Autores: JonaX, Kimonohi_Tsuki


Summary:

Después de la batalla del poste y la repentina llegada de Tsuna del futuro, los Guardianes sienten curiosidad por saber cómo será el futuro de su Jefe. Hasta que el Hitman les propone una competición para sacar toda la información posible al Lambo del futuro.


Notes:

¡Y con este capítulo llegamos al final de la primera saga de la fanfic! Ahora quedan... 18 XDD
Cada temporada, con la excepción de una, tiene dos sagas, ¡Recordando que esta historia tiene 10 temporadas en total!
Entonces, en una reunión interna de los escritores que los hablas, decidimos hacer una pausa en cada final de saga para planificar mejor la saga y, a veces, la temporada por nuestro equipo seguir siendo pequeño, es nuestra forma de lograr mantener esta historia periódicamente, traducida a dos idiomas, y no morir en el proceso.

Así que, hasta nuevo aviso, ¡Nos vemos el 5 de febrero!

Caso a ti te guste esa historia, considere ayudarla siendo traductor y beta. O si solo quieres ayudarnos con ideas o brindarnos con sus teorías, sigue nuestro link del Discord.

Discord gg /wZVkyp3Faa


¡Gracias a Rêh por la ayuda en la traducción al inglés!
¡Sayumii por apoyar la traducción al inglés también!
¡Y al Escritororiginal por ayudarnos a traducir al español y por ayudarnos a escribir parte del capítulo!


Target 415 - Paradoja y Vacas sin tiempo


- Parece que él estuvo muy bien acompañado en el futuro. - Yamamoto no pudo evitar comentar con diversión, observando por el rabillo del ojo la escritura y los dibujos en la cara del más joven que descansaba sobre su hombro.

- ¡No puedo creer que hayan sido tan irrespetuosos con el Décimo! - Exclamó la Tormenta con rabia.

El grupo, formado por Reborn, Gokudera, Ryohei, Kyoko, Chrome, Enma, Hibari y Yamamoto, que llevaban a un Tsuna inconsciente a la espalda, se dirigían a la enfermería de la escuela, donde les informaron que Shamal ya les estaba esperando. Mientras tanto, Reborn le explicaba a Enma qué diablos había pasado desde que Tsuna fue golpeado por el arma de Bovino. No hace falta decir que la Nube se mantenía al menos a tres metros de distancia del ruidoso grupo.

En su rostro dormido se podía ver un ostentoso "Kufufufufufu" escrito en toda su mejilla derecha con letras indigo. En un bolígrafo rojo y en letras garabateadas, cerca de su barbilla, había un "Irie è stato qui", debajo de su nariz, también en letras indigo, de forma que parecía más bien un bigote, estaba escrito "My Boss Forever", y finalmente, en el centro de su frente, había un dibujo de un conejito rosa.

- Creo que es bonito. - Comentó Kyoko.

Chrome no dijo nada, aunque también sonrió, pensando aún más en cómo la frase del bigote se parecía a su letra.

- ¡Ese maldito Irie! ¡Por qué siempre está involucrado cuando se trata de viajes en el tiempo! - Gokudera siguió enfadado, cogiendo su propio teléfono móvil del bolsillo y haciendo una foto, sólo de la escritura, para respetar la privacidad de su jefe, y enviándola al número del futuro científico. - "¡Maldito idiota, mira lo que has hecho con el Décimo en el futuro!". Enviar. Dependiendo de tu respuesta, ¡Le haré explotar!

Apenas habían cruzado el pasillo, cuando recibió una respuesta.

"¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡Ni siquiera es mi letra! ¡¿Y cómo tienes mi número?!"

- Ja, como si su letra no hubiera cambiado en diez años, mañana me propongo a volar su casa y-

- ¡¿ESE ERA EL TSUNA DE DIEZ AÑOS EN EL FUTURO?! - Pero el grito de Enma incluso antes de entrar a la sala, por un agujero en la pared y la ausencia de una puerta, además de resonar por el pasillo en el que se encontraban, sin embargo, todo cayó en oídos sordos ya que Kusakabe ya se había asegurado que el entorno estaban completamente vacíos para que el grupo tuviera privacidad.

- ¡Maldita sea! ¡Esa maldita cosa se llama bazuca de diez años! ¡No puede ser tan difícil de entender! - Exclamó Gokudera exasperado al escuchar la respuesta de la Tierra a la explicación de lo sucedido mientras caminaban hacia su objetivo. - Espera, ¿Por qué hay un agujero en la pared?

-…Quién sabe. - Shamal hizo acto de presencia apoyado en la puerta, tenía un ojo morado, su ropa estaba desaliñada y su brazo izquierdo estaba vendado con una férula.

- ¡¿Qué te ha pasado, estúpido médico?! Oh, ya lo sé, ¡Finalmente fuiste golpeado por una mujer a la que intentaste tocar! Sabía que este día llegaría.

- El tipo del peluquín insistió en que estuviera aquí, ya que me harté de problemas por hoy, aquí estoy, espero que sea imponente- Y al ver la figura inconsciente del moreno dormido en la espalda de Yamamoto Takeshi, el Sicario hizo una mueca. - No, él no otra vez… - Se llevó una mano a la cara.

- ¿Otra vez? - Preguntó Takeshi ladeando la cabeza.

- Ese chico sólo se mete en problemas. - Shamal refunfuñó, pero dejó espacio para que el grupo pasara, ignorando la mirada suspicaz que recibió de Enma. - ¿Qué es esta vez?

- ¿Enma? - A su vez, la figura de Kaoru apareció tras una de las cortinas de la sala, de pie junto a una cama.

- ¿Kaoru? - Y corrió hacia su amigo, mientras Reborn explicaba la situación actual al médico, y Yamamoto depositaba a su jefe en uno de las camas vacías. - ¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que estabas con Adel y los otros.

- … - Su Guardián no respondió, como si no supiera qué decir, sino que se limitó a mirarle fijamente.

- Debe haber algo mal con este chico. - Shamal intervino, interrumpiendo la animada explicación de Gokudera. - Desde que llegó con su amigo, no ha dicho ni una puta palabra. Le dije que no importaba lo que tuvieran, huesos rotos o fiebre, un poco de saliva lo arreglaría todo*, pero me ignoró. Ustedes, los Shimon, son todos extraños. - E ignoró por completo la mirada mordaz que recibió de la Tierra por el comentario.

- No hay que preocuparse por él. - Yamamoto, tras dejar a Tsuna en una de las camas para que fuera evaluado, se acercó a los dos Shimon. - Todavía le cuesta hablar cuando hay mucha gente alrededor, aún más cuándo es gente a la que no está acostumbrado, no te preocupes Kaoru, puedes contarnos lo que ha pasado.

- …Bien. - Al ver cómo el Guardián de su amigo podía hacer hablar a uno de los suyos con tanta facilidad, una incomodidad apareció el rostro de Enma, algo que ninguno de los dos pareció notar. - Antes de que comenzara la competición del poste, Adelheid fue directamente a Koyo y le golpeó hasta dejarlo inconsciente.

Y con esas palabras, el hombre del tupé retiró la sábana que cubría a alguien, casi como un sudario, revelando la figura totalmente vendada de Aoba Koyo, como una auténtica momia, y eso que sus gafas estaban inútilmente sobre donde deberían estar sus ojos.

- Cuando llegué aquí a la enfermería cargando él, este médico me dijo que sólo atendía a mujeres, y que si me limitaba a escupirle estaría bien, así que vendé a Koyo yo mismo, aunque creo que exagere, no paraba de gemir de dolor cada vez que le vendaba, no estoy seguro de que siga respirando…

- ¡¿QUÉ?! - Y el pelirrojo empezó a abrir desesperadamente huecos entre las vendas, con la esperanza de aún salvar a su amigo.

- Así que realmente me estabas escuchando. - Refunfuñó Shamal malhumorado, volviendo a hacer los mismos exámenes de aquella mañana al moreno.

Y después de unos cuantos tirones, y con la ayuda de Yamamoto y Ryohei, Aoba pudo volver a respirar, dando enormes bocanadas en un intento desesperado de llenar sus pulmones.

- …Creo que será mejor que lo llevemos a un hospital de verdad. - Comentó Kaoru en voz baja, simplemente recogiendo a su amigo en crisis y echándoselo al hombro como un saco de patatas.

Y así, Kaoru salió de la enfermería, sin dirigirse a nadie más, ni siquiera felicitar a su Jefe por su victoria. Enma ni siquiera sabía si la noticia ya se había extendido, dado todo lo que había pasado, pero con un suspiro se preguntó por qué Adel se había puesto tan nerviosa como para dejar al guardián del Bosque en ese estado, pero decidió pensar en ello más tarde, cuando Gokudera terminara de informar de lo que habían visto en el patio.

- Así que déjame ver si he entendido todo, en medio de la batalla del poste, este chico fue golpeado por la bazuca Bovino, cambió con su versión de diez años en el futuro, y este envió al menos once estudiantes al hospital, e incluso peleó con el presidente aquí. - Shamal terminó volviéndose hacia el hombre mencionado que estaba apoyado contra una pared en el área más alejada posible de la enfermería, claramente disgustado de estar en medio de la multitud. - Pues Enano, parece que tu gusto por el caos terminó contaminando a ese chico después de todo. Solo esperamos que él no capte también tu gusto por los disfraces, de lo contrario, Vongola estará perdida.

Eso hizo que una pequeña sonrisa ilustrara el rostro del asesino.

- ¡Lo que importa es que el Décimo es aún más increíble dentro de diez años! - Declaró Gokudera con sus ojos brillantes, incluso parecía haber olvidado la advertencia de su futuro amigo sobre cómo llamarlo. - Siempre me pregunté qué tipo de persona sería en el futuro, incluso después de conocer la verdad sobre el plan de Irie, no tuvimos la oportunidad de conocerlo, ¡Y ahora por fin ha ocurrido!

- Pero este Tsuna no viene del futuro que visitamos. - Declara Reborn llamando la atención de los demás.

- ¿Cómo puedes extremadamente saber eso? - Para sorpresa de todos, la pregunta vino de Ryohei, que tenía la cabeza ladeada, claramente luchando por entender todo lo que estaba pasando. - Nosotros fuimos al futuro, él vino del futuro, ¿Por qué no iban a venir del mismo sitio?

- ¡¿Viajaron al futuro?! - Gritó Enma, cada vez más pálido.

- Eso es sencillo de saber, él ya conocía a Enma. - Con las palabras del Ex-Arcobaleno todas las miradas se dirigieron al pelirrojo que se apoyaba en la cama de su amigo mientras lo examinaban, como si temiera desmayarse con toda esa información. - Sólo conocimos a los Shimon después de que los Anillos Terrestres fueran liberados de su prisión, gracias al terremoto que provocó nuestro regreso del Futuro.

- ¡Espera, espera un minuto! - Gritó bruscamente en respuesta, asemejándose a la Nube de los Ex-Arcobaleno. - ¡¿USTEDES causaron el terremoto, el mismo terremoto que liberó nuestros anillos?! Y todo esto sucedió porque viajaron en el tiempo, usando una bazuca. ¡¿La misma bazuca que estaba en el pelo de un niño de siete años?! ¿Por qué demonios dejaron un objeto tan poderoso en manos de un niño?

- Jajaja, cuando lo dices así suena muy irresponsable, pero la bazuca es de la familia de Lambo, así que parece mal quitárselo. - Explicó Yamamoto con las manos detrás de la cabeza. - Sería como si quitáramos los anillos a ustedes, sólo porque tienen poderes especiales.

- ¡Es un arma que viaja en el tiempo! ¡Es mucho más que un poder especial! - Siguió él pelirrojo exasperado, casi empezando a hiperventilar. - ¡Ese terremoto cambió nuestras vidas! ¡¿Cómo es que nadie me había dicho que fue culpa de ustedes?!

- No teníamos tiempo y no parecía importante. - Lo puso en un tono simple Reborn ignorando las exclamaciones de "¡¿Cómo no era importante?!" - Además, también mencionó que fuimos al futuro, lo que sería una paradoja imposible de ocurrir, porque el plan para que viajáramos a enfrentarnos a Byakuran vino de Irie y del Tsuna de aquella época, que planeó su propia muerte para que el reemplazo pudiera ocurrir sin levantar sospechas. En otras palabras, ese Tsuna nunca viajó al futuro.

-¡¿Fingió su propia muerte?! - Ahora sí Enma estaba hiperventilando.

- ¡Ya no entiendo nada! - Gritó Ryohei llevándose las dos manos a la cabeza.

- Es fácil. Este Tsuna vino de otra dimensión, después de todo, así es como funciona la bazuka, ¿No? - Incluso Reborn enarcó una ceja cuando la respuesta provino de Kyoko, hasta entonces callada cerca de la cabecera de Tsuna, terminando de limpiarle la cara con un paño conseguido por la ilusionista, mientras mantenía una distancia prudencial de Shamal, que en un raro momento no la estaba cortejando, realmente concentrado en tomar la temperatura de Tsuna y recoger su sangre con sus mosquitos, el médico ni siquiera parecía prestar atención a lo que decían, inmerso en lo que hacía. - Así, el Tsuna del futuro al que fuimos es uno, el Tsuna que apareció hoy es otro, que vino de otro tiempo, de otra dimensión.

- ¡¿Cómo puedes entender esto tan fácilmente, Kyoko?! - Preguntó su hermano preocupado, claramente inseguro de que su hermanita estuviera en esta conversación en primer lugar.

- Cuando Tsuna me contó cómo acabamos en esa época, y sobre la historia de la mafia, mencionó cómo funcionaba el bazuka. - Explicó con sencillez. - Deberías pedirle que te lo explique luego, hermano, ¡Lo hace muy bien! - Y entonces su mirada se dirigió al moreno. - En ese momento no entendí quién era esa persona disfrazada con el disfraz de Haru, porque nunca había visto la detonación delante de mí después de que él lo explicara, pero ahora tiene sentido. Es emocionante pensar que después de mi hermano y Hana, ¡Ahora también pude conocer al Tsuna del futuro! Parecía muy agradable. - Completó felizmente, recordando cómo el hombre la había saludado y a Chrome.

"Agradable" - Esa palabra hizo girar los pensamientos de todos los que conocían los sentimientos de Tsuna hacia la joven pelirroja, incluso Hibari sintió un poco de lástima por el moreno.

- Es usted realmente difícil de complacer, señorita. - Shamal no pudo evitar expresar los pensamientos de los demás, si después de toda esa demostración, "agradable" era lo más lejos que había llegado Tsuna.

- Kyoko tiene razón. - Retomó el Reborn el tema. - Nuestro viaje cambió la línea de tiempo, no sólo de ese futuro, sino también del nuestro. Y no me refiero sólo en el sentido de permitir que el Shimon despierte sus anillos. - Su mirada se dirigió a Enma. - Con cada decisión que tomamos, se crea una nueva línea de tiempo. Es posible que haya dimensiones en las que Tsuna se convirtió en el Arcobaleno del Cielo y la maldición nunca se rompió. - Mencionó a propósito al tutor, captando la atención de Kyoko sobre hechos que desconocía, para desespero de Ryohei. - Del mismo modo, la propia llegada de este Tsuna a nuestro tiempo, también genera cambios. No parecía recordar que le ocurriera lo mismo cuando luchó en la batalla del poste. Me refiero a ser reemplazado por su versión más vieja, así que probablemente en su época eso nunca ocurrió. En resumen, vivimos en una nueva ramificación del tiempo.

- Eso significa que lo que le pasó a ese Décimo no necesariamente le pasará al nuestro. - Gokudera siguió el razonamiento, llevándose la mano a la barbilla. - Porque su misma llegada ya ha cambiado nuestro futuro.

- Exactamente. - El Hitman estuvo de acuerdo. - Por ejemplo, si hubiera advertido a Gokudera que dentro de tres días no pateara una piedra al salir de su casa por la mañana, porque se tropezaría y se rompería una pierna, eso podría evitar que se produjera el accidente, pero por otro lado, al estar tan preocupado por no patear ninguna piedra, Gokudera podría no ver un agujero en la carretera y eso sería lo que causaría el accidente en primer lugar, o algo aún peor.

- Y existiría la posibilidad de que la roca ni siquiera esté ahí en nuestra línea de tiempo, lo que haría que la advertencia no tuviera sentido. - La tormenta siguió el razonamiento.

- Así es, sólo causaría pánico y preocupación, y posiblemente los intentos de evitarlo serían más peligrosos que el hecho en sí.

- El viaje en el tiempo puede ser bastante complicado. - Consideró Yamamoto que, al igual que Ryohei, ya no estaba seguro de seguir el razonamiento.

- Precisamente por eso, en esta situación, la mejor manera de afrontar los viajes en el tiempo es no viajar en el tiempo. - Shamal finalmente se apartó de Tsuna y se dirigió a una pequeña mesa con un ordenador al fondo de la sala.

- Sí… - Convino Gokudera, mientras su mente ponderaba todas las posibilidades. - Quieres decir que el hecho de que el futuro Décimo nos haya dado una vaga advertencia o ninguna advertencia es probablemente más seguro para todos en lugar de haber dicho algo directamente. ¡Esto es increíble Décimo! - Se volvió hacia el joven inconsciente. - ¡Siempre pensando a futuro!

- Eso me recuerda que él te dijo que lo llamaras por su nombre en lugar de Décimo. - Se acordó Yamamoto haciendo que el otro se congelara en su lugar y volviera a sonrojarse.

- ¡Y te dijo que mantuvieras la calma, idiota!

- ¡Creo que esta aviso fue para ti, Cabeza de Pulpo!

- ¡¿QUÉ DIJISTE, CABEZA DE CÉSPED?!

- ¿Te dio algún aviso a ti, Enma? - Quiso saber Yamamoto viendo como el mencionado se levantaba de la cama de su amigo y caminaba hacia la ventana en busca de aire. Chrome, que hasta entonces había estado escuchando en silencio se acercó porque el mayor parecía que se iba a desmayar en cualquier momento. - Parece que ustedes dos hablaron mucho.

Kyoko, servicial como siempre, también se acercó al pelirrojo, luego de mirar a Tsuna y confirmar que todavía dormía profundamente, dejándolo solo ahora que todos estaban concentrados alrededor de Enma, mientras que Shamal e Hibari estaban en los extremos de la habitación.

Lo que impidió que cualquiera escuchara cuando el moreno comenzó a balbucear cosas aparentemente sin sentido, y demasiado bajo para ser escuchado, mientras una mísera llama, casi irrelevante, como un flamear a punto de extinguirse mismo habiendo acabado de nacer, estalló en su frente.

- Yo no sé. - Puso la Tierra en un hilo de voz, llevándose una mano a la cabeza. - ¡No sabía que él venía del futuro!

- "...Tú... No temas..." - Murmuró Tsuna en un movimiento de labios prácticamente inaudible.

-...Solo pensé que se golpeó la cabeza muy fuerte cuando se cayó…

- "Sigue los… Dictares… De tu corazón. Ábrete camino... A través... Del viento".

- ...O que yo estaba alucinando cosas, no sé, la última vez que usé mi gravedad durante tanto tiempo, ¡abrí un agujero negro en mi estómago!*

- "...Este viaje será... Iluminado... Por el amanecer". - Y tan efímero como cuando apareció, la llama se apagó y las palabras entre murmullos terminaron como si nunca hubieran estado ahí.

- ...¡¿Quién sabe los efectos secundarios que esto puede tener?! - Terminó el Shimon con exasperación.

- Será mejor que te sientes. - Ofreció la piadosa ilusionista, recordando cómo se sintió perdida y abandonada cuando se enteró de los viajes en el tiempo, de la peor forma posible. Kyoko comenzó a tomar una silla para que el joven siguiera cerca de la ventana, su hermano trató de detenerla, solo para ella regañarlo porque podía hacerlo ella misma, ya que él estaba claramente herido.

- Tsk, inútil. - Murmuró Gokudera enojado, Yamamoto por su parte se acercó a Shamal para pedirle un vaso para ofrecerle un poco de agua a el pelirrojo, el doctor le indicó donde estaba con un gesto desinteresado de la mano, siguiendo a examinar, un momento su computadora, otro sus insectos a través de un microscopio.

-...Lo siento, quería ser más útil. - Ofreció el ahora acomodado, presionando sus manos en su regazo.

- ¡Está bien, Enma! - Animó la lluvia, dando a la Tormenta un sutil empujón por la ofensa de antes. - ¡Yo mismo solo comencé a entender esta historia de bazuca hoy!

- Eso es porque eres un idiota. - Murmuró el peliplateado, pero en voz baja esta vez.

- Si tienes tanta curiosidad por el Chaval Vongola de diez años en el futuro, golpéalo con la bazuca de nuevo y pregúntale directamente a su versión mayor. - Sugirió Shamal sin volverse hacia los demás. - En lugar de llenar mi enfermería con toda esta letanía.

- ¡Oh! ¡Esto suena más simple! - Estuvo de acuerdo Ryohei, golpeando ambas manos juntas.

- ¡¿Qué?! Pero eso... ¡Eso sería una falta de respeto! ¡Podríamos terminar interponiéndose en el camino del Décimo!

- Sin mencionar que es peligroso. - Yamamoto accedió ofreciendo agua a un agradecido Enma. - Nuestro Tsuna todavía está inconsciente, y no sabemos qué encontrará del otro lado si es golpeado de nuevo. - No pudo evitar recordar que él mismo fue enviado al futuro en medio de una pelea que podría haberle costado la vida.

- ¡Es verdad! ¡El futuro puede ser extremo! ¿Y a dónde fue ese juguete de diez años de todos modos?

- ¡ARGH! ¡Cabeza de Césped! ¡Eso no es un juguete! Eso es... Oh, ¿sabes qué? Jodete - Terminó en exasperación. - Maldito doctor, dame un cigarrillo*, no hay modo de aguantar a estos idiotas.

- No soy caridad, compra los tuyos.

- ¡Tsk, maldito pervertido egoísta!

-...Recuerdo que... - Comenzó Enma de nuevo con la cabeza gacha, sin prestar atención a lo que decían los demás, ni a quién decía qué. - Mencionó algo sobre un incidente en Parmo.

- Parmo está llena de incidentes. - Pusó Reborn conocedor. - Sería como buscar una aguja en un pajar.

-...También dijo algo sobre tener pesadillas en las que se despertaba en su propio ataúd...

Esto hizo que Ryohei inclinara la cabeza confundido, Kyoko abrió la boca con sorpresa, Chrome puso una mano en su corazón y Hibari, quien estaba usando todas sus fuerzas para no golpear a todos por ser ruidosos, frunció el ceño.

-...Eso. - Comenzó Gokudera claramente sombrío.

- Fue como Tsuna llegó al futuro cuando viajamos allí. - Ofreció Yamamoto, quien había escuchado la historia del propio Reborn. - Porque como oíste, el Tsuna de esa época fingió su propia muerte, y como cambiamos de lugar con nuestras versiones del otro tiempo... - Y no completó la oración, esperando no necesitar hacerlo.

-...¡Esto es simplemente horrible! - Puso Enma en voz baja, preguntándose qué más había pasado su mejor amigo que no le había contado.

No es de extrañar que no pareciera sorprendido por tener pesadillas.

E incluso con tantas cosas horribles que le habían sucedido, seguía siendo una persona tan especial y amable, mismo en el futuro.

-...Dijo que todavía somos amigos. - Inevitablemente, una pequeña sonrisa regresó a su rostro. - Y creo que eso es todo lo que entendí. También dijo algo extraño sobre hambre y las tías que no traen pastel, pero no tengo idea de lo que quiso decir con eso.

- "La hambre no es tu tía, no te traerá un pastel." - Parafraseó Reborn, haciendo que el pelirrojo parpadeara y mirara en su dirección. - Eso es lo que dijo, ¿No?

- ¡Sí! ¡Eso es!

- Es solo una expresión rusa. - Comentó el Hitman. - Básicamente dice que tomes algo en serio.

- Ah...

- En otras palabras, ¡Es información inútil! - Gokudera estaba irritado, haciendo que la Tierra saltara con su tono.

- Quizás. - Comentó Reborn pensativo. - Pero dice mucho sobre el tipo de personas con las que vive.

- Los rusos, sin duda, no son compañeros para nada sospechosas viviendo de un sucesor de la mafia. - Shamal ironizó. - Quién sabe cómo los Vongola se asentarán con la familia Giegue después de cierto incidente. - Tal comentario hizo que Enma se estremeciera en su lugar, pero no presentó ninguna respuesta en defensa.

- Es posible que muchas cosas hayan cambiado en el futuro. - Siguió a Reborn. - De la misma manera que en la época de Byakuran las Boxes eran la principal forma de pelea, en el futuro de este Tsuna puede ser otra cosa, ya que debido a los recuerdos que todos recibieron de esa época, las boxes ya son una realidad muchos años antes.

- ¿Es por eso que él no tenía anillos? - Por primera vez desde que todos entraron a la enfermería, Hibari se había manifestado, siguiendo de pie en la misma posición.

- Exactamente, es una posibilidad.

-...Me di cuenta de eso también, pero... ¿Quizás no los estaba usando en ese momento? - Intentó Gokudera acariciando distraídamente sus propios anillos. - ¡Quiero decir, ni siquiera tenía el Anillo Vongola!

- Pero Tsuna nunca se ha quitado los anillos desde que regresamos del futuro. - Dudo Yamamoto. - ¿No recuerdas cómo el profesor de educación física, Enomoto, siempre pelea con él por eso?

- Sí, pero…

- ¿Y si es como las Mammon Chain? - Esta vez los ojos de todos se volvieron hacia Chrome, apoyada contra la ventana junto a Kyoko. La tímida joven se sonrojó al ser el centro de la atención. - Yo… Recuerdo que el Jefe se quejaba de usar las Mammon Chain al principio, dijo que le picaban. Tal vez... ¿Por eso usaría otra cosa, quizás algo que mezcle la invención del científico del futuro con las corrientes?*

-...Eso es típico de Inutil-Tsuna. - Reborn suspiró. - Y tiene sentido, pero tienes otra razón para creer eso, ¿No? - Interrogó el tutor con suspicacia.

- Uh-ah... Sí. Yo... Bueno. - Ella bajó los ojos, mirándose las manos, como si se preguntara si debería decir algo. Reborn pareció entender la razón de su vacilación, ya que rápidamente la cubrió.

- Me imagino que sentiste algo extraño saliendo de los guantes.

- Sí…

- Eran guantes realmente raros. - Gokudera lo siguió pensativo. - ¡Décimo incluso parecía ser capaz de recoger las esferas de espinas con las manos sin ningún problema!

- Lal del futuro me comentó una vez que, a pesar de que ella no es nativamente una niebla*, podría saber que las Mammon Chain llevaban una ilusión si los miraba de cerca, pero para mí eran solo cadenas normales, es decir, era algo sutil que sólo las Nieblas parecían ser capaces de notar. Me imagino que aquél Avaro hizo algo más que usar sus llamas para crear una ilusión que disfraza los anillos del sensor, el maldito Viper puede ser un genio cuando quiere. Estos guantes pueden ser una variación de eso.

Chrome solo asintió con la cabeza, con una sonrisa de agradecimiento en su rostro. Tanto Yamamoto como Hibari parecieron notar que había algo más que ella sabía, pero no continuaron con el asunto cuando recibieron una mirada de silencio de Reborn.

- ¿Y tú, Hibari? - Hitman se volvió hacia el presidente. - ¿Tsuna del futuro te dijo algo relevante?

Hubo un pequeño silencio, en el que todos los ojos se volvieron hacia la Nube.

- No. - Fue su respuesta llana, enfrentando al asesino de manera provocativa, sabiendo claramente algo que el otro no sabía.

"Por supuesto que no lo dirá, al final, no es tan diferente de su versión del futuro que conocemos como yo pensaba." - Reflexionó Reborn, disfrutando del desafío.

Gokudera, por otro lado, no parecía que fuera a aceptar esto fácilmente.

- ¡¿Cómo puedes no saberlo?! ¡TÚ te atreviste a pelear con él directamente!

- Ruidoso.

- ¡Solo responde la pregunta del Sr. Reborn!

- Cállate o te morderé hasta la muerte. - Amenazó molesto, sin embargo al moverse para enfrentar al pelo plateado, Reborn pudo ver como el pelinegro se estremecía levemente.

- Muy bien entonces, no más preguntas. - Declaro el Hitman para decepción de la Tormenta.

- ¡P-pero Señor Reborn!

- Hibari, será mejor que te dejes examinar por Shamal también, y no me refiero solo a tus heridas que todavía están abiertas. - Terminó señalando con un asentimiento a la sangre que corría por la frente del más joven.

Antes de que la Nube pudiera quejarse, Shamal finalmente pareció salir de su estado de ensimismamiento.

- ¡No voy a tratar con más chicos, Mierdita! - Exclamó levantándose irritado. - ¡Ya tuve suficiente por un día!

- ¿Está seguro? ¿Qué sería mejor que el mismísimo Hibari Kyoya te deba un favor? - Provocó. - Además, como Guardian de la Nube, él es responsabilidad de los Vongola, estoy seguro de que puedo convencer a Nono de que te haga un generoso pago por esta invaluable ayuda. Sin mencionar, un brindis de ese viejo y polvoriento restaurante que tanto amabas en Italia. - Principalmente las últimas palabras parecieron conmover al doctor, sin embargo la respuesta vino del más joven.

- Bebé. - Puso en tono claro de enfado, acercándose al asesino, notando el clima peligroso Yamamoto y Gokudera rápidamente se apartaron del camino, el segundo arrastrando al perdido Ryohei con él. - No necesito nada de eso.

- Normalmente te permitiría que te resuelvas tú mismo, Hibari. - Reborn lo siguió, escondiendo su rostro debajo de su sombrero fedora. - Pero si quieres que suceda lo que estás pensando, tendrás que demostrarle que puedes soportar enfrentarle a él y recuperarte. Lo cual no sucederá si simplemente finges estar bien. - Él levantó su rostro, una sonrisa que prometía caos brillando en sus labios. - Ahora bien, si esta vez me escuchas y cooperas con Shamal, puedo encontrar la manera de cumplir tu deseo, en varias entregas.

Lluvia se volvió hacia la Tormenta en busca de una explicación, quien solo se encogió de hombros sin entender tampoco, Ryohei solo ladeó la cabeza.

La Nube todavía parecía molesta, su aura peligrosa no lo abandonaba. Sin embargo...

- ...Todo bien. - Concedió, para sorpresa de todos, incluso Kyoko y Enma, quienes de una forma u otra también sabían algo sobre el temperamento del hombre mayor. - Pero no esperaré más de una semana después de Año Nuevo.

- Es suficiente para mi.

- Me arrepentiré de esto… - Murmuró Shamal, alborotando su cabello, todavía acercándose.

- ¡Espera! ¡¿Qué hay de Tsuna ?! - Quiso saber Enma preocupado, al ver como Hibari se negaba a acostarse en alguna de las camas que sabía que estaban siendo utilizadas de forma inadecuada, limitándose a pararse junto al lecho del moreno.

Como si esas palabras lo convocasen, Tsuna lentamente comienza a abrir los ojos, claramente atontado, tratando de sentarse.

- ¡Tsuna! - Enma inmediatamente corrió hacia su amigo, su vaso se quedó atrás, flotando, denotando su nerviosismo. Kyoko y Chrome fueron las primeras en seguir porque estaban más cerca, a pesar de que el trío Lluvia-Tormenta-Sol no se quedó atrás.

-...¿Mmm? - Fue todo lo que el supuesto jefe pudo decir, mirando perdido a todas direcciones, como si tratara de entender dónde estaba, luego se rindió y soltó un largo bostezo, aún completamente dormido.

- Él está bien. - Shamal confirmó, poniendo los ojos en blanco mientras iba hacia la cama. - Ustedes son todos muy dramáticos.

- Pero el estaba. - Comenzó Enma, pero fue interrumpido por un objeto que Shamal sacó del bolsillo de su abrigo y le mostró. Un termómetro.

- Él está bien. - Reforzó. - Demasiado bien. No hay rastro de intoxicación por Gyoza Ken en él, ningún trauma o lesión, ni siquiera parece que lo hayan golpeado. Su temperatura también es normal y no hay nada en su sangre.

- Enma… - Dijo para luego volver a dormir sentado.

-...Entonces, ¿Por qué parece tan...? - Comenzó Gokudera un poco inseguro, al ver como su jefe no parecía procesar muy bien que tenía más compañía.

- Mi teoría es que alguien en el futuro lo mantuvo dormido e hizo un muy buen trabajo, me atrevo a decir, parece que le dieron a este niño un descanso como un león y no dejaron rastros de llamas o drogas.

- ¡¿Un enemigo?! - Dijo alerta Gokudera.

- Esta más para un aliado muy cuidadoso, si quieres mi opinión, por supuesto. - El italiano se encogió de hombros. - Más parece que este chico acaba de salir de un spa, y no de una pelea que destruyó parte de la escuela. A pesar de su mal gusto en los dibujos, quienes lo acompañaban sabían lo que hacían. - Una expresión de comprensión llenó el rostro de Chrome, aunque solo Reborn pareció notarlo.

Un nuevo bostezo y un posterior estiramiento perezoso reforzaron las palabras del médico.

- ¡Jaja, se parece a Xanxus! - Rió Yamamoto.

- ¡¿Qué?! ¡¿Cómo puedes comparar al Décimo con ese tipo?! ¡¿Y cómo lo sabrías de todos modos?!

- Cuando entrené con Squalo del futuro, él comentó que Xanxus parecía un gato vago cuando tenía sueño. Totalmente capaz de ignorar cualquier caos o peligro a su alrededor en favor de sus siestas.

- El Décimo nunca sería tan descuida-

Sin embargo, nunca pudo terminar su oración, porque en el siguiente instante el somnoliento Cielo comenzó a inclinarse hacia un lado, y se habría caído de la cama si no hubiera sido sostenido por Hibari, quien estaba en la posición precisa para tener el lado de su cuerpo utilizado como respaldo por el más pequeño.

Y a pesar de la suave caída, el nuevo peso sobre él hizo que todo el cuerpo de la Nube se estremeciera, siendo imposible ocultar una expresión de dolor.

- Sí chico, definitivamente te rompiste una costilla o dos. - Dijo Shamal viendo como Yamamoto tiraba de su amigo atontado hacia atrás, y Kyoya inmediatamente llevaba una mano al área afectada. - Quizás tres… - Añadió al ver que la expresión de dolor no desaparecía.

Una conmoción cerebral en la nuca, tres costillas rotas y una herida en la frente que necesitaría sutura, para ser precisos.

Shamal estaba terminando su diagnóstico, Tsuna ahora dormía contra el hombro de una Kyoko ruborizada, y Reborn tomaba foto de la escena para futuras chantajes cuando Kusakabe apareció en la puerta.

- Presidente. - Anunció su llegada. - La madre del estudiante, Shiyanukyuu Taniguchi, era reportera, y por eso acabó llamando a la prensa local aquí. - Anunció. - Hice todo lo posible por revelar lo menos posible, pero… - Y con esas palabras mostró la pantalla de un pequeño celular plegable. - Será mejor que lo veas.

Con un asentimiento de su jefe, el otro encendió un audio.

-...Sucedió en Namimori Chuugaku, un hombre enmascarado vestido con un traje de Namahage irrumpió en la escuela durante un festival deportivo fuera de temporada, atacó a once estudiantes, pero fue detenido por vuestra excelencia, el presidente del Comité Disciplinario, Hibari Kyoya.

"¡¿Excelencia?!" - Más uno pensó.

-...Las víctimas fueron trasladadas al hospital de la ciudad y están en tratamiento. Testigos dijeron al Diario Midori Garden que durante el enfrentamiento hubo un pequeño terremoto, provocando una fuga de gas y algunas llamas, pero ninguno de los estudiantes sufrió ningún tipo de quemadura, ¡Gracias a las rápidas acciones de nuestro honorable presidente!

"¡¿Honorable?!"

-...La policía estará investigando el caso, y la escuela estará cerrada durante los próximos días para someterse a renovaciones. En palabras del director de la institución, el señor- Y luego Kusakabe interrumpió la transmisión.

- ¡Caray! - Comentó Yamamoto con una gran sonrisa. - ¡El Tsuna del futuro será el tema de conversación en la ciudad durante años por haber causado toda esta confusión!

- ¡¿QUE YO HICE QUÉ?! - El grito del moreno, ahora completamente despierto, llenó la enfermería y el pasillo adjunto. Su rostro estaba pálido, claramente la noticia había logrado despertarlo. - ...Yo ...La bazuca... ¡¿Me golpeó la bazuca?! - Trató de decir, viendo la imagen fija de un Namahage del que se escapaba un mechón de cabello castaño por debajo de la máscara, y luego imágenes de toda la destrucción y los estudiantes heridos. - ¡¿FUI AL FUTURO OTRA VEZ Y MI YO MAYOR HIZO ESO?!

- ¡C-calma Tsuna! - Yamamoto comenzó a ver como el color desaparecía rápidamente del rostro de su amigo. - ¡Tu otro tú no sabías que eran estudiantes!

- ¡Eso es, Décimo! ¡Y fue culpa de ellos por no haber escapado lo suficientemente rápido!

- ¡HIIIIEEE! ¡Maldita sea! - Exclamó revolviéndose el cabello con exasperación, pareciendo incapaz de escuchar las palabras de sus amigos. - ¡¿Por qué mi versión del futuro siempre tiene que dar miedo?!

-...¡En realidad fuiste realmente genial, Tsuna! - Trató de consolar a Enma.

- ¡No me animes, Enma! No quiero ser… ¡ESO, en el futuro! - Señaló acusadoramente al teléfono celular, luego volvió a alborotar su cabello. - ¡¿Qué hice?! Que él... Que yo... ¡AAH! No quiero saber!

- Ruidoso. - Murmuró Hibari enojado, para comenzar a irse, con pasos lentos y cuidadosos, Kusakabe pronto lo siguió, no sin antes hacer una reverencia a todos en la habitación. Sin embargo, el presidente se detuvo en la puerta de la enfermería, de espaldas a todos. - Pequeño animal, herbívoro de la gravedad.

- ¡¿H-herbívoro de la gravedad...?!

- Parte de su premio será confiscado para renovaciones. - Esta información pareció traer una gran decepción a Enma y alivio a Tsuna, ya que era mucho mejor que ser mordido hasta la muerte. Y así la Nube se retiró, seguida de su brazo derecho.

- Bueno, fue suficiente caos por un día, felicitaciones Tsuna. - Provocó Reborn.

- ¡Aaargh, noooo! ¡No me felicites por eso!

- Ahora, vayamos a casa, está empezando a oscurecer, todos están cansados y heridos, así que nos reuniremos mañana para resolver cualquier otro problema que dejó atrás el destructivo y caótico monstruo de Namimori.

-...¡Porque tienes que referirte a él así! - Lo expresó, si cabe, aún más exasperado que antes.

-…En ese caso entonces Tsuna, nos vemos mañana, tengo que volver con mi familia, antes de que Adel se enoje. - Enma comenzó avergonzado, y por alguna razón estas palabras parecen devolver el moreno a la realidad.

- ¡N-no, Enma, espera! - Dijo, recomponiéndose todo lo que pudo. -…¿No podrías volver hoy a mi casa?

El pelirrojo parpadeó ante esas palabras, era como si el otro hubiera leído sus pensamientos sobre el miedo de enfrentar a su familia, pero no podía aceptarlo porque-

- ¡Está resuelto entonces! - Reborn pateó a Enma en la cabeza, tirándolo al suelo y usando su cuello como alfombra. - Entonces, vayamos todos a casa, porque mañana será monstruoso.

Al día siguiente, cuando se acercaba la hora programada para la reunión de la familia Vongola, Reborn había echado ágilmente a Tsuna y Enma de la casa, enviando a su alumno a explicar todo sobre la bazuca de diez años, y especialmente, sobre el Futuro Que Nunca Será al Shimon, pero no antes de escuchar quejas como: "¿Pero por qué yo?", "¿Por qué no puedo decírselo aquí en casa?", Y especialmente "Pero hoy es sábado y quería jugar video Juego con Enma! " Y como de costumbre, el Ex-Arcobaleno simplemente lo ignoró y cerró la puerta en la cara del dúo inútil.

- ¿Para qué sería esta reunión, Niño? - Yamamoto fue el primero en cuestionar, interés en su voz, sentado en la mesa de la cocina junto a Gokudera, Ryohei, Chrome, Bianchi, Fuuta y el mismo Reborn.

- Puedo ver en sus caras que a pesar de todo lo que hablamos ayer, todavía está muy agitados y pensativos. - Comenzó tranquilamente el asesino. - Así que me deshice de la pareja inútil y quiero saber qué piensan hacer con sus preocupaciones.

- ¡PERO POR SUPUESTO ESTAMOS AGITADOS, AQUELLO FUE EXTREMO! - Ryohei exclamó, levantando los puños. - ¡Aunque no he entendido absolutamente nada hasta ahora!

- ¡Porque eres tonto, Cabeza de Césped! - Contraatacó Gokudera enojado. - ¡Te he explicado varias veces lo que pasó ayer con el Décimo! - Y luego sus ojos se volvieron radiantes. - ¡No me canso de repetir cómo será aún más asombroso de lo que pensaba! Es una pena que su visita haya sido tan rápida...

- Bueno, aunque no duró mucho, ¡No hay duda de que se hizo aún más fuerte! ¡¿Qué fue aquello que hizo con las tonfas de Hibari?! Si fuera mi Shigure Kintoki el que se hubiera derretido así, no sabría qué hacer. - Completó Yamamoto, con las manos detrás de la cabeza, la curiosidad estampada en su rostro.

- Oye idiota, ¿Olvidaste que ese loco de Vindice te rompió las espadas? - Bromeó Gokudera, provocando que la sonrisa del otro vacilara por un momento.

- Sí, tienes razón, mi viejo me matará si se entera, sigo buscando la forma de arreglarla.* - Concluyó la Lluvia, riéndose para sí misma.

- ¡OH! Pero, por supuesto que Tsuna será extremadamente fuerte, ¡después de todo, ganó la batalla del poste! - Ryohei volvió al tema anterior, ignorando la conversación de los otros dos Guardianes. - Siempre he creído en él desde la primera vez que lo puse en esta competencia hace mucho tiempo. - El enérgico Sol no pudo evitar presumir de su hermanito.

- ¿Estás seguro de que no llevaba anillos? - Cuestionó Bianchi, queriendo volver al tema inicial de Reborn. - Porque nunca lo he visto quitárselo desde la Batalla contra Varia.

- Chrome tiene la teoría de que llevaba guantes especiales que ocultaban posibles anillos. - Reborn informó a la pseudo-amante que ayer no pudo asistir a la enfermería, por ayudar a los Ex-Arcobalenos a reorganizar el caos.

Chrome no pudo evitar sonrojarse ante la mención, pero un pensamiento más le vino a la mente.

- Sí... Pero... - Se mordió un poco el labio, tomando coraje, lo que era más difícil en un grupo tan grande. -…¿Y si el Jefe, en el futuro, solo no sea el Décimo Vongola?

Silencio.

Un silencio incómodo pareció llegar a todos, cada uno con sus propias reacciones.

- ¡No digas tonterías, estúpida! ¡Por supuesto que el Décimo será el Décimo! - Sin embargo, su tono sonaba un poco más vacilante de lo habitual.

- Si aún pudiera hacer clasificaciones, podría calcular la probabilidad de que el Hermanito Tsuna se convierta en el Jefe de los Vongola. - Se lamentó Fuuta.

- Está bien Fuuta, no es tu culpa. - Bianchi pasó una mano por el cabello del niño, tratando de consolarlo. - Esperemos a que mamá vuelva de compras con los niños y te haré una hamburguesa. - Fuuta se preocupó aún más por eso.

- ¡Espera, eso es! ¡Esperemos a que la Vaca Estúpida vuelva a casa y usemos la bazuca en él! - Exclamó Hayato pensando rápidamente. - Es mucho más seguro para el Décimo si le preguntamos a ese idiota que de todos modos está acostumbrado a viajar en el tiempo.

-...Pero ¿Qué pasa con toda esa historia de que la información sobre el futuro de otra dimensión podría no ser importante para nosotros? - Preguntó confundido Yamamoto leyendo claramente algo que había escrito en su propia mano, para desesperación de Gokudera. - ¿Y que lo más seguro sería quedarse con las vagas informaciones y todo eso?

- De hecho, sería lo más seguro, pero no sería divertido. - Dijo Reborn descaradamente con su mejor sonrisa caótica, lo que provocó escalofríos en más de uno, y un suspiro apasionado de Bianchi. - Por eso tuve la idea de hacer una competencia, al estilo Vongola.

- ¡UNA COMPETENCIA! ¡GANARÉ AL EXTREMO! - Ryohei, incluso sin esperar a saber de qué se trata la competencia, aceptó con un brillo en los ojos.

- Eeeeh... Sr. Reborn, ¿Está seguro de que una competencia en este momento sería apropiada? - Cuestionó la Tormenta.

- Acepto cualquier desafío que tengas, Chico. - Puso Yamamoto, con una sonrisa confiada en su rostro, ignorando lo que estaba escrito en su mano.

- ¿Y cómo funcionaría esta competencia, Sr. Reborn? - Preguntó Chrome con sospecha, con una mezcla de duda y curiosidad.

- Es simple, quiero que obtengas la mayor cantidad de información posible del Lambo adulto en relación al Tsuna del futuro, quien me dé más información al final del día gana. - Reborn respondió rápidamente con un brillo en sus ojos, aparentemente todavía sintiéndose desafiado por no haber podido extraer información personalmente del mayor.

Nada como un poco de caos rencoroso para empezar bien un sábado.

- NO SÉ CÓMO LO HARÉ, ¡PERO ASEGÚRESE DE QUE LO HARÉ AL EXTREMO! - Gritó Ryohei, cada una de sus palabras resonando en el vecindario.

- ¡Espera Cabeza de Césped! Ni siquiera sabes cómo el bazuc- Oh, no importa. - Gokudera se rindió, nuevamente, cuando vio que Ryohei ya se había ido.

- Uh... Muchachos. - Todos se volvieron cuando Chrome comenzó a hablar, haciéndola sonrojarse una vez más con tanta atención. - No creo que sea una buena idea espiar la vida del Jefe sin su consentimiento.

- Ella tiene razón, aunque no es una Guardiana, yo, como su mano derecha, ¡No creo que sea correcto lograr información sobre el Décimo de esa manera! ¿¡Cómo vamos a saber si la Vaca Estúpida del futuro viene del misma dimensión que la Décima que vimos!?

- No si importe con él, Chrome. - Dijo Yamamoto, colocando una de sus manos en el hombro de la Niebla, quien frunció el ceño con el discurso opuesto. - Tiende a ser así cuando se trata del futuro de Tsuna en Vongola, pero debes saber que eres tan guardiana como todos nosotros. Aun así, si no quieres, no necesitas participar, no estaremos enojados contigo, ¿Verdad Gokudera?

- Tsk, no es que me importe honestamente. - Contestó el de cabello plateado, todavía irritado. - ¡Espera! ¡No dije que iba a participar!

- Pues bien. - La atención ha vuelto a Reborn. - No me importa cómo lo haga, solo hazlo.

- Está bien, vamos Gokudera, tengo un plan. - Sin esperar la respuesta contraria, la Lluvia comenzó a arrastrar a su amigo con él a la habitación de su Jefe, quien maldijo todo el camino.

- ¡Hey, espera! ¡De nuevo no! ¡Ya no confío en ningún plan que venga de ti o del idiota del boxeo! ¡Y nunca estuve de acuerdo en que trabajaría contigo, maníaco del Baseball! ¡¿Me estás escuchando?!

Y cuando todos se dieron cuenta, ya se habían ido.

- ¿Crees que esto funcionará, Reborn? - Preguntó Bianchi mientras se quitaba las gafas.

- Quien sabe. - Respondió.

- Tengo un mal presentimiento, espero que Lambo esté bien. - Siguió Chrome, agarrando sus cosas y saliendo de la Residencia Sawada, no sin antes hacer una reverencia al par mayor y asentir con la cabeza a Fuuta.

Nana volvía a casa con Lambo e I-Pin, la japonesa sostenía dos bolsas llenas de comida, mientras la pequeña china comía una gyoza, el joven italiano comía una paleta de uva.

- Llegamos a casa queridos, ¿Cómo van las cosas aquí? - Preguntó Nana animada.

- Estamos bien Mamá, ¿Qué tal las compras? - Respondió Reborn en el regazo de Bianchi, recibiendo una caricia de ella.

- ¡Todo estuvo genial, carne y huevos estaban de rebajas! ¡Se ven sabrosos, esperaré a que Tsu vuelva a casa y haré deliciosas hamburguesas! - Lo dijo con una gran sonrisa en su rostro, haciendo que Fuuta sintiera una sensación de alivio recorriendo su cuerpo, mirando a Bianchi de reojo.

- No se agote, Mamá, todavía necesita recuperarse del estrés del exceso de trabajo. - Mintió Bianchi, recordando el ataque de Vindice.

- Tonterías, nunca he estado con tanta energía como ahora. - Refutó yendo a la cocina.

- Oye, Lambo. - El Guardián del Rayo se volvió y vio a Yamamoto llamándolo desde lo alto de las escaleras con una gran sonrisa en su rostro. - Ven aquí, compré un juego nuevo, apuesto a que no puedes vencerme.

- ¡JAJAJA, nadie le gana al Grande Lambo! ¡El Grande Lambo es invencible! - Dijo el antes mencionado con seguridad, saltando rápidamente entre los escalones mientras el jugador de béisbol regresaba a la habitación.

- Aarrg... ¿Por qué acepté esto? - Un murmullo irritado sonó desde alguna parte.

- Relájate, todo va según lo planeado. - Susurró el espadachín mientras encendía el videojuego. - Tranquilo, ya viene.

- ¡Cómo se atreve!

- ¿Oya? ¿Con quien estás hablando? ¿Dónde está Inutil-Tsuna? - Cuestionó Lambo mirando por todos lados.

- Estaba pensando en voz alta. - Respondió rápidamente la Lluvia golpeando sutilmente algo debajo de la cama, su sonrisa nunca abandonó su rostro mientras miraba al niño. - Y Tsuna se fue con Enma antes de que llegaras, probablemente regresará antes de la cena.

-...Pero es Inútil-Tsuna el que suele jugar con el Grande Lambo, junto con Fuuta e I-pin. - Murmuró el chico. - ¿Qué hay debajo de la cama? - Quería saber al ver que el más grande parecía haber golpeado algo de nuevo.

- Es que me senté mucho tiempo jugando, ¡Ahora necesito estirar los pies! - Con eso, simuló una carrera corta en su lugar, luego se sentó en el suelo con un ruido sordo. - ¡Eso es porque el juego que compré es muy divertido y no pude parar! ¡Vamos, juguemos juntos hasta que llegue Tsuna!

- ¿Y qué juego es este? - Preguntó Lambo, más interesado ahora, con un brillo en sus ojos.

- Es un juego que compré recientemente, Iso Meshi Kyoudai.* - Explicó Yamamoto, dándole el segundo control a Lambo. - ¡Habla sobre dos hermanos que prometen en una orilla rocosa que serán los mejores jugadores de béisbol del mundo mientras luchan contra manos demoníacas!

-...¡¿Qué?! - Hubo un murmullo, no tan bajo, proveniente de debajo de la cama, pero amortiguado por la risa del niño.

- JAJAJA, no importa cuál sea el juego, ¡El Grande Lambo siempre ganará!

- Bien, veamos. - Respondió la lluvia haciendo una seña a Gokudera.

En respuesta, el otro guardián salió de su escondite y rápidamente atrapó a Lambo por detrás, sacudiéndolo por sus piernas.

- ¡GUPYAAA! ¡ESTUPIDERAA, LIBERA EL GRAN LAMBOO! - Gritó, luchando y tratando de soltarse.

Granadas, balas de uva, un control remoto y un par de monedas estaban presentes antes de que la familiar bazuca púrpura saliera del cabello de Lambo y aterrizara sobre sus pies, justo cuando un niño logró liberarse, solo para caer directamente en la tubería del arma.

- Jaja, ¿Ves? Dije que funcionaría. - Se jactó el jugador de béisbol mientras el humo llenaba la habitación.

- ¡Cállate, maníaco del béisbol! - Replicó el italiano japonés mientras se sacudía el polvo.

- Bueno bueno, ha pasado un tiempo desde la última vez, ¿No? Gokudera, Yamamoto. - Habló el Lambo adulto, saliendo del humo lleno de heridas. Tenía bandas alrededor de la cabeza, algunas alrededor de las muñecas y un corte particularmente profundo en la mejilla derecha, que el niño pinchaba distraídamente. Si eso no fuera suficiente, al cambiar el reposapiés, el viajero del tiempo hizo una leve expresión de dolor.

- Ah, todo este tiempo, y tú eras el Lambo del futuro. - Razonó Yamamoto, golpeando sus manos juntas.

- ¡¿Cómo puedes ser tan ajeno, idiota del béisbol?! - Gokudera ya no podía soportar más esta historia de viajes en el tiempo.

- Jaja, lo siento, ha pasado un tiempo desde la última vez que nos vimos, y por cierto, ¿Soy solo yo o creciste aún más?* No recuerdo que fueras tan alto la última vez que te vi.* - Preguntó Yamamoto con curiosidad.

- Digamos que crecí con el tiempo. - Puso el Rayo de forma trivial, encogiéndose de hombros. - Y tomó tiempo, pero es bueno saber que finalmente sabes quién soy Yamamoto.

- ¡Oye, Vaca del Futuro! ¿De dónde sacaste tantas heridas?

- Oh, ¿Sobre eso? - Lambo miró a ellas con cierta vacilación. - ¿Cómo puedo explicarlo? Pelea en la familia, las cosas se pusieron violentas bastante rápido. - Respondió con cansancio en su voz. - Ha pasado un tiempo desde que me metí en una pelea real, y ese fue el precio.

- Vaya, parece que tendremos mucha acción en el futuro, ¿No es Gokudera? - Divagó el japonés con interés.

- ¡Nadie te dijo que no entrenaras! Ahora vayamos al grano, tenemos algunas preguntas para ti, Vaca Estúpida. - Lambo se volvió hacia el de cabello plateado. - Dentro de diez años, ¿El Décimo es el Jefe de los Vongola o no? - La tormenta fue directa, sin esperar ninguna secuela del Lambo de diecisiete años. La pregunta tomó a la Lluvia desprevenido, quien miró a su amigo con el ceño fruncido.

"Entonces, a pesar de lo que le dijo a Chrome, estaba realmente preocupado por eso". - Pensó, viendo desde el acompañante al joven adulto que también había sido pillado con la guardia baja.

- Oye oye, cálmate, ¿Sí? ¿Por qué preguntar esto tan de repente? - Lo cual inmediatamente se puso a la defensiva.

- Es solo que ayer vimos al Tsuna del futuro, o mejor dicho, no lo vimos exactamente, así que nos quedamos con muchas dudas, nos gustaría saber si tienes alguna respuesta para nosotros. - Tranquilamente Yamamoto explicó la situación.

- Así que realmente no me estaba tomando el pelo… - Reflexionó Lambo para sí mismo.

- ¡¿Él quien?! - Exclamó Gokudera.

- Oh, nada, nada, no dije nada. - Hablo el Rayo mientras agitaba sus brazos frenéticamente, provocando que Takeshi frunciera levemente el ceño, al igual que su compañero, sin creer en lo más mínimo esta excusa.

- Que sea. - Espetó la Tormenta, ya impaciente, enfocándose en volver al tema principal. - Repetiré la pregunta Vaca Estúpida, y esta vez quiero que respondas, ¿En qué se convirtió el Décimo en el futuro?

- Ahora, esto es un poco complicado. - El viajero del tiempo comenzó a rascarse la nuca. - Tsuna es muchas cosas, probablemente ni siquiera debo saber la mitad de ellas. - Reflexionó con expresión pensativa.

- ¿Cómo es posible que no sepas algo tan sencillo? - Preguntó indignado el peliplateado.

- ¿Por qué dices eso, Lambo? - La pregunta vino de un Yamamoto confundido. - Gokudera tiene razón, esto no debería ser algo tan difícil de saber.

- Es que ya no estamos tan unidos desde que se fue de la casa de Mamá, no conozco todos sus pasos, tomamos caminos diferentes. - Lo puso un tanto melancólico sin mirar a ninguno de los dos exactamente.

- Entonces significa que eventualmente se moverá de aquí, ya es información útil. - Pensó en voz alta el deportista.

- Claro que no idiota, es obvio que habría dejado la casa de su madre, probablemente para mudarse a Italia. - Contrarrestó la Tormenta, tratando de recordar lo que dijo Lambo la última vez que se vieron. - Así que de eso estabas hablando en la batalla contra Shimon, esa charla de "mantenerte siempre cerca" que le dijiste a Décimo, ¿Era a eso a lo que te referías? ¿Por qué en tu tiempo esto no sucedió?

Ese comentario hizo que Yamamoto enarcara una ceja, pero decidió preguntar después de que Lambo se fuera.

- No me malinterpretes, Gokudera - Suspiró el mayor, pasando sus manos por su cabello, que comenzaba a crecer más largo, en una pequeña mezcla de su versión adolescente con la que llegaría a tener a los veinticinco. - Aún lo considero mi hermano mayor, pero pasaron muchas cosas, él siempre hizo todo lo posible para mantenerme fuera de peligro, incluso si eso significaba mantenerme alejado de él. - Terminó con un toque de nostalgia.

- ¡Estúpida Vaca! ¡Deja de engañarnos y de esquivar mis preguntas! ¡Contéstales de una vez! - Exclamó, sacando su dinamita, preparándose para atacar a Lambo, quien comenzó a desesperarse con la situación.

- Cálmate, cálmate Gokudera, no podemos tardar mucho, déjame hacer una pregunta también. - Dijo Yamamoto entrando frente a la Tormenta, lo que, por ahora, le hizo quedarse con las bombas, aunque estuviera completamente trastornado. - Oye Lambo, ¿Cuál de nosotros será la verdadera mano derecha de Tsuna en el futuro? - Preguntó el moreno japonés, con una sonrisa levemente aterradora.

- Eeeeh... Ah... - Lambo no reaccionó, al ver esas dos presencias amenazantes presionándolo de repente. - Oh no, el hermanito Mukuro me advirtió que esto podría pasar. - Esto los sorprendió a ambos y olvidaron temporalmente sus propias preguntas.

- ¿Hermanito? - Preguntó la Lluvia.

- ¿Mukuro? - Terminó la Tormenta con incredulidad.

- En ese caso, tendré que usar esa maniobra. - Lambo decidió, y antes de que alguien pudiera hacer algo, simplemente corrió por la habitación y saltó por la ventana abierta del segundo piso.

Justo cuando estaba a punto de caer al suelo, sin embargo, el tiempo de la bazuca terminó, y el Lambo de su tiempo regresó en el aire con una paleta en la mano, terminando con ambos chocando en el jardín.

Al ver su piruleta totalmente destrozada, Lambo comenzó a llorar sin cesar, pidiendo a gritos el nombre de su mamá para que le diera más dulces. Hasta que, de repente, el niño se detiene cuando ve algo en la pared exterior de la casa.

- ¡GUPYAA ! ¡UNA ARAÑA GIGANTE! - Gritó el Bovino, buscando en su cabello alguna granada para hacer estallar el arácnido que colgaba boca abajo sosteniendo algo púrpura en sus telarañas. - Oye, ¿¡Esa es mi bazuca!?

- No tengas miedo hijo mío, me conocen como el Hada-Araña-Protectora-de-Niños-Vacas-Estúpidos-, pero puedes llamarme Araña-Hada. - Una sonrisa caótica se formó en el rostro del disfrazado Reborn mientras le devolvía el arma al niño, quien volvió a esconderla en su cabello.

- ¿Oya? Hada Araña. - Repitió el Rayo, ni siquiera sabía que las arañas podían hablar. - ¿Tienes dulces para el Grande Lambo? - Preguntó inocentemente, queriendo aprovecharse de la situación.

- Lo siento joven, pero no llevo ningún dulce conmigo, sin embargo, escuché que Inútil-Tsuna tiene miles de dulces, y prometió darte todos si te encuentras con él en la misma escuela que ayer. ¿El Grande-Estúpido-Lambo sabe llegar solo a la escuela?

- ¡¿DE VERDAD?! ¡CLARO QUE SÍ! ¡EL GRAN LAMBO CONOCE EL CAMINO! ¡EL GRAN LAMBO SE COMERÁ TODO EL CARAMELO! - Exclamó alegremente sin darse cuenta de que estaba siendo ofendido nuevamente. Y con eso, el chico se echó a correr hacia Chuugaku.

- Tan fácil como quitarle un caramelo de la boca a un niño. - Terminó sus dichos, quitándose el disfraz.

- Él está bien, pero nuestro Lambo ha vuelto. Al parecer, el Niño le habló. - Explicó Yamamoto apoyándose en la ventana del dormitorio de su amigo. - Parece que se escapó a alguna parte.

- ¡Maldición! ¡Maldita vaca! Se nos acaba el tiempo, ¡Vamos tras él!

Así que ambos corrieron hacia la puerta del dormitorio en un intento de seguirlo y así obtener una respuesta decente.

Sin embargo, ambos fueron interceptados por una Bianchi en lo alto de las escaleras vestida como una jueza de béisbol, sin las gafas, lo que provocó que Gokudera cayera inmediatamente con un dolor de estómago.

- ¡STRIKE UNO, ustedes están fuera! - Exclamó la joven echándose la gorra con estilo.

- Aaaarh hermanaa...

- ¡¿Qué?! - Exclamó la Lluvia, descontenta. - ¡Pero tienen que ser tres strikes!

- No. En la mafia, con un Strike te mueres. - Destacó sacando de algún lugar un pastel podrido con forma de pelota de béisbol. - Ahora que los dos fallaron, el castigo será comprar todo lo que mamá olvidó en el mercado, con su dinero, obviamente. - Terminó sus dichos entregando una enorme lista de artículos a Yamamoto. - No olvides llevar a Hayato contigo cuando se despierte.

- ¡Pero ni siquiera tengo dinero!

- Puedes comer mi pastel ent-

- ¡ESTAMOS YENDO! - Y echando a su amigo sobre sus hombros, la Lluvia se escapó, fallando moral y financieramente.

-.-.-.-.-.-.-.-.-

Lambo, con un nuevo objetivo en mente, corrió hacia Namimori Chuugaku en busca de Tsuna, llamando la atención de muchas personas en el camino mientras rebotaba entre las paredes tarareando, su piruleta destruida ya olvidada frente a la promesa de muchos otros dulces y jugar con el moreno, una idea que surgió de su cabeza.

Sin embargo, tan pronto como llegó a las puertas de la escuela, una figura familiar se interpuso en su camino. Hibari Kyoya.

- ¿Qué haces aquí? - Quiso saber el Guardián de la Nube, cruzando los brazos, sin dejar la entrada.

- ¡DÉJAME ENTRAR! ¡QUIERO JUGAR CON TSUNA! - Gritó Lambo, ya buscando las granadas en su cabello. - ¡Y TODOS MIS CARAMELOS!

- Repito, ¿Qué haces aquí?

- NO ES TU NEGOCIO, DÉJAME ENTRAR, TE HE DIJO QUE QUIERO VER TSUNA. - Insistió el chico, exasperado al darse cuenta de que no encontraba sus granadas.

- Vuelve a casa niño, el Pequeño Animal no está hoy en la escuela, es sábado y el segundo día del festival deportivo ha sido cancelado. - Respondió el mayor sin interés, haciendo un movimiento para irse.

- ¡NO! - Insistió, volviendo a quitarse la bazuca de los cabellos, algunas lágrimas comenzando a salir de sus ojos, mientras saltaba al arma.

Hibari, recordando que esa cosa era lo mismo que lo llevó al loco futuro de Byakuran, y comenzó toda la destrucción de ayer, inmediatamente asumió la postura de batalla, solo para darse cuenta de que todavía estaba sin sus tonfas después de que las principales se habían derretido en el día anterior, lo que inmediatamente lo puso de mal humor, había estado tan perdido en sus pensamientos sobre la pelea con el Animal Salvaje y lo que él había dicho ayer, que se había olvidado de proporcionar su par de respaldo.

Mordería a Kusakabe más tarde por no haberle recordado que hiciera esto.

- Mmm. - Solo dijo, reconociendo la figura que comenzaba a manifestarse a través del humo.

- Bueno, ¿Dos veces en el mismo día? Había pasado un tiempo desde que eso sucedió. - Dijo Lambo preocupado, aprensivo por lo que sucedería, solo para sentir una mezcla de alivio y pavor cuando identificó la figura del otro guardián. Al menos ya no eran Yamamoto y Gokudera, lo cual fue una mejora.

- Vete. - Fue la respuesta que recibió de Hibari, definitivamente ahora le dando la espalda al recién llegado.

- ¡Hey, espera! - Sin embargo, el más joven volvió a llamar su atención. - Tengo algo que darte. - Explicó buscando en su bolsillo.

- ¿Qué quieres, Herbívoro? - Preguntó sin paciencia.

- Tsuna me pidió que te diera esto. - Habló Lambo mientras le muestras a Hibari una Box morada. Ante la mención del castaño, la Nube comenzó a prestarle verdadera atención. - Y con eso me refiero al Tsuna de mi tiempo, el que aparentemente luchó contigo ayer.

Hibari miró la caja ligeramente por un momento, luego simplemente la ignoró y volvió a su camino.

- ¡Espera! - Corrió unos pasos detrás del otro, deteniéndose abruptamente cuando se dio cuenta de que si hacía un movimiento más, recibiría al menos un puñetazo de la figura desarmada frente a él. - ¡C-cálmate! Es una Box de almacenamiento, tiene nuevas tonfas del futuro hechas especialmente para ti, es una especie de disculpa de Tsuna por no poder pagar el daño que hizo. - Explicó bastante aprensivo de tener que lidiar con el otro sin nadie más alrededor en caso de que algo salga mal.

Hibari miró la caja una vez más, notando un patrón de nubes dibujados en sus lados y una nota pegada a ella que decía en caracteres chinos perfectos: "Lamento lo de ayer." - Tsunayoshi.

- Esa no es la letra del Pequeño Animal. - Lo puso simple, conocía bien la caligrafía del moreno, teniendo que firmar sus exámenes para demostrar que estaba al tanto del mayor fracaso de la escuela, y ella no era ni remotamente tan hermosa como esa teñida en el papel.

- ¡Pero él lo escribió! ¡Lo juro! ¡Lo vi haciéndolo yo mismo con el pincel que le di de Navidad! - Se defendió el más joven. - ¡Se tomo una de sus propias Box para que yo se la diera cuando volviera aquí!

- Mmm. - Replicó nuevamente, decidiendo tomar dicho objeto, ignorando el suspiro de alivio del otro con la acción.

- Grazie, me vería obligado a comer brócoli si no pudiera darte esto. - Confesó el más joven. - Así que ahora voy a-

- OYEEEEEEE. - Un grito resonó en la escuela. - ¡TÚ, TE ESTABA BUSCANDO! - Exclamó el Sol, estaba bastante sudoroso, como si hubiera corrido por toda la escuela.

- Oh, hola Ryo-

- Oye, ¿Has visto a Futuro Lambo o como se llame?

- Eeeeeh... ¿Qué? - Preguntó Lambo del futuro, confundido. Hibari, viendo a lo que iba a llevar esto, finalmente caminó de regreso a la escuela lo más rápido que pudo.

- Sentí tu llama o algo así, es muy similar a la llama del chico de la casa de Tsuna, ¡Así que vine corriendo aquí! - Dijo Ryohei, con fuego en sus ojos.

- Bueno, soy el Lambo del futuro, pero… ¿Cómo sabías que estaría aquí?

- OH, ¿Pero no es obvio? ¡Las cosas más extrañas pasan en esta escuela! La batalla contra ese tipo excéntrico de Varia, cuando fui al futuro, oh, y también cuando Hibari destruyó fácilmente a-

- Bien, bien, tienes un argumento sólido ahí. Maldita sea, había olvidado cómo gritabas en el pasado. - Se quejó Lambo tapándose los oídos. - Déjame adivinar, ¿También quieres saber sobre el Tsuna del futuro?

- SÍ, EXTREMADAMENTE SÍ, ¿CÓMO ADIVINASTE? - Exclamó el sorprendido boxeador.

- Bueno, ¿Qué tienes que preguntarme? - Dijo Lambo con desinterés.

- ¿CUANTOS AÑOS TIENE EL TSUNA DEL FUTURO?

- ¿QUÉ? Esto no es obvio, el nombre de la bazuca es literalmente bazuca de-

- SOLO RESPONDA LA PREGUNTA. EL BEBÉ ME DIJO QUE TENEMOS POCO TIEMPO, Y NECESITO SER RÁPIDO AL EXTREMO.

- Está bien, está bien, ¿Qué mes es ... Eeeh, diciembre? Entonces tiene 25 años.

- PERFECTO, ¿FINALMENTE ENTRÓ AL CLUB DE BOXEO?

- Eeeeh no.

- MALDICIÓN, TENGO QUE INSISTIR MÁS EXTREMADAMENTE.

Lambo se limitó a mirar, esperando que el tiempo pasara más rápido.

- ¿CUÁL SU TALLA DE ZAPATO? - Preguntó recordando que ese tipo alto vestía una especie de Zouri, debía ser importante.

- ¿QUÉ? ¿Por qué iba a saber esto? - A veces se preguntaba cómo funcionaba el razonamiento de su amigo Guardián.

- RESPONDA LA PREGUNTA RÁPIDAMENTE.

- ¡Yo no sé! ¡Él manda hacer sus propios zapatos! - Respondió con sinceridad, nunca en su vida pensó que recibiría preguntas tan específicas relacionadas con quien consideraba un hermano.

- BIEN, ¿CUÁL ES SU COMIDA FAVORITA?

- ¡Son demasiados para enumerarlas! Le gustan muchas cosas, incluso más-

- ¡DÍGALO PRONTO! ¡LO MÁS EXTREMO DE ELLOS!

- Eeeeeh ... ¿Tomates? Las cosas se ponen extremas cuando se trata de tomates. - Dijo torpemente.

- ¿EXTREMO? PERFECTO.

- Puedo irme…?

- ¡ESPERE! TENGO ALGUNAS PREGUNTAS MÁS.

- Oh mi Cielo ...

-.-.-.-.-

Era cerca del atardecer en Namimori, mientras Tsuna y Enma caminaban por el centro comercial de la ciudad, viendo algunas caras familiares paseando, haciendo compras y otros incluso comprando pasteles. Lo que hizo que el moreno inmediatamente pensara en Kyoko, lo que lo puso completamente rojo, al igual que el pelo de su mejor amigo.

- ¿Oye, Tsuna…?

- ¡Aaaah! - La voz de Kozato lo hizo saltar, casi como si saliera de un trance. - Jeje, lo siento, me distraje un momento.

- No te preocupes, yo también me distraigo cuando estoy en la multitud, Adel me sigue diciendo que tengo que prestar más atención, es un poco aburrido toparse con gente todo el tiempo, ¿No? - El Cielo solo asintió, tampoco se llevaba muy bien con las multitudes, a veces se identificaba con Hibari en esos momentos. Preferiría que el otro nunca se enterara de eso. - Es solo que me estabas explicando por qué se fueron al futuro, y luego se detuvo por completo. Sé que esta historia de aparecer en tu propio ataúd es extremadamente inquietante, así que... Si no quieres hablar más, entenderé y respetaré tu privacidad.

- Oh no, está bien, es solo que... ¿Podemos ir a un lugar un poco más aislado? Tengo miedo de hablar de este tipo de cosas con tanta gente alrededor. - Dijo avergonzado.

"Sin mencionar que no tengo idea de cómo explicarle sobre Byakuran." - Pensó mirando a su alrededor y viendo como el comercio estaba bastante ajetreado, se preguntó si su madre había logrado hacer las compras y llegar a casa sana y salva.

- No hay problema, solo déjame pasar por la tienda y comprar algunas cosas para el hogar...

"Aunque el dinero es un poco escaso…" - Enma también estaba perdido en sus propios pensamientos, recordando la desgracia de no haber ganado casi nada con esa extraña disputa del poste.

- ¡Espera Enma! - Shimon se sorprendió por el grito contrario, ya preparando su llama por si hubiera necesidad.

Hasta que vio a una Niebla familiar saliendo de una tienda, sosteniendo una bolsa con varias compras.

- Oh, es Chrome. - Dijo el Cielo.- Desde la distancia, incluso pensé que era Mukuro, ambos tienen el mismo cabello en forma de piña después de todo, pero no podía ser, yo no había sentido su presencia... En realidad no lo he hecho hace días, me pregunto si está bien. - Divagó la parte final, como perdido en sus propios pensamientos otra vez. - ¡OYE! ¡Chrome!

- Oh... Hola Jefe, Sr. Kozato. - Saludó, luego recordando el concurso que les había propuesto el Sr. Reborn, en el que ella se había negado a participar porque era algo tan invasivo como escuchar a escondidas la vida de su futuro Jefe. Consideró si sería correcto decirle lo que planea el Ex-Arcobaleno.

- Hola Chrome, ¿Cómo estás? - Preguntó el de cabello castaño.

- Eeh… Jef-

- Oye, ha pasado… Mucho tiempo señorita Dokuro. - Antes de que pudiera decir nada, la Tierra dio un paso adelante, aunque tímidamente. - Sé que trabajamos juntos en la Batalla de Representantes, pero nunca tuve la oportunidad de agradecerte adecuadamente por la pelea contra Daemon, si no fuera por tu barrera de niebla, habría muerto en el ataque de Tsuna, gracias. muchas gracias en verdad! - Sus palabras hicieron que Chrome se sintiera incómoda, no era común que ella recibiera cumplidos, especialmente de alguien que no estaba tan cerca de ella.

- Pero no dispararía sin la barrera… - Dijo el moreno con torpeza, más para sí mismo.

- Y también me gustaría agradecerte por decirle a Tsuna que mi gravedad sería útil en la competencia, sentí que realmente confiabas en mí, así que gracias de nuevo. - Al final de sus palabras el japonés se inclinó levemente.

- Bien... También agradezco toda la ayuda que nos has brindado. - Del color de su cabello, Enma se sonrojó con los cumplidos de la Guardiana, tampoco estaba acostumbrado a que le elogiaran. - Pero... Eeh, Jefe...

- ¿Qué fue Chrome? ¿Sucedió algo? - Interrogó el alumno, sintió que su amiga tenía algo importante que decirle, pero no sabía exactamente qué era.

- Ah, no es nada, fue bueno verte, Jefe, Sr. Kozato, cuídense. - Y con una reverencia incluso más formal que la del Guardián de la Tierra, se despidió de ellos.

- Está bien... Nos vemos luego Chrome. - E incluso sin entender, ambos se despidieron.

- ¿Ella siempre actúa así, Tsuna? - Preguntó Shimon con sinceridad, interesado en su comportamiento, haciéndole recordar mucho de sí mismo antes de conocer a su amigo. - Por cierto, ¿Cuándo se conocieron?

-...Bueno, esa es una historia divertida, creo... - Comenzó el moreno.

"Y me dará tiempo para pensar en cómo explicar sobre Byakuran sin hacer que Enma se asuste… Mucho." - Pensaba por otro lado, agradecido por el cambio de tema.

Las palabras contrarias solo hicieron que el niño con ojos similares a brújulas se sintiera aún más curioso cuando comenzó a escuchar la historia del segundo Guardián de la Niebla.

-.-.-.-.-

-...¡Y ESA FUE MI ÚLTIMA GRAN PREGUNTA !

"Finalmente..." Lambo no podía soportarlo más, luego se detuvo, como si reflexionara sobre lo que el otro había dicho. - Bueno, esa última sí es una pregunta interesante.

- ¡¿Como así?! ¡Todas mis preguntas son interesantes! - Exclamó el Sol indignado.

- Bien, este es muy simple, Tsuna es en realidad-

PUUFF

- ¡NOOOOO, PORQUE AHORA! - Gritó el boxeador, cayendo de rodillas y levantando los puños hacia el cielo mientras la pequeña figura de Lambo aparecía del humo con un paquete de dulces ahora vacío.

- Uh, ¿Qué pasó? - Preguntó el niño.

- Ah, está bien, ya tuve suficientes respuestas, ¡Definitivamente ganaré esta competencia! - Dijo Ryohei mientras levantaba a Lambo y lo colocaba sobre sus hombros. - Oye chico, como recompensa por tu extraño amigo ayudándome, te compraré una bolsa de caramelos ¡EXTREMA!

- YAAAAAY, CARAMELO, EL GRAN LAMBO SE COMERÁ TODO EL CARAMELO. - Gritó el chico de alegría, olvidándose ya de que estaba buscando a Tsuna.

-.-.-.-.-

- ¡¿QUÉ?! ¡¿CÓMO ES QUE ELLA NO TIENE ÓRGANOS?! - El asombro de Enma hizo que Tsuna se sobresaltara, aunque no hubiera nadie allí, con su amigo gritando así, nada impediría que algún ciudadano pasara y escuchara la conversación, especialmente cierto conocido del Vongola, atraído por sus llamas y principalmente por lo que fue gritado. - ¡¿Cómo funciona eso?! - Bajó un poco la voz cuando aparentemente se dio cuenta de lo mismo.

Los dos estaban sentados en una colina frente a un río, al lado de un puente, un entorno con el que ambos ya estaban muy familiarizados, para Tsuna, fue en este mismo lugar donde le dijo toda la verdad a Kyoko cuando estaban en el futuro, por parte de Enma, fue donde conoció a su amigo Skull, al mismo tiempo, fue en estas aguas donde cayeron los dos, por torpes, hace poco más de un mes, y así pudieron hablar por la primera vez, y aun no siendo el mejor de los comienzos, fue una forma divertida de entablar una amistad.

- Sabes Enma, de todas las cosas raras que ambos vimos, que alguien se las arregla para vivir con órganos ilusorios es una de las menos raras… - Lo expresó un poco torpe el moreno, pensando en un mejor ejemplo. - ¿No recuerdas lo que te pasó? ¡Casi te conviertes en un agujero negro! - Exclamó con un toque de gracia, gesto que hizo reír sutilmente a su amigo pelirrojo.

- Tienes razón, creo que tener órganos ilusorios es incluso normal entre nosotros, aunque todavía lo encuentro extraño... - El chico de los ojos de brújula se puso la mano en la barbilla, pensativo. - Quiero decir, todavía no entiendo cómo funciona esto de las Nieblas y las ilusiones, la pelea contra Daemon me dejó más confundido y asustado que cualquier otra cosa, pero creo que debe parecerse a la Llama del Desierto de Julie, ¿No? Adel me explicó innumerables veces cómo funcionan las llamas de nuestra familia, pero personalmente nunca lo entendí del todo, especialmente cuando se trata de la Llama de Kaoru. - Terminó con gracia.

- También me pierdo un poco con todo el asunto de las llamas, pero una cosa de la que estoy seguro es que Nieblas pueden hacer cosas impensables, más aún Mukuro y Chrome. - Una sonrisa genuina cruzó el rostro del Vongola. - Sabes, estoy muy feliz de que poco a poco ella esté logrando su independencia, es más fuerte de lo que parece, y sin duda muy valiente.

En ese momento, sin embargo, su mirada se volvió un poco triste, preocupando a su amigo.

- Ojalá tuviera ese coraje, aunque no es la misma situación, a veces siento que Reborn es como mis brazos y mis piernas, pero a diferencia de ella, no me veo más viviendo sin él. - Suspiró con una mirada lejana.

Esto hizo que a Enma se le hundiera el corazón al recordar cómo en la semana que se fue el Ex-Arcobaleno, él también estaba lejos de su amigo, incapaz de apoyarlo y recordarle que no estaba solo. Estaba a punto de decir algo al respecto cuando, casi como si lo que sentía no fuera importante en comparación con lo que estaba diciendo antes, el moreno volvió a sonreír mientras seguía hablando de su Guardiana.

- Pero ahora Chrome puede encajar con todos, a pesar de que es muy tímida… O casi todos, todavía tiene un poco de miedo de hablar con Hibari y Gokudera, pero ¿Quién no? - Y se rió suavemente de su propio comentario, aunque el pelirrojo con disgusto se dio cuenta de que no era una risa muy sincera. - Pero estoy seguro de que poco a poco podrá hablarnos a todos, de verdad creo en eso.

Pensar que luchar contra un fantasma vengativo, o un no-muerto maldito no era ni siquiera la mayor aventura que la Décima Generación de los Vongola había tenido, hizo que el de ojos rojos se preguntara qué más aventuras Tsuna del futuro tuvo en su propia vida, ya que ahora entendía mejor quién él era.

"¿Estaré cerca para ver? Todavía quiero entender qué es este incidente de Parmo." - Pensó para sí mismo.

- Ah, ¿Escuchaste eso, Enma? - La pregunta de Sawada llamó la atención de Kozato, al ver como su amigo parecía estar buscando algo en la colina.

- No oí nada. - Aún así se levantó para ver si veía algo. - Está desierto.

- Qué extraño, solo estamos los dos aquí, debe haber sido mi imaginación entonces... - Enma encogiéndose de hombros se sentó de nuevo.

- El Vongola está mejorando, casi me vieron. - Dijo cierta persona ajustándose las gafas, a quien la vida le enseñó a caminar sin ser localizado, y recabar, lo más silenciosamente posible, información para su jefe. - Se está volviendo una persona interesante.

Y sin más, siguió su camino dejando atrás a los amigos, llevándose sus propias compras a su "casa''.

- Pero sabes, Tsuna. - Shimon volvió al tema poco después de la interrupción. - Me has contado mucho sobre cómo funciona la bazuca y mencionaste algo sobre este Irie Shoichi, y cómo planeó con otra versión tuya del futuro ir a su época, pero hay algo que parece que estás evitando... - Esas últimas palabras no agradaron en absoluto al Cielo, que lamentó internamente que su amigo se hubiera dado cuenta de qué no quería hablar. Era mucho más astuto que Gokudera y tan sospechoso como Yamamoto o incluso Reborn. - Quiero decir, ¿Por qué tuviste que ir al futuro en primer lugar? ¿Tiene algo que ver con un cierto Byakuran? Porque eso es lo que todos decían cuando hablaban de lo sucedido en ese lugar. "En el tiempo de Byakuran." - Parafraseó lo que había oído decir a Reborn. - ¿Fue él el motivo de tu viaje?

- Entonces… - El castaño comenzó avergonzado, pensando en cómo desviar el tema de nuevo, sin embargo, aunque sin querer, el pelirrojo parecía haber visto sus intenciones. -…No es realmente importante.

- ¿Cómo puede esto no ser importante? - Quería saberlo aún con más sospecha. - ¿Quién es realmente este tipo Byakuran, Tsuna? ¿Tú no confías en mí?

- ¡No es que no confíe! - Se adelantó para defenderse, agitando los brazos frenéticamente. - Solo no quiero preocuparte innecesariamente.

- Que me mantengas en la oscuridad es lo que realmente me preocupará. - Acusó Shimon con un suspiro. - Sé que no nos conocemos desde hace tanto tiempo, pero tal vez por toda la historia de nuestros antepasados, realmente siento un vínculo muy fuerte contigo, y me preocupo, como me preocupo por mi familia. - Confiesa claramente avergonzado, pero con decisión, recordando las palabras de la futura versión de su amigo. - Piensa en mí como... T-tu octavo...

-...¿Octavo? - Repitió confundido. - ¿Octavo qué?

"¡¿Cómo pudo ese Tsuna decir eso tan abiertamente?! ¡Esto es tan vergonzoso!" - Pensó Enma cada vez más nervioso.

- ¡S-soy tu octavo sentido!

- …¿Qué?

- Y-ya sabes… Después del sexto y el séptimo...

- …¿Eh qué?

- Ya sabes, después del sexto que es tu intuición, el séptimo que es superar las capacidades humanas, porque haber resistido mis agujeros negros es bastante sobrehumano, y entonces… ¿Tiene algún sentido o solo estoy de rodeos?

-…Solo está de rodeos. - Respondió el moreno con gracia, incapaz de evitar sentir empatía por la torpeza del otro. - Pero creo que lo entendí, serías como mi Pepito Grillo, mi conciencia.

- Es así. - Decidió aceptar, sonaba menos extraño en su cabeza de esa manera.

- Bueno, ciertamente me siento más seguro al tenerte como conciencia que a Reborn, ¡Eso es seguro! - Rió el menor, haciendo que Enma suspirara aliviado y lograra organizarse para volver a su anterior línea de razonamiento.

- Bueno, entonces, como tu conciencia, ¡No puedes esconderme cosas importantes! ¿Cómo te voy a ayudar con mis consejos si no sé qué está pasando?

- Creo que tienes razón… - Confesó Tsuna mirando distraídamente el curso del río. - Un amigo de Reborn me dijo que terminé desarrollando un estúpido orgullo por la constante ausencia de mi padre, que termino intentando hacerlo todo yo mismo*, también creo que él tenía razón, pero es... Difícil para mí, yo he estado solo durante tanto tiempo, entonces no me es simple abrirme a los demás con tanta facilidad. - Él suspiró. - Pero… Creo que si eres tú, puedo hacerlo. No sé si es por nuestros antepasados tampoco, pero realmente siento que te conozco de toda la vida, a pesar de que fue hace poco más de un mes. Después de todo, eres mi orgullo.*

- Sí… - Asintió, sonrojándose de nuevo, era gracioso cómo el otro, a pesar de su inseguridad, podía decir cosas tan profundas sin realmente darse cuenta. - ¿No más secretos entonces? Prometamos que ninguno de los dos dejará al otro en la oscuridad sobre lo que está pasando, ¿De acuerdo?

- Voy a esforzarme. - También sonrió tímidamente el moreno, una de esas sonrisas que hacían que el pelirrojo se preguntara cómo su amigo no era uno de los chicos populares del colegio junto a Gokudera y Yamamoto.

- Entonces… En los últimos días de la Batalla de los Diputados, creo que lo vi, este tipo Byakuran. Quiero decir, así se llamaba el hombre albino con alas, ¿Verdad? No pude hablar con él correctamente, en la reunión que tuvimos en su casa me ofreció malvavisco, que no acepté porque... Bueno, Mafia, pero si dices "en el futuro de Byakuran", ¿Por qué está aquí ahora? ¿Por qué alguien como él era nuestro aliado contra Vindice?

Suspiró, pensando en cómo responder y no romper la promesa que acababa de hacer. Este era un punto muy sensible que no quería tener que abordar, después de todo, la persona que destruyó el futuro y el Byakuran de ahora no eran la misma persona, aunque teóricamente tenían la misma mente. Ni siquiera sabía cómo empezar a explicar esta parte. Además, ¿Qué sentido tenía hablar de algo que nunca volverá a suceder?

Pero si su amigo deseaba tanto saber...

- Entonces Enma, Byakuran era-

- ¡Ahí están ustedes dos! - La que acababa de llegar para sorpresa del dúo no era otra que la jefa del Comité de Tesorería, vestida con su ropa habitual pero sosteniendo una bolsa de compras.

- ¡OH! ¡¿Adel?! ¿Cómo supiste que estábamos aquí?

Junto a la Guardiana Glacial estaba Shitt P, luciendo su extravagante ropa como de costumbre, solo que esta vez, con un detalle más que no pasó desapercibido para el Cielo.

- Uh… ¿Por qué sigues usando bigote? - Preguntó Tsuna recordando lo que le había dicho Gokudera.

- Calienta mis labios superiores. - Respondió simplemente.

Sawada a veces se preguntaba cómo era posible que su familia pareciera normal frente a estas personas.

- Lamento no haberte dicho ayer que iba a dormir de nuevo en la casa de Tsuna, es solo que-

- No hay necesidad de preocuparse por eso, ese bebé al que llamas "Reborn" me advirtió ayer cuando te estaba buscando después del incidente con "Sawada Tsunayoshi del futuro."

Al escuchar su nombre completo con la palabra "futuro" al final, un escalofrío recorrió la columna vertebral del Vongola.

- Pero, ¿Cómo supiste que era… Yo del futuro? - Se escuchaba cierto malestar en la voz del mencionado, arando la tierra a su lado con los dedos, un poco ansioso.

- Me dijo Rauji, luego de que tomara esta información a la fuerza, como siempre. - Le dije con frialdad la Shimon.

- Es cierto… Él vio cómo se usaba la bazuca en la batalla contra Lambo. - Reflexionó el moreno, dándose cuenta de que más personas además de su familia estaban al tanto de esta peligrosa tecnología, esto se estaba volviendo cada vez más complicado.

- Aquello fue un verdadero espectáculo, Sawada Tsunayoshi, me gustaría agradecerle por haberle servido de vehículo a nuestro Jefe durante toda la confusión. - Dijo la Guardiana del Pantano, sin detenerse ni un momento de acariciar su bigote a modo de caricatura.

- Pero ese no era… Técnicamente era yo… Solo que no el yo de ahora y… - Dejó escapar un leve suspiro. - Está bien, mientras Enma no se haya lastimado, creo que me alegro de haber ayudado. - El chico pelirrojo no dejó pasar desapercibido este comentario, y le dio su más sincera sonrisa de agradecimiento.

- Se hace tarde y no quiero volver a preocupar a mi familia. - Dijo Kozato, y notando un claro alivio en el rostro de su amigo, agregó un poco áspero, para sorpresa y orgullo de Adelheid. - Pero debes saber que todavía quiero que me digas quién es ese Byakuran, ¿Vale Tsuna? - Y el mencionado se limitó a asentir, decepcionado, sabiendo que su amigo no abandonará este tema.

Mientras se levantaba, el Guardián de la Tierra se despidió de su amigo, quien simplemente le devolvió el gesto permaneciendo sentado.

- Espera un poco Enma, no vine aquí solo para llevarte a casa. - Al escuchar la voz áspera de su Guardiana, la Tierra se congeló donde estaba, mientras la mismísima Adel se acercaba a él.

- Lo de ayer, l-lo siento, no fui a hablar con ustedes justo después de la batalla, porque- Dudó.

- ¿Pensaste que no confiábamos en ti?

- B-bueno...

- Eso es, ¿No? - Al ver que Enma se ponía cada vez más aprensivo, Tsuna apretó los puños con fuerza, preguntándose si debería interceder o no, sin embargo, Adel pareció notar su acción, mientras le enviaba una mirada de advertencia al moreno.

- Es solo que… K-Koyo incluso puso a Rauji como líder en caso de que perdiera, y Kaoru ni siquiera me preguntó nada sobre la batalla, así que yo… Lo siento….

- ¿Por que te estás disculpando? - Al escuchar estas palabras, el pelirrojo sintió una mano acariciando su cabello. - Enma, cuando terminó esa locura, lo único que quería era felicitarte por ganar la competencia. Nadie iba a pelear contigo.

- Oh, pero pensé...

- ¿Pensaste que no estaríamos contentos con tu victoria? ¿Qué no sería importante? Enma, recuerda quién fue la persona que te sugirió como líder en primer lugar.

Y luego, el pelirrojo se volvió hacia Shitt P, quien simplemente repitió el gesto del día anterior, levantando el pulgar y guiñando un ojo.

- No creas que solo porque algunos miembros de nuestra familia no se den cuenta de tus capacidades, todos pensamos lo mismo. Tú eres quien algún día liderará la familia Shimon. - En ese momento, el Guardián de la Tierra volvió su mirada insegura directamente a la firme de su amiga. - Y no te preocupes, ya le di el castigo debido a Koyo por la audacia de no confiar en ti, lo mismo pasa con Rauji, por haber aceptado ser colocado como líder, y luego será el turno de Kaoru de saber todo esto y no me haber dicho nada.

- Pero también le pegaste a Julie. - Anotó Shitt P.

- Se lo merecía. - Fue su única respuesta seca.

Al escuchar las palabras de su Guadiana, Enma sintió el alivio llenar su pecho, tal vez estaba paranoico todo este tiempo, pensando que toda su familia ya no confiaba en él, y por eso terminó buscando refugio en la familia de su amigo, pero aparentemente, ese no era el caso.

Más aún cuando sintió que repentinamente era atraído hacia un fuerte y apretado abrazo de quien realmente lo puso como líder en primer lugar.

- Eres el mejor Jefe que cualquiera podría tener, y no dejes que nadie te diga lo contrario. - Y por si fuera poco, se le añadió una segunda palmadita, y mirando hacia arriba pudo ver a Shittopi acariciando su cabello.

- Felicitaciones por ganar el concurso de líder del consejo estudiantil.

- Eeh… Gracias. - Respondió un poco avergonzado, dándose cuenta de que al final la Guardiana aún no sabía por qué estuvieron compitiendo, pero no dejó que eso detuviera una gran sonrisa formarse en su rostro. - Muchas gracias a todos.

Tsuna, al ver toda esta escena de Shimon, finalmente se había levantado de donde estaba, dejando atrás ese mal sentimiento hacia la familia de Enma que había sentido desde que se enteró de la entrada de Rauji en la competencia. Aparentemente, los guardianes de su amigo no diferían mucho de los suyos, después de todo, lo que sería una familia sin sus peleas y discusiones, lo importante era que, al final, todos terminaran llevándose bien.

- Vale. - Tsuna comenzó a subir la pendiente dispuesto a despedirse y regresar con su propia caótica familia. - Así que voy a ca-

Sin embargo, antes de terminar su frase, Shitt P apareció repentinamente frente a él, quitándose el falso bigote, tomando su mano izquierda sin explicación y colocando el objeto allí sin esperar respuesta.

- Hiiie, p-pero ¿Qué es esto? - Observó la cosa que se parecía más a una araña.

- Es un bigote.

- ¡Sé que es un bigote! ¿Pero por qué me das esto?

- Considere un regalo de Navidad anticipado.

- ¿Pero qué voy a hacer con eso?

- No sé.

Y sin más preámbulos, la mujer de cabello rosa convocó a sus globos para que simplemente se alejara saltando, no antes de volverse hacia él una vez más.

- Por cierto, tienes las manos muy calientes.

Y dejando al Cielo aún más confundido, simplemente comenzó a rebotar hacia el horizonte.

- Uh... Gracias... Creo...? - Metió la cosa en su sudadera, preguntándose si esto era una extraña tradición de Shimon, viendo cómo su amigo sonreía y se veía normal.

O tal vez estaba loco como todos los demás, honestamente, era mejor no saberlo.

- Bueno, será mejor que me vaya a casa también, hasta otro día Enma, Suzuki. - Y con eso, el Vongola se despidió, y los dos hicieron lo mismo.

Era asombroso cómo los días que pasaba con su mejor amigo terminaban tan rápido, pero al menos no tuvo que hablar de Byakuran con Enma, al menos ese día.

Nadie, sin embargo, pareció notar una pequeña área quemada dejada atrás en la hierba.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Ryohei al llegar a la casa de Tsuna, con un Lambo agitado sobre sus hombros, notó la figura de Chrome, de pie frente a la puerta de su Jefe.

- Oye, ¿Qué haces ahí? ¿Estás esperando al Hermanito? ¿No participará en la competencia de Reborn? - Preguntó el Sol al ver la expresión de duda en la Niebla.

- Ah ... Sí, es solo que yo... Estaba buscando a Lambo. - Y de hecho no era mentira, pero le hubiera gustado haber sido más honesta con el otro. - ¿Podrías dejarme hablar con él un momento, por favor?

- ¡Ja, pero claro! ¡Mi espíritu competitivo nunca me permitiría obstaculizar a mis competidores en una competencia! Aunque no sé por qué quieres hablar con ese Lambo, ¿Qué podría revelar un niño de siete años sobre el futuro de Tsuna? - Y sin más preámbulos, Ryohei le hizo un gesto a Lambo para que saltara de su hombro, y lo mismo hizo, sin embargo, cuando cayó al suelo, la bazuca saltó de su cabello, y como el niño estaba más concentrado en sus dulces que en cualquier otra cosa, ni siquiera se dio cuenta de lo que le había pasado a su "juguete." - ¡Ahora, AQUÍ VOY YO! ¡A LA VICTORIA!

Y sin esperar respuesta, el boxeador entró a la casa buscando al bebé.

Lo cual no tomó mucho tiempo encontrar, ya que Reborn estaba sentado casualmente en la silla de la cocina, tomando café y comiendo espaguetis que Nana había hecho previamente. Muy a pesar de la extraña mezcla.

- ¡BEBE! ¡TENGO RESPUESTAS DE ESE CARA DEL FUTURO SOBRE EL TSUNA DEL FUTURO AL EXTREMO!

- Hmm, dime qué tienes entonces. - Sin embargo, el mafioso no parecía muy emocionado con la idea, no pudiendo dejar que un pequeño pensamiento invadiera su mente.

"De todos los Guardianes, Ryohei era definitivamente mi última apuesta en esta competencia".

-.-.-

Era demasiado tarde para lamentarlo. La maquina del tiempo estaba allí inocentemente al lado del niño del Rayo.

"No. No debería." - Pensó mientras caminaba hacia el niño y se arrodillaba a su lado, cuidando de no ensuciarse ni molestarlo.

Sintiéndose observado, el niño miró hacia arriba.

- Disculpe, ¿Puedo dispararte?

-.-.-

- ¡Y ESA FUE LA INFORMACIÓN EXTREMA QUE OBTUVE! - Gritó el boxeador, extremadamente seguro de que ganaría.

-… - Reborn permaneció callado, impresionado por el hecho de que todavía esperaba que este idiota obtuviera algo relevante, pero dado que Ryohei al menos había obtenido algo de información, ya era más de lo que Gokudera y Yamamoto lograron, así que nada más justo que dar algún premio para él, pero ¿Qué recompensa se merecía un imbécil? - Espera aquí, conseguiré tu premio.

Sin embargo, Bianchi que estaba en la sala de estar, escuchando todos los gritos provenientes de la cocina, notó una información útil que guardaría para hablar con Reborn más tarde, una que involucraba cierto tipo de vino.

-.-.-

Sabía que debería arrepentirse, pero no había arrepentimiento en su interior cuando el humo rosa se disipó.

No fue posible convencer al niño maleducado y consentido. Entonces, usando sus habilidades, le hizo creer que había colocado un delicioso pastel de uva dentro del arma púrpura. Una vez que el niño estuvo dentro, el gatillo fue activado por la cuerda que lo sujetaba.

"Eso estuvo mal." - Pensó al ver la figura del niño. No. Del joven adulto Rayo que apareció frente a ella.

O al menos pensó que era el joven Rayo.

Frente a ella había una figura encorvada, haciendo una pequeña bolita con su cuerpo, como si tratara de esconderse dentro de sí mismo, un abrigo de piel marrón de recortes completando el gran escondite, haciendo la escena aún más cómica. Casi parecía un bebé de Namahage.

- ¡Por favor! ¡Déjame en paz! ¡No puedo seguir revelando cosas así! - Exclama la criatura. - ¡¿Y cuál es el punto de saber varias cosas inútiles?!

Con un suspiro al no recibir respuesta, se quitó la ropa protectora y salió. Fue entonces cuando se dio cuenta de quién era su compañía.

- Oh, hola.

La ilusionista planeaba interrogar al viajero del tiempo tan pronto como lo viera. Pero todos sus pensamientos fueron reemplazados por preocupación cuando vio lo herido que estaba el joven.

- ¿Estás bien? - Preguntó acercándose al otro.

El Rayo pareció sorprendido.

- Sí. No es nada. Solo un poco magullado y cansado por este día agotador. - Dijo con un nuevo estremecimiento de dolor mientras se levantaba del suelo.

- Deberíamos notificar al Jefe y llamar a Sasagawa.

El adolescente volvió a parpadear sorprendido, luego sonrió y sacudió la cabeza.

- Estoy bien, no te preocupes.

Chrome no estaba tan segura, quería insistir, pero tal vez realmente no necesitaba ayuda. Es decir, parecía herido, pero nada mortal. Además, tampoco podía perder el tiempo, ya que no sabía si tendría otra oportunidad en medio de ese juego promovido por el Ex-Arcobaleno. Así que simplemente lo escuchó y lo dejó ir.

- Sé que no nos conocemos, más- Pero fue interrumpida.

- Puede que sea la primera vez que me hablas. Pero no es la primera vez que le hablo, señorita Dokuro.

Ser reconocida por el joven Guardián del Rayo fue muy reconfortante, aún así, necesitaba estar segura. La escritura en el rostro de su jefe no era prueba suficiente, la letra de las personas podía cambiar mucho en diez años.

- Hay algo que quiero saber.

Lambo suspiró con cansancio mientras se escurría el cabello húmedo de sudor debido a su precario escondite.

- Bueno, por supuesto que sí. Mira, sé que él ha hecho un verdadero lío, lo siento, pero como un caballero, no puedo andar contando los secretos de otras personas. Sé que tienes curiosidad, pero tendrás que esperar a ver crecer a tu propio Joven Vongola.

Chrome negó con la cabeza.

- Mi pregunta no es sobre él. - Declaró, porque todavía consideraba que todo ese juego estaba mal y no quería participar. Sí, al igual que los demás, tenía curiosidad sobre el tipo de persona en que se convertiría su jefe en el futuro, pero no estaba allí para eso.

Eso hizo que el otro arqueara una ceja.

- Lo que quiero saber es si… - Pero se detuvo al ver el gesto del otro y su rostro atormentado.

- Por favor, no me preguntes nada. - Dijo aprensivo. - No puedo decir nada importante sobre el futuro. ¡Es una de las principales leyes del viaje en el tiempo! Si digo algo, podría poner a todos en peligro, los Bovinos son la mayor prueba de eso, al fin y al cabo, el tiempo no le gusta que jueguen con él. - Trató de disuadirla suavemente comenzando a alejarse. - Logré evitar las principales preguntas de los demás, ¡Pero no podré hacer lo mismo con una chica guapa!

Una creciente aprehensión comenzó a apoderarse de Chrome, minando su valor anterior. Quería saber si se haría más fuerte. Ella necesitaba saber.

- Por favor, solo quiero...

Lambo lo negó con vehemencia, todavía tratando de alejarse.

"Aunque no es una Guardiana" - Recordó la frase de Gokudera ese mismo día, porque sí, sabía que, aunque su Jefe nunca había dicho lo contrario, el Vongola Gear se había quedado con Mukuro*, él era el verdadero Guardián de la Niebla al fín.

Así que necesitaba saber si tenía lo necesario para ser parte del grupo.

Angustiada, intenta agarrar su abrigo para evitar que escape, y termina tropezando con la bolsa de caramelos extremos del otro Lambo.

Necesitaba saber que no sería una carga para ellos.

Lambo, al darse cuenta de que eso podía lastimarla, se tiró al suelo a propósito para frenar su caída, a pesar del dolor que le causaba. Lo más importante era que no se lastimara.

Así que aterrizó torpemente sobre sus piernas, lo que, de modo contraproducente, también le impidió huir de nuevo.

Aprovechando la oportunidad por fin, la joven exclamó en el rostro confuso del Guardián.

- ¡¿Aún estoy con todos ellos?!

Fue entonces cuando notó que sus ojos lucían cuál perla, amenazando con llenarse de lágrimas. Sintiéndose avergonzada, ella quiso levantarse y correr, pero sólo podía cubrirse la cara como una niña.

El joven miró a la guardiana que lloraba y luego desvió la mirada. Abrió y cerró la boca pero no pudo decir nada, luego cerró los ojos con un suspiro de resignación.

- No importa, de cualquier manera el desastre es inminente. - Dijo para sí mismo.

Chrome se detuvo frente a estos dichos, destapando levemente su rostro para ver que el otro le dedicaba una avergonzada sonrisa.

- Siempre serás parte de nuestra familia, hermanita. - Dijo mientras secaba las lágrimas de ella. - Porque todos te amamos, y ese es un hecho que no cambiará, en esta o en cualquier otra dimensión que todos nos conocemos.

El corazón de la joven saltó de felicidad en su pecho. ¿Sería posible?

- ¿De verdad? - Preguntó en un susurro.

Lambo le dio una sonrisa confiada.

- De verdad. Eres tú quien siempre está disponible cuando ellos necesitan un momento de paz. O para cuando se ponen violentos y tenemos que evitar que demuelen un edificio. O cuando un niño llora y tú apareces para consolarlo. - Citó el Guardian con evidente cariño, Chrome parecía beberse sus palabras mientras él las decía.

- Pensé… - Comenzó, su voz un poco ronca. - Que prevenir el caos era trabajo del Jefe.

- Humph. - Se burló el joven, poniendo los ojos en blanco. - Todos culpamos a Reborn, pero él está más en el centro del caos al menos un tercio del tiempo, especialmente cuando se asocia con Xanxus, que tratando de detenerlo. Estos dos son una mala influencia el uno para el otro.

Parpadeó confundida e ladeo la cabeza. Nunca imaginó que estos dos formarían un dúo.

- ¿El Jefe y el Jefe de Varia? - Eso hizo que el otro se llevara la mano a la cara, dándose cuenta de que había dicho demasiado.

- ¡Maldita sea, dije que no puedo resistirme a responder cuando se trata de una chica bonita! - Exclamó exasperado, haciéndola reír tímidamente detrás de la mano, sin ocultar más su rostro sonrojado. - Solo... Olvídalo, ¿De acuerdo? Ojalá ni siquiera suceda en tu realidad.

- Todo bien. - Ella estuvo de acuerdo. Quería preguntar más, pero sabía que sería demasiado. - Gracias.

Lambo sonrió mientras se frotaba la nuca con torpeza.

- ¡EXTREEEEEEEEEEMOOOOOOOO! ¡FINALMENTE GANÉ! ¡EL ÚNICO Y EXCLUSIVO AUTÓGRAFO DEL MESTRE PAOPAO!

Como si hubiera sido entrenado durante años para reconocer esta señal de advertencia, lo cual era muy probable, el Guardián soltó ágilmente sus piernas y tomó a modo princesa la más joven en sus brazos, saliendo del camino de la puerta, segundos antes de que esta se abriera de golpe con una patada fuerte y un Ryohei disparaba, irónicamente, como un rayo, hacia la calle, sin siquiera parecer ver a la pareja.

- Perdón. - La niña se apresura a decir después de haber pateado al mayor en la cara cuando la atraparon de repente, pero Lambo simplemente restó importancia al detalle, sin parecer preocupado en lo más mínimo.

- No se preocupe, he terminado antes en situaciones peores por culpa de esa familia.

La niña miró hacia arriba y le sonrió. El chico se sonrojó pero le devolvió la sonrisa. Y entonces ambos se echaron a reír ante la ridiculez de la situación mientras él la bajaba al suelo.

- No le digas a nadie que respondí algo directamente, ¿De acuerdo? - Él suplicó con su mejor expresión remilgada, que podría haber sido linda en un niño pequeño pero era cómica en el rostro de un hombre de diecisiete años. - Sería mi fin si los demás descubrieran esto, y hay cosas que es mejor que no sepan.

- Sí, gracias. - Repitió de nuevo.

Y así, con una última sonrisa, la joven desapareció en la niebla.

Lambo parpadeó sorprendido. Antes de volver a reír rascándose la nuca.

- No importa cuántas veces lo vea. ¡Siempre es asombroso!

Y nadie pareció darse cuenta de que el dios espaguetis estaba mirando todo atentamente desde arriba del techo.

- ¡¿Qué te ha pasado?! - Quería saber el moreno cuando apareció frente al portón de su propia casa, prácticamente derrapando hacia la entrada en un intento por llegar al italiano antes de que se acabaran los cinco minutos del tiempo de la bazuca. - ¡Y desde cuando eres tan alto!

- Hola también Joven Von- …Ehh… - Paró luciendo avergonzado, rascándose la nuca. - ¿Puedo llamarte Tsuna?

- ¡Pues claro que sí! - Exclamó sonriendo. - No sé por qué insististe hasta ahora en llamarme "Joven Vongola". - Respondió. - ¡Vamos, pasa, necesitas vendajes!

- Estoy bien, tendré tiempo para cuidarme cuando regrese. - Se negó. - Y… ¿Por qué te llamé así? ¿De verdad? Por provocación. - Admitió con una pizca de culpa. - Al Tsuna de mi tiempo no le gustaba que lo llamaran solo Vongola. Así que pensé que sería divertido llamarte así para burlarme de él. - Viendo como el otro frunció el ceño al respecto, solo agregó. - Oye, estaba pasando por una fase rebelde cuando comencé a viajar aquí, ¿De acuerdo? - Él suspiró. - Por lo que todo el mundo me dijo, tú a los quince años era mucho peor.

- Es la primera vez que hablas tan abiertamente sobre el yo de tu tiempo. - Notaste el castaño. - Por la forma en que hablaste, siempre me preocupó cómo podría ser el futuro. - Admitió sonrojándose levemente. - Es una de las muchas razones por las que odio eso de viaje en el tiempo, nos hace preocuparnos por cosas que ni siquiera sabemos si sucederán.

Esto llamó la atención del mayor.

- ...Pero siempre tuve cuidado de no revelar nada importante, así que, ¿Qué podría haberte preocupado? - Quiso saberlo confundido.

- Cuando pasamos por esa extraña prueba de coraje que casi nos lleva al infierno por culpa del exnovio de Bianchi, Romeo*. - Un escalofrío recorrió sus espinas ante el mero recuerdo. - Al principio tú querías huir, porque todo daba mucho miedo, pero luego te quedaste y dijiste que no podías irte y dejarme allí, porque no podías decirle que no a la persona que te cuidó.

- Sí, creo que dije algo así. - Confirmó. - Pero, ¿De qué te preocupa esto?

- ¿Pero cuánto tiempo estuvimos juntos? - Quiso saber Tsuna, tomando el coraje de levantar la cabeza y enfrentar al hombre mayor que parpadeó sorprendido. - Ya que me dijiste eso, estaba seguro de que te irías pronto, digo que el otro Lambo se iría. - Su coraje vaciló y se volvió hacia el suelo como si sus zapatos fueran lo más interesante del mundo. - Y probablemente I-Pin, Reborn y todos los demás. Porque siempre que hablabas de mí, era en el pasado, como una figura distante de su vida. E incluso cuando me fue a ese horrible futuro, no pude preguntar al Lambo de ese entonces qué relación teníamos, y peor aún, no había nada en esa base que te recordara, una sala de entrenamiento, un dormitorio, dulces almacenados, nada.

El Lambo del futuro sintió como si le hubieran dado un puñetazo en el estómago mientras la culpa lo carcomía, viendo lo lejos que había llegado el otro por una sola frase.

- ¿Has estado pensando en eso todo este tiempo?

- Por supuesto, y tenía sentido, en algún momento te irías. Si no me convertía en jefe de la mafia, todos se irían. Debería alegrarme que eso significaría que seguí siendo un civil, pero… - Vaciló, prefiriendo cambiar de tema. - Además, siempre que venías decías que estabas con tu familia, que estabas limpiando baños, te humillando para animar a una fiesta, habías vuelto a los Bovinos porque yo no era tu familia… - Suspiró. . - Siempre pensé así hasta que dijiste, durante la pelea contra Rauji, que tu nunca me viste como un Jefe, sino como un hermano. - Una sonrisa pintaba los labios del menor. - Y eso me hizo muy feliz.

- Lo siento... - El comentario en tono claramente culpable hizo que el más joven volviera a levantar el rostro para enfrentar la expresión miserable del italiano. - Todo esto es culpa mía, no debería haber sido tan vago, especialmente sobre tal cosa. En mi tiempo, sí volví a los Bovino, pero eso nunca, nunca significó que dejé de verte como mi hermano, o que dejé de considerar a todos como mi familia también, nuestros caminos solo... Fueran diferentes, pero-

Y para sorpresa de Tsuna, el mayor lo tomó por los hombros, obligándolos a mirarse.

- ¡Pero no tiene por qué ser así en tu tiempo! Nuestros tiempos no son espejos el uno del otro, te lo dije, ¿No? Cuando era niño, siempre quise estar cerca de ustedes, aunque era difícil seguir el ritmo de todos. Quiero estar cerca. Así que, por favor, no te alejes de mi, hermano mayor, yo soy el que siempre tuvo miedo de quedarse atrás, por ser joven y no lo suficientemente fuerte. Tu quería darme una vida segura, pero yo solo quería ser como ustedes.

- Uh… ¿Perdón? - Trató de justificarse por su yo futuro frente al arrebato contrario, quien bajó la cabeza con una expresión grave, lo que solo le permitió a Tsuna ver sus heridas más de cerca. - Lambo, ¿Cómo pudiste lastimarte tanto?

-...Fue un día complicado. - Suspiró soltando los hombros de su hermano. - Y que todos me llamen para preguntarme por el Tsuna de mi tiempo solo llevo a una espiral de caos. - Él suspiró.

- ¡Espera! Todos hicieron ¿QUÉ? - Exclamó el más joven, abriendo los ojos de repente.

- No lo sabías...?

- ¡No! Y... ESPERA, ¿El yo que destruyó parte de Chuugaku es de TU tiempo? - Exclamó conmocionado.

-...Oh sí, tiende a ser bastante destructivo a veces...

- Pero eso es- De nuevo el castaño se interrumpió, como si notara algo muy importante. - ¡Espera espera espera! ¡Así que realmente conocías a Shimon! ¡Enma me dijo que el otro yo lo reconoció! ¡Así que esa historia de golpearte la cabeza en el ring de sumo y no recordar a Rauji* era una mentira!

- Lo siento, tuve que improvisar! - Exclamó como un niño pequeño sorprendido en una mentira por sus padres. - No tenía idea de lo que estaba pasando, no es que me explicaran cuando era niño por qué Rauji me atacó y luego volvimos a ser amigos. Este es el tipo de tabú que nadie se molesta en mencionar, sobre todo porque no hay forma de estar seguro de que en el pasado, adonde voy, eso sucedería. Hermanito, no tienes idea de cuántos problemas se han causado los Bovinos al hacer revelaciones innecesarias.

- ¿Y qué me dijiste sobre la Batalla de los Anillos? ¿También fue una mentira*? - Lambo no pudo evitar estremecerse ante el tono acusador que el otro estaba usando en ese momento, luciendo más viejo de lo que realmente era.

Luciendo como su propio Tsuna.

- No, esa vez no mentí, mi jefe nunca me dijo nada sobre la Batalla de los Anillos y es verdad. El Sr. Vargas, mi jefe en el restaurante donde trabajo, ¡Nunca me dijo nada de esto! - Concluyó, cruzando los brazos con orgullo por su propia verdad a medias. - Como dije, nunca te vi como mi jefe, así que no estaba hablando de ti, mucho menos del jefe Bovino. Después de todo, ¿Cómo podría él no haber sabido sobre la Batalla de los Anillos si él mismo tenía ese extraño par de cuernos que provienen de un desafortunado yo futuro? No, no habría manera. Ahora, yo crecí con MILES y MOLESTOS monólogos de Hayato sobre esa batalla que ni siquiera recuerdo, lo que solo aumentó mi aversión a participar en esta locura. Así que fui muy honesto cuando te dije que no dejaras que el otro Lambo me llamara.

Esperaba todo tipo de reacciones por parte del menor, excepto la que se siguió.

Risas, Tsuna se rió entre dientes abiertamente, toda su irritación de segundos antes desapareciendo.

- Lo siento, debería haberlo sabido antes. - Admitió limpiando el rastro de lágrimas de sus ojos. - Lograste engañarme bien.

- Viajar en el tiempo desde que tenías cinco años te hace aprender un par de cosas. - Él se encogió de hombros, fingiendo indiferencia, pero claramente feliz por el cumplido.

- Sí, pero… Puede ser muy peligroso Lambo, la conversación que tuve con Enma me hizo notar eso. Yo… - De repente el estado de ánimo dio paso a la inseguridad, como si no supiera qué decir a continuación. - Lo siento, pero yo...

Y sus siguientes palabras resonaron en los oídos y en el corazón del mayor, quien asintió con la cabeza, aunque las lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos, sin un "tolere" que las reprimiera.

- ¡Maldición! ¿Dónde está esa estúpida vaca? Esta vez voy- Gokudera venía por la calle acompañado por el espadachín, ambos cargando bolsas de compras, el primero, sin embargo, detuvo sus pasos y lo que estaba diciendo, y luego señaló una escena, al menos peculiar, desarrollándose en frente a la puerta de los Sawada.

Lambo de diecisiete años, prácticamente llorando, abrazado al pequeño Tsuna, quien desaparecía en algún lugar del pecho del mayor debido a la diferencia de tamaños. El primer pensamiento del dúo fue que Bovino se los estaba entregando a Tsuna con extras en el drama por todo lo que le hicieron pasar, pero pronto lo descartaron cuando vieron que el propio castaño parecía contener sus lágrimas.

- Nunca pensé. - Mientras se acercaban con cautela, pudieron entender lo que el otro estaba diciendo con voz contundente. - ...Que el que vi como hermano, c-casi como un padre, también podría llegar a ser un gran amigo. ¡Gracias por todo, hermanito!

PUFF

- ¿Oya? ¿Por qué lloras, Inútil-Tsuna? - Quería saber el nino de siete años, asintiendo con la cabeza confundido.

Antes de que Tsuna pudiera responder, notó como en el cabello del chico había una pequeña nota, extrañamente mojada y manchada, que decía en letras temblorosas un "Grazie per tu-" el resto estaba manchado e imposible de leer, al lado de una pequeña bolsa de caramelo de uva.

- ¿De dónde sacaste eso, Lambo? - Dijo en voz baja, tomando el papel.

- ¿Oya? El Grande Lambo no recuerda… ¿Y cuál es el motivo del abrazo? - Incluso el niño se había dado cuenta de que algo andaba muy mal. - Inútil-Tsuna nunca abrazó a Lambo, el maldito Reborn dijo que los japoneses no abrazan.

- Bienvenido a casa, Lambo. - Deseó en lugar de dar respuestas con su voz rota. - Sentí su falta.

Todos esperaban que el chico se jactara de inmediato como siempre lo hacía, pero incluso él parecía haber sido tomado por sorpresa por una respuesta tan franca.

- Décimo, ¿Está todo bien?

- Tsuna, ¿Qué pasó?

- ¡Oye! ¿Estamos teniendo una reunión extrema aquí? - Quería saber Ryohei regresando de su carrera-por-la-ciudad-por-la-victoria. - ¿Es para por fín a esa competencia extrema?

Y un escalofrío recorrió la espina dorsal de los tres cuando Tsuna habló de nuevo, en un tono demasiado similar al Hyper Mode para sentirse cómodo.

- Nadie ganó. - Y luego el moreno se enfrentó al trío, sus ojos brillaban de color ámbar. - Hermano, ¿Tu también participaste en eso?

-...Sí. - Incluso el siempre tan feliz Sol se dio cuenta de que algo andaba mal y prefirió ir directo al grano. - El bebé nos desafió a saber cuál de nosotros obtendría más información sobre su versión futura.

- ¡Yo debería saber! - Lo puso con un suspiro exasperado, apretando más Lambo en sus brazos. - ¡Reborn!

- ¡Ciaossu! - Respondió el tutor, saltando desde el techo usando un paracaídas Leon, deteniéndose sobre la bazuca olvidada de los diez años desde que Chrome engañó a Lambo para que la usara. Estaba vestido con un extraño traje de espagueti. Lo cual, blasfemamente, fue ignorado.

- ¡Reborn! - Repitió Tsuna irritado. - Y ustedes también, ¿Cómo pudieron hacer eso? ¿Invocar al Lambo del futuro a propósito solo para hacer preguntas sobre el otro yo? ¡Saben lo peligroso que puede ser el futuro! ¿Y si algo le hubiera pasado a Lambo?

Todos estaban en silencio, parpadeando para el castaño, incluso Gokudera no parecía saber qué hacer, como si suplicar excusas como solía hacer no fuera suficiente.

-... ¿Por qué todos me miran así...? - Quiso saber el moreno, su tono volviéndose a suavizar junto con su habitual inseguridad.

Reborn sonrió y se volvió hacia el trío Tormenta-Lluvia-Sol.

- Felicitaciones, acaban de recibir su primer regaño grupal de su Jefe.

- ¡¿Qué?! - El Cielo se sorprendió - ¡No soy el jefe de nadie!

- ¡Te veías realmente enojado, Tsuna! - Bromeó Yamamoto.

- ¡Fue una reacción EXTREMA!

- ¡Aaaah, Décimo! ¡Por favor perdóname por mi fracaso! - Gritó Gokudera volviendo a su horario normal.

- ¡N-no Gokudera! ¡No es necesario hacer esto! - Intentaba detener al mayor, sin éxito.

"¡¿Cómo esperan que sea el jefe si nadie me toma en serio?!" - No podía dejar de pensar.

Aprovechando el pequeño caos que se había formado, Lambo se liberó de los brazos del moreno, con el objetivo de recuperar su bazuca.

- ¡¿Qué estás haciendo encima de la bazuca del Grande Lambo?! - La exclamación airada llamó la atención del Vongola, quien desistió de sus intentos de hacer que Gokudera se levantara, para avanzar hasta el más pequeño.

- ¡Espere! ¡Lambo! - Luego avanzó para tomar el arma, la cual Reborn salió sospechosamente obediente de arriba, lo que le permitió recogerla. - Me lo llevo.

Los guardianes, que continuaron discutiendo entre ellos sobre la victoria, se detuvieron para volver su atención a lo que estaba haciendo su jefe.

- ¡Oyeee! ¡Pero eso pertenece a Lambo! - Exclamó saltando, tratando de recuperarlo. - ¡Me lo dio mi jefe! ¡No te pertenece! ¡Es de mi familia!

- Lambo. - Colocó firmemente el moreno, arrodillándose a la altura del más pequeño. - Tú también perteneces a mi familia, y por eso precisamente ya no puedo dejarte con algo tan peligroso. - Él suspiró. - Debería haber hecho esto hace mucho tiempo. Sin embargo, de ahora en adelante. - Dijo, volviéndose también hacia los tres que estaban observando todo atentamente. - ¡No más viajes al futuro!

Solo entonces la pareja se dio cuenta del motivo de las lágrimas del Lambo adulto, habían sido testigos de su despedida del moreno de esa época.

- ...Pero hay algunas uvas ahí, si quieres, Lambo. - El Cielo sugirió, esperando que no hubiera sonado demasiado duro.

-...Lambo quiere. - Respondió el chico, llevándose una mano a la boca, por alguna razón luciendo repentinamente tímido.

- Ustedes también pueden entrar, mi madre ya debe estar preparando la cena. - Ofreció el moreno, tratando de encajar torpemente el arma violeta entre sus brazos.

En ese momento, el Hitman saltó, presionando un botón en la parte posterior del arma, lo que para sorpresa de todos, hizo que ella se retrajera sobre sí misma como un acordeón.

- ¡¿PODRÍA HACER ESO?! - Gritaron los cuatro guardianes al mismo tiempo al ver el arma que ahora no era más grande que una taza.

- Claro. - Ironizó el asesino. - ¿Cómo creen que encaja en el pelo de la Estúpida Vaca?

- ¡Mi vida tiene un poco más de sentido! - Tsuna estaba emocionado, poniendo la bazuca encogida en el bolsillo de su sudadera, junto con su nuevo bigote falso, con el que todavía no sabría qué hacer. - ¡¿Por qué solo lo supe ahora?!

- ¡Oyeeee Inútil-Tsuuuna! - Exclamó Lambo con impaciencia, saltando para abrir la puerta de la casa, habiendo ya regresado a su estado normal. - ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Grande Lambo quiere dulces de uva!

- ¡Oh, claro, ya voy! - Y entró en la casa, siguiendo al niño agitado, dejando atrás al cuarteto.

- ¿Está bien terminar así, Sr. Reborn? - Quería saber Gokudera, preocupado. - ¿Y si necesitamos más informaciones sobre el futuro?

En ese sentido, el Hitman sonrió.

- En este caso, la mejor forma de saber qué nos deparará el futuro es siguiendo adelante.

Y sin esperar respuesta de los tres, entró a la casa detrás de su alumno.


Notes:

*Esta oración de Shamal se dice en el capítulo 45, en la página 12, donde Shamal había invitado a Tsuna a trabajar en la enfermería, donde él examinaría a las niñas y Tsuna a los niños, diciendo que no tenía que preocuparse pues: "No importa si es un hueso roto o fiebre, un poco de saliva debería arreglarlo todo".
*En el capítulo 331, página 14, Enma estaba luchando contra Tsuna, hasta que llega un momento en el que todo se sale de control, debido a la cantidad de agujeros negros que abrió Enma gracias a la Llama de la Gravedad, y principalmente debido a la acumulación de energía, nuestro pequeño Shimon casi se convierte en un agujero negro, sí, sabemos que si fuera real, la Tierra misma habría sido destruida, pero pretendamos que tiene sentido.
*Esto es algo que mucha gente ya sabe, pero para los que no lo sepan, pues el anime de Reborn fue censurado, Gokudera del manga fuma, e incluso enciende sus bombas con su cigarrillo.
*Acerca de las Mammon Chain, su primera aparición fue en el episodio 51, capítulo 114, página 19, siendo utilizado por el propio Mammon, para esconder su chupete de otros Arcobalenos. Más tarde, la Mammon Chain reaparece en el arco Futuro, cuando Lal Mirch en el Episodio 74, Capítulo 138, página 17, le da dos de ellos a Tsuna y Gokudera, diciendo que tienen el poder de sellar los anillos y también su presencia, de la misma manera que Mammon lo usó. En el episodio 101, capítulo 176, página 3, Giannini mejora la Mammon Chain, con el increíble nombre de "Auto Mammon Chain Ring Cover" (sí, incluso los personajes bromean diciendo que es un nombre grande), con la misma función que Mammon Chain, excepto que en lugar de que tengas que quitarte las cadenas para usar el poder del anillo, automáticamente oculta la presencia del anillo cuando el usuario no lo está usando, lo que permite que el usuario use libremente sus poderes.
*Debido a su posición de Arcobaleno incompleta, la estructura de Lal Mirch es diferente a la de los demás. Cuando fue parcialmente maldecida, Colonnello explicó que su maldición puede disolverse gradualmente, siempre y cuando evitase usar el poder corrupto de su chupete de la lluvia. La maldición parcial afectó sus llamas, por lo tanto, y como consecuencia, ella paso a poseer las llamas de la Niebla y las de la Nube.
*Durante la Batalla contra Vindice en el último arco, específicamente en el capítulo 396, página 12, tanto las dos espadas de Yamamoto como el C.A.I. de Gokudera son destruidos por el cañón de llamas de Big Pino, sin embargo, como el C.A.I. usa principalmente llamas para funcionar, no sería un problema para Gokudera arreglar lo que se rompió, pero ya que el Cambio Forma de Yamamoto usa sus dos animales, Kojirou y Jirou en su Shigure Kintoki, la Lluvia tendrá que arreglar su espada si quiere usarla para pelear.
*En japonés (¿Y medio que en chino?) 磯 眼 視 、 兄弟 significa: Vista de la orilla rocosa, hermanos. ¿La pronunciación no te suena familiar?
*Una curiosidad para ti, la altura de Yamamoto es de 1,77m , y del Lambo del futuro es de 1,79m.
*Junto con la curiosidad de arriba, la última vez que Yamamoto vio a Lambo del futuro fue en el capítulo 97, sí 97, y en ese momento, Yamamoto no sabía que el tipo que siempre aparecía de la nada era el mismo Lambo que ya conocía. Y una última curiosidad relacionada con Lambo, la altura del Lambo de 25 años es de 1,84m, así que sí, nuestro "pequeño" Rayo se hará aún más alto con el tiempo.
*En el último arco del manga, Reborn, para rompe su maldición y se convierte en un adulto, eso para dar una lección a Tsuna, que siendo un idiota, no supo que ese tipo de traje y fedora era su maestro, en ese capítulo se cita exactamente esa frase que Tsuna menciona a Enma.
*En el Capítulo 332, página 15, Tsuna revela que Enma era su orgullo! (Y sus amigos) Siguiendo lo que dice Hibari que su orgullo es de algo a lo que nunca puedes renunciar.
*Un detalle curioso y un poco gracioso, desde que apareció el Vongola Gear de la Niebla, el único que lo usó fue Mukuro, luego vemos que Mukuro es posesivo incluso con objetos.
*Durante el capítulo 60, en una prueba de coraje, el fantasma del antiguo novio de Bianchi, Romeo, casi se lleva a Tsuna al infierno, y tú pensando que Daemon Spades fue el Primer fantasma que nuestro Cielo se enfrentó.
*En la futura pelea de Lambo contra Rauji, específicamente no en el capítulo 311, página 3, el adulto Lambo dijo que se golpeó la cabeza y perdió todos los recuerdos del pasado, una disculpa que Amano repitió más tarde con Fran, básicamente Amano quería dejar abierto para futuras referencias y así es como vamos a trabajar con eso.
*Capítulo 96, pág. 6, Futuro Lambo dice que no tiene recuerdos de la Batalla de los Anillos, precisamente porque participo como un niño pequeño, y dice que su Jefe nunca mencionó esa pelea, y al final, él le dio los cuernos raros a Tsuna. ...Hmm, ¡Lambo! ¡Hay algo extraño ahí!