Notas: Falta solo un capítulo para terminar la tercera parte.
Primeros días de junio.
En el correr de la siguiente semana, la pequeña Rose se fue recuperando lentamente, y la vida en la casa de Elizabeth fue volviendo a la normalidad. Faltaba solo un mes para la boda de Richard, y los Matlock decidieron hacer una cena una semana antes de la boda en honor de la pareja. El día anterior había recibido otra carta de su administrador, y era consciente de debía viajar a Pemberley.
Mientras iba en su carruaje rumbo a la casa de Elizabeth con un ramo de flores para ella y unos confites para Rose, con una sonrisa en el rostro recordaba lo que había pasado el día anterior. No había podido proponerle matrimonio porque la Sra. Spencer estaba de visita y no tuvo ocasión de tener una entrevista a solas con ella. Pero al despedirse en la puerta, Elizabeth aceptó hablar con él al día siguiente…
"… Lamentablemente en dos días debo viajar a Pemberley; pero voy a hacer todo lo posible para regresar a Londres en dos semanas." La miro intensamente a los ojos, le tomó ambas manos y las besó, "¿Me creerías si te dijera que por primera vez en mi vida no siento deseos de volver a Pemberley? ¿Me creerías si te dijera que a pesar que aún estoy aquí contigo, ya estoy deseando volver a verte? ¿Me creerías si te dijera eso?"
Elizabeth sonrió, "Si, te creería."
Darcy le acarició suavemente la mejilla mientras Elizabeth cerró los ojos "Me gustaría mañana tener el placer de conversar contigo unos minutos en privado. ¿Me concederías ese deseo?"
Elizabeth sonrió, "Será un gusto Sr. Darcy. Lo espero a la hora del té…"
Llegó a la casa de Elizabeth a quince minutos antes de las 5:00, y la sirvienta le indicó que las damas estaban en la sala de visitas. Al entrar a la sala, sus ojos se encontraron con los de Elizabeth, ella sonrió ampliamente, y le indicó que se sentara al lado de ella.
"Bienvenido Sr. Darcy, estamos justo por tomar el té. Por favor siéntese aquí. ¿Creo que usted conoció hace unos días a la Sra. Smith?"
Recién en ese momento, Darcy prestó atención a la tercera mujer que estaba sentada enfrente a la Sra. Barton, y empalideció ligeramente.
"Es un gusto verlo nuevamente, Sr. Darcy. Justo recién estábamos hablando de Derbyshire y de lo bonito que es Pemberley."
Darcy se limitó a asentir y saludarla formalmente, "Buenas tardes, Sra. Smith." posteriormente sonrió a la suegra de Elizabeth, "Buenas tarde Sra. Barton. ¿Cómo se encuentra hoy de la jaqueca?"
"Ya estoy mucho mejor, gracias. Las hierbas que me trajo hicieron maravillas."
"Me alegro. Voy a decirle a mi cocinera."
"¿Le sirvo té, Sr. Darcy?" le preguntó Elizabeth.
"Si, por favor Sra. Barton."
Elizabeth le sirvió el té como le gustaba, y le dio la taza con una gran sonrisa. Darcy sonrió ampliamente y por unos instantes se olvidó por completo de la otra mujer que estaba sentada al lado de él…
Pero Margareth tenía otros planes, "Me sorprendió mucho Sr. Darcy que no le haya comentado a la Sra. Barton que nos conocemos desde hace muchos años." Miró a Elizabeth, "De hecho nos conocemos desde que soy una niña ya que la pequeña estancia de mi padre queda al lado de Pemberley."
Elizabeth y la Sra. Barton miraron expectantes a Darcy, que estaba ligeramente pálido, "No suelo hablar con mis amistades de otras personas que no están relacionadas conmigo." Miró a Elizabeth, y cambió el tema, "¿Cómo está la pequeña Rose? Tengo unos confites para ella que hizo mi cocinera."
Sonrió, "Por suerte ya está muy bien; si quieres, después de tomar el té, te puedo acompañar para que le des el regalo… Sabes que le encantan los dulces."
"Me encantaría." Darcy sonrió.
La suegra de Elizabeth en ese momento le preguntó a Margareth, "¿Cómo está su hija?"
"Está mucho mejor, y muy excitada por la mudanza." Miró a Darcy, "De hecho Sr. Darcy, vamos a volver a ser vecinos." Darcy la miró, y agregó, "No sé si sabe que mi padre falleció hace unas pocas semanas, y mi madre heredó unas 5000 libras. Me mandó una carta hace dos semanas invitándome a que fuera con mi hija a vivir con ella a Lambton…"
