Desvelados


Cuando Jackie escuchó a Marco bostezar, no tardó en imitarlo. Su mirada se posó en el reloj que tenía más cerca, faltaban cinco horas para que las clases comenzaran y tuvieran que realizar el último examen de matemáticas. Cerró su cuaderno y, sin previo aviso, hizo lo mismo con el cuaderno de Marco.

—De nada te servirá estudiar si… te quedas dormido en el examen.

Marco restregó sus ojos en un intento por mantenerse despierto pero no funcionó, se sentía demasiado cansado como para intentar contradecir a Jackie. Asintió con la cabeza antes de dirigirse a la habitación de huéspedes, era demasiado tarde como para regresar a su casa y no le preocupaba avisar a sus padres pues lo había hecho antes de ir a la sesión de estudios en casa de Jackie. Desde el principio supo que tendrían que desvelarse, él había perdido varias clases y Jackie debía algunos puntos.

Jackie le dio una última mirada a los libros antes de dirigirse a su habitación. Sabía que debía guardarlos, que muchas de las cosas que ambos habían dejado sobre la mesa las necesitarían para el examen y las clases que tendrían después pero no hizo ningún intento por ordenar el escritorio. Estaba tan cansada que lo único que deseaba en ese momento era dormir.

Días después, cuando ambos recibieron la calificación del examen, pensarían que, había valido la pena, quedarse desvelados.