Al día siguiente sobre las 6:30 de la tarde, Darcy pasó a buscar a Elizabeth y a la Sra. Barton. Las damas estaban prontas esperándolo y enseguida salieron rumbo a la casa de los Holmes. Elizabeth estaba muy bonita con un vestido de muselina amarillo pálido que resultaba los reflejos dorados de sus ojos. Darcy no pudo evitar mirarla con amplia admiración y decirle que estaba muy hermosa.
Fueron de los últimos en llegar a la fiesta; Eleonor y Richard fueron enseguida a darles la bienvenida. Posteriormente Richard fue a conversar con el General Holmes y el Coronel Spencer, mientras que Eleonor se quedó conversando con ellos, y aprovechó nuevamente para agradecerle a Darcy por su apoyo…
"… No se imagina Sr. Darcy lo que significa para mi que al menos un familiar de Richard no esté en contra de nuestro matrimonio." Suspiró, "Desearía que las cosas fueran de otra manera."
"No tiene por qué agradecerme, el gusto es mío de estar acá con ustedes." Sonrió ligeramente, "Nunca vi a mi primo tan feliz, y solo por eso, es motivo suficiente para apoyar por completo su boda."
"¿Ya eligieron la fecha?" Preguntó Elizabeth curiosa.
"Si, va a ser el 2 de julio; justo dos meses después que Richard me propuso matrimonio." Miró a Darcy, "Muchas gracias por prestarnos su casa de la Región de los Lagos para que vayamos en nuestro viaje de bodas, y por invitarnos a Pemberley." Sonrió, "Confieso que tengo mucha curiosidad por conocer Pemberley ya que Richard dice que es un lugar muy hermoso."
"Espero que le guste…"
Posteriormente, saludaron a los Spencer y a otro matrimonio que Elizabeth vagamente conocía, y unos pocos minutos más tarde Eleonor los invitó a que pasaran al comedor para servir la cena. Para deleite de Darcy, su tarjeta estaba al lado de la de Elizabeth, y aprovechó a conversar casi en exclusiva con ella...
"... no tuve ocasión de preguntarte como te fue hoy en la Institución."
Elizabeth sonrió, "Muy bien, aprovecho a agradecerte por los lápices de colores y el libro que donaste, los niños ya empezaron a usar los lápices y hoy les leí uno de los cuentos… Es la primera vez que leo a los hermanos Grimm."
"Confieso, que los leí por primera vez recién hace unos días, ya que el dueño de una de mis librerías favoritas me los recomendó para cuando mi hija sea un poco más grande. Me gustaron mucho y voy a comprar el segundo volumen."
Lizzy sonrió, "También me gusto el cuento que leí hoy." Hizo una pausa, "Es cierto que su hija aún es muy pequeña... yo empecé a leerlo cuentos a Rose a la edad que tiene su hija. No sé si entendía lo que leía, pero le encantaba mirar los dibujos y hacerme preguntas."
"Su sobrina es una niña encantadora y es muy locuaz. En muchos aspectos me imagino que usted era muy parecida a ella cuando era niña."
Lizzy río, "Puede ser..., me encantaba que mi padre me leyera cuentos; también era muy curiosa y hacía muchas preguntas." frunció ligeramente el ceño, "Pero era mucho más inquieta. A diferencia de Rose tuve la suerte de crecer en el campo con un jardín grande con hamacas donde jugaba con mis hermanas." Suspiro, "Por momentos me gustaría irme a vivir al campo con ella para que disfrute más de la naturaleza, pero reconozco que tiene ventajas vivir en Londres."
"¿Cuáles ventajas?" Preguntó Darcy intrigado.
"La principal ventaja es que mis tíos, los Gardiner, viven en Londres, y si algo malo me llegara a suceder ellos enseguida se harían cargo de Rose. En el campo estaríamos solas."
Darcy asintió, "¿La Sra. Barton no iría con ustedes?"
"No lo sé ya que nunca lo hablamos seriamente; ella tiene sus amistades en Londres y hace más de 30 años que vive en la misma casa. No me gustaría separarme de ella, pero tampoco me gustaría que ella se separara de sus amistades para acompañarme."
"Es un buen punto, pero la Sra. Barton goza de muy buena salud y podría vivir mitad de tiempo en cada lado."
Lizzy meneó la cabeza, "Si me mudara al campo me gustaría alquilar la casa de Londres para solventar los gastos del alquiler." Hizo una pausa, "Soy muy cuidadosa en los gastos ya que quisiera agregar aún más dinero a la dote de Rose."
Darcy asintió, a todas las buenas cualidades de Elizabeth ahora también agregaba ser prudente en los gastos…
