Titulo: ¿Destinado a ser?

Autor: Requiem of a Dream

Traductoras: Alima21

Disclaimer. No me pertenece ninguno de estos personajes.

Destinado a ser
Capítulo 9
Sorpresa, Sorpresa

POV de Severus

"Mocoso estúpido e insolente. No puedo creer que le permitiera guiarme a la pista de baile. No puedo creer que le dejara besarme. Todo está fracasando y no quiero detenerlo" , pensaba mientras salía del Gran Comedor. Trataba desesperadamente de llegar a las mazmorras sin correr. No quería dar oportunidad de que algún estudiante me viera corriendo hacia mis aposentos como un niño dolido. Así que caminé, pero tan vivamente como podía. Cuando alcancé el retrato, murmuré la contraseña y entré.

Fui directo a mi sillón frente al fuego y me serví un vaso de whisky de fuego antes de sentarme. Parecía que acababa de sentarme cuando escuché que mi puerta se abría. Nadia conocía mi contraseña así que supuse que era Albus, aunque él habitualmente sólo aparecía su cabeza en el fuego. Así que me levanté para saludarlo, pero con sorpresa me encontré con Potter parado frente a mi puerta.

-Fuera- espeté tan fuerte como podía.

-No. No hasta que me digas cuál es el problema- replicó Harry con determinación.

-No pasa nada, excepto que te quiero fuera de mis habitaciones.

-Éstas son nuestras habitaciones. Y me pienso quedar aquí hasta que me digas por qué me estás alejando de ti.

-Son MIS aposentos dado que tú te mudaste. ¡AHORA, FUERA!

-¡NO! Te dije que te amaba y tú me apartaste, ¿por qué?

-Porque nunca te amé. ¡Porta Aperta!

La puerta se abrió y empujé a Harry a través de ella.

¡Quédate fuera de mis aposentos!- y con eso, le lancé la puerta en las narices. Me deslicé hasta el piso y me quedé simplemente ahí sentado, con la espalda contra la puerta.

POV de Harry

"Demonios, demonios, demonios. Nunca debería haber venido. Sabía que no habría modo de lograr que se abriera. ¿Por qué escucharía a Hermione?"

Caminé lentamente de regreso a la Torre Gryffindor y me tiré en la cama. No estaba despierto ni dormido, me dominaba el estupor. Nunca escuché a Ron entrar al dormitorio y tratar de hablarme.

La mañana siguiente desperté al mediodía. Nadie se había preocupado por despertarme pues las clases habían sido canceladas por el baile del día anterior. Miré alrededor y noté que ya no quedaba nadie en el dormitorio. Me levanté y caminé hacia la ducha para tomar un baño caliente; me desnudé y me metí bajo el agua, y me pasé un buen rato remojándome en su calidez, pensando en Severus y en lo que me había dicho.

Porque nunca te amé.

¿Cómo podía haberle dicho eso?

El agua empezó a enfriarse y todavía no había lavado mi cabello ni mi cuerpo. Así que dejé mis reflexiones y comencé a enjabonarme. Una vez concluido, salí de la ducha y me sequé. Regresé al dormitorio y me puse ropa limpia, antes de dirigirme al Gran Comedor a almorzar. Al ver que Severus estaba sentado en la mesa principal evitando verme a cualquier costo, decidí no almorzar ahí. Me encaminé al campo de Quidditch para acabar mi almuerzo.

Llegue al campo y me encontré con que el juego había terminado. Allí se encontraban Ron, Ginny, Fred, George, Hermione, Seamus, Dean, y Neville. Estaban sobrevolando, pasándose la Quaffle y golpeando las Bludgers. Reían y se divertían. Así que me fui a las gradas y los observé jugar. Finalmente, Neville notó que yo estaba sentado allí e hizo una seña a los demás para que se acercaran a mí y empezamos a hablar. Me preguntaron si quería jugar y yo acepté. Convoque mi escoba y comenzamos el juego. Fue divertido y me ayudó a olvidarme de mis problemas con Severus. Terminamos el juego pronto ya que Madam Hooch llegó y nos gritó que le habíamos hurtado el equipo de Quidditch y estábamos volando sin supervisión. Fuimos afortunados porque ella se distrajo con un par de niños que corrían hacia el Bosque Prohibido, así que no tuvo oportunidad de darnos detención. Dejamos el campo y nos fuimos a cenar.

Me senté con mis amigos y simplemente hablamos. Nos habíamos divertido y yo me había olvidado de todo. Pero todo lo bueno termina en algún momento. El día siguiente no fue un infierno, pero tampoco un paseo al parque. La mayoría de los estudiantes susurraron cuando entré en el salón de clases y fue difícil ignorarlos. Pero esa no fue la peor parte del día. Tenía clases de Pociones y suponía que no iba a ir bien.

Desde el momento que Severus entró por la puerta y me vio pude sentir como crecía la tensión. Me miró con furia durante todo el tiempo, y de haber podido, para la mitad de la clase ya hubiera quitado todos los puntos de Gryffindor.

Me gritó por todo lo que pudo. Que si pasaba demasiado tiempo con un estudiante, que si demasiado poco, que si caminaba muy lento, que no reaccionaba lo suficientemente rápido para ayudar a la gente. Yo ignoré todo y mantuve la boca cerrada porque sabía que si le decía algo me arrepentiría. Las cosas siguieron así durante tres semanas; finalmente se calmaron, aunque nunca perdíamos oportunidad de zaherirnos uno al otro.

UN MES MAS TARDE

POV de Harry

Desperté el 18 de Diciembre, Martes, sintiendo ganas de vomitar… y lo hice. Afortunadamente, había tenido el buen sentido de inclinarme fuera de la cama y lanzarlo sobre el piso. Me limpié la boca y murmuré un hechizo limpiador. Me levanté y miré el reloj: las seis y media de la mañana. Pensé que podría tomar una ducha caliente y bajar temprano a desayunar. Pero el pensar en comida hizo que sintiera náuseas de nuevo, así que decidí ignorar el desayuno. Estuve en la ducha unos veinte minutos y luego decidí acomodarme para el día ya que no iba a poder dormir nuevamente. Dado que no podía estar cerca de Severus sin tenerlo y sin que deseáramos estrangularnos uno al otro, había ido a hablar con Dumbledore y le había comunicado que la Ceremonia quedaba cancelada y que no quería seguir bajo tutoría. Él trató de preguntar mis razones pero lo mandé a volar. Intentó volver a hablarme sobre el asunto pero le repetí lo que quería y me lo concedió.

Así que ahora me dirigía al Gran Comedor a encontrarme con Hermione y Ron. Las cosas habían mejorado para mí y Dumbledore me consiguió un tutor de Pociones así que no tenía que volver a estar en clases con Snape. Mientras caminaba, choqué contra él.

-Vea por donde va, Potter- me gruñó.

-Si…- no terminé la oración porque las náuseas regresaron y vomité, afortunadamente lejos de Snape.

-Potter, le sugiero que ya que hizo un desastre en el pasillo, lo limpie- con eso empezó a alejarse, su túnica girando tras él. Volví a murmurar un hechizo de limpieza y me dirigí, con cierta lentitud, hacia el comedor.

El día avanzó y en el almuerzo comí un poco de pan y unos sorbos de jugo de calabaza antes de sentir nuevamente ganas de vomitar. Y en la cena no pude probar bocado. Las cosas siguieron así el resto de la semana y Hermione estaba comenzando a pincharme para que fuera a Madame Pomfrey, diciendo que quizás tenía gripe o algo así, pero yo no le hacía caso. No fue sino hasta el Lunes, cuando íbamos camino al Gran Comedor, cuando me desmayé.

Los pasillos estaban bastante vacíos ya que estábamos en las vacaciones navideñas, pero tuve suerte que Hermione encontrara a alguien que fuera a llamar a Madam Pomfrey. Hermione y yo estábamos hablando de algo, probablemente de los EXTASIs, cuando comencé a sentir debilidad y que mis piernas se volvían gelatina. Lo próximo que supe fue que estaba en el piso de uno de los pasillos y Pomfrey estaba diciendo algo acerca de que los estudiantes debían acudir a ella cuando se sintieran enfermos.

-Madam Pomfrey, estoy bien, de veras- dije, tratando de que me dejara solo. Necesitaba que ella simplemente se fuera.

-No, no lo estás, querido. Estás débil y, por lo que escuché, tampoco has comido apropiadamente. Ahora voy a llevarte a la enfermería- miró a su alrededor y vio a Severus-. ¿Severus, podrías venir, por favor? Necesito que lleves al señor Potter a la enfermería.

-¿Por qué simplemente no haces que flote frente a ti?

-Porque eso lo debilitaría aún más, así que, por favor, levántalo.

-Madam Pomfrey, de verdad, puedo caminar- dije, intentando convencerla.

-No, y no quiero oír nada más de eso, Harry- replicó ella. Luego, Severus me alzó y caminó detrás de Poppy rumbo a la enfermería, seguido de cerca por Hermione.

POV del autor

-Severus, puedes dejarlo en esa cama- indicó Poppy, señalando la cama más cercana a su oficina-. Ahora, si tú y la señorita Granger fueran tan amables de esperar mientras examinó a Harry.

Entonces Poppy conjuró una cortina alrededor de la cama. Lanzó a Harry toda clase de hechizos y por fin le habló:

-Necesitas comer y cuidarte más, estás muy desnutrido y deshidratado- le informó, con tono preocupado.

-¿Madam Pomfrey, puedo hacerle una pregunta sin que se lo diga a nadie?- indagó Harry.

-Por supuesto, querido. ¿De qué se trata?

-Ummm… bien… ¿es cierto que los magos pueden quedar embarazados?- preguntó apresuradamente.

-Aunque casi no tiene sentido, sí, sí pueden. ¿Por qué quieres saberlo?

-Porque creo que estoy embarazado. Empecé a investigar cuando mi magia comenzó a disminuir y empecé a sentirme realmente mal. Y es la única explicación lógica.

-Vale, voy a revisarte y veremos si tus sospechas se confirman. Dame unos minutos, ya regreso con una poción.

-Oh, y Madam, por favor, no se lo diga a nadie.

-Por supuesto, querido.

Y con eso, Pomfrey salió de la cortina y empezó a dar vueltas buscando ciertos ingredientes y pociones que necesitaba combinar. Sabía que Severus la observaba. Imaginó que porque querría saber cuándo podría marcharse, pero ella no podía dejarlo partir aún. Pero en realidad, Severus lo que quería era saber qué tenía Harry. Él nunca antes se había desmayado, al menos no sin razón. Era un chico fuerte y no había razón alguna para que se hubiera desvanecido en medio del pasillo. Pero Pomfrey lo ignoró y continuó mezclando esto y aquello. Luego caminó tras la cortina de nuevo, y si Severus hubiera prestado suficiente atención, habría visto un débil resplandor azul alrededor de la cortina.

-Bien, felicitaciones, Harry. Vas a ser padre de un varón.

-¿Un varón? ¿Un pequeño niño? Wow. Lo sospechaba pero nunca lo soñé. Wow

-Sí. Ahora, ¿puedo preguntar quién es el otro padre?

-No, no se lo voy a decir a nadie.

-¿Ni siquiera al padre?

-A él menos que a nadie- dijo Harry, con voz molesta.

-Está bien, Harry, es tu decisión, pero sugiero que lo pienses. Necesitarás todo el apoyo que puedas conseguir. Ahora, tienes que seguir algunas pautas. Comer un poco en cada comida, aunque sea un tentempié si no eres capaz de comer algo más fuerte; no hacer esfuerzos fuertes y no, absolutamente nada de Quidditch. Parece que siempre encuentras el modo de caerte de la escoba. Y quiero que se lo digas al Director.

-Vale.

-Cediste con mucha facilidad y no me fío, mira que te conozco, Harry. ¿Qué pasa?

-Usted y yo sabemos que Dumbledore va a ser más sobre-protector de este bebé de lo que nadie pueda imaginar y que me confinaría a una cama si pensara que podría hacer cualquier cosa que pusiera en peligro la vida de mi bebé. Además, él sabe quién es el padre y no quiero que descubra el secreto.

Pomfrey masculló algo que sonó como 'hmph' y despidió a Harry

POV de Severus

Yo hacía un esfuerzo tras otro para escuchar lo que Harry estaba diciendo a Pomfrey pero no lo lograba. Además, no quería que la señorita Granger sospechara que yo estaba preocupado por el chico. Sabía que él le había contado a sus amigos sobre nuestra pelea y no quería imaginar a alguno de ellos diciéndole que yo estaba preocupado. Así que sólo esperé a que Pomfrey me despidiera de la enfermería. La siguiente persona que vi fue Harry. Lucía un poco mejor que media hora antes.

-Potter.

-Profesor.

-¿Supongo que se siente mejor?

-Sí, señor, sólo es un virus. Madam Pomfrey me dio una poción y me siento mucho mejor.

-Oh, Harry, querido, olvidé darte esta poción. Es para las náuseas- nos interrumpió Pomfrey-. Severus, no sabía que todavía estabas aquí. Bueno, el señor Potter está bien y ya no se necesitan tus servicios.

-Muy bien, Poppy. Nos vemos en la cena- dije, y entonces partí.

Me dirigí hacia la oficina del Director, que era hacia donde me dirigía antes que Potter se desmayara. Empezaba a decir la contraseña cuando vi que la gárgola saltaba a un lado. El Director salió del hueco de la escalera y me miró.

-Severus, mi querido muchacho, me alegra verte. Justo iba a buscarte.

-Me retrasé porque Potter se desmayó en el pasillo. Poppy me pidió que lo llevara a la enfermería y permanecí allí hasta que me dijo que él estaba bien.

-¿Entonces todo está bien de nuevo entre Harry y tú?

-No, Director, no lo está y tú lo sabes mejor que Potter y yo.

-Quizás, pero mejor dejemos eso para otro momento. Te llamé a mi oficina porque quería pedirte si podías considerar mudarte de nuevo con Harry?

-No, no lo haré.

-¿Pero por qué? Sé que todavía ambos tienen sentimientos uno por el otro, y va más allá de mi comprensión el por qué se separaron.

-De veras, Albus, ¿no sabes todo lo que pasa en esta escuela? Y yo que pensaba que eras el gran diseñador de todo- le dije con tanto sarcasmo como me fue posible. Aunque estaba un tanto sorprendido de que ni siquiera tuviera idea de por qué nos habíamos separado.

-Tu sarcasmo cae en oídos sordos, Severus. Ahora, si me disculpas, creo que el señor Potter está necesitándome- luego de eso se alejó y yo me dirigí a mi habitación.

POV de Harry

Esperé a que Snape partiera, antes de mirar a Pomfrey y decir:

-¿Por cuánto tiempo tengo que tomar esto?

-Te estoy dando suficiente para un mes y medio, aunque no deberías necesitarlo tanto tiempo.

Le di las gracias y abandoné la enfermería acompañado de Hermione. Mi amiga trató de interrogarme sobre qué me pasaba pero eludí el asunto y ella se dio por vencida. Íbamos caminando en silencio cuando el Director se acercó.

-Ah, Harry, al fin te encuentro. Necesito hablar contigo si no te importa.

-No, señor, en absoluto. Hermione, después nos vemos, ¿vale?- contesté al Director y después miré a Hermione.

-Vale, Harry- dijo ella y se encaminó hacia la biblioteca.

-¿De qué necesitaba hablarme, señor?

-Bien, Poppy sacó su cabeza a través de mi chimenea y dijo que había algo que necesitabas contarme.

-Le pedí que no dijera nada a nadie- murmuré para mi mismo.

-¿Quieres repetir eso? Creo que no te escuché.

-Estoyembarazadoseñor.

-Harry, decir todo junto no hará más fácil escucharte.

-Estoy embarazado, señor.

-Eso no es bueno, Harry. Sabes que Severus y tú son Almas Gemelas. Esto es perjudicial para el enlace.

-No tan perjudicial como usted piensa, señor- contesté.

-¿Cómo así?

-El niño es de Snape.

-Eso no está bien, Harry. No puedes hacer pasar el niño de otro como de Severus sólo para volver con él.

-Es suyo. Completamos el enlace la mañana que usted nos llamó a su oficina para hablarnos sobre la ceremonia de enlace. Cuente los días, hace exactamente siete semanas. Lo suficiente como para notar que estoy embarazado.

-Entonces debes decirle a Severus.

-¡NO! Él nunca lo sabrá mientras yo viva.

-Debes decirle, también es su niño.

-No lo es. Él no me quiere y tampoco querrá a mi bebé.

-No es justo ni para él ni para el niño, Harry.

-Si desea que continúe mi educación y conserve a este niño tan seguro como pueda, no dirá ni una palabra de esto a nadie.

-Estás peligrosamente cerca de irrespetarme, Harry, y no pienso tolerarlo.

-Lo lamento, señor, pero no quiero que nadie lo sepa, especialmente Snape.

-Aceptaré tu deseo y no le diré nada, pero considero que tú deberías hacerlo. Ahora debo irme. Que pases buen día, Harry.

Lo observé partir y luego me dirigí a la biblioteca a buscar a Hermione.

Continuara…