La noticia del compromiso de Darcy, dio mucho que hablar en los salones de la alta sociedad de Londres, ya que hasta ese entonces nadie había oído hablar de la novia. Los que estaban más molestos eran los Matlock y los padres de Lady Maria.

Los Matlock interrogaron a Richard acerca de la Sra. Barton, y concluyeron que no reunía las condiciones adecuadas para ser la Sra. Darcy, pero al menos era la hija de un caballero. Por otro lado, la madre de Lady Maria, que continuaba la 'amistad' con Lady Matlock, estaba muy indignada porque la futura Sra. Darcy era mujer muy inferior a su hija. Aunque reconocía a regañadientes que su hija no fue una esposa ejemplar, y desde que había muerto, cortaron por completos las relaciones con Darcy. Ni siquiera conocía a su nieta, y si era honesta consigo misma, tampoco le importaba conocerla.

Para bien o para mal, eran muchas las personas en Londres que deseaban conocer a la Sra. Barton, y por ello, Lady Matlock la incluyó en la lista de invitados de la fiesta de compromiso de su hijo con la Srta. Holmes…

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Habían pasado dos días desde la conversación con la Sra. Smith, y Elizabeth todavía no sabía que pensar de lo que ella le había dicho. Sabía que era común que hombres ricos como el Sr. Darcy tuvieran amantes, pero hasta ese entonces, nunca pensó que él fuera uno de ellos. Tenía muchas interrogantes en su cabeza que aún no tenía respuesta… ¿Podía casarse con el Sr. Darcy sabiendo que tenía una amante? ¿El Sr. Darcy estaría dispuesto a dejar a la Sra. Smith si ella se lo pedía?

Estaba absorta en sus pensamientos mientras tomaba el té, que la Sra. Barton preocupada le preguntó, "Elizabeth, hace dos días que estás muy triste y pensativa, ¿qué te sucede?"

La Sra. Barton esperó paciente hasta que Elizabeth finalmente contestó, "Me olvido que no puedo ocultarte nada." Suspiró con pesar, "La Sra. Smith fue hace un par de días a verme a la Institución, y para mi gran sorpresa me dijo que tenía una relación íntima con el Sr. Darcy."

La Sra. Barton por unos instantes no respondió, aunque por la reacción que tuvo el Sr. Darcy al ver a la Sra. Smith no le pareció extraño, pero igual le preguntó, "¿Creíste lo que te dijo?"

"¿Por qué no habría de hacerlo? No tiene motivos para mentir en algo de ese tipo. Ella es la más perjudicada si alguien se entera que son amantes." Suspiró, "No sé qué hacer… Sé que hay hombres ricos que tienen amantes, y muchas veces a sus esposas no les importa… pero nunca pensé que iba a estar en una situación como esta… Estoy muy confundida."

La Sra. Barton le apretó suavemente la mano, "No puedo decirte lo que tienes que hacer, pero voy a sugerirte que le des al Sr. Darcy el beneficio de la duda." Hizo una pausa, "Objetivamente el Sr. Darcy no gana nada desde el punto de vista económico y de conexiones casándose contigo, ¿estamos de acuerdo en eso?"

Elizabeth asintió, "Si, estoy de acuerdo."

"Entonces, podemos concluir que el principal incentivo que tiene el Sr. Darcy para casarse contigo eres tú. ¿estamos de acuerdo?"

"¿a qué quieres llegar?"

"El Sr. Darcy es un hombre que está muy enamorado de ti; y un hombre que está muy enamorado raramente tiene una amante… y menos si tiene una esposa tan bonita y encantadora como tú." Sonrió levemente, "Es muy probable que el Sr. Darcy ya haya terminado la relación íntima con la Sra. Smith." Hizo una pausa, "También debes tener en cuenta que hasta hace unos pocos días el Sr. Darcy no tenía un entendimiento contigo, y si la relación con esta mujer es anterior, no deberías ser muy dura con él."

Elizabeth pensó detenidamente lo que su suegra le dijo y contestó, "Sé que tienes razón, pero tengo muchas dudas, y no puedo vivir desconfiando de él. Tengo que saber la verdad, pero a su vez, ¿cómo puedo saber si no me está mintiendo"

"Estoy de acuerdo que debes hablar con él…, pero en tu lugar, no sacaría conclusiones sin antes escucharlo con atención y sin prejuicios." Hizo una pausa, "Va a volver en una semana, y ahí le podrás hacer todas las preguntas que quieras…"