El regalo perfecto


Marco se había enfrentado a muchos monstruos incluso estuvo presente en una guerra pero nada de eso lo había preparado para lo que estaba por hacer. Él sabía que los regalos debían comprarse días e incluso semanas antes pero ese año, al estar en Mewni lo dejó pasar. Las tiendas estaban llenas y las ofertas no lo hacían más sencillo.

—No me diga que te asusta un poco de gente —le dijo Janna en tono burlón.

—Para nada —respondió Marco fingiendo una valentía que no sentía, se había enfrentado a varios escuderos en una batalla de compras, las cosas en la Tierra debían ser más sencillas.

—Debemos darnos prisa, tengo que comprarle un regalo a mi esposa —comentó Alfonso, parecía un poco asustado.

Marco se dijo que tenía motivos, aunque había interactuado poco con la Emperatriz Hada no dudaba de lo peligrosa que podía ser y del hecho de que estaba loca. Lo que si le extrañaba era el hecho de que no se hubiera comido a Alfonso como Star había dicho que haría o que le permitiría continuar asistiendo a clases.

Se separaron poco después de entrar al centro comercial, con tantas personas fue imposible mantenerse en grupo o siquiera poder elegir el camino a seguir. Cuando Marco se encontró libre de toda la gente decidió entrar a la primera tienda que encontró, no estaba del todo vacía pero se conformaba con tener espacio para moverse.

Buscó algo que pudiera servirle pero rápidamente lo descartó. Al darse cuenta del lugar en el que se encontraba no pudo evitar sonrojarse y desear que nadie conocido lo encontrara. Si le preguntaran no sabía cómo justificar el hecho de que se encontraba en una tienda de lencería femenina. Se alejó con velocidad aunque una parte suya decidió volver, no consideraba que fuera correcto hacer ese tipo de obsequios pero no pudo evitar imaginar a Jackie vistiendo uno de los conjuntos de la entrada.

No se sintió tranquilo hasta que se encontró en el pasillo, rodeado de muchas personas y siendo arrastrado. Su primer idea fue comprarle una patineta a Jackie, consideró que era lo más apropiado tomando en cuenta que le había roto una tiempo atrás pero lo descartó de último momento, quería regalarle algo más personal.

La respuesta llegó cuando escuchó de un concurso. Cerca del lugar en el que se encontraba estaban regalando un disco de Twenty One Pylons a quien hiciera la mejor interpretación de una guitarra de aire. Recordaba haber visto un cartel de ese grupo cuando estuvo en la habitación de Jackie. Se separó con dificultad de la multitud, dispuesto a todo con tal de conseguir el regalo para Jackie.