Cursiva: Pensamientos
¿Y después?
Capítulo 6: Carpe Diem
Había llegado un nuevo día. A pesar de estar comenzando el invierno, el sol resplandecía… tanto, que no dejaba dormir a cierto personaje zorruno mientras andaba en bicicleta. A su lado, un pelirrojo lo miraba divertido, ya que el zorro echaba maldiciones por el sol que tanto brillaba y no lo dejaba dormir.
Al llegar a su salón, lo primero que hizo fue echarse a dormir. Para él, dormir era aprovechar el momento al máximo, era como su elixir. Lo que lo recargaba para poder jugar basketball.
En otro salón, el pelirrojo conversaba con sus amigos, a la vez que trataba de concentrarse en las clases. Estaba ansioso, quería que llegara el entrenamiento, sentía que ese día iba a ser distinto.
Con las ansias, el día pasó rápidamente y llegó la hora del entrenamiento.
-¿Ya llegaron todos?
-¡Anzai-sensei! – saludaron todos enérgicamente
-Qué bueno que vino, Anzai-sensei – dijo Ayako alegremente -… mmm… sí, están todos… comencemos con un…
-Espera… Ayako…
-¿Pasa algo, Rukawa?
-Yo… yo quería decirle algo a todos
Todos miraron a Rukawa seriamente. Era demasiado extraño, en dos años nunca había hablado nada.
-Quería… quería pedirles disculpas por mi actitud de ayer… en especial a ti, Ayako, por haberte gritado de ese modo… gomen nasai – bajó la mirada
-Discúlpame a mí también, Rukawa… soy un poco insistente, no pensé que te iba a molestar tanto – dijo con una sonrisa
Anzai miraba la escena con una sonrisa dibujada de oreja a oreja, mientras que los demás estaban atónitos ante la reacción de Rukawa.
-¡Bueno, vamos a entrenar ya! – dijo Ayako cambiando el tema - ¡Ya, a trotar!
Todos se pusieron tras Ryota y comenzaron a trotar. Luego hicieron los típicos ejercicios y jugaron un partido bastante ameno, ya que Rukawa y Sakuragi juntos hacían una excelente dupla.
Se fueron a las duchas. Sakuragi siempre se quedaba esperando afuera a Rukawa, pero el zorro siempre era el último en salir. No le gustaban esas duchas rápidas y si se iba a duchar, lo haría bien. Pero cuando salió vio a Ryota, que tenía cara de estarlo esperando.
-¿Pasa algo? – pregunta el zorro
-Bueno yo… yo como capitán del equipo quería decirte que estoy muy contento del cambio de actitud que has tenido. Quizás tú lo notes minúsculo, pero para nosotros es un cambio enorme, y nos hace más ameno el entrenar y jugar con otros equipos con más seguridad, además tú sabes que tú y Hanamichi son excelentes jugadores… y los dos juntos hacen una gran dupla
-Hago lo que puedo – dijo secándose enérgicamente con la toalla su no muy mojado pelo, pues estaban llegando al invierno y no quería resfriarse - ¿Para decirme eso me esperaste?
-Pues… sí
-Me hubieras dicho antes y te ahorrabas el tiempo
-De todos modos me tenía que quedar, yo tengo las llaves
-Pero Sakuragi está afuera esperándome
-¿Hanamichi? Es raro, yo lo busqué y no estaba, en realidad pensé que estaba acá…
-¿Hace cuánto que lo viste? – dejó de lado su labor de secarse bien el pelo
-Pues cuando tú entraste a ducharte y él iba saliendo… unos 20 minutos
-¿Veinte¿Y no está afuera?
-No…
Rukawa comenzó a guardar sus cosas más rápidamente. Ryota notó que había cierto nerviosismo en el moreno, pero no le dijo nada, no quería alterarlo más. En unos dos minutos Rukawa estaba listo – y usualmente en guardar tardaba unos 5 ó más – y salió seguido de Ryota. Le dieron una vuelta a la oscura y solitaria Shohoku, pero no vieron al pelirrojo.
-Quizás se fue a la casa. ¿Quieres que te acompañe?
-¿Y por qué se iría solo?
-No sé… quizás se sentía mal…
-Iré para allá… si lo ves avísame…
Se despidió y se subió rápidamente a su bicicleta y anduvo lo más rápido que pudo… en realidad lo que el clima le dejaba andar, porque estaba medio frío, atardecía, estaba nublado y llevaba el pelo medio mojado.
Llegó a la casa algo acelerado. En el living no había nadie. Subió a la pieza de Hanamichi y por el entreabierto de la puerta pudo ver que Hanamichi estaba adentro. Rukawa entró sin golpear.
-Menudo susto me has hecho pasar… ¿Por qué te viniste solo?
-Me sentía mal… - dijo, desganado
-Me hubieras dicho y me apuraba, no puedes andar solo como si nada
-No eres mi niñera, además Shohoku está cerca de aquí
-Sí, pero aunque esté cerca…
-¡No me trates como si fueras mi madre¡Déjame sólo aunque sea en la casa!
Rukawa lo miró serio y se fue. Se sintió enojado y ridículo, pues le estaba demostrando preocupación y lo único que el pelirrojo hizo fue ridiculizarlo. En eso suena el teléfono.
-¿Moshi moshi?
-Soy Miyagi… ¿Rukawa?
-Sí
-¿Estaba Hanamichi allá?
-Sí, se sentía mal
-¿Qué tiene?
-No sé
-¿Cómo no sabes?
-Es que fui a verlo y se enojó porque dijo que yo no lo dejaba solo nunca
-Pues deberías preguntarle qué le pasa… tal vez le molesta la cabeza y necesita que lo revisen
-Tenía más cara de resfriado…
-Ah, pues es normal, hace frío y es un descuidado. Bueno, tengo que colgar…
-Gracias por llamar
Se despidieron y colgaron. Rukawa subió a la pieza de Hanamichi.
-¿Qué te pasa? – preguntó desde afuera suavemente
-Me siento resfriado…
-¿Necesitas algo?
-Tengo hambre…
Rukawa se dirigió a la cocina y le preparó algo más o menos rápido y que quisiera comer. Le llevó la comida y se sentó junto a Sakuragi en una silla.
-¿Te vas a quedar ahí todo el rato?
-No tengo nada más que hacer…
Sakuragi lo miró, guardó silencio, y siguió comiendo.
-¿Qué hiciste en el día?
-¿Ah? Ehm… esperé el entrenamiento, nada más
-¿Es lo único en lo que piensas?
-A parte de dormir y que se acaben las clases sí…
-Tienes que hacer algo¿cómo te vas a pasar el día esperando el entrenamiento?
-¿Y qué quieres que haga?
-No sé… en el descanso podrías jugar basketball… o en el descanso dormir, no en las clases
-¿Y para qué quiero poner atención?
-Para… para pasar de grado y que puedas seguir jugando… y para tu futuro, para cumplir tus metas y darte tus lujos…
-Mi única meta es jugar basketball… y no me interesa darme lujos
-Claro que sí… dime que no sería un lujo comprarte las mejores zapatillas de basketball del mundo… o ir a estados unidos a ver partidos de la NBA… o comprarte cosas… - vio que Rukawa ponía cara de interés – y para todo eso te sirve estudiar
-Esto parece un sermón
-Entonces ándate
-No, porque tengo que…
-¡No hagas las cosas por pena o por cargo de conciencia¡Hazlo por…!
-¡Lo estoy haciendo porque…! – Sakuragi paró de regañarlo -… porque… bueno yo… no… no es por cargo de conciencia… es que…
-Ya, entiendo…
Guardaron silencio. Sakuragi siguió comiendo. Terminó y le pasó el plato a Rukawa.
-Me iré a preparar algo yo… no he comido nada
Se llevó los trastes, los lavó, y al ver el calefont le dieron ganas de darse una rica ducha para pasar el frío. Rica ducha que duró una media hora y que le saldría de oro en las cuentas de fin de mes. Se preparó algo de comer – que no era mucho, pues no tenía tanta hambre tampoco – y se llevó la comida a su pieza. Cuando ya había terminado todo y estaba listo para dormir, escucha que Sakuragi respiraba muy fuerte. Qué manera de roncar…, pensó. Fue a verlo y se dio cuenta que no eran unos ronquidos. Estaba agitado, y no estaba precisamente soñando. Puso una mano en su frente y notó que ardía en fiebre. ¿En qué momento se habrá resfriado este do'aho? Buscó y buscó hasta encontrar un pañuelo. Lo mojó y se lo puso en la frente al pelirrojo, mientras buscaba un termómetro. Cuando volvió, el pañuelo ya estaba caliente y el baño no muy cerca. Trajo un tiesto con agua y lo iba cambiando. Vio la temperatura, no estaba muy bien que digamos. Luego miró la hora. Al parecer, iba a ser una larga noche.
Luego de tanto delirar, el pelirrojo comenzó a abrir los ojos. Chocó con la azul mirada del zorro, que le estaba sacando el pañuelo de la frente. Luego, Hanamichi miró la cortina. Se podía ver un poco de luz.
-¿Qué pasó?
-Anoche, un rato después de que yo me fui, empezaste a delirar
-¿A delirar? – no recibió respuesta audible - ¿Qué hora es?
-Las 7 de la mañana, ya está amaneciendo
-No me digas que tú…
-¿Qué querías¿Qué me fuera a dormir, dejándote con 40 y tantos de fiebre mientras delirabas?
-No, pero… pasaste de largo… y parece que ya no tengo nada…
-No, ya no tienes
-Arigato gozaimasu… ahora deberías ir a dormir
-Qué dormir ni ocho cuartos, tengo que ir a la escuela
-Pero no has dormido nada
-Hay entrenamiento - Sakuragi puso cara como de "ay, no tiene remedio"
-Bueno, son las 7 aun así que alcanzo a arreglarme y…
-¡Nee¿A dónde piensas ir?
-Contigo a Shohoku
-Estás loco… ¡hace 5 horas delirabas como un idiota!
-Pero ahora me siento bien…
-Además está congelado afuera, hace más frío que ayer
-Pero… es que no quiero estar todo el día aquí sólo, me aburriría… ¡te prometo que no voy a entrenar!
Rukawa lo miró divertido, parecía un niño rogándole a su papá por un helado. Rukawa refunfuñó.
-Como quieras, pero después no me andes diciendo que te enfermaste más por mi culpa, el irresponsable eres tú
Rukawa dejó solo a Sakuragi mientras se cambiaba. Estuvieron listos y se fueron, pero ninguno alcanzó a desayunar.
Los estudiantes de Shohoku iban muy abrigados. Entraban rápidamente a la escuela, con las manos en los bolsillos y el cuello escondido. Pero para Rukawa era como pleno día de verano, no tenía ningún apuro. Sakuragi se encontró con su gundan en el camino y prefirió irse con ellos para llegar más rápido y no arriesgarse a una recaída.
Empezaron las clases. Extrañamente, Rukawa no durmió a pesar de que verdaderamente tenía sueño. Quizás el sermón de Sakuragi le sirvió de algo. Prestó atención a las clases. Al descanso, buscó en sus bolsillos dinero para comprar un desayuno, pero no traía nada. Echó maldiciones y para cuando se calmó volvieron las clases. Otra vez no durmió nada.
A la hora del almuerzo fue a la azotea a tratar de dormir, pero estaban Hanamichi y su gundan, por lo que no pudo. Se estaba desesperando.
Terminaron las clases y llegó el entrenamiento.
-¿Por qué no traes tu ropa de deporte, Hanamichi Sakuragi? – pregunta Ayako con abanico en mano
-Estoy enfermo, sólo vine a ver
-¿Y si estás enfermo, por qué viniste?
-No quise quedarme solo en la casa
-Bueno, siéntate y mira… ¿Ya están todos? – dijo, acercándose a los demás
Comenzaron a hacer los típicos ejercicios de calentamiento antes de ponerse a entrenar. Cuando comenzaron a entrenar, Ayako notó algo cansado a Rukawa, más de lo normal.
Al rato decidieron jugar el partido. El típico, los de menor grado contra los de mayor. En los primeros minutos se notaba la ausencia de Rukawa. No obstante seguía haciendo sus tiros perfectos. A los 7 minutos, Ayako se acerca a Rukawa.
-¿Estás bien? Te noto cansado
-Sí, no te preocupes…
-¿Seguro? – Rukawa se había ido
Desde que Ayako le preguntó eso, Rukawa comenzó a jugar como antes. Sin embargo, ella seguía mirándolo. A pesar de todo lo que había corrido, no sudaba.
Cuando llegaron a los quince minutos, Rukawa se encontraba mirando un triple de Mitsui, que entró a la canasta. El otro equipo comenzó a subir, y Rukawa se quedó atrás. Mitsui se dio la vuelta para mirarlo, y vio cómo se caía al suelo.
-¡Rukawa¡¿Qué te pasa!
Todos voltearon a mirar. Llegaron todos y se pusieron alrededor. Ayako los aleja un poco con su voz de mando. Pone una mano en su frente.
-¡Está congelado! – le pone dos dedos en la muñeca izquierda y cuenta hasta diez – y la presión la tiene muy baja
-Él… - empezó a hablar Hanamichi, obteniendo la mirada de todos – anoche yo me enfermé… estaba delirando
-¿Delirando? – dijo Ryota – Pero si ayer estabas de lo más bien
-Sí, y… la cosa es que él se quedó cuidándome hasta que bajara la fiebre… es decir… pasó de largo, no durmió nada
-¿No durmió? Me explico el cansancio – dijo Ayako - ¿Pero el desmayo?
-Es que nos fuimos sin desayunar… y no trajo dinero… yo le ofrecí comida, Yohei y los demás también, pero no quiso… además en las clases no durmió
-Es tan raro – dijo Mitsui -, duerme cuando no tiene que dormir y cuando tiene que dormir no lo hace…
-Pues vamos a tener que llevarlo a enfermería
-Si está frío¿no crees que el clima de aquí a la enfermería le haría peor?
-Tienes razón, Ryota… ya, que vayan dos a enfermería y me traigan frazadas, las más posibles… otros que busquen un plato de comida caliente… los demás que lo carguen hasta una colchoneta…
Rápidamente cumplieron las órdenes de Ayako. Lo taparon y le pusieron los pies en alto, pero Rukawa no volvía en sí.
-Toma – Mitsui le entrega un termómetro -, lo saqué de la enfermería, se me olvidó pasártelo
-Oh, muchas gracias – le pone el termómetro -. Este muchacho está muy helado – dijo poniendo sus manos en la cara de Rukawa
Rukawa abrió sus ojos lentamente, mientras todos se le acercaban. Trató de pararse, pero sintió que mil manos se lo impidieron, y no opuso resistencia.
-¿Qué…?
-Te bajó la presión, pero quédate tranquilo – le dijo Ayako palmoteándole la cara suavemente -, con un poco de calor, comida y descanso vas a estar bien de nuevo
-¿Segura que estoy bien? – preguntó suave y pausadamente
-¿Por qué lo dices?
-Todos… me miran mucho
-Sólo están preocupados por ti, Rukawa
-¿Tú crees?
Ayako los miró a todos en señal de "váyanse a entrenar". Ryota captó y los mandó suavemente a continuar el partido. Sólo se quedaron con él Ayako y Hanamichi.
-¿Por qué no lo harían?
-No sé, yo…
-Eres un integrante más, Rukawa. Eres una persona, y sea quien sea que le pase algo, todos nos preocuparemos, como ha pasado con mucha gente del equipo
Rukawa la miró, simplemente. Ayako le sacó el termómetro y no puso una cara muy contenta que digamos. Luego, Rukawa corrió la mirada.
-Tengo frío… y sueño…
-No, tú no duermes hasta comer algo… ya te están consiguiendo comida…
-Es que yo no... no aguanto más, quiero dormir
-Mira, allá vienen
Rukawa miró donde le apuntaba Ayako, pero vio borroso dos siluetas que se acercaban corriendo. Traían comida y café.
-Fuimos a comprar al restaurant de la vuelta – eran Haruko y Yohei, que se acercaban con la comida
-Qué bien, muchachos – recibe la comida -. Arigato gozaimasu, no tenían por qué ir ustedes
-Queríamos que los demás entrenaran – dice Haruko, sonriente
Luego mira a Rukawa y su cara cambia a preocupación. Yohei le hace una señal y se van.
Rukawa se sienta para comer, pero pone cara de desapruebo.
-Hace frío
Hanamichi se saca la chaqueta del colegio que traía y se la pone a Rukawa.
-Está loco, tú estás enfermo – toma la chaqueta y se la entrega
-Iré por otra – le devuelve su chaqueta
El pelirrojo se pone de pie y camina hacia otro lado. Rukawa se pone la chaqueta, viendo que Hanamichi iba a buscar otra cosa para abrigarse.
Sakuragi llegó y el moreno no pudo evitar un sonrojo casi imperceptible al ver al pelirrojo con su polerón azul. Sino fuera por el casi… Rukawa no contaba con que cierta chica lo iba a notar y no lo iba a dejar pasar como cualquier tonta reacción.
-Fui a tu bolso de deporte y lo saqué, espero no te moleste
-No… no te preocupes… - dijo Rukawa, probando bocado
Lo más rápido que pudo el zorro se devoró la comida y se bebió el café. Luego, comenzó a dormir. Quedaban unos 10 minutos de partido.
-¿Cómo piensas llevarlo a casa, Hanamichi?
-No lo sé… en bicicleta
-¿Y cómo?
-Él sentado y yo a un lado
-Pero sólo no vas a poder
-Ya verás que sí, este tensai puede hacer todo – comenzó a reír
-¿Tensai? – Ayako lo miró con los ojos muy abiertos
-Bueno, quizás exageré pero…
-Es que tú antes te autoproclamabas tensai…
-¿En serio?
-Sí…
-¡Jajaja! Eso no importa… lo que importa es que puedo llevarlo, no te preocupes
-Podrías pedirle ayuda a alguno de tus amigos…
Hanamichi se queda callado. Al rato después Ryota termina el partido y todos se van a las duchas. Llevaron las frazadas a la enfermería - sólo dejaron dos para el camino – y despertaron a Rukawa para decirle que tenían que irse. Yohei se ofreció para ayudar a Sakuragi.
Sentaron a Hanamichi en la bicicleta. Yohei movía la bicicleta y Hanamichi caminaba al lado de Rukawa rodeándolo con un brazo para que éste no se cayera ni sintiera más frío aún. Yohei no podía evitar mirar hacia atrás de reojo. En un momento Rukawa se durmió en el hombro del pelirrojo, y notó la extraña expresión que puso Sakuragi. Llegaron a la casa rápidamente y recostaron a Rukawa.
-¿Van a estar bien?
-Sí, no te preocupes, yo ya me siento mejor…
-Cualquier cosa ya sabes…
-Muchas gracias
Yohei se fue algo preocupado. Sakuragi vio que Rukawa dormía plácidamente así que decidió hacer lo mismo él. Pero le costó un poco, se sentía muy agradecido de todo lo que había hecho Rukawa por él y culpable por lo que había pasado. Pero estaba feliz del cambio que el moreno estaba haciendo. Hoy sí que había sido un día especial.
N/A¡Hola, espero les guste el capítulo! Ya no pueden decir que están cortos.Al menos a mí me gustó mucho jijiji. Respondiendo reviews "anónimos"…
Serenity Moon001:Jejeje gracias por tus reviews... y cada vez se va a ver a un Rukawa más "humano" XD
Shadir: Y sí, las cosas se vienen mejor... aunque igual pelean XD de todos modos yo también tengo mi burbujita Rukawa, me cuesta ser sensible... XD gracias por tus reviews
ROCIO¡Muchas gracias por tu review! Voy a llorar wiii XD lástima que no va a haber lemon... no me gusta XD pero sí mucho amor XD
¡Nos vemos en el siguiente capítulo!
Carpe Diem: Aprovecha el momento
