Cursiva: Pensamientos

¿Y después?

Capítulo 10: Confrontación

El pelirrojo abrió sus ojos. Estaba en una habitación de hospital. Junto a él estaba el doctor.

-¿Qué pasó?

-Tranquilo, muchacho – dijo, anotando algo en un papel -, ya vendrán tus amigos a contarte. Por lo pronto, tienes que saber que estás bien, que hoy podrás irte a tu casa

El doctor sale y entran Yohei y Akagi. El doctor les había dicho que no dijeran nada de su relación con Rukawa, ya que podía ser un shock muy fuerte para él, y que sólo evadieran sus preguntas.

-¡Yohei¡Gori! – dice angustiado - ¿Qué pasa?

-Hanamichi… - habla Yohei – tú perdiste la memoria… hace varios meses atrás

-¿Nani¡Esto es una broma! – dice con una sonrisa nerviosa

-No. ¿Qué es lo último que recuerdas antes de que estabas en tu casa?

-Que estaba en el gimnasio peleando con… el kitsune – esto último lo dijo con desagrado

-Ambos se golpearon y él… parece que te golpeó en un lugar muy estratégico de la cabeza… y perdiste la memoria

-¡Kuso¿Cuántos meses?

-Unos 4… ya estamos en primavera

-¿Y qué hice en todo ese tiempo? – justo en eso, entran todos los cercanos a Hanamichi

-¡Hijo¿Estás bien?

-Sí, mamá… no se preocupen, ya estoy bien… y los recuerdo a todos… - todos suspiraron aliviados - ¿Y qué hice en todo este tiempo?

-Yo le diré todo… - Yohei miró a los demás, como diciéndoles que no agregaran nada a lo que él dijera – te convertiste realmente en un talento del basketball, hiciste jugadas impresionantes… llegaron al nacional junto con Ryonan, por muy pocos puntos de diferencia entre Ryonan y Kainan… también subiste tus notas… sólo eso

-¿Sólo eso?

-Sí…

-¿Me pueden decir qué hacía el zorro en mi casa? – hubo un silencio sepulcral - ¿Qué les pasa?

-Hijo, el doctor dijo que podías irte ahora… - mira a los demás y se despiden de Hanamichi, dejándolo con las preguntas en la boca y se van, nerviosos

-¿Tú no sabes nada?

-Tú seguías viviendo solo… yo estaba muy ocupada, pero te fui a ver varias veces… y salíamos, te llevaba a almorzar y un día te llevé al cementerio…

Mientras tanto, un triste Rukawa recogía todas sus cosas de la casa de Hanamichi y se iba, sin dejar ningún rastro de que él había estado en esa casa.

Hanamichi no hizo más preguntas y se fue a la casa. Le recomendaron hacer reposo algunos días. Se saltó unos dos entrenamientos, y al tercero fue. Todos los recibieron amablemente. A lo lejos, vio a Rukawa. Notó un ambiente denso en el lugar.

-¿Pasa algo? – los miró a todos

-No, Sakuragi… no pasa nada

-¿Cómo quieres que te crea con esa cara? – los miró a todos, estaban algo afligidos y corrían la vista - ¿Qué pasó? No creo que estén tristes porque el campeonato fue corrido unos meses… - luego miró a Rukawa. El pelinegro lo miraba tristemente - ¿Y tú qué me ves, Rukawa? – lo miró con odio

-¿Acaso eso está prohibido? – dijo Rukawa aparentando frialdad

-¡No me tomes el pelo, teme kitsune! – se iba a acercar, pero Ryota lo detuvo - ¡Suéltame, Ryota¡Voy a darle a ese zorro lo que se merece!

-¡No empeores las cosas, Hanamichi! – dijo Ryota

-Déjalo, Miyagi… - todos miraron a Rukawa

-Rukawa…

-Déjalo… - Ryota lo soltó y ambos jugadores se acercaron, pero Rukawa lo tomó de la camiseta y lo levantó - ¿Quieres saber qué pasa¿Quieres saber por qué todos están así?

-¡No me hables así¡Suéltame!

-¡Me vas a escuchar!

-Rukawa… - se acera Yohei

-¡No te metas, Mito! Suficiente he aguantado ya…

-Rukawa, no deberías… - añade Ayako

-¡Qué me dejen hablar! – todos se quedaron callados mirando – Te lo voy a decir todo… así que escucha bien, Sakuragi…

-¡Suéltame, estúpido zorro!

-¡ESCÚCHAME! – lo movió bruscamente - ¡Yo estaba en tu casa ese día porque… porque… porque éramos novios¡Novios! – Hanamichi lo miró realmente sorprendido, como si estuviera viendo un cadáver o un fantasma - ¡Sí, nos amábamos!

-¡Mentira¡Eso…¡Eso es mentira¡Estás mintiendo, es una de tus bromas, zorro¡Y de muy mal gusto! – Rukawa sólo lo miró - ¡Mis amigos me habrían dicho¡Sí, ellos me habrían dicho! – miró a la gundan, quien guardó silencio y corrió la vista

-El silencio otorga – dijo el pelinegro, soltando al otro jugador

Hanamichi los miró a todos y salió del gimnasio. Rukawa se dejó caer de rodillas al suelo.

-¡Todos a los camarines! – gritó Ayako - ¡Mito, anda a buscar a Hanamichi¡Ya, me oyeron¡Y el público también se va¡Ahora!

Todos obedecieron. En la cancha, sólo quedaron Ayako y Rukawa.

-Rukawa… - se acercó Ayako

-No necesito tu lástima

-No tengo lástima por nadie. No me gusta que me la tengan a mí tampoco. Sólo quería decirte… que no debiste hacer hecho eso – se puso en cuclillas frente a él -, era demasiado pronto para que lo supiera

-No aguanté más… era como una mentira…

-Piadosa, al fin y al cabo…

-Pero mentira, igualmente – Rukawa guardó silencio. Al rato, Ayako escuchó unos sollozos

-Rukawa, estás…

-¡Acaso no puedo! – la miró con los ojos llenos de lágrimas - ¡Por ser Kaede Rukawa no puedo llorar!

-Disculpa, tienes razón, yo…

Antes de que Ayako continuara hablando, Rukawa se abrazó a Ayako y lloró fuertemente. Ayako estaba realmente extrañada. Está tan derrotado… tienes que estar tan mal para hacer esto, Kaede Rukawa… Lo abrazó protectora y consoladoramente.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------

-¡Hanamichi! – gritó Yohei, que salía tras el

-¡Me mentiste¡Cómo me pudiste mentir con algo tan feo!

-El doctor nos dijo que no te dijéramos, podía hacerte mal…

-¡Me importa un bledo lo que haya dicho ese doctor! – se da vuelta y golpea con sus puños la pared y se apoya en ella

-Hanamichi, no pierdas los estribos, por favor

-¡Pero es que yo no pude ser novio del zorro¡No puede ser!

-Es… es cierto…

-¿Ahora me podrías contar todo de una buena vez? – dijo duramente el pelirrojo, mirando a su amigo

-Cuando tú perdiste la memoria… - se metió las manos a los bolsillos y miró por la ventana – él te llevó al hospital y estuvo contigo, se sentía muy mal, nunca quiso que te pasara eso

-Es un idiota… ¡todo fue su culpa!

-El doctor dijo que no podías vivir sólo, así que se fue a vivir contigo…

-¿Y yo accedí?

-Claro

-Qué imbécil…

-Tu carácter cambió, ya que perdiste la memoria… eras una persona más madura, flexible y sensible, aunque lo rudo no lo cambiaste mucho. Con el pasar del tiempo, Rukawa y tú se hicieron bien amigos, incluso se convirtieron en el dúo más temido del basketball…

-¿Jugábamos en equipo? – Yohei asintió - ¡Qué imbecilidad!

-Sus jugadas eran impresionantes, además que tu nivel mejoró mucho… hacías jugadas que sacaba a todos de lugar… luego Ayako y yo notamos que entre ustedes dos había más que una amistad… conversamos por separado con ambos de lo que podía pasar si entre ustedes dos había algo… las consecuencias, que es lo que está pasando ahora… pero todo estaba en manos de Rukawa

-¿Y decidió que estuviéramos juntos ese tiempo a pesar de que yo lo olvidaría todo?

-Sí…

-Fue lo peor

-Al contrario – Hanamichi lo miró confundido -. Si no estaban juntos sufrirían ambos por partida doble, sobre todo él. Y quiso que ambos fueran felices, aunque fuera un momento y aunque tú lo olvidaras…

El pelirrojo imitó a su amigo, y comenzó a mirar hacia la ventana molesto, con el ceño fruncido y la mirada perdida.

-De todos modos ustedes me mintieron. ¡No podían ocultarme algo así! Además… Rukawa es un idiota… nunca debió acercarse a mí

-No seas tan cerrado ni egoísta – Hanamichi miró a su amigo, quien no le devolvió la mirada -. Rukawa hizo lo mejor para los dos, te cuidó a sabiendas de la reacción de los demás, eligió que se amaran también a sabiendas de lo que los demás podían decirles… Hanamichi, todos vimos un lado de Rukawa que jamás pensamos ver, y fue gracias a ti

-Pero yo no lo recuerdo, así que no me importa

Sintió una opresión en el pecho. No sabía qué era, pero le hacía sentirse extrañamente mal, y no era algo físico. Yohei lo notó y miró a su compañero.

-¿Pasa algo?

-No, yo… sólo quiero irme

-¿Y el entrenamiento?

-No. No puedo seguir entrenando. Nunca más

-----------------------------------------------------------------------------------------------------

-¿Puedo irme? – pregunta Rukawa a Ayako, mientras se salía del abrazo

-Claro que puedes. Espérame aquí, iré por tus cosas al camarín

-Muchas gracias

Ayako entró al camarín y se encontró cara a cara con Ryota, quien la miraba enojado.

-¿Estabas espiando? – la chica no recibió respuesta – Eso no se hace – miró molesta

Sacó las cosas de Rukawa y salió rápidamente del camarín. Le dio el bolso de deporte al moreno y éste se fue rápidamente. En el camino sólo se topó con Yohei Mito, a quien miró unos segundos con profunda tristeza y luego siguió su camino.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------

Miraba a todos lados, buscando nada en específico, recostado en su cama. Una mano la tenía sobre su estómago y la otra en la nuca. Miraba el techo. La decisión que acababa de tomar era difícil. Él sabía bien que ya no jugaba basketball por obtener el amor de Haruko, él se había enamorado de ese deporte y dejarlo le partía el alma. Pero sabía que no soportaría un segundo más la presencia de Rukawa. Rukawa. Volvió a sentir esa opresión en el pecho, no sabía cómo clasificarla. Hanamichi no entendía cómo había caído tan bajo, en terminar siendo novio de su enemigo, del hombre que hacía sufrir a Haruko. ¿O acaso podía decir que eso fue "caer bajo"? Sintió un sabor extraño en su boca, una sensación bastante rara, cosas que no podía definir y le incomodaba el no poder hacerlo. Pero no quería pedir ayuda, sabía que no podría explicar bien lo que le pasaba, pues ni él se entendía, pero creía que con el tiempo podría hacerlo.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------

Kaede Rukawa entró rápidamente a su casa y se dirigió a su pieza, dando un sonoro portazo y cerrando con llave, mientras su madre gritaba cosas desde fuera, cosas ininteligibles para Rukawa. Se tiró sobre la cama y hundió la cara en la almohada, ahogando ahí sus sollozos. Qué doloroso le parecía todo. Había estado tan feliz los últimos días que había olvidado que algún día todo acabaría y no estaba tan preparado como creía estarlo. Y no recordaba con felicidad los momentos que había vivido con él, le dolía recordar, pues sabía que él no lo hacía. No era lo mismo que cuando una pareja terminaba. El amor de Hanamichi hacia el moreno no se había acabado porque él quisiera. Hace unos días ellos se amaban y eran muy felices. Y se amaban. Rukawa nunca había amado a alguien y tampoco había pensado antes en el tema, no le llamaba la atención. Pero ahora que lo vivía… no podía escapar de él como siempre escapó de las cosas. En eso, siente una mano en su hombro. Se extrañó, pues se había asegurado de cerrar la puerta con llave. Volteó a ver y no vio nada. Cerró los ojos, se concentró un poco, y se topó con Fuyu Sakuragi, el cual tenía una mano en el hombro del jugador.

-Esto se veía venir, Rukawa

-Lo sé… - dijo, con los ojos llenos de lágrimas y desviando la mirada

-Créeme que me encantaría que las cosas fueran distintas… y que mi hijo estuviera contigo… se veía tan feliz… pero tenía derecho de recobrar su memoria, de ser el Hanamichi original…

-¿Otra vez insinúa que soy egoísta?

-No, Rukawa. Nada de eso – se hizo un silencio incómodo -. Tienes que ser fuerte, Rukawa

-¿Fuerza¿Me está pidiendo fuerza¿No me ve cómo estoy? Yo no sé si pueda soportar esto… con cada segundo que pasa, mi vida se apaga un poco más… él me mantenía vivo

-¿Y ahora no lo hace?

-No si no está a mi lado…

-Qué débil eres, Rukawa… yo sí puedo tener fuerza y esperar, con el tiempo las cosas cambian, ten paciencia… por eso mismo, no voy a dejar de vigilarlos

El pelinegro lo miró extrañado, abriendo un poco más de lo normal sus ojos zorrunos y vio cómo el hombre se desvanecía. Abrió los ojos y sólo vio oscuridad. Se separó un poco de la almohada y luego acomodó la cabeza, hasta que un rato después se durmió.

Al día siguiente Rukawa no asistió a clases, pero sí fue en la tarde al entrenamiento. Al entrar, todos lo miraron tristemente. El pelinegro los miró uno por uno. Fue un instante eterno. Hasta que Ayako reaccionó y los mandó a entrenar a todos. Al terminar, Rukawa fue, extrañamente, el primero en salir y rápidamente se fue hacia su casa en bicicleta. Al día siguiente fue a clases, para tratar de distraerse prestó atención a clases, cosa que llamó la atención de sus compañeros. Pero ellos ya sabían que el pelirrojo había recuperado la memoria y que por eso Rukawa estaba así. Nadie le comentaba nada, en realidad nunca le dijeron nada a Rukawa, pero ni siquiera las chicas y sus seguidoras lo hicieron.

Rukawa subió a la azotea como solía siempre hacerlo para dormir. Pero esa vez no quiso dormir, sino que comenzó a mirar todo desde arriba, con ojos tristes, mientras el viento mecía suavemente su pelo. Se sentía más solo, no había nadie en la azotea. Siguió mirando a todas partes, sólo moviendo sus ojos.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------

Hanamichi Sakuragi apenas le hablaba a sus amigos en esos días, prefería estar solo y Yohei lo entendía. Al recreo, Hanamichi salió a caminar, cuando mira hacia la azotea de Shohoku y ve una silueta familiar. Sí, era Rukawa. Qué magno le parecía verlo desde abajo, se veía tan imponente, tan frío, como que nada le afectara. Pero se acercó un poco y observó que esa grandeza desaparecía un poco al ver sus ojos tristes. Al parecer se habían amado demasiado, como para ver esa expresión en los ojos del pelinegro. Ni en las peleas que había tenido, ni en las derrotas contra otros equipos, jamás había visto salir de la gélida expresión de sus ojos a Rukawa. Lo siguió observando, hasta que siente la campana. Sin darse cuenta, estuvo todo el rato del descanso observándolo. Decidió ir al baño a mojarse un poco la cara. Lentamente se fue hacia su sala, ya iba varios minutos tarde, por lo que el profesor le preguntó por qué llegaba tarde, a lo que Hanamichi inventó que estaba en enfermería y que se sentía mal. El profesor le pidió un pase de la enfermera y Sakuragi se fue a buscarlo… supuestamente.

N/A: Hice el capítulo más corto que los demás, pero fue a propósito, para que me calzara. Sí, soy mala… ¡muuuuy mala jajaja! Respondiendo a los reviews "anónimos"

Padme (Pilcho XD): Wajajaja los cazafantasmas XD no me molestes oh, quería darle su lado... raro XD y métete el lemon en el :)

Serenity Moon001: Claro que no es fácil, sobre todo sabiendo que es hombre y él se sabía hetero. ¡Gracias por leer!

Nicky: Y ojalá te gusten los pocos capítulos que quedan TT y lo malo es que van a sufrir xD

Paty: Jajajaja y no se van a aparecer muy seguido por la escuela XD y sí, pobre rukawi TT xD

¡MUCHAS GRACIAS POR TODOS LOS REVIEEEEWS! Excedieron los 5, toy muy feliz TT

Nos vemos en el siguiente cap ¡Ja ne!