Perder a alguien siempre es doloroso. Pero lo es aún más cuando ocurre justo después de uno de los momentos más felices de tu vida.
Sectonia nunca olvidaría aquella noche en los jardines de su palacio. Al fin y al cabo, aquel recuerdo era su mayor tesoro. Quedaba poco para su coronación, y Taranza, su asistente personal y mejor amigo, había acudido a su llamada con la excusa de que la asistiera con su discurso. Pero sus verdaderas intenciones habían sido muy distintas.
Llevaba tiempo sabiendo lo que Taranza en verdad sentía por ella, y poco a poco la aún en aquel entonces princesa de Floralia había ido descubriendo que ella sentía lo mismo. Pero siempre había dudas. Taranza era muy tímido, y la diferencia entre el estatus de los dos no era algo que se pudiera ignorar con facilidad. Por eso Sectonia intuía que Taranza jamás acabaría confesando lo que sentía por su cuenta.
Quizás en otra dimensión, Sectonia se habría mantenido orgullosa y no habría sido ella la que diera el paso, esperando a que Taranza se armase del valor suficiente para desafiar lo establecido por las normas sociales. O quizás, al final habría ganado su temor a no ser correspondida en realidad y hubiese decidido que lo mejor era callar para no hacer el ridículo. De cualquier forma, la decisión ya había sido tomada y de nada servía imaginarse escenarios alternativos.
Así, una vez habían acabado de revisar el discurso, Sectonia había sacado a Taranza al jardín del castillo. Cuando habían llegado a la zona donde florecían sus flores favoritas, ella le había abierto las puertas de su corazón. Y él había hecho lo mismo, no sin antes romper a llorar de felicidad. Finalmente ambos se fundieron en un beso tan intenso que acabaron tumbados en el césped, rodeados de flores.
Justo cuando se separaron, una expresión de alarma había aparecido en el rostro de Taranza.
–Pero Sectonia, ¿de verdad podemos hacer esto? ¡Una reina y su asistente será todo un escándalo!
–Pues que hablen y critiquen. Si una reina no puede elegir su propia felicidad, ¿ de qué le sirve su título?
–¿No esperaban tus padres que te casaras con alguien de alta alcurnia, como un monarca de las tierras inferiores?
–Oh por favor. Cómo si en las tierras inferiores hubiese alguien digno de mi. Tú eres mi elección, Taranza– le aseguró mientras se giraba hacia él agarraba su rostro con dos de sus manos.–Es a ti a quien quiero a mi lado cuando sea reina. No me importa si me tengo que enfrentar a mis padres, a toda la alta sociedad de Floralia, a los gobernantes de las tierras inferiores o hasta el propio eNeMeE si con ello puedo estar contigo. Te amo.
– Y yo también te amo, mi reina– dijo este, con una sonrisa de calidez.–Si ese es tu deseo, te prometo que siempre estaré a tu lado.
Ambos volvieron a besarse y se olvidaron del mundo. Aquella noche, lo único que le importaba a la pareja de enamorados eran ellos mismos y su unión. Ya habría tiempo para enfrentarse al futuro. En ese instante, lo único que deseaban era perderse el uno en el otro y celebrar su amor, ignorando los miedos y las dudas. Ignorando que aquella noche sería la primera y última que pasarían como pareja. Ignorando que, al día siguiente, toda Floralia ardería.
Sectonia sacudió su cabeza. No necesitaba recordar lo que ocurría después. No quería mancillar aquel hermoso recuerdo, pues era lo único que le había ayudado seguir adelante todos esos años después de todo lo que había perdido. El tiempo había curado las heridas emocionales, pero las cicatrices jamás se irían. Y aunque Taranza se hubiese marchado, mientras ella viviese, su memoria también lo haría.
Por eso, verle tirado en el suelo casi había trastocado por completo su realidad. Mas el efecto de shock inicial había durado el tiempo que ella había tardado en recordar que estaba en otra dimensión, y que por lo tanto aquel no era Taranza. Bueno, en cierto modo lo era. Tenía el mismo nombre, el mismo rostro y la misma alma. Pero, al mismo tiempo y por muy contradictorio que sonase, ese Taranza era una persona diferente. Bastaba con el hecho de que estuviera vivo para confirmarlo.
Por lo que el otro había dicho al verla, Sectonia intuía que algo malo también había ocurrido en la Floralia de ese mundo, sólo que la vida que el destino se había cobrado allí había sido la suya en vez de la de él. No obstante, decidió que no preguntaría lo que había pasado. Si bien para ella habían pasado años desde la tragedia, no sabía cómo de recientes serian los acontecimientos por los que había pasado ese Taranza. Además, ¿de que servía conocer el pasado de una persona que a efectos prácticos no tenía nada que ver con ella? En su lugar, le ofreció una disculpa por atacarle y una explicación, no sin antes liberar a Kirby.
–Entonces, ni tú ni este Kirby bebé sois los que yo conozco. Ambos venís de un universo paralelo– resumió el Taranza de esa dimensión.
–Así es, y tengo que llevarle con su guardiana– confirmó Sectonia.– Siendo un bebé, la necesita para poder liberar todo su poder.
Aunque en principio, Taranza se había mostrado en estado de shock, poco a poco se había ido recuperado. A Sectonia le había sorprendido bastante la facilidad con la que le había creído. O bien ese Taranza era muy crédulo (algo que dudaba) o bien en ese mundo la existencia de dimensiones alternativas no era algo totalmente desconocido.
–Ya veo. ¿Tiene alguna pista de su paradero?
La incomodidad entre ambas arañas era bastante palpable. Incluso Kirby, siendo un bebé, se habría dado cuenta si no estuviese aún profundamente dormido.
–Ese el problema: no tengo ni idea de donde encontrarla– admitió Sectonia tras suspirar.– Ni a ella ni a ninguno de los que vinimos aquí.
Taranza le lanzo una mirada llena de intriga, y a ella no le quedó más remedio que morderse la lengua. Sin querer, en aquella frase había revelado más información de la que había pretendido en un primer momento.
–Bueno, ¿al menos tienes alguna idea de cómo habéis acabado en nuestra dimensión?– quiso saber Taranza.
Sectonia se detuvo a pensar sobre su respuesta. No sabía con quien estaría aliado Taranza en aquella dimensión o cómo de desesperado estaba bajo esa fachada de amabilidad. Si la información que poseía caía en malas manos, toda la misión podría venirse abajo. Además en cuanto a la segunda parte de la pregunta, no lo recordaba. Sí, conocía la teoría detrás de la forma en la que habían viajado, y estaba claro que algo había salido mal o no estarían ahí.
En caso de que la cosa se complicase, retirarse con Kirby y su guardiana a esa dimensión y buscar refuerzos era lo que había acordado con Meta Knight. Claro que en un principio no habían contado con que a la misión se le uniesen aquel detestable rey y su esbirro, así como el propio hermano de la guardiana. Ahora, en su mente faltaban los recuerdos del viaje en sí y no saber que había pasado de verdad le aterraba.
Pero no podía dejar que ese Taranza viese su miedo, así que se lo tragó y lo enteró en el fondo de su corazón antes de responder finalmente:
–Me temo que eso es información confidencial.
Una expresión de decepción apareció en la cara de Taranza. Parecía lamentar que no confiara en él. "¿Es si quiera consciente de que le podría estar engañando para sacar alguna clase de provecho?" se preguntó, un poco frustrada.
–Entiendo, pero aún así me gustaría ayudarla– pidió él, un tanto nervioso.
–No creo que sea buena idea...– negó ella
–Insisto, su alteza. Salvo que quiera perderse, necesitará un guía para este Dreamland.
–Oh por favor, deja de usar el "usted" conmigo– explotó Sectonia finalmente, no aguantando ningún segundo más aquel perturbador respeto con el que ese Taranza le trataba. Al fin y al cabo, ella ni si quiera era reina. No se puede ser reina de un reino que ya no existe como tal. –No sabes nada de mi, así que no me trates como tratabas a tu Sectonia. Además, se valerme por mi misma.
Taranza por su parte se había quedado un tanto sobrecogido ante el súbito arrebato, la angustia volviéndose a dibujar en su rostro. Aquello le partió un poco el corazón.
–Perdoname– se disculpó Sectonia.– Esto no es fácil. Te pareces tanto a él , pero no eres él y... agg. ¿Por qué tenía que cruzarme con alguien de mi pasado?– dejó escapar, frustrada consigo misma, mientras se llevaba las manos a la cabeza.–Ya me advirtió Meta Knight que esto era una posibilidad pero aún así no me esperaba que fuera tan duro.
De pronto, sintió una mano en su hombro, un gesto que la tranquilizó.
–Lo entiendo– le aseguró Taranza.– No sé que fue lo que pasó en su... tu mundo, pero creo que si sé por lo que estás pasando. Y no quiero ayudarte porque crea que seas ella, sino porque no puedo abandonar a alguien a su suerte en un lugar que no conoce. Especialmente si va con un bebé de armas tomar.
Sectonia contempló a Taranza. Estaba claro que quería ayudarle de forma genuina. Además, tenía que darle razón: explorar un mundo que desconocía teniendo además que vigilar a un Guerrero Estelar bebé que según tenía entendido tenía demasiada energía y un apetito casi insaciable, era una locura.
Y hablando del bebé, justo en ese momento el pequeño Guerrero Estelar abrió sus ojos azules después de dar un profundo bostezo.
–¡Toni!– exclamó Kirby entre alegres poyos al ver a Sectonia.
–Sí, soy Toni– rió la araña, divertida por el mote. En otro tiempo, no habría tolerado que alguien que no fuese el Taranza que ella había conocido le llamase por otra cosa que no fuese su nombre, pero sonaba tan adorable viniendo del pequeño Guerrero Estelar que por un momento había olvidado incluso sus preocupaciones. "Parece que me reconoce. Esto facilitará las cosas".
Sectonia se giró hacia Taranza, quien la miraba expectante.
–Está bien. Aceptaré tu ayuda– cedió finalmente, esperando no lamentar esa decisión.– Pero no puedes revelarle a nadie mi identidad o que Kirby es de otro universo– le advirtió.– Si alguien pregunta, mantendremos, tu versión de que le alcanzaste con un hechizo rejuvenecedor hasta que demos con su guardiana.
–¡Poyo! ¡Poyo!¡Tiff!
–Descuida, juro que mis labios están sellados– prometió Taranza.– ¿Por dónde empezamos?
Esa era una buena pregunta. Sectonia tenía dos objetivos en mente. El primero, reunir a Kirby con su guardiana. El segundo, encontrar a los cuatro héroes de esa dimensión y explicarles lo que había pasado. Cuál elegir primero era la cuestión complicada. Por un lado, cuanto antes tuviese Kirby acceso a su estrella remolque mejor, pero por otro los héroes de ese Dreamland debían ser más fáciles de encontrar y podrían aportar su ayuda.
Sí, definitivamente encontrar a los cuatro héroes ( o al menos a uno) sería la opción más acertada. Sólo esperaba que Meta Knight no se hubiese equivocado con respecto a ellos, porque sino...
...todos estaban condenados.
– – –
Mientras Kirby explicaba a Dedede, Gooey y Bandana Dee lo que había ocurrido en la Halberd, Tiff estaba sentada en un rincón de la sala del trono contemplando en secreto la Estrella Remolque de su Kirby. Debido a su importancia, había decidido mantenerla oculta hasta que estuviera totalmente segura de que podía confiar plenamente en los amigos del Kirby de esa dimensión.
No recordaba cuando la había cogido. Después de la caída de eNeMeE, el interior de Kabu había seguido siendo el lugar donde esta descansaba normalmente. Aunque ahora Dedede supiera donde estaba, este no tenía forma de acceder a ella, por lo que seguía siendo el lugar más seguro. Por esa razón, cuando la había encontrado oculta en su bolsillo no había podido evitar sorprenderse. Que la llevase encima sólo podía significar una cosa: ella ya sabía que iba a viajar a un lugar donde Kabu no pudiese enviársela.
Tiff no podía dejar de pensar en lo que el Dedede de su dimensión le había contado. Parecía que tal y como había supuesto el Meta Knight de esa dimensión, algo le había hecho perder parte de su memoria. ¿Pero cómo y por qué? Y más importante, ¿qué más cosas había olvidado?
Sus pensamientos se vieron cortados cuando el sonido de un cristal al romperse llenó la sala. Meta Knight había entrado volando por una de las ventanas del castillo de manera apresurada, haciéndola pedazos.
–¿En serio, Meta? Tú y tus entradas dramáticas. ¿No podías buscar por una vez haber buscado una que estuviese abierta?– le echó en cara el Dedede de esa dimensión a su caballero, mientras se llevaba una mano a la sien.– Bueno, ¿has conseguido detener a mi otro yo y su Escargoon?
–Por desgracia, descubrieron los taladros y decidieron meterse bajo tierra, por lo que les perdí el rastro– respondió este, un poco abatido.–Mis disculpas.
–¿Taladros? ¿Qué era esa cosa?– quiso saber Tiff.
–Desde que nos invadió la Haltmann Works Company, los Meta-Knights han estado trabajando en mejorar nuestro arsenal para que en caso de que llegue otro invasor más no nos supere en tecnología y armamento.
–Hablas como si las invasiones en esta dimensión fuesen algo frecuentes– comentó Tiff.
–No lo llamaría frecuente, pero sucede más a menudo de lo que debería– respondió Kirby, un poco abatido.
–El robot que nos han robado es la Heavy Lobster MK 2. Es una versión pilotable de nuestra Heavy Lobster, con unas cuantas mejoras entre las que se incluyen taladros, propulsores para volar durante breves periodos de tiempo, un lanza-misiles, dos lanzallamas extras y limpia parabrisas en los sistemas de visión para evitar que alguien los bloquee usando pintura– esto último lo dijo echándole una mirada acusadora Kirby, quien miro hacia otro lado como haciendo que la cosa no iba con él.– Después de esto, voy a tener que tener dos charlas con mis muchachos. La primera para felicitarles por el buen trabajo que han hecho con esa máquina. La segunda para echarles la bronca del siglo por dejarla sin vigilancia.
"¿Heavy Lobster? Ese nombre me resulta familiar...," se dijo Tiff mientras trataba de hacer memoria. "Ya me acuerdo: ¡es el robot con el que eNeMeE nos atacó en la Halberd! ¿Por qué en esta dimensión es propiedad de Meta Knight?"
–Después de perderles– siguió contando el caballero,– pensé que si su intención es hacerse con el control de Dreamland, primero tratarán de tomar el castillo más cercano que les aparezca en el radar.
–¿Cómo estás tan seguro?– quiso saber Tiff.
–Porque conozco a Dedede desde hace años y sé exactamente cómo piensa– reveló este.
–El Dedede de mi universo no piensa.
–Exacto– concordó este.– Dedede es alguien muy impulsivo que se deja guiar por su instinto más que por la razón. Si a eso le sumamos la inmadurez y la pereza de tu Dedede, no es difícil predecir que este será su destino.
El Dedede de esa dimensión dejó escapar un gruñido, pero no dijo nada al respecto.
–Vamos, Dedede. Sabes de sobra que lo de tu instinto no va a malas. Nos has sacado de más de un aprieto gracias a él– le aseguró el caballero mientras le frotaba la espalda.
–Mmm, te lo dejaré pasar esta vez– replicó este un poco enfurruñado.
–Bueno, si se cumple la predicción de Meta Knight, nos va a tocar tener que reparar el castillo otra vez– lamentó Bandana Dee.
–Je, casi parecéis que tenéis un cartel que ponga: "destruyan este castillo, por favor"– bromeó Gooey.
–Eso me recuerda que hace unos días alguien nos puso una pancarta con ese mismo mensaje en la fachada– comenzó a decir Dedede.– Menos mal que nos dimos cuenta rápido y no hubo que lamentar daños. No tardamos en descubrir que el culpable fue Marx.
–Clásico Marx– comentó Kirby.
Tiff no sabía quién era Marx o si existiría en su dimensión, pero por como hablaban de él era una de esas personas que decididamente no quería conocer.
–En fin, será mejor que nos preparemos para el combate, porque teniendo en cuenta la velocidad que llevaba no creo que tarden mucho en...
Mientras Meta Knight decía esto, el suelo bajo ellos comenzó a temblar. Todos se alejaron del centro de la sala, desde cuyo suelo no tardó aparecer la Heavy Lobster MK2. Por la escotilla del robot, se asomaron el rey Dedede de la dimensión de Tiff y su Escargoon.
–Con que este es el castillo de este Dreamland– comentó ese Dedede tras mirar a sus alrededores.– Meh, el mío es mucho mejor. Este rollo tan iluminado no me va.
–Eso es porque su cabeza tampoco está muy iluminada– le dijo Escargoon, recibiendo un capón por su insulto velado.
–No sé que has querido decir con eso, pero por si acaso– gruñó el monarca.– En fin, vayamos lo importante: ¡¿dónde está el dueño de este castillo!?– llamó Dedede.– Es hora de que se rinda ante el rey más superior de entre todos los reyes de todas las dimensiones.
–¿Y quién se supone qué es ese?
–Pues yo, obviamente– respondió Dedede. Pero luego reparó en algo y mirando a los lados confuso dijo:– espera, ¿quién ha dicho eso?
Fue en ese instante cuando el rey de ese Dreamland dio un paso al frente y alzó su martillo hacia el robot. El Dedede de la otra dimensión no daba crédito a lo que veían sus ojos: ¿cómo se atrevía ese tipo a copiarle la apariencia? Y encima estaba acompañado por el Kirby parlante, el Meta Knight que daba miedo, la molesta Tiff , una masa azul de ojos saltones y un ...¿Waddle Dee con una bandana?
–Oh, no. ¡Ahora hay DOS de ellos! ¿Es esto una pesadilla?– exclamó Escargoon al ver al otro Dedede frente a ellos.
–¡¿Pero qué estás diciendo?! ¡Sólo hay un Dedede y soy yo! – le gritó al caracol el que tenía al lado. Luego se giró hacia el otro Dedede y le preguntó: –¿quién se supone que eres?
–Vaya tela. Este no se cosca de nada...– murmuró este, un tanto exasperado.– ¡Soy el tú de esta dimensión!– le gritó.– Y si te crees que voy a dejar que vayas por ahí echando a perder mi duramente ganada reputación y destrozando mi castillo lo llevas claro!
El rey Dedede de la dimensión de Tiff sonrió con petulancia. Él tenía un robot y su adversario sólo un martillo, ¿y aún así se atrevía a desafiarle?
–¿Con qué esas tenemos? ¡Ven a por mí entonces y te demostraré quién es el mejor Dedede!– le desafió, dando por ganada la batalla antes de que esta se librase.
Sin embargo, para su sorpresa , el otro Dedede no vaciló.
–Dejadme esto a mi, chicos– le dijo este a sus compañeros.– Es hora de enseñarme a mi mismo una de esas lecciones que sólo se aprenden a las malas.
El resto del grupo del universo de los juegos ya está sacando las palomitas para el combate.
Me imagino que os habréis dado cuenta ya, pero he sido un poco malvada y he empezado la narración "in media res". Así que sí: han pasado cosas en la historia antes de que la narración empezase, y se irán revelando poco a poco. Es un movimiento arriesgado y la primera vez que lo utilizo en uno de mis fics, pero a la vez me parecía interesante y quería salir de la rutina de una narración lineal.
