Cuentos de princesas


A Jackie le gustaban los cuentas de princesas, en ocasiones incluso se imaginaba a sí misma como la protagonista de uno de ellos. Cuando supo que Marco tenía sentimientos por ella creyó que podría ser el príncipe con el que había soñado. Sabía que tenía defectos, Marco se había demorado enumerándolos pero no le importó. La sinceridad con la que le habló la había conmovido y el valor que mostraba al luchar al lado de Star la había conmovido.

Pero Jackie no era la princesa de Marco.

Para ella la última cita que tuvieron fue memorable, disfrutó cada momento que pasó con Marco incluso llegó a creer que funcionaría hasta que descubrió la capa que Marco escondía. Sabía que Marco seguía apegado a Mewni, desde que regresó era de lo único que hablaba. Trató de ser paciente, de escucharlo y entenderlo, después de vivir una aventura como la que vivió regresar a la rutina no era nada sencilla pero supo que sus intentos eran en vano.

Marco le había dicho que ella era su mejor amiga y esas palabras le confirmaron lo que había sospechado. Marco podía estar frente a ella pero mentalmente no podía estar más alejado y la capa era prueba de ello. Podía decirle que se estaba esforzando porque las cosas entre ellos funcionaran y ella sabía que era sincero pero también que se estaba haciendo daño y que de dejarlo continuar los dos serian infelices.

Star era la princesa de Marco.

Él no lo sabía, de hacerlo no pretendería aferrarse a algo que no estaba destinado a ser. Ella no se lo diría, no por capricho o resentimiento si no porque se trataba de algo que Marco debía descubrir por su propia cuenta.

Cuando Marco regresó a Mewni ella no fue a despedirlo. Las cosas entre ellos habían terminado, no creyó necesario agregar alguna palabra más, era el momento para que los dos tomaran caminos diferentes.