ENCUENTROS.
Cap IX Imprevisto y doloroso reencuentro.
Durante esos cinco años de ausencia, el ex cantante de Teenwolves siempre habría se imaginaba como iba a ser el momento del reencuentro con sus amigos, pensó en ellos en numerosas ocasiones y todas ellas siempre fueron distintas, pero jamás se imagino que aquel momento sería tan tenso e incómodo para todos.
-Valla... mira a quien tenemos aquí – ironizó Ian molesto – pero si no es otro que el hombre más buscado de América – satirizó haciendo alusión al programa más visto en la cadena americana.
-Yo... – titubeó nervioso el rubio ex cantante.
-¿Qué haces aquí? – preguntó directamente Beni sin alzar mucho la voz para no despertar a los niños.
-Yo... he venido a ver a Aki... Esta mañana me lo encontré en la Estación de trenes y hubo...
-Sabemos perfectamente lo que ocurrió – interrumpió Ian sin dejar hablar a Matt – ya nos han informado de lo ocurrido, además Aki nos contó lo sucedido, así que ahórrate las excusas. Creo que llegas un poco tarde para preocuparte por él. Así que si nos disculpas nos vamos, este no es lugar ni son horas para que mis hijos estén fuera de sus camas – le informó al rubio sin mostrar sentimiento alguno salvo su desprecio y molestia por su presencia.
-Sé lo que parece Ian pero déjame que te explique yo... – intentó razonar con el alto ejecutivo.
-Tus explicaciones estás de más, me interesan una mierda así que déjame pasar, tenemos que regresar a casa.
-Ian cariño, no es necesario que te pongas así – intentó Beni abogar a favor de su ex amigo.
-¡¿Qué no es necesario! – exclamó molesto alzando un poco más la voz – sabes de sobra que sí lo es, tu bien sabes lo que paso después de que este cobarde se largase dejando plantado a Tai y a Aki... ¡si ahora tiene cargos de conciencia que se joda! Ya le destruyó bastante la vida a mi amigo... no pienso dejarle que lo haga de nuevo Beni.
-No fue mi intención – acotó Matt avergonzado interviniendo en la discusión del matrimonio.
-El infierno esta lleno de buenas intenciones "querido" – le dijo a Matt – tuviste tu oportunidad y la cagaste, ahora aguántante y te advierto una cosa, hace cinco años me mantuve al margen pero esta vez no será así, mantente lejos de Aki y Tai, regresa con tu nueva familia di dejas en paz, te lo advierto – le amenazó furioso – Beni nos vamos.
-Err... si ves acomodando a Aki yo ahora voy – le comentó a su esposo haciendo que saliera del Centro para que se tranquilizase un poco.
-No tardes, los niños tienen que descansar en sus camas y no aquí en medio de la calle – le dijo molesto pero comprendiendo que no podía prohibir hablar unos minutos con el que fue su mejor amigo por años.
-Claro amor no tardo – le respondió regalándole con una sonrisa de agradecimiento.
-Beni yo... lo siento mucho jamás desee que todo esto sucediera yo no quise dañar a Tai mi intención era...
-Primero de nada, lamento el berrinche de Ian, pero debes entender que tu desaparición provocó muchas cosas y muchos cambios, Tai ha sufrido mucho por ello y no solo Tai... Ian también a parte de todos nosotros. A Ian y a mi nos costó mucho que Tai saliera adelante después de que le dejaras – le explicó brevemente a su amigo avergonzado – y segundo quisieras o no le causaste mucho daño, él te amaba profundamente, él te necesitaba más que nunca.
-Pero no quise... pensé que era lo mejor para él y para Aki, después de todo al menos mi marcha permitió que Tai se quedase con su hijo – se excusó Matt.
-El que te fueras no intervino para nada en la custodia de Aki, Matt, si te hubieras quedado cinco minutos más en aquella sala te hubieras enterado que la custodia fue otorgada por el juez sin interferir que Tai tuviera o no pareja. Tai explicó al juez su situación de entonces, le dijo que tenía pareja estable y que no pensaba a renunciar a ella por nada.
-¡¡¿Queee! ¿pero eso le habría podido ser un impedimento para tener la custodia de Aki?.
-Sí fue algo estúpido por parte de Tai pero ya sabes, je – sonrió Beni al recordar todo aquel alboroto que se formó en la sala – Tai siempre te dijo que lucharía por ambos y así lo hizo.
-Yo... no sé que decir... me siento como el mayor idiota del mundo – confesó Matt.
-Pues lo eres, has desaprovechado cinco años por tu estupidez, tanto Tai como tú habéis estado sufriendo durante estos cinco años sin necesidad. Pero bueno... Matt me tengo que ir, tengo que acostar a mis pequeños y tranquilizar a mi marido que debe de estar subiéndose por las paredes en este momento – bromeó Beni para aligerar un poco la tensión den momento.
-Veo que te has convertido en un padre de familia responsable, ¿Es tu hija? – preguntó enternecido Matt acariciando la pequeña mejilla de la durmiente pelirroja dentro de su cestita – es preciosa.
-A que si, jeje. Sí es mi pequeña, su nombre de Dana tiene cinco meses y mi otro tesoro es Sasuke tiene cuatro añitos – dijo orgulloso Beni presentando a sus retoños aunque estuvieran dormidos.
-Sí que son preciosos, felicidades amigo, tienes una familia encantadora.
-Gracias Matt – le respondió agradecido – Mira Matt ahora me tengo que ir pero pásate un días por casa, tenemos muchas cosas que hablar y me tienes que contar de tu nueva vida. ¿Vendrás un día a verme para charlar? – le preguntó esperanzado.
-Me encantaría... bueno si Ian no me mata en el proceso, jeje.
-No te preocupes, gruñe mucho pero sé como manejarlo, jeje. Entonces te espero uno de estos días.
-Tranquilo claro que iré, quiero sabes de lo que ha sucedido en estos años que no estuve. ¿Aki está bien? – preguntó Matt preocupado al recordar lo alterado que se había puesto el pequeño durante la mañana.
-Está un poco alterado pero se le pasará, estaba muy ilusionado en encontrarte un día y supongo que no se esperó encontrarte como lo hizo, no te preocupes Aki es fuerte.
-Eso espero... lo de esta mañana no fue...
-¡¡Beniiiiiiiiii nos tenemos que ir ya! – se oyó el grito de Ian llamando a su esposo e interrumpiendo la explicación del rubio.
-Ya voyyyyyyyyy ya voyyyyyyyy – se quejó el pelirrojo – supongo que estás en casa de tu madre – comentó Beni o ¿te has establecido ya aquí?.
-No estoy con mi madre - le respondió – estaré unos días hasta que decida que hacer...
-Bueno...Tengo que irme Matt, espero verte pronto – le pidió comenzando a caminar hacia la salida con sus niños en brazos – llámame ¿vale?.
-Sí claro, te llamo y quedamos, hasta pronto – se despidió Matt viendo alejarse a Beni para ir acomodando a su hijos en el coche, para unos minutos después ver partir el coche del matrimonio pelirrojo.
Un poco más tranquilo por saber que Aki estaba en buenas manos, Matt se subió a su coche para regresar a casa de su madre, donde ya le estarían esperando. Las situación parecía un poco más complicada de lo que se había imaginado, pero tendría que dar la cara y enfrentar aquella situación. No era un cobarde como había insinuado Ian, él había actuado como pensaba que sería la mejor opción aunque ahora supiese que se había equivocado, pero las cosas eran ahora diferentes... muy diferente y tenía que enfrentarlas de frente, para bien y para mal. Así que en unos días iría a visita a Beni y hablaría largo y tendido, le explicaría su situación y con su consejo enfrentaría las consecuencias de sus actos.
En el auto del matrimonio
-Has tardado mucho – le recriminó molesto Ian – no sé porque pierdes tiempo con él... no después de todo lo que provocó.
-Cariño no seas tan severo, Matt se equivocó y ya se dio cuenta de ello, estoy segura que está muy arrepentido, hasta diría que se odia por ello.
-Pues bien que se lo merece, pero ya es tarde para eso. Él ahora tiene su vida y Tai la suya, n o voy a permitir que juegue con él de nuevo, no lo superaría Beni, de eso estoy seguro.
-Lo sé amor, pero me parece todo tan extraño... aún sabiendo lo que Aki vio... no sé no me dio la impresión que Matt había rehecho su vida, pare estar sufriendo aún por su separación con Tai – comentó Beni recostándose sobre el hombro de Ian mientras este conducía.
-No lo sé, puede que aún sienta algo por Tai pero eso no quita que se halla buscado a otra para formar una familia por su cuenta – dijo reticente a dar un voto de confianza para con Matt.
-Puede que sí o puede que no, supongo que Matt me lo explicará un día de estos, le he pedido que venga a casa para hablar.
-Mira Beni, no te voy a negar que hables con él o que lo veas pero no quiero que se encuentre ni con Aki ni con Tai, al menos no por ahora, eso sería muy duro para ambos, ¿lo entiendes?.
-Tranquilo lo entiendo perfectamente, me aseguraré que no se encuentre pero necesita saber la verdad de todo.
-Como quieras – asintió seriamente concentrándose en la carretera.
-¿Amor? – llamó Beni a su esposo.
-Hnnnn.
-¿Te he dicho alguna vez lo afortunado que soy al tenerte? – le preguntó mostrándole una sonrisa llega de cariño y amor sincero.
-En la última hora no – respondió Ian sonriendo de la misma manera.
-Te amo – le confesó besando la zona del cuello que estaba expuesta .
En ese momento sin ser demasiado brusco para no despertar a su viajeros Ian aminoró la marcha hasta detenerse en el margen derecho de la carretera para encarar a Beni que le miraba sorprendido por la detención.
-Yo también te amo Beni, más que a mi propia vida – le prometió acercándose al rostro de su compañero para atrapar sus labios en un beso lleno de pasión y sentimiento. Durante más de un minuto se besaron con fervor, deseando alargar el momento para llevar más allá la inusitada pasión que les había envuelto de repente.
-Mmmm Beniiiiiiiiii, tenemos que llegar a casa – le recordó a su esposo – los niños...
-Mmmm, lo sé... es una lastima, hace mucho tiempo que no hacemos en amor en el coche, jeje – se rió Beni por su ocurrencia.
-Tienes razón pero no quiero pervertir a nuestro hijos todavía... además nuestra cama es mucho más cómoda que estos asientos... cuando lleguemos a casa si quieres... mmmm – le prometió besando de nuevo los carnosos labios de su koi.
-Síiiiiiiiii mmmmmmm no sabes cuanto lo deseo, prométeme que en cuanto lleguemos y acostemos a los niños me harás el amor apasionadamente, mmmmmmm – correspondió al beso con igual pasión.
-Te lo prometo amor, sabes que siempre te hago el amor apasionadamente, tú eres todo para mi.
-Mmm pues date prisa a llegar a casa estoy ansioso por que me lo demuestres, jeje – bromeó Beni
-Verás como sí – le respondió reiniciando la marcha a su hogar.
Una hora después el matrimonio Yagami llagaba por fin a su hogar con los niños completamente dormidos en sus brazos. Lo primero que hicieron fue acomodar a sus pequeños en sus habitaciones.
A Dana en su habitación, la continua a la habitación principal y a Sasuke en la continua, ambos decidieron que las habitaciones de sus hijos fueran las más próximas a la que ellos compartían. El joven matrimonio iba a acomodar al pequeño Aki en una de las habitaciones de invitados cuando este se despertó desorientado.
-Mmm ¿Tío Beni, tío Ian? ¿dónde estoy? – murmuró adormilado.
-Estás en casa cariño, tranquilo, ahora descansa, mañana hablaremos con más tranquilidad ¿vale? – le dijo Beni colocando a Aki sobre la cama para poder desvestirlo para que se acostara.
-Tío Beni... ¿puedo dormir con vosotros? No quiero estar solo esta noche – les pidió algo avergonzado por sentirse necesitado.
-Esta noche no cariño, ti Beni y yo tenemos que trabajar hasta muy tarde, si quieres mañana podrás dormir con nosotros – comentó Ian viendo como su noche de pasión peligraba.
-Pero... yo... – sollozó el pequeño al sentirse apartado.
-Cariño no llores – abrazó Beni a su ahijado – haremos una cosa... te llevaremos a la habitación de Sasuke para que duermas con él mientras tío Ian y yo trabajamos y cuando nos desocupemos te venimos a buscar, ¿qué te parece? – le preguntó al pequeño. Él también anhelaba poder estar un rato a solas con Ian ya que últimamente los momento de intimidad eran escasos debido a sus trabajos y a los niños, ya que hasta hace poco la pequeña Dana no había compagidado sus horas de sueño con las de ellos.
-Está bien – accedió Aki no muy de acuerdo pero eso era mejor que pasar la noche solo.
-Bien muchachito – le dijo Ian levantándolo en brazos para llevarlo a la habitación de su hijo – en cuanto terminemos con un asuntillo que tenemos pendiente te iré a buscar, duérmete mientras tanto, yo te iré a despertar después.
-¿Me lo prometes? – preguntó dudoso Aki a su tío.
-Claro que sí precioso, ¿alguna vez te he mentido?.
-Er... no tío Ian
-Claro que no, ahora a dormir – le ordenó acomodando a Aki al lado de su primo – Buenas noche precioso – le arropó Ian para después besar en la frente a Aki y de paso a su hijo para después Beni hacer lo mismo.
-No vemos dentro de un rato precioso – se despidió Beni
-Buenas noches tíos – dijo Aki acomodándose mejor entre las sábanas.
-Uff pensé que perderíamos la ocasión, jeje – se rió Ian abrazando a Beni por la cintura mientras se dirigían a su propia habitación.
-Yo también pero me sabe mal... Aki nos necesita – comentó Beni sintiéndose culpable.
-Lo sé pero solo será por un rato, te he extrañado mucho... hace una semana que no te hago el amor y todo tiene un límite – le recordó deslizando sus labios por el cuello de su esposo.
-Mmmm tienes mucha razón pero aún así... no me parece bien que dejemos a Aki solo.
-Venga Beni no seas malo, solo un ratito, te necesito, es tu culpa por haberme hecho adicto a tu ser- le dijo enterrando sus manos por debajo de la ropa para acariciar su espalda.
-Mmmm aaahhh... esta biennnn pero solo un rato – le rogó dejándose llevar por las hábiles manos de su esposo. Luego traeremos a Aki para que duerma con nosotros
En cuanto llegaron a su habitación ambos cayeron sobre la cama desprendiéndose de la ropas con rapidez, querían sentirse de nuevo unidos reafirmando su amor como lo habían estado haciendo durante todos esos años. Las manos se deslizaban por sus cuerpos en busca de aquellos lugares que les hacían suspirar y gemir de placer. Sabían que este encuentro no sería ni tan duradero ni tan romántico como ellos deseaban pero lo acepaban igual. Se amarían rápida e intensamente pero se amarían igual. Solo necesitaban reencontrarse y reconocerse mutuamente para sentir el aroma y el tacto del cuerpo ajeno.
El alto ejecutivo pelirrojo comenzó a besar y acariciar la espalda de su esposo que descansaba boca a bajo en la cama provocando que se erizara toda la piel del cuerpo apartando la larga melena rojo fuego que tanto le fascinaba, era como un río de lava en la cual adoraba sumergirse sin miedo a quemarse, sus manos fuertes recorrían los dos costados de su esposo hasta llegar a la zona de la cadera donde se entretuvo con la suave piel de sus nalgas hasta que su boca, celosa de sus manos decidió reclamar lo que le pertenecía por derecho.
La reacción de Beni fue más que satisfactoria correspondiendo con sus jadeos y gemidos todas aquellas atenciones recibidas. Instintivamente abrió las piernas para que se esposo pudiera acceder a él con mucha más facilidad, una oleada de intenso placer le golpeó de repente logrando sujetarse a las sábanas para no desfallecer de placer. Siempre su esposo sabía como llevarle al delirio y en esa ocasión no iba a ser la excepción.
-Mmmmm Ian paraaaaaaa... si sigues así voy a terminar antes de hora – le rogó a su marido dándose la vuelta sobre la cama para verle directamente a la cara y descubriendo el grado de excitación patente de su cuerpo.
-Veo que no soy el único que esta deseoso esta noche, cariño. No sabes las ganas que tenía de hacerte el amor – le expresó fervientemente para después volver a devorar su dulce boca.
-Aaahhhh – jadeó Beni – tienes mucha razón yo también te he echado mucho de menos, hecho de menos cuando podíamos hacer el amor casi todos los días – refunfuñó Beni abrazándose al cuerpo duro de Ian – hazme el amor Ian – le pidió mirándole fijamente a los ojos – quiero sentirte ya dentro de mi, te amo.
-Y yo a ti mi amor... y yo a ti – le respondió situándose entre las piernas blancas y torneadas de su pelirrojo.
Ian demoró unos segundos más en acariciar los muslo y glúteos de Beni para después preparar con sus dedos el acceso por el cual su músico lo recibiría gratamente, a pesar que a esas alturas Beni no lo necesitase. Con suavidad se fue introduciendo lentamente disfrutando de la presión que las paredes internas de Beni le proporcionaban a su sexo.
-Ooohhhh siiiiiiiiiiiii – gimieron los dos pelirrojos a la vez.
Los vaivenes cada vez eran más intensos y profundos conforme los minutos iban pasando, sus manos no dejaban de acariciarse y reconocerse manteniéndose los pegados posibles como si tuvieran miedo a desaparecer en cualquier momento. Beni se aferraba con sus piernas a la cadera de Ian como si fuera su tabla de salvación y Ian se dejaba abrazar además de ayudarse con sus brazos a sujetarse ya atraer el cuerpo de su amante por la caderas de este.
El placer los estaba trasportando más allá de esa habitación, en un momento de pasión Ian sujetó fuertemente a Beni y con un rápido movimiento sentó a Beni sobre su cadera para llegar a introducirse en él con mayor profundidad.
-Ahhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiii Iannnnnnnnnnn mássssssssssss másssssssss rápido mmmm no pares no pares.
-Arggggggggghhhhhhhhhhh oohh siiiiiiiiiiiii Beni amor sigue asíiiiiiiiiiiiii.
Aún no contento con la nueva posición Ian se fue deslizando poco a poco hacia el borde de la cama si dejar de penetrar a Beni para llegar a sentarse en el borde, las piernas de Beni seguían alrededor de sus caderas y ahora sus brazos de sujetaba de su cuello para no dejarse caer. Ian se inclinó un poco hacia delante para besar los temblorosos labios sonrojados de su esposo.
-Aaaaarggghhhh Iannnnn no aguanto másssssssssssssssssss, ohhhhh – jadeó moviéndose sobre el cuerpo de Ian mientras se rozaba con más fuerza contra su pecho y abdomen donde su miembro permanecía atrapado entre los dos cuerpos – me corroooooooooooooo Iannnnnnnnnnn.
-Así es mmmmmmm córrete amor siiiiiiii yo también me corrooooooooooooooooooo – sucumbió Ian segundos más tarde que su esposo al quedar su sexo atrapado en medio de las contracciones internas de su marido.
Ambos colapsaron sobre la cama, sintiéndose satisfechos por ahora, Ian procuraba llenarle la cara de besos mariposa a la ver que le susurraba lo mucho que le amaba mientras Beni solo se dejaba querer como ocurrían siempre que hacían el amor.
-Mmmmm yo también te amo mucho Ian y adoro estar entre tus brazos pero debemos levantarnos y asearnos un poco para ir a por Aki – le recordó con voz somnolienta – ven démonos una ducha rápida sino caeré dormido en cualquier momento, jeje – se rió a sentir el sopor post orgasmo.
-Si te acompaño al baño no seré capaz de controlarme y lo sabes – le advirtió Ian poniéndose de pie con Beni aún aferrado a su cadera.
-No exageres cariño, jeje pero me halaga saberlo... anda vamos – le pidió bajándose de su cuerpo para arrastrar a su marido detrás de él hacia el baño.
Ian no podía dejar de mirar el suculento movimiento sensual de su esposo delante de él, Beni siempre tenía un caminar provocativo sin que se diera cuenta, balanceaba su trasero respingón provocando las miradas ajenas. Para Ian no era una novedad, incluso Beni había descubierto que esa era su debilidad, si su esposo quería algo de él solo tenía que mover su culito delante de él Ian caía rendido a sus pies. Esa era su tentación estando Beni completamente vestido pero si le sumaba el estar desnudo, uff, eso era algo superior a él.
Tal como había pronosticado Ian, el ejecutivo no se pudo controlar al llegar al baño y compartir una ducha con él, así que media hora después, tras amarse una vez más en aquella ducha, ambos se vistieron con sus pijamas, ya que no sería ético dormir con Aki estando los dos desnudos como solían hacer.
-Aki cariño, ¿estar dormido? – preguntó tentativamente Beni al bulto bajo las mantas que había al lado de su hijo Sasuke.
-Mmmm ¿tío Beni? – se oyó como respuesta bajo las mantas – pensaba que ya no ibas a buscarme.
-Claro que sí amor – le susurró descubriendo el rostro de su ahijado - ¿has estado llorando de nuevo?
-Yo...
-Anda vallamos a la cama... es muy tarde – interrumpió Ian cogiendo al Aki en brazos para que no caminara descalzo.
Beni se apresuró a arropar a su primogénito que seguía durmiendo a pierna suelta sin que se percatase de nada.
El matrimonios con Aki en brazos se dirigieron a su habitación donde acomodaron al pequeño en medio de ellos, el cual se acurrucó en seguida en los brazos de Beni.
-Tranquilo cariño, ya verás como todo se soluciona – le prometió Beni besando su frente.
-No llores más Aki – dijo Ian acariciando el cabello revuelto del pequeño – debes de ser fuerte, a veces estas cosas pasan, no es el fin del mundo.
-Snif, snif lo sé pero... papá quiere mucho a Matt y ahora...
-Lo sé mi niño pero a veces no podemos tener lo que deseamos – comentó Beni – tu papá ya lo sabe por experiencia... lo que tenéis que hacer es no seguir pensando en el pasado, tanto tú como Tai podéis tener a cualquier papá que deseis, Matt no es el único hombre de la tierra, no se merece a alguien tan especial como vosotros, te lo aseguro.
-Entonces... ¿podemos tener a un tío Ian para nosotros? – preguntó inocentemente Aki.
-¿cómo yo? – preguntó desconcertado Ian al ver como él era el ejemplo.
-Jaja claro que sí cariño, pero este tío Ian es mío, jeje, ya encontraremos otro para ti y para Tai – le prometió abrazando a su ahijado – ahora duerme que si no mañana estarás muy cansado.
-Vale – respondió Aki convencido – mañana empezaremos a buscar a un papá nuevo para papá y para mi.
-Jeje claro Aki, pero ahora duérmete – le ordenó Ian – buenas noches amor – le besó Ian a Beni.
-Buenas noches cariño – respondió el aludido.
Dos días después en el apartamento de Tai.
-¿Se puede saber que ha pasado? – preguntó Tai preocupado al abrir la puerta de su apartamento para dejar a Beni y a su hijo que lucía molesto – lo que me dijiste por teléfono no me dejó muy tranquilo. Aki cariño, ¿estás bien? ¿te ha pasado algo en la Casa-Albergue?.
-¡No! Estoy bien, me voy a mi cuarto – respondió secamente saliendo corriendo hacia su cuarto.
-¿Pero que le sucede? – preguntó extrañado, en el pasillo, por el comportamiento del pequeño, ni siquiera le había dado un beso como solía hacer siempre.
-No te preocupes Tai, se le pasará – respondió brevemente.
-Por favor pasa Beni y cuéntame porque Aki está así, hace unos días estaba muy ilusionado con estas vacaciones, no lo entiendo – le aseguró Tai mientras conducía a Beni hacia en salón para hablar con tranquilidad.
-No debes angustiarte Tai, supongo que fueron cosas de niños, según la maestra se peleo con un niño de su clase – le mintió a su amigo para no preocuparlo.
-Eso no es propio de Aki, es muy extraño. De ser así, ¿por qué no me llamó para ir a buscarle?.
-Supongo que tenía miedo de que le riñeras y por eso nos llamó a nosotros. Por otro lado Ian y yo ya hemos hablado del tema y nos prometió que no lo volvería hacer. Ya ves, jeje – se rió para sacar hierro al asunto – los niños crecen muy rápido, jeje Aki se está convirtiendo en todo un hombrecito.
De pronto un fuerte ruido proveniente de la habitación de Aki les asustó.
-¿Qué ha sido eso? – exclamó alarmado Tai poniéndose de pie.
-Vino de la habitación de Aki – afirmó Beni poniéndose de pie también.
Ambos adultos corrieron hacia ese cuarto para descubrir que había sido ese ruido. Al abrir la puerta tanto el pelirrojo como el padre de la criatura se asombraron de lo que estaba allí pasando.
La siempre cuidada y ordenada habitación de Aki era ahora un caos. Los decenas de posters y fotos tanto del grupo Teenwolves como del ex vocalista que antes estaban colgados por las paredes, yacían en el suelo y hechos mil pedazos. Todas las camisetas o merchandansing que estaban en los cajones o en los armarios en los cuales aparecía la foto de Matt Ishida también estaban tirados por el suelo. Las fotos de su mesita de noche donde salían Matt, su padre y él de bebé estaban tiradas al otro lado de la habitación y con el cristal del retrato hecho añicos.
-¡¡Aki! ¡¿Se puede saber que estás haciendo! – gritó estupefacto Tai viendo como su hijo destrozaba lo que para él era su mayor tesoro - ¿A que viene todo esto?.
¡¡Aki! ¿qué estuvimos hablando esta mañana? – preguntó reprovatoriamente Beni acercándose al chico para quitarle las tijeras de la mano con las cuales estaba haciendo jirones una camiseta de Matt
-¡¡Ya lo sé tío Beni! – respondió molesto – solo estoy tirando las cosas viejas... ya no las quiero, no me gustan.
-Pero Aki... si siempre las has adorado, ¿qué te sucede? Primero te peleas en las colonias y ahora esto... ¿es que alguien te ha dicho algo malo de... Matt?
-¡No me han dicho nada! Sé que Pa Matt... quiero decir Matt, no va ha volver nunca... él ya no nos quiere u punto, así que... ya no lo quiero aquí... le odio – gritó furioso arrugando la camiseta que tenía en las manos.
-Antes no pensabas así, ¿por qué ahora...? – le preguntó a su hijo ocultando el dolor que significaban esas palabras.
-Antes yo era pequeño... ahora soy grande... yo... yo buscaré otro tío Ian para ti, papá. No dejaré que estés triste.
-¿Otro tío Ian para mi? – preguntó Tai sorprendido.
-Jeje bueno verás, Aki piensa que Ian sería un buen ejemplo de hombre para ti, jeje por eso dice que te buscará uno como él – le explicó Beni un poco avergonzado.
-¿Estás seguro que es solo por eso, Aki? – le interrogó a su hijo que seguí molesto apilando todo lo que había roto.
-Hn – fue la única respuesta que obtuvo de su hijo.
-¿Beni? – le preguntó seguido a su amigo.
-Err... claro Tai... que otra cosa puede ser... – respondió nervioso el pelirrojo bajo la atenta mirada de su amigo.
-Uff. Está bien no presionaré por ahora, será mejor que arreglemos este desastre – sugirió Tai – Beni ¿puedes ir a por unas bolsas de basura? Están en la cocina, en el último cajón de la derecha.
-Sí, voy por ellas – respondió escabullendo el bulto y así evitar más preguntan incómodas por parte de su amigo, estaba seguro que no se había tragado su explicación pero por ahora no podía decir nada más, no al menos hasta que él mismo supiera lo que había ocurrido en aquellas estación de tren de Hokaido.
Las cosas parecían que iban volviendo a la normalidad, Aki era el mismo chico alegre y vivaracho que antes, le gustaba bromear con sus amigos y sus primos, tan solo se le notó el cambio de actitud a en cuanto alguien sacaba el tema de la banda Teenwolves, no es que la odiase ahora, seguía siendo su favorita y adoraba ir a los ensayos y conciertos sino que el inconveniente surgía cuando alguien hacía mención al antiguo componente, entonces saltaba furioso, así que poco a poco todos los allegados al pequeño Aki fueron evitando hablar de él, hasta el propio Tk.
Martes de mañana en casa de los Yagamis.
A esas horas del día Beni podía disfrutar de su momento de paz para él solo, no es que se quejase de su familia pero a veces sentía su frustración embargarle. Esa mañana, el día libre por excelencia de Beni, aprovechaba para relajarse y cuidarse un poco a si mismo. Ian estaba en su lujosa oficina del centro, haciendo de su trabajo un jobbie para él, le encantaba ser el tiburón financiero por excelencia. El primogénito de su prole, Sasuke, estaba en su escuela, seguramente pintando en acuarela y llenándose la cara con pintura, plastelina o cualquier otro material didáctico y su pequeña princesita en la guardería. En el inicio de su segunda paternidad estuvo tentado en pedir reducción de jornada en el grupo para ser él quien cuidase de la pequeña, pero Ian fue quien le convenció de no hacerlo, a pesar del gran amor por sus hijos era consiente que la carrera de músico absorbía gran parte de su tiempo, con los ensayos no hubiera tenido inconveniente para amoldarse al cuidado de Dana pero el problema surgía con las giras y staff del grupo, así que tuvo que claudicar y permitir que su princesita fuera a la guardería como había hecho Sasuke.
Tan concentrado en su propia relajación estaba Beni que no se percató de que llamaban a la casa hasta que Mia, la encargada del cuidado de la casa le comunicó que tenía visita.
-Ufff ¿Es que ni en mi día libre voy a poder descansar como deseo? – refunfuñó bajando las escaleras hasta la primera planta de su hogar.
-Su visita le espera en la saló Yagami-sama – le informó la empleada del hogar.
-Gracias Mia, voy en seguida.
-Espero que no te halla molestado que venga sin avisar – se oyó una voz tan pronto ingresó en la sala de estar.
-¡¡Matt! Ya pensaba que no ibas a venir a verme, ya han pasado cuatro días sin saber nada de ti – le dijo complacido con su usual sonrisa de siempre, pero esta se murió al percatarse que su antigua amigo no venía solo. Allí en su sala estaba la mujer en discordia.
-Beni te presento a Yakoto Kaori y este pequeñín es... – presentó Matt.
-No por querer ser grosero Matt pero no cree que te has pasado en traer a esta mujer a mi casa – le incriminó molesto Beni que se mantenía de pie a una distancia de la feliz familia.
-Matt te dije que no era buena idea que yo viniera – se oyó la suave voz recriminatoria de la mujer hacia Matt.
-No no fue buena idea – aseguró Beni mirando fijamente a su amigo - ¿a que juegas Matt?.
-Beni espera un minuto que te explique, no es lo que tú crees, por eso he traído a Kaori para que ella reafirme mi explicación.
-Pues por lo que puedo deducir está todo muy clarito Matt. Con esto no te estoy diciendo que no tienes derecho a rehacer tu vida con quien tu quieras, pero lo que no comprendo es porque has regresado ahora para mostrarte con tu nueva familia y encima delante de las narices de Aki y Tai.
-Te estoy diciendo que no es lo que piensas, yo no he rehecho mi vida con nadie – gritó frustrado.
-¿Y entonces se puede saber quien es esta mujer? Por lo poco que sé Aki te encontró muy acaramelado con ellos en la estación de Hokaido.
-Por favor Beni déjame que te lo explique – le pidió Matt preocupado – sentémonos hablar y después si no me cree te juro que desapareceré de Tokio, pero ahora escúchame por favor.
-Está bien, tienes hasta el medio día para convencerme, Ian llega justo a esas hora y si para entonces no me has convencido te juro que dejaré que te rompa la cara por capullo.
-Me parece justo.
-Antes de nada, Kaori-san ¿necesita algo? ¿algo para tomar o para su hijo? – preguntó cortésmente Beni.
-No muchas gracias Yagami-sama, se lo agradezco, estamos bien.
Durante las dos siguientes horas, la extraña pareja y Beni estuvieron hablando largo y tendido de lo sucedido en las Estación de Hokaido, así como lo que Matt estuvo haciendo durante esos cinco años que se ausento y la extraña relación que le unía a Kaori. Tras escuchar argumentos, disculpas y confesiones, Matt y Beni llegaron a un entendimiento mutuo. Beni no tuvo más remedio que disculpase con la pareja por su comportamiento. Una vez que los malos entendidos estuvieron solucionados, Beni resumió lo que había pasado con cada unos de los integrantes de Teenwolves así como los de sus más allegados.
Para antes de que llegase la hora acordada para que regresara el esposo de Beni. Matt y Beni acordaron que lo mejor sería que se marchasen antes, ya que Ian no era tan racional para según ciertos temas y Tai era uno de ellos. Así que se despidieron prometiéndose en mantenerse en contacto.
-Muchas gracias por dejarme explicar Beni, no sabes cuanto te lo agradezco, sé que la situación es extraña pero prometo aclararlo todo con tai en cuanto pueda – le prometió Matt a su amigo.
-Pues espero que no tardes en hacerlo, Tai lleva mucho tiempo esperándote pero no vallas a pensar que lo hará siempre, ha sufrido mucho estos años además tiene docenas de pretendientes que estaría gustoso que aguar sus penas – le provocó Beni para encelarle.
-Eso lo sé muy bien, pero tranquilo lo haré pronto, quiero esperar la mejor oportunidad para hablar con él, si me presento de repente no sé como reaccionará.
-Como quieras, ya te dije que yo no diría nada a nadie, espero verte pronto y a ti también Kaori-san.
-Gracias por incluirme Yagami-sama – respondió agradecida Kaori.
-Bueno nos vemos Beni y gracias de nuevo – le dijo extendiendo su mano para saludarle – por cierto ¿conoces algún local donde podamos comprar cosas para el bebé? – preguntó Matt mirando al bebé en brazos de Kaori que dormía placidamente – creo que tu debes saber bastante de eso, jeje.
-No es necesario Matt – intervino Kaori incómoda.
-Ya hemos discutido eso en otras ocasiones, es mi deber, así que no quiero quejas – sentenció Matt sonriendo.
-Jejeje... pues sí algo de experiencia si que tengo, con dos hijo uno tiene que aprender a marchas forzadas, jeje. Mira puedes ir al Baby's Wold, está en el centro a tres manzanas de la policía local, ya lo verás, abre todo el día, allí encontraras de todo.
-Gracias Beni, bueno nos vemos, te llamaré mañana, mi nuevo número de móvil te lo dejé en la mesita de la sala, si cualquier cosa me necesitas llámame.
-Tranquilo, si me haces falta te llamo, no te preocupes, esperare la llamada, nos vemos. Adiós.
-Adiós – se despidieron Matt y Kaori.
A esa misma hora en los Estudios Yasako.
-Venga chico que solo tenéis dos horas hasta que volváis al estudio y yo tengo que ir a por mi hijo al colegio – se quejó Tai a varios de los componentes de Teenwolves entrando en la sala de descanso.
-Ya va, ya va – comentó Izzy de mala gana – ¿sabes lo que me costó convencer a Omi para que se quedara sin que sospechara nada?.
-No te quejes tanto Iz, Tai lleva días ofreciéndose para acompañarlos, él es el único que puede llevarnos sin que parezca sospecho – alegó Alex mientras se levantaba en busca de su chaqueta.
-Tú como siempre haciendo la pelota – dijo molesto Iz – odio ir a esos sitios, uff ya tuve que soportar lo mío cuando Lyl estaba a punto de nacer.
-Tendrás morro, su la pobre Megumi lo hizo casi todo, serás... – acusó Tai a su amigo.
-Jeje bueno no todo yo también tuve que soportar largas caminatas para que Megumi se decidiera por "la ropita del bebé" – se disculpó Izzy.
-Que cara más dura – dijo Alex – será mejor que vallamos cuanto antes. Tk decidió quedarse para entretener a Omi, solo tenemos menos de dos horas para encontrar el regalo para el bebé de Terry y Omi.
-Venga démonos prisa, cuanto antes vallamos antes acabaremos – argumentó Tai complacido.
Un cuarto de hora más tarde el trío ya se encontraba en el Centro Comercial más importante de moda y complementos infantil de todo Tokio.
La primera hora, estuvieron discutiendo por el mejor regalo que sería para la ocasión, ninguno delos tres se ponía de acuerdo con más imprescindible para un recién nacido, lo único que hacían era recorrer una tras otras las cuatro plantas que tenía aquel Centro Comercial.
-Chicos haber si nos decidimos ya, estamos perdiendo el tiempo tontamente – acusó Tai cerca del aparador de cunas y mini cunas.
-Uff, ya estoy hasta las narices, me duele la cabeza de tantos nombre y tantos precios no creo que sea tan difícil escoger algo para el renacuajo de Omi – se quejó por décima vez Izzy.
-Yo voto por comprarle la habitación que vinos antes, esa de los ositos y los globos de colores, ¿qué decis? ¿Tai? ¿te sucede algo? Parece que hallas visto un fantasma – comentó preocupado Alex al ver el rostro pálido de Tai que parecía sumergido en sus propios pensamientos.
-Yo... lo siento. Me tengo que ir, lo siento chicos, yo – intentó disculparse torpemente extrañando mucho más a los chicos por su comportamiento.
-¡¿Cómo que te vas! De eso nada listillo, nos has estado dando la brasa para que vengamos y ahora no te vas a escaquear. ¿a que vienen esas repentinas ganas de largarte – le acusó Izzy perdiendo la paciencia.
-Es que me acabo de acordar que tengo una cita que no puedo faltar y se me está haciendo tarde – se excusó el moreno.
-¡¡Y una mierda! – gritó Izzy llamando la atención de los que estaban cerca.
Para angustia de Tai vio como la mayoría de los allí presentes se habían girado para observarles aunque no la persona de la cual quería escapar.
-Iz por favor no grites estás llamando la atención, mira prometo venir si hace falta yo solo mañana pero ahora no puedo lo siento – le prometió Tai empujando lo más discreta posible a sus amigos hacia la salida.
Habían dando varios pasos hacia la salida bajo la atenta mirada a sus espaldas, estaba a punto de librarse de el indeseado reencuentro hasta que Izzy enfadado se paro bruscamente cruzándose de brazos.
-Mira Tai deja de empujar joder – se molestó el teclados del grupo – no pienso dar un paso más hasta que no me digas de quien huyes, no paras de girarte hacia atrás como su vigilases a alguien, tanto misterio me está cabreando – le acusó plantándose en medio de un pasillo del local para empezar a observar a los allí presentes.
-¡Es que hay alguien molestándote? –preguntó Alex preocupado.
-No es eso chico, en serio es solo que... – quiso decirles dándoles la vuelta para que no mirasen junto a las sección de carritos de bebés.
-Eso no te lo crees ni tú – dijo Izzy con una sonrisa maliciosa – voy a averiguar que... – de pronto sus palabras se atoraron en su garganta, descubriendo el motivo de las repentinas prisas de Tai y la verdad, ahora no podía culpar a su amigo de querer marcharse, pero claro él no era Tai y no se iba a ir, dejando a ese tan tranquilo – si no lo veo no me lo creo – exclamó Izzy entre sorprendido y molesto.
-¿De que se trata? ¿has visto algo? – preguntó Alex sin saber a que se refería Izzy.
-Chicos por favor, vayámonos, no tiene sentido que nos quedemos, por favor Iz – suplicó Tai más nervioso si cabía posible.
-¿¡Ese no es...? – dijo incrédulo Alex al reconocer la persona en cuestión.
-¿No piensas decirle nada? – afirmó más que preguntó a su amigo.
-¿Para que? No ves que no puedo hacer nada ya... yo... tengo que salir de aquí – les dijo humedeciéndose los ojos controlándose como podía.
-No voy a obligarte a que te quedes tai pero esto no va quedar así, ese desconsiderado se las va a ver conmigo. Alex quédate con Tai ahora mismo vengo – le pidió al vocalista notando lo afectado que estaba Tai por todo, eso solo le hizo ponerse más furioso.
Con grandes zancadas Izzy se fue dirigiendo hacia lo que parecía ser un joven matrimonio que escogía el adecuado cochecito para el bebé que el joven llevaba en brazos, entre bromas y miradas cómplices y cariñosas.
Ante el desespero del proximidad de una pelea de antología Tai no se le ocurrió otra cosa que gritarle al moreno teclista.
-Izzy nooooooooooooooo!
Ante tal grito la pareja asustada se giró hacia ellos percatándose de lo que se les veía encina. Por una lado al verse descubiertos por la persona que menos querían que se supiera de su llegada y por otro lado su musculoso amigo caminando hacia ellos con clara intención de partirle la cara primero y preguntar después.
-Valla valla, pero a quien tenemos aquí. El hijo prodigo que ha vuelto a la cuidad – exclamó con sarcasmo Izzy una vez al lado de la pareja.
-Ho... hola Iz valla sorpresa encontrarte aquí, jeje.
-De eso puedes estar seguro. Encanto – dijo Izzy dirigiéndose hacia la muchacha que lo miraba asustada – te importaría sujetar a la criatura un segundo... es que tengo que decirle una cosa en privado a mi "amigo" – se burló Izzy – ahora te lo devuelvo.
-Espera – dijo Matt pasándole el bebé a su madre, había visto como en ese preciso momento Tai corría escaleras abajo con el rostro bañado por gruesas lágrimas seguido de otro chico – Taiiiiiiiiiii espera – quiso correr tras del moreno pero Izzy se lo impidió sujetándole del brazo.
Aprovechando el impulso al girar a Matt para que no fuera tras Tai hizo girar a Matt hacia él y antes de que lo presintiera, levantó su puño derecho para acabar estrellándolo contra la cara de Matt que calló al suelo de culo y con una más que posible fractura de nariz por la cual sangraba copiosamente.
-Arrgghhhhh, serás cabrón, ¡Te has vuelto loco o que! – le grito al que creía su amigo.
-¿Cabrón, yo? ¡Serás mamón, como tienes la poca vergüenza de desaparecer, largarte a no se sabe donde y después de cinco años te presentas aquí como si nada y encima con una tía que no conocemos de nada y para colmo con un mocoso a cuestas! ¿Y me dices que el cabrón soy yo?. Me has decepcionado Matt, jamás me hubiera pensado que serías capaz de hacer una cosa así.
-Vigila con lo dices – le gritó molesto poniéndose de pie tambaleante con la mano en la nariz para cortar la hemorragia – no te consiento que hables así de Kaori de su el bebé – le amenazó Matt aun sabiendo su desventaja contra la mole de su amigo o ex amigo.
-Vete a la mierda Matt, eres un capullo y...
-Izzy-sama está cometiendo un grave error – interrumpió la muchacha asustado intentando calmar a su bebé que lloraba asustado por los gritos de Izzy.
-Sí el error ha sido considerarlo mi amigo durante estos años. No es nada personal contra Ud. señorita. Todo el mundo puede hacer lo que le de la gana y acostarse con quien quiera, pero no a cambio de hacer sufrir a terceras personas. Solo una última cosa más Yamato, mantente alegado de Tai y de Aki, si te veo cerca no será tu nariz lo único que te rompa.
-¡A ver que está pasando aquí! – gritó uno de seguridad al ver la pelea – será mejor que me acompañen a la salida, en este Centro Comercial no queremos peleas, así que si me hacen el favor de acompañarme... – sugirió el hombre uniformado.
-No es necesario – acotó Izzy – yo ya me iba, disculpa por el alboroto, yo me marcho – se despidió Izzy ya más tranquilo para empezar a caminar hacia la salida.
-Izzy, espera... – quiso retener a su ex compañero de banda.
-No me apetecen escuchar tus excusas absurdas, lo que hagas con tu vida acaba de dejar de importarme, así que si me disculpas tengo cosas más importante que hacer. Adiós.
Tanto Matt como Kaori se quedaron quietos si saber si ir tras ese joven o no, decidiendo al final que lo mejor sería no hacerlo. El guarda de seguridad se ofreció a llevarles hasta la enfermería del Centro para que pudieran atender la nariz sangrante del ex cantante.
En la calle.
-Alex, ¿Y Tai? – preguntó preocupado Izzy al ver a su amigo solo en la calle.
-Le perdí... no sé donde pudo meterse, el coche no está en el aparcamiento. Joder! Jamás me hubiera imaginado que Matt estaría con otra tía sabiendo que Tai lo estaría esperando el tiempo que hiciera falta. Es capullo no se merece a Tai – comentó tragándose la rabia y los celos al ver como Tai había estando sufriendo todo ese tiempo rechazando todas las posibilidades de rehacer su vida y a cuanto hombre que se le había acercado, inclusive él mismo.
-Llevo años conociendo a ese neardental y jamás me hubiera imaginado esto, me imagino que no le conocíamos tan bien como creíamos. Mierda donde estará Tai... debe de estar destrozado – se preocupó Izzy.
-Será mejor que llamemos a los chicos y se lo expliquemos por si tai contacta con algunos.
-Sí será lo mejor, de todas maneras alguien tendrá que ir a buscar a Aki al colegio... no sé si Tai iba después de esto.
-Llamaré a Beni – se ofreció Alex.
Unas horas más tardes todos los integrantes del grupo ya estaban enterados de lo sucedido, Beni tubo la tentación de explicar la verdad del inesperado y traumático reencuentro pero debido a que dio su palabra tubo que callarse y hacerse el desentendido. Por suerte antes de saberse nada lo primero que hizo Tai antes de desaparecer fue pedir a Beni que fuese a buscar a su hijo como había echo en alguno ocasión, accediendo el pelirrojo gustoso sin percatarse del motivo real de la disponibilidad de Tai hasta minutos más tarde que se lo explicó Alex. Como era de suponerse uno de los más furiosos era Ian que agradecía no saber donde estaba el rubio para no tener que matarle en esos momentos.
Se recorrieron diferentes lugares donde el moreno abogado podría estar, pero en ninguno se le pudo hallar. Entre idas y venidas pasó la parte y parte de la noche, decidiendo posponer la búsqueda hasta el día siguiente. Beni estuvo tentado a llamar a Matt pero prefirió no hacerlo no fuera que Ian se enterase y se enfureciera con él, ya bastante mal genio tenía como para que lo pagase con él.
Apartamento de Alex, 2:30 de la noche.
Ding dongggg Dingggg Dongggggggggggg
-¡Ya voyyyyyyyyy ya voyyyyyyy! Ufff quien demonios será a estas horas – gruñó medio dormido Alex que caminada hacia la puerta tan solo con unos boxes puestos y descalzo – Joder no puedes espera a llamar a una horas cristiana, como sea una tontería te voy a... – le amenazó al incordio que llamaba desesperadamente - ¿¡Que cojones quiere...? – gritó al abrir la puerta callando de golpe al reconocer el estado deplorable de su amigo enfrente la puerta - ¡¡Taiiiiii! Dios mío ¿qué has estado haciendo? ¿te hemos estado buscando por todas partes?.
-Snif... snif ¿pue... puedo pasar? – preguntó sollozando mostrando su alto nivel de embriaguez.
-Mierda Tai estás borracho, pasa... te haré un cabe cargado – le ofreció al castaño.
Ya sentados en el salón de Alex y con un buen café doble, Alex esperaba que le contase donde había estado y que hacía en su casa a altas horas de la noche y borracho.
-So.. soy un des...as..tre ¿verrrrdad? Snif – se oyó la voz enronquecida de Tai – me doy asco... llevo más de cin...co años llo...llorando por un hom...bre que ni siquiera le importo, snif...
-No digas eso Tai, tú eres una persona increíble, te lo he dicho muchas veces, tu no podías saber lo que estaba pasando, ni tú ni nadie se lo podía imaginar que esto pasaría, nos ha pillado a todos de improviso – intentó consolar al castaño.
-Aún snif... no me lo pue...do creer... yo mantenía la espe... esperanza de él vol...viera a mi, yo...
-No te tortures más con eso Tai, es injusto para ti y tu hijo, no todo está acabado, eres joven, atractivo. Cualquier hombre gay se moriría por poder ser tu pareja. Tienes que seguir adelante.
-Snif... yo no puedo... no voy a poder con esto, estoy cansado de aparentar... que soy fuer...te por Aki y por mi, no puedo Alex ya no puedo más no lo soporto, no quiero sentirme... tan solo – se desquebrajó Tai abrazándose a si mismo
-Shhhh tranquilo no estás solo Tai nos tienes a todos... me tienes a mi – le dijo Alex abrazando a Tai que se acurrucó entre sus brazos como una tabla de salvación.
-Snif... Alex no me dejes... no me dejes por fa...vor – le pidió aferrándose más al abrazo.
-No pienso dejarte nunca, lo sabes. Sí tu me permitieras yo... sé que estás algo bebido y que este no es el momento... pero... déjame amarte Tai. Déjame estar a tu lado, te amo.
-Pero yo aún amo a Matt, yo...
-No pretendo que le dejes de amar de pronto pero puedo ayudarte a que lo olvides poco a poco y puedo enseñarte a que me quieras...
-¿Por... por qué eres tan compresivo conmigo Alex?
-Porque te quiero – se declaró acariciando la mejilla contraria a la estaba apoyada en su pecho.
-Alex yo...
-Shhhhhh – le interrumpió posando un dedo sobre los labios del abogado – no digas nada ahora, solo piénsalo ¿vale? Ahora descansa, jeje, estas más borracho de los que piensas y necesitas dormir. Mañana hablamos si quieres. Te llevará a la habitación de invitados.
-Pero yo...
-Sin rechistar jovencito – le dijo levantándose del sofá para arrastrar con él el cuerpo de Tai que lo levantó en vilo para llevarlo en brazos hasta el cuarto de huésped.
-Gracias Alex, no sé que haría sin ti ni los chicos – le agradeció ayudando a Alex a despojarle de su ropa arrugada para después acostarse en la mullida cama.
-No tienes que dármelas, lo hacemos porque te queremos – le dijo besando su frente – Buenas noches Tai, descansa.
-Buenas noches Alex, descansa tú también.
Con más esperanzas de las que se hubiera imaginado Alex se dirigió hacia su habitación más animado con la posibilidad poder iniciar una relación con el abogado. Era consciente de que había forzado la situación pero llevaba mucho tiempo enamorado de Tai.
No había pasado ni una hora acostado en su cama cuando sintió como la puerta de su habitación abrirse lentamente para después sentir como un peso extra sobre su cama.
-¿Qué demonios...? – exclamó sorprendido.
-Sshhh soy yo Alex.
-¿Qué... que hacer aquí? – preguntó nervioso por la proximidad de Tai.
-No quiero dormir solo, te importa si yo...
-No creo que sea buena idea Tai, has bebido y no sabes lo que dices.
-Sé perfectamente lo que hago... hace un momento me pediste una oportunidad para amarte y creo que tienes razón... no quiero sufrir más por sueños del pasado. Necesito que me amen ahora... necesito que me ame ahora Alex.
-¿Estás seguro?.
Como respuesta recibió un apasionado beso con sabor a Whisky.
-Mmmm sí, estoy seguro, solo dame algo de tiempo... pero esta noche te necesito.
-Tendrás todo el tiempo que quieras, anda ven metete dentro de la cama, cogerás frío – le invitó a acostarse a su lado.
-Mmmm aquí se está muy calentito – ronroneó Tai abrazándose al cuerpo casi desnudo del cantante.
-Tai... no es que me queje pero no soy de piedra, llevo mucho tiempo deseándote y no creo poder controlarme si te me arrimas de esta forma.
-Pues no lo hagas, yo no te he pedido que te controles sino al contrario, jeje. Mi intención es hacerte el amor esta noche si tú me dejas – le propuso sin vergüenza gracias a los considerables grados de alcohol en sangre.
-Dios si me lo pides de esta forma – gimió de anticipo Alex atrapando el cuerpo de Tai bajo suyo para devorar su boca con pasión.
-Mmmmm ahhhh – jadearon los dos – haré que no te arrepientas de esto – prometió Alex a Tai.
-No lo haré te doy mi palabra.
Continuará...
