Roy Mustang era un hombre de costumbres. Le gustaba tener a sus fieles subordinados a su lado, y que las cosas salieran como él quisiera.

Cada mañana se levantaba, siempre temprano, en ocasiones al lado de una fugaz amante, pero la mayoría de las veces solo. Se daba una ducha y se vestía para ir al trabajo.

Nunca desayunaba. No es que no se le diera bien el arte culinario, pero normalmente tendía a enfadarse y quemar demasiado la comida.

Sabía adaptarse a los cambios, pero no por eso le gustaban.

Y el día en que se despertó tarde y fue recibido por una rubia cabellera y una tímida voz que le anunciaba el desayuno…

Decidió que, después de todo, los cambios no eran tan malos.

&/&

RoyRiza o RoyEd. Como lo prefieran.