Alvo 410 - El Hitman Reborn y el Neo Primo


Resumen: Después de la Batalla de los Representantes, Reborn regresa a Italia para informar todos los sucesos al Noveno Jefe Vongola. Sin embargo, mientras camina por las calles de Sicilia después de casi dos años, comienza a escuchar muchos rumores que circulan sobre su alumno, el futuro Jefe de Vongola.


Algunos dias atras…

Italia - Sicilia

Era el final de la tarde, el naranja del cielo cubría lentamente toda la parte costera de Sicilia, aunque pronto se anunciaría la noche, las personas allí presentes en un vecindario italiano específico, eso no parecía importarles como lo bastante para retirarse. De hecho, parecía que la mayoría prefería actuar de noche.

Este era el caso de un hombre específico, aunque llamar hombre a una figura de no más de un pie y medio probablemente era una exageración. Era la figura de un bebé con traje y sombrero fedora, con un peculiar camaleón sobre el ala. Sin embargo, cada paso que daba en las calles estrechas parecía retumbar a su alrededor, porque mucha gente simplemente se apartaba de su camino.

Sin importarle lo más mínimo toda la atención que llamaba, como si estuviera acostumbrado a atraerla, el Hitman siguió su paseo por esas calles embaldosadas que sus pies se sabían de memoria, sintiendo un poco de nostalgia a cada paso.

Era raro estar aquí de nuevo, cuando hace unos días había estado más cerca de la muerte de lo que recordaba en años. Una parte de él todavía no creía que aún seguía respirando.

Sacó estos pensamientos de su mente, siempre fue un hombre que enfrentó la muerte de frente en innumerables ocasiones, después de todo, él era el mejor asesino del mundo, siempre vivió al límite. E incluso ahora liberado de su maldición, eso no cambiaría, porque él era un Hitman y un mafioso, y como tal nunca tendría una vida verdaderamente pacífica.

No es que quisiera, probablemente moriría de aburrimiento antes de que eso sucediera.

A pesar de su tamaño, abrió fácilmente dos puertas dobles de roble que conducían a un bar viejo y conocido, que olía a alcohol, cigarrillos y otras cosas que era demasiado caballero como para señalar. Pero el café allí era bueno, y valía la pena, era la clase de lugar donde su estudiante entraría en pánico incluso antes de tocar la puerta, no por menos, la Hyper Intuición probablemente se volvería loca con tanta gente que potencialmente podría matar a cualquier desprevenido que entrara.

No era nada tan peligroso como estar en una habitación con Varia, pero probablemente Tsuna no se percataría de eso, por algo, su alumno era conocido como Inútil-Tsuna. Era asombroso cómo podía superar las situaciones más caóticas que le llegaban y mantenerse de pie hasta el final, y sin embargo, tenía miedo de cosas tan insignificantes como declararse a la chica que le gustaba.

Sin duda era inútil, sin valor, un civil total cuyo corazón era demasiado grande para el mundo en el que había entrado.

E incluso si se dijera eso a sí mismo, fue gracias a la cabezota de este adolescente que no moriría aplastado por una maldición hecha por un excéntrico maníaco por los fideos, para proteger el equilibrio del mundo que ni siquiera le gustaba tanto.

- Usted se ve feliz. - Dijo un hombre de cabello rubio, corto y lacio que dio una larga calada a un cigarrillo. Su nombre era Giovanni Giorgio, un informante de arrogancia presumida, mal aliento y un terrible olor a licor barato. Pero ya tenía cuarenta y tantos años y todavía mantenía toda la lengua en la boca, lo que, dado su trabajo, solo demostraba que era competente. No creía en la buena suerte en el mundo de la mafia.

- Quiero un expreso, por favor. - Las palabras apenas habían salido de su boca y el cantinero, un hombre corpulento al que le faltaba un pedazo de la oreja derecha, le entregó su pedido. - ¿Dónde está Giuseppe?

- Muerto. Tiro en la cabeza. - El hombre dijo seco, pero claro - Pero él me enseñó cómo le gusta su café el primer día que estuve aquí.

- Es una pena, Giuseppe solía hacer uno de los mejores cafés de Sicilia. - Fue su única reacción antes de llevarse la bebida a la boca, sin exponer más emoción. Luego se volvió hacia su interlocutor. - No hay razón para no sentirme feliz cuando regreso a casa.

Giorgio apoyó una mano en su barbilla con interés, incluso desde esta distancia, Reborn podía oler licor barato.

- ¿Usted quiere decir que terminó el trabajo en Japón? Fue mucho más rápido que con el jefe Cavallone. Pero creo que es de esperar dados los rumores que circulan sobre quién será el Décimo Jefe. - Lo dijo con un desinterés tan ridículamente falso que incluso el Guardián del Sol de su estudiante se daría cuenta de la mentira.

Una pequeña sonrisa se formó en los labios de Reborn escondida por su taza mientras tomaba otro sorbo de su expreso. Sin obtener respuesta del ex Arcobaleno, el informante decidió continuar.

- El Jefe Varia regresó a la ciudad hace unos días, su escuadrón estaba cubierto de heridas, y si eso no fuera lo suficiente, han estado interceptando y matando a algunos traficantes de órganos que nunca antes habían tenido problema con los Vongola. Se dice por ahí que puede que alguno de sus integrantes necesite uno o dos órganos después de un enfrentamiento particularmente difícil.

- Varia no es conocida por caridad. - Comentó el barman mientras secaba distraídamente un vaso. - Si uno de ellos resultara herido a ese nivel, simplemente lo matarían. Cuando las balas o las armas blancas llegan a perforar un cuerpo así, el mafioso apenas y puede hacer cosa que no sea quedarse postrado en una cama.

- Ahí es donde te equivocas, probablemente hayas oído hablar de esas llamas que se manifiestan cada vez más en el inframundo a cada día, incluso parece una plaga. ¡Y entre esas llamas hay una que dicen que incluso puede devolver los órganos a la gente que los ha perdido!

- Tonterías, el tráfico de órganos sigue siendo tan rentable como siempre, si realmente existiera este llamado "fuego mágico", el mercado negro ya se habría derrumbado. Estos son solo rumores, todos los días veo muchos hombres borrachos y drogados que juran haber visto esas luces coloreadas.

- Son llamas, no "luces coloreadas", y las he visto con mis propios ojos, vi a un chico en la favela destrozar un carro con una llama roja, ¡simplemente se desintegró! Apenas podía creer lo que estaba viendo, ¡no quedó nada!

- Como ocurre con cualquier incendio normal con cualquier automóvil estacionado en el lugar equivocado en el momento equivocado.

- ¡No seas ridículo! ¡Un acto incendiario no podría desintegrar la carrocería tan rápido! Toda la mafia siempre ha sabido que las familias de más alto rango como Vongola, Cavallone y Giglio Nero tenían armas en sus manos que escapaban al entendimiento de familias más pequeñas, resulta que en realidad estas armas son alguna manifestación metafísica que cada vez más personas pueden usar...

Reborn, quien ya había terminado su café hace algún tiempo, pasó a ignorar la conversación cuando el cantinero siguió rechazando la idea. Realmente no podía culparlo, hace unas décadas, él mismo no lo habría creído, hasta que pudo manifestar por sí mismo las llamas amarillas del Sol.

Es cierto que la Mafia ya conocía las llamas, sin embargo la opinión común las asociaba con armas exclusivas en manos de unas pocas personas importantes, lo suficientemente peligrosas como para llevar a la población en general a no hacer preguntas. Al fin y al cabo, esa era la regla principal para sobrevivir a la Mafia de todos modos.

Cuando regresaron del Futuro que Nunca Será, se provocó un terremoto, el mismo que fue responsable por el regreso de los Anillos Shimon, que de alguna manera parecía haber avivado las llamas adormecidas de innumerables personas alrededor del mundo, y ahora todos estaban pagando las consecuencias. Por supuesto, todavía había una incredulidad generalizada sobre estas llamadas "llamas mágicas y coloreadas", pero cuanto más los usuarios las manifestaran, más conscientes estarían todos.

- ...Que viniera de Japón herido así no puede ser una coincidencia. - Reborn, nuevamente, dejó sus pensamientos a un lado para volver a escuchar qué dirección tomaba la conversación de Giorgio y del cantinero, ahora que habían dejado de discutir sobre la existencia de las llamas. - Y no solo eso, según mis fuentes, incluso el jefe de CEDEF estuvo una temporada en ese país, y tampoco regresó en las mejores condiciones. El Décimo Vongola debe ser una persona extremadamente difícil de tratar si incluso su padre regresa así.

Al final de sus palabras, el informante se volvió hacia el Hitman, como si buscara la confirmación de sus observaciones.

- ¿Qué pasó en Japón de todos modos?

- Es tu trabajo averiguarlo, no hay razón para que yo te dé esta información. - Dijo Reborn simplemente.

El hombre parecía disgustado, pero tuvo el suficiente sentido común para no insistir.

- Pero puedo decirte que mi trabajo aún no ha terminado. - Dicho esto, saltó de su silla, no sin antes dejar unos euros en el mostrador. Desde el suelo con el sombrero cubriendo sus ojos, se dirigió al camarero. - Gracias. Su café era horrible, tiene mucho que mejorar para transmitir el legado de Giuseppe con dignidad.

Ignorando la expresión de asombro del hombre, se dirigió hacia la puerta. Quizás era la última vez que venía a este bar, dudaba que una persona tan escéptica durará mucho en la Nueva Mafia.

Probablemente Giorgio se había despedido de él, pero no pudo importarle menos cuando sintió una llama familiar fuera del bar. La figura alta, con rastas y ojos penetrantes, provenientes del Guardián de la Niebla del Noveno, Croquant Bouche, lo saludó cuando lo vió.

- Dije que no necesitaba escolta, conozco muy bien el camino al Fuerte de Hierro solo. - Se quejó en tono cortés el Hitman.

- Son órdenes del Noveno, todo el mundo sabe de su habilidad Sr. Reborn, pero el Jefe está preocupado por la seguridad de Sawada Tsunayoshi, teme lo que pueda pasar cuando se difundan los rumores de que dejaste Japón, y los enemigos de Vongola vean eso como una invitación a atacar al sucesor, antes de que pueda asumir el control de la Famiglia.

- Y por eso envió su Niebla por mí. - No era una pregunta sino una afirmación, ya que, a diferencia de cuando había ido a ese bar, ahora nadie parecía verlo realmente, y el horizonte tembloroso, clásico de una ilusión de nivel medio, explicaba que ese era justamente el caso. - E incluso diciendo que conoces mi habilidad, lidiaste con la escoria antes de que yo pudiera. - Terminó señalando a un hombre de baja estatura que se retorcía casi como convulsionando a los pies del guardián.

Croquant se limitó a sonreír.

- Eso es solo un extra.

Reborn reprimió un suspiro.

- Nunca fui de los que se esconden, y Nono sabe muy bien que Tsuna y sus guardianes pueden defenderse muy bien incluso si yo no estoy allí.

- No es que no confíe en Señor Sawada, pero ¿realmente puedes culparlo después del estado que el Señor Xanxus ha regresado?

No, honestamente no lo podría. Por mucho que confiara en su alumno, la lucha contra Jaguer y Bermuda había sido brutal para ponerlo simple, no por algo, además del informe y lo que el propio Croquant había presenciado, el noveno había solicitado su presencia, era el mínimo después de casi perder a su último hijo, el Jefe de CEDEF, y su único sucesor en menos de una semana.

- Todo bien. - Lo haría, solo por esta vez.

- Entonces podemos ir al Fuerte.

Con un asentimiento, la Niebla le mostró el camino y un automóvil de lujo que los esperaba.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Durante todo el camino hasta el Fuerte de Hierro, Reborn no dijo nada más relevante que respuestas monosilábicas ocasionales, sin importar cuánto el Guardián de la Niebla de la Novena Generación lo cuestionara sobre los eventos de la Batalla de los Representantes que no aprendió de Talbot.

Este era después de todo el mejor asesino del mundo, extraer información del Ex-Arcobaleno era tan fructífero como pedirle a Lal Mirch que no golpeara a nadie del CEDEF que, según ella, había hecho algo estúpido. Un trabajo condenado al fracaso. Con un suspiro al ver el cuartel general de Vongola a través de la ventana del auto, internamente deseaba que su jefe tuviera mejor suerte.

La limusina se detuvo frente a las enormes puertas de hierro negro de la inmensa propiedad, así que los guardias vieron a las personas dentro del vehículo cuando Croquant Bouche bajó la ventanilla del vehículo blindado, ellos abrieron la entrada y pudieron continuar, pero Reborn pudo ver un mafioso, aparentemente un soldado bajo, apuntándoles con una especie de máquina, muy similar a un radar de tráfico.

Inmediatamente el desconfiado asesino se puso en guardia, incluso sin dejar que se notara, la Niebla se volteó en su dirección. Era lo menos esperado de un mafioso que pudo envejecer dentro de la mafia estar atento a cualquier señal. Girando en la misma dirección que miraba el Sol, entendió algo que no necesitaba ser dicho.

Ese era el nivel de perspicacia que esperaba que algún día tuvieran los guardianes de Tsuna, al menos Yamamoto estaba en el camino correcto.

- Eso es un detector de llamas. - Respondió a la pregunta silenciosa. - Con la creciente proliferación de usuarios de llamas, debemos asegurarnos de que a ninguna Niebla suicida se le ocurra la brillante idea de intentar hacerse pasar por cualquiera de nosotros.

- Esto será inútil si la Niebla en cuestión utiliza la maquinaria de Verde, que puede almacenar cualquier llama dentro de sí misma, en su ilusión. Con eso en la mano, no sería difícil para un ilusionista promedio confundir estos detectores con otro elemento. Conociendo a ese científico loco, tan pronto terminó la Batalla de los Representantes, ya debe haber intentado vender esa basura a todas las familias que pueden pagarla.

- Tienes razón, Verde incluso le ofreció uno de esos al jefe hace unos días. - Comentó el Guardián saliendo del auto y abriendo la puerta para que pasara el asesino apenas llegaron a la entrada de la mansión, y comenzando a guiarlo dentro de la estructura. - Por eso nuestros detectores están programados para reconocer nuestras llamas. Todos los miembros de Vongola que tienen acceso al Fuerte de Hierro tienen sus llamas almacenadas en nuestra base de datos, después de todo, cada una es tan única como una huella digital.

Reborn bajó su sombrero fedora, sus labios se curvaron en desafío.

- ¿Todos los miembros?

Croquant Bouche casi sonrió.

- No. Mammon se negó rotundamente a que se registrara su llama sin antes recibir un pago imposible.

Su conversación se interrumpió cuando llegaron a las enormes puertas de roble decoradas con el escudo de la familia y el nueve en números romanos encima. Croquant Bouche llamó a la puerta cinco veces, lo que seguramente era una contraseña interna, porque casi de inmediato el Noveno Jefe abrió la puerta él mismo con una gran sonrisa en el rostro.

- Reborn, Bouche, les estaba esperando.

-.-.-.-.-.- .

Estaba sentado en un cómodo sillón que era al menos cinco veces mayor que su tamaño, con unos cojines regulables de altura ya colocados para poder mirar al jefe de la familia directamente a los ojos, no había duda de que Timoteo lo conocía bien.

El hombre en cuestión, después de saludarlo con una gran sonrisa y llevarlo a su asiento, se había sentado en su propia silla alta, mirándolo con esos ojos tiernos que se parecían demasiado a los de su nieto para ser parientes tan lejanos.

Sin embargo, lo que realmente llamó la atención del asesino en este punto fue la permanencia del Guardián en la habitación. El jefe sonrió con su mejor sonrisa de disculpas.

- Lo siento, viejo amigo, desde el incidente con Gola Mosca en la Batalla de los Anillos, mis guardianes simplemente no me dejan ir solo a una sola reunión. - Explicó con un suspiro claramente más dramático que real. - Es el precio de la edad, supongo, ¡ni siquiera mis amigos más queridos confían en que yo pueda manejar a un intruso yo solo!

Los ojos de Croquant en blanco ante lo dicho solo mostraban cuántas veces su jefe se había quejado por la misma razón, además de traicionar su estrecha relación.

Reborn podía imaginar sin ningún problema a su alumno y a Gokudera en la misma situación en un futuro.

- No queremos más sorpresas, Timo. - Se atrevió a enfrentarse Bouche sin moverse de su posición de guardaespaldas detrás de la silla de su amigo. - No eres el único que está envejeciendo, si permitimos que algo así vuelva a suceder, dudo que Coyote se resista a un infarto, e incluso si lo hiciera, no dudo que volvería de entre los muertos solo para matarnos por volverte a fallar.

Eso hizo reír al patriarca de la familia, con una tos leve y algo ronca, pero aún así una risa.

- Supongo que tienes razón, nadie quiere ser perseguido por Coyote. - Comentó con una broma, y era imposible no darse cuenta de cómo la habitación se había vuelto más cálida después de esta pequeña interacción, podía sentir cómo, lo que probablemente debían ser las llamas de Nono, parecían gotear de su cuerpo y calentar cómodamente la habitación, trayendo una sensación de calidez y hogar.

Y a pesar de que lo sintió, algo dentro de Reborn todavía se sentía frío, un sentimiento que pensó que provenía de la maldición, pero incluso ahora que se había deshecho de ella, permanecía presente, y ni siquiera el Cielo Vongola parecía ser capaz de aliviarlo.

Se dispusó a preocuparse por eso más tarde cuando suave y tristemente los ojos de Timoteo se volvieron más serios, y aunque la cálida sensación no desapareció, claramente se desvaneció con la acción, dejando atrás a un hombre imponente y poderoso, capaz de llevar el mundo sobre sus hombros sin siquiera bajar la cabeza. Exactamente como esperaba que Tsuna fuera algún día.

No.

De hecho, sus expectativas eran que Tsuna fuera incluso mejor que eso.

Él sonrió.

- Debes saber por qué solicité tu presencia, amigo. - Comenzó el jefe sin apartar la mirada y sin esperar realmente una respuesta. - Desde la repentina llamada de Tsunayoshi*, queriendo saber sobre la ubicación de Talbot, he estado muy preocupado. A pesar de la información que Bouche me transmitió a través del propio Talbot y sus informes Reborn, no pude calmar mi corazón cansado cuando mi Asesor Externo y mi propio hijo, y sus guardianes, regresaron a casa en un estado tan deplorable.

El hombre hizo una pausa por un momento, la preocupación estaba grabada en cada arruga de su rostro.

- Iemitsu me había informado sobre la Batalla de los Representantes, y debido a que Xanxus y su gente se ausentaron con Mammon al mismo tiempo, fue fácil para mí saber por qué del repentino aviso de Squalo de que se iban a Japón. Y aunque no me sentía cómodo y en lo más mínimo complacido de que mi Asesor, mi hijo y nieto, y único heredero, participaran en una batalla cuyo organizador, nuevamente. - Señaló. - No sabíamos nada, dejé que sucediera. Porque tanto tú como Iemitsu me convencieron de que esto sería importante para el crecimiento de Tsunayoshi. Sin embargo, todo escaló a un nivel que nunca hubiera imaginado.

Reborn no se inmutó por los comentarios.

- Cuando confronté a Tsunayoshi acerca de convertirse en Décimo antes de la Ceremonia de Sucesión* y me eché atrás con su negativa a sucederme, me dijiste que era demasiado suave, ahora que miro hacia atrás creo que tenías razón, debería haberme sucedido después todo el asunto con Shimon quedó resuelto. Si Tsunayoshi se hubiera mudado a Italia en ese momento, habría tenido muchos ojos puestos en él y más personas podrían haberlo ayudado a evitar que la situación se volviera tan caótica, para que no tuviéramos que enfrentarnos a este escenario en el que casi hemos perdido, de una vez, los tres pilares del Vongola. - Suspiró con cansancio, revelando así toda su edad.

- Y precisamente esos muchos ojos mirándolo le impedirían crecer. - Se atrevió a contradecir Reborn, hablando por primera vez.

- ¿Crecer más? - Refutó el noveno. - Hasta donde yo sé, si el invento de Talbot no hubiera funcionado, ahora mi nieto sería el Cielo Arcobaleno, mi único nieto, condenado a una existencia maldita que llevaría su vida tan pronto como tantos jefes en Giglio Nero.

- Es verdad. - Se limitó a decir casi secamente. - Pero no sucedió. De nada sirve discutir "Y si" Timoteo, la realidad que tenemos es esta. La cabeza dura de Tsuna rompió la maldición, y es por eso que nadie más será Arcobaleno.

- Sí, lo entiendo. - Confirmó mirando pesadamente a los ojos del asesino. - Pero eso no cambia el hecho de que, según las palabras de ese tal "Kawahira", Tsunayoshi era el primero en la fila en suceder a la joven Uni. Y aunque el sistema Arcobaleno ya no existe, estaba formado por los miembros más fuertes de la mafia. - Una persona normal, en ese momento habría desviado la mirada. Pero Reborn se mantuvo firme, mirando esos ojos que parecían capaces de quemarlo donde estaba sin mover un solo dedo. - Sé honesto conmigo Reborn. ¿Mi nieto ya sería el cielo más fuerte de la Mafia?

No pudo evitar sonreír de nuevo.

Sí, también había pensado en eso después de escuchar las palabras de Kawahira al final de la batalla, después de todo, solo se convertía en Arcobaleno la élite de la élite, incluso la escoria de Skull era respetable entre las Nubes por su absurda resistencia. Ser el primero en la lista para algo como esto no era poca cosa.

- Quien sabe. - Solo dijo. - Pero incluso si es así, carece de experiencia real. La mayor prueba fue su pelea con Iemitsu, dependiendo de cómo lo enfrentara, CEDEF aún ganaría. Su Asesor humilló a mi alumno de muchas formas durante la batalla gracias a esta diferencia.

Una sonrisa se formó en el rostro de Timoteo, una que indicaba que parecía haber captado algo que Reborn se había perdido.

- Ah, por eso casi lo mata. - Comentó demasiado casual para el tema en cuestión. - Lal y Colonello le dijeron a Brouche que casi le golpea en la yugular mientras le demostrabas tu verdadera forma a Tsunayoshi y le enseñaste cómo enfrentarlo.

- Soy un asesino, siempre lucho para matar, pero eso no significa que no pueda controlarme. Nunca mataría a un aliado sin ninguna razón, Lal y Colonello lo saben.

La sonrisa del jefe no cambió ni un centímetro.

- Muchas veces Iemitsu vino a mí para quejarse de que cada vez enviabas más facturas por reparaciones a su casa*, posiblemente con la impresión de que esto le haría ganar un aumento. - rió suavemente, mostrando lo ridículo que era esa idea.

- Entonces entiendo de dónde sacó Tsuna su tendencia a quejarse. - Fue su única respuesta directa. - Mis enseñanzas provocan daños colaterales, pero nada tan grave que merezca tal inconveniente al jefe de la familia.

- Amigo mío, lo que consideras grave lo considero mortal. - Corrigió sin dejar de sonreír. - Pero entiendo tu punto, por eso siempre reforcé que contigo Tsunayoshi estaría a salvo y algún día se convertiría en un gran jefe, como Bronco* Dino. Debía ver su rostro orgulloso cuando me contó cómo su hijo logró reunir a varios de los más peligrosos de la Mafia bajo su techo para trabajar juntos. Este es definitivamente el jefe que Vongola necesita, incluso si todavía le falta experiencia.

- Timoteo. - Lo nombró claramente. - Creo que él está listo para ser el Décimo Vongola. De hecho, para mí ya lo es. - Su comentario fue tan franco y directo que hizo que Croquant Bouche elevara las cejas. - Ya sabe ser un líder cuando la situación lo exige, pero como mafioso sigue siendo muy civil. Así que primero quiero mejorar sus deplorables calificaciones en la escuela secundaria, al menos terminar Chuugaku*, antes de que se mude definitivamente para a Italia.

- Chuugaku. - Repitió Nono con marcado acento. - Eso tomaría poco más de un año. Entiendo. Bueno, mi salud no es la mejor y tenía muchas ganas de jubilarme, pero puedo esperar un año más. - Se permitió bromear, pero pronto su expresión volvió a ser seria. - Solo prométeme que lo mantendrás alejado de cualquier locura que involucre viajes en el tiempo a futuros distópicos, batallas con fantasmas, muertos vivientes y seres ancestrales, o cualquier cosa de ese nivel de ahora en adelante. Honestamente, no creo que pueda manejar otra ronda de esto. Todavía no sé qué es peor, Vindice ser lo que es, o saber que un antepasado nuestro nos persiguió y usó a un viejo aliado para atacarnos por la espalda.

Era el turno de Reborn de provocar, su antigua amistad lo permitía.

- Lo prometo, no dejaré que abducan a Tsuna ni nada por el estilo a partir de ahora. Sin embargo, fue usted mismo Timoteo quien le permitió enfrentarse al Shimon.

- Sí, pero nunca imaginé que el espíritu de Daemon estuviera involucrado. - Suspiró pasando sus manos por su cabello, donde ya se veía una entrada. - Mi Hyper Intuición me dijo en ese momento que Tsunayoshi era el más adecuado para resolver esa situación, y tenía la esperanza de que Cervello se presentara para juzgar esta competencia y pudiéramos obtener respuestas de ellas, pero mi deseo no se cumplió. Y yo que creía que la cosa más loca que me había pasado fue conocer a todos los jefes anteriores en un delirio cuando fui herido de muerte en un ataque.

- Escuché rumores sobre las llamas y sobre cómo será el décimo jefe a camino hasta aquí - Reborn cambió de tema mientras Timoteo tomaba una medicina de algún cajón hablando en voz baja con su guardián, o mejor, siendo regañado por él. - Todo el mundo dijo cosas muy interesantes.

- Creo. - Confirmó el jefe tomando su medicina con la ayuda de un vaso ya preparado en su escritorio - Desde que las llamas empezaron a hacerse más comunes, tuvimos muchos dolores de cabeza. Aunque en menor número, muchos Cielos han estado apareciendo en otras familias, y con eso la Vongola ya no tiene un estatus especial, un arma que solo ella y unos pocos a su alrededor lo poseen, y aunque me he esforzado por forjar alianzas con las familias de Cielo emergentes, como Tomasso y la Bertesca, hay familias, como la Evocatore, que cada vez consiguen más espacio, mismo siendo manejadas por otras llamas. Por no hablar de todos los incidentes con civiles ajenos a la mafia que por una razón u otra acaban por despertar sus habilidades. Si no fuera por la actuación de Vindice y el rápido reclutamiento de la mafia, ya estaríamos expuestos al mundo. Me pregunto cómo otras organizaciones están lidiando con esto, sé que Bratva y la Tríada lo tienen muy controlado. Yakuza, por su parte, es muy cerrada con respecto a su negocio, aunque últimamente se han expandido más.

- ¿Japonés muy cerrados? Clásico. - Ironizaba Reborn.

- Esperaba forjar una buena relación con los Yakuza a través de Tsunayoshi. - Confesó Timoteo con una sonrisa triste, dejando su copa sobre la mesa - Pero después de tu informe sobre el Momokyokai* perdí la esperanza.

- Desde que Fon y los Hibari rompieron con los Yakuza, sacando una docena de ragamuffins, ya no ponen un pie en Namimori, e incluso después del incidente, el más joven de la familia es suficiente para mantenerlos bajo control, precisamente debido a esto, terminó convirtiéndose en el perfecto Guardián de la Nube.

- Ciertamente. Supongo que tampoco es un mal manejo. Es mejor que nos teman a que no nos tengan ningún sentimiento, incluso a través de un solo guardián.

- Si puedo, Nono. - Lo llamó por su título, consiguiendo así toda la atención del patriarca, mientras bajaba el sombrero fedora sobre sus ojos, que no ocultaba su sonrisa que prometía el caos. - Sugiero que usemos los rumores a nuestro favor. Si la Mafia quiere saber cómo será el próximo jefe Vongola, ¿Por qué no darle una demostración?

- ¿Qué tienes en mente, amigo? - Cuestionó Timoteo con una ligera sospecha. La sonrisa del otro solo se ensanchó, incluso Croquant se estremeció ante eso. - Tsuna pasó casi dos* años negando el título de Décimo, porque no quiere cargar con el pecado cometido por todas las generaciones anteriores. - recitó el asesino.

- Sí, puedo entender eso. Después de todo, es nuestro legado.

- Pero a Tsuna no le importa este legado, de hecho, no descartaría la posibilidad de que intente destruir a Vongola si esta es la única forma de acabar con la sangrienta historia de la familia.

- ¡¿Qué?! - Exclamó Bouche consternado, e incluso a pesar de todo lo que había visto, no podía imaginar a ese frágil chico en tal escenario.

- Estoy al tanto.

- ¡Pero noveno!

- Pero nada Bouche, si hasta ese chico de corazón puro no puede redimir a nuestra familia, estoy de acuerdo en que lo mejor para todos será que se acabe. - Afirmó con firmeza sin volverse hacia el otro.

- Precisamente Nono, lo que más necesita Vongola ahora mismo es: Renovación. Renacer y volver a lo que era en el pasado de Giotto. Dejó caer su sombrero, un brillo diferente en sus ojos de ónix oscuro. - Por eso sugiero que cambiemos el título de Tsuna de "Décimo" a "Neo Vongola Primo". El que llevará Vongola de retorno a sus orígenes.

Silencio, fue lo que siguió a su sugerencia. Timoteo parpadeó sorprendido mientras los ojos de Bouche se abrieron como platos. El guardián estaba a punto de argumentar lo absurdo de esto cuando su jefe se echó a reír.

- Esto es tan arrogante, ya me puedo imaginar cómo eso va a volver loco el Consejo. - Logró decir con un rastro de voz, secándose las lágrimas resultantes de su risa. - Me encantó. Considéralo aprobado.

- ¡Pero Noveno! - Trató de contrarrestar la Niebla, y notando como no lo lograría, es más, su jefe ya estaba dispuesto a escribir un comunicado al respecto, sellándolo con su llama, se limitó a suspirar y murmurar entre dientes. - Xanxus se pondrá furioso...

Después de eso, mientras escribía su anuncio, la seria reunión se limitó a comentarios más triviales. Tan pronto como se finalizó el documento, Nono se lo entregó personalmente al Ex-Arcobaleno.

- Reborn, una última pregunta. Esto hizo que el Hitman, que ya estaba caminando hacia la puerta antes de que Bouche pudiera sugerirle acompañarlo de nuevo, se volviera hacia el Vongola. - Siento que esta vez realmente te aferraste a tu alumno, aunque te preocupabas por Dino, tu relación con mi nieto es diferente. Y lo sentía incluso antes de que ayudara a romper su maldición.

De nuevo el profesor se tapó los ojos con el sombrero.

- Fue él quien se aferró a mí, Timoteo, a estas alturas debe estar desesperado, pensando que lo he abandonado. - Respondió con una sonrisa maliciosa. - Y como su Asesor nunca va a casa, me necesitaba mucho más que Dino, quien al menos ya tenía a Romario a su lado.

- Ya veo, tiene sentido.- Fue la única respuesta del jefe - En ese caso, espero que tengas un gran viaje de regreso.

- Tendré. Les avisaré cuando llegue. - Y sin más preámbulos, se retiró.

Por eso, se perdió la sonrisa del Noveno Jefe, una que podía ver claramente a través de la mentira, incluso cuando el propio asesino podía creerla.

Y mismo Bouche había visto a través del asesino esta vez.

- Aprovecha la oportunidad que te dio mi nieto, Reborn. Tienes toda una vida por delante ahora. - Deseo, volviendo a sus funciones.
-


Notas de los autores

* En el capítulo 389 durante el Arco de la Batalla de los Representantes, Tsuna llama a Timoteo queriendo saber la ubicación de Talbot, quien ha estado en Japón desde la Ceremonia de Herencia del arco anterior. Tsuna solicita la ayuda de Talbot para salvar la vida de los Arcobalenos.

* En el capítulo 293, Nono y sus Guardianes fueron a Japón (Quedándose en el mismo hotel que Varia normalmente se queda) para hablar directamente con Tsuna sobre la Ceremonia de Herencia, donde se niega a convertirse en el décimo. En el siguiente capítulo Timoteo dice que no hay problema y que podrían cancelar la Ceremonia, mientras dice que no se rendirá tan fácilmente (pero no vuelve a intentarlo hasta el final del manga).

* Durante el capítulo 378, Iemitsu dice que todavía estaba pagando las deudas de la casa, lo cual no tiene sentido, considerando el tiempo que tomó construir la misma, es imposible que el líder de una organización de inteligencia no tenga suficiente dinero para terminar de pagar por ella. Entonces interpretamos que cuando Iemitsu habla acerca de sus "deudas", se está refiriendo a las reparaciones de la casa cada vez que fue destruida al comienzo del manga (en el medio, al final ...), principalmente por el entrenamiento espartano de Reborn.

* El apodo de Dino es Haneuma, que se traduce como Caballo Selvaje, mientras que Cavallone es el nombre de su Famiglia, que a su vez significa "Gran Caballo". Pero decidimos traducir su "apellido" como Bronco, ya que ese es un nombre que se le da a los caballos que tienen una resistencia gigantesca, pero los broncos también tienen otro nombre, se les conoce como "Bucking Horse", o "Roughstock", que traduciéndolo sería algo así como "Caballo resistente" o "caballo violento", es decir, sería el título del personaje, solo mira como Squalo siempre se refiere a Dino como el "Caballo Selvaje", así que elegimos el nombre Bronco porque es la versión en italiano.

* Usaremos Chuugaku en nuestra historia, aunque la traducción sea algo así como "escuela secundaria", Por motivos de "En nuestro país esto está al revés y nos confundirá mucho", decidimos dejarlo en japonés.

* En el capítulo 28 (capítulo siguiente a la primera aparición de Dino), episodio 8 del anime, para probar a los Guardianes de Tsuna, Reborn y Dino ponen una trampa para ver cómo reaccionarán Gokudera y Yamamoto, pretenden secuestrar a Tsuna, alegando que él fue llevado por una "mafia" japonesa, la Yakuza Momokyokai, que al final resultó ser real. Cuando el trío llega al escondite del grupo, se percatan que la pareja ya había derrotado a varios miembros. Al final, llegan más Yakuza, por lo que todos se reúnen y terminan con la "amenaza", destruyendo así a los Yakuza Momokyokei para siempre, o casi. (no es que importe demasiado)

* Según "Databook Vongola 77", Reborn llegó a Japón para entrenar a Tsuna el 18 de junio de 2004, en eso entonces Tsuna haría 13 años en 4 meses. A lo largo de la historia Tsuna "tuvo" 2 cumpleaños, el de 13 años celebrado modestamente en el hospital y el de 14 sin conmemoraciones debido a los eventos de Arco Varia. Reborn dijo en este mismo arco que ha estado entrenando a Tsuna durante 1 año y medio.