ENCUENTROS.
Cap. XII
Paredes blancas, olores asépticos… enfermeras y doctores de batas blancas…, todo aquello ya le estaba desquiciando y la sensación de ahogo e intranquilidad se acentuaba con forme pasaban los días. Días que pasaron lentamente para Matt, deseando que llegara el día del alta del Hospital. En total había sufrido estoicamente diez agotadores días de continuos cuidados, tanto del personal médico (sobretodo de las enfermeras de planta) como de sus familiares y allegados; diez días anhelando poder salir de aquella higienizada habitación de hospital para poder tener un poco de privacidad y poder disfrutar de la nueva relación que se había iniciado a partir del mismo momento en que todo se aclaró el malentendido con Tai.
No es que los cuidados y los mimos le desagradaran pero… deseaba estar con su nueva familia y a solas, vivir la nueva vida que se habían prometido juntos.
Bueno, para ser sinceros con uno mismo, familia, familia… aún no se podía considerar como tal, por un simple detalle… Aki. Desde que se enteró que su padre se había reconciliado con él, el chico se había vuelto extrañamente autista. No hablaba con nadie, ni siquiera con sus tíos Ian y Beni, cuando el joven estaba presente en alguna conversación en la cual surgiera algún tema relacionado con Matt, Aki desaparecía por arte de magia, no quería que hablasen de él en su presencia y cuando se le preguntaba, se molestaba o se hacía del desentendido. En consecuencia, el pequeño Aki no había ido a verle en su convalecencia y aún no le había perdonado para pesar el rubio ex cantante.
Los nuevos integrantes de la gran familia TeenWolves fueron presentados a los pocos días de su ingreso. Sus…, por decirlos de alguna manera, sus nuevos sobrinos, hijos de Beni e Ian, Sasuke y la pequeña princesa (Dana) como la había bautizado Matt, le robaron el corazón nada más verlos (como sucedió con la mayoría). También conoció a Ami, la novia de su hermano Tk y futura cuñada, una chica tímida, cariñosa y sobretodo dulce tanto con él como con los demás; Izzy le presentó a su esposa Megumi y a la pequeña Lyl, que dada menos cogerla en brazos, la pobre le echó toda la papilla ya que se encontraba un poco malita, para gracia de todos los presentes; Terry que a pesar que cumplía ocho meses de embarazo se pasaron la tarde que se conocieron haciendo el payaso aún en su estado aunque siempre la atenta mirada de su pareja Omi, era sin duda las más alegre y bromista del grupo, siempre bromeando y contando anécdotas algo surrealistas del grupo o de su pareja.
Pero todos sus ruegos fueron escuchados esa misma mañana, cuando el médico que le atendía le informó que todos sus análisis habían salido positivos y que esa misma mañana le darían el alta para poderse marchara a casa. Eso sí, vigilando que siguiera con la dieta sana y nutritiva que le había recetado el doctor.
Así, dos horas más tarde se encontraba justo enfrente de la puerta de la cual de ahora en adelante sería su nuevo hogar, la casa de Tai… la casa de ambos.
-Tai? – llamó la atención Matt a su pareja antes de que abriese la puerta.
-Sí? Ocurre algo Matt? – le preguntó al notarlo más pálido de lo normal y bastante nervioso.
-Yo… crees que hacemos bien? Tú sabes… Eso de vivir juntos… ¿Y si Aki no me perdona? – expresó con temor el rubio.
-Te perdonará cariño – le respondió acercándose hacia él dejando las bolsas de ropa del hospital en el suelo para abrazarle, darle la confianza y el apoyo que necesitaba – Aki es un buen chico… es solo que se siente herido y algo confundido por todo lo que ha sucedido. Es demasiado cabezota para mi gusto pero comprenderá, él también te ha echado mucho de menos.
-Pero yo no quiero imponerle mi presencia, así solo conseguiré que me odie más y eso no lo soportaría… los chicos me dijeron que evita hablar de mí, le molesta que esté cerca de ti, si me quedo…
-No vas ha irte a ningún lado Matt que no sea nuestra casa. Dijiste que lucharías por nuestra relación ¿y ahora te amedrentas por lo que pueda pensar mi hijo? – le preguntó entre sorprendido y molesto.
-Tú lo has dicho, tú hijo… él no quiere nada de mí, me odia.
-No te odia, solo está molesto porque no comprende la situación como la comprendería una persona adulta, no asimila lo que vio ni sabe lo que pasó. Al no dejarme explicarle la verdad piensa que nos remplazaste por una familia nueva pero yo sé que en el fondo anhelaba tanto tu regreso como yo lo he hecho, te quiere, por eso está tan dolido. Solo es necesario explicarle bien las cosas, él entenderá.
-¿Y si no entiende?
-Deberá entender, te amo Matt y no voy a perderte de nuevo – le dijo con seguridad.
-Tienes razón – le contestó atrayéndolo hacia su cuerpo para después besarle con pasión – tienes mucha razón, estoy algo nervioso, jeje parece mentira, soy capaz de enfrentarse a una jauría de fans histéricas por defender nuestra relación pero me da pánico enfrentarme a un niño de siete años, jeje.
-Jeje es verdad, no te preocupes, todo saldrá bien. ¿Listo? – le preguntó introduciendo la llave en el picaporte.
-Listo – respondió recuperando su aplomo. Nada más entrar.
-¡¡¡¡¡¡SORPREEEEEEEEEEEEEESSSSSSSSSSSAAAAAAAAAAAAAA! – se oyeron los gritos escandalosos de toda la trupe de locos de la gran y reciente completada Familia Teenwolves.
-Ya era hora de que llegarais, tardones – se quejó Izzy con la pequeña Lyl en brazos, que salió de entre los invitados.
-Chicos, valla susto – comentó agradecido Matt que sonreía a todos complacido y emocionado – muchas gracias chicos por venir, jeje estaba deseando salir del Hospital, no sabéis como los odio.
-Pues para la próxima vez no hagas estupideces Matt y no habrá que ingresarte de urgencia – le reprendió cariñosamente Ian mientras abrazaba cariñosamente al recién llegado. Todo el odio y el resentimiento por lo que sucedido quedó zanjado al escuchar las explicaciones de Matt – si llegas a tardar un poco más estos buitres te dejan sin tarta – bromeó señalando a Terry, Omi, Izzy y a su propio hijo Sasuke, que escondían sus manos tras su cuerpo para que no les vieran los dedos embarrados de nata y chocolate del pastel.
-Jajaja golosos, pero tranquilos ya la podéis atacar sin reparos, Terry tiene un paso por su embarazo pero vosotros…– bromeó el homenajeado.
-Es que dio un antojo – se defendió Ferry.
-Yo també atojo – dijo el pequeño Sasuke con la cara toda llena de nata.
-Jeje, yo no tengo excusa, lo admito, tenía hambre – confesó Omi.
-Jaja eres de lo que no hay Omi – saludó Matt a su antiguo compañero de farras.
Una suave música comenzó a sonar por el apartamento, tras saludarse entre todos los que faltaba por saludar y charlar con algunos de ellos. Los minutos pasaron con rapidez, hasta que cierta personita ausente se hizo notar su no comparecencia.
-Ey Beni ¿Y Aki? – preguntó Tai a su amigo, mientras disfrutaba de la compañía de su pareja de la cual no se había separado en toda la velada.
-Imagínatelo… se negó a salir de su cuarto, dice que no le interesan las fiestas – explicó desalentado al pensar en su ahijado – si no fuera tan terco.
-Esto ya llegó demasiado lejos – se quejó molesto Tai con intención de dirigirse al cuarto de su hijo a reprenderle por su falta de educación.
-No vallas Tai! – exclamó Matt, frenando a su novio.
-Pero esto tiene que terminar de una vez por todas, no puede seguir así.
-Lo sé pero si vas todo empeorará – conjeturó Matt.
-Más? Lo dudo.
-Déjamelo a mí – pidió Matt armándose de valor.
-Estás seguro? – preguntó Tai confundido.
-Sí es mejor que yo hable con él, al menos que lo intente.
-Tai, creo que es buena idea, déjale que lo intente, como tú has dicho peor no pueden ir las cosas – intervino Beni a favor de su amigo rubio.
-Como quieras – accedió Tai – si me necesitas te esperaré aquí.
-Ahora soy yo, quien te dice que todo saldrá bien – le susurró Matt a Tai para después darle un dulce beso en los labios – vuelvo enseguida.
-Suerte – dijeron Beni e Ian al verle dirigirse a la habitación de Aki.
Caminó con decisión por el pasillo que daba a las habitaciones del apartamento hasta llegar a la puerta correcta, al otro lado de ella no se podía apreciar ningún movimiento o sonido que indicase que alguien permanecía en su interior. Inspirando un par de veces para darse valor llamó a ella sin obtener respuesta alguna por parte de su inquilino.
-Toc toc! Aki? – llamó – Aki puedo pasar?
Al no recibir contestación entró sin permiso. La habitación estaba suavemente iluminada, se veía recogida más o menos, se podía apreciar algún peluche fuera de lugar pero para ser una habitación juvenil era más que aceptable. A simple vista no se percató en el paradero del pequeño, estuvo a punto de cerrar la puerta para buscar al chico en otra habitación, cuando un extraño movimiento de cierta camiseta extrañamente animada y con vida propia se había movido hacia una de las esquinas más oscuras de la habitación.
Con pasos lentos se acercó hacia el centro de la misma cerrando antes la puerta para que nadie los molestase. Conforme se acercaba pudo descubrir como no solo una camiseta sospechosamente animada había llegado hasta aquella esquina, allí junto a la prenda de vestir habían un montón de fotos arrugada y lo que en otros tiempos mejores habían sido famosos póster de algún grupo de Rock famoso, no supo de quien era la identidad de dicho grupo hasta que estuvo a escasos tres pasos de distancia, entonces lo entendió, las fotos arrugadas, las camisetas, algunas rotas otras solo arrugadas… los pósters… todos ellos eran recuerdos de cuando él pertenecía a Teenwolves.
-Aki? – le llamó tanteando el terrero.
-Que haces aquí? Vete! – se oyó la voz compungida del joven Aki.
-Aki… tenemos que hablar.
-Noooooo! Vete! – gritó enfadado
-Por favor pequeño, es necesario que…
-No! Vete! Mentiroso veteeee – sollozó sin poder ocultarlo.
-Aki pequeño, yo…
-No soy pequeño, sniff! Ya no soy tu pequeño vete! – gritó ocultado su rostro a percatarse que Matt se había acercado a él.
-Tú siempre serás mi pequeño Aki. Yo… lo siento mucho, me gustaría explicarte tantas cosas… no me he portado muy bien con vosotros pero las cosas han cambiado, yo…
-Mentiroso! Me mentiste… nos mentiste, te fuiste y nos dejaste solos, snif vete mentiroso! Te odio! – sollozó aferrándose a una de las camisetas mientras se hacía un ovillo en la esquina junto a la cama.
-Yo… lo siento Aki, perdóname, lo siento muchísimo, no quise alejarme de vosotros pero temía por vosotros – se acercó al joven para abrazarlo. Aki se revolvió entre sus brazos para que lo soltase.
-No me toques! Suéltame mentiroso, nos abandonaste, snif me abandonaste me dejaste solo… yo snif snif… porque? Porque yo… yo quería que volvieras y te fuiste me cambiaste por otro bebé nuevo snif… nos cambiaste por otra familia, snif una… una con una madre nueva… nos abandonaste… nos dejaste de querer buaaaaaaaaaaa – lloró descargando toda su angustia.
-Sssshhh no Aki, jamás os dejé de querer, nunca me oyes, no me fui por eso y esa familia de la cual hablas no es mi familia… mi familia sois vosotros, Tai y tú. La chica que vistes y su bebé solo es mi amiga Aki. Lo que vistes no es lo que pensaste.
-Snif snif entonces porque? – preguntó aferrándose a la camiseta húmeda de sus lágrimas – Te fuiste por mucho tiempo, snif. Papá siempre hablaba de ti y yo…
-Me fui porque unas personas malas os querían hacer daño si yo me quedaba con vosotros, por eso… pensé que marchándome las cosas se arreglaría, que no me echarían mucho de menos… pero me equivoqué, al final yo os hice más daño al marcharme, lo siento pequeño, de verdad lo siento mucho, no quise que sufrieras como lo hice yo durante todo este tiempo.
-Entonces tú no eres el papá de ese bebé y esa señora no es... ?
-No pequeño, jeje – sonrió para aligerar al ambiente – ese bebé tiene a su propio papá, que además hace unos días vino a buscarlo, a él y a su esposa ya que él estaba de viaje por eso yo me quedé con ellos, por eso los vistes conmigo, esa señora como tú la llamas es una buena amiga que me ayudó mucho durante estos últimos años, cuando yo me puse malo de tristeza... Gracias a ella he podido regresar a Uds., me acompañó hasta aquí para asegurarse de que regresaba y me quedaba con vosotros como tanto deseaba.
-Pero le estabas haciendo mimitos – le reprendió Aki haciendo un puchero – yo pensé que eras su papá y por eso…
-Le hacía carantoñas porque me gustan los niños Aki, sobretodo porque me recordaba mucho a ti cuando eras así de pequeñito.
-Pensabas en mi? – preguntó con timidez.
-Siempre. Aki, sé que no me porte bien en el pasado pero si me das una oportunidad prometo no defraudarte nunca más, os quiero mucho, sois mi vida, quiero que entiendas eso. Ya hablé con tu papá y él lo entendió todo y me perdonó, como los hizo el tío Ian y el tío Beni. Lo harás tú? Me perdonarás aunque sea algún día? – le pidió sin dejar a abrazarlo, sentándolo en sus rodillas.
-Yo… no lo sé… - dijo indeciso ocultado su rostro en el pecho del ex cantante.
-Piénsatelo… no tienes porque decidirlo ahora… ya eres un chico grande, sé que serás justo, yo confío en ti. Pero ten en cuenta que jamás os dejaré de querer, os amo y me dolería mucho que me odiases por un malentendido.
-¿Te quedarás en casa? – preguntó con timidez.
-Quieres que me quede? – le respondió con otra pregunta captando la ansiedad en la pregunta del chico.
-Yo… papá querrá que te quedes… - se excusó sin querer aceptar que también lo deseaba.
-Entonces me quedaré si a ti no te molesta.
-No me molesta! – se apresuró a responder poniéndose en evidencia sin darse cuenta.
-Bien pues así se hará – le dijo limpiando las lágrimas del rostro del pequeño – Será mejor que regrese a la fiesta, tu padre debe de estar preocupado… quieres venir un rato?
-Yo… - sabía que el pequeño deseaba asistir a la fiesta pero su pequeño gran orgullo le impedía aceptar tan abiertamente, después de la pataleta que había provocado.
-Hagamos una cosa… como eres un chico grande y debes pensar en lo que hablamos. Porque no te quedas un rato más pensado mientras yo voy a tranquilizar a Tai, de paso voy y te guardo un trozo de tarta antes que los buitres de ahí afuera te dejen sin. Que te parece? – le ofreció sonriendo con cariño ante la carita de indecisión de Aki.
-Yo… emmm… bueno vale me quedaré un rato pensando como un chico grande – acepto complacido Aki, inflado su pecho de orgullo por mantenerse en su posición de niño grande.
-Vale campeón, jeje. Entonces te espero en el salón - le dijo besando su frente – No tardes, sino te quedarás sin tarta! – exclamó bromeando.
-No tardaré! – gritó sonriendo ya más tranquilo viendo salir a Matt de su habitación.
Sin perder su sonrisa se apresuró a recoger todo lo que había tirado al suelo y que en teoría había tirado varias semanas atrás cuando en un ataque de celos pesó que había descubierto la traición del novio de su padre. En un momento pesó en deshacerse realmente de todo aquello pero en el último momento no tubo valor y solamente lo escondió bajo su cama. Ahora se alegraba de ello, más tarde le pediría a su padre que le ayudase a colgar de nuevo los pósters al menos los más enteros, por ahora se contentaría en colocar sobre su mesita de noche su foto preferida.
Tras darle un beso a la foto la colocó con amor cerca de su almohada y salió varios minutos después de su habitación.
De nuevo volvían a ser una nueva familia, tal y como representaba aquella fotografía que varios años atrás se había tomado. Fue en la casa de Matt aquella tarde poco antes de que todo se desencadenase, Matt y Tai, abrazados en el sofá del primero, haciendo carantoñas a un pequeño bebé Aki que reía de gozo ante la atención de sus dos papás.
Tal y como habían quedado, el pequeño Aki apareció un cuarto de hora después del regreso de Matt, el cual se unió a los invitados y festejó como uno más.
-Y que vas hacer ahora Matt? – preguntó Megumi, quien mecía a la pequeña Lyl en brazos – Izz me comentó que no habías aceptado de nuevo el puesto como vocalista de TeenWolves.
-Así es, no creo justo que yo le quite el puesto a Alex, él ha hecho un formidable trabajo, después de todo yo renuncié a él…
-Sí es por mi no te preocupes – interrumpió Alex – sé perfectamente que TeenWolves te pertenece, tú junto con los chicos los fundasteis, así que tranquilo puedo buscarme la vida perfectamente, tengo contactos, incluso podría formar mi propio grupo y haceros la competencia, jeje – bromeó Alex.
-Mira que listillo el tramposo este – bromeó también Omi.
-No en serio no es necesario Alex, te lo agradezco pero no. Había pensado en seguir con mi etapa de compositor, es lo que prefiero. No quiero perder el tiempo con nuevas giras y conciertos en el otro lado del planeta, ya no. Y menos ahora que he recuperado a mi familia. Ya me he perdido demasiadas cosas. Me quedaré en casa y ayudaré a Tai con las cosas de Aki.
-Valla, jeje así que te vas a convertir en toda una mujercita y ama de casa – bromeó Ian.
-Jeje, más o menos. No me importa admitirlo, mi nueva prioridad es ver crecer a Aki sin perderme nada más, después de todo la tarea de compositor se puede hacer perfectamente en el apartamento, ¿no?.
-Claro que sí – corroboró Tai – podremos adaptar una de las habitaciones libres en estudio que te sea de utilidad. Por las tareas de la casa no debes preocuparte, jeje, Sabes que tengo quien se ocupa de ello y por Aki… bueno nos encantaría que estuvieras el máximo de tiempo posible con nosotros.
-Dalo por hecho.
-Se me ha ocurrido una idea – comentó Beni, sentado al lado de Ian con Dana en brazos - ¿te dedicaras a componer, no?
-Sí, sabes que me gusta la composición tanto de letras como de canciones.
-Perfecto! Entonces porque no compones para nosotros? Casi siempre las canciones que hemos utilizado para los álbumes han sido de tu creación.
-Pero… y el que os compone las letras de ahora? No podéis dejarlo tirado por mí, tendréis algún tipo de contrato o palabra dada – comentó Matt.
-Por eso no te preocupes, no estamos trabajando con nadie en concreto, hermano – dijo Tk.
-Es verdad, incluso nos ahorrarías un tremendo dolor de cabeza – aseguró Izzy.
-En estos últimos cinco años, a pesar de que nos ha ido bastante bien, solo hemos sacado tres discos y de los tres, el primero que se sacó fue utilizando las maquetas que habías dejado realizadas – comentó Alex – somos buenos interpretando pero a la hora de buscar letras… uff, nos es difícil.
-Sí aceptases nos agilizarías mucho las cosas – dijo ilusionado Beni – te compraríamos tu trabajo además de incluirte en los títulos de créditos y agradecimientos. Venga, qué dices, ¿Aceptas?.
-Mira que eres baka – se quejó Matt – lo de los títulos de crédito y agradecimiento no me importa, si lo hago es por ayudaros no por querer ganar algo a costa de vuestro esfuerzo.
-No es ganar algo a costa del esfuerzo de los chicos Matt – intervino Ian – míralo como un negocio, estás vendiendo unos servicios que prestas a TeenWolves, y ellos como tales pagan por un trabajo realizado, como hacen miles de grupos musicales. Ellos te pagaran por los derechos de autor, simplemente.
-De acuerdo, pero no quiero ningún tipo de favoritismo, yo presentaré mis trabajos los tendréis que evaluar el grupo completo, como si fuera persona ajena.
-Trato hecho – aceptó Beni en nombre del grupo, pero con una condición…
-¿Una condición? ¿Cuál? – preguntó Matt.
-Que cuando estemos de gira en la ciudad, cantes con nosotros en alguna ocasión, jeje.
-Pero… -
-Beni tiene razón – exclamaron los demás –al menos alguna vez, en algún concierto especial, nos lo debes Matt – dijo Izzy – Tú, Alex y los chicos, sería fantástico y a la gente le encantará verte de nuevo en el escenario, aunque sea una vez al año. Venga rubiales, será divertido, como en los viejos tiempos.
-Acepta Matt – apoyó Tai a su koi – sé que lo estás deseado, así no tendrás que dejar del todo tu pasión, una vez al año no hace daño, nos tienes el resto del año para ti además será en la cuidad.
-Yo…
-¡¿Vas a cantar de nuevo en la cuidad, pa Matt! – preguntó entusiasmado Aki que se había acercado al salón habiendo escuchado la última parte de la conversación de los mayores mientras jugaba con su primo Sasuke.
-No lo sé aún Aki.
-Guauuuu, eso sería genial! Di que sí di que siiiii. En el cole se morirán de envidia, jeje.
-Que dices Matt – presionó un poco más Beni.
-De acuerdo, acepto, jeje pero solo en ocasiones especiales y siempre en la cuidad.
-¡¡Bien! ¡¡estupendo! – gritaron a coro los chicos de TeenWolves sumándose Aki también.
-Pues ya tienes al primer comprador de tus letras, jeje. Tendrás que presentarnos tus nuevos trabajos, jeje. Tai me ha dicho que tienes unas baladas preciosas – comentó Beni entusiasmado.
-Así es, jeje. Aunque hay una que me la reservo, jeje.
-Jeje me la imagino y también me imagino el porque, jeje – conjeturó Beni.
-Bueno chicos – se levantó Ian del sofá – son las 9:00 de la noche y los niños tienen que cenar y descansar.
-¿Son las nueve, ya? – exclamó sorprendida Terry – con razón me estaba matando las piernas y la espalda ya.
-Pues será mejor que nos marchemos ya – comentó Omi ayudando a levantar a su mujer.
-Sí, nosotros también nos vamos, Tai, Matt, es un gusto tenerte ya en casa, cuidaros los dos – dijo Megumi besando a los dos chicos para despedirse.
-Chicos ya nos veremos, pásate un día por el estudio Matt y allí seguiremos hablando sobre tus canciones – comentó Izzy.
-Por supuesto ya me pasaré – accedió Matt acercándose a Izzy para besar a la pequeña Lyl que dormía en los brazos de su papi.
-Tai – llamó Beni a su amigo – quieres que nos llevemos a Aki esta noche, ya sabes, jeje … - guiñó pícaramente un ojo señalando a Matt.
-¿Me voy con tío Beni? – preguntó algo desilusionado Aki al percatarse que se perdería la primera noche con su recuperado pa Matt.
-No será necesario – se apresuró a responder Matt a su amigo – es nuestra primera noche juntos en familia, ya habrá noches para eso listillo – respondió captando la indirecta del pelirrojo.
-Jeje, yo solo me ofrecía, jeje.
-Te lo agradezco, pero no será necesario – agradeció Tai.
-Entonces nos marchamos todos – dijo Tk abrazando a su chica – nos vemos hermano, Aki pórtate bien, eh? Tai ya no llamaremos.
-Adiós chicos y gracias por venir – dijeron Tai y Matt.
-Adiós tortolitos y portaros bien
-Chao.
-Chao.
-Uff, solos al fin – agradeció en cierta forma Matt.
-Sip, solos – abrazó a Matt por la cintura para atraerlo hacia su cuerpo para poderlo besar con cariño.
-No sabes cuanto deseaba, tenerte para mi solo, jeje – insinuó con malicia mordiéndole en el cuello.
-Paaaa tengo hambre – se oyó la voz impaciente de Aki que los había estado mirando como se abrazaba.
-Jeje, ya hoy cariño – le respondió a Aki - Me temo que me tendrás que compartir aún un poco con tu hijo, jeje
-Jaja, por él no hay problema, venga comamos algo, yo también estoy hambriento.
-Uff no sé como podéis tener hambre después de la cantidad de comida que habéis tragado los dos, par de tragones – bromeó Tai caminando hacia la cocina - ¡¿Qué os apetece cenar!
-¡¡Pizzaaaaaaaaaaaaaaa! – gritó Aki contento.
-¿Pizza? Es muy tarde para prepara la masa de la pizza cariño – comentó Tai a su hijo.
-Pues pidamos una por teléfono, a mí también me apetece.
-Siiiiiiiiiiiiiiiiii, pizzaaaaaaaaaaaaaaa pidamos pizzaaaaaaaaaaaaaaa – chilló divertido.
-Pero eso no es comida recomendable para ti Matt, puedo prepara cualquier otra cosa.
-No te preocupes amor – dijo el rubio sacando a su pareja de la cocina para llevarlo con él al salón de nuevo – Por una noche no pasa nada, llamaré a una pizzería así podremos estar más tiempo los tres juntos y hablar de nuestras cosas, ¿verdad Aki?.
-Siiiiiiiiiiiiiiiii . aceptó contento saltando sobre el sillón a la espera que se sentasen sus dos padres.
-Aki los zapatos en el sofá- riñó Tai.
-Ups, jeje
El resto de la velada paso tranquila, entre risas y planes de futuro. Aki paulatinamente comenzó a tratar con el cariño a Matt como era habitual en él. Mientras cenaba, le contaba historia y travesuras que solía hacer en el colegio. Le explicaba las envidias que despertaba en sus amigos al tener un papi cantante y famoso.
A la hora de acostarse Aki pidió que Matt fuera el que lo arropara como según su padre le había explicado que alguna vez hizo cuando él era muy pequeño.
-Pa Matt?
-Sí Aki? – preguntó mientras le arropaba.
-Yo… te podrías quedar a dormir hoy conmigo – pidió en apenes un leve murmullo mientras se ruborizaba de vergüenza.
-Verás cariño, me gustaría mucho, pero entiende que papi me espera, lleva mucho tiempo solito y su cama es muy grande y fría… además los dos casi no cabemos en tu cama y…
-Pero yo me haría a un lado para que quepas y… - suplicó.
-Hagamos una cosa – interrumpió al pequeño que comenzaba a aguársele los ojos – me quedaré contigo hasta que te quedes dormido y mañana por la mañana, antes de que despiertes vendré para que despiertes junto a mí, ¿Qué te parece?.
-¿Y no te marcharás hasta que yo me duerma?
-Así es, me quedaré contigo, nos tumbaremos juntos y para cuando te hayas dormido yo podré ir con Tai, pero antes de que despiertes mañana yo ya estaré de nuevo aquí. Así no te darás cuenta de que yo me he ido por un rato.
-¿Me lo prometes?.
-Te lo prometo, anda hazme un sitio si no quieres que me caiga de la cama, jeje – bromeó Matt acostándose junto a Aki.
Mientras que Matt le contaba antiguas anécdotas que había vivido con el grupo, este le acariciaba la espalda para tranquilizarlo y así poder conciliar el sueño lo más tranquilo posible. Al cabo de unos minutos y pese a los esfuerzos de Aki por mantenerse el más tiempo posible despierto, el benjamín de los Yagami, cayó rendido al cansancio.
Con mucho cuidado y abrigando bien al muchacho, Matt salió de la cama dispuesto a reunirse con su otro amado que le esperaba aún en la sala de estar.
-Tardaste – comentó Tai al verle llegar y sentarse a su lado con aire cansado.
-Perdona, Aki quería que me quedase a dormir con él, tuve que convencerle de dejarme ir si me quedaba con él hasta que se durmiera, mañana antes de que despierte tendré que regresar a su cama. Uff esto de tener el corazón dividido en dos amores es agotador, jeje – bromeó
-Jaja, pues esto es solo el principio, jeje. Espera a que coja confianza. Los Yagamis somos muy exigentes, que lo sepas – insinuó Tai acercándose a Matt para abrazarle.
-Que dios me coja confesado, jeje. Espero que al menos tú no seas muy exigente con mi pobre persona.
-Ah! No no… yo soy el más exigente, jeje. Ya verás, aún me tienes que compensar por cinco años de ausencia y los intereses los cobro por adelantado – le comunicó lanzándose sobre el rubio cayendo los dos sobre el sofá.
-Te eché mucho de menos Tai… no había noche que no pensara en ti ni que desease tus brazos… - le confesó antes de besar sus labios.
-Lo mismo digo, jamás perdí la esperanza de recuperarte… desde la noche que compartimos juntos, supe que no habría nadie más que pudiera compartir ni mi corazón ni mi cama.
-¿No has estado con nadie más desde que nos separamos? – preguntó sorprendido Matt.
-No. Como te he dicho jamás perdí la esperanza a que volvieras.
-¿Y Alex?
-Alex… para serte sincero no negaré que me halagaba el saber que Alex sentía algo por mí, me hacía sentir que no estaba… como decirlo…
-¿Fuera de mercado? – se atrevió a bromear Matt.
-Baka! No quería decir eso pero algo parecido. Siempre he sabido que Alex quería algo más que mi amistad, siempre ha sido atento y agradable conmigo pero también siempre ha sabido que yo te amaba. Alguna vez he estado tentando, claro que sí soy hombre después de todo pero llegaba a casa veía a Aki y me acordaba de lo que fue y lo que podría llegar a ser si regresaba, entonces perdía las ganas. No hay nada que una ducha fría o un alivio personal no pueda hacer, jeje.
-Enserio que no?… ni una vez? Me fui… te dije que no me esperases y aún así ¿no lo intentaste con nadie?.
-No. Bueno sí una vez, hace un mes más o menos… cuando pensé que habías rehecho tu vida con Kaori, estaba deprimido y dolido y Alex… Supongo que él quería consolarme y yo que me consolaran.
-Entonces él y tú – dijo Matt con cierto aire incomodo aún recostado sobre Tai.
-No es lo que tú piensas… bebí más de la cuenta, compartimos algún que otro beso y caricias, pero no llegamos a más, no sé si hubiera podido llegar a más. Y tú? Tuviste a alguien?
-No… ni siquiera tú sabiendo o creyendo que yo te había dicho que no sentía nada por ti, no quisiste tener ninguna relación, como iba a tenerla yo sabiendo que yo si te amaba y te deje marchar. Simplemente no me atraía nadie, es más tú eres el único hombre que me interesa, solo tú.
-Valla par de bakas que estamos hechos, jeje. Los dos sufriendo sin haber motivo, tan solo por nuestros miedos, pero eso se acabó. Ya no más dudas ni confusiones.
-Solos tú y yo, bueno y Aki, jeje
-Vallamos a dormir, es tarde. Aunque te hallan dado el alta no estás del todo recuperado, ven – le pidió tirando de él para llevarlo a su dormitorio.
-Está todo como recuerdo – comentó Matt nada más entrar.
-No habría por que cambiarlo, ¿no? – así recuerdo la noche más maravillosa que he pasado en mi vida, no quería olvidarlo, así que no cambié nada.
-Para mí también fue una noche inolvidable…
-Espero que no sea la única que pasemos, jeje.
-Yo tampoco – aseguró Matt empezando a desnudarse lentamente.
-¿Quieres un pijama para dormir o prefieres dormir sin nada?
-Prefiero dormir sin nada, los pijamas me molestan.
Entonces eres de los míos, jeje. Anda ven a la cama, hoy a refrescado un poco, pronto llegará el Otoño.
Una vez acostado se abrazaron disfrutando unos minutos más de aquella tranquila intimidad. Matt se tumbó parcialmente sobre Tai apoyando su cabeza sobre el pecho, escuchando el suave latir hipnotizante de su amado. Tai abrazando a Matt por los hombros acariciaba la espalda de este para relajarlo, tal y como había hecho Matt minutos atrás con su hijo.
-Vas a conseguir que me duerma si sigues acariciándome la espalda – susurró Matt.
-De eso se trata.
-No antes de que comience a pagarte los intereses de la deuda de mi ausencia – bromeó el rubio.
-Lo dije en broma Matt, no tienes que…
-Pues yo lo digo en serio, quiero recompensarte y que mejor manera que complaciéndote entera y exclusivamente a ti – prometí Matt situando sobre el cuerpo de Tai para comenzar a besar su pecho desnudo.
-Mmm Matt no es nece…
-Shhhh calla y disfruta ¿Lo deseas?
-Sí pero…
-Tú lo deseas mmmm y yo… también así que…
Todo signo de protesta por parte de Tai se vio interrumpido por experta lengua de Matt que se había adentrado en su ombligo provocándole escalofríos por todo el cuerpo. La reacción de sus cuerpos castigados por cinco duros años de abstinencia fue inmediata.
A los pocos segundos ambos jadeaban impacientes por los que vendría a continuación. Por varios minutos Matt continuó venerando el cuerpo de su pareja deslizando sus labios, lengua y dedos por todo el cuello y clavículas. Lentamente descendió por la piel canela de su pecho para dirigirse a sus pezones los cuales reverenció con devoción y lujuria, primero el derecho y luego el izquierdo. Una vez humedecido y excitados franqueó su dorso por las costillas hasta reencontrar el camino que le llevó de nuevo a su ombligo y de ahí hasta su ingle en la cual se entretuvo lo suficiente para desesperar a un deseoso Tai que se aferraba a las sábanas y al cabello rubio de Matt con la intención de controlarse, cosa que le suponía cada vez un mayor esfuerzo. Las manos calientes de Matt recorrían las esbeltas piernas haciendo tensar los músculos en ardorosa tensión.
-Mmmmm Matt no me tortures más – suplicó deseoso el castaño
-
Vengo de tanto perder.. Que tuve miedo a tener… Algo por
lo que abrir mi alma y ponerla a tus pies
Siento, del viento,…
Celos por acariciar tu cara cada mañana ... Y quiero pegarme
con él – comenzó a cantar entre susurros y suaves
gemidos.
-Aaaahhh Matt – gimió al sentir la lengua húmeda en su sexo.
- Quiero dormir en tus ojos… Y al despertar beber de tu boca… Todavía de ti tengo sed… - cantó y volvió a lamer - Y a pesar de todo… Que difícil es… Que no me duela estar sin ti… Yo seré tu aire… Tú serás la piel… Que cubra mi soledad… Quiero estar junto a ti…
Si poder aguantar más Tai hizo girar a Matt sobre el colchón para atraparlo con su cuerpo para inmovilizarlo. Con auténtica hambre salvaje devoró los labios sensibles del rubio para apagar su sed de pasión. Sus brazos se aferraron a l cuerpo del rubio como un naufrago a su tabla de salvamento. Con rapidez y algo de torpeza recorrió todo su cuerpo devolviéndole todas sus atenciones. Pero las ansias en ambos les desbordaban.
-AAhhhh Tai no aguanto más, hazlo… tómame yaaa mmmm – jadeó al sentir estimulado su miembro por la experta boca del abogado.
-Tus deseos son órdenes para mi amor – jadeó Tai.
Con cuidado guió sus dedos previamente lubricados en su propia saliva hacia sensible roseta, que ante el más leve roce se estremeció de anticipación. Con el más meticuloso cuidado, tai forzó uno de sus dedos para poder acceder a ella sin causar demasiado daño.
-Si te daño avísame, no quiero que sufras, mmm – le pidió pero su diatriba fue interrumpida por la mano traviesa de Matt que se había aferrado a su sexo sin previo aviso.
-Mmmm no te preocupes sabrás si vas por buen camino – le respondió entre jadeos sin dejar de estimular el miembro latente de Tai.
Con ese nuevo incentivo Tai reanudó su tarea de preparar y estimular a su pareja, pronto el dedo inicial fue acompañado por un segundo, asegurándose en ampliar la gruta por la cual más adelante tendría acceso. Matt reaccionaba positivamente acompañando los movimientos de los dedos de Tai con sus propias caderas, estremeciéndose cuando Tai lograba acceder a su ya sobre estimulada próstata. Una vez el tercer dedo fue insertado, la presa que sostenía su precario control estuvo a punto de desbordarse por lo cual Tai tubo que sujetar la mano de Matt para evitar que siguiera masturbándole.
-Uff, basta Matt... aahhh no pretenderás que esto acabe así, ¿no? – jadeó Tai intentando recuperarse.
-Aargghhh nooo no me importaría, mmmm Taiiiiii yoooo no paresssss
-Shhhh, entiendo, jeje pero no prefieres... estooooo aahhh – gimió al comenzar a adentrarse dentro de Matt con todo el cuidado.
-Ooohh siiiiiiiiiiiiiiiii
Con algo de dificultad, debido a la escasa o nula actividad sexual del rubio, Tai consiguió completar la cópula provocando que ambos se estremecieran. Habían tenido que esperar cinco años para poder reencontrarse de nuevo y pese a sus ansias por culminar intentaron alargar el máximo de tiempo posible.
Matt se aferró con las piernas a la cintura del castaño para ayudarle a profundizar las envestidas mientras Tai se abrazaba a su cuerpo para mantener el máximo contacto entre sus cuerpos. Las manos del abogado se aferraron a la nuca del ex cantante para ofrecerle sus labios que gustosamente fueron degustados por el rubio con ardorosa pasión.
-Aaahh Taiiiiii... mmm por Kamisama, mmm no sabes cuanto te he añorado – sollozó el rubio embargado por las sensaciones y los sentimientos. De sus ojos no pudo evitar que numerosas lágrimas de felicidad y anhelo se derramasen sin control.
-Ma... Matt – seguía entrando y saliendo de Matt – yo... yo también te he extrañado... aahhhh hasta el punto de llegar a pensar que me volvería... aaaahhh loco
-No... quiero... mmmm... volver a separarme de tiiiiiiiii – gimió con más fuerza al notar una envestida particularmente intensa y profunda.
-Arrgghh no lo permitiré de nuevooooooooo aaaahhhh Matt no... no voy a poder aguantar másssss
-Ohhh siiii Taiiiiiiiii yooo yaaaaaaaa... Matt me ohhhhhhh me corroooooooooo – jadeó ocultando su rostro en el cuello de Tai mientras se aferraba a sus hombros, clavándole las uñas sin querer.
-Matttt... yo tambienn yo también me voyyyyyyyyy ahhhhh – gritó penetrando profundamente al rubio clavándole en la cama disfrutando el intenso orgasmo que les habían sacudido.
Por unos minutos, ambos permanecieron inmóviles saboreando las sensaciones post orgásmicas uno sobre el otro.
-Perdona que halla sido tan brusco – se disculpó Tai algo avergonzado – pero es que no me pude controlar... te deseaba tanto que..., jeje fue demasiado rápido ¿no?.
-Jeje, no te preocupes, ha sido perfecto. Yo tampoco he sido demasiado paciente que digamos, jeje. Yo tampoco pude aguantar mucho más, supongo que teníamos demasiadas ansias acumuladas, jaja.
-Sí, jeje eso creo. ¿Estás bien? ¿No te hice daño?
-Estoy perfectamente, no me lastimaste aunque no sé si podré sentarme mañana jeje.
-Perdona yo...
-Shhh – le besó para callarlo – son gajes del oficio. No importa estoy bien.
-Ven, abrázame – le pidió Tai – Te quiero Matt.
-Y yo a ti Tai, no lo olvides nunca.
-Será mejor que nos durmamos. Sé de uno que mañana se tiene que levantar temprano, jeje. Mi hijo son de los que madrugan – se rió entre dientes ante la cara de espanto del rubio.
-Lo que decía... me he ido a enamorar de unos morenos muy exigentes, jeje.
-Solo un poquito, jeje. Pero te compensaremos.
-Seguro, jeje. Buenas noches amor – le besó.
-Buenas noches mi ángel.
Seis meses después.
-Deberíamos haber ido a comer al restaurante de al lado los Estudio Yasako, Matt – le regañó cariñosamente Tai.
-Ya lo sé cariño, sé que estos sitio no te gustan pero se lo prometí a Aki.
-Es verdad papá, pa Matt me lo debía del otro día, por no poder ir a la reunión de padre y alumnos de la semana pasada.
-¿Y tenías que traerlo aquí? Esto es comida basura – se quejó mirando de mala manera al famoso restaurante de comida rápida.
-Él lo eligió no fui yo, jeje
-Lo consientes demasiado, hace contigo lo que quiere – comentó derrotado Tai.
-Pues no es el único, jeje – le guiñó pícaramente a su amante abrazándole por la espalda.
-Matt! Aki está delante – se ruborizó el castaño.
-Por mi no os cortéis, jeje – rió traviesamente Aki – no es la primera vez que os veo así papá, jaja.
-Eso te pasa por no llamar a la puerta antes de entrar – se burló Tai mirando el sonrojo de su hijo.
-Yo... lo siento papá no sabía que... – intentó disculparse.
-No importa cariño – bromeó Tai – anda démonos prisa, los chicos nos esperan en los Estudios. Hoy graban la maqueta del nuevo disco, ¿no, cariño?
-Así es – respondió Matt – dicen que las letras que les entregué son perfectas para este disco, jeje no han querido que les entregue más para comparar.
-Ya te dije yo que tendrías éxito, eres muy bueno componiendo. Anda toma – le dijo Tai entregándole una gorra a su compañero. A pesar de la ausencia por cinco años del rubio en los escenarios, aún había lugares en los cuales no pasase desapercibido y se montase la de Troya donde fuese, por eso siempre se salía según a que sitio se ocultaba lo mejor que podía – entremos.
-Síiiiiiiiii – gritó feliz Aki.
A pesar que estaba bastante lleno el local, pudieron hacer cola sin problema, nadie parecía reconocerle y eso les agradó a la familia Yagami-Ishida. Tuvieron que esperar en la cola unos minutos hasta que les llegó el turno.
-Bienvenidos, ¿qué desean tomar? – les preguntó una joven de voz apática con el típico uniforme y gorra de la cadena de restaurantes. Gorra que ocultaba una larga melena rosada bastante familiar.
-Hola desearíamos tomar un... – comenzó a decir Matt sin reparar en apenas en la chica al estar mirando los carteles con los menús pero al bajar la vista, su garganta dejó de emitir sonido alguno.
-¿Ocurre algo cariño? – preguntó en voz baja Tai que se acercó al notar que algo le pasaba a su amante.
-Paaa Matt yo quiero un BicMac de pollo con patatas – pidió Aki, sin percatarse del estado cata tónico de su padre
-¡¿Tú! – fue lo único que pudo pronunciar Matt al reconocerla.
-¿Yamato? ¿Matt? – reconoció la chica.
-Valla, valla, pero mira a quien tenemos aquí, jeje – dijo con alegría Tai sacando de su impresión a Matt – pero si no es otra que la reina del drama y la farándula, jaja – se rió notando la molestia de la ex amante de su pareja.
-Sora – escupió con desagrado Matt.
-Así que es verdad que regresaste por... este – dijo molesta mirando con desprecio a Tai y a su hijo.
-Vigila con lo que dices – amenazó Matt – este al que te refieres no es otro que mi prometido y futuro esposo.
-¿Quee? Jaja no lo dirás enserio – rió por no llorar la muchacha.
-Así es. Por cierto veo que las cosas te van muy bien – se burló Matt con malicia.
-Jeje, supongo que todo el dinero que consiguió sacarte no le duró mucho y tubo que ponerse a trabajar jeje. La gran promesa de la televisión viéndose trabajar en un restaurante de comida basura, que lastima – fingió pena Tai.
-Desgraciados, me las pagaréis por lo que me habéis hecho, lo juro.
-Dudo que lo intentes siquiera. No recuerdas la orden de alejamiento que el juez que impuso querida.
-¿Pasa algo papá? – preguntó desconcertado Aki – ¿Esta señora no nos quiere atender pa?.
-¿Señora? ¿A quien llamas señora, mocoso? – gruñó molesta Sora.
-Vigila lo que dices hija de... – vociferó Matt agarrando a Sora por las solapas de su uniforme.
-No Matt! – gritó preocupado Tai.
-¡¿Qué sucede aquí! – intervino el encargado del restaurante ante tanto alboroto.
-Señor Shima! – exclamó temerosa Sora.
-¿Qué está sucediendo aquí, Sora? – exigió saber el encargado.
-Yo...
-No es nada Señor – se apresuró a comentar Tai sujetando a su prometido – solo ha habido un malentendido.
-¡¿Pero Tai! – se sorprendió Matt
-Matt déjalo, será mejor que nos marchemos, todo el mundo nos está mirando.
-Pero...
-Vámonos pa Matt, ya no quiero comer aquí – pidió molesto Aki – esta "Señora" me cayó gorda.
-Lamento si tuvieron algún malentendido con nuestra cajera, si me permiten compensarles con...
-No se moleste Señor – comentó lo más educadamente posible Matt – pero mi hijo prefiere comer en otro lugar. Que tenga un buen día.
-Lamento lo ocurrido – se disculpó el encargado.
-No se preocupe – sonrió Tai condescendiente – Que tenga un buen día señorita Sora – se despidió con retintín.
-Arghh – gruñó Sora aguantándose las maldiciones que le venían a la mente.
-Que sea la última vez que me entero que te enfrentas a un cliente Sora – reprendió a la joven
-No se preocupe, no volverá a pasar – concedió Sora mirando con odio a Matt y a Tai.
-No debiste encubrirla, se merecía que la despidieran por asquerosa – gruñó molesto Matt mientras subía al coche para dirigirse a otro restaurante.
-¿Y provocar un nuevo escándalo? Estábamos llamando demasiado la atención. No quiero exponer a Aki a más periodistas ni a cuchicheos sensacionalistas Matt.
-Perdona... tienes razón, es solo que al verla... yo...
-Lo sé cariño, recuerdo todo lo que nos hizo pasar, pero ya está recibiendo su castigo, es hora de cerrar página y abrir n nuevo capítulo – comentó sentándose en el puesto de copiloto después de sentar a Aki en su silla especial para niños y abrocharle los cinturones de seguridad.
-Debimos haber ido a donde comentarse en primer lugar – dijo con tristeza Matt poniendo en marcha el vehículo.
-Tarde o temprano deberíamos enfrentarla, la ciudad no es tan grande como no cruzarnos en alguna ocasión. Es mejor que halla sido así – le explicó acariciando la pierna de Matt mientras este conducía.
-Pa Matt, ¿a dónde vamos ahora? – preguntó Aki.
-¿Quieres ir a la pizzería de al lado de los Estudios? – preguntó Matt sonriendo de nuevo.
-Síiiiiiiiiii. ¡¡Una pizza de peperoniiiiiiiii!
-Pues ya está dicho – dijo animado el rubio.
-Pues aya vamos, jeje – rió Tai con su familia.
Tal y como había pronosticado Tai. Una antigua etapa en sus vidas había sido cerrada definitivamente para ellos al igual que una nueva se abría ante ellos. La felicidad que tanto anhelaban por fin les fue entregada. Éxito en el trabajo, máxima felicidad en pareja y una increíble y gradualmente ampliada familia que les apoyaba y les unían como lo que eran. Una familia.
Cabe decir que TeenWolves consiguió sus mejores logros profesionalmente, una carrera llena de éxitos de los cuales gran parte de ellos Matt Ishida tubo mucho que ver. Tal y como había prometido se subió a los escenarios en varias ocasiones, dedicándoles las letras a su inseparable esposo Tai y a su hijo Aki.
Tanto Omi como Izzy ampliaron la familia TeenWolves con dos nuevos retoños, Ash y Mila por parte de Omi y Neji y Adam por parte de Izzy. Alex se casó con Terry, un joven ejecutivo de Yasako Records. Tk también se casó con la dulce Ami que al poco de casarse ya encargaron a la cigüeñita, la pequeña Sammy.
Matt y Tai se mudaron a una nueva casa a las afueras de Tokio, ya que el joven Aki comenzaba a dar muestras del Casanovas que se había convertido gracias a su Pa Matt. El chico necesitaba mayor independencia, dentro de lo posible por eso, Matt convenció a su esposo en acondicionar la casita de la piscina en un agradable apartamento de soltero. Como bien había dicho en un principio. Matt tenía muy consentido a su hijo y eso tanto lo disfrutaba el padre como el hijo.
Y así sus vidas siguieron su curso, entre subidas y bajas, alegrías y penas, pero lo aceptaban. No todo era un camino de rosas, pero eran felices. Eran lo que siempre había soñado. Una familia.
Una Familia Feliz.
FIN.
