MI VIDA GRACIAS A TI.

Cap VI. Te amo pero me tienes que odiar

Impresionado por la desesperación de los besos de Matt, Tai guió a su pareja al interior de su departamento, sentándolo en el amplio sillón sin dejar de abrazarle y corresponder el ataque de besos y caricias del rubio cantante.

-Mmmm Matt... espera – le dijo jadeante – Matt mírame por favor – le pidió Tai separándose un poco de su koi - ¿dónde todo este tiempo? Me tenías muy preocupado.

-Yo... Tai lo siento, ahora no quiero hablar, por favor, solo quiero estar a tu lado, solo eso...

-Pero Matt no puedes desaparecer así como así sin decir nada a nadie, te imaginas lo preocupados que nos tenías – le regañó Tai cariñosamente - ¿por qué no me dices lo que te pasa? ¿Pensaba que era alguien importante para ti?.

-Y lo eres Tai, eso no lo dudes nunca, eres lo más importante para mí – le confesó sollozante – es que ahora no me siento preparado para decirlo, he estado pensando mucho... solo me importa tú y tu felicidad, te amo Tai como jamás imaginé que podía amar a nadie, snif. Tu felicidad es la mía... te prometo que te lo explicaré todo, pero ahora ámame – le pidió angustiosamente.

-Matt... yo también te amo, dime que soy un paranoico por estar imaginándome que te estás despidiéndote de mí – le dijo angustiado al ver tanto amor y dolor en los ojos azules.

-Shhhh, Tai, no digas nada más. Hoy te necesito más que nunca – le dijo Matt poniéndose de pie y frente al moreno mirándole con ovación – una vez me dijiste que te dijera cuando estaría preparado para pasar la noche contigo, pues bien, ya lo estoy... – le informó algo avergonzado.

-Matt tú... – quiso asegurar lo que realmente estaba imaginando que le estaba pidiendo Matt.

-Sí Tai, quiero que esta noche me hagas el amor, quiero sentirte y que me hagas olvidar todo lo demás – le suplicó a la vez que se desabrochaba la camisa para dejarla caer al suelo olvidada – ámame, soy tuyo hazme lo que te plazca – se ofreció Matt sin reservas.

-Ohhhh Matt – exclamó Tai sorprendido pero contento por la deseada entrega de su novio – no sabes cuando he deseado oír esas misma palabras – le dijo besándole apasionadamente – pero Matt que ocurre me estás preocupando, desapareces, no sabemos nada de ti durante semanas y ahora te presenta en mi casa mostrando un sufrimiento que me hace desgarrar el alma y ahora me pides que te haga el amor... – le resumió desconcertado.

-¿Es que acaso no lo deseas? – le preguntó el rubio asustado y sorprendido por el supuesto rechazo.

-¡Claro que lo deseo! Lo deseo más que ha nada en el mundo pero esto es muy extraño Matt – le aseguró Tai.

-Sé que suena raro... pero te prometo que te lo explicaré todo pero ahora no, ahora no podría... solo ámame Tai, por favor – le suplicó de nuevo el cantante.

-De acuerdo pero prométeme que me lo explicarás todo – le dijo acariciando una de sus mejillas mientras lo abrazaba.

-Te lo prometo, amor – le prometió sujetándose del firme cuello de su novio.

-Te amo Matt, te amo mucho – le susurró al oído Tai mientras hacía que Matt se aferrara con sus piernas a su cadera y llevarlo el volandas hacia su habitación.

-Y yo a ti amor, no lo olvides nunca – le respondió Matt entrelazando sus dedos el cabello alborotado de Tai.

Una vez los dos en la habitación del abogado, Tai depositó al Matt sobre la cómoda cama sin dejar de besarle y recorrer con sus manos la espaldo y su firme pecho, el cantante se entregaba a las caricias con anhelo, gravando en su memoria cada sensación. Ansioso y poco paciente Matt no permitió que Tai se alejara de su cuerpo hasta que consiguió deshacerse de camisa que vestía tirándola lejos de cama para luego atraerlo a su cuerpo para frotarse el uno contra el otro.

-Mmmm Taiiiiiiiiiiii te deseo – le confesó entre gemido y jadeo al percibir el ataque de la traviesa lengua del moreno en sus pezones.

-Ummm eres más delicioso de lo que me imaginaba, me vuelves loco – las palabras dichas por Tai fueron afirmadas por Matt al notar la dureza de Tai contra la suya propia.

Deseaban amarse lentamente gozando del momento y las caricias, pero la necesidad de explorarse y sentir la explosión de placer en sus cuerpos les estaban haciéndoles ir más deprisa de lo que quisieran.

De forma inesperada Tai se alejó de Matt que protestó inicialmente al sentir como se retiraba de su cuerpo, pero pronto las protesta quedaron al olvido al ver como Tai, le miraba fijamente y lentamente y con una sensualidad felina comenzaba a quitarse los pantalones y las demás prendas hasta quedar completamente desnudo, mostrando su imperiosa erección. Matt contuvo el aire en todo el proceso, se imaginaba que sería atractivo, al menos de cintura hacia arriba ya había tenido la suerte de contemplarlo ya que había compartido besos y caricias, pero verlo completamente desnudo superaba sus expectativas. El cuerpo de Tai eres simplemente perfecto, moreno de firmes músculos muy definidos, de ancha espalda, cintura estrecha y piernas bien torneadas, seguramente por haber practicado algún deporte.

-Eres... eres... – tartamudeó Matt sin saber escoger el mejor adjetivo que lo cualificara.

-Soy ¿cómo? – preguntó satisfecho al ver la turbación de su amante.

-Eres endemoniadamente deseable, atractivo, hermoso, perfecto, mmmm no sé ¿algo más? – le dijo juguetonamente poniéndose de pie junto a él para abrazarlo por la cintura y apretarse contra él mientras compartían un beso casi obsceno.

-Mmmm creo que no, con eso me conformo – le dijo con malicia.

-Ahora es mi turno, quiero saber que opinas de mí – le dijo Matt separándose de Tai empujándole a la cama, donde se recostó para deleitarse con el espectáculo que le proporcionaría su rubio cantante.

De la misma forma que Tai se quitó la ropa, Matt puso su mejor empeño en mostrarse deseable cosa que no le costó mucho conseguir, prácticamente Tai babeada al observar cada movimiento que hacía Matt para sacarse la ropa, los zapatos con los calcetines, los tejanos y por último los boxes.

-¿Y bien? – preguntó Matt mirando como Tai lo devoraba con la vista.

-Te lo describo o te lo demuestro – le sugirió Tai con malicia, conteniendo su deseo.

-Creo que prefiero que me lo demuestre – le dijo Matt acercándose a la cama para gatear hasta llegar a Tai situándose sobre él a cuatro patas.

Tan pronto como los brazos del Tai tuvieron al alcance el cuerpo canela de Matt se aferró a él como si de su tabla de salvamento de tratase. Matt se sentó sobre su cadera provocando que se frotasen sin darse cuenta de lo que hacía realmente. Sus labios saborearon los del cantante con hambre a la vez que sus manos se dirigían a las caderas de éste para luego sujetar las tersas nalgas del cantante para marcar el ritmo de los movimientos de la fricción de sus erecciones.

-Mmmmm Taiiiiiiiii te desoooooooo, ahhhhh siiiiiiiiii, no puedo parar – gritó extasiado Matt.

-Pues no pares, oooohhhhhh Matttt te amooooo – gimió Tai.

-Sí sigues así me correré antes de tiempo y deseo hacerlo sintiéndote dentro Tai – le pidió.

-Tenemos tiempo, ahhhhh – jadeó más intensamente al notar como Matt se adelantaba un poco sobre su cuerpo para atrapar entre sus nalgas el sensible miembro de Tai.

Los movimientos de Matt se hicieron más exigentes y urgentes, Tai entendió las ansias de su amante y decidió que no podría esperar más, ni él ni Matt. La fricción de su miembro entre las nalgas había dejado la zona algo lubricada gracias a su precum, pero aún así quiso preparar más a su amor para no hacerle daño. Con cuidado Tai deslizó un dedo hasta acariciar la rosada y sensible entrada, provocando que Matt se tensará.

-Shhh tranquilo amor – le dijo Tai presintiendo el miedo de su pareja – lo haré con cuidado, si te daño me lo dices y me detendré – le informó el moreno - ¿Confías en mi?.

-Por supuesto que confío – le respondió relajándose todo lo que el momento le dejaba.

Las manos de Tai retomaron las caricias, estando alerta a posibles rechazos de su amante, mientras exploraba la zona sus besos lo mantenían ocupado y entretenido. Un primer dedo entró con delicadeza en su cuerpo, lento con suavidad y sin dolor provocando un profundo jadea complaciente. Las caderas de Matt cobraron vida propia comenzando a moverse para sentir más sensaciones que le estaba provocando ese dedo intruso. Un segundo dedo no tardó en introducirse también, siendo movidos para dilatar la entrada para luego causarle el menor dolor posible, los jadeos de Matt se hacían más intensos enardeciendo más al moreno que buscaba su propia alivio contra las nalgas de éste. Sin darse cuenta Matt, en su interior ya tenía tres dedos alojados, pero su cuerpo pedía algo más, pedía a Tai con desesperación.

-Taiiiii, mmmmmmmm hazlo yaaaaaaaa, no voy a aguantar mucho mássssssssss – pidió Matt

-Ufff yo tampoco puedo más, si te hago daño avísame.

Con el mayor cuidado posible, Tai tumbó a Matt sobre la cama y se colocó entre las piernas del cantante, que se aferró de brazos y piernas a su cuerpo. Apoyándose en uno de sus bazos para no aplastar a Matt, Tai guió su miembro hacia la palpitante entrada con su mano libre y lentamente se deslizó hacia el interior. Primero su glande, pendiente de notar cierta molestia en el rostro de su koi y luego ya más acostumbrado a la intrusión comenzó a avanzar hasta quedar completamente insertado en él gimiendo los dos de puro placer.

Todo en su alrededor desapareció para ellos, sin querer pensar ni en juicios, ni Sora, ni conciertos, nada solo ellos dos entregándose en cuerpo y alma, amándose por primera vez.

-Aaahhhhhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii Taiiiiiiiiiiiiii – gemía Matt embriagado de placer.

-Mmmmmmm aaaaaaaaaaahhhh Matttttttttttt, ¿te hago daño? – le preguntó preocupado por si estaba siendo demasiado brusco.

-Noooooooooooo, sigue no pares – le pidió con la pasión a flor de piel.

Los indecisos movimientos de Tai fueron cogiendo confianza según aumentaba los gemidos y ruegos por parte de su amante, exigiéndole más entrega y amor. Tai se sujetaba de la cadera y de uno de los muslos un poco elevado de Matt para afianzarse y penetrarlo más profundamente. Los brazos de Matt acariciaban la amplia espalda atrayéndolo más hacia él. Sus cuerpos sudorosos y tensos por el esfuerzo de contener su propio placer se buscaban queriéndose fusionar el uno en el otro.

-Mássssss mássssssssssssss Tai ahhhhhhhhh – pedía Matt bajo los efectos del placer delirante.

-Si mi amor todo lo que tú me pidas – le dejo antes de besarle intensamente mientras sujetaba las piernas de Matt para apoyarlas sobre sus hombros para poder profundizar más sus envistes.

-Aahhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiiiiiiiii, no paressss Taiiiiiiiiiiiiiiiiiii siiiiiiiiiiiiiiii.

Matt se retorcía de placer ante la intensidad del momento, desbordándose unos minutos después sin poder contenerse, Tai al sentir las contracciones internas producidas por el orgasmo de Matt no pudo contenerse más y con un ronco jadeo inundó con su semilla el cuerpo cálido de su koi, cayendo exhausto segundos después sobre el rubio.

-Mmmmm uff Matt ¿estás bien? – preguntó Tai atrayendo el cuerpo ya relajado de Matt hacia él para que se recostara sobre él.

-Mmmmm, estoy perfectamente – le dijo con una sonrisa satisfecha – jeje ahora me doy cuenta de lo baka que he sido al tener miedo de hacer el amor contigo, ha sido increíble.

-Es normal que tuvieras tus dudas, has dado un gran paso y no todos se atreven – le dijo Tai recompensando a su amor con un dulce y tierno beso como compensación.

-Te amo – le susurró Matt escondiendo su cara en el cuello moreno para depositar luego un suave beso mientras lo abrazaba.

-Yo también te amo Matt, más que a mi vida – le confesó abrazándolo como si temiera que se fuera a desvanecer en cualquier momento.

Durante un rato ambos estuvieron abrazando regalándose palabras tiernas llenas de amor y caricias inocentes, pero pronto Matt consiguió convencer, de forma muy sencilla, el seguir amándose durante toda la noche. Se amaron, en la cama, disfrutando de cualquier posición que se les ocurriera; en la cocina, mientras hacían un receso para comer algo y reponer fuerzas, haciendo de un hecho tan simple como alimentarse un ritual de lo más sensual acabando cubiertos de fruta, nata y chocolate; en el salón donde la mesa del comedor sufrió los embistes furiosos de dos amantes deseosos de sentirse; y también en el cuarto de baño, donde un apacible baño de espuma fue testigo de una entrega amorosa y paciente hasta el amanecer.

El reloj de la mesita de noche de Tai marcaba las 8:15 cuando Matt despertó entre los protectores brazos de su amante, que permanecía profundamente dormido, agotado de tanto ejercicio nocturno.

Con cuidado de no despertar a su acompañante Matt de levantó con sigilo buscando su ropa esparcida por toda la habitación y parte en el salón. A pesar que su cuerpo le reclamaba descanso no se lo permitió y con rapidez se preparó para salir de aquella casa, donde había vivido su más anhelado sueño, el cual lo guardaría en su recuerdo para siempre. Justo en el último momento antes de salir se decidió a dejar una breve nota a su querido Tai explicándole la situación pero con los ojos aguados en lágrimas decidió que no sería buena idea, si quisiera que todo resultara debía ser fuerte y desagradable, así que arrugando la nota se decidió a escribir una segunda, aún con las manos temblorosas por contener las ganas de llorar.

-Snif, adiós mi amor lo siento... pero las cosas no pueden ir de otra manera, te amo Tai– le dijo al aire como si quisiera que su confesión quedase gravada en aquellas cuatro paredes, había sido tan feliz allí, pero por ese amor debía renunciar a él para que pudiera conservar lo que más amaba su koi.

Sin perder más tiempo corrió hacia su auto y se perdió en las calles, hoy era el día del concierto y tenía mucho trabajo que hacer.

Sin saber hacia donde dirigirse primero y sintiéndose la peor basura del mundo, pensó que necesitaba desahogarse primero sino no sería capaz de cantar esa misma noche y quien mejor que su viejo amigo Beni. Seguramente le mataría al enterarse lo que acababa de hacer pero debería respetar su decisión.

En la gran casa de Yagami.

Solo tardó diez minutos en llegar, una vez frente a la gran puerta respiró profundamente para darse valor, contó hasta tres y se dispuso a llamar, sabiendo que a esas horas sus ocupantes aún estarían en la casa.

No tuvo que insistir demasiado, unos cuantos timbres y la puerta se abrió.

-¡¡Matt! – gritó sorprendido Beni al ver a su amigo enfrente de su puerta y con un lamentable aspecto – Dios, no sé si abrazarte o darte una paliza, ¿sabes lo preocupado que nos has tenido? – le reprochó el pelirrojo a su amigo.

-Beni, yo... – intentó defenderse, pero su escasa voz se le quebró casi sin poder respirar

-Matt ¿qué sucede? – le preguntó preocupado al notar la angustia de su amigo – anda pasa, ven pongámonos cómodos, Ian está acabándose de arreglar para ir a su despacho, ¿quieres que le avise? ¿Sucedió algo con Tai?.

-No Beni, no le digas nada, por favor sobretodo que no le diga a nadie que yo he venido, ni siquiera a Tai – le suplicó asustado.

-Pero Matt me estás asustando – le comentó guiándolo hacia el salón en el cual todo había empezado meses atrás, en aquella reunión de amigo de Ian – Matt tranquilízate, te prepararé un té y me cuentas.

-De acuerdo – accedió el rubio bastante alterado, su sangre fría se le había acabado y ahora era conciente de lo que había hecho y de lo que significaba.

En unos minutos Beni apareció con varias tazas de té las cuales depositó en la mesita central, cuando iba a ofrecerle una Ian apareció tan sonriente como cada mañana pero al ver los rostros preocupados de su pareja y la de Matt se preocupó y se acercó a ellos.

-Buenos días – saludó el pelirrojo acercándose a los muchachos depositando un suave beso sobre los labios de su amor – veo que ya has aparecido... y por lo que veo no en muy buen estado por lo que me abstendré de reclamarte tu pésimo proceder.

-Yo lo siento Ian, pero tuve mis motivos – se defendió como pudo Matt.

-Eso espero y espero que sean convincentes, no me gusta ver como mi amigo sufre por culpa de los caprichos de un cantante consentido. No soy quien para decirlo pero Matt se está jugando mucho por ti y lo menos que podías hacer de tu parte es mostrar un poco de consideración y... – le amonestó Ian.

-Ian no – le cortó Beni a su pareja viendo el rostro desencajado de Matt ante tales palabras – ahora no es el momento.

-Je – se rió con tristeza Matt llamando la atención de los dos pelirrojos que lo miraron extrañados – esto es hasta gracioso – ironizó Matt – más que gracioso... es irónico ¿no creéis? En una cosa tienes razón Ian... Tai ha sufrido por mi culpa y creo que sufrirá más en cuanto se entere de todo, pero una cosa ten por seguro – le dijo Matt haciendo una pausa para contener su ira - ¡¡NO ME DIGAS QUE SOY UN DESCONSIDERADO CUANDO LO HE DADO TODO POR ÉL! – le gritó angustiado.

-Matt cálmate – le dijo Beni intentando controlar el estallido de rabia de su amigo.

-¡¡NO NO QUIERO CALMARME! – gritó ofuscado – NO TENÉIS NI LA JODIDA IDEA POR LO QUE ESTOY PASANDO ASÍ QUE NO ME JUZGUÉIS SIN SABER NADA! No me digas que soy un desconsiderado y caprichoso cuando lo he dado y perdido todo por él – les dijo más calmado ocultando su rostro con las manos para que no le vieran como sus lágrimas de derramaban.

-Matt – le llamó angustiado Beni mientras lo abrazaba para consolarlo.

-Oooh Beni no sé que voy hacer ahora, daría todo lo que tengo por conservarlo a mi lado pero eso no es posible... ya no tengo nada... nada – sollozó en los brazos de su amigo.

-¿Qué quieres decir que no tienes nada y que lo has perdido todo? – preguntó Ian sin entender lo que estaba sucediendo - ¿te has peleado con Tai?

-Snif no... no me he peleado con él al contrario estamos mejor que nunca pero... – comenzó a decir a Ian pero no se atrevió a contarles lo que había sucedido.

-Matt necesitamos saber lo que ha sucedido para poder ayudarte – le aseguró Beni.

-Beni yo... – no podía hablar el nudo de su garganta se lo impedía.

-Mira Matt lamento haberme puesto de esa manera contigo pero me preocupo por Tai y por ti también aunque no lo creas, te prometo que no te juzgaré, pero tienes que decirnos porque estás así y porque desapareciste de ese modo sin decir nada a nadie. Todo tiene una solución, juntos la podemos hallar, ya verás – le animó Ian suavizado sus palabras al ver lo alterado que estaba el rubio.

-Perdonarme por mi comportamiento, pero esto me sobrepasa... yo no aguanto más tengo de decírselo a alguien sino voy a volverme loco. Yo...

-Un momento – interrumpió Ian al sentir que lo llamaba al móvil, mirando el localizador de la llamada – es Tai – anunció con naturalidad Ian.

-¡¡TAI! – gritó Matt – ¡No cojas la llamada!... no... no le digas que estoy aquí por favor, no puede enterarse que he venido aquí – se apresuró a decirle a Ian con nerviosismo.

-¿Se puede saber que pasa? Yo siempre contesto a Tai, si no lo hago sospechará que lo estás – le aseguró Ian – Shhh silencio voy a contestar – le aseguró descolgando el aparato – Hola Tai, buenos días – saludo con naturalidad el pelirrojo.

-...

-Hn, no porque, ¿ha sucedido algo? Ey tranquilo, ¿qué pasa?

-...

-Ya te he dicho que no – repitió Ian empezando a molestarse con su amigo.

-...

-¡No me grites, ya te lo he dicho! – le gritó también Ian.

-...

-Hazlo que quieras, pero ya te he dicho que por aquí no ha aparecido. Te estaré esperando y me cuentas pero antes tranquilízate ¿quieres? – le sugirió a su amigo – Chau.

-...

-Tai viene hacia aquí, en diez minutos llegará – anunció Ian.

-Oh Dios! Me tengo que ir... Tai no puede encontrarme – dijo nervioso poniéndose de pie para marcharse.

-Tú no te mueves de aquí hasta que no me cuentes que demonios a sucedido – le ordenó Ian molesto y a la vez preocupado – Tai estaba histérico y preguntaba por ti, si te había visto y no sé que de una nota.

-Pero... pero no puede verme, él no puede encontrarme, no ahora – intentó reflexionar con Ian.

-Eso me da lo mismo, sino quieres verle, escóndete en alguna de las habitaciones de arriba, pero no pienso mentir a mi amigo sin saber a que me atengo y como veo que en lo que tarde Tai tú no podrás contarme lo sucedido esperaré ha oír su versión y luego ya hablaremos – dijo tajantemente Ian.

-Pero Tai verá mi coche y sabrá que...

-Beni lo esconderá en el garaje – planeó Ian – las llaves – se las pidió al rubio. Matt no tubo más remedio de dárselas y hacer lo que le pidió el ejecutivo pelirrojo.

-Matt sube arriba a la habitación del fondo del pasillo izquierdo, yo me encargaré de tu coche – le sugirió Beni – esto no me gusta... esto no me gusta ni un pelo – iba rezando como un mantra a la vez que salía de su casa para esconder el coche de su amigo.

-Sube ahora si no quieres que Tai te encuentre y luego señorito, tendremos una larga plática – le ordenó al cantante que acató las órdenes como si de un niño pequeño se tratase.

Poco después, los dueños de la casa se preparaban para desayunar y luego salir como cada día, fingiendo normalidad y ocultando su preocupación por esa extraña situación.

-Esto no me gusta Ian, Matt no es de los que se comportan irresponsablemente, ha tenido suceder algo grave para que esté en este estado, ni siquiera con Sora se puso así – le comentó Beni a Ian mientras preparaba algunas cosas que necesitaría para el concierto de esta noche.

-A mí tampoco me gusta lo que está pasando, Tai jamás me había gritado de esa forma por teléfono, algo serio les ha pasado a esos dos, pero tranquilo pronto nos enteraremos y veremos como lo solucionamos – le prometió a su pareja a la vez que le abrazaba para besarle con pasión para tranquilizarlo.

En esos placenteros arrumacos fueron interrumpidos por el asistente timbre de la puerta de la casa

-¡¡Ya voy! ¡¡Ya voy! – gritó Ian hacia la puerta.

-¡¡Ian! – exclamó Tai angustiado - ¿ no ha aparecido Matt? – volvió a preguntar a su amigo.

-Ya te he dicho que no pesado. Anda pasa, ¿se puede saber que mosca te ha picado?.

-Buenos días Tai – saludo desde el salón Beni a su invitado.

-Buenos días Beni, ¿no has visto a Matt esta mañana o se ha puesto en contacto contigo? – preguntó desesperado Tai.

-Pues no – mintió con pena al ver la desesperación del novio de su amigo, sabiendo que Matt tendría algún motivo por esconderse de él – la ultima vez que tuve noticias de él fue a través de Yasako-sama hace varios días, ¿Por qué? ¿Ha sucedido algo? – preguntó para sacarle más información.

-¡Mierda, mierda! Mi suposición era cierta, mierda, todo fue tan extraño, sabía que algo sucedía en cuanto lo vi aparecer en mi casa anoche, debí imaginármelo, pero... maldición – gritó angustiado sentándose en el sofá donde minutos antes se había sentado Matt.

-Cálmate Tai, no sé de que nos estás hablando – comentó Ian sentándose al lado de su amigo - ¿quién apareció anoche en tu casa?.

-Matt... Matt apareció a eso de las once de la noche, estaba muy alterado y no paraba de repetir que me quería y me pedía perdón... no sabía que se refería pero ahora todo concuerda, pero aún así no lo entiendo – les dijo Tai mostrando el dolor que sentía en esos momentos en su corazón.

-¿Apareció así, sin más? – preguntó sorprendido Beni.

-Sí, cuando le pedí una explicación se negó a dármela, solo me dijo que me lo explicaría más adelante... no le presioné porque lo vi muy nervioso y al borde del colapso... Entonces pasó.

-¿Qué pasó Tai? – preguntó Ian directamente.

-Me pidió que lo amase... que le hiciera el amor – les dijo sin vergüenza ni pudor.

-¿Y que tiene eso de extraño? – preguntó Beni sin entender – es lo más normal del mundo que dos personas que se amen quieran hacer el amor.

-No para personas que acaban de aceptar su condición homosexual Beni, a pesar del tiempo que llevamos juntos, Matt y yo no hemos pasado de besos apasionado y caricias, Matt necesitaba tiempo para prepararse para dar un paso tan importante y se lo di – le respondió a Beni.

-Entonces tú y Matt no... – dijo sorprendido Beni.

-No, jamás hicimos el amor hasta ayer... él estaba desesperado por estar conmigo, me lo pidió varias veces hasta que acepte... no quería presionarlo pero él supo como convencerme – relató Tai.

-¿Y entonces? ¿Dónde está el problema? – preguntó Ian.

-Hasta esta mañana yo pensaba que no había ninguno Ian, y la verdad aún me cuesta creer que hay alguno. Anoche fue la noche más increíble de mi vida... jamás me había compenetrado tanto con nadie, fue simplemente maravilloso. Matt se entregó a mí como si de la vida dependiese de ello. No voy a entrar en detalles pero creí que estaba en el cielo y Matt era mi ángel pero esta mañana... mi ángel se convirtió en demonio – les dijo compungido entregándoles una nota para que la leyeran.

Buenos días Tai,

Cuando leas esta nota lo más seguro es yo ya no esté aquí

y te preguntarás porque?

Sería simple decirte que es por trabajo pero no sería justo para ti

creo que te debo una explicación así que te la daré.

Antes de nada quiero que sepas que me ha gustado estar a tu lado,

eres un buen hombre y espero que algún día consigas la felicidad que buscas.

Te preguntarás que es todo esto y sí, tienes razón,

estoy rompiendo nuestra extraña relación

¿El porque? Pues simple, no eres lo que estoy buscando

y antes de hacernos más daño prefiero dejarlo así.

Lo de anoche pues... no voy a negarte que estuvo bien,

porque lo estuvo, fue el mejor sexo que he tenido con nadie.

Creo que de vez en cuando no estaría mal repetirlo, je

pero sinceramente prefiero las mujeres.

Me has mostrado otra manera de placer y te lo agradezco por ello.

Espero que no te molestes conmigo, hubiera preferido decírtelo en persona

pero con lo del concierto y mi ausencia se me ha acumulado el trabajo.

Espero que entiendas y aceptes mi decisión, nunca quise hacerte daño

Pero las cosas surgieron así, deseo que todo te vallan bien

Te agradecería que no me busques ni me llames más

Es mejor dejar las cosas así.

Suerte y cuídate, a pesar de todo jamás te olvidaré

Matt I.

Beni y Ian no salían de su asombro, de no ser por Beni que reconoció la letra de su amigo hubiera jurado que esa desagradable nota no había sido escrita por el cantante pero así era. Beni estuvo tentado de subir y reclamar a su amigo pero un preciso apretón en su mano hecho por su pareja le hizo desistir. No comprendía lo que estaba pasando, Matt no era tan cerdo para hacer una cosa así, además había oído de los propios labios de Matt lo mucho que amaba a Tai. Algo no encajaba en todo aquello he iba a averiguarlo.

-Sinceramente Tai, me cuesta creer que Matt halla sido capaz de una cosa así – le dijo Beni entregándole la nota a su dueño.

-A mí también me cuesta, el Matt de anoche no concuerda con el Matt de la nota... por eso lo estoy buscando para que me diga la verdad. Llamé a su casa, el estudio y nada, por eso vine hacia aquí, pensé que estaría contigo Beni... pero me equivoqué... No sé que hice mal chicos, pero no puedo creerme esta sarta de mentiras – le mirando la nota – sé reconocer cuando una persona dice la verdad y anoche Matt era sincero cuando me dijo que me amaba y ahora...

-Tiene que haber una explicación Tai – aseguró Ian tan seguro de si mismo como siempre – quizás está confundo por algo, no sé, dale tiempo, mira esta noche tienen el concierto, allí podrás hablar con él.

-¿Y si no quiere hablarme? Está huyendo de mí – exclamó preocupado Tai.

-Eso no sucederá – aseguró Beni – aunque tenga que atarlo a la mesa del camerino él hablará contigo, te lo prometo.

-De acuerdo Beni, confío en ti, solo espero que me dé la oportunidad de aclarar esto. No quiero creer que lo nuestro se ha acabado, si apenas hemos empezado... – dijo angustiado Tai.

-Tranquilo Tai, todo se arreglará, ya lo verás. Y ahora será mejor que vallas a arreglarte, tienes una pinta horrible y además vas a llegar tarde al trabajo y hoy hay reunión con los abogados de la acusación de tu caso.

-Tienes razón, será mejor que me valla, perdonad chicos por haber venido de esta forma – se disculpó Tai avergonzado.

-No te preocupes, te entendemos – dijo Beni tranquilizando un poco a su reciente amigo.

-Ya nos veremos chicos, adiós – se despidió Tai.

-Adiós y ve con cuidado – le gritó Ian desde el salón viendo como su amigo se iba cabizbajo.

Una vez que Tai salió de la casa, ambos pelirrojos se miraron durante unos segundos asimilando todo lo que habían descubierto hasta ahora.

-Llamaré al despacho para avisar que hoy no iré – comentó Ian a su pareja.

-Tienes razón será lo más adecuado, prefiero que estés a mi lado para que frenes las ganas que tengo de estrangular a cierto cantante que está en una de nuestras habitaciones – le dijo conteniendo la rabia que estaba sintiendo en esos momentos.

-Tranquilízate, tiene que haber una explicación, yo no me creo esa nota, no después de haber visto a tu amigo tan echo polvo – defendió Ian en cierta manera a Matt.

-Supongo que sí, pero estoy seguro que hay mejores formas de hacerlo y no de esa manera tan... tan..

-¿Cruel y fría? – dijo Ian.

-Sí, eso y algo más, arghhh – gruñó molesto Beni – cabezota testarudo – insultó a su amigo.

Tras la llamada la despacho de Ian, ambos subieron a la habitación indicada a Matt por Ian y se adentraron a ella encontrando a un Matt desconsolado y lloroso.

-Espero que tengas una muy buena explicación que excuse esa tan acertada nota que le dejaste a Tai esta mañana – ironizó Beni molesto.

-¿Os... os la ha enseñado? – preguntó temeroso Matt.

-Para mi desgracia sí – dijo Beni de mala gana – ¿En qué demonios estabas pensando? ¿A que viene ese desplante de playboy, que después de una buena noche de sexo se deshace de sus amantes con palabras "tan amables" como las tuyas?.

-Yo...

-Creo que este es el momento de hablar claro Matt, ya te dije que no me gusta ver sufrir a mi amigo y lo que acabo de ver... Tai está muy afectado, así que habla si no quieres que se saque la verdad a golpes – le amenazó Ian sin miedo.

Sin poder evadir más la discusión Matt confesó todo lo que había pasado hasta ahora, las llamadas de Sora, el chantaje, el traspaso de sus propiedades y su posterior desaparición. Ambos pelirrojos observaban asombrados y sin interrumpir todo el monólogo del cantante, Matt poco a poco iba volcando toda su angustia confesando todo lo ocurrido haciendo frente a sus temores y preocupaciones. También explicó sin entrar en demasiados detalles, todo lo sucedido la noche anterior y su huída desesperada del apartamento de Tai.

-Sinceramente creo que te has vuelto loco Matt – comentó Beni después de un corto periodo de silencio donde todos asimilaban la situación – lo que estás haciendo no es justo, ni para ti ni para Tai, estás dando la razón a esa desgraciada de Sora, ¡¿Es que no te das cuenta!.

-Lo sé, pero no puedo hacer nada más, no voy a arriesgar a que Tai pierda lo único auténtico que tiene, no por mi culpa – declaró Matt con tristeza.

-¿Y quien dice que lo vuestro no es auténtico? – preguntó con seriedad Ian – no te has parado a pensar que esto le puede afectar más de lo que tú crees, él te ama como no ha amado a nadie y te lo digo sinceramente. Estás cometiendo el mayor error de tu vida y se lo estás haciendo paga a él.

-¡¡Pero puede perder a su hijo! Sora hará publico las fotos y créeme tiene material para hundirlo – exclamó angustiado Matt.

-¡Y que maldita sea Matt! No es un crimen ser homosexual, ¿qué pueden haceros? – gritó exasperado Beni – Sé que la custodia de Aki depende de lo que el juez vea en Tai pero el que tú seas su pareja no significa que deje de ser un buen padre para Aki, ¡no tiene nada que ver!. Supón por un momento que todo se hace público y Tai pierde la custodia de Aki, su hijo siempre será su hijo y cuando llegue el momento sabrá toda la verdad, lo seguirá viendo crecer y convertirse en un hombre. Un hombre puede vivir lejos de un hijo pero no lejos de la persona que ama. ¿Qué crees que Tai elegiría? Un amor paternal o su amor verdadero – comentó Beni intentando hacer recapacitar a su amigo.

-Siempre puede buscarse a otro – respondió el cantante con amargura – yo solo le voy a traer más problemas que otra cosa, ya lo he decidido...

-Eso es lo que tú crees, conozco a Tai y sé que no lo hará, después de esto no querrá saber nada más de hombres, se volverá un amargado asqueado de que la vida se burle siempre de él, lo sé estoy seguro – aseguró Ian.

-Entonces tú estarás ahí para ayudarle, sé que no dejarás que se hunda... – dijo Matt convencido de ello.

-No me cargues a mí con tus problemas – dijo molesto Ian – sé valiente y afróntalos, entre los dos lo podréis manejar, estoy seguro.

-Prefiero no hacerlo, llámame cobarde si quieres pero es lo mejor, ya lo he dicho, lo he pensado mucho durante estos días... – habló Matt casi sin voz.

-Lo único que conseguirás Matt es que Tai te odie por tratarlo de esta forma, él también tiene derecho a dar su opinión y es él quien debe asumir o no el riesgo de querer estar a tu lado o no – dijo Beni con la esperanza de hacer cambiar de opinión al rubio.

-No Beni, sé que Tai querría seguir a delante y sé lo que acabará pasando, prefiero que me odie... a lo mejor con el tiempo se lo explique todo, lo mejor es alejarme de él... de todos.

-¡¿Qué quieres decir con eso! – exclamó sorprendido Beni al oír a su amigo.

-No pensaba decírselo a nadie antes de hablar con Yasako-sama pero... he decidido también dejar la música, me iré de Tokio, a lo mejor incluso de Japón, no lo sé aún no lo he decidido.

-¡¡TE HAS VUELTO MAJARA! – gritaron los dos pelirrojos a la vez - ¡No puedes hacer eso! – gritó Beni - ¡Y la banda!.

-Lo siento Beni, pero tengo que hacerlo, no podría permanecer aquí estando Tai aquí – respondió Matt todavía más culpable si era posible.

-Je, esto es increíble – sonrió incrédulo Ian - ¡Quieres dejar de hacerte la víctima de una maldita vez! ¡Que esperas la mención de oro al buen samaritano! Dios como puedes ser tan testarudo – dijo exasperado Ian empezando a caminar de un lado al otro.

-¡No estoy pidiendo que me comprendáis mierda! Solo quiero que aceptéis mi decisión – bramó sintiéndose cada vez más molesto.

-¡Y ver como tiras tu vida por el desagüe! – le gritó Beni más furioso aún – esto es un error Matt ¿Qué no lo ves?.

-No es ningún error es lo correcto. Ahora los dos me vais a prometer que nada de lo que se ha hablado aquí va a salir de estas cuatro paredes – exigió Matt con firmeza.

-No me puedes pedir eso Matt – gruñó Beni – no dejaré que destruyas el sueño que tanto esfuerzo creaste, antes muerto.

-Yo tampoco puedo prometerte eso Matt – aseguró Ian también – no cuando Tai tiene que sufrir sin necesidad.

-¡No podéis hacerme esto, no podéis decir nada! – exigió de nuevo Matt.

-Habla con Tai – le ordenó Ian al cantante – explícale los motivos por el que le dejas y si él aceptas tus absurdas excusas entonces yo no me meteré.

-No puedes obligarme a eso – sentenció Matt.

-No, no puedo pero lo que sí puedo es llamarle y explicarle todo o mejor aún – dijo Ian sonriendo maliciosamente – en cinco minutos puedo arreglar una entrevistas para hacer un interesante comunicado con todo lo que me acabas de contar, jeje – se rió diabólicamente.

-No serás capaz – le dijo Matt fulminándole con la mirada.

-Ohh si que puede – se sumó Beni a la perversa idea – yo puedo incluir suculentos detalle a todo este teatro, jeje, así que tu dirás. Hablas sí o no con Tai.

-Entonces seréis vosotros quienes hundáis a Tai – les dijo nerviosamente.

-No tiene porque ser así. Si quieres evitar escándalos habla con él, es simple, ya te lo he dicho si tai acepta tus razones yo no me meteré en medio – informó Ian – te doy dos días, después de eso hablaré yo personalmente con Tai.

-De acuerdo, hablaré con él – claudicó al final Matt – pero hasta entonces no diréis nada, entendido.

-Entendido – dijeron al unísono los dos pelirrojos.

-Será mejor que me valla al estudio, tengo que hablar con Yasako-sama y tranquilizar a los chicos que aún no me han visto – informó Matt poniéndose de pie para marcharse.

-Perfecto, yo me voy contigo – dijo más tranquilo Beni – así evito llevarme el coche.

-Iré a verte antes del concierto – le comunicó Ian acercándose a su pareja para abrazarle y darle un suculento beso en los labios como despedido.

-¿Irás al concierto? – preguntó Beni.

-Por supuesto, no pienso perdérmelo – le aseguró a su amante – estaré entre vestidores controlando a tus fans, jeje – bromeó Ian – y Matt, te estaré vigilando no quiero que hagas ninguna estupidez como querer escaparte, jeje.

-Muy gracioso Ian – gruñó Matt – Beni nos vamos, se hace tarde – dijo tajantemente.

-Sí nos vemos, chau amor – se despidió Beni.

-Adiós precioso – le dijo Ian dándole una palmada en el trasero provocándole un respingo.

Las siguientes horas pasaron a gran velocidad, Matt se mantuvo ocupado en todo momento para evitar tener que pensar, en ningún momento permitió que fuera interrumpido, desconectándose completamente de todo lo que ajeno al concierto.

Lo primero que hizo nada más llegar al Estudio fue hablar con los chicos, escuchó las preocupaciones de sus amigos y hermano, sus reclamos y alguna que otra bronca por tarde de ellos, pero pronto todo quedó aclarado. Luego subió hacia la oficina de Yasako-sama donde lo esperaban Seguru-san y el propia Yasako, allí tubo que explicar su repentina desaparición, así como su nueva situación y su deseo de dejar los Teenwolves, alegando problemas personales incompatibles con su carrera. Sobre este último hecho no se habían dado muchos detalles específicos pero tanto Seguru-san como Yasako-sama estaban al corriente de la situación con la nueva pareja de su estrella.

Para asombro de Matt, Yasako-sama no pudo objeción a su repentina retirada de los escenarios, solo le exigió que acabara con los conciertos que ya estaban apalabrados, después de eso podría anunciar su retirada definitiva del mundo de la música.

Ya había pasado casi la mayor parte de la mañana cuando Matt entró en la sala de ensayos donde todos ya estaba esperándoles, y así estuvieron hasta la hora en que debían prepararse para el tan esperado concierto.

Comer algo, una reparadora ducha y listos, hacia el Estadio de deportes de Tokio.

El concierto fue todo un éxito, miles de fans vitoreaban a sus ídolos una y otra vez, cantando junto a ellos cada una de sus canciones, miles de flash mortalizaban el momento. Toda una experiencia hipnotizante pronto Matt comenzaría ha echar de menos. Una tras otras las canciones fueron llenando el repertorio, rápidas notas de Rock con las más dulces baladas que te invitaban a bailar con la persona que tenías al lado, casi tres horas de concierto que pronto llegaría a su fin.

Entre gritos y vítores, después de la penúltima canción planeada para la ocasión, Matt se acercó al borde del escenario llamando la atención de sus fans que gritaron expectantes de lo que su ídolo iba a decir.

-¡¡Estáis disfrutando! – chilló Matt a sus fans, provocando la algarabía del público.

-Si me permitís decirlo, hoy es una noche muy especial para mí... – gritó Matt sudoroso pero complacido – hoy puedo decir que esta noche será inolvidable para mí, por vosotros... – más gritos del público – y por alguien muy especial... solo lamento tener que dar una no muy buena noticia. ¡Hoy os anuncio que me retiro de la música!.

El público enloqueció, Tk, Omi e Izzy se miraban entre si sin saber de qué iba todo eso y Beni miró desaprovatoriamente a su amigo.

-¿Pero que dice? ¿Se ha vuelto loco? – se oía en el escenario las frases de sus compañeros de escenario.

-Por motivos personales – siguió diciendo Matt – debo dejar esta apasionada profesión, solo espero que lo entendáis y daros las gracias por estos maravillosos años y espero que no me olvidéis. Así que esta última canción ¡¡Va por Ustedes! – gritó a sus fans.

Los acordes de la última canción comenzaron a sonar, embrujando en ambiente, después de ella, los saludos de rigor siendo ovacionados por miles de personas mientras se fueron retirando lentamente a del escenario a los camerinos donde Ian estaba esperando a su pareja.

-¿¡Se puede saber a que ha venido todo esa pantomima de tu retirada! – le gritó molesto Izzy tan pronto como pudo alcanzar a Matt entre bastidores.

-Siento que os halláis tenido que enterar de esta manera pero todo ha sido muy precipitado, en cuanto acabemos con nuestros compromisos de este mes tengo que salir de la ciudad y no creo podré regresar – informó a sus compañeros con relativa tranquilidad.

-¿Por qué te tienes que ir Matt? – preguntó Tk a su hermano – que yo sepa no ha sucedido nada grave en la familia para que tengas que dejar la música... ¿No estarás enfermo? – preguntó preocupado por la posibilidad.

-No tranquilo Tk, no es eso es solo que... – comenzó a decir Matt.

-Anda valiente diles porque huyes como una rata asustada – azuzó con malicia Ian.

-¿Matt? – llamó desconcertado Omi - ¿qué es lo que sucede?.

-Mierda Ian podrías tener la boca cerrada, me lo prometiste – le replicó molesto Matt.

-Ellos son de la familia no cuenta, jeje – dijo contento Beni con la pequeña venganza.

-Sora me está chantajeando con hundir a Tai y tengo que alejarme de él, ¿Contento? – dijo molesto Matt mirando a Beni.

-Pues sí, jeje – sonrió el pelirrojo.

Una nueva discusión tubo lugar al principio en los pasillos de los camerinos pero después desembocó dentro del propio camerino de Matt donde todos sentaron para discutir mientras Matt aprovechaba para asearse. Gritos, acusaciones, excusas hasta alguna que otra amenaza se oyeron pero ninguno pudo hacer recapacitar al cabeza dura del rubio. Una hora después, cansados ya de discutir, los chicos optaron por dejar solo a su vocalista para ir a sus respectivos camerinos y darse unas rápidas duchas, en media hora les esperaban para ir a cenar al Hotel Central.

Todos estaban ya listos para salir, Matt iba a abrir la puerta de su camerino cuando esta se abrió de golpe y sin aviso.

-Tenemos que hablar – se oyó la voz molesta de Tai.

-¡¡Tai! – exclamó sorprendido pero pronto controló su asombro – Tai ahora no me están esperando, si me permites – dijo con frialdad intentando apartar hacia un lado a su ex pareja para pasar.

-De eso nada – le dijo sujetándole del brazo para evitar que se fuera – te han estado esperando por más de dos semanas, no les vendrá de un par de horas – le dijo dando un portazo y colocándose delante la puerta para evitar que Matt se escapara.

-¿Sé puede saber que quieres, creo que lo dejé todo bien claro esta mañana – dijo con aparente frialdad aunque por dentro estaba temblando nerviosamente.

-De eso mismo quiero hablar, ¿qué significa esa absurda nota? – le preguntó molesto – no me tomes por estúpido Matt porque no lo soy.

-Esa no era mi intención – le dijo conservando la calma – ya te lo he dicho no eres lo que estoy buscando – le dijo reafirmando las palabras que le había escrito.

-¿Y se puede saber que es exactamente lo que estás buscando? – le preguntó controlando su rabia e impotencia al saber que Matt estaba mintiendo descaradamente.

-Supongo que una mujer con la que pueda compartir todo y me dé hijos, je tu ya sabes lo que es así que no puedes prohibirme que no busque lo míos propios – mintió descabelladamente Matt maldiciéndose por dentro.

-¡Aki hubiera sido tan hijo mío como tuyo! ¡LO SABES! – le gritó furioso – por muchas estupideces que me digas no te creo, No después de entregarte a mí como lo hiciste anoche, ¡¡ME DIGISTES QUE ME AMABAS! FUIMOS UNO, TÚ Y YO ASÍ QUE NO ME DIGAS QUE FUE SEXO. Yo he tenido mucho sexo con gente desconocida y jamás se ha podido comparar con lo que tuvimos tú y yo anoche.

-Agradezco tu consideración pero estás equivocado, para mí fue solo sexo, solo intenté hacerlo lo más placentero posible para los dos. Si tú te hiciste ilusiones no fue mi culpa – respondió lo más desagradable que supo – lo nuestro se acabó, ¿no puedes entenderlo? Soy una estrella de Rock y no quieras ni siquiera pretender hacerme llevar una vida doméstica como su fuera tu mujercita.

-Je, no sabes ni lo que estás diciendo, estás mintiendo descaradamente lo sé pero pienso averiguar el porque –le prometió Tai.

-No estoy mintiendo Tai – le aseguró el rubio.

-Si no estás mintiendo ¿porque acabas de anunciar que te vas a retirar? ¿No eres una exitosa estrella de Rock?.

-Eso no es asunto tuyo – le gritó nervioso al percatarse del error que acababa de cometer.

-En eso te equivocas, si es asunto mío, si se trata del hombre al que amo – le confesó el moreno a Matt acercándose hasta quedar a escasos centímetros de él para sujetarle de la barbilla y hacer que le mirase a los ojos – dime que no me amas y que lo de anoche fue simple sexo y te dejaré en paz.

-No... no te amo y lo de anoche fue sexo – titubeó Matt desviando al final la vista, se moría por besarlo y refugiarse en sus brazos y decirle que no quería separarse de él.

Antes de que Matt pudiera decir nada más Tai de apoderó de los labios de Matt para robarle un apasionado beso que duró más de lo que podía soportar Matt, siendo Tai quien rompió el contacto.

-Dímelo de nuevo pero esta vez sin desviar la mirada – le ordenó Tai.

-Yo... no te amo Tai – le dijo haciendo un gran esfuerzo y controlando las ganas de llorar – no te amo fue solo... sexo – dijo al fin obligándose a permanecer firme.

-De acuerdo – dijo derrotado Tai separándose de su ex amante – si así lo quieres así se hará – le dijo apartándose del todo para permitirle poder salir del camerino – espero que encuentres lo que buscas – le dijo controlando su dolor.

-Lo mismo te digo – le respondió brevemente antes de salir de aquella habitación para evitar que Tai pudiera ver como sus lágrimas de derramaban sin control.

-Adiós amor mío – susurró Tai a la puerta cerrada del camerino – no creas que me has engañado, puede que tu boca así lo dijera, pero tus ojos decían todo lo contrario. Si quieres hacer así las cosa lo respetaré pero no me voy a dar por vencido, descubriré que está pasando y tomaré cartas en el asunto. No voy a perderte – se prometió a si mismo saliendo del estadio para dirigirse a su casa, sentía demasiado dolor en su corazón pero no perdía la esperanza, conseguiría recuperar a su amor.

Los días siguientes al concierto fueron un ir y venir de solicitudes de entrevistas de reporteros que buscaban confirmar la supuesta retirada del cantante de The Teenwolves, fueron varias los comunicados que se hicieron asegurando que las fechas escogidas para los conciertos de esas Navidades seguían en pie. El cantante Matt Ishida dejaría el mundo de la música a principios de Febrero alegando motivos personales. Por unos días el escándalo de la supuesta homosexualidad del vocalista quedó en segundo término.

Tai Yagami mantuvo su palabra de no buscar más a su ex amante. Días antes, justo el mismo día del Concierto Tai tubo una reunión sobre su caso por la custodia de su hijo Aki, en el cual pidió el aplazamiento de varios días, el juicio definitivamente se realizaría el 5 de Enero.

Continuará...