"Di 'aaaaah'" le había ordenado Roy.

Ed había interrumpido su lectura y había fulminado a Mustang con la mirada.

"¡¡¡¡No soy un bebé!" había sido su indignada respuesta.

"Vamos, acero. Si quieres este dulce, abre la boca y cierra los ojos. Vamos, 'aaaah…'"

El muchacho se rindió.

"Aaaah…"

Ed había planeado su primer beso de otra manera. Pero, por ahora, estaba bien.