Tai, el rubio aún no estaba preparado para una confortación directa sobre los nuevos sentimientos que habían despertado en él y por eso huía.
Todo estaba listo para el concierto del viernes, siendo el jueves la prueba de vestuario y de sonido en el recinto del concierto.
Por fin el gran día había llegado, a pesar de los nervios del concierto todos estaban ansiosos. Las pruebas de vestuario y de sonido habían sido un éxito. El aforo estaba completo y hasta la última entradas estaban vendidas, la gente Vip ya estaba alojadas, amistades y parejas de los componentes de la banda estaban ya expectantes.
El concierto dio comienzo siendo como siempre espectacular, más de dos horas y media de puro Rock y dance entre alguna que otra balada romántica que deleitó a pequeños y mayores. Cada uno de los componentes del grupo se dejó la piel, la música sonó mejor que nunca y la voz de Matt Ishida emocionó y conmovió a todos los presentes. Tras un par de canciones extras, solicitadas por los fans se retiraron para asearse para después acudir a la fiesta privada que se realizaba después de cada concierto donde acudirían autoridades del medio y los Vip's del concierto.
En la fiesta todo el mundo esperaba a los festejados que al aparecer les ovacionaron con numerosos aplausos y vítores.
Los más allegados de los chicos se encontraban allí y que no tardaron en felicitarlos por el magnífico concierto que habían realizado.
-Habéis estado increíbles – felicitó Ian Yagami a su chico nada más verlo.
-¡Ian has venido! – exclamó contento al ver a su amor – me dijiste que no ibas a poder venir – le dijo abrazándole por el cuello para besarle.
-Jeje era una sorpresa, has tocado muy bien – le comentó volviendo a besar sus labios con pasión.
-Gracias mi amor – le dijo recostando su cabeza en su hombro.
-Por cierto, es justo que felicite a los demás, Matt me has sorprendido como has cantado, ahora entiendo vuestro éxito – le comentó sonriendo mientras no dejaba de abrazar a su novio.
-Gracias Yagami, el éxito no es solo mío, jeje – le agradeció Matt – voy a ir a por algo de beber ¿queréis algo? – se ofreció a la pareja.
-No gracias Matt – respondió Beni - ¿Tú quieres algo Ian?.
-No gracias, ya tengo todo lo que necesito – le dijo mordiendo juguetonamente el cuello de Beni.
-Bien pues os veo luego – se despidió de la parejita.
-Mira que eres difícil de encontrar – se oyó una voz a su espalda mientras recogía su bebida.
-Errr ¿Tai? ¿qué haces aquí? – preguntó sorprendido Matt al encontrarlo en aquella fiesta.
-Beni me dio un pase para venir ¿hice mal? – preguntó inseguro.
-No... claro que no, es solo que no te esperaba aquí – le respondió nervioso Matt.
-Si tienes un momento me gustaría que habláramos, no te quitaré mucho tiempo – le pidió Tai sujetando fuertemente su copa.
-Yo verás... lo siento mucho pero ahora me es imposible, tengo una entrevista dentro de unos minutos... solo vine a buscar algo de beber – mintió nervioso, si cuando le vio de informal le impresionó ahora que vestía de Armani le quitaba el aliento. Si tenía que comprobar si le atraía pues lo acababa de comprobar en ese momento. La imponente figura de Tai le perturbaba más de lo que quería admitir.
-Pero solo será un minuto después ya no te molestaré más – le pidió sujetándole del brazo.
-Lo siento Tai pero deberá de ser en otra ocasión. Si me disculpas – le dijo soltándose de su agarre para escapar de allí lo antes posible.
-¡Espera Matt! – le gritó Tai pero el rubio ya había desaparecido entre la gente.
-¡Maldita sea Beni! – le gritó cuando lo encontró junto a Yagami - ¿cómo me has podido hacer esto? – le preguntó molesto.
-¿Qué te pasa? – le preguntó Beni sin comprender porque estaba su amigo tan molesto.
-¿¡Que... que me pasa!? ¿Por que has tenido que invitar a Tai a la fiesta? Me lo acabo de encontrar... me he sentido como un baka.
-¿Ocurre algo con Tai? – preguntó Ian Yagami sin entender.
-No... no ocurre nada cariño, es solo que Matt se pone nervioso al verle – le respondió Beni con burla.
-¡Beni cierra la boca! – le gritó furioso – para ti será gracioso pero para mi no lo es. He tenido que mentirle para escapar de él.
-¿Pero que sucede? – volvió a preguntar Yagami – Tai también se está comportando muy raro desde el viernes pasado. Siempre que lo veía me preguntaba por ti – le dijo a Matt - ¿Tenéis problemas?.
-No, claro que no, pero... – quiso decir Matt.
-Mira Matt sabes de sobra que tienes que hablar con él tarde o temprano, así que esta es la oportunidad perfecta – le comentó Beni.
-No, no lo es... no estoy preparado y no necesito que me presiones Beni. Hablaré con él cuando lo crea conveniente – le recriminó Matt.
-Creo que te equivocas Matt, cuando antes lo soluciones mejor – le comentó Beni.
-No ya te lo he dicho un millón de veces – le dijo enfadado – me voy a casa, dile a Seguru y a Yasako-sama que no me encuentro bien.. no sé diles lo que quieras, me largo – le comunicó a Beni.
-¡Pero no te puedes marchar! – le pidió su amigo pelirrojo – hay mucha gente que quiere verte y hablarte.
-Me da igual, me voy, nos vemos el lunes en el estudio. Adiós Beni, Yagami...
-Pero... – quiso protestar Beni pero se quedó con la palabra en la boca.
-¿A que ha venido todo esto? – preguntó sin comprender Ian.
-Es muy sencillo y muy complicado a la vez – le comentó Beni a su amante – Matt me matará si se entera de que te lo he dicho...
-Puedes estar tranquilo, no se lo diré a nadie – le prometió para que confiara en él.
-Matt a descubierto que se siente atraído por Tai-san y no sabe como afrontar la situación – le resumió brevemente.
-Pues valla... la cosa está delicada, cuando Tai se entere le va a dar algo.
-¿Por qué lo dices? – le preguntó Beni.
-Pues porque Tai ha perdido toda esperanza de tener una relación con Matt. Parece ser que siente algo por él también pero como cree que es hetero no ha intentado nada, eso es lo que me comentó el otro día que vino a verme a la oficina. Según sé hubo un malentendido entre ellos y por eso tiene tanto interés en hablar con él, quiere aclarar lo ocurrido, eso es lo que sé.
-Jajaja, valla par de bakas – se rió Beni al escuchar lo que Yagami le explicaba de su amigo Tai – el muy baka de Matt se cree que se acostó con Tai el pasado viernes y está molesto porque no recuerda nada por lo borracho que estaba...
-¡¿Qué se acostó con Tai?! – exclamó sorprendido Ian arrastrando a Beni a un lugar más discreto para seguir con aquella conversación.
-Eso es lo que él cree pero lo dudo – le comentó.
-¿Y entonces?
-Solo son sus conjeturas, el sábado pasado después de la borrachera que cogió despertó desnudo y compartiendo cama con un Tai también desnudo, por eso cree que tubo relaciones con él.
-Que extraño, Tai no es de esos, él no se aprovecharía de una situación como esa – aseguró Ian.
-Lo sé pero Matt está tan confundido con lo que siente que no ve más allá de sus narices – le dijo molesto.
-Pues menudo lío, hasta que no se aclaren entre ellos seguirán como hasta ahora – comentó Beni.
-Me temo que sí – le respondió Ian.
-Disculpa Ian – les interrumpió una voz conocida entre ellos - ¿Has visto a Matt? – preguntó esperanzado Tai.
-Ah¡ Hola Tai – saludó Beni – me temo que ha desaparecido, jeje, tenía algo que hacer a demás no se encontraba muy bien – le dijo nerviosamente Beni.
-Maldición... ya no sé que más hacer – dijo tristemente Tai – no me contesta las llamadas, me evita siempre que me ve... Solo quiero disculparme con él – les comentó Tai.
-Mira Tai, Matt es un poco especial – comentó Beni – ahora no está pasando por un buen momento. Deberás ser paciente con él, me gustaría ayudarte por eso te digo que seas insistente ¿puedo hacerte una pregunta? – le preguntó Beni a Tai.
-Claro Beni somos amigos, ¿no? – le respondió Tai.
-¿Te gusta Matt? – le preguntó directamente.
-Esto yo... – dudó en responder.
-Yo no diré nada te lo prometo – le dijo al moreno.
-Sí, me gusta mucho – le confesó – sé que es imposible algo entre nosotros, por eso me conformo con ser su amigo, no quiero que hayan malos entendidos entre nosotros.
-Me alegra oír eso Tai – le dijo Beni con una sonrisa – Puede que te parezca imposible iniciar una relación con Matt pero eso nunca se sabe – le dijo dándole esperanzas.
-Beni tiene razón Tai, la esperanza no la puedes perder sino mírame a mí, quien iba a decir que yo acabaría enamorado de un Don Juan como Beni y que él me correspondería – le dijo alegre.
-Pero eso es diferente Ian, Beni es gay como tú, tenías muchas más posibilidades de ser correspondido que yo – habló apesadumbrado.
-Te equivocas Tai, yo no soy gay – le respondió Ian – a mi no me gustan los hombres, solo me gusta Beni que es diferente. Si eso me sucedió a mí puede ocurrirle a cualquiera ¿quién sabe?.
-Sería un milagro, no ves como me evita siempre – le comentó Tai – de todas maneras gracias por vuestras palabras chicos, ahora será mejor que me valla a casa, mañana tengo trabajo. Tengo que preparar un nuevo caso que me dan la próxima semana así que me voy, que lo paséis bien chicos, ya nos veremos – se despidió Tai de la pareja.
-De acuerdo Tai y anímate hombre – le sugirió Beni.
-Gracias Beni – le respondió Matt estrechando la mano al amante de su mejor amigo.
-Ve con cuidado Tai, ya nos veremos durante la semana. Si necesitas cualquier cosa ya sabes donde encontrarme – le comunicó Ian.
-Lo sé y gracias de nuevo, nos vemos – se despidió.
La fiesta siguió su curso hasta altas horas de la mañana regresando cada cual a sus respectivas casas.
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Un nuevo fin de semana tranquilo para el vocalista de Teenwolf, descansando y componiendo nuevas canciones que podría utilizar más adelante. Como el fin de semana pasado Matt recibió varias llamadas de Tai que dejó sin contestar, tanta insistencia le estaba poniendo más nervioso.
A primera hora del Lunes, Matt se dirigió a los estudios, había que planificar las tareas de toda la semana, las nuevas promociones, organizar la sesión fotográfica y planear los nuevos clips de música.
Al llegar a las oficinas le avisaron que Yasako-sama le esperaba en su despacho, sin perder más tiempo se dirigió hacia allí, seguramente se trataría del asunto de su pleito con Sora.
Toc toc
-Adelante – alzó la voz Yasako-sama desde su despacho a la vez que revisaba unos papeles.
-Buenos días Yasako-sama, ¿me mandó llamar? – preguntó Matt después de saludar a su jefe.
-Ah! Matt-san pasa, sí te llamé llamar, es referente al asunto de Sora-san – saludó el dueño de Yasako Record's al ver entrar al rubio – Dentro de unos minutos el Bufete de la empresa me enviará a su mejor hombre para estos casos. Él se encargará de su demanda, me han dicho que es el mejor. Os reuniréis durante la mañana, así que quedarás libre del trabajo, por hoy te tomarás el tiempo que necesites. Para hoy había programado la sesión de fotos y el clip promocional, así que los chicos empezarán con el reportaje individual, cuando hallas acabado te unirás a ellos – le informó
-Muchas gracias Yasako-sama, no sabe cuanto se lo agradezco, recuperaré el tiempo que pierda después de acabar con la demanda le aseguró el vocalista.
-No será necesario Matt-san, yo siempre velo por mis estrellas, jeje, además estoy muy contento con el trabajo que estás haciendo – le comunicó Yasako.
-De todas formas se lo agradezco – le respondió Matt - ¿Puedo preguntarle algo? – le pidió Matt.
-Claro Matt-san, lo que sea.
-¿Conoce al abogado que llevará mi caso? Me gustaría la mayor privacidad sobre esto, ya me entiende – preguntó curioso el rubio.
-Puedes estar tranquilo por eso. Todo lo que se hable en nuestros despachos o en los suyos es confidencial. Los abogados de Spencer & Long son de lo mejor. Llevo muchos años trabajando con ellos y hasta ahora nunca me han defraudado – le aseguró.
-Es que no quiero que se dé mucho rebombo a este asunto, aunque me extraña que Sora no lo halla sacado aún a la luz.
-No te preocupes por eso, mis abogados ya le avisaron que podía tener problemas si desvelaba algo sobre el caso antes de que salga la resolución del juez. Eso de momento frenará las ganas de explotar tu resolución – le habló con tranquilidad Yasako-sama.
Toc toc – volvieron a llamar
-Yasako-sama – se asomó Aya por la puerta del despacho con una sonrisa amable.
-Dime Aya – le respondió Yasako.
-Acaba de llegar el abogado de Spencer & Long, ¿quiere que lo acompañe hasta la sala de juntas? – le preguntó solícita la muchacha.
-Me parece perfecto, dile al abogado que Matt-san irá enseguida – le comentó.
-De acuerdo Yasako-sama – le respondió Aya tras desaparecer de detrás de la puerta.
-Bueno Matt-san llagó la hora, si necesitas cualquier cosa me lo dices puedes confiar en el bufete – le volvió a asegurar a su estrella de Rock.
-Muchísimas gracias – le agradeció haciendo una reverencia – si me disculpa iré a hablar con su abogado – se despidió Matt saliendo del despacho para dirigirse a la sala de juntas donde le esperaba el abogado que llevaría su caso.
En pocos minutos estuvo frente a la puerta de la sala en cuestión, respiró profundamente y entró decidido encontrando dentado de espaldas a él a un hombre trajeado y de cabello castaño y largo por encima de los hombros, observando su portafolio que descansaba sobre la mesa de la la sala.
-Buenos días – saludó Matt al entrar al desconocido.
-Buenos di... – respondió el abogado mientras se giraba para dar la mano a su supuesto cliente, pero las palabras se le atragantaron en la garganta al reconocer a quien tenía que representar.
-¿Pero que...? – exclamó Matt sorprendido - ¿Qué haces tú aquí? – le preguntó nervioso.
-Matt-san yo... no tenía ni idea de que tú eras mi cliente – quiso defenderse de la mirada acusadora de Matt al verlo allí.
-¿Cómo es posible? – dijo incrédulo y nerviosos Matt sin poderse mover de donde estaba de pie.
-Yo... Dios, esto es muy violento Matt, no quiero que pienses nada raro, yo llevo varios años trabajando para Spencer & Long. El Viernes pasado me dieron tu caso, lo estuve revisando pero no puse atención sobre el nombre del cliente, bueno, yo... nunca lo hago para no influir en mi proceder... por eso no sabía que se trataba de ti, te lo juro, hace un momento revisaba tu reporte y en el, viene el nombre de Ishida Yamato... no caí en asociar tu nombre – se intentó excusar Tai.
-Yo... no sé que decir... me has sorprendido, no sabía que eras abogado y que mucho menos trabajaras para Yasako-sama – le comentó ruborizado sentándose nerviosamente al lado de su supuesto abogado.
-Bueno la verdad es que no hemos tenido mucho tiempo para hablar entre nosotros – le habló con sinceridad el joven abogado – yo tampoco sabía que tú eras uno de los representados por Yasako-sama.
-Jeje supongo que estás en lo cierto – le dijo intentando controlar sus nervios.
-Mira yo – dijeron los dos al mismo tiempo para romper el incómodo silencio que les había embargado.
-Lo siento, jeje – se rió avergonzado Matt – Tú primero.
-No por favor, tú primero – le sugirió Tai.
-Bueno yo... quería disculparme... no he sido muy sociable durante estos días – le confesó nervioso.
-Lo sé – se volvió a reír Tai – pero no importa, imagino que estás algo incomodo conmigo después de aquella noche... pero antes de que digas nada me gustaría explicarte que sucedió – le pidió Tai.
-No es necesario – le respondió alterándose Matt.
-Sí, sí lo es y aprovechando que ahora estamos solos y que nadie nos va ha interrumpir quiero explicarte, no me iré de aquí sin darte una explicación a todo – le aseguró Tai recuperando la seguridad que solía tener normalmente.
-Pero no... – quiso protestar Matt para evadir el tema.
-No por favor Matt-san. Sé que te incomoda que yo sea gay y más después de despertarte en casa de Ian Yagami durmiendo a mi lado y estando los dos desnudos... Imagino que te habrás imaginado cientos de cosas en las cuales no saldré muy bien parado pero debo decirte que...
-¡No me tienes que decir nada! – le gritó sonrojado poniéndose de pie con la intención de salir de aquella sala para evitar seguir escuchándole.
-¡Pero es necesario! – le gritó también sujetándole del brazo para que no se marchara – por favor Matt-san, no te marches, déjame explicarme... a pesar de lo que parecía, debes creerme, jamás te toque, no quise aprovecharme de la situación aunque debo confesarte que me costó controlarme – le confesó sonrojado desviando su mirada de la cara roja y sorprendida de Matt.
-¡Quee! – dijo incrédulo el rubio - ¿qué tú no...? ¿qué yo no...? ¿qué no nos acostamos? – preguntó sorprendido.
-No – respondió con tristeza mirando al suelo para volver a sentarse en la sala de reuniones – yo no podía hacer algo así... sería muy rastrero por mi parte... estabas borracho y no sabías que hacías, eso y sumado que no eres gay... sería un desgraciado si te hubiera forzado a tener relaciones conmigo, no sin tu consentimiento – le explicó por fin Tai.
-Y si no nos acostamos... ¿por qué estábamos desnudos y en la misma cama? – le preguntó intrigado sin poderse sentir calmado del todo.
-¿Recuerdas que te sentiste mal y te mareaste? – le recordó Tai.
-Sí lo recuerdo, pero después de eso ya no recuerdo nada más – le aseguró el rubio vocalista.
-Pues después de tu mareo estuviste a punto de caerte al suelo... yo te sostuve en brazos para que no te golpearas ya que estábamos de pie y de pronto... nos vomitaste encima – le comentó sonriendo al recordar la extraña escena.
-¿¡Que yo que!? – gritó incrédulo.
-Sí, jeje, creo que vaciaste todo lo que habías bebido porque me pusiste perdido y a ti también. Después de vomitar caíste dormido... tuve que desvestirte para darte una ducha rápida y lavar tu ropa la cual dejé en el baño para que se secara, luego te acosté en la cama. Como ya estabas dormido aproveché para darme una ducha y lavar mi ropa también, al principio tuve la intención de regresar a mi apartamento pero mi ropa también estaba empapada así que decidí quedarme en la habitación. Acomodé lo mejor que pude el sofá de Ian para dormir pero como no encontré ropa de cama en la habitación a media noche tuve frío y me metí en la cama. Te juro que no te toque ni me aproveché de la situación... iba a marcharme antes de que despertaras para que no me encontraras allí pero seguramente me quedé profundamente dormido – terminó de explicar su pequeña odisea bastante avergonzado.
-¿Eso fue lo que pasó? – le preguntó algo dudoso.
-Te doy mi palabra Matt-san, no me gustaría que un malentendido como este rompiera nuestra amistad.
-Yo... te confieso que le he dado muchas vueltas al asunto Tai-san y no sabía como comportarme ante ti... no estaba seguro de lo que había sucedido y me daba vergüenza preguntártelo, pero ahora... jeje creo que hice una montaña de un grano de arena – le confesó arrepentido Matt.
-Lo siento Matt-san, espero que no estés enfadado conmigo.
-Tranquilo Tai-san, me has quitado un peso de encima, jeje – se rió más relajado Matt.
-Supongo que sí, jeje – se rió sonrojado – el pensar que alguien pudiera haber abusado de ti no debería de ser muy agradable y menos si es alguien de tu mismo sexo y sin ser gay.
-Pues sí, jeje – le aseguró – ¿pero sabes una cosa? Estaba más preocupado por no recordar nada que por que por ser tú quien se acostara conmigo – le dijo con una sonrisa traviesa.
-¡Quee! – exclamó sorprendido – pero tu no eres...
-Lo sé, pero cada acto tiene sus consecuencias y a mí me gusta ser conciente de cada una de ellas por más extrañas e insólitas que sean – le explicó Matt sonriéndole encantadoramente.
-¿Entonces quieres decir que si no te hubieras desmayado te hubieras acostado conmigo si te lo hubiese pedido? – le preguntó más que sorprendido.
-No estoy diciendo eso, no soy gay lo sabes pero si me sintiera atraído por algún hombre me gustaría estar consciente en el momento que estuviéramos juntos – le respondió sinceramente.
-¿Habría posibilidad de que te sintieras atraído por un hombre? – preguntó esperanzado Tai.
-Por un hombre no pero por ti no lo sé – le dijo medio en broma medio en serio – y ahora que está todo claro, ¿te importaría concentrarte en mi caso? Tengo trabajo y Yasako-sama no creo que me dé más de un día de permiso – le dijo sonriendo.
-Esto... – tartamudeó nervioso por la respuesta escuchada por el rubio – Matt-san esto... sí claro, lo siento pero prométeme una cosa – le pidió Tai.
-¿El que? – le preguntó Matt.
-Que continuemos esta conversación en otro momento – le preguntó aún con más esperanzas.
-Está bien pero primero el trabajo – le dijo dedicándole una hermosa sonrisa que sobrecogió al abogado.
-Perfecto – le respondió.
Las siguientes tres horas estuvieron dedicadas exclusivamente al caso de separación y de la denuncia de Sora. Tai mientras le explicaba las diferentes maneras de llevar el caso le pidió cualquier documento, dato y recorte publicitario donde su hiciera constancia de que eran una pareja. Matt tubo que explicar con todo detalle que tipo de relación tenía con la demandante, desde que se conocieron hasta su ruptura. También le pidió un listado de todas sus propiedades y de las posibles aportaciones que pudo efectuar Sora durante la relación, ya fuera en efectivo como en propiedades. Otro dato imprescindible era enumerar todos los regalos efectuados a su ex pareja durante la relación. Gracias a toda esa información ayudaría a apoyar la teoría de que la demandante era mantenida exclusivamente por el demandado, llegando a entregarle más de lo que le correspondía en realidad.
Otros puntos a favor del cantante eran las constantes infidelidades de esta, teniendo numerosas fotos bastantes explícitas que sumado a varios reportajes de diferentes revistas apoyarían aún más la defensa a favor del demandado.
A la hora de la comida hicieron un receso para ello, desplazándose al un restaurante cercano a los estudios de grabación donde aprovecharon para conocerse algo mejor.
Ambos disfrutaron de su mutua compañía pasando el tiempo casi sin darse cuenta, a eso de las cuatro regresaron a los estudios para acabar de concretar algunos detalles pero el tiempo se les echó encima teniendo que continuar otro día al ver que no podían planear todo en un solo día. Eran las 6 de la tarde cuando Matt y Tai se despidieron prometiéndose llamar concretar la hora para acabar con los papeles del caso y para acabar con la conversación inclusa.
Después de marcharse Tai, Matt bajó a los estudios fotográficos que poseía la compañía para comenzar con su trabajo.
-¡Vaya hombre, por fin apareces! – le gritó Izzy al ver entrar a Matt al estudio mientras posaba para el fotógrafo.
-Lo siento chicos, estuve ocupado con el abogado de Yasako-sama – les comentó a Izzy y a los demás mientras se acercaba a ellos.
-¿Y como ha ido todo? – le preguntó curioso Tk viendo a su hermano bastante tranquilo mientras lo sentaban el una butaca que utilizaba los estilistas para comenzar a peinar y maquillar a la estrella de la banda.
-¿Cómo le va ha ir? – exclamó Beni burlón que esperaba con una bata y traje de baño, su turno para ser fotografiado – según tengo entendido ha estado muy bien acompañado. Aya la secretaria dice que el abogado era todo un bombón, jeje – se rió Beni.
-Siempre estás igual Beni – dijo burlón Omi – como se entere Yagami que te fijas en otros se va a poner furioso, jeje – se rió.
-El que tenga novio no significa que tenga que ser ciego Omi, ciego y sin gusto – le dijo algo molesto.
-¿A que no te imaginas quien es mi abogado? – le preguntó a Beni, Matt con una sonrisa.
-¿Le conozco? – Preguntó Beni impaciente y curioso.
-Sí, jeje, sí lo conoces – le dijo haciéndose el interesante.
-¿Y quien es? – le preguntó más curioso todavía
-Es Tai – le comunicó sin perder su sonrisa al escuchar el nombre de su amigo del cual siempre huía
-¡¡Es Tai!! – exclamó sorprendido.
-Sí, jeje, yo me sorprendí tanto como tú cuando me lo encontré en la sala donde Yasako-sama nos había reunido.
-¿Habéis hablado de eso...? – le preguntó en voz baja para que los demás no lo oyeran.
-Sí, más o menos, ya está todo aclarado – le respondió tranquilo.
-¿Y bien? – quiso saber el pelirrojo.
-Ya te lo explicaré chismoso, ahora a trabajar – dijo alegre.
-Veo que fue mejor de lo que te esperabas, jeje estás demasiado alegre tratándose de Tai – dijo contento Beni al ver a su amigo feliz como siempre.
La sesión fotográfica continuó con las fotos del grupo al completo. Fotos que se utilizarían para posters de promoción, para reportajes de conocidas revistas musicales y las tan deseadas fotos sexys para las fans.
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Al día siguiente Matt recibió la llamada de Tai, habían quedado para verse el viernes para ultimar los últimos detalles antes de la vista preliminar.
En uno de los descansos de ese día Matt aprovechó para explicarle lo sucedido a Beni sobre aquella confusa noche. Sin poderse resistir Beni se rió por la surrealista situación y sobretodo por la paranoica reacción sin sentido de su amigo sobre el asunto. De todas maneras Beni se alegró por Matt al ver que comenzaba a irle bien las cosas a su compañero, ya que intuía que Matt estaba sintiendo algo más que una simple amistad por el amigo de Ian.
El resto de la semana pasó con rapidez, por momentos se sentía nervioso por tener que verse de nuevo con Tai pero aún así deseaba que llegase ese esperado Viernes.
Durante la mañana del Viernes tanto Matt como los chicos de la banda tuvieron que asistir a la grabación de un programa de TV, era una entrevista sobre ellos y su nuevo disco. La grabación duró varias horas, para la hora de comer regresaron al estudio donde Matt recibió un mensaje de Tai.
Por motivos de trabajo no podía asistir esa tarde a su cita con él pero que intentaría pasarse por su casa en cuanto pudiera, Matt aceptó algo perturbado por tener que verlo en su propia casa.
La jornada laboral de Matt acabó sobre las 8:30 de la tarde despidiéndose de los chicos para marcharse a casa. Nada más llegar fue a tomar una ducha para relajarse y ponerse cómodo para esperar a su abogado.
Para hacer tiempo se dirigió a la cocina para preparar una cena ligera y fría, una buena ensalada fresca con un surtido de embutidos y patés, para el postre seleccionó las mejores fresas que tenía para servirlas con nata, como último un buen vino para acompañar y listo.
Al cabo de veinte minutos se oyó el timbre de la puerta, vestido con un fino pantalón de lino blanco y unas cómodas sandalias fue abrir la puerta. Era Tai que con su maletín y su traje Gucci llamaba nervioso por haber llegado tan tarde.
-Buenas noches Matt – saludó con un apretón de manos – lamento haber venido tan tarde, estuve retenido en el bufete hasta ahora.
-Buenas noches Tai – le devolvió el saludo – pasa por favor no te quedes en la puerta – le dijo apartándose para dejarle entrar.
-Matt, si prefieres lo podemos dejar para otro día, me imagino que estarás cansado y querrás descansar – le comentó dudoso al ver lo sensual que estaba el rubio solo con esos pantalones que no mostraban pero insinuaban mucho.
-No tranquilo, ya que estás aquí no voy a hacerte marchar además he preparado una cena ligera, ¿has cenado ya? – le preguntó a Tai haciéndole pasar hasta el comedor.
-No todavía no, pero gracias por la molestia – le respondió.
-No es molestia hombre, ven siéntate y ponte cómodo.
Tai se quitó la chaqueta del traje y la corbata para poder desabrocharse los primeros botones de su camisa blanca. Matt llevó la cena al comedor, una vez puesta en la mesa sirvió dos copas de vino entregándole una a su invitado.
-He estado revisando toda la documentación, solo falta que revises unos papeles y me entregues las relaciones que te pedí, regalos, propiedades, etc, tanto tuyas como de tu ex – le comentó sentándose en la mesa.
-Me parece bien, las listas las tengo en mi despacho, luego te las traigo, ¿para cuando en la vista? – preguntó Matt mientras cenaban.
-Será para el Martes que viene, ya hablé con Yasako-sama, me dijo que tendrías el día libre para poder ir a los juzgados – le comentó entre bocado y bocado.
-Perfecto, cuando antes acabe todo esto mejor – le dijo esperanzado Matt - ¿cómo ves el caso? ¿crees que ganaré? – le preguntó dudoso.
-Claro que sí hombre, no debes preocuparte, es un caso sencillo, normalmente se suelen solucionar en la primera vista, no creo que tu caso sea distinto ¿sabes si ya se ha hecho público la separación?.
-En algunas revistas del corazón a salido algo pero nada en concreto solo se supone que estamos pasando una crisis. ¿Te encuentras bien Tai? Pareces cansado – le comento mirando las ojeras visibles del moreno mientras retiraba los platos de la cena para servir el postre.
-Sí estoy bien solo un poco cansado – le respondió con una sonrisa.
-Pues deberías descansar, tienes ojeras y pareces agotado. De postre tengo fresas con nata o si prefieres te puedo preparar café o te, como quieras – le ofreció Matt.
-Un té estaría bien, gracias y sobre descansar sé que debería hacerlo, pero es que tengo un caso muy importante entre las manos a parte del tuyo y no me puedo permitir el lujo de perder más tiempo – le comentó ayudando a llevar los platos a la cocina de Matt.
-¿Tan importante es que no te puedes permitir descansar? – le preguntó al moreno sorprendido – deberías distanciarte un poco de tu trabajo, lo sé por experiencia, a demás no hay ningún cliente que valga más que tu propia salud – le dijo en tono de regaño mientras calentaba agua para el té.
-Lo sé pero este caso en distinto... es algo personal y que me importa demasiado, no puedo perder este caso, no otra vez – le dijo mostrando su tristeza al recordar lo que le pasó meses atrás.
-Oh, lo siento Tai, no debí hablarte así sin saber de que se trataba, lo siento – le dijo avergonzado al notar que ese era un tema delicado para Tai – sé que nos conocemos de poco pero si necesitas hablar de eso o de cualquier cosa puedes contar conmigo – le dijo situándose delante de él para mirarle el rostro de tristeza que tenía en esos momentos mientras estaba apoyado sobre el mármol de la cocina.
-Te lo agradezco Matt... – le dijo con una sonrisa – no es algo de lo que me guste hablar, muy pocos saben la historia, a decir verdad solo Ian la conoce... – le comentó con dificultad.
-Tai si no quieres contármelo no lo hagas, no importa – le habló sin comprender el nudo en el estómago que se le había formado al ver lo afectado que estaba tai por ese supuesto problema que tenía.
-No te preocupes Matt, Ian dice que me sentará bien contárselo a alguien más... a demás tarde o temprano te enterarás ya que para mí eres alguien especial y no quiero tener secretos contigo – le confesó al rubio.
-Valla gracias por considerarme alguien especial – le dijo con una sonrisa complacida a la vez que le retiraba un mechón de pelo castaño que le caía sobre la cara sin poder contener las ganas al acariciar su mejilla al hacer ese acto.
-¿Te gustan los niños, Matt? ¿has pensado alguna vez tener hijos? – le preguntó de pronto sin parecer que esa pregunta tuviese relación con lo que le pasaba.
-Bueno... sí me gustan pero tener hijos... no sé antes me hubiera gustado pero siempre supe que Sora no sería la madre adecuada para ello y ahora... no sé me parece que será difícil... – le dijo con sinceridad.
-¿Pero te gustaría tenerlos si pudieras? – le preguntó Tai impaciente.
-Sí claro que me gustaría, pero ¿a qué viene esa pregunta? – le preguntó a Tai.
-¿Qué dirías si te dijera que yo tengo un hijo? – le preguntó con cierto temor a la respuesta de Matt.
-¡¿Un hijo?! ¿tú? – exclamó sorprendido - ¿lo dices en serio?.
-Sí, tengo un hijo... se llama Aki y dentro de dos días cumplirá doce meses – le explicó con gran ternura al hablar de su hijo.
-Valla... no lo sabía, no me lo hubiera imaginado, ¿por eso me preguntaste si me gustaban los niños?
-Supongo que el saber que tengo un hijo te hará sentir incomodo y a lo mejor te replanteas el querer estar conmigo – le dijo con dolor pensando el posible rechazo.
-El que tengas un hijo no significa que no podamos ser amigos – le dijo sonriendo.
-No me refiero a eso, sabes que mi intención contigo es ser algo más que eso, tu me gustas Matt, me gustas mucho por eso te he querido contar mi secreto – le confesó.
-Ya lo sé tonto – le dijo acercándose a Tai para apoyarse sobre los hombros de Tai para mirarlo fijamente – no me importa que tengas un hijo, tu sabrás los motivos que tuviste para tener un hijo no me tienes que dar explicaciones.
-Gracias Matt – le agradeció Tai escondiendo su rostro entre los brazos de Matt que se apoyaban en sus hombros – eso significa mucho para mí – dijo apenas con un susurro de voz.
-Pues si es tan importante para ti porque pareces no estar muy contento con ello – le comentó levantándole la cara para ver que numerosas lágrimas luchaban por salir de los ojos marrones de Tai.
-Es una larga y complicada historia – le comentó limpiándose las lágrimas antes de que estas cayeran.
-Pues si quieres me la puedes contar, te guardaré el secreto – le dijo guiñándole un ojo – anda ve a sentarte al sofá ahora te llevo el té – le sugirió separándose de él para empujarlo fuera de la cocina.
-Está bien – le dijo sin mucho ánimo.
Tras unos minutos Matt apareció con una bandeja con dos tazas de té y un azucarero, dejándolo en la mesita baja que tenía en el salón. Tai permanecía inmóvil sentado en el sofá sujetándose la cabeza con las manos y con expresión derrotada.
-Toma Tai tu té, bébetelo pronto te sentará bien – le dijo entregándole su taza de té - ¿te sientes mejor? – le preguntó al verle beber un par de sorbos.
-Mejor gracias – le respondió recostándose sobre el sillón.
-Me imagino que tu problema está relacionado con tu hijo, ¿no? Si no quieres contármelo...
-No... no es eso Matt, es solo que aún me afecta más de lo que quisiera admitir – le comentó.
-¿Es por la madre de tu hijo? ¿no te deja verlo? – le preguntó Matt para facilitarle la explicación.
-Ojalá fuera eso – le comentó con una sonrisa triste – la madre de mi hijo era alguien muy especial para mí... la adoraba... era guapa, lista, la mujer que cualquier hombre desearía como esposa...
-¿Por qué dices que era? Ella no estará... – le preguntó con miedo y algo de celos al oír tan bien de ella.
-Sí... ella murió hace ocho meses... en un accidente de coche... desde entonces todo a sido un infierno, en ocho meses lo he perdido todo – le dijo con dolor.
-¿Yo pensaba que tú eras gay? – le preguntó Matt confundido viendo como Tai hacía verdaderos esfuerzos para contárselo sin echarse a llorar.
-Y lo soy, jeje. Ya te dije que era una historia complicada. Verás todo empecé cuando yo vine a vivir aquí a Tokio, en el último año de primaria, ese año conocí a Lena, la madre de mi futuro hijo. Desde el principio Lena ya demostraba su carismático carácter, era la chica más popular del colegio, muy pronto nos volvimos grandes amigos, íbamos juntos a todas partes... nunca nos separamos más de unos cuantos días desde primaria hasta la universidad. Nuestra amistad tan estrecha siempre daba que hablar a todos creyendo que éramos pareja, ella se convirtió en mi amiga, confidente, mi hermana – le fue contando mientras tomaban té.
-Veo que os llevabais muy bien – le dijo con envidia Matt.
-Sí ella se convirtió en mi pilar y yo en el suyo. Los años fueron pasando, nos contábamos todo y hablábamos de nuestros planes de futuro.
-¿Ella sabía sobre tu inclinación sexual? – le preguntó curioso.
-Claro que lo sabía, algo tan importante no se lo podía ocultar hasta en un par de ocasiones me aconsejó sobre un par de chicos que me gustaban en la Universidad – le comentó a Matt sonriendo al recordar las locuras que habían hecho juntos – los estudios finalizaron y juntos buscamos nuestro primer trabajo, nos ayudamos a buscar el apartamento adecuado para cada uno, todo. Las cosas nos iban bien, lo compartíamos todo pero cada uno tenía su propia privacidad y su vida personal. Las cosas iban viento en popa hasta que la familia de Lena comenzó a presionarla, querían que formalizásemos nuestra relación ya que creían que éramos pareja, querían que nos casáramos y formáramos una familia. Le dije que por mí podría decirle la verdad sobre mí, que era homosexual, pero si eso ocurría presionaría más a Lena para que buscara marido y eso la ponía en un grave compromiso ya que Lena era...
-¿No me digas que Lena era lesbiana? – le dijo Matt incrédulo a Tai.
-Pues sí, entre los dos nos cubríamos de las apariencias – le respondió con sinceridad – por eso ella no quería que le buscasen marido. Las presiones iban en aumento y Lena comenzaba a angustiarse. Un día Lena hablando de planes de futuro me comentó su deseo de ser madre, deseaba tener un bebé, ser madre soltera así las presiones de su familia dejarían de agobiarla.
-¡¿Te acostaste con ella por que quería un hijo?! – exclamó escandalizado Matt sintiéndose celoso.
-¡¡No!! Claro que no Matt, jeje. Ella me propuso ser yo él padre ya que estaba en una situación similar a la suya, de forma natural no podríamos ser padres. Me lo pensé un poco y después accedí, quien mejor que Lena para ser la madre de mi hijo.
Fuimos a un centro especializado de reproducción asistidas y tras unas pruebas Lena consiguió quedarse embarazada. Durante su embarazo Lena se vivo a vivir conmigo, me encargué de ella y lo dispusimos todo para el bebé. Con el embarazo no hubo problemas y Aki nació a los nueve meses, fue algo increíble, era tan pequeñito y tan bello, lloré emocionado cuando lo sostuve en brazos con apenas segundos de vida. Jamás pensé que podía ser más feliz, tenía a Aki, a Lena, un buen trabajo en el Bufete. A ambos nos costó adaptarnos al bebé pero valía la pena, cada minuto que pasábamos juntos recompensaba cualquier noche en vela o de preocupación. La presión familiar cesó al saber del nacimiento de nuestro hijo y nos dejó de molestar, gracias a ello tanto Lena como yo retomamos nuestras vidas privadas, yo comencé a salir con algunos chicos de vez en cuando quedándose Lena con Aki y al revés, cuando Lena tenía alguna cita yo me quedaba con nuestro pequeño.
Un día Lena me confesó que había conocido a alguien especial, se conocieron en el tribunal penal de Tokio, Misao que así me dijo que se llamaba la chica en cuestión, trabajaba como pasante en el bufete contrario en un caso de caso que defendía, según me dijo el flechazo fue directo y pronto quedaron para tomar algo después de finalizar la demanda. Durante dos meses se estuvieron viendo casi a diario incluso me la llegó a presentar, era una chica muy agradable y me sentí feliz por ellas. Muchos fines de semana estuvimos los tres juntos con Aki.
En el mes de Febrero para el día de San Valentín, obsequié a Lena y a Misao a una velada romántica en la cabaña que tengo cenca de Osaka, pasarían unas cortas vacaciones románticas en intimidad, solo era una semana porque ambas tenía trabajo que realizar pero procuré que no les faltara de nada y que nadie las pudiera molestar. Ambas les entusiasmó la idea y me dieron las gracias reiteradas veces, jeje – sonrió con nostalgia por el recuerdo – y entonces sucedió... El siguiente domingo de su partida, ellas tenían que regresar a Tokio sobre las 8 de la tarde, les preparé un a cena de bienvenida vistiendo a Aki con su mejor trajecito para recibir a su mami. Lo recuerdo como si fuera ayer... a eso de las 9 comencé a inquietarme por que no habían noticias de ellas, las llamé a ambas al móvil pero no contestaban ninguna de las dos, eso me puso muy nervioso. Las 10 y seguían sin aparecer, llamé a casa de Lena y de Misao, por si habían decidido quedarse en alguna de sus casas pero fue en vano. Las 11:30, yo ya estaba desesperado, estaba convencido de que algo había sucedido. Llamé a su madre y ella no sabía nada de Lena... a las 12:30 comencé a llamar a todos los hospitales que se encontraban en la ruta de Osaka a Tokio y no habían rastro de ellas, recuerdo que también llamé a la policía contándoles la desaparición de Lena y Misao, para entonces estaba ya con un ataque de nervios, sabía que a Lena le había pasado algo y me sentía impotente sin poder hacer nada. A la 1:30 la policía de Tokio me llamó diciéndome que habían encontrado a Lena y que estaba en el Hospital Central a causa de un accidente que había tenido. Si dejar explicar al policía que me llamó colgué temblando, rápidamente cogía a Aki y sus cosas, las llaves del coche y me marché directo al hospital, desde el coche llamé a la madre de Lena para explicarle la situación y para que vinieran a recoger a Aki ya que el hospital no era un sitio adecuado para él ya que mi intención no era separarme de Lena. Cuando llegué al hospital me recibió enseguida el médico que atendía a Lena confirmándome mis temores. Misao estaba gravemente herida pero estable pero Lena... su situación era crítica, según decía el atestado del accidente el coche de Lena fue sacado de la carretera por un conductor borracho cayendo por un barranco de considerable altura... las posibilidades de sobrevivir eran escasas por no decir nulas. Entonces mi mundo se vino abajo – le explicó Tai dolor y con la voz
Quebrada, sus ojos se habían vuelto a llenar de lágrimas.
-Tai, si no quieres hablar no importa... no quiero hacerte recordar algo tan doloroso para ti – le dijo angustiado Matt dudoso en abrazar o no al moreno.
-No importa, snif snif, pero tengo que sacarlo de dentro de mi... no puedo aguantar esta pena por más tiempo, me siento solo y ya no puedo más – dijo avergonzado y desesperado dando rienda suelta a sus lágrimas.
-Ssssshhhhh tranquilo Tai – le dijo Matt acercándose a él para quitarle la taza de té que sujetaba fuertemente para luego abrazarlo cariñosamente haciendo recostar la cabeza morena sobre su pecho para tratar de consolarlo – no te preocupes ahora ya no estarás solo... me tienes a mí, si te sientes mejor y quieres contarme hazlo, sácatelo de dentro... debes expulsar todo ese dolor.
-Snif... snif gracias Matt, hasta ahora creí que podría con esto, me hacía el fuerte y el duro cuando no lo era y ahora que te he conocido... yo... – quiso decirle pero se calló avergonzado mientras notaba como los latidos del corazón de Matt lo tranquilizaban un poco.
-¿Qué pasa conmigo? – le preguntó sin ningún tipo de reproche.
-Yo... me siento expuesto ante ti... desde que cometí el peor error de mi vida no he dejado que nadie llegase a mi corazón y ahora tú has roto mis barreras, yo... no lo entiendo... apenas nos conocemos pero... me he enamorado de ti... he permitido abrir mi corazón y todo ese dolor que guardaba dentro de mi está saliendo ahora – le confesó sin atreverse a mirar la cara del rubio.
-Valla Tai... no sé que decir a eso, todo esto es muy precipitado para mí ya que yo... – quiso decirle a Tai.
-Snif... snif, no tienes que decirme nada Matt, soy consiente de mis posibilidades, yo... me conformo con que seas mi amigo, solo quiero que deje de doler tanto y de sentirme culpable de la muerte de Lena y de la perdida de Aki – le confesó Tai con dolor.
-Tai, mírame – le dijo obligando a levantar la barbilla para ver esos hermosos ojos cafés bañados en lágrimas – puede que sea precipitado o incluso falso que te diga que yo también te amo – le comentó viendo como esos ojos de oscurecían aún más en pena – aunque me gustaría decirte que siento lo mismo que tú pero no sería justo para mi, estoy confundido, todo esto es nuevo para mi, yo jamás había sentido nada parecido a lo que siento por otro hombre y la verdad me asusta un poco. Quizá solo necesita algo de tiempo y valor para admitirlo pero... Tai, quiero que sepas que te has vuelto alguien muy importante para mí, me has devuelto la alegría y las ganas de vivir – le confesó mirándole a los ojos.
-Me alegro que al menos a ti te pueda ayudar en algo – le dijo apesadumbrado desviando la mira fuera del alcance de la mira azul.
-No digas eso Tai, mírame – le pidió seguro de si mismo – tu ayudas a más personas de las que crees y no lo digo por tu trabajo, eres una persona increíble y aunque no te puedo decir ahora que te amo si puedo decirte que me gustas... me gustas mucho – le confesó sonrojado mirando como las pupilas de Tai se dilataban por la sorpresa – dame tiempo y te prometo que esa palabras saldrán de mi una y otra vez, estoy seguro – le dijo con una sonrisa dulce.
-Matt yo...
-Shhhhh – le silenció con un dedo sobre sus labios para luego volverlo a acercarlo a su pecho para que descansara en él – descansa Tai, estas muy cansado y eso no es bueno – le dijo arrastrando su cuerpo y el de Tai hasta quedar tumbados en el sofá disfrutando de su mutua compañía.
-Gracias Matt – le dijo sin poder dejar de derramar lágrimas mientras se aferraba al pecho del rubio en un agradable silencio –Matt – le llamó.
-¿Sí? – le respondió mientras acariciaba algunos mechones de pelo castaño para tranquilizarlo.
-Me gustaría acabar de contarte lo que sucedió – le comentó en apenas un susurro.
-¿Estás seguro? No quiero que sufras más por ello Tai, no me gusta verte así – le dijo mirándolo a los ojos aprovechando que había levantado la cabeza Tai para observarle.
-Sí estoy seguro, quiero que sepas que clase de persona soy – le dijo despreciándose él mismo.
-Como quieras, si te hace bien te escucharé – le respondió Matt.
-Lena estuvo agonizando varios días... al final su corazón no lo resistió y murió de un paro cardiaco... durante los dos días que tardó en preparar su entierro yo estuve en un estado de shock, no lo recuerdo muy bien, lo sé porque Ami, la hermana de Lena, me lo contó después, como comía ni dormía hasta deje de preocuparme por mi hijo, recuerdo que el día del entierro vagamente solo recuerdos confusos, su familia llorando, amigos, conocidos, todos quisieron reconfortarme pero no pudieron. Dos días después del entierro Ami me trajo a Aki a casa, ya que como padre yo me haría cargo de él... en aquel momento no era muy consciente de lo que se esperaba de mí. El tener de nuevo a Aki en casa me hacía más culpable todavía, como yo no veía con la fuerza para atender a mi propio hijo contraté a una niñera interina así me despreocupé por completo. Con el paso de los días mi dolor no menguaba, pedí un periodo de excedencia en mi trabajo no quería ir a trabajar ni salir de casa, después de una semana siendo un prisionero de mi propia habitación, comencé a salir de noche para olvidar, al anochecer salía de casa y regresaba entrada la mañana cansado y sin ganas de nada más ni de ver a nadie ni siquiera a mi hijo. La niñera se preocupaba de todo solo tenía que decirme las necesidades de Aki y a la mañana siguiente la niñera tenía un fajo de billetes para cubrir esas necesidades. Me volví huraño, antisocial y un amargado, por las noches me dedicaba a ir a locales de ambiente donde iba pasando de cama en cama sin importarme ni lo que dirán ni nada por el estilo. Así estuve durante tres meses hundiéndome cada vez más en un pozo sin fondo... cuando me quise dar cuenta la madre de Lena había conseguido arrebatarme la custodia de Aki preventivamente al ser alertada de mi comportamiento inadecuado por la niñera que contraté y más al descubrir mi homosexualidad. Tuve un juicio donde el juez tutelar de menores dictó que no era apto para hacerme cargo de mi hijo, me reprocho mi conducta incívica y deplorable sin dejar de puntualizar que un padre promiscuo que frecuenta ambientes homosexuales no es el padre apropiado para ningún hijo. Como era de esperar perdí la custodia... snif y los derechos a visitas concentradas, al darme cuenta de lo que hice pude reaccionar y... enderezar mi miserable vida, snif... volví al trabajo y senté la cabeza desde entonces estoy luchando por recuperar a Aki, dentro de una semana tengo la revisión del juicio, quiero apelar la resolución demostrando que estoy capacitado para hacerme cargo de Aki, tengo que hacerles ver que puedo ser un buen padre... pero... pero sé que la madre de Lena hará lo imposible para evitarlo, me odia por ser gay y porque según ella engañé a Lena para embarazarla y no sé que más barbaridades... Me convertí en un monstruo... por mi culpa perdía a Lena y luego a Aki, snif... ahora ya sabes la clase de persona horrible que soy – le dijo escondiéndose avergonzado de la mirada seria de Matt.
-Tai... no eres una persona horrible, al contrario – le comentó Matt al moreno – no voy a justificar tu comportamiento porque no fue el más correcto que pudiste hacer pero comprendo el dolor que sentiste por la perdida de Lena. Yo no soy quien para juzgarte por lo que hiciste en el pasado pero de una cosa estoy seguro – le afirmó mirándole fijamente y con ternura al ver como gruesas lágrimas caían de los ojos chocolate de Tai – sé que serás un padre ejemplar, cariñoso, atento y inflexible para cuando se necesite serlo. Eres alguien increíble y no sabes la envidia que me has dado cuando hablabas tan bien de Lena, la envidio por esos momentos que disfrutaste con ella – le comentó limpiándole las lágrimas con una caricia en sus mejillas – si tú me lo permites quiero apoyarte en esto como lo estás haciendo tu conmigo con lo de Sora. Yo... – le dijo mirando fijamente a Tai.
-Oh... gracias Matt – exclamó Tai con un gemido lastimero arrojándose a los brazos de rubio para enterrar su cara en el cuello de Matt – gracias... gracias... gracias – repetía una y otra vez con un susurro lastimero.
-SSsshhh tranquilo yo voy a estar contigo – le aseguró Matt apretando el cuerpo del moreno contra el suyo en un cálido abrazo.
Sin saber ni como ni cuando ni quien fue el que dio en primer paso, tanto Matt como tai se vieron disfrutando de un cálido y tierno beso, al principio fue algo torpe y tentativo pero al ver que el rubio no rechazaba su muestra de afecto Tai fue intensificando el beso enredando sus dedos entra la cabellera rubio mientras sentía las tímidas caricias de Matt sobre su espalda. Sus respiraciones se hicieron más irregulares y sus latidos más acelerados, el contacto de sus labios hambrientos iba exigiendo cada vez más espacio para besar y morder, la respiración se fue convirtiendo en jadeo para luego transformarse en gemidos de placer. Una mano traviesa de Tai recorría el pecho firme de Matt delineado todos sus músculos deslizándose poco a poco hacia abajo donde palpó deseoso la despierta intimidad de Matt.
-Mmmm Tai – gimió Matt entre besos apasionados – nooooo – le dijo asustado Matt al comprender las intenciones del moreno – no estoy preparado para eso, yo...
-Lo siento Matt – dijo arrepentido y avergonzado Tai al haberse dejado llegar por lo que sentía – perdóname Matt no debí dejarme llevar – le respondió apartando sus manos del cuerpo del rubio mirando hacia otro lugar donde el rubio no viera su avergonzado rostro – Será mejor que me valla a casa no quiero molestarte más.
La reacción de Tai fue apartarse de encima del cuerpo de Matt para no incomodarlo más, pero Matt no se lo permitió sujetándole de la cintura para atraerlo de nuevo a su cuerpo.
-Mi intención no era hacerte sentir mal Tai, no te vallas, me gusta tu compañía lo que pasa que aún no estoy preparado para algo tan... tan... – se intentó explicar pero las palabras no le salían de la garganta a la vez que le miraba sonrojado y con la respiración aún algo alterada – permanezcamos un rato más juntos, abrazados y... – le dijo mirándole con intensidad en la mirada - ¿te han dicho alguna vez que besas deliciosamente? – le preguntó con picardía – Tus labios son muy dulces – le confirmó pasando sus dedos por los labios de Tai.
-No... no me lo habían dicho nunca – le respondió sufriendo un ataque de timidez en esos momentos sin entender como el simple contacto de los dedos de Matt lo alteraba tanto – tú también besas muy bien, creo que me volveré adicto a tu sabor – le confirmó besando uno de los dedos que le acariciaba.
-Pues eso habrá que remediarlo – le dijo con una sonrisa traviesa para después atrapar los labios de Matt que tras la sorpresa inicial correspondió tiernamente a sus besos.
-Matt, mmmm, puedo quedarme esta noche en tu casa... no te haré nada... es solo que hoy no puedo enfrentar la soledad de mi apartamento ni los recuerdos que se encierran allí. Puedo dormir en el sofá no te molestaré – le pidió con una súplica mientras le miraba con la tristeza aún reflejada en sus ojos.
-Claro que puedes quedarte Tai, ya te dije que quiero estar a tu lado – le dijo moviendo su cuerpo de tal forma que quedó sobre el cuerpo de Tai – te prepararé la habitación de invitados, este sofá es muy incómodo para dormir y sobre no hacerme nada de eso no tengo ninguna duda, sé que eres un caballero, jeje. Si pudiste contenerte cuando me tenías a tu merced desnudo y borracho ahora sé que tampoco lo harás. Desearía darte lo que quieres pero te pido un poco de tiempo, por ahora solo puedo darte mis besos y atenciones, sé que no es mucho pero...
-Es más que suficiente – le interrumpió abrazándolo por la cintura – para mí el que estés a mi lado ya es un milagro así que no pienso presionarte, esperaré hasta que estés preparado. Para cuando quieras dar ese paso solo tendrás que decírmelo y yo te complaceré gustoso – le dijo con una tierna sonrisa.
-Gracias por tu paciencia Tai – le dijo robándole un beso para apoyar su cabeza en el pecho del moreno – Tai, ¿puedo hacerte una pregunta sobre lo que me has contado antes? – preguntó dudoso.
-Claro dime – le respondió un poco temeroso.
-¿Qué ocurrió con Misao? – le preguntó Matt.
-Ella sobrevivió, cuando recuperé mi vida después de que me quitasen a Aki fui a verla... ella estaba tan o más destrozada espiritualmente que yo. Aun seguía con la recuperación de las diversas operaciones que sufrió... estuvo a punto de quedarse inválida pero pudo recuperarse. Ella me comentó su intención de abandonar Tokio en cuanto se hubiera recuperado, allí había demasiados recuerdo dolorosos y quería reorganizar su vida. Yo le apoyé en su decisión, después de aquella visita perdí el contacto con ella – le explicó.
-¿No has sabido nada más de ella desde entonces? – le preguntó Matt.
-No – le respondió escuetamente.
-Bueno... dejemos ya el tema – dijo decidido Matt – ¿qué quieres hacer ahora? – le pregunto al moreno.
-Me gustaría disfrutar un poco más de tu compañía si no te molesta – le pidió mientras acariciaba los largos mechones rubio de Matt.
-Es una magnífica idea – secundó el cantante mientras se acurrucaba más sobre el cuerpo cálido de Tai – háblame de tu hijo, si no te molesta – le pidió curioso Matt a la vez que acariciaba suavemente a Tai en el pecho.
-Claro que no me molesta – le respondió Tai con una sonrisa, le encantaba hablar de su pequeño.
Así Tai le fue contando pequeñas anécdotas de su pequeñín entre risas y suspiros anhelantes. Matt disfrutaba escuchando como Tai demostraba tanto amor en sus palabras dirigidas al pequeño Aki. Los minutos se convirtieron en horas sin darse cuenta hasta que Tai se percató de que Matt se había quedado dormido sobre su pecho con una tierna sonrisa dibujada en sus labios. Con todo el cuidado posible se levanto del sofá con Matt entre sus brazos para encaminarse al primer cuarto disponible que encontró para depositarlo suavemente en la cama para desvestirlo evitando que se despertara y abrigarlo con las sábanas.
-Buenas noches mi amor – le dijo depositando un dulce beso en sus labios.
Su intención era salir de aquella habitación para buscar una libre para él pero la tentación de descansar junto a su amado fue más fuerte que su sentido común. Sin poder resistirlo se desnudó quedando en boxes para acomodarse al lado del rubio en aquella amplia cama de matrimonio para pasar la noche juntos. A los pocos minutos ambos jóvenes yacían dormidos en un agradable sueño, disfrutando el calor de sus cuerpos durante las pocas horas de noche que quedaban.
En medio de la noche ambos cuerpo se buscaron mutuamente para quedar entrelazados en busca de ese calor necesario para calmar sus adoloridos corazones.
Continuará...
