Terrific con dos chicas idénticas, con un amor grande que dar y un destino que encontrar, una lucha constante en ser la mejor para él... cuando realmente debemos luchar por ser mejores para nosotras mismas. 80 capítulos..

Dos hermanas gemelas separadas al nacer con un destino diferente, Candy es una joven humilde, mientras Cathy es una joven de corazón negro ¿Quién lograra conquistar el corazón de mi amado Terry?

Este capitulo lleva contenido lemon fuerte

La Usurpadora

Capítulo siete

Terry asumió con todos los gastos de la familia Andrew, planificaron que después de la boda, todos irán a vivir a Londres, la hermosa pareja, se dirigieron a dar un paseo en un hermoso campo, con los caballos.

_Mi amor, déjeme pasearme.

_Esta bien mi amor, luego de eso nos vamos a un hotel, para hacer el amor.

_Yo creo que deberías esperar hasta el matrimonio, una dama se entrega a su esposo en el matrimonio, lo que paso en el barco, solo fue porque me deje llevar por tu hermosa pasión.

_Sera como tu digas mi amor, pero no puedo aguantar hasta el matrimonio, pero respetare tu decisión, amor mío- le dijo con un beso en su labio.

Cathy, le da un beso, luego se va de paseo, por el caballo.

En ese momento Terrence, se encuentra con el lechero, el primo de Candy, vendía leche.

_Amigo Terrence, ¿Cómo estás?

_Tom, ¿Qué haces por aquí?

_Trabajando como siempre.

_Que bueno amigo, sabes me caso.

-Felicidades, me gustaría saber quien es la afortunada en aceptar casarse con un gran hombre, a pesar de tener mucho dinero, tienes un corazon de oro.

Catherine se baja del caballo.

_Amor estas aquí, te amo.

_Yo también, me encanto el paseo.

_Quiero presentarte a un amigo mío, mi amor.

Cathy, voltea a ver a Tom, el joven se queda sorprendido al ver a una joven igual a Candy, la chica con la que se crio en el hogar de Poni.

Catherine, era creída, no le gustaba juntarse con personas que no era de su clase.

Tom, es una persona educada, le da la mano a la chica y dice: Mucho gusto.

Catherine, no le da la mano y le dice a su novio: No me gusta ese tipo de personas, vamos de aquí, lléveme a mi casa, para alistarme, en la noche tengo que estar presente en tu casa, para presenciar nuestro compromiso.

Terrence, avergonzado se disculpa con Tom, el joven se quedo sorprendido por el gran parecido que tiene esa chica con Candy, pero su carácter es distinto.

Terrence, decepcionado de su novia le dice:

_Hermosa, no tenias porque tratar así a mi amigo.

_No me gusta, mezclarme con esa clase de personas, bueno amor gracias por traerme hasta mi departamento, en la noche estaré presente en su casa.

..

En el departamento de Catherine. Rosario, llama a una de las mejores maquilladoras, le dejaron con un hermoso maquillaje natural, que reinaba todo el salón, la belleza de Cathy, era única, con ese hermoso iris celestes, figura delgada.

Trajeron un hermoso vestido brilloso celeste, Cathy se veía excepcionalmente hermosa.

En la noche, el duque, Terrence presenta a Catherine Andrew, como su prometida ante la sociedad.

_Bienvenida a tu nuevo hogar, bella hija, mi nieto tiene razón, eres una linda joven.

_Encantada de conocerla señora Grandchester.

_Dime abuela, muy pronto serás conocida como la señora Grandchester, será como mi hija- le dijo dando un beso a la bella dama.

_Que razón tenia mi hermano, eres una bella dama, me llamo Patricia, la hermana de tu futuro esposo, encantada conocerte- dijo Paty cariñosa, mientras Susana estaba celosa.

Todos los caballeros importantes, quedaron encantados con ella. Archie era un famoso pintor, se acerca a la bella dama.

_Buenas noches, bella dama, mi nombre es Archivald Cornell, un famoso pintor, es un gusto conocer a una hermosa dama, como usted- dijo y caballero besando la mano de la dama.

Cathy con una sonrisa pícara, e coqueta, le dice: Mucho gusto hermoso caballero, me encanta los hombres como usted, me entere que es pintor, ¿No le gustaría ser un retrato con esta belleza de mujer?

-Claro bella dama- dijo con una sonrisa, le da un beso en la mano.

Terrence, se moría de celos, al ver como los hombres coqueteaban a Catherine y ella se dejaba coquetear.

_Disculpa caballero, pero Cathy es mía, seré su esposo en pocos días, no me gusta que cortejen a mi novia de esa manera.

_Solo estoy siendo gentil, duque, tiene una mujer muy bella, felicidades- dijo retirándose.

Catherine, acaricia a su prometido- No te pongas celoso, mi amor, te amo- le da un beso en el rostro.

_Yo confió en ti, mi amor, mi bella dama, mi princesa por siempre- le dijo dando un beso en sus labios.

Todos los invitados aplaudieron a la linda pareja.

Sirvieron la copa de vino a todos los invitados.

_ Bravo pour la beauté de Madame Catherine, Andrew. qu'on lui souhaite tout le bonheur à côté de notre ami Duke Terrence Grandchester.

La ceremonia termino, todas las amistades se despidieron con mucho respeto.

_Ya me voy abuelita- dijo Cathy con una linda sonrisa.

_Estate preparada, mañana es la boda, de ahí todos nos iremos a vivir a Inglaterra.

_Prefiero Francia, es un lindo país.

_Londres te va encantar preciosa, hasta mañana.

Catherine, se despide cariñosamente de la abuela.

Fin del Flash Back

Patricia se encontraba en su habitación, encontró una rosa en su cama.

_Para la mujer mas bella del mundo amor- dijo un joven esclavo a sus espaldas.

_Stear, mi amor, ¿Cómo estás?

_Trabajando duro, a pesar que somos de clases distintas, eres la mujer de mi corazon, de mi vida, nuestro romance no puede seguir siendo a escondidas.

_Mi abuela, mi hermano, nunca aceptaran nuestra relación, por lo mas generoso que sea Terrence con los esclavos, nunca permitiría que una mujer como yo este con alguien como tú, es mejor que nuestro romance siga siendo a escondidas.

-Yo no quiero perderte Patricia, llevamos una relación por dos años, a escondidas, pero tengo miedo que tu familia te comprometa con alguien de tu misma clase, ya no tienes diecisiete años, creciste amor.

_Mi amor, esperare el momento oportuno, para anunciar nuestro romance, pero recuerda que mi abuela es una mujer mayor, mi hermano se casa mañana, todos nos iremos a vivir a Londres.

_ ¿Lo nuestro mi amor? ¿Dónde queda?

_Seguiremos con nuestro romance seguirá hasta el fin del mundo, mi amor, primero iremos nosotros, de ahí vendrán todos los esclavos, los sirvientes, te amo Stear, así mi abuela no permita que estemos juntos seguiré junto a ti hasta el final de mis días.

_Eres la mujer de mi vida Patricia, te amo … te amo, te amo mi amor… ambos unieron su amor en un beso, sucedió una hermosa entrega de amor, se convirtieron uno solo, sin importar las clases sociales.

Stear era un esclavo de los Grandchester, trabajo por mas de quince años, se enamoro de la niña rica, ambos se enamoraron, mantuvieron una relación por dos años, nadie se dio cuenta de su romance.

Fin del Flash Back

Llego el momento de la boda, Catherine Andrew, se encontraba con un hermoso vestido blanco, se casaron en la catedral principal de Chicago.

Catherine se encontraba en la habitación de su departamento, su mejor amigo Neal entra por la ventana en forma lloroso.

_Por favor amor, mío, no te cases, tu no amas a Terrence, recapacita, somos los mejores amigos desde niños, hemos vivido momentos inolvidables, recuerdo una vez cuando cumpliste quince años, te di tu primer beso.

_Pero no me gusto, te dije bien claro que tu no me convienes, Neal, déjame en paz, no voy a cambiar a un buen partido por ti.

_ ¿No sientes nada por mí?

_Así sintiera amor por ti, no me convienes. Adiós Neal para siempre, no me busques más.

_No me daré por vencido, algún día serás mía Catherine, bendiciones. (Neal se retira)

Albert se presenta en la habitación de Cathy.

_Mi bella hija, estas hermosa, mi princesa, te deseo lo mejor- Dijo dándole un beso en la mano. ¿Estás lista?

_Si.

Catherine toma el brazo de su padre.

Fin del Flash Back

Todos los invitados se encontraban en la catedral principal de Chicago, Habían asistido los invitados más importantes de todos los países.

En ese momento entro el novio.

Y casi al cuarto de hora, entro la novia, Catherine Andrew, en brazos de su padre, estaba hermosa, tenía una linda figura, sinceramente por su aspecto personal, era más bella que Candy, Fue considerada como una de las mujeres más hermosas de Francia.

Y Albert lo llevo, a la novia hasta el altar y lo entrego a su novio.

Albert le dice:

-Te entrego a la niña de mis ojos, espero que la cuides y protejas como se lo merece.

Deja a la novia con su novio. El padre empiece la ceremonia.

El padre dijo_

-Estamos aquí para celebrar el matrimonio del Duque Terrence Grandchester y la señorita Catherine Andrew.

Y le leyeron todos los estatutos de la iglesia.

Luego la pregunta de rigor.

_ ¿Señor Duque Terrence Grandchester, acepta a la señorita Catherine Andrew, hasta que la muerte los separe?

_Si, acepto- dijo de inmediato el novio.

_Ahora le pregunto a la señorita Catherine Andrew ¿Acepto como su esposo al duque Terrence Grandchester, hasta que la muerte les separe?

_Si, acepto, dijo la novia.

-los anillos, por favor- dijo el padre.

La madrina y el padrino. trajeron los anillos, e intercambiaron los anillos.

Catherine dijo a su novio:

_Te entrego este anillo con todo mi amor, fidelidad y prometo amarte cada minuto de mi vida, prometo cuidarte en la salud y la enfermedad, todos los días de mi vida, hasta que la muerte nos separe.

Terrence dijo a su novia:

-Te entrego este anillo con todo mi amor, fidelidad y prometo amarte cada minuto de mi vida, prometo cuidarte en la salud y la enfermedad, todos los días de mi vida, hasta que la muerte nos separe, mi reina, serás mía por siempre, te amo, eres la mujer más hermosa del mundo, te amo y te amare por siempre- dijo emocionado.

E intercambiaron los anillos.

El sacerdote hizo unas oraciones, les puso el yugo a los novios, Luego el padre dijo unas oraciones y por último dijo _

-En nombre de Dios, les declaro marido y mujer- dijo el padre emocionado.

Terrence, besa apasionadamente a su novia, Catherine y Terry unieron sus vidas como marido y mujer por siempre, el 19 de setiembre de 1933.

En ese momento los esposos, salieron de la iglesia, todas las amistades les felicito, todos salieron contentos, fue un día inolvidable. Todos felicitaron a la hermosa pareja, la ceremonia de la iglesia termino, cada invitado se fue a la fiesta.

Fin del Flash Back

Noche de bodas.

Terrence le da una rosa a Catherine, le besa apasionadamente, pero ella se pone nerviosa y se detiene, lo siento no quiero hacer el amor.

Terrence se asombra las palabras de Catherine. ¿Por qué? ¿Qué pasa?

Cathy respira, dice:

— Hazlo. - acepto y Terry, no perdió el tiempo.

Tomó su boca posesivamente como si ella fuera el mismo aire, aunque él así lo sentía.

El cuerpo de Cathy cayó a la cama, delicadamente, Terry no dejaría que se lastimara. Se coloco sobre ella evitando caer sobre

su delicado cuerpo, su aroma era más fuerte, más deseable.

— Tu aroma… ¿estas…?

— No lo digas. - respondió avergonzada ganándose una sonrisa por parte de Terry, eso hacía más fácil marcarla, su vínculo sería más fuerte.

Dejó que su aroma lo embriagara llegando hasta el fondo de sus pulmones, despertando cada parte de sus sentidos.

Se inclinó lentamente hacia la curvatura de su cuello y beso su delicada piel. Ese íntimo contacto envió un escalofrió por su espalda, nunca había sentido algo parecido.

Terry, acarició su cuello con la punta de la lengua hasta subir por su barbilla para detenerse en sus labios. Aunque todo su cuerpo la necesitaba, no haría algo que Cathy no quisiera.

— Si quieres que me detenga, dilo ahora.

¿Detenerse?

Cathy no quería eso, las sensaciones eran nuevas y bastante agradables, ese hormigueo recorriendo cada rincón de su cuerpo solo rogaba por las caricias de Terry. No había nadie más, solo él, se entregaría a él.

Terry, seria de ella y Cathy de él.

Solo eso importaba.

— No te detengas. - susurró, pero fue suficiente para que esa necesitaba aprobación llegará a sus oídos.

El la beso nuevamente moviendo suavemente sus labios contra los de ella. Dulces, exquisitos, perfectos.

Acarició con la punta de sus dedos sus finas piernas alzando lentamente su vestido. Terry besó cada uno de sus muslos haciendo que la rubia soltará varios gemidos, música para sus oídos.

Dejo un trazo de besos húmedos por sus piernas acercando su rostro cada vez más hacia esa sensible parte de su cuerpo, la flor más delicada y hermosa, debía demostrar lo que sentía por ella en cada beso, cada caricia, eso era parte del ritual.

Su corazón latía emocionado, el saber que sería el primero, el último y el único en la vida de Lucy hacían su pecho explotar en felicidad. La tendría para toda la vida, después de eso sería su pareja.

Él ya estaba desnudo así que la mitad del trabajo ya estaba terminado, solo tenía que desnudar a Lucy y disfrutaría cada momento de aquello. Sus instintos fueron mayores que su razón, la rubia lo estaba volviendo loco.

Desgarro el vestido de Cathy, la beso todo el cuerpo, Cada segundo parecía eterno, quería arrancar esa estúpida tela que impedía cualquier contacto contra su piel. Y lo hizo. Desabrochó con torpeza cada uno de los botones de su vestido, su cuerpo temblaba ansioso.

Deslizo lentamente la fina prenda mirando hambriento cada centímetro de piel que quedaba al descubierto.

Era mejor que todo lo que jamás había tenido, Cathy era lo más hermoso que sus ojos habían visto y seria solo suya.

La rubia quedo completamente desnuda excepto por esas pequeñas braguitas cubriendo su sexo. Intento cubrir sus pechos por instinto, nunca había estado expuesta frente a un hombre. No debía sentir vergüenza, él ya la había visto desnuda la primera vez que se encontraron en el barco.

Ese recuerdo no ayudo en lo absoluto, no había sido la mejor manera de conocerse.

— No.- impidió el chico. — Necesito verte.

Después de eso estarían vinculados de por vida, debía confiar en él.

La mirada de Terry, recorrió su plano abdomen hasta detenerse sobre sus pechos. Tenían el tamaño perfecto y esos botones rosas convertían en agua su boca.

Su entrepierna comenzó a doler, pedía desesperadamente por atención. Quería entrar en ella y sentir como su interior lo rodeaba, necesitaba reclamarla, pero se tomaría el tiempo. Disfrutaría cada segundo de ese momento.

— No me mires. - suplicó avergonzada con las mejillas sonrojadas. Era tan linda que tuvo que morder sus labios para no perder el control.

Terrence, besó sus labios e introdujo la lengua dentro de su boca, devorando y saboreando su cavidad, dejándola completamente sin aliento. Descendió por su cuello rozando levemente sus labios, aspirando su aroma, hasta llegar a sus deseables pechos.

Atrapó su pezón sorpresivamente obligando a la rubia a contraer su espalda ante tal sensación. Evitó soltar más sonidos, era vergonzoso y eso molesto horriblemente a Terry, la haría gemir fuerte, tenía que escuchar su dulce voz.

Lamió y succiono enviando descargas placenteras hacia su interior, ¿Por qué esa simple caricia la excitaba de esa manera?

No eran simplemente las caricias, era Terry, él era el culpable de esa dolorosa y deliciosa sensación.

Movió en círculos la yema de su dedo contra el montículo de carne entre sus piernas, mordiendo su pezón enviando al mismo tiempo enviando descargas de dolor y deliciosas sensaciones.

— N-no…- jadeó la chica al sentir su cuerpo comenzaba a temblar.

— Déjalo salir, Cathy, déjame oírte. - demandó con ronca y voraz.

— N-ahh…- el gemido escapó de sus labios antes de que pudiera evitarlo. Necesitaba urgente aferrarse de algo, algo golpeaba su interior y se sentía muy bien.

Terrence introdujo un dedo dentro de Cathy, obligándola a gemir de nuevo, debía dilatarla un poco para que su encuentro no fuera tan doloroso. La chica sintió desesperación y los espasmos se hicieron presentes. Apretó sus piernas involuntariamente y su interior hizo explosión. Clavó sus uñas contra el suelo dejando que el placer recorriera su cuerpo.

— Cathy, te corriste. - protesto divertido el chico. La rubia intentaba recuperar el aliento cuando sintió que algo abandonaba su interior. Abrió los ojos un poco y observo a Terry con esa sonrisa ardiente en sus labios. En sus dedos había un tipo de viscosidad y vio como el chico los llevaba su boca. Sabía exactamente lo que era y eso la hizo sonrojar. — Te lo dije. Eres deliciosa. - y no mentía al respecto. — Aunque esto no es suficiente.

— ¿Qué…? - trato de hablar con dificultad.

— Soy un depredador, Cathy- sus ojos brillaron en deseo, eso solo había despertado aún más sus instintos. Dejo besos húmedos sobre su abdomen y no lo soporto más. — Y ahora voy a comerte.

Desgarro sus diminutas bragas haciéndolas pedazos. La rubia intento cerrar las piernas al sentirse expuesta, pero Terry fue más rápido, acariciando sus muslos y colocando el rostro entre sus piernas.

Cathy, No tenía idea de todas las sensaciones que el chico le haría sentir.

— Ah… Nat…- balbuceó, su respiración agitada le impedía pronunciar alguna palabra. Ese hormigueo en su sexo era cada vez más gozoso y delicado. Movía sus piernas buscando alguna manera de liberar ese placer, aunque solo los gemidos parecían ser la salida.

Trazó círculos contra su clítoris con la punta de la lengua, saboreo cada parte de su carne. Era deliciosa, fascinante, no podía esperar a hundir su cuerpo en ella. Mierda, se moría por hacerlo.

El dolor en su erección era insoportable, necesitaba descargar esa excitación o no lo soportaría. Percibió el temblor de Cathy y se detuvo de inmediato, no le permitiría llegar.

— ¡No! - chilló la rubia inconscientemente, había sentido esa maravillosa sensación acercándose y Terry, se la había arrebatado.

El chico sonrió tentador y subió a horcadas sobre el bello cuerpo de su rubia.

— ¿Te gusto eso? - pregunto ardiente. — Pequeña pervertida. No dejaré que te corras sin mi- besó bruscamente sus labios, obligándola a probar, su propio sabor. La excitación que sintió no debía ser correcta, pero eso ya no importaba. Amaba cada caricia, sus dudas habían desaparecido por completo. Lo quería demasiado y no iba a privarse de esa atracción.

Terry, estaba duro y más que dispuesto por disipar su horrible pero placentero dolor, solo Cathy podía ayudar a su erección.

— Oh…ngah- gimió la chica al sentir el miembro del chico rozar su intimidad.

Él también jadeo en respuesta, sus carnes rozarse por un momento se había sentido muy bien.

— Esto es tuyo, Cathy.- dijo al frotarse de nuevo contra su sexo. — Te marcaré ahora mismo. Eres mía, maldita sea.

Celoso, posesivo, seductor, gracioso, amable, amaba todas sus facetas. Lo permitiría, lo necesitaba, lo amaba. Su vinculo estaba destinado a ser desde el primer momento.

Coloco su erección contra su entrada y se detuvo para mirar su rostro. Esos ojos cafés era su mundo entero, había esperado por siempre ese momento.

— Eres mía.- demandó jadeante. — Me perteneces.- gruñó al sentir como el interior de Lucy apretaba su miembro, estaban cerca. — Dilo.

— Soy… ah diablos.- maldijo al sentir esa contracción en su entrepierna, allí estaba de nuevo.

— Dilo.- volvió a gruñir esta vez contra su cuello.

— …Soy tuya.- dijo rápidamente, el aire estaba alejándose de sus pulmones y eso fue suficiente para Terry.

La penetro una y otra vez golpeando sus pliegues enviando descargas a sus cuerpos, después de eso ya nada lo separaría de ella.

Cathy comenzó a temblar bajo su cuerpo, ella también lo sentía. Aceleró sus estocadas hasta que las paredes de Cathy se contrajeron contra su miembro y entonces esa explosión los golpeo a ambos.

La rubia gimió sacando el poco aire de sus pulmones y Terry, la beso en todo su cuerpo.

_Eres mía, maldita sea, solo mía por siempre. Catherine disfruto su noche de bodas, no estaba enamorada de él, pero reconoce que es un hombre pasional, con el que podía disfrutar cualquier tipo de pasión.

Terrence no se espera el infierno que vivirá por enamorarse de una mujer como Catherine Andrew.

Continuará

Deseando sea de su agrado... un fic que nos dará una lección de vida, que el amor no tiene límites y que podemos tener amor, cuando imitamos que somos felices y nunca nos ha faltado nada, ahora imagina que el amor te acepte por quien no eres... por quien deseabas ser... cuál es la diferencia... usurpar el lugar de alguien... o realmente no ser la imitación y ser lo que realmente siempre has sido...

Gracias por esperar y sus comentarios por continuar leyendo fics

Un abrazo a la distancia

Maggie Grand.