Darcy dejo la carta que estaba leyendo sobre su escritorio; había varios problemas en Pemberley con unos inquilinos, y decisiones que su administrador no podía tomar solo. Sabía que tenía que volver pronto, pero no quería hacerlo e iba a posponerlo más posible.
Hacía dos días que había visto a Elizabeth, y soñó con ella las dos noches. Pero estos sueños eran distintos a los que solían tener en el pasado, eran más tiernos y además había dos niñas rubias jugando con ellos.
Sin lugar a dudas había comprobado que seguía sintiendo la misma poderosa atracción por ella que cinco años atrás… y después de poco más de media hora en su compañía se dio cuenta que, aunque pasaran los años iba a estar siempre enamorado de ella. Lamentablemente había una gran barrera entre los dos que no sabía cómo podía hacer para derribarla… Lamentablemente para dos desconocidos era más fácil conocerse que para dos personas que tenían un pasado tan complejo como ellos dos. Elizabeth ya no era la jovencita relativamente ingenua que vivía una vida cómoda y protegida en el campo, ahora era una mujer independiente que había sufrido mucho.
El otro problema que le preocupaba era que Elizabeth conocía a la Sra. Smith, y podía mal interpretar la relación que tenía con ella. Esperaba que Margareth fuera una mujer discreta, pero era importante que le dejara claro que no tenía interés en continuar una relación con ella. Era irónico que siendo un hombre que había tenido intimidad con tan pocas mujeres, se viera en esta situación tan bizarra.
PPP
"Elizabeth, me doy cuenta que desde hace unos días estas muy pensativa. ¿Qué te está pasando?" Preguntó curiosa su suegra ya que desde hacía tres días Elizabeth estaba muy pensativa e incluso distraída.
"No es nada importante." Al ver la cara de preocupación de su suegra, agregó, "Me encontré con una persona que conocí hace muchos años, y muchos recuerdos vinieron a mi mente."
"¿Buenos recuerdos?"
Elizabeth pensó por unos instantes en el Sr. Darcy... eran recuerdos tan distantes, y ella era tan distinta en aquel entonces. Hacía años que no le guardaba, de hecho, no había pensado en él en años. Con franqueza contestó, "Honestamente no lo sé. Probablemente si no me hubiese encontrado con él, ni me acordaría de él."
"¿Es el primo del General Fitzwilliam?"
Elizabeth abrió muy grande los ojos, "¿Cómo lo sabes?"
"Con los años uno aprende a observar y prestar mucha atención a detalles. El General Fitzwilliam le estuvo preguntando por ti a la Sra. Spencer, o mejor dicho estuvo preguntando por la Sra. Barton, y casualmente su primo y él te conocen desde hace años. Luego estuvo hablando sobre las buenas cualidades de su primo y preguntándote sobre el trabajo que haces en la institución. Las preguntas y la conversación me parecieron muy sospechosas..., pero yo soy muy desconfiada." Sonrió levemente, "¿Quieres que te cuente mi teoría?"
Elizabeth se sonrojo levemente y asintió.
"El Sr. Darcy tiene interés en ti, o al menos tuvo interés en el pasado, se enteró que eres viuda y le pidió ayuda a su primo para encontrarte." Al ver la cara de sorpresa de Elizabeth agregó, "Por tu cara estoy convencida que mi teoría es acertada."
"En el pasado el Sr. Darcy tuvo cierto interés en mí, y la última vez que nos vimos partimos en malos términos."
"¿Qué fue lo que paso?"
"Esto nunca se lo conté a nadie, ni siquiera a Jane." Hizo una pausa, "El Sr. Darcy me propuso matrimonio..." Respiró hondo, "Me dijo que me quería en contra de su buen juicio y su voluntad y casarse conmigo era una degradación."
La Sra. Barton abrió muy grande los ojos, y después de varios segundos recién articulo palabra, "Nunca escuché algo igual. No lo conozco, al Sr. Darcy, pero definitivamente no me agrada ni confío en él." Le apretó suavemente la mano, "quizás este equivocada, pero hay muchos caballeros ricos como el Sr. Darcy que buscan mujeres jóvenes y bonitas como tu con intenciones que no son honorables. Ten mucho cuidado Elizabeth, no quisiera verte sufrir."
"No creo que sea ese el caso, el Sr. Darcy en ese aspecto me parece que es un hombre honorable. Pero ya sabes que jamás aceptaría una propuesta de ese tipo." Sonrió débilmente, "Nos vamos a encontrar nuevamente el lunes para hacer un listado de las cosas que deseo que se consigan para los niños..."
La Sra. Barton escucho atentamente lo que dijo Elizabeth y decidió estar muy atenta. Lamentablemente, ese lunes no podía acompañarla, pero iba a averiguar todo lo que pudiera del Sr. Darcy. Elizabeth y Rose eran la única familia que le quedaba e iba a hacer hasta lo imposible para que nadie les hiciera daño.
