ENCUENTROS.

Cap VII

El día del último concierto de The Teenwolves llegó al fin, todos los preparativos para el Macro Concierto estaban listos. Durante el último mes ninguno de los componentes pudo hacer desistir a Matt de la idea de abandonar, nadie sabía el motivo concreto exceptuando Beni que prometió no contárselo a nadie y Yasako-sama y Seguru-san.

Muchos rumores apuntaban que el cantante Matt Ishida se había cansado de la vida pomposa decidiendo retirarse a para cambiar de aires. También se rumoreaba que el cantante the Teenwolves había perdido la inspiración para cantar y componer como lo hacía antes. De todas maneras parecía que a Matt no le afectaba esos continuo rumores, se había prometido en concentrarse en el trabajo hasta que llegase su hora de retirarse.

Tal y como había prometido Tai, en ningún momento se puso en contacto con el cantante cosa que agradecía para su bien mental.

Como todos los Concierto de los que habían hecho a lo largo de su carrera, el Concierto que cerraba la etapa de The Teenwolves con Matt como vocalista, fue todo un éxito. Veinte minutos de concierto extra como despedida a su público puso un broche de oro a toda una prometedora y abrupta carrera musical.

Después de tal despliegue de talento y echas las despedidas en público, la compañía Yasako Record's organizó una fiesta privada como despedida a su más rentable vocalista, donde personajes del mundo de la música más allegada a la banda tendrían su oportunidad para despediste de Matt.

-¡El concierto a sido fantástico! – exclamó orgulloso Serugu, el manager del grupo.

-Gracias Seguru-san – agradeció Matt bebiendo de su copa.

-¿Y ya sabes que vas hacer de ahora en adelante? – preguntó curioso.

-No lo tengo muy decidido aún, pero primero disfrutaré de un año sabático para poder relajarme y pensar en mi nuevo futuro, jeje – se rió el rubio.

-Seguro que pronto lo veremos en un pueblecito en alguna montaña perdida recolectando patatas en su huerto, jeje – se burló Izzy mientras abrazaba a su amigo por los hombros.

-Jeje muy gracioso Iz, pero no es mala idea, jeje así podré librarme de ti y de tus bromas sin gusto – comentó haciéndose el ofendido.

-Si, sí seguro que acabarías echándome de menos – garantizó Izzy.

-Eso seguro, jeje. A ti y a los menos, pero aunque yo no esté en la banda me gustaría poder seguir en contacto, como en los viejos tiempos.

-Eso está hecho, no te vas a librar de nosotros tan fácilmente – intervino Beni habiendo escuchado parte de la conversación y que venía con su pareja cogidos de la mano.

-¿Cómo va todo Matt? – preguntó Ian viendo como el semblante de Matt se entristecía al verle.

-Bien Ian ¿Y tú? – respondió Matt guardándose las ganas de preguntar por su ex pareja.

-Pues para serte sincero estoy de maravilla, teniendo a mi chico al lado quien no puede estarlo y ya que no te atreves a preguntarlo Tai está más o menos bien. Se ha centrado estas semanas en su caso, el juicio es dentro de dos días – le explicó sin necesidad de que el otro le preguntase.

-Er... no te había preguntado por él pero gracias por decírmelo. Esto yo... creo que sería apropiado que le dijeras que le mando recuerdos – le comentó cortésmente.

-Je, seguro que se alegrará de recibirlos – respondió Ian con cierta suspicacia.

-Haber cuando un día quedamos los cuatro para comer – sugirió Beni con la esperanza de que esos dos de arreglasen después de todo.

-No creo que sea buena idea Beni – respondió Matt algo incomodo por la invitación – pero gracias. Voy ha estar una temporada lejos de todo esto, en cuanto esté acomodado en algún sitio ya te llamaré. No te preocupes si no sabes de mí por un tiempo, jeje – bromeó el rubio.

-No hagas estupideces Matt – le riñó Omi – ya que no te veremos el pelo al menos llámanos no te cuesta nada, aún somos una familia.

-Tranquilo jamás se me pasó por la cabeza no estar en contacto, jeje.

La fiesta era muy amena para todos los componentes de la banda, hablaron de muchos temas, del futuro incierto de Matt, de los planes de la banda, y recordaron miles de anécdotas con añoranza. Todo estaba saliendo de maravilla hasta que Beni reparó en la presencia, un poco alejada de ellos, de alguien no muy grato, por decirlo educadamente.

-Matt, encanto, ¿me harías el favor de traerme una copa del bar? – solicitó cariñosamente a su amigo.

-¿Y se puede saber porque tengo que ir yo? ¿No puedes ir tú o tu novio? – preguntó algo molesto Matt – estoy hablando con Tk, además no soy tú...

-Anda venga ves tú un momento es que quiero presentar a Ian a alguien, solo esta vez, yo te he ido a buscar una copa muchas veces, anda plisssssssssssssss – rogó de forma suplicante con su típica carita de cachorrito.

-Beni yo puedo... – intervino Ian sin comprender el extraño pedido de su pareja.

-No amor, tiene que ser Matt, él sabe como me gusta los Martinis – suplicó Beni.

-De acueeeerrrrrdoooooooo – refunfuñó Matt – pero esta es la última vez, mira que te has vuelto quisquilloso y consentido desde que sales con Ian – aseguró mientras se dirigía hacia la barra del bar que se encontraba en la otra punta de la sala.

-¿Se puede saber a que viene esa reacción caprichosa? – le preguntó Ian entre molesto y sorprendido.

-Valla Beni el que Ian te esté tratando tan bien se te ha subido a la cabeza, jeje – se burló Izzy.

-No seas gilipollas Iz – le insultó molesto Beni – no es por eso baka, necesitaba alejara a Matt de aquí. Si no os habéis dado cuenta acaba de aparecer la bruja del cuento – gruñó molesto por la presencia de cierta arpía.

-¿Quién Sora? – preguntó asombrado Tk.

-Así es, y voy a deshacerme de ella en estos momentos, entretener a Matt en cuanto regrese – les pidió a los chicos mientras se dirigía hacia donde estaba Sora seguido muy de cerca de su amante.

-¿Se puede saber que demonios haces aquí Sora? – le preguntó furioso Beni en cuanto le dio alcance.

-Hola Beni – saludó algo intimidada por los dos pelirrojos que la miraba con odio - ¿no habrás visto a Matt? Necesito hablar con él.

-¿Para que quieres verlo? ¿Es que acaso quieres regodearte de tu victoria? Déjalo en paz, me oyes, ya le has jodido bastante la vida, así que coge todo lo que has robado y lárgate, yo voy a ser tan condescendiente como Matt – le amenazó lleno de ira mal contenida.

-Solo he venido hablar, yo... yo no quería que todo esto llegara tan lejos, jamás me imaginé que iría a dejar la música por... – intentó disculparse pero sabía que el daño ya estaba hecho.

-Ya es tarde para arreglarlo – interrumpió Ian también molesto pero más controlado que su pareja – debiste de haber pensado antes que tu codicia te cegara, tan solo te queda aguantar tu conciencia. Lo mejor que puedes hacer es marcharte por la buenas y no molestar más a Matt. ¿O es que pretendes también estropearle su fiesta de despedida?.

-No claro que no pero yo... quería disculparme con él... me dejé llevar por la venganza... quería hacerle pagar por la humillación de sentirme remplazado por un hombre... pensé que solo se trataba de una relación pasajera, que solo era curiosidad por lo diferente, por sexo diferente... no creí que... hasta yo me sorprendí cuando Matt accedió a todas mis peticiones por protegerle – explicó avergonzada Sora.

-¡Accedió por que amaba a Tai y aún le ama, de no ser por ti ahora mismo ellos estarían juntos! – le gritó Beni molesto – y déjame decirte una cosa, fuiste tú quien remplazaba a Matt cada noche con un tío diferente, tú sola lo alejaste de él, cuando él solo tenía ojos para ti y te trataba como una princesa. Lo que te jode es saber que ya no te necesita, que encontró en otra persona todo el amor y cariño que él necesitaba, así que no te hagas la víctima. Y el que tai sea hombre es irrelevante, de haber sido mujer lo hubieras destrozado igualmente. Eres... eres una... – se contuvo Beni de decir algo indebido.

-Beni tranquilízate, insultándola no ganaremos nada – comentó Ian sujetando a su pelirrojo del brazo para evitar que se tirase sobre la chica – Será mejor que te vallas Sora, lo menos necesita Matt ahora es verte, si quieres arreglar un poco las cosas, hazlo como debes hacerlo, pero no ahora ni con Matt directamente, aunque sinceramente pienso que es tarde para eso. Así que te pido que te vallas o tendré que llamar a seguridad para que te muestren amablemente donde está la salida – le informó fríamente a una perpleja Sora.

-Está bien me voy... solo me gustaría que le dijerais a Matt que lo siento mucho. Adiós – se despidió compungida Sora de los dos pelirrojos.

-Maldita la hora en que te conoció – murmuró Beni viéndola desaparecer entre la gente en dirección a la salida.

-Eso ya no tiene remedio amor – le dijo Ian a Beni girando a su amante para enfrontarlo quedando cara a cara – ahora cálmate o Matt se dará cuenta que algo a sucedido.

-Como que es muy fácil calmarme después de que esa bruja me enerve la sangre – gruñó Beni molesto apoyando sus manos en el fuerte pecho de Ian.

-Pues entonces tendré que tranquilizarte yo – le sugirió maliciosamente mientras le sonreía.

-¿Y como piensas hacerlo? – le provocó sabiendo muy bien las buenas mañas de su amante.

-Mmm que tal te parece así... - le comentó atrapando sus labios en un ardiente beso que le obligó a no pensar en nada más que no fueran sus labios y sus caricias.

-Mmmmm – jadeó Beni complacido – Creo... creo que aún estoy algo furioso – comentó tras romper el beso para que Ian le volviese a besar como tanto le gustaba.

-Mmmm creo que por ahora esto era suficiente amor, ¿o pretendes dar un espectáculo en la fiesta de tu amigo? – preguntó con malicia Ian a pesar de sentirse tan deseoso como su amante.

-Mmm no sería mala idea, mmm – le dijo robándole un nuevo beso – pero sabes una cosa, no creo que me llegase a conformar solo un tus ardientes besos, jeje. Pero aún así no voy a permitir que otros vean lo que solo me pertenece a mí – le dijo seductoramente mientras lamía una porción del cuello que dejaba expuesto la camisa de seda granate que vestía en esos momentos el alto ejecutivo.

-Estoy muy de acuerdo con eso – respondió Ian – lo mismo opino de ti, así que dejaremos eso para cuando lleguemos a casa. Ahora regresemos, seguramente Matt te debe de estar maldiciendo por hacerle ir a por tu copa para luego desaparecer.

-Jeje tienes razón, siempre le puedo decir que tuve un irrefrenable antojo de que mi ardiente amante me hiciera el amor, jeje – se burló Beni.

-Eres un caso, hasta serías capaz de decírselo – se rió Ian complacido por la espontaneidad de su chico.

-Jeje pues claro que se lo diría, anda vamos – le pidió a Ian.

El resto de la fiesta trascurrió sin problemas. Beni tubo que estar disculpándose el resto de la noche con Matt por haber desaparecido, que ni con la ardiente excusa que le había comentado a su amante, le perdonó el rubio.

El día del juicio había llegado.

Durante muchos meses tai había estado trabajando por recuperar a su hijo y por fin el día en que su más preciado sueño se haría realidad. Era conciente de que no sería fácil teniendo a su conservadorcita e influyente "suegra" como parte implicada, como demandante.

La sala no estaba muy concurrida como era de esperarse, solo una quincena de personas, la mayoría por parte de la familia Amakusa, ya que por parte de Tai, no había mucha gente allegada, unas semanas atrás se hubiera imaginada que a quien consideraba su pareja le acompañaría en esos momentos pero por desgracia no había sido así. El único apoyo que podía sentir era el de su amigo Ian y su pareja, bueno y el de Ami, la hermana de Lena, pero ella poco podía hacer bajo la inquisidora mirada de su madre.

El juicio dio comienzo con la ronda de alegaciones por ambas partes exponiendo sus puntos de vista y defensa.

-Los cargos imputados en el primer juicio por la custodia de Yagami Aki, figuran el desamparo de un menor por tarde de su progenitor, comportamiento incívico y poco recomendable para un menor al verse envuelto en el poco acertado comportamiento de su padre, Yagami Tai, al frecuentar compañías de dudosa reputación. A demás se le retiró la custodia filial debido a que no estaba capacitado mentalmente y no podía proveer a su propio hijo de un sustento adecuado debido a la carencia de un trabajo estable – explicó en pocas palabras el abogado representante de la familia Amakusa al juez.

-Esos fueron los cargos que se me imputaron en el primer juicio señoría – argumentó Tai haciendo de letrado demandante – para mi propia vergüenza y la de mi familia debo admitir que dichos cargos son ciertos... para entonces yo el acusado en aquel juicio atravesaba una difícil etapa de mi vida debido a la gran perdida que suponía la muerte de la madre de mi hijo. Yo la quería y le debía mucho, pero no voy ha justificar mi erróneo comportamiento. Puede que desatendiera a mi propio hijo debido a mi depresión... pero jamás lo desamparé, siempre estuvo bajo el atento cuidado de una institutriz. Pero lo que es injusto señoría es que el peso de mi castigo se infundió por el desprecio que mi condición sexual implica – acusó Tai con seguridad.

-Protesto Señoría, eso es irrelevante y sin fundamento, el demandante fue acusado por desamparo a su propio hijo y no porque fuera homosexual – protesto el abogado de los Amakusa.

-Protesta denegada. Letrado deje exponer sus argumentos al demandante – anunció el Juez.

-Eso no es del todo cierto. Todo esto se dio debido justamente a mi condición de homosexual, de otra manera jamás hubiera habido ningún juicio. La Familia Amakusa me cataloga como no apto para la crianza de un hijo y yo, si su Señoría me lo permite, voy a demostrar que eso no es cierto. Yo puedo ser tan apto como cualquier otra persona, sea cual sea su condición – expuso Tai al juez.

-Protesto de nuevo Señoría, el demandante quiere mediatizar el juicio para que este se convierta en un juicio por discriminación y no por un sin fin de faltas a la hora de cuidar a su propio hijo.

-Protesta aceptada. Señor letrado le consejo que lleve sus alegaciones por un rumbo distinto porque no pienso permitir que convierta mi sala en un mitin sobre los derechos del colectivo gay – aseguró el juez.

-No es esa mi intención Señoría, solo quiero dejar bien claro por lo que se me enjuició en un principio. Los cargos imputados en un principio ya han sido "reparados" por todo aquello que se me acusó hoy en día puedo asegurar que estoy plenamente dispuesto y conciente de la responsabilidad que ello conlleva. Soy un buen padre Señoría y si me lo permiten demostrar así lo haré.

-Eso no puede ser cierto Señoría – protesto el abogado de los Amakusa – la gente de su procedes no cambia en unos meses. ¿Quién nos asegura que no volverá a caer en ese tipo de vida depravada y sin moral?.

-Protesto señoría. ¿Quién es ahora el que mediatiza el juicio? ¿Quién es el que por mi condición de gay ya me predispone como no apto para la educación de un niño – argumentó Tai.

-Protesta aceptada, letrado tenga cuidado con lo que dice, en esta sala se está procesando un asunto de custodia y no si el demandante es homosexual y lo que Ud. piensa de cómo debe vivir – dijo el Juez.

-Pero señoría, la conducta de una persona también va en función de su comportamiento como persona y como entorno y para ser sincero, el entorno homosexual no es el más adecuado para el nieto de la Señora Amakusa.

-Eso no es lo que estamos discutiendo letrado – exclamó molesto el Juez – me temo que voy a tener que tomar cartas en el asunto, porque veo por donde va la defensa de la familia Amakusa y la verdad ni tengo tiempo ni ganas de escuchas sus prejuicios abogado. Así que aligeremos el juicio. Los cargos son por desamparo de un menor, falta de modo de vida, o sea de trabajo en el momento de los hechos, conducta perjudicial para el hijo del demandante... ahora bien... el demandante ha aportado los comprobantes y certificados que le exculpan de los cargos que la Familia Amakusa le sigue imputando.

Señor Yagami, Ud. actualmente trabaja en un respetable gabinete de abogados, por lo consiguiente ¿la parte económica y que le ayudará a sustentarse a Ud. y a su hijo no será problema? – preguntó el Juez.

-Así es Señoría – respondió Tai – cuando perdí a la madre de mi hijo ya trabajaba allí, lo que ocurrió es que pedí un año de excedencia por eso no trabajaba.

-Bien, sigamos – comentó el juez – según el certificado que presenta como prueba, el Dr. Asato Hime, asegura que Ud. ha estado bajo tratamiento terapéutico para superar su estado de depresión debido a la muerte de la madre de su hijo.

-Así es Señoría, según el doctor Asato el desequilibrado comportamiento que presenté ya está erradicado al superar mi crisis, reforzando mi estabilidad emocional. Yo solo expresé mi dolor como supe, cualquiera hubiera reaccionado de algún modo ante la perdida de alguien importante, sé que no lo hice correctamente pero estaba destrozado.

-Perfecto, ahora lo más importante del asunto. ¿Desea la custodia de su hijo? Sabe lo que todo ello supondrá. Deberá ser responsable de sus actos, dar una educación ejemplar, sobretodo al verse, en cierto modo, más evaluado por su condición sexual. ¿Lo entiende?.

-Lo entiendo Señoría y lo acepto, amo a mi hijo y es lo que más deseo en este mundo. Sé que se me exigirá más por ser gay pero voy hacer que sea posible. Algunas veces fallaré y otras acertaré como cualquier padre, sé que juntos aprenderemos y por ello quiero que me den una oportunidad. Solo pido una oportunidad para demostrar que puedo hacerlo, que no soy un monstruo como mucho quieren creer.

-Señoría todo esto es palabrería barata. No sabemos si lo que dice es cierto, puede mentir... – protestó el abogado de los Amakusa.

-Para eso estoy yo aquí letrado, es mi juicio el que dicta si dice o no la verdad, ¿O es que acaso también pone en tela de juicio mi criterio, jovencito? – preguntó molesto por las continuas interrupciones por parte del abogado de los Amakusa.

-En vista de los hechos, no veo porque se le debe de estar negando la custodia ya que los cargos presentados por la Familia Amakusa ya no tiene fundamento alguno. A no ser que su reticencia a ceder la custodia de Yagami Aki sea porque el padre biológico sea homosexual, en ese caso me temo que su petición será denegada. El señor Yagami pasó las pruebas necesarias para dar por buena su capacidad para cuidad a su propio hijo. Así mismo este juzgada del cual presido le otorgo la patria y potestad al padre biológico desde el día de hoy, no obstante estará bajo vigilancia por el periodo de seis meses a cargo de un agente de recursos sociales que valorará el trato del demandante hacia su hijo. La familia Amakusa disfrutará de los regímenes de visitas convenientes para estos casos – sentenció el juez. - ¿Están de acuerdo letrados?.

-Creo que es no es justo con el joven Amakusa – comentó descontento el abogado de los Amakusa – la influencia libertina de un homosexual no es la más apropiada para...

-¿Seguimos con eso letrado? Me está tentando a acusarle de desacato – amenazo el juez.

-Pero Señoría... – quiso protestar.

-Se acabó letrado, la sentencia está dictada a falta de la última alegación del demandante, le recomiendo que acepte por las buenas la resolución a no ser que prohíba el régimen de visitas a sus parientes Amakusa alegando discriminación y homofobia injustificada.

-De acuerdo no haré más declaraciones – anunció el abogado de los demandados.

-Bien... su turno señor Yagami, ¿tiene algo que decir antes de dictar sentencia firme? – preguntó a Tai a la vez que dirigía toda su atención al castaño.

-Así es... me gustaría alegar una última cosa... – dijo Tai para después permanecer en silencio para escoger bien sus palabras.

Una extraña tensión envolvió la sala, las murmuraciones y cotilleos habían aumentado considerablemente desde el inicio del juicio, varias personas había ingresado en la sala, ya sea por curiosidad o por ser conocido de alguno de los implicados como era en caso de Kyo o los gemelos Yohei y Yomi.

La matriarca de la familia Amakusa estaba indignada por la incompetencia de su abogado al no conseguir mantener lejos al padre de su nieto, criticando en todo momento a su abogado, Ami intentaba ocultar la alegría que sentía al ver cumplir la justicia como hubiera deseado su difunta hermana, por parte de Beni y Ian, los nervios no se habían calmado del todo, algo les decían que las próximas palabras que iba a decir su amigo podía poner en peligro todo el proceso, ambos le miraban para intentar descifrar lo que haría y las consecuencias que eso le traería.

Docenas de ojos estaba posado en Tai esperando la última alegación, entre todo esos pares de ojos, unos no perdían detalle ni de cada movimiento ni palabra dicha por el castaño, las cosas no habían acabado aún, algo iba a cambiar irremediablemente, y los nervios comenzaron a embargar al anónimo visitante.

-¿Y bien, letrado? – preguntó impaciente el juez.

-A sí disculpe, Señoría sé que por mi condición van a exigirme mucho más que a un padre heterosexual debería prestar, pero creo que siendo sincero conmigo mismo y con su Señoría debo hablarle con la verdad por delante. Señoría soy homosexual... en concreto un homosexual afortunado por poder tener un hijo con una mujer que fue más que una amiga para mí, no voy a entrar en detalles, pero hago constancia que no voy a cambiar mis preferencias y mi forma de vida para que me acepten en los estereotipos de esta sociedad – explicó Tai para sorpresa de los presentes y terror para Ian y Beni que sabían por donde quería ir su amigo.

-¿Adónde quiere llegar joven? Sabe que la sentencia está a su favor así que le sugiero que mida sus palabras, porque realmente me está tratando de decir que seguirá con su antigua vida ¿descarriada? – preguntó asombrado el juez.

-¡No Señoría! No es eso lo que pretendo decir es que me refiero que... más bien pregunto que si me viera implicado en un relación sentimental con otro hombre, ¿la fiscalía me arrebataría a mi hijo?.

-Su vida privada es eso privada, siempre y cuando no sea una mala influencia. Una vida de promiscuidad ya sea en hombre o mujeres es algo que no pienso consentir cuando de un menor inocente sea perjudicado así que le recomiendo encarecidamente que no me obligue a tomar cartas en el asunto porque de ser así le aseguro que le obligaré a estar alejado de su hijo hasta que el chico halla cumplido la mayoría de edad – comentó molesto - ¿A que vino todo esto?.

-No busco promiscuidad Señoría, sino todo lo contrario, desde hace unos meses disfruto de una pareja estable, por desgracia en estos momentos no se encuentra a mi lado por problemas personales, su nombre es Matt Ishida y pienso llevármelo a vivir conmigo y con mi hijo en cuanto las cosas vuelvan a la normalidad, por ello Señoría quiero que comprenda que no estoy dispuesto a perderlo... – anunció serenamente Tai.

El rumor de la sala se intensificó considerablemente, teniendo el juez que poner orden en la sala. Tai acababa de dar un dato que podía hacer peligrar la sentencia. Ian miraba furiosamente a su amigo recordándose que después de salir de la sala matase a su propio amigo por bocaza y "buen samaritano".

Un ruido de un objeto estrellándose en el suelo llamó la atención de gran parte de la sala. Todas aquellas personas dirigieron su mirada a un hombre que se mantenía en una esquina de la sala lo más discretamente posible, vestía de negro con una gorra también negra que le ocultaba todo su cabello y unas enormes gafas de sol, el hombre parecía visiblemente nervioso aumentando aún más su estado al verse centro de atención. El hombre se apresuró a recoger del suelo su teléfono móvil y las llaves que se le habían caído al oír las palabras del castaño.

Beni y Ian también habían girado a enfrentar al escandaloso espectador quedando sorprendidos al reconocer al hombre que con poco acierto intentó pasar desapercibido, ambos rieron con burla al ver la incomodidad del hombre que no le quedó otra que salir apresuradamente de la sala antes de que le reconocieran, si no lo habían echo más.

-Señor Yagami, ¿está insinuando que renunciaría a su hijo sin le exigiera renunciar a su pareja actual? – preguntó cada vez más asombrado.

-No Señoría, no quiero renunciar a mi hijo pero tampoco a mi pareja, solo le hago saber la situación real de mi vida, solo eso – respondió con firmeza.

-Je, no sé si verle como el hombre más irracional o irresponsable o como el hombre más valiente que halla pisado mi sala, jeje – se rió el juez – valoro su sentido de la palabra y agradezco su sinceridad y su suerte joven, de haber sido otro juez quien hubiera llevado este caso ahora mismo se estaría lamentado por esa última alegación tan desafortunada para este momento ya que expone una situación algo delicada que no todo el mundo puede comprender y menos aceptar, pero me considero un juez justo y sin prejuicios. NO veo motivo alguno por revocar mi sentencia, solo espero no haberme equivocado con Ud. joven letrado. Así que asegúrese de llevar una vida decente y bien encaminada con su hijo y pareja. Ya le dijo que aquí no estamos enjuiciando sus preferencias sexuales, sea un buen padre y un buen compañero para su pareja y nadie podrá jamás reprenderlo por ello – comentó el juez con tranquilidad.

-Muchas gracias Señoría – agradeció emocionándose por que por fin veía el fin a su pesadilla.

-No me las de letrado, es mi trabajo. ¡Caso cerrado! – sentenció definitivamente el juez.

Beni y Ian de levantaron para felicitar a su amigo que los recibió gustoso, entre felicitaciones y resentimientos por parte de la familia de su "suegra" Tai y los chicos recogieron sus cosas después de que todos abandonaran la sala.

-Mira que llegas a ser idiota – le recriminó Ian a su amigo - ¿Sabes lo cerca que has estado de perder la custodia de Aki? ¿A que ha venido esas irrefrenables ganas de decir toda la verdad, es último alegato te lo hubieras podido ahorrar y no te hubieras arriesgado como lo has hecho.

-Lo sé pero era necesario que lo hiciera, mi conciencia no estaría tranquila, quise dejar bien clara al juez y a mi "suegra" que seguiré siendo gay – explicó Tai mientras caminaba por los pasillos de juzgado.

-Dale gracias al ángel que te protege por haber permitido que cambiaran en el último momento al juez que instruía tu caso. De haber sito el juez Nakago, como se suponía que habría tenido que ser, en estos momentos te estarías lamentado por proclamarte defensor de los derechos de los gays. El juez Nakago es el mayor homo fóbico que existe en la abogacía - asuró Ian.

-Entonces si tuve suerte, jeje – se rió aliviado Tai.

-Por cierto ¿a qué vino es de decir en público que Matt es o era tu pareja? – preguntó curioso Beni que iba abrazado de Ian.

-Solo dije la verdad – respondió escuetamente – quiero convencerme de que lo nuestro aún no murió, le amo y quiero que estemos juntos de nuevo – dijo Tai esperanzado – me hubiera gustado que hoy estuviera aquí, apoyándome y quizás luego...

-A lo mejor si que estuvo – insinuó Beni sonriendo – no pierdas la esperanza. Has conseguido resolver uno de los problemas que os impedía estar juntos, ahora solo tienes que luchar por él, tienes que convencerle de que vuelva, solo tú puedes hacerlo, aunque no hay mucho tiempo. Matt se marcha esta semana y no nos quiso decir a donde – le explicó Beni a Tai.

-Tendré que ir hablar con él antes de que se valla, jeje. Solo deseo que no sea demasiado tarde.

Al salir al exterior del juzgado fueron recibidos por sus amigos, Kyo y los gemelos Yohei y Yomi le sonreían y le felicitaban, de la familia Amakusa no había rastro. Entre todos decidieron ir a celebrar la sentencia, pero antes de antes de dirigirse hacia sus autos, un Mercedes negro con los cristales polarizados se detuvo delante de ellos llamándoles la atención. La puerta trasera del vehículo se abrió dejando salir a Ami que lo miró a Tai con alegría.

-Hola cuñadito – saludó la chica con verdadera felicidad – perdona que no te pudiera saludar antes pero ya sabes como es mi madre, jeje.

-Tranquila lo entiendo perfectamente, así que no te preocupes – respondió Tai agradecido por el saludo de la chica – veo que tu familia ya marchó.

-Sí ya sabes como son cuando no le salen las cosas como quieren. Mi madre me pidió que te solicitara una reunión para concertar las visitas de Aki – solicitó la muchacha.

-No es necesario que nos reunamos para ello Ami, mi casa siempre estará abierta para Uds. aunque todo esto halla sucedido os sigo considerando mi familia y lo más importante... la familia de Aki.

-Eres increíble Tai, no sabes lo que me alegro de que todo se halla arreglado al fin. Bueno ahora me tengo que ir – se despidió la chica.

-¡Espera! ¿Cuando...? quiero decir que Aki bueno ya sabes, jeje – dijo nerviosamente el castaño.

-Valla pensé que no me lo preguntarías, jeje. Ahora Aki está en casa, déjame que le prepare una pequeña bolsa que las cosas más urgentes que necesitará y te lo llevaré esta tarde a tu apartamento, ¿Te parece? – sugirió Ami.

-Sería perfecto Ami.

-Bien entonces estaré allí a las cinco, luego haré que te manden el resto de las cosas de mi sobrinito. Aki está deseando estar contigo, no sabes cuanto te echa de menos y a Matt también. Tendrías que verle cuando lo ve por la televisión, jeje no para de gritar papa Matt.

-Si jeje parece que se encariño con él – comentó con tristeza recordando en ultimo fin de semana que pasaron los tres juntos.

-Tai, ahora tienes que pelear por él, no dejes que se aleje de ti, os queréis y merecéis estar juntos – le animó Ami.

-Eso desearía yo, pero tranquila lucharé por recuperarle, sé que aún me quiere como yo le quiero a él. Bueno nos vemos a las cinco – respondió Tai.

-Entonces nos vemos luego, cuídate y chicos vigilar que no haga ninguna tontería que ahora es un padre responsable, jeje – bromeó Ami dirigiéndose a los amigos de Tai.

-Descuida, lo vigilaremos – gritaron los demás – despidiendo a la chica que se subía de nuevo al coche para dirigirse a su casa.

En cuanto desapareció la chica, los demás se dirigieron a sus coches para ir a celebrar. Era muy pronto para ir a Lasha por lo cual decidieron dirigirse a Danny's, un discreto y acogedor bar cercano al centro de la ciudad.

Allí disfrutaron de la compañía y de nuevas bebidas para acabar comiendo varios platos combinados hasta que se le hizo la hora de regresar a Tai a su casa, ya que solo quedaba menos de una hora para la llegada de Aki a su apartamento.

-Bueno chicos, me tengo que ir, Ami no va a tardar mucho en ir a mi casa, os agradezco el que hoy halláis venido – agradeció a sus amigos sinceramente.

-No tienes que decir nada baka, para algo estamos los amigos – comentó Kyo despeinando a su amigo que se sentaba junto a él – sabes que puedes contar con nosotros para lo que sea.

-Lo sé y os lo agradezco de todo corazón, ahora me marcho, no vemos luego. Un día de estos tenéis que venir a casa para comer o cenar – sugirió el castaño a sus amigos.

-Eso sería genial – contestaron a la vez los gemelos.

-Si pero antes debes de instalar bien a Aki – comentó Beni – por cierto ¿te importaría si te acompañamos Ian y yo a recibir a tu pequeñín? Jeje es que ya me considero como su tío Beni – bromeó el pelirrojo – así te ayudamos a instalarlo en su habitación.

-Amor, a lo mejor Tai quiere hacerlo solo – interrumpió amorosamente a su pareja. Beni se había encariñado mucho con el pequeño desde que pasaron un día en el parque de atracciones, gracias a la intervención de la cuñada de Tai.

-Por mi no hay problema Ian, Aki estará encantado de verles, ya sabes que os adora – comentó agradecido por el cariño que tenían a su hijo.

-Bien entonces nos vamos ¿no querrás llegar tarde a tu cita con tu hijo? – se burló Beni poniéndose de pie – nos vemos chicos – se despidió Beni de los demás.

-Uyyyy que mal te veo Ian – bromeó Yomi al pelirrojo.

-¿Por qué lo dices? – preguntó desconcertado al gemelo.

-Jeje ¿no te has dado cuenta? Jeje a Beni se le ha desarrollado la vena paternalista, jeje ya mismo te veo adoptado a varios niños para que Beni pueda satisfacer su nueva faceta, Jejeje – se rió Kyo.

-Jajajaja – se carcajeó Yohei al ver el sonrojo de Beni por el comentario tan acertado de su amigo – valla veo que Kyo no se equivocó en su apreciación.

-Basta ya chico – gruñó molesto Beni al sentirse burlado por sus amigos – que hay de malo en que me gusten los niños – se excusó el pelirrojo.

-Nada nada, es solo que me parece gracioso – se rió Kyo ante la incomodidad de Beni.

-No me es desconocido el cariño que Beni siente por los niños, incluso creo que pueda ser una buena idea el tener hijos propios a quienes cuidar – comentó como si nada Ian abrazando a su pareja que lo miró incrédulo ante tal inusual proposición – así que no os sorprenda que un día de estos aparezcamos con un hermoso bebé, jeje – se burló Ian esta vez de sus amigos que lo miraban como si le hubiera crecido una segunda cabeza.

-¿El orgulloso y siempre perfecto hombre de negocios siendo un ejemplar padre de familia, al cual no le importase que le babeasen sus costosos trajes de Arman? Eso hay que verlo – comentó incrédulo Kyo.

-Pues puede que lo veas, Kyo. Ahora nos tenemos que ir... amor, Tai, tu hijo nos espera – sentenció el orgulloso pelirrojo.

En cuanto se despidieron de todos Ian con Beni en su coche y Tai en el suyo propio se dirigieron hacia el apartamento de éste último.

Mientras esperaban a Ami, Tai sirvió un par de copas a sus amigos para después irse a cambiar de ropa más cómoda.

-Ahora que todo más o menos se solucionó – comentó Ian a su amigo que se acomodó en su sillón junto a ellos - ¿qué piensas hacer con respecto a Matt?.

-Supongo que en cuanto Aki esté instalado iré a hablar con él, no quiero dejar pasar más tiempo, tengo que convencerlo de que regrese conmigo. No voy a renunciar a él.

-No es que quiera presionarte Tai pero Matt no tardará en abandonar la cuidad, está empeñado en cambiar de vida y dejar la música, es un cabezota sin sentido además está convencido de que él es una amenaza para ti. El muy idiota seguro que ni se quedó ha escuchar la sentencia final – murmuró para si Beni sin darse cuenta que Tai lo había escuchado sin problemas.

-¡¡Queeee! ¿Tai estuvo en la sala? – preguntó sorprendido el moreno

-Mierda yo y mi boca – se quejó Beni viéndose descubierto – yo... no tendría que haberlo dicho, jeje por no estoy seguro de que fuera él pero...

-Beni, ahora no quieras arreglar tu metedura de pata – le riñó cariñosamente Ian a su amante.

-Jeje lo siento se me escapó – re avergonzó Beni.

-¿Era o no era Matt? – preguntó ansioso el abogado.

-Jeje, sí era él, aunque iba disfrazado, jeje nunca se le dio bien pasar desapercibido, intentaba pasar no hacerse notar pero consiguió lo contrario sobretodo cuando se le cayeron las cosas de las manos cuando mencionaste que él era tu pareja – resumió el pelirrojo ante un asombrado Tai.

-Entonces si que vino... – dijo contento.

-Sí pero salió corriendo al verse descubierto por Beni – aseguró Ian – por lo que él no está al tanto de la resolución del juez. Debes de ir hablar con él cuando antes.

-¿Dónde puedo encontrarlo? – preguntó Tai angustiado – ¿vosotros sabéis que le ha pasado? Hasta ahora no os he preguntado nada porque he respetado la decisión de Matt en mantenerme alejado de él pero ahora necesito saber toda la verdad sin quiero recuperarlo – les pidió a sus amigos.

-Prometimos no decirte nada... – argumentó Beni pensando en su amigo.

-Beni tengo que saberlo – suplicó Tai.

-Él se hospeda en el Hotel Center, en la suite Darian – infirmó Ian.

-¡Ian! – acusó Beni a su pareja – prometimos no decir nada.

-Prometimos no decir nada si Matt le explicaba las razones de su abandono pero como ves Beni no lo ha hecho, así que la promesa queda anulada – habló con seriedad Ian – mira todo esto es un maldito error desde el principio, Matt jamás debió aceptar ese chantaje y menos dejarse llevar por esa pretenciosa mujer...

-¿Chantaje? ¿Pretenciosa mujer? ¿De que estáis hablando? – preguntó Tai.

-Ahora te lo explicaré más detalladamente, lo principal es que sepas que esa nota que te escribió Matt no dice más que sandeces. Solo te la escribió para que lo odiases y así te alejases de él.

-Eso ya me lo imaginaba pero ¿porque lo haría? – preguntó Tai.

-Verás todo empezó por...

Ian comenzó a explicarle todo el asunto detalladamente sin omitir ningún detalle, las fotos de las revistas, el chantaje de Sora, la cesión de sus posesiones a favor de su ex y la verdadera razón por la que había dejado la música. Tai escuchaba atentamente sin poder creérselo, preguntando por algún detalle que no le había quedado en claro.

En medio de aquella conversación estaban cuando alguien llamó a su puerta y Tai se apresuro a abrir la puerta tras serenarse un poco.

-¡¡¡¡Paaaaaaaaaaaaaaaaaaa! – fue el grito alegre de Aki que venía en brazos de su tía Ami.

-¡Aki! ¡Ami! – saludó alegre abriendo sus brazos para abrazar a su hijo que después de muchos sacrificios y problemas había podido recuperar.

-¡¡¡Paaaa Paaa! – se abrazó a su padre con gran alegría.

-Oh por fin mi niño – le abrazó rompiendo a llorar sin poder contener la emoción.

-Enhorabuena Tai, no sabes cuanto me alegro que ganaras el juicio – comentó Ami emocionada por el reencuentro definitivo entre padre e hijo.

-Oh gracias Ami, muchas gracias – le agradeció abrazando a su cuñada sin soltar a su hijo.

-Hola preciosa – saludó Beni acercándose al trío - ¿cómo te encuentras? ¿Te dio muchos problemas este diablillo? – le preguntó besando la frente de Aki que se alegró al reconocer al portador de aquella larga cabellera roja.

-Tiiii Bennnnniiiiiiii – gritó emociono el niño.

-Hola amor, ¿no vas a saludar a tu tío Ian? – comentó al pequeño que alargaba sus bracitos hacia Ian para que lo cargase.

-Hola pequeño – saludó Ian cargando al pequeño – uyyyy como has crecido – bromeó el ejecutivo.

-Anda pasa Ami, espera que te ayudo con las bolsas de Aki – se ofreció Tai dejando pasar a la muchacha.

-Pasa pasa, estábamos hablando de la operación "recuperar a Matt sin morir en el intento" jeje – se rió Beni cogiendo un de las bolsas que cargaba Ami.

-Valla pues llego en buen momento, jeje – se congratuló la chica mientras caminaba hacia el salón.

Beni y Tai dejaron las bolsas en la habitación que sería de Aki mientras Ian y Ami se sentaba a esperarlos en el sofá. N o tardaron mucho en aparecer para sentarse junto a ellos. Aki jugueteaba pasándose de unas piernas a otras mientras jalaba del cabello de Beni o de la corbata de Ian que se reían de las travesuras del pequeño. El grupo de adultos retomaron la conversación que había quedado incompleta poniendo en antecedentes a la cuñada de Tai. Entre aperitivos y copas las horas fueron pasando lentamente. Tai escuchó todas las sugerencias de sus amigos y cuñada para poder recuperar a cierto ex cantante pero la verdad no tenía muy claro cual sería el mejor proceder.

También se tocó el tema del juicio, comentado ciertos detalles que había pasado desapercibidos para algunos, como bien sabía Ian ya que él mismo le había ayudado a preparar la defensa de Tai. Un gran descubrimiento fue el saber, para asombro de los chicos, que Matt fue el responsable del cambio de juez a última hora, según había explicado Ami, la familia Amakusa había exigido que fuera el juez Nakago el que oficiase el juicio y así se había creído hasta el último minuto, para asegurarse que despreciase a Tai por su homosexualidad, pero gracias a la intervención de Matt y de ella misma que había podido avisar a Matt por casualidad, había sobornado en cierto modo al juez, haciéndole participe de unas irresistibles vacaciones de última hora a cargo de Matt con la estancia pagada en el mayor Hotel Casino de Las Vegas, al cual el juez no pudo negarse, conociendo cono todos conocían su afición al juego desmesurado.

Sin que se dieran cuenta la noche y se les había echado encima, por lo que decidieron preparar algo de cena. Beni se ofrecieron a preparar algo mientras Tai y Ami acomodaban todas pertenencias de Aki en su futura habitación.

-¿Paaaaaaaaa Maaaaaaaaaa? – intentó preguntar el pequeño Aki desde su cuna mientras observaba a su papá a su tía guardar su ropita en los cajones - ¿Paaa Maaaaa? No taaaaaa.

-¿Pa Ma? – preguntó desconcertada Ami sin saber a que se refería su sobrino.

-Je – sonrió con tristeza Tai – pregunta por Matt, supongo que lo echará de menos. ¿Verdad que sí amor? – le dijo a su hijo cogiéndole en brazos para besarle con amor – Papa Matt no está ahora con nosotros pero pronto lo estará, yo lo traeré, ya verás cariño. Pronto seremos una familia, te lo prometo – le dijo esperanzado.

-Ya verás como si Tai, todo saldrá bien – le aseguró guardando las últimas cosas de Aki.

-Mañana iré hablar con él – le aseguró a su cuñada.

-Eso será perfecto, ¿quieres que me quede con Aki para que tú puedas ir tranquilo hablar con él? – se ofreció Ami.

-Valla me acaba de dar la custodia de mi hijo y ya tengo que dejarlo con alguien porque yo no lo puedo atender – se avergonzó Tai.

-No seas tonto, esto es una emergencia además no es porque no lo puedes atender, le has prometido a tu hijo que traerás a su otro papá y eso es lo que vas hacer en concreto – le recordó Ami.

-Claro, tienes razón yo traeré a Matt – le dijo mirándolos a ambos – muchas gracias por tu apoyo Ami, sé que me has ayudado mucho y no sé como pagártelo.

-Jeje tranquilo no te preocupes por eso pero si quieres agradecérmelo de alguna forma ya pensaré en algo, jeje – se burló.

-Pues esperaré tu petición, jeje ahora será mejor que vallamos a ver que hacer esos dos locos pelirrojos, como les dejemos mucho tiempo a solas van a hacer de todo menos la cena, jeje. Por cierto... si quieres puedes quedarte esta noche, así no tendrías que irte y regresar temprano.

-Como quieras, pero antes llamaré a mi madre para que no piense que me he fugado o algo así, jeje.

-Perfecto, entonces regresemos a la cocina.

La cena fue muy amena, charlando de cosas más alegres y de los planes de futuro de cada uno. Beni y Ian comentaron su deseo de adoptar a un bebé cosa que alegró a Tai y a Ami quienes alegaron que Aki necesitaba algún amiguito o amiguita para sus juegos. Después de una velada ya más tranquila y después de acostar al benjamín de la casa, los chicos siguieron con su charla hasta que Ian y Beni decidieron que era la ora de regresar a su casa.

Ian y Beni se despidieron dejando a Ami y a Tai charlando, la compañía era muy agradable pero decidieron acostarse pronto que me al día siguiente sería un día complicado para ambos.

Mañana sería el día de la verdad, al menos para Tai.

El primero en levantarse fue sin duda Tai que tras darse una ducha rápida y vestirse se dirigió a despertar a su retoño. Con todo el amor y el orgullo que le daba ser padre primerizo, Tai se detuvo en el umbral de la puerta de su hijo para disfrutar observándole dormir por unos minutos.

-Aún no me puedo creer que lo tenga de nuevo, me parece un sueño – dijo en voz alta a la nada.

-Pues créetelo por vas a tener que hacerte cargo de él de ahora en adelante – le sorprendió la voz somnolienta de Ami que se había acercado a ver al pequeño Aki.

-Valla me sorprendiste – rió Tai al verse sorprendido por su cuñada - Buenos días Ami, ¿dormiste bien?.

-De maravilla, ¿Y tú?.

-Al principio me costó un poco pero supongo que el agotamiento pudo más que mi inquietud, jeje. Ahora mismo iba de despertar a mi pequeño bribón – bromeó Tai acercándose a la cuna de su hijo.

-¡¡¡Paaaaaaaaaaaaaaaa! – fue la respuesta de Aki al abrir los ojos y descubrir a su papi que le sonreía con amor.

-Hola mi amor, ¿durmió bien el rey de la casa? – preguntó mientras cargaba a su pequeño en brazos mientras le veía bostezar.

-Tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii – respondió alegre y lleno de energías.

-Me alegro ahora iremos a prepararte un suculento desayuno, bueno jeje tu usual desayuno y después papá te dejará con tía Ami para que papá pueda ir hacer un recado – le explicó a su benjamín.

-¿Papá ir? – preguntó molesto frunciendo el ceño.

-Sí pero papá no tardará en venir. ¿No querías que fuera a buscar a papá Matt? – preguntó mientras le sonreía.

-¿Ir buscar Pa Maa? – preguntó contento a su papi.

-Eso es mi amor, no tardaré mucho te lo prometo cariño – le respondió besando su frente.

-Bieeennnnnnnnnnnnnnn – aplaudió el pequeño.

Después de un agradable desayuno familiar y con Aki ya aseado y vestido, Tai se preparó para ir a buscar a Matt, tenía la dirección del Hotel donde se estaba hospedando Matt así que creyó que no tardaría en dar con él para poder traerlo de regreso a su verdadero hogar.

-Ami, aquí te dejo el número de mi móvil, creo que ya lo tienes, de todas maneras te lo doy, aquí están los números de emergencias por si acaso, en la nevera hay comida y en la despensa también, si surgiese cualquier incidente llámame sin falta, no creo q2ue tarde mucho pero de todas manera te llamaré en una hora para saber como va todo, si necesitas algo puedes... – parloteaba nervioso Tai

-Tranquilo Tai, sé lo que me hago además solo vas a estar fuera un par de horas, ¡Dios ni que te fueras a la selva! Todo estará bien hasta que regreses, anda verte que cuanto antes te vallas antes regresaras con Matt – le riño cariñosamente ante el nerviosismo de su cuñado.

-Está bien está bien – se rió ante su actitud paranoica – de acuerdo me voy, en cuantos sepa algo te llamo. Adiós amor – se despidió de su hijo con un beso en la frente – papi regresará pronto. Adiós Ami te llamo – se despidió saliendo del apartamento no muy convencido aún.

Sin perder más tiempo Tai se subió a su coche para dirigirse hacia su destino, estaba tan nervioso como lo estaría un adolescente en su primera cita, pero no lo podía evitar. Por fin podría estar con el amor de su vida, sin impedimentos ni terceras personas.

Veinte minutos después Tai aparcaba en el Parking del Hotel, echo un manojo de nervios.

-Buenos días y bienvenido al Hotel Darin, ¿En que puedo ayudarle caballero? – le saludó amablemente el encargado de la recepción del Hotel.

-Buenos días, vengo a ver a señor Ishida, Matt Ishida, lleva varias semanas hospedado en su Hotel y necesitaría verle en seguida – solicitó Tai amablemente.

-¿El señor Ishida? Espero un momento señor... – habló el recepcionista.

-Yagami... Tai Yagami.

-En seguida Señor Yagami – le respondió el hombre consultando el registro de clientes en su ordenador – me temo Señor Yagami que no podré ayudarle. El Señor Ishida abandonó el Hotel a temprana hora, lo siento mucho – se disculpó viendo la cara azorada del joven.

-¿No... está? ¿sabe si va a regresar en el día de hoy? – preguntó temeroso.

-Lo lamento pero el Señor Ishida cancelo su cuenta con nosotros a primera hora de la mañana y no dejó ordenes de que le mantuviéramos la habitación que siempre usa.

-Oh... Dios – exclamó angustiado - ¿no dejó alguna dirección o algún teléfono de contacto?.

-No señor lo siento – dijo apenado el recepcionista.

-Le agradezco su ayuda, y disculpe las molestias – comentó Tai despidiéndose del hombre.

-Lamento no haber podido ayudarle, Adiós y buenos días Señor Yagami.

Apesadumbrado Tai salió del Hotel sin saber que hacer de al respecto, solo tenía la dirección del Hotel y de nada más. Asustado con la posibilidad de haber llegado demasiado tarde en ir a buscar a Matt, se subió a su coche pero antes de arrancar, decidió consultar a Ami.

Ami intento tranquilizar a su cuñado pero no tubo mucho éxito, se notaba que estaba desesperando sintiéndose a la vez impotente.

-Llama a Beni – sugirió la muchacha – seguramente él sabrá donde encontrarlo.

-Tienes razón, no sé como no se me había ocurrido antes – le agradeció Tai.

Con más esperanza, llamó a su amigo para pedirle ayuda. Durante otros veinte minutos Tai estuvo hablando con Beni y Ian alternativamente, le había comentado diversas posibilidades donde podría encontrar a Matt.

No quería ser pesimista así que armándose de esperanzar arrancó de nuevo su coche para comenzar a recorrer los diferentes lugares que le había comentado Beni. Conforme pasaban los minutos y la búsqueda Tai estaba cada vez más desesperado, ni en el Estudio de música, ni en casa de ninguno de los componentes del grupo sabían nada de él. Solo le quedaba un lugar en donde buscar y en ese momento se dirigía hacia allí, como última esperanza.

-Maldición abre la puerta de una vez – murmuraba intranquilo Tai frente a la puerta cerrada de la lujosa casa.

-¿Sí? ¿quién es? – preguntó una voz de mujer que Tai reconoció en seguida.

-Buenos días Sora – saludo lo más cortés posible, guardándose las ganas de decirle ciertas verdades a la ex de Matt.

-¿Tú? ¿qué haces aquí? – preguntó sorprendida al ver a Tai en su puerta.

-Yo también me alegro de verte – ironizó el abogado – sé que no te agrada verme al igual que no me agrada a mi pero eres la única opción que me queda, así que seré breve y dejaré que sigas disfrutando de lo que tan afanosamente has rapiñado de Matt – le dijo sin poder contener las venenosas palabras.

-Sí has venido a insultarme, ya te puedes largar, no tengo porque soportar tus desplantes... – le gritó molesta por el atrevimiento de Tai.

-Tranquila no he venido a decirte tus verdades, no es ni remotamente ni ideal de pasar el tiempo libre, no al menos desde que he conseguido por fin la custodia de mi hijo.

-Valla me alegro por ti – interrumpió al moreno hipócritamente.

-Sí yo también me alegro pero vallamos al punto de mi visita, ¿has sabido algo de Matt recientemente? – preguntó ansioso Tai.

-Pues no, la última vez que le vi fue en el último concierto que dio y fue de lejos ya que Beni y su... lo que sea me lo impidieron – le respondió molesta recordando el enfrentamiento con los pelirrojos - ¿Por qué? ¿Ha ocurrido algo? – preguntó entre curiosa y algo preocupada.

-Espero que no le halla pasado nada pero... necesito hablar con él cuanto antes – le comentó a Sora - ¿sabes donde podría estar? – preguntó Tai.

-La verdad es que no lo sé, cuando se fue... ya sabes... de aquí me dijo que se iría a un Hotel, no sé nada más – le dijo la verdad.

-Está bien... solo una última pregunta – le pidió a la chica.

-Dime.

-¿Te ha valido la pena hacer sufrir a Matt y a mi de esta forma por obtener un poco de dinero y esta casa? – preguntó sin poder evitar el odio que sentía hacia la ex de Matt.

-Yo... – titubeó avergonzada – supongo que llevé mi venganza demasiado lejos... lo siento.

-¿Lo siento? Creo que eso ya es demasiado tarde... lo único que me importa ahora es que pueda dar con él. Siento haberte molestado, si por alguna cosa te llamase te agradecería que me llamaras.

-Descuida, lo haré.

-Adiós – se despidió Tai.

En cuanto se marchó Tai cayó derrotado dentro de su coche, lo había perdido y ahora era para siempre.

Continuará...